guía didáctica

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Aula de Literatura
Vicens Vives
GUÍA
DIDÁCTICA
Leyendas
y rimas
Guía Didáctica
Joan Estruch
Juan Ramón Torregrosa
ISBN: 978-84-316-6881-5
Núm. de Orden V.V.: AQ83
© JOAN ESTRUCH
Sobre la Guía Didáctica.
© JUAN RAMÓN TORREGROSA
Sobre la Guía Didáctica.
© VICENS VIVES PRIMARIA, S.A.
Sobre la presente edición según el art. 8 del Real Decreto Legislativo 1 / 1996.
Obra protegida por el RDL 1 / 1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de
Propiedad Intelectual y por la LEY 23/ 2006, de 7 de julio. Los infractores de los derechos reconocidos a favor
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la reproducción total o parcial por cualquier medio, incluidos los sistemas electrónicos de almacenaje,
de reproducción, así como el tratamiento informático. Reservado a favor del Editor el derecho
de préstamo público, alquiler o cualquier otra forma de cesión de uso de este ejemplar.
Editorial VICENS VIVES. Avda. de Sarriá, 130. E-08017 Barcelona.
ÍNDICE
Análisis de las «Leyendas» ................................................
7
El Monte de las Ánimas ................................................
7
El Rayo de Luna ...........................................................
9
El beso .........................................................................
10
Maese Pérez el organista .............................................
12
Los ojos verdes ............................................................
15
La ajorca de oro ...........................................................
16
La corza blanca ............................................................
18
El Miserere ...................................................................
19
El Cristo de la calavera .................................................
21
Aspectos generales de las leyendas ..............................
24
Análisis de las «Rimas» ......................................................
La creación poética ......................................................
30
El amor ........................................................................
35
El desengaño amoroso .................................................
42
Angustia y muerte .......................................................
45
Técnica y estilo ............................................................
48
30
ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
1 EL MONTE DE LAS ÁNIMAS
1.1. Un argumento con tensión creciente
a ¿Quiénes son esos guerreros y por qué se enfrentaron y murieron? En la noche de difuntos, ¿qué indicios se advierten de la
presencia de sus ánimas? (pp. 5-7)
Los guerreros a los que alude Alonso son los templarios, que fueron llamados por el rey para defender Soria. Recelosos de los templarios, los nobles
de Castilla trataron de disputarles el dominio del Monte de las Ánimas, en
el que abundaba la caza, y adonde entraron en actitud de desafío. En consecuencia, se produjo una terrible batalla en la que murieron muchos guerreros
de ambos bandos.
Según Alonso, las almas de los guerreros vuelven a la vida en la noche
de difuntos, como parece indicarlo el hecho de que se oiga doblar sola la
campana de la capilla de los templarios, que los animales se alboroten y que
al día siguiente se hayan visto en la nieve las huellas de los descarnados pies
de los esqueletos.
b ¿Por qué razón? (pp. 10-12)
Beatriz le pide a Alonso que recupere la banda azul que dice haber perdido en el Monte de las Ánimas, lo que el joven hace para demostrarle a su
amada que es un hombre valiente y que la quiere.
c
¿Qué signos externos parecen delatar la presencia de algún espectro? (pp. 13-14) ¿Qué ocurre en la habitación de Beatriz?
¿Con qué extraordinarios golpes de efecto concluyen los capitulillos III y IV?
Beatriz oye o cree oír una voz doliente que susurra su nombre bajo el redoble de la campana, el chirrido de las puertas que conducen a su habitación, un murmullo de agua, ladridos de perros, voces confusas, suspiros…
Es más: ve cómo se separan las colgaduras de la puerta, oye unas pisadas sobre la alfombra y observa que se mueve el reclinatorio que está junto a su
cama, lo que indica que alguien se mueve por la habitación.
El capitulillo III acaba con la constatación de la muerte súbita de Beatriz
a causa del miedo, y el IV se cierra con la descripción del castigo ultraterreno
que recibe la joven, condenada a verse perseguida eternamente alrededor de
la tumba de Alonso por los esqueletos de los guerreros muertos en el Monte
de las Ánimas.
8
ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
1.2. El amor ciego sucumbe ante el frío desdén
a ¿Cuál de esas actitudes atribuye Bécquer a sus lectores y a Beatriz? (pp. 3-4) En cambio, ¿cuál asumen el autor y las dueñas y
con qué fin? (pp. 3-4 y 8) Consulta el texto auxiliar 1.1.
Bécquer describe a los lectores del diario El Contemporáneo, donde se
publicó su leyenda, como personas escépticas y con un espíritu realista y
pragmático que las convierte en público poco propicio para los relatos populares de carácter fantástico. Del mismo modo, Beatriz se muestra escéptica
ante la historia que le cuenta Alonso sobre el Monte de las Ánimas. Por el
contrario, el autor y las dueñas muestran una actitud crédula frente a los
cuentos de aparecidos, lo que a Bécquer le sirve para sumergir a sus lectores,
en principio escépticos, en una atmósfera de fantasía y terror que les haga
receptivos al relato fantástico que van a leer. De esa manera, podrán aceptarlo como verosímil, según se señala en el texto auxiliar 1.1.
b ¿Qué tipo de sensaciones motivan los primeros temores de Beatriz? (pp. 13-14) ¿Te parece verosímil la evolución del personaje?
Razona tu respuesta.
Los primeros temores de Beatriz son motivados por sensaciones auditivas (las campanas, el viento, el crujido de las puertas…), pues Bécquer prefiere insinuar lo horrible en lugar de mostrarlo directamente.
La evolución de Beatriz es del todo verosímil, pues el personaje no pasa
del escepticismo al miedo abruptamente sino que se deja llevar por el temor
poco a poco, a partir de la acumulación paulatina de sensaciones que sugieren un suceso sobrenatural.
c
¿Cuál? ¿Te parece un castigo proporcionado? ¿Por qué?
Beatriz recibe un doble castigo: muere de terror y debe dar vueltas eternamente alrededor de la tumba de Alonso mientras la persigue el espíritu de
los guerreros muertos en el Monte de las Ánimas. Cada alumno juzgará si la
pena que recibe el personaje es o no adecuada, pero a primera vista el castigo parece desproporcionado, dado que Beatriz no tenía intención de provocar la muerte de Alonso, sino que solo quería someterlo a una prueba.
d ¿Qué consecuencias le acarreará su ciego amor?
Por culpa de su amor, Alonso muere en el Monte de las Ánimas. Bécquer
no describe las circunstancias concretas de su muerte, pero cabe pensar que
el joven fue atacado por los lobos o por los espectros del monte.
EL RAYO DE LUNA
9
2 EL RAYO DE LUNA
a ¿Cuáles son los rasgos más destacados de su personalidad? (pp.
18-21) ¿Qué características comparte con el propio Bécquer?
Manrique es un noble aficionado a la poesía y a los paseos solitarios
por parajes que propician la melancolía, como los monasterios abandonados,
los cementerios o los bosques. Su personalidad es la propia de un poeta romántico: idealista, creativa y propensa a la fantasía. Con Bécquer, Manrique
tiene en común el amor a la poesía y a la soledad, su espíritu soñador y su
concepción idealista de la mujer y del amor.
b ¿Qué ve y oye Manrique en la oscuridad y qué cree haber visto y
oído? (pp. 23, 24 y 26) Al final de la leyenda, sin embargo, descubre la verdadera naturaleza de lo que había visto; ¿de qué se
trataba? (p. 32)
Manrique ve «una cosa blanca que flotó un momento y desapareció en
la oscuridad» y deduce que se trata del traje de la mujer de sus sueños. Le
parece que oye sus pisadas, el crujir de su vestido y hasta el rumor de sus palabras, y al ver pasar una barca cree distinguirla en ella. Sin embargo, al final
de la leyenda constatamos que todas esas impresiones eran una pura creación de la fantasía de Manrique. En realidad, lo que el joven había visto no
era más que el reflejo blanquecino que un rayo de luna proyectaba sobre las
hojas de los árboles.
c
¿Cómo es la mujer con la que sueña Manrique? (pp. 30-31)
Por lo que se refiere al aspecto físico, la mujer con que sueña Manrique
es muy hermosa: alta y esbelta; de ojos azules, húmedos y rasgados; de cabellos largos y negros; de voz suave y de andares acompasados y majestuosos. En cuanto a la personalidad de esa mujer, es afín a la de Manrique: solitaria, soñadora, amante de los paseos nocturnos por entre ruinas…
d ¿Qué conclusiones saca Manrique de sus vivencias? (pp. 32-33)
Al final de la leyenda, Manrique llega a la conclusión de que el amor es
una ficción, lo mismo que la poesía, la gloria o la felicidad. Todas esas cosas son, en su opinión, meras apariencias engañosas que nos desencantan
porque carecen de existencia real.
e Compara la visión del amor y la mujer que se ofrece en esta leyenda con la de las rimas XI y XV.
Tanto en «El rayo de luna» como en las rimas XI y XV, Bécquer describe
a una mujer ideal a la que en vano se intenta alcanzar. En la rima XI, el poeta rechaza a las mujeres reales, tanto a las apasionadas como a las sentimen-
10 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
tales, en beneficio de una mujer ideal que es un mero sueño imposible, un
«vano fantasma de niebla y luz», que, por ser incorpóreo e intangible, no
puede corresponder al amor de los hombres. De forma análoga, en la rima
XV la mujer ideal es descrita como una «sombra aérea» que se desvanece
cada vez que el poeta intenta tocarla.
f
¿Qué dificultades encuentra Manrique al escribir? (p. 19) ¿Por
qué Bécquer consideraba insatisfactoria la tarea del poeta? Antes
de responder, lee la «Introducción sinfónica» y la rima I.
Manrique considera que las formas poéticas son incapaces de expresar
con exactitud sus pensamientos, sentimientos y fantasías íntimas. La misma
opinión sostenía Bécquer: en la «Introducción sinfónica», declara que querría
«forjar una maravillosa estrofa» para cada uno de sus pensamientos, pero
que es imposible, pues «entre el mundo de la idea y el de la forma existe un
abismo que sólo puede salvar la palabra, y la palabra tímida y perezosa se
niega a secundar sus esfuerzos». Lo mismo viene a decirnos el autor en la rima I, donde muestra su lucha por domar «el rebelde, mezquino idioma» para expresar el «himno gigante y extraño» que el poeta tiene en su imaginación. Por supuesto, tal lucha se salda con la convicción de que «no hay cifra»
que pueda encerrar su mundo poético.
g ¿Por qué? ¿Crees tú también que Manrique es más sabio que los
demás? ¿O te parece que todo artista tiene algo de loco?
Bécquer considera que Manrique había recuperado el juicio porque había
descubierto el engaño que se oculta tras las grandes ilusiones (el amor, la
gloria, la felicidad), lo que quiere decir que veía la realidad con mayor lucidez
que las personas aparentemente cuerdas.
Aunque no se puede generalizar, los artistas crean sus obras basándose
en procesos irracionales que a veces bordean la locura. De hecho, los románticos, y más adelante los surrealistas, asimilaron la locura con la creación
artística, ya que ambas proceden del inconsciente.
3 EL BESO
a ¿Qué características de la mujer ideal ve reflejadas el capitán en
esa estatua? (p. 43) ¿Por qué se enamora de una escultura y rechaza en cambio a las mujeres de carne y hueso? (p. 54)
El físico de la mujer de la estatua es el de la mujer ideal con que sueña el
capitán: piel blanca, rostro armonioso y espiritual, cuerpo esbelto… El personaje se enamora de ella porque la sensualidad de las mujeres reales le da
asco, mientras que la blanca estatua le suscita un amor casto, puro e ideal,
aunque inalcanzable.
EL BESO
11
b ¿Cómo reaccionan los oficiales franceses al saber de quién se ha
enamorado el capitán? (pp. 44-46) ¿Crees que el capitán es un
incomprendido, o te parece simplemente que es un loco?
Los amigos del capitán reaccionan con burlas y carcajadas al saberlo enamorado de una estatua, pues les parece una situación ridícula. No obstante,
todos quedan admirados al constatar la belleza de la escultura.
La aspiración del capitán a un amor ideal es comprensible, pero su obsesión de considerar a una estatua como un ser vivo es más propia de un loco
que de un simple idealista. En cualquier caso, el personaje encarna el prototipo del espíritu romántico: un solitario incomprendido por sus compañeros
a causa de su extrema sensibilidad y su idealismo, lo que lo lleva a buscar refugio en sus fantasías.
c
¿Qué tiene de inadecuado el comportamiento de los soldados en
el convento? (pp. 36, 48 y 50) ¿Y la actitud del capitán frente a
las estatuas? (pp. 53-55) ¿Cómo paga el personaje por sus faltas? (p. 55) ¿Qué impresión te ha producido el desenlace de la
leyenda? ¿Te parece, pues, un cierre logrado? ¿Por qué?
Los soldados destrozan y queman el mobiliario del convento y celebran
una juerga en la iglesia, convertida en cuartel y cuadra. Este vandalismo tiene una doble dimensión: por un lado, es un sacrilegio, pues es cometido en
un lugar sagrado; por otro, constituye un atentado contra las riquezas artísticas del templo. En realidad, Bécquer aprovecha la leyenda para criticar el
vandálico comportamiento de las tropas napoleónicas en Toledo, y concretamente en el convento de San Juan de los Reyes, tal como había hecho en su
Historia de los templos de España.
Irreverente es, asimismo, la actitud del capitán frente a las dos estatuas,
pues el personaje comete la falta de perderles el respeto a los muertos. El
resultado es que la escultura que representa al marido de doña Elvira se indigna y abofetea al capitán, que queda con la cara deshecha y probablemente muere a causa del fuerte golpe. El cuento, pues, tiene un cierre logrado, que impresiona por lo inesperado, supone la irrupción repentina de lo sobrenatural en lo natural y proporciona un castigo a quien se ha atrevido a
perderle el respeto a los muertos.
d ¿Qué idea típicamente romántica refleja esa convicción? Para
responder, consulta la n. 16 de la p. 53.
Como otros escritores de inspiración romántica, Bécquer cree que las estatuas tienen una misteriosa vida, que les es infundida por el artista durante
su labor creativa. El escultor actúa, por lo tanto, a semejanza de Dios, que
creó al primer hombre moldeando una figura de barro y soplando luego sobre ella para darle vida.
12 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
4 MAESE PÉREZ EL ORGANISTA
4.1. El arte triunfa sobre la mediocridad
a ¿Qué rasgos atribuye la vieja a maese Pérez? (pp. 61-62) ¿Qué
dos sucesos demuestran que el músico es un hombre entregado
por entero a su arte? (pp. 65 y 75)
Según la vieja chismosa, maese Pérez es «un santo varón», humilde y
caritativo aunque pobre, que vive consagrado a su hija y a su música y toca
el órgano de forma prodigiosa. La entrega absoluta del protagonista a su arte se evidencia en el hecho de que acuda a Santa Inés para tocar cuando se
halla ya agonizante y que regrese del más allá tras su muerte para hacer sonar de nuevo el órgano.
b ¿Qué radicales diferencias existen entre ambos personajes? (pp.
65, 69-71, 73-74) ¿Cuál encarna mejor la idea romántica del genio y por qué? ¿Cómo se relacionan los defectos morales del organista de San Román con su aspecto físico? (p. 65)
Maese Pérez domina la técnica de la interpretación musical en el órgano
y es un hombre humilde, idealista, noble y generoso que se consagra al arte
por pura vocación, en tanto que el organista de San Román toca muy mal el
órgano, es orgulloso, engreído y envidioso y utiliza la música para medrar y
para ganar fama y dinero.
Maese Pérez encarna a la perfección el arquetipo romántico del genio porque aúna el dominio técnico sobre su arte con la capacidad de captar los aspectos trascendentes de la realidad y comunicarlos al resto de los hombres.
Finalmente, Bécquer establece una estrecha relación entre las fallas morales del organista de San Román y su poco agradable aspecto físico: el personaje es bisojo y poco aseado, y viste ropas ostentosas y ridículas.
c
¿En qué consiste ese secreto? (p. 76) ¿Qué ocurre en la catedral
durante la actuación del organista de San Román? (p. 78)
El secreto de la magistral actuación del organista de San Román radica
en que no es él quien toca, sino el alma de maese Pérez, que ha regresado
del más allá. Por otro lado, cuando el bisojo toca en la catedral, lo hace tan
mal que indigna al arzobispo y al resto del público, pues en esta ocasión es
él quien maneja el órgano y no maese Pérez.
4.2. Una música celestial
a ¿Cuáles? (Véase la n. 14 de la p. 66) ¿Qué efectos produce esa
conjunción en quienes escuchan el órgano de maese Pérez? (p. 67)
MAESE PÉREZ EL ORGANISTA
13
Maese Pérez logra el portento de unir la música terrenal con la celestial:
la primera es interpretada por el órgano, y se eleva hacia el cielo, en tanto
que la segunda es producida por el movimiento de los astros en sus esferas y
por el canto de los ángeles, y baja del cielo a la tierra. Esa conjunción magistral de la música humana y sobrehumana produce en los espectadores una
profunda conmoción casi mística: «La multitud escuchaba atónita y suspendida. En todos los ojos había una lágrima; en todos los espíritus, un profundo
recogimiento» (p. 67).
b Lee el poema «A Francisco de Salinas» de fray Luis de León y señala qué tiene en común con esta leyenda.
El poema de fray Luis de León «A Francisco de Salinas» dice así:
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.
Y, como se conoce,
en suerte y pensamiento se mejora;
el oro desconoce
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca engañadora.
Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.
Ve cómo el gran Maestro,
a aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado
con que este eterno templo es sustentado.
Y, como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entre ambos a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.
Aquí la alma navega
por un mar de dulzura y finalmente
14 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
en él ansí se anega,
que ningún accidente
estraño y peregrino oye y siente.
¡Oh desmayo dichoso,
oh muerte que das vida, oh dulce olvido,
durase en tu reposo
sin ser restituido
jamás aqueste bajo y vil sentido!
A este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos (a quien amo
sobre todo tesoro),
que todo lo visible es triste lloro.
¡Oh, suene de continuo,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos,
quedando a lo demás adormecidos!
Tanto la leyenda de Bécquer como el poema de fray Luis se inspiran en una
teoría pitagórica y neoplatónica que habla del prodigioso efecto que produce
en el alma la conjunción de la música humana con la música divina. La música de Francisco Salinas, organista ciego como maese Pérez, se eleva hasta
el cielo, donde se une con la música celestial que producen las esferas de los
astros, y que es gobernada por Dios, de lo que resulta una «dulcísima armonía» que provoca un estado de éxtasis en quien escucha. Como dice Juan
Francisco Alcina en alusión al poema de fray Luis, el poeta nos explica cómo
«el hombre, eternamente destemplado desde Adán y Eva, recobra algo de su
armonía, de la templanza de que disfrutábamos en el Paraíso, a través de la
música que lo va elevando con sus acordes y simpatías, para percibir algo de
su origen y de su creador».
c
Enumera las comparaciones y metáforas empleadas en la descripción de la música de maese Pérez (pp. 66-67 y 72). ¿Qué tienen
en común con las que Bécquer utiliza para describir la esencia de
la poesía? Consulta para ello la rima I.
La música de maese Pérez se describe con las siguientes metáforas: «las
cien voces de sus tubos» (p. 66), «un torrente de atronadora armonía» (p. 67),
«océano de acordes misteriosos» (p. 67), «hilo de luz» (p. 67), «una explosión de armonía gigante» (p. 67), «hojas que se besan en los árboles» (p. 72),
«trinos de alondras que se levantan gorjeando de entre las flores» (p. 72),
«tromba de luz y de sonidos» (p. 72), etc.
Los pasajes que describen la música de maese Pérez son ricos, asimismo,
en comparaciones: «como si una ráfaga de aire hubiese arrebatado sus últi-
LOS OJOS VERDES
15
mos ecos» (p. 66), «parecía una voz que se elevaba desde la tierra al cielo»
(p. 66), «parecía flotar sobre aquel océano de acordes misteriosos» (pp. 6667), «como un jirón de niebla sobre las olas» (p. 67), «una nota brillante como un hilo de luz» (p. 67), «como a través de una gasa azul» (p. 67), «diríase que las aguas y los pájaros, las brisas y las frondas, los hombres y los ángeles, la tierra y los cielos, cantaban» (p. 67), «como una voz que se pierde
de eco en eco» (p. 67), «semejante a un sollozo» (p. 68), «como una cascada de armonía inagotable y sonora» (p. 72), «como los que acarician los oídos en los momentos de éxtasis» (p. 72), «un murmullo semejante al de la
lluvia» (p. 72), «como una saeta despedida a las nubes» (p. 72), «imponentes como los rugidos de una tempestad» (p. 72), «parecen remontarse al trono del Señor» (p. 72), «como una tromba de luz y de sonidos» (p. 72).
Las metáforas que utiliza Bécquer para definir la música de maese Pérez
se parecen mucho a las que se emplean en la rima I. En la leyenda, se habla
de «himnos distantes», de «extraña melodía» y de «armonía gigante» y, de
forma análoga, en la rima se define la poesía como un «himno gigante y extraño». Por consiguiente, la poesía y la música supraterrenal de maese Pérez
tienen en común el hecho de ser realidades inefables, es decir, que el artista
no puede definir por medio del lenguaje humano.
5 LOS OJOS VERDES
a ¿Cómo demuestra Fernando su soberbia? (pp. 83-84) ¿Qué tabú
rompe por culpa de ese defecto y de qué modo es castigado por
ello? (pp. 81 y 88)
Fernando deja de manifiesto su soberbia en su incapacidad para aceptar
una derrota. Como no admite que el ciervo que ha herido se le escape, entra
en la fuente de los Álamos para darle caza, pese a que Íñigo le advierte del
grave riesgo que corre al hacerlo. De ese modo, rompe el tabú que induce a
la gente a mantenerse alejada de la fuente, donde se dice que vive un espíritu maligno. Como consecuencia, Fernando es castigado: el espíritu del mal
adopta la apariencia de una seductora mujer que enamora al joven y lo atrae
hacia el estanque de la fuente para que muera ahogado.
b ¿Qué cambios se producen en el personaje a consecuencia de
esa visión? (pp. 84-85) ¿Qué está dispuesto a dar Fernando por
una mirada de esos ojos verdes? (p. 88)
Tras ver los ojos en la fuente, Fernando se enamora locamente: se vuelve
mustio y pálido, cobra el ánimo funesto de los hechizados y se pasa las horas
muertas contemplando el lago. Tanto le obsesionan los ojos verdes que está
dispuesto a darlo todo por una mirada suya y a amar a la mujer del lago incluso aunque sea un demonio y aunque se condene por ello.
16 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
c
¿Cómo es la mujer de la fuente de los Álamos? (pp. 87, 89 y 91)
¿Qué le ofrece a Fernando? (p. 91) Sin embargo, ¿cómo demuestra su carácter traicionero? (pp. 91-92)
La mujer de la fuente de los Álamos es muy hermosa: pálida, con una
larga y rizada cabellera rubia, unas pestañas doradas que brillan como hilos
de luz y unos seductores ojos verdes. Sin embargo, la belleza de su aspecto
va unida a un carácter perverso, que queda de manifiesto en el hecho de
que finja amor por Fernando para llevarlo a la muerte.
d ¿Qué tiene en común esta leyenda con las rimas XIV y XXIII?
En la rima XIV, el poeta se muestra obsesionado por los ojos de una
mujer, lo mismo que Fernando en el relato que hemos leído: cree verlos en
todas partes, pero no encuentra a la persona a la que corresponden esos
ojos. Además, intuye que esa mirada puede acarrearle la perdición, que es lo
mismo que le ocurre a Fernando en «Los ojos verdes». El miedo frente al
destino lo declara Bécquer en el poema con los versos «yo me siento arrastrado por tus ojos, / pero adónde me arrastran no lo sé».
En la rima XXIII el poeta se halla tan fascinado por la mirada de su amada que se muestra dispuesto a ofrecer «un mundo» por ella, del mismo modo que Fernando estaba decidido a dar el amor de sus padres y el de todas
las mujeres del mundo con tal de ver los ojos de la mujer del lago.
e De los tres tipos de mujer que Bécquer describe en la rima XI, ¿a
cuál de ellos responde la dama de «Los ojos verdes»? (p. 91)
Al de la mujer ideal, que se define a sí misma como «un sueño» inalcanzable y como un espíritu intangible. Del mismo modo, la mujer del lago en
«Los ojos verdes» dice ser «un espíritu puro» y se caracteriza a sí misma con
los adjetivos «incorpórea, fugaz y transparente».
f
¿Qué conclusión sobre al amor ideal se desprende de la leyenda?
De la leyenda se deduce que el amor es un ideal inalcanzable, y que
quien se atreve a intentar materializarlo paga su osadía con la vida.
6 LA AJORCA DE ORO
a ¿Cuáles son los rasgos más relevantes de cada uno? (pp. 94-95)
Ella es hermosa, perversa y caprichosa, mientras que él es supersticioso,
apasionado y valiente.
b ¿Qué estaría Pedro dispuesto a hacer por María? (p. 99) ¿Cómo
paga su crimen? (p. 106)
LA AJORCA DE ORO
17
Pedro está tan enamorado de María que se atrevería a robar la presea
que le pide la joven aunque perteneciera al arzobispo, al rey o al demonio.
De hecho, está dispuesto a morir o a condenarse para satisfacer a su amada,
de ahí que decida cometer el sacrilegio de robar el brazalete de la Virgen del
Sagrario. Tal crimen es castigado por instancias sobrenaturales con la locura:
Pedro pierde la razón al ver cómo las estatuas de la catedral cobran vida para
impedir el robo del brazalete.
c
¿En qué creencia típicamente romántica se sustenta el sorprendente final de la leyenda? (Consulta la n. 8 de la p. 99). Sin embargo, ¿crees que lo que Pedro ve en la catedral (pp. 104-105)
es real? De no serlo, ¿a qué puede atribuirse su visión?
Bécquer heredó del romanticismo la consideración del artista como una
especie de dios capaz de infundir vida a sus creaciones, de ahí que al final
de «La ajorca de oro» las estatuas abandonen el lugar que ocupan y se desplacen por todo el ámbito de la iglesia para impedir el robo del brazalete de
la Virgen del Sagrario. Claro que no sabemos a ciencia cierta si lo que Pedro
ve en la catedral es real, pues el narrador nos cuenta lo acaecido desde la
perspectiva subjetiva del personaje, así que podemos deducir que se trata solo de un espejismo. En tal caso, habría que concluir que la visión es el resultado del sentimiento de culpa que siente Pedro, consciente de que está cometiendo un grave crimen al robar el brazalete.
d Según el narrador, ¿qué valores inspira la contemplación del interior de la catedral toledana? (pp. 99-100). En ese contexto, ¿cómo contrasta el sacrilegio de Pedro?
La contemplación de las bellezas artísticas de la catedral provoca en el
espectador sentimientos de honda espiritualidad que disipan la tentación
del ateísmo, hacen más grande su fe y le revelan el poder magnificiente del
Creador. Esta atmósfera tan propicia a la devoción se ve bruscamente rota
por el robo sacrílego de Pedro, que obra dejándose arrastrar por el amor y
subordinando el respeto a Dios a las pasiones humanas.
e ¿Qué defectos les atribuye? (p. 94) Sin embargo, ¿qué puede
compensar de los defectos de una mujer? (Véase la rima XXXIV)
El narrador de «La ajorca de oro» asegura que las mujeres son caprichosas y extravagantes, pero Bécquer considera que la hermosura de una mujer
compensa todos sus defectos, tal y como se dice en la rima XXXIV.
18 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
7 LA CORZA BLANCA
a A juzgar por la descripción que se hace de Esteban (pp. 109110), ¿habría que dar crédito a lo que cuenta? ¿Por qué?
El relato del pastor Esteban carece de credibilidad tanto para el resto de
los personajes de la leyenda como para los lectores porque Bécquer ha descrito al joven como un hombre rudo cuyo aspecto físico denota simpleza e
ingenuidad.
b Entre los que escuchan el relato de Esteban, ¿quién muestra mayor interés por su historia (pp. 110-111) y cómo reacciona este
personaje cuando termina de explicarla el zagal (p. 114)? ¿Por
qué se inquieta el pastor de inmediato? (pp. 114-115)
Constanza es quien más interés muestra por el relato de Esteban. Cuando el zagal lo concluye, la joven ríe como una loca a fin de desacreditar al
pastor. Al oír la risa, Esteban se muestra turbado e inquieto, pues las carcajadas de Constanza son iguales a las de la corza blanca.
c
¿Cómo reacciona Constanza cuando Garcés le explica su propósito? (p. 122) ¿Qué opinión te merece la actitud de la joven?
Cuando Garcés le explica a Constanza su propósito de dar caza a la corza blanca, la joven se burla y trata de disuadirlo. Constanza obra, pues, de
forma cínica, perversa e hipócrita, al tiempo que demuestra astucia, un talante calculador y una enorme capacidad de manipulación.
d ¿Cuáles son los orígenes familiares del personaje? ¿Cómo se combinan los signos de pasión y de pureza en el aspecto físico y el
carácter de Constanza? (pp. 118-119) ¿En qué pasaje queda más
de manifiesto su sensualidad? (p. 131)
Sobre los orígenes de Constanza el narrador solo puede atestiguar que es
hija de un caballero cristiano llamado don Dionís, pues apenas sabe nada
de la madre de la joven, de la que se rumorea que era gitana. En cualquier
caso, Constanza aúna los rasgos de pasión y pureza, tanto en su aspecto físico como en su carácter: la joven es de piel blanquísima y de pelo rubio pero
tiene las cejas y los ojos negros como la noche, y tan pronto se muestra retraída y melancólica como bulliciosa, alegre, caprichosa y extravagante.
Bécquer parece insinuar que la faceta espiritual y la belleza de Constanza son
rasgos heredados del cristiano don Dionís, mientras que su personalidad perversa y sensual derivarían de la madre de la que tan poco se sabe. No hay
que olvidar al respecto que Bécquer siempre fue deudor de los tópicos racistas de su época, como bien demuestra el contenido antisemita de la leyenda
«La rosa de pasión».
EL MISERERE
19
El pasaje en que la sensualidad de Constanza se hace más evidente es
cuando la joven se desnuda en mitad del bosque ayudada por unas cuantas
mujeres de gran belleza. Junto a ellas, Constanza canta una canción con la
que invita a los espíritus del bosque a la unión sexual.
e ¿Qué descubre entonces y qué decide hacer? (pp. 126-127) ¿Qué
nueva y mayúscula sorpresa se lleva? (pp. 128-131) ¿Qué sucede al ser descubierto? (p. 132)
Al recuperarse de su desvanecimiento, Garcés ve que las corzas se dirigen hacia el remanso del río, adonde las sigue con sigilo para dar caza a la
corza blanca. Pero, desde su escondrijo, descubre con asombro que las corzas se han convertido en bellísimas ninfas que se desnudan y se echan al río
para jugar. Al cabo, las jóvenes sorprenden a Garcés y entonces vuelven a
convertirse en corzas y se echan a correr por el monte.
f
¿A quién atribuye Garcés los prodigios que contempla cuando
sale a cazar la corza blanca? (pp. 133 y 134)
Al diablo. De hecho, a la corza blanca la llama «engendro de Satanás».
g Al final de la leyenda, ¿qué castigo recibe Constanza y en qué difícil situación queda su enamorado? (p. 134)
La pérfida Constanza muere cuando la atraviesa la flecha que le dispara
Garcés, quien en adelante deberá sufrir el remordimiento de saber que ha
matado a la persona que más amaba. Tristemente, el destino ha utilizado a
Garcés para castigar a Constanza.
8 EL MISERERE
a ¿Qué extraños comentarios ha anotado el compositor? (p. 136)
En lugar de las anotaciones usuales en las partituras, que indican el tempo
con que ha de interpretarse la composición, el Miserere encontrado en la
abadía de Fitero incluye comentarios como los siguientes: «Crujen…, crujen
los huesos, y de sus médulas ha de parecer que salen los alaridos», «La cuerda aúlla sin discordar, el metal atruena sin ensordecer: por eso suena todo y
no se confunde nada, y todo es la humanidad que solloza y gime» y «Las notas son huesos cubiertos de carne; lumbre inextinguible, los cielos y su armonía…, ¡fuerza!…, fuerza y dulzura». Tales comentarios dan a entender que la
música del Miserere está formada por crujidos de huesos, gritos, gemidos…
b ¿Con qué propósito quiere componer dicha obra? (pp. 137-138)
¿Cómo se relaciona ese propósito con el hecho de que la leyenda
se sitúe en Semana Santa?
20 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
El músico alemán utilizó en su juventud sus composiciones como un instrumento de seducción y, a través de su música, encendió pasiones que le
llevaron a cometer un crimen. Quiere, por lo tanto, componer un Miserere
para expiar sus pecados, expresar su arrepentimiento y suplicar el perdón de
Dios. Por todo ello, no es casual que la leyenda se sitúe en Semana Santa,
época en que se rememoran los sufrimientos de Cristo, lo que propicia el
arrepentimiento de los pecadores.
c
¿Quiénes entonan ese canto y por qué? (pp. 139-140) ¿Por qué
el músico alemán arde en deseos de escucharlo? (p. 141)
El Miserere de la Montaña lo cantan los espíritus de los monjes de un
antiguo monasterio, que fueron asesinados por unos bandidos una noche de
Jueves Santo cuando entonaban el Miserere o estaban a punto de empezar a
cantarlo. Como los frailes murieron sin haber alcanzado el estado de gracia,
sus almas regresan del purgatorio cada Jueves Santo para expiar sus pecados
cantando el Miserere. El músico alemán decide dirigirse al monasterio de la
Montaña porque cree que la música ultraterrena de los monjes muertos en
pecado es la única que puede expresar de veras el arrepentimiento de quien
no ha obrado según la ley de Dios.
d ¿Qué extraordinarios prodigios se suceden durante esa noche?
(pp. 143-144)
Sorprendentemente, el músico alemán oye que en el monasterio en ruinas suenan las campanadas que anuncian las once de la noche, pese a que
en el convento no hay campana, ni reloj ni torre alguna. Después, la iglesia
se ilumina de pronto sin que ninguna antorcha, cirio o lámpara arroje luz. A
continuación, los sillares de piedra se ordenan por sí mismos y se levantan
unos sobre otros hasta dejar reconstruido el derrocado edificio del convento.
Finalmente, se oye un grupo de voces lejanas y graves que parecen salidas
del fondo de la tierra, los esqueletos de los monjes salen del fondo de las
aguas y trepan el abismo en que se hayan sepultados para volver al templo y
comienzan a cantar: Miserere mei, Deus, secundum magnam misericordiam
tuam!
e ¿Cómo describe Bécquer el canto sobrenatural de los monjes?
(pp. 146-147) ¿Qué tiene en común esta descripción con la de la
música de maese Pérez? (pp. 66 y 72)
Ante la imposibilidad de describir por medio del lenguaje humano una
música sobrehumana, Bécquer opta por definir el Miserere a través de metáforas, idéntica estrategia a la que utilizaba para describir la música de maese
Pérez. En ambos casos, las metáforas eligen preferentemente realidades de
la naturaleza como término imaginario. Bécquer compara la música del Miserere con los truenos que se alejan, el gemido del aire en la concavidad del
EL CRISTO DE LA CALAVERA
21
monte, el ruido de una cascada y de una gota de agua, el grito de un búho,
el roce de los reptiles…
f
¿Por qué? ¿Había logrado antes poner música a un salmo de David? (p. 138) Relaciona sus dificultades con las del protagonista de
«El rayo de luna» (p. 19) y con lo que Bécquer dice en la rima I.
El protagonista no consigue trascribir por entero el Miserere de la Montaña porque es imposible traducir la música sobrenatural de los frailes resucitados al lenguaje de la música terrenal. De hecho, ya antes había sido incapaz de hallar una música que estuviese a la altura de los sublimes versos
del salmo de David que empieza diciendo: Miserere mei, Deus! El problema
del músico es el mismo que afrontaba Manrique, quien no lograba transformar en obras literarias adecuadas el mundo fantástico y poético que sentía
en su interior. De modo análogo, Bécquer explica en la rima I que, por culpa
de la mezquindad y rebeldía del lenguaje, no encuentra una «cifra» que le
permita expresar en versos el himno gigante que dice conocer.
9 EL CRISTO DE LA CALAVERA
a ¿Qué contraste establece Bécquer entre el ambiente de los patios
y el del interior del alcázar? (pp. 151-153) ¿Cuál de las dos descripciones es más rica en elementos sonoros? ¿Y en cuál se insiste particularmente en la indumentaria de los personajes? Responde aportando ejemplos.
Bécquer establece un claro contraste entre el ambiente caótico, confuso
y heterogéneo de las gentes del pueblo (pajes, soldados, ballesteros, campesinos, juglares, bufones…), que constituyen “un infernal y atronador conjunto”, y el ambiente refinado, elegante y rico de la nobleza que se reúne en los
salones del alcázar, formado por damas hermosas y alegres galanes. Este
contraste entre el pueblo llano y la aristocracia se expresa, al final, con una
imagen de gran belleza: la música de los salones del alcázar flota, “como un
soplo de brisa armoniosa”, sobre el “revuelto océano” de los sonidos y gritos de los patios.
La descripción de los patios es más rica en elementos sonoros. Bécquer
destaca los “gritos” y “blasfemias” de los jugadores de dados; el romance
que entona un juglar acompañado de la guzla y que repiten en coro las gentes; las “locas carcajadas” de los que ríen los chistes de un bufón; el sonido
de los clarines; las voces de quienes cuentan historias y milagros… Esta magistral descripción de elementos sonoros culmina en el párrafo final: “cantares de guerra”, “rumor de martillos”, “chirridos de limas”, “piafar de corceles”, “voces descompuestas”, “risas inextinguibles”, “gritos desaforados”,
22 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
“notas destempladas”, “juramentos y sonidos extraños y discordes”. Y en
contraste: “brisa armoniosa”, “lejanos acordes”.
En la descripción de la fiesta en los salones del alcázar, en cambio, se insiste más en la indumentaria de los personajes, que destaca por su lujo y riqueza. Las damas visten “ricas vestiduras chapadas en oro”, llevan “redes de
perlas” recogiendo sus cabellos, “joyas de rubíes” sobre el pecho, abanicos
de “plumas” y “mango de marfil”, o “rostrillos” de encaje alrededor de la
cara. Por su parte, los galanes visten “talabartes de terciopelo”, “justillos de
brocado”, “calzas de seda”, “borceguíes de tafilete”, “capotillos de mangas
perdidas y caperuza”, y portan “puñales con pomo de filigrana” y “estoques
de corte”.
b ¿Qué personaje llama la atención en el sarao y por qué? (p. 153)
¿Qué forma de ser se le atribuye? ¿Qué efecto causa dicho personaje en los muchachos que la ven?
En el sarao llama la atención una mujer, Inés de Tordesillas, por su “belleza incomparable”, admirada por todos y elogiada por los trovadores en
sus poesías. Su belleza causa en los muchachos que la ven un efecto deslumbrador y hechizante. Todos se agrupan a su alrededor como vasallos sumisos
y se hallan enamorados de ella, suspirando en secreto y soñando con ser el
preferido.
c
¿En qué consiste esa competición? (p. 156) ¿Qué incidente está
a punto de acabar en una desgracia? (pp. 156-157) ¿Quién impide la tragedia en el último momento? (p. 158)
La competición entre Alonso de Carrillo y Lope de Sandoval consiste en
“una elegante lucha de frases enamoradas e ingeniosas, epigramas embozados y agudos”, esto es, en una lucha verbal (“torneo de palabras”) en la que
cada uno de ellos quiere demostrar que es más inteligente, brillante e ingenioso que el contrario y, por tanto, merecedor de los favores amorosos de
doña Inés.
El incidente se produce al precipitarse al mismo tiempo Alonso y Lope a
recoger del suelo el guante de doña Inés para devolvérselo. Al levantarse,
cada uno tiene asido el guante por un extremo, sin que ninguno de los dos
esté dispuesto a ceder.
La tragedia la impide el rey al aparecer en el momento en que Alonso y
Lope están a punto de sacar sus puñales para pelear. El rey toma el guante
de las manos de los dos caballeros y se lo devuelve a doña Inés.
d ¿Dónde tiene lugar el duelo? ¿Qué sucede cada vez que los dos
contrincantes cruzan sus espadas? ¿Qué explicaciones racionales
se le dan al incidente? Sin embargo, ¿en qué momento se impone la explicación sobrenatural? (pp. 161-165)
El duelo tiene lugar en la calle del Cristo, al pie de un retablo con la ima-
EL CRISTO DE LA CALAVERA
23
gen de Jesús en la cruz y una calavera a sus pies, y que está iluminado por
un pequeño farol colgado de una cuerda.
Cada vez que cruzan sus espadas la luz del farol se apaga de repente y
deja la calle en completa oscuridad.
La primera vez, Alonso explica de un modo racional el incidente al atribuirlo a una ráfaga de aire. La segunda vez, aunque a Lope le parece extraño el suceso, también le da una explicación racional al pensar que se debe a
que el farol tiene poco aceite y por eso la llama, a punto de extinguirse, se
apaga y se enciende.
La explicación sobrenatural se impone cuando, al apagarse por tercera
vez la luz, oyen al mismo tiempo “el eco profundo de una voz misteriosa”,
“medrosa y sobrehumana” que les produce un profundo terror, les eriza los
cabellos y cubre sus cuerpos de “un sudor frío como el de la muerte”.
e ¿Por qué deciden Lope y Alonso hacer las paces? ¿Qué determinación toman entonces con respecto a doña Inés? (p. 165)
Lope y Alonso deciden hacer las paces porque interpretan que el hecho
de apagarse la llama del farol cada vez que cruzan sus espadas es una señal
de Dios, esto es, de “El Cristo de la calavera”, que no quiere que luchen y se
maten dos personas que se habían jurado amistad eterna.
Con respecto a doña Inés deciden que sea ella la que elija con plena libertad entre uno de los dos, comprometiéndose ambos a respetar su voluntad.
f
¿Qué descubren los protagonistas al llegar a casa de su amada y
cómo reaccionan ante la revelación? (pp. 166-167) ¿Consideras
verosímil su drástico cambio de actitud con respecto a la muchacha a la que llegaron a adorar?
Al llegar a casa de doña Inés la descubren con asombro en el balcón despidiéndose con tiernas palabras de un misterioso galán que se desliza hasta
el suelo con la ayuda de una cuerda. La primera reacción es sacar las espadas
para enfrentarse al hombre que acaba de descender del balcón de doña Inés,
pero, tras mirarse, estallan en una ruidosa carcajada. Podemos considerar verosímil la reacción, desde un punto de vista psicológico, si tenemos en cuenta que en ese momento descubren que han hecho el ridículo al pelear por el
amor de una dama que los estaba engañando a ambos. Si no es por la intervención “milagrosa” del Cristo de la Calavera se hubieran matado inútilmente. También es cierto que Bécquer acentúa tanto la pasión de ambos por doña Inés en la primera parte que el brusco cambio de actitud puede parecer
un tanto precipitado, pero está en consonancia con el desengaño amoroso
que sufren los dos al mismo tiempo.
g ¿Qué castigo recibe doña Inés? ¿Qué visión de la mujer se nos
transmite con tal desenlace? (p. 167)
24 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
El castigo que recibe doña Inés es la burla y el desprecio de las gentes y,
en concreto, de sus anteriores admiradores don Alonso y don Lope, al descubrirse que la más hermosa de las damas que rechazaba orgullosamente a todos sus pretendientes tiene un amante secreto. Doña Inés siente herido su
amor propio y su orgullo, apoderándose de ella la vergüenza y el rencor al
saber que ha sido ridiculizada por las carcajadas de sus dos admiradores que
marchan risueños y felices.
La visión de la mujer que se nos transmite con este desenlace es negativa. Doña Inés responde al arquetipo de mujer de “carácter altivo y desdeñoso” (p. 153), vanidosa y orgullosa, (p.157), como pone de manifiesto en el
incidente del guante, y, sobre todo, hipócrita y falsa, pues aparenta ser una
señora que desdeña a los hombres, y que parece inalcanzable para sus admiradores y corte de galanes. Sin embargo, como se descubre al final, tiene un
amante secreto. Bécquer parece decirnos que el amor de ninguna mujer merece que dos amigos se enemisten y peleen entre sí.
h ¿En qué se diferencia la actitud final de los jóvenes Alonso y Lope de la que adoptan otros personajes de Bécquer en idénticas
circunstancias? Piensa, por ejemplo, en el protagonista de «El rayo de luna».
La actitud que adoptan Alonso y Lope al descubrir que doña Inés no responde al ideal de mujer que se habían forjado, es muy distinta a la de otros
personajes becquerianos. El desengaño amoroso lleva Alonso y Lope a adoptar
una actitud desenfadada, alegre, en la que prevalece la amistad como sentimiento más noble y sincero sobre el amor a una dama hermosa pero vanidosa
y falsa. El desengaño les lleva a aceptar la realidad y a ver el aspecto ridículo
que el amor adopta muchas veces. En cambio, a otros protagonistas, como a
Manrique en “El rayo de luna”, el desengaño amoroso, la imposibilidad de alcanzar el ideal, les lleva a la locura y a la muerte. Se niegan, en una clara actitud romántica y soñadora, a aceptar la realidad con todas sus limitaciones e
imperfecciones. Alonso y Lope, en este sentido, son más realistas y positivistas.
10 ASPECTOS GENERALES DE LAS LEYENDAS
10.1 La verosimilitud de los sucesos fantásticos
a Según el autor, ¿de dónde proceden las historias de «El Monte
de las Ánimas» y «Maese Pérez el organista»? (pp. 3 y 56) ¿Qué
calificativo aplica Bécquer a lo que narra en «El beso» y «La ajorca de oro»? (pp. 40 y 95) ¿Qué persigue el autor al fingir que no
se está inventando nada de lo que cuenta?
ASPECTOS GENERALES DE LAS LEYENDAS
25
Bécquer presenta «Maese Pérez el organista» y «El Monte de las Ánimas»
como “tradiciones” que alguien le ha contado: la primera dice haberla oído en
Sevilla de boca de una demandadera del convento de Santa Inés, y la segunda
en Soria. Tanto en el caso de «El beso» como en el de «La ajorca de oro», el
autor señala la veracidad de lo que cuenta: de la primera leyenda, Bécquer dice
que es «verídica» aunque «extraordinaria», y de la segunda declara que es
«maravillosa» pero que narra un suceso real acaecido «hace muchos años».
En definitiva, el autor finge ser «un cronista verídico» que se limita a transcribir
lo que le han contado con objeto de hacer más creíbles sus relatos ante unos
lectores por lo general propensos a desdeñar las historias fantásticas.
b Elabora una lista de los sucesos fantásticos de cada una de las leyendas. ¿Tiene alguno de ellos una explicación racional?
En «El Monte de las Ánimas» resucita una serie de guerreros muertos,
Alonso irrumpe una vez muerto en la habitación de Beatriz y la joven protagonista es perseguida eternamente por fantasmas.
«El rayo de luna» es la única leyenda que admite una explicación racional de lo que sucede en la trama, ya que la mujer ideal vista por Manrique
no es más que una ficción creada por la desbocada imaginación del joven
protagonista.
En «El beso» una estatua cobra vida.
En «Maese Pérez el organista» la música que toca el protagonista se une
a la música sobrenatural que desciende del cielo y el espíritu de Maese Pérez
regresa de la muerte para tocar el órgano de Santa Inés.
En «Los ojos verdes» se nos describe a una ondina que habita en las
aguas de un lago.
En «La ajorca de oro» un grupo de estatuas cobra vida.
En «La corza blanca» la joven Constanza y una serie de maravillosas ondinas se transforman en corzas.
En «El Miserere» resucitan unos monjes, se produce la reconstrucción
prodigiosa de un monasterio en ruinas y el músico alemán goza de una visión del cielo y oye una música celestial.
En conclusión, todas las leyendas presentan sucesos fantásticos, excepto
«El rayo de luna», en la que lo ocurrido admite una explicación racional. Asimismo, sería posible interpretar la animación de estatuas en «La ajorca de
oro» como el resultado de una alucinación del protagonista.
c
Enumera tres personajes de las Leyendas que muestren una actitud escéptica ante los sucesos sobrenaturales que les explican,
tres que adopten una postura supersticiosa y uno que evolucione
desde el escepticismo a la credulidad.
Se muestran escépticos ante lo fantástico la protagonista de «La ajorca
de oro», los compañeros del capitán francés de «El beso» y don Dionís en
«La corza blanca».
26 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
Se muestran supersticiosos los protagonistas masculinos de las leyendas
«El monte de las Ánimas» y «La ajorca de oro», así como el pastor Esteban
en «La corza blanca».
Finalmente, evoluciona del escepticismo a la credulidad la joven Beatriz,
protagonista de «El monte de las Ánimas».
d ¿Cómo influyen el día y la hora en que se explican ciertas leyendas dentro de «El Monte de las Ánimas» y «El Miserere» en la
credibilidad que tales leyendas merecen?
Las circunstancias en que se narran la historia de los guerreros en «El
Monte de las Ánimas» y la de los monjes en «El Miserere» contribuyen a aumentar la credibilidad de ambas leyendas. Las dos se explican de noche,
momento del día en que los individuos se muestran más propensos a creer
en realidades sobrenaturales. Además, las dos leyendas se narran en fechas
vinculadas desde antiguo a prodigios relacionados con la resurrección de los
cuerpos: así sucede con el día de los difuntos en «El Monte de las ánimas» y
con el Jueves Santo en «El Miserere».
e ¿Qué actitud suele atribuir Bécquer a sus lectores: la escéptica o
la crédula? Para responder, ten en cuenta, por ejemplo, lo que se
dice en «El Monte de las Ánimas» (p. 3).
Bécquer suele considerar a sus lectores como gente más bien escéptica.
Así, describe a los de El Contemporáneo, el diario donde publicó la mayoría
de sus relatos, como burgueses cultos que habitan en una gran ciudad y parecen poco inclinados a creer en leyendas populares. En consecuencia, Bécquer pone en marcha diversas estrategias narrativas que tienen por objeto
minar la actitud descreída de sus lectores.
10.2. Paralelismos entre leyendas
a ¿En qué leyendas aparece una mujer de hermosura diabólica?
¿Qué actitud adoptan los hombres frente a ella?
Aparecen mujeres de hermosura diabólica en «El Monte de las Ánimas»,
«Los ojos verdes», «La ajorca de oro» y «La corza blanca». Los hombres
que tratan a dichas mujeres quedan fascinados por ellas, las idolatran como
a diosas y están dispuestos a hacer lo que sea con tal de complacerlas y de
obtener su amor.
b En general, ¿qué imagen ofrece Bécquer de la mujer en sus Leyendas? ¿Y del amor?
En sus Leyendas, Bécquer ofrece una imagen negativa de la mujer, pues
casi todas sus protagonistas femeninas son perversas, caprichosas, frías y cal-
ASPECTOS GENERALES DE LAS LEYENDAS
27
culadoras. Tampoco el amor queda bien librado en los relatos: aparece como
un sentimiento que provoca sufrimientos y como un ideal inalcanzable tras
el que solo se esconden engaños o peligrosas trampas.
c
¿Qué leyendas terminan con la muerte de uno de los protagonistas? ¿En cuáles acaba loco el personaje principal?
Mueren uno o varios de los protagonistas en «El Monte de las Ánimas»,
«Los ojos verdes» y «La corza blanca». En el caso de «El beso», el desenlace
no es demasiado explícito, pero todo indica que la bofetada que recibe el capitán le produce la muerte. Por otro lado, acaban locos los protagonistas de
«El rayo de luna» y «La ajorca de oro».
d ¿Qué conclusión común se desprende de «El rayo de luna» y de
«Los ojos verdes»?
Tanto «El rayo de luna» como «Los ojos verdes» vienen a decirnos que
el amor es una ilusión engañosa y que entraña gran peligro, por lo que acaba provocando siempre una desgracia: o el desengaño o la autodestrucción.
e A través de la música que interpreta maese Pérez o de la que
compone el músico alemán, ¿qué visión del arte y de la creación
artística nos ofrecen «El Miserere» y «Maese Pérez el organista»?
En las leyendas citadas se nos da a entender que el arte existe de forma
natural en la realidad. Así lo expresa Bécquer en la rima IV al afirmar que la
poesía existirá incluso cuando no haya poetas. Por lo tanto, la misión del artista consiste en reflejar en sus composiciones la poesía, el misterio o la belleza de la realidad. Por supuesto, tal tarea no es en absoluto sencilla, dadas las
limitaciones del hombre y de sus medios de expresión, de ahí que la mayoría
de los artistas retratados en las Leyendas vivan su arte de forma frustrante:
fracasan en su empeño porque no es nada fácil convertir la belleza espiritual
detectable en el mundo en una forma artística material (una escultura, un
cuadro, un poema, una pieza musical…).
f
¿En qué dos leyendas las estatuas cobran vida? ¿En cuáles los
muertos visitan el mundo de los vivos?
En «El beso» cobra vida la estatua del esposo de doña Elvira, y en «La
ajorca de oro» las esculturas de inspiración religiosa de la catedral de Toledo.
Los muertos visitan el mundo de los vivos en «El Monte de las Ánimas»,
«Maese Pérez el organista» y «El Miserere».
g Entre las múltiples mujeres que se describen en las Leyendas,
¿cuáles tienen una entidad sobrenatural?
28 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
La ondina de «Los ojos verdes» y la protagonista de «La corza blanca»,
que es al tiempo mujer, ondina y corza.
h ¿En qué leyendas un hombre viola un tabú por instigación de
una mujer? ¿Qué castigo comporta la transgresión para el hombre? ¿En qué leyendas se castiga también a la mujer instigadora?
Transgreden un tabú por instigación de una mujer los protagonistas masculinos de las leyendas «El Monte de las Ánimas», «Los ojos verdes» y «La
ajorca de oro». En las dos primeras, el transgresor es castigado con la muerte, mientras que en la última es condenado a la locura. Solo en «El Monte
de las Ánimas» y en «La corza blanca» son castigadas también las mujeres
que instigan a la violación del tabú.
10.3. La creación de atmósferas
a ¿En qué parte del día transcurre la mayoría de las leyendas? ¿A
qué lo atribuyes? ¿Qué valor simbólico tiene la medianoche en
«El Monte de las Ánimas»?
A excepción de «Los ojos verdes», todas las leyendas que hemos leído
ocurren de noche, parte del día en que la oscuridad y el sueño favorecen la
victoria del instinto sobre la razón y del miedo sobre la sensatez: en la noche lo misterioso y lo sobrenatural se vuelven creíbles. En concreto, en «El
Monte de las Ánimas», la medianoche es el instante en que la realidad ultraterrena penetra en la vida terrenal, dando lugar a múltiples prodigios.
b ¿Qué leyendas transcurren en la Edad Media? De todos los relatos que has leído, ¿cuál es el único que se sitúa en el siglo XIX?
De las leyendas de la antología, se sitúan en la Edad Media «El Monte de
las Ánimas», «El rayo de luna», «Los ojos verdes» y «La corza blanca». «La
ajorca de oro» se puede ubicar en época medieval si atendemos a la afirmación de que Alfonso era supersticioso «como todos los hombres de su época» (el ilustrador, sin embargo, ha interpretado que la acción se sitúa en los
Siglos de Oro, y ha vestido a los personajes con atuendos propios de dicha
época). Finalmente, «El Miserere» no ofrece indicios claros que permitan ubicar la trama con precisión en una época determinada, aunque la acción podría situarse en los siglos XVIII o XIX. En general, en las Leyendas predomina la ambientación medieval; de hecho, de todos los relatos que hemos leído, solo uno está ambientado con toda seguridad en el siglo XIX: «El
beso».
c
Según se explica en el texto auxiliar 1.2, ¿cuál es el tipo de paisaje dominante en las Leyendas? Pon varios ejemplos.
ASPECTOS GENERALES DE LAS LEYENDAS
29
En las Leyendas predominan los paisajes solitarios, sombríos y tortuosos que propician la melancolía y la suspensión de la incredulidad en lo sobrenatural: oscuros bosques y montes, callejas estrechas por las que no pasa
nadie, edificios en ruinas, iglesias sepultadas en un profundo silencio… No se
pueden olvidar, desde luego, el lóbrego bosque donde muere el protagonista de «El Monte de las Ánimas», las ruinas que visita Manrique en «El rayo
de luna», las tortuosas calles de Soria que recorre de noche dicho protagonista y la sombría alameda en que cree descubrir a la mujer de sus sueños,
las misteriosas naves de iglesia que se describen en «El beso» y «La ajorca
de oro», el templo derruido al que acude a medianoche el músico alemán de
«El Miserere», etc.
ANÁLISIS DE LAS RIMAS
1 LA CREACIÓN POÉTICA
1.1 La poesía, el poeta y el poema
a En la rima I, ¿qué relación establece Bécquer entre la poesía, el
poeta y el poema? ¿A qué términos recurre para transmitirnos
esta relación?
Para Bécquer, la poesía es un espíritu intangible que se halla en lo más
profundo del alma del poeta: “un himno gigante y extraño” que el poeta
“sabe“ e intenta poner en palabras, pero que el poema refleja de forma deficiente, dadas las limitaciones del lenguaje. Bécquer reflexiona sobre la poesía
por medio de términos musicales como “himno“ y “cadencias“ porque la
música es inmaterial como la poesía.
b ¿Por qué llama “mezquino” y “rebelde” al idioma? ¿De qué modo similar describe en la «Introducción sinfónica» el proceso de
creación? (pp. 154-155) ¿Qué cualidades debe reunir la palabra
capaz de expresar el “himno gigante y extraño” que bulle en el
interior del poeta? ¿Por qué piensa Bécquer que fracasa?
El idioma es “mezquino” porque no puede expresar en toda su intensidad y grandeza la esencia poética que el poeta siente en su interior, y es
“rebelde” porque las palabras se resisten a expresar adecuadamente el
“himno“ de la Poesía.
En la «Introducción sinfónica», Bécquer afirma que los hijos de su fantasía se hallan en su cerebro “desnudos y deformes, revueltos y barajados en
indescriptible confusión“. Para que salgan del “mundo de la idea“ a la realidad, necesitan el lenguaje, pero la palabra es “tímida y perezosa“, por lo
que el “manto” exquisito que Bécquer quisiera dar a sus invenciones no es
más que un pobre vestido.
Según Bécquer, para reflejar la esencia poética, el lenguaje debiera ser
bello y expresivo a la vez y expresar simultáneamente el mundo de los sentimentos y el mundo sensible, como la pintura y la música. Es decir, que las
palabras tendrían que ser a un tiempo “suspiros y risas, colores y notas“.
El poeta piensa que fracasa en su búsqueda de la máxima capacidad expresiva porque en sus versos el mundo de la idea (la Poesía en estado puro)
y el mundo de la forma (las palabras) están separados por un abismo insalvable, así que el poema será siempre un reflejo pálido y parcial de la poesía
eterna que anima el universo.
LA CREACIÓN POÉTICA
c
31
¿En qué leyenda un artista intenta también, sin conseguirlo, expresar de una forma convincente una música extraña?
En «El Miserere», donde un músico alemán intenta en vano transcribir la
música sobrenatural que ha oído entre las ruinas de un convento: la recuerda
a la perfección, pero es incapaz de reproducirla.
d ¿En qué otras leyendas y rimas alude Bécquer al mundo de la
música y los sonidos?
En la leyenda «Maese Pérez el organista» y en las rimas IV (“lira“ en el
v. 2 y “armonías“ en el 10), V (“nota“ y “laúd” en el v. 21), VII, XV (el “rumor sonoro“ del v. 3 y el “arpa“ del 4), XXIV (las notas del laúd de los vv. 58) y XXXIV (el “himno alado“ y la “cadencia rítmica“ de los vv. 3-4).
e ¿Qué te sugieren las imágenes que se desarrollan en las cuatro
primeras estrofas? ¿Cuál es el referente de esas imágenes y dónde se encuentra? ¿Qué efecto se consigue con esta técnica?
Las imágenes de las cuatro primeras estrofas sugieren los conceptos de
azar, destino imprevisto y caprichoso, incertidumbre, desorientación y angustia. El referente de estas imágenes, mencionado en la estrofa final, es el
propio poeta («eso soy yo…»). Al postergar la alusión al referente Bécquer
intensifica la capacidad de sugerencia de las palabras, pues de esa manera las
imágenes enumeradas admiten múltiples posibilidades de interpretación. Por
otro lado, dicha técnica deja al lector durante gran parte del poema en el
mismo estado de desorientación que el texto describe, ya que, mientras leemos las cuatro primeras estrofas, ignoramos de qué nos habla Bécquer.
f
¿Dónde se encuentra, según Bécquer, la poesía? Enumera los posibles temas o motivos poéticos que el escritor indica. ¿Estás de
acuerdo con esta concepción de la poesía? ¿Qué otros motivos o
ámbitos poéticos no cita Bécquer y, sin embargo, han sido tratados por otros poetas?
La poesía, según Bécquer, es una esencia o espíritu consustancial al universo que se encuentra por todas partes, tanto en el mundo sensible como
en el espiritual, y que es independiente del poeta.
Bécquer enumera como temas o motivos poéticos los siguientes: la belleza del mundo sensible que captamos por medio de los sentidos (colores, sonidos, perfumes…), las misterios sin desvelar (como el del origen y el sentido de la vida), los sentimientos (angustia, dolor, dudas, esperanzas, recuerdos…) y, sobre todo, el amor y la belleza femenina.
El lector puede estar o no de acuerdo con la concepción becqueriana de
la poesía, según tenga una visión idealista o materialista del universo y la vi-
32 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
da. La existencia de las ideas o esencias con independencia de la materia es
una vieja polémica filosófica largamente debatida.
Bécquer es un poeta esencialmente lírico cuyo universo poético gira, sobre todo, en torno al amor y los sentimientos, pero otros poetas han tratado
motivos o ámbitos que Bécquer no cita: temas épicos, como la guerra, el valor, la venganza y la exaltación de la patria; sociales, como la denuncia de la
injusticia, la solidaridad, la rebeldía, el ansia de libertad, la revolución y la
exaltación del trabajo; religiosos, como la fe, la figura de Cristo o las experiencias místicas; satíricos y burlescos; etc.
g ¿Cómo se estructura sintácticamente el poema? ¿Qué nombre
recibe este recurso?
La estrofa inicial está formada por dos oraciones: en la primera, el poeta
se dirige en imperativo a quien le escucha y niega que la poesía haya enmudecido; en la segunda, afirma mediante una construcción adversativa que la
poesía seguirá existiendo aunque no haya poetas.
El resto del poema está estructurado sintácticamente en cuatro grupos
de oraciones subordinadas adverbiales temporales —catorce en total— introducidas por la conjunción “mientras…”, cuya oración principal, “¡habrá poesía!“, se coloca siempre al final. Esta disposición sintáctica intensifica la idea
inicial y dota al poema de una gran fuerza de convicción, que se perdería en
caso de que situáramos la oración principal al principio.
La repetición de una misma estructura sintáctica (“mientras… ¡habrá poesía!”) recibe el nombre de paralelismo.
h ¿En qué elementos naturales presenta Bécquer encarnada la poesía? ¿Sigue algún orden en la enumeración? ¿Qué rasgos en común tiene el léxico de todas estas imágenes?
Bécquer encarna la poesía en multitud de elementos naturales: el vacío,
las sombras, las nieblas, el sol, las estrellas, la luna, las nubes, los astros
errantes, la nieve, el fuego, las olas, la espuma, las plantas, los animales, las
flores, los torrentes, las centellas, los relámpagos, la tormenta, los alcores, la
yerba, las hojas secas, los insectos, los bosques de corales, las perlas… En la
enumeración, Bécquer pasa de lo informe y etéreo a lo concreto y visible y
desde el cielo hacia la tierra y el fondo de los mares. Por otro lado, el léxico
de todas las imágenes citadas evoca la idea de belleza, manifestación suprema de la poesía.
i
¿En qué estrofas se presenta a la poesía vinculada a las sensaciones y los sentimientos? ¿A qué sentidos corresponden los elementos sensoriales citados? ¿Qué estados de ánimo presenta?
¿En qué otros ámbitos palpita también, según Bécquer, la poesía?
LA CREACIÓN POÉTICA
33
La poesía se presenta especialmente vinculada a las sensaciones y sentimientos en las estrofas 2 a 12 (vv. 5-48), que aluden a colores (luz tibia y
serena, azul onda, blancas perlas…), sonidos (atronar, silbar, rugir, reír, susurrar…), y olores (perfume en la violeta…). Las sensaciones citadas corresponden sobre todo a la vista, al oído, al tacto y, en menor grado, al olfato,
y aluden a estados de ánimo muy variados, aunque relacionados principalmente con la exaltación (atronar, silbar, cegar, rugir), la alegría y la tristeza
(reír, susurrar, suspirar, llorar) y el goce sensual (“ondulo con los átomos“,
“me mezco entre los árboles”, “corro tras las ninfas“…). Bécquer señala asimismo que la poesía palpita también en la fantasía (ámbito al que pertenecen las ninfas, la náyades y los gnomos…), en la historia, en los insondables
misterios del universo y, en general, en “la creación entera”.
j
¿Cuál es la misión que se asigna al poeta?
El poeta debe ser el “vaso” que recoja y conserve la esencia poética y
que la transmita a los demás.
k Identifica los elementos de la alegoría y sus correspondencias.
El arpa cubierta de polvo es el poeta, en cuya mente la poesía se halla
en estado puro antes de materializarse en palabras; las notas dormidas representan a la poesía que permanece en el fondo del alma del poeta en estado puro, antes de cobrar forma; y la mano de nieve es el genio, capaz de
unir la razón y la inspiración y de transformar en arte las notar dormidas en
las cuerdas del arpa.
l
En la «Introducción sinfónica» (p. 155) se alude también a un
elemento de esta rima. ¿Cuál es? ¿Tiene el mismo valor?
Tanto en la rima VII como en la «Introducción sinfónica» el poeta es
comparado con un arpa. En concreto, en el texto en prosa, Bécquer se identifica con un “arpa, vieja y cascada ya” que, al romperse (es decir, cuando el
poeta muera), se llevará consigo las “ignoradas notas que contiene” (es decir, las creaciones de la fantasía que aún no se han materializado por medio
del arte).
1.2 La poesía, anhelo divino
a ¿Qué efecto le produce la contemplación del horizonte y de las
estrellas? ¿Qué recurso sintáctico emplea?
Al contemplar la belleza del horizonte y de las estrellas, el poeta se siente capaz de abandonar el suelo y ascender hacia el cielo deshecho en átomos, donde se fundirá con la esencia cósmica del universo, que Bécquer
identifica con la Poesía.
34 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
En el poema se emplea el paralelismo, pues las dos primeras estrofas tienen la misma estructura sintáctica y son simétricas: “Cuando miro…., me
parece posible… y…”.
b ¿A qué se refiere cuando dice que rema “en el mar de la duda”?
Sin embargo, afirma tener una certeza: ¿cuál es?
El poeta se siente “en el mar de la duda“ porque ha perdido la fe: ya no
cree en Dios y en el más allá, algo habitual en el materialista siglo XIX. No
obstante, Bécquer afirma que en su interior hay “algo divino”: la “esencia
indefinible” de la Poesía, que anima el universo, y que el poeta siente dentro
de sí cuando contempla las estrellas.
1.3 «Poesía… eres tú»
a ¿Es posible explicar de modo racional el fenómeno poético? ¿Qué
relación establece Bécquer entre la poesía y la mujer? ¿En qué
otras rimas encontramos esta identificación? ¿Qué diferencias señala entre la mujer y el hombre? ¿Estás de acuerdo con el poeta?
Para Bécquer, el fenómeno poético no se puede explicar de modo racional, pues pertenece al ámbito de los fenómenos del alma.
Bécquer establece una estrecha relación entre la poesía y la mujer porque
en ambas el sentimiento y la aspiración a lo bello son esenciales.
La identificación entre la poesía y la mujer se repite en muchas rimas. En
la I, por ejemplo, la belleza femenina y el amor permiten acercarse a la expresión del “himno gigante y extraño” de la poesía (vv. 10-12); en la IV, se
dice que “mientras exista una mujer hermosa, ¡habrá poesía!” (vv. 35-36);
en la VII, “la mano de nieve” capaz de arrancar la poesía del alma del poeta
tiene claras connotaciones femeninas; en la XI, la mujer intangible reúne los
mismos rasgos que Bécquer atribuye a la poesía; en la XV, el tú que el poeta
no logra alcanzar puede identificarse con la mujer ideal amada o con la poesía; por último, en la rima XXXIV, Bécquer presenta a la mujer hermosa como
“fuente eterna de poesía”.
Para Bécquer, la aspiración a lo bello y la inclinación hacia lo sentimental y lo poético son facultades de la inteligencia en el hombre, pero un instinto en la mujer. Tal idea responde a una mentalidad muy propia del siglo
XIX, época en que se establecían rígidas distinciones sociales y culturales entre el hombre y la mujer, al contrario de lo que sucede en la actualidad, en
que se cree y se legisla a favor de la igualdad entre los sexos.
b ¿Cómo se expresa esta relación en la rima XXXIV? ¿Qué ha variado en la visión de la mujer como fuente de poesía? ¿Qué
muestra la estrofa final?
EL AMOR
35
En la rima XXXIV, Bécquer encarna la poesía en una mujer hermosa: nos
habla de la armonía de sus movimientos y de la cadencia rítmica de sus pasos, nos dice que en sus pupilas el cielo y la tierra arden con nueva luz y asegura que la mujer es sentimiento puro y que su belleza constituye una
“fuente eterna de poesía”. Sin embargo, en la última estrofa, la voz de Bécquer se tiñe de ironía y sarcasmo al decir que no le importa que su amada
sea estúpida siempre que se mantenga callada y guarde el secreto de su poesía. Dicha estrofa muestra, pues, un profundo desengaño, pues el poeta ha
advertido que la mujer ideal, tan afanosamente buscada, no coincide con la
mujer real. Ante esa situación, el sujeto poético opta por engañarse a sí mismo, desdeñar los dictados de la razón y seguir pensando que la mujer a la
que ama es su fuente de inspiración.
2 EL AMOR
2.1 El amor, esencia del universo
a En la primera estrofa, ¿de qué elementos de la naturaleza se vale
el poeta para describir la experiencia amorosa? ¿Qué pretende
con el uso de verbos cuyo sujeto no puede ser inanimado?
Bécquer dice que el aire se alborota, el cielo resplandece y la tierra se
conmueve cuando irrumpe la fuerza misteriosa del amor. Al vincular sujetos
inanimados con verbos que exigen un sujeto animado, como “palpitar”, “inflamarse” y “estremecerse“, el poeta quiere señalar que el amor da vida a
todo el universo.
b En la segunda estrofa aparece explícita la primera persona y un
breve diálogo. ¿Qué se describe ahora? ¿Cuándo descubrimos el
motivo del poema?
La segunda estrofa describe en términos metafóricos una serie de sensaciones embriagadoras: un rumor de besos y un batir de alas que flotan en
olas de armonía y una languidez que cierra los párpados. Solo en el último
verso descubrimos que tales sensaciones son provocadas por el amor.
c
¿Qué palabras o expresiones se repiten también, por ejemplo, en
las rimas IV, V, VIII y XXXIV? ¿Se refieren a la misma realidad?
¿Por qué Bécquer insiste en el uso de un determinado léxico?
En la rima IV encontramos repetidas las siguientes palabras: “beso“ (v.
5), “palpitar“ (v. 6), “oro“ (v. 8), “aire“ (v. 9), “armonías“ (v. 10), “cielo“
(v. 15) y una variante de “olas”: “ondas” (v. 5).
36 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
En la rima V volvemos a encontrar las palabras “palpitar“ (v. 7), “flotar“
(v. 8), “oro“ (v. 9), “onda“ (vv. 19 y 31), “átomos“ (v. 33), “cielo“ (vv. 35
y 68), “rumor“ (v. 62), “tierra“ (v. 68) e “invisible“ (v. 69).
En la rima VIII aparecen de nuevo los términos “flotar“ (v. 7), “átomos“
(v. 8), “cielo“ (v. 11) y “beso“ (v. 18).
En la rima XXXIV encontramos otra vez los sustantivos “armonía“ (v. 2),
“tierra“ (v. 7) y “cielo“ (v. 7).
Con estas palabras, Bécquer trata de definir lo inefable: la Poesía, esencia o espíritu que anima el universo (rimas IV, V y VIII), identificada con el
Amor (rima X) y encarnada en la belleza de la Mujer (rima XXXIV). Bécquer
insiste en usar palabras vinculadas a la naturaleza para poner de manifiesto
el alcance cósmico de la Poesía y el Amor.
d ¿Qué relación encuentras entre esas palabras y la rimas citadas
anteriormente? ¿Por qué identifica Bécquer el amor y la poesía?
Las palabras citadas muestran que Bécquer concebía el amor como una
fuerza misteriosa que rige el universo, definición que coincide con la afirmación de que la poesía es una esencia o espíritu que anima el mundo, tal y
como se afirma en las rimas mencionadas. Y es que Bécquer identificaba
amor y poesía, pues ambas realidades se caracterizan por su omnipresencia,
su poder, su condición sentimental y su fuerza misteriosa e inexplicable.
2.2 Un ideal inalcanzable
a ¿Qué paralelismos encontramos en la rima XI?
La rima XI está formada por tres estrofas con idéntica estructura. En cada una de ellas, una mujer se define a sí misma y se dirige al poeta: en los
dos primeros casos por medio de una pregunta, y en el último a través de
una negación. Las tres estrofas se cierran con la respuesta del poeta. Los paralelismos sintácticos con variaciones son continuos en todo el poema:
“Yo soy ardiente, yo soy morena”
“yo soy un sueño, un imposible”
“soy incorpórea, soy intangible”
“¿A mí me buscas?”
“¿A mí me llamas?”
“No es a ti; no”
”No; no es a ti”
b ¿Qué distingue a cada una de las tres mujeres con las que dialoga el poeta, y por cuál de ellas opta? ¿En qué se asemeja su elección a la idea que tiene de la poesía? Así pues, ¿a qué parece estar condenado el poeta?
EL AMOR
37
La primera mujer se distingue por su ardiente sensualidad y su belleza
meridional: es morena. La segunda, encarna la ternura y el sentimiento y
posee una belleza nórdica: es pálida y de cabellos rubios. Por último, la tercera mujer se caracteriza por ser irreal, intangible e inalcanzable; sin embargo, Bécquer opta por este “vano fantasma de niebla y luz”.
La mujer elegida es incorpórea, lo mismo que el “espíritu sin nombre” de
la poesía, y tan inalcanzable como el propósito de expresar con palabras la
indefinible esencia poética.
Dado que el poeta se decanta por buscar una mujer ideal, parece condenado al fracaso en el amor.
c
¿Con qué metáforas y comparaciones alude a ese tú que el poeta
persigue incansable y demente? ¿Qué tiene en común el léxico
empleado? ¿A qué crees que se refiere ese tú?
Bécquer trata de definir el tú que persigue mediante las siguientes metáforas: “cendal flotante de leve bruma”, “rizada cinta de blanca espuma”,
“rumor sonoro de arpa de oro”, “beso del aura”, “onda de luz” y “sombra
aérea”. Asimismo, se vale de las siguientes comparaciones: “como la llama”,
“como el sonido”, “como la niebla”, y “como el gemido del lago azul”.
En el poema se utiliza un léxico que connota las ideas de lo leve y lo incorpóreo. Así sucede con las palabras “cendal”, “bruma”, “espuma”, “rumor”, “aura”, “onda”, “sombra”, “llama”, “sonido”, “niebla”, “gemido”…
El tú de la rima puede interpretarse como una alusión a la amada (lo que
delataría un amor frustrado), aunque es más fácil suponer que se refiere a la
mujer ideal, el amor absoluto o la poesía en su esencia más pura, realidades
que Bécquer consideraba inalcanzables.
d ¿Qué metáforas emplea para ello? ¿Qué imagen de sí mismo nos
transmite? ¿A qué se refiere con “la hija ardiente de una visión”?
El poeta se define a sí mismo con las siguientes metáforas: “onda sonante en mar sin playas”, “cometa errante en el vacío”, “largo lamento del ronco viento” y “ansia perpetua de algo mejor”.
Bécquer se presenta a sí mismo angustiado, desorientado, dolorido y al
borde de la locura, pero también como alguien que lucha y aspira a “algo
mejor”, a alcanzar un ideal perseguido infatigablemente.
Con la expresión “la hija ardiente de una visión”, Bécquer se refiere al
ideal del Amor o la Poesía, que se le ha revelado en una visión pero que no
puede alcanzar porque no existe o no logra darle forma.
e ¿En qué leyendas y rimas encontramos también este afán por alcanzar un ideal poético-amoroso semejante?
En «El rayo de luna» y «Los ojos verdes» y en las rimas XI y XIV.
38 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
2.3 Elogios de la amada y anhelo de su compañía
a Las metáforas y las comparaciones para destacar la belleza de los
ojos verdes son continuas en la rima XII. ¿Con qué los compara?
¿Qué metáforas desarrollan la belleza de los ojos verdes, así como de las mejillas, la boca y la frente?
Bécquer compara los ojos verdes con el mar, con los ojos de las náyades,
de Minerva y de las huríes, con el bosque en primavera y con el verde del arco iris, de las esmeraldas, de la esperanza, de las ondas del océano y del laurel de los poetas. Asimismo, destaca la belleza de los ojos verdes con delicadas alusiones metafóricas a las hojas de los almendros (v. 26), las olas del
mar (v. 39) y los broches de esmeralda (v. 52). Las mejillas son “temprana
rosa de escarcha cubierta” (v. 16), la boca es una “purpúrea granada abierta” de rubíes y la frente es una “nevada cumbre” (v. 43).
b El léxico es rico en cualidades cromáticas y sensuales. ¿A qué colores se alude en el poema y con qué palabras?
El poema alude sobre todo al color verde del mar, el bosque, el arco iris,
las esmeraldas, la esperanza, las ondas del océano, el laurel y las hojas del almendro, pero también al rojo de la rosa, el carmín, los rubíes, la granada, y
al blanco de la escarcha, las perlas, una cumbre nevada y el armiño; al amarillo o rubio del oro y las pestañas; y al negro y al azul de otros ojos que no
son los de la amada.
c
¿Con qué imágenes describe la irresistible atracción que siente
por los ojos de la mujer? ¿Qué efecto ejercen sobre el poeta y a
qué pueden abocarle? En su delirante obsesión por esos ojos,
Bécquer se adentra en el terreno de lo fantástico: ¿de qué modo?
Bécquer presenta los ojos desprendidos del cuerpo, flotando en el aire y
rodeados de una orla de fuego. Dice que los ojos le persiguen día y noche, y
que lo miran en la oscuridad de su alcoba. Por eso el poeta se siente acosado: los ojos son una obsesión y presiente que lo arrastrarán a la muerte.
Bécquer se adentra en el terreno de lo fantástico en la rima con la imagen de los ojos desprendidos del cuerpo que siguen obsesivamente al poeta,
con el ambiente nocturno y con la alusión a los fuegos fatuos que “llevan al
caminante a perecer“, elementos todos ellos que aparecen también en la leyenda «Los ojos verdes».
d ¿De qué distinta manera se contemplan los ojos en las rimas XII y
XIV? ¿En qué otros textos aparecen también alusiones a los ojos
o a la mirada?
EL AMOR
39
En la rima XII, Bécquer elogia en tono galante los ojos verdes de una joven por considerarlos el paradigma de la belleza femenina; en cambio, en la
rima XIV, los ojos personifican la maldad de una atracción perniciosa que
conduce a la muerte.
Los ojos y la mirada son motivos constantes en la obra de Bécquer: están
presentes en la leyenda «Los ojos verdes» y en las rimas IV (vv. 29-30),
XVII, XXI, XXIII, XXV, XXVII (vv. 14-21), XXIX (vv. 17 y 21), XXX, XXXIV
(vv. 5-8)…
e ¿Qué relación hay entre el poema y el título con que apareció?
¿Cómo expresa Bécquer el progresivo acercamiento a la amada?
¿Cómo definirías la atmósfera que se recrea en este poema?
Una serenata es una composición poética o musical que se canta en la
calle durante la noche para festejar a alguien. La rima XVI viene a ser una
serenata que el poeta entona al pie del balcón de la casa donde duerme su
amada para confesarle los intensos deseos que siente de estar con ella.
El acercamiento a la amada es lento y gradual, como si el poeta temiera
asustarla. Primero le declara que suspira en su balcón transformado en viento, luego que la sigue entre las sombras y la llama con voz lejana, y, finalmente, que el “aliento abrasador” que siente en sus labios en la alta noche
es el suyo. Es como si el espíritu del enamorado, tras desligarse del cuerpo,
acudiese junto a la amada atraído por una fuerza irresistible.
El poema tiene una atmósfera fantasmal y misteriosa.
f
¿Qué deseos expresa el poeta en cada una de las estrofas y qué
está dispuesto a ofrecer si los obtiene? ¿Cómo se logra en esta rima la intensificación gradual?
El poeta quisiera tener la cabeza de la amada sobre su pecho y escuchar
los latidos de su corazón (primera estrofa), penetrar en su pensamiento (segunda estrofa) y gozar con ella del éxtasis sexual (tercera estrofa). Para hacer realidad esos deseos, estaría dispuesto respectivamente a dar todo lo que
tiene, todo lo que desea (la fama, la riqueza, la gloria y la genialidad) y todo lo que espera (en esencia, la salvación de su alma).
En el poema se consigue una atmósfera de intensificación gradual gracias
a que cada estrofa expresa un deseo más intenso que la anterior y en cada
una la mujer se muestra más activa: primero duerme, luego piensa mientras
está despierta y al fin se describe en pleno éxtasis sexual.
g ¿Qué metáforas y comparaciones emplea para referirse al sueño
de la amada, a las pestañas, a su pensamiento y a los deseos?
Para referirse al sueño, Bécquer emplea una metáfora del tipo B (término
figurado) de A (objeto real): “las alas de tul (B) del sueño (A)”; para las pestañas, recurre a una metáfora del tipo A es B: “tus tendidas pestañas (A) se-
40 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
mejan arcos de ébano (B)”; “el callado pensamiento (A)” de la amada es
comparado con la nube (B) que se refleja fugazmente sobre la superficie del
mar”; por último, a los deseos de la amada alude Bécquer con una metáfora
del tipo B de A: “volcán (B) de los deseos (A)”.
h ¿Qué actitud adopta el poeta ante la amada despierta y dormida? ¿Por qué no desea que se despierte?
El poeta se muestra temeroso y tímido ante su amada (“tiemblo al mirarte”) cuando ella está despierta, pues le cohíbe su belleza y desbordante
vitalidad; en cambio, adopta una actitud de evidente delectación y veneración cuando la amada duerme. Precisamente porque contemplar su hermosura le agrada mucho, desea que su amada no se despierte.
i
¿Qué rasgos de la amada destaca? ¿Con qué elementos de la
naturaleza compara su belleza? ¿Se establece en la rima alguna
relación entre amada y poesía?
El poeta destaca la risa y los labios de su amada, que parecen inquietos
cuando está despierta y muestran una sonrisa leve cuando está dormida; sus
ojos, húmedos y resplandecientes cuando mira y con un tranquilo fulgor
cuando duerme; y, por último, su hablar de palabras vibrantes, que se vuelve
tenue y acompasado murmullo de aliento durante el sueño.
Bécquer compara los labios de la amada con “relámpagos de grana que
serpean sobre un cielo de nieve”; la sonrisa leve de su boca cuando está dormida con “el rastro luminoso que deja un sol que muere”; el resplandor de
sus ojos con “la onda azul en cuya cresta chispeando el sol hiere”; el tranquilo fulgor que vierten sus ojos a través de los párpados cuando está dormida con el rayo de luz que emite una lámpara transparente; sus palabras vibrantes con una “lluvia de perlas” que se derrama a torrentes en una copa
dorada. Es decir, que la belleza de la amada se compara con los relámpagos,
el cielo, la nieve, el sol, las olas, el rayo, la luz y la lluvia.
En los versos 27-30, el poeta afirma escuchar un poema que sólo su alma enamorada entiende en el murmullo del aliento de la amada, con lo que
Bécquer vuelve a identificar a la mujer hermosa con el amor y la poesía.
j
¿Qué semejanzas y diferencias observas entre estas tres rimas?
¿Se trata de un amor ideal o concreto? Razona tu respuesta.
En las tres rimas Bécquer le declara su ferviente amor a su amada en un
ambiente nocturno, habla del sueño de la amada y elogia su belleza. Sin embargo, la actitud del poeta en cada poema es distinta: en la rima XVI se
muestra tan tímido que incluso teme despertar a la amada, en la XXV llega a
expresar su deseo de tener un encuentro sexual con ella y en la XXVII se
describe a sí mismo y a la amada tras la consumación de dicho encuentro, y
se atreve a usar el imperativo para pedirle a su amada que duerma.
EL AMOR
41
Todo indica que estos tres poemas nos hablan de un amor concreto,
pues describen a la mujer en toda su sensualidad: la amada es aquí un ser
tangible, y no la entelequia mencionada en la estrofa final de la rima XI.
2.4 Dos almas fundidas en un solo ser
a ¿De qué modos se aborda el motivo del beso?
La rima XXIII es un brevísimo poema de sabor popular en que que el beso se presenta como la expresión más sublime de la unión amorosa. El poeta
establece una gradación de las muestras de cariño que le puede ofrecer su
amada, y la más preciada es el beso. Tanto es así, que, si bien por una mirada estaría dispuesto a dar un mundo y por una sonrisa un cielo, no sabe decir qué sería capaz de ofrecer por un beso.
En la rima XXIV, el beso es el símbolo de la pasión e indica la fusión total
de las almas de los enamorados en un solo ser: por eso se equipara con dos
llamas que se juntan para formar una sola.
En la rima XXIX, el motivo del beso aparece muy elaborado. El poema
alude a un pasaje de la Divina Comedia que relata cómo dos jóvenes acabaron por condenarse por culpa de un beso que los llevó al adulterio. El poeta
y su amada, al leer dicho pasaje, se sienten impulsados a imitar a los personajes literarios y también se besan. Bécquer tiene un concepto tan alto del
beso que concluye en uno de ellos cabe todo el amor, de la misma manera
que en un verso intenso puede caber todo un poema.
b ¿A qué imágenes recurre en la rima XXIV para simbolizar esa íntima fusión? ¿En qué lugares del poema sitúa Bécquer esas imágenes y su referente?
Bécquer expresa la íntima unión que se produce entre las almas de los
enamorados por medio de las siguientes imágenes: dos llamas que se funden en una sola, la armonía creada por dos notas que son arrancadas de un
laúd al mismo tiempo, la confusión de la espuma de dos olas que rompen en
la playa, la nube blanca que se forma al juntarse dos jirones de vapor que se
elevan de un lago, dos ideas que brotan a la par, dos besos que estallan juntos y dos ecos que se confunden.
Las imágenes enumeradas ocupan todo el poema excepto el último verso, en el que Bécquer sitúa el referente o término real: “eso son nuestras
dos almas”. De este modo crea intriga y tensión emocional, pues sólo comprendemos el poema cuando acabamos de leerlo, momento en que adquieren verdadero sentido las imágenes desarrolladas.
c
¿Qué función desempeña aquí la poesía en relación con el amor?
La poesía ejerce como mediadora entre los amantes. El pasaje de la Divina Comedia expresa el amor que sienten los dos lectores y despierta en ellos
42 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
el deseo de besarse, efecto que podrían sentir también dos enamorados que
leyeran conjuntamente esta rima…
3 EL DESENGAÑO AMOROSO
3.1 El fracaso del amor y el dolor de la ruptura o la traición
a ¿Por qué en la rima XXX la amada está a punto de llorar y no lo
hace? ¿Qué es lo que el poeta debe perdonar? ¿Qué indicios nos
proporciona el poeta para que el lector pueda imaginar el motivo
de la ruptura? ¿Qué motivo pudo ser éste?
En la rima XXX, la mujer está a punto de llorar como muestra de arrepentimiento, pero no lo hace por orgullo.
Bécquer no nos dice qué es lo que el poeta ha de hacerse perdonar, pero
todo indica que debe de tratarse de una infidelidad o del incumplimiento de
la promesa de amor dada.
Por otro lado, se deduce que el motivo de la ruptura puede ser, además
del orgullo por el que ambos miembros de la pareja se niegan a ceder, la diferencia de caracteres y de intereses. Pasado el tiempo, ambos se arrepienten de no haber sido más tolerantes uno con el otro.
b ¿Cómo expresa Bécquer esos sentimientos? ¿Cuál es, por lo tanto, el tema de esta rima? ¿Qué sensación nos transmite?
La primera estrofa describe una ruptura amorosa, causada en último término por el orgullo de ella y al silencio de él, mientras que la segunda expresa la nostalgia y la melancolía del poeta, dolorido por el hecho de que los
dos miembros de la pareja no supieran perdonarse y seguir adelante con su
relación. Por consiguiente, el tema de la rima es la añoranza de un amor que
fracasó por culpa del orgullo. El poema nos transmite así una sensación de
frustración y tristeza.
c
¿Qué metáforas y recursos retóricos se ponen en juego para evidenciar el enfrentamiento y la incomprensión entre los amantes?
El enfrentamiento y la incomprensión entre los amantes se pone de manifiesto mediante una serie de metáforas contrapuestas: la amada es “huracán” y “océano”; el poeta, “alta torre” y “enhiesta roca”. Por otro lado, el
enfrentamiento de los amantes se subraya por medio de la oposición de los
pronombres “tú” y “yo”, la repetición de “¡No pudo ser!”, la abundancia de
exclamaciones, de anáforas, de paralelismos (“Tú eras…, y yo…”; “¡tenías
que… o…!”) y de verbos de acción o que denotan acciones violentas
EL DESENGAÑO AMOROSO
43
(“desafiar“, “estrellar“, “abatir”, “romper”, “arrancar”, “arrollar”…) y la
imagen final de la vida como una senda estrecha por la que los dos miembros de la pareja caminan, de manera que el choque deviene inevitable.
d ¿Cuál puede ser el motivo que provoca el dolor del poeta? ¿Qué
imágenes emplea para expresar el efecto que le produce la noticia? ¿Cómo reacciona? ¿Qué nos muestra el último verso?
Del contexto se desprende que el poeta evoca el instante en que un amigo le avisó de que su amada lo había traicionado. La noticia le provocó un
profundo dolor, evidente en las expresiones “sentí el frío de una hoja de
acero en las entrañas”, “cayó sobre mi espíritu la noche” y “la nube de dolor”. De hecho, se desmayó y, al recobrar la conciencia, se sintió embargado
por sentimientos de angustia, ira y piedad, y por deseos de llorar y matar.
Al cabo, consiguió controlarse y entonces agradeció a su amigo con frialdad
sarcástica la noticia que le había dado.
El último verso muestra el esfuerzo que hace el poeta por dominar sus
propios sentimientos, a fin de que no traspasen el ámbito de su intimidad.
Para que nadie se percate de su dolor, el sujeto poético afecta indiferencia y
se muestra irónico, lo que lo convierte en la antítesis de tantos personajes románticos que, al saberse traicionados, estallaban en gestos grandilocuentes y
exaltados.
3.2 El desengaño y sus efectos
a En la rima XLVIII, ¿con qué expresiva comparación nos muestra
el dolor de la ruptura? ¿Qué imágenes nos revelan que el poeta
tenía divinizada a la amada? ¿Cómo expresa su decisión de olvidarla?
Bécquer muestra el dolor de la ruptura con el elocuente símil del hierro
que se arranca de la herida que ha causado y que produce la muerte del herido cuando sale de su cuerpo.
El poeta había alzado la imagen de la amada en un altar como si de una
divinidad se tratara, y creía en ella con fe ciega.
El acto de olvidarla es una decisión de la voluntad del poeta, un “firme
empeño” que no le impide, sin embargo, esquivar la “visión tenaz” de la
amada, que ya formaba parte de su ser.
b ¿Qué deseo muestra el poeta en los dos últimos versos? ¿Cómo
se manifiesta este mismo deseo en la rima LII?
El poeta desea morir, pues sólo con la muerte podrá olvidar a su amada.
Lo mismo viene a decirnos la rima LII, en la que el poeta pide a las fuerzas
desatadas de la naturaleza que lo arrastren consigo.
44 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
c
¿Dónde emplea la ironía en la rima XXXIV? ¿Qué imagen de la
mujer nos transmite Bécquer?
Bécquer emplea la ironía en la última estrofa del poema (vv. 17-20),
cuando confiesa que la mujer a la que ama es estúpida pero que no le importa. De esa manera, nos transmite una imagen desengañada y pesimista
de la mujer, pues nos da a entender que es imposible encontrar en una misma persona la belleza, que es “fuente eterna de poesía”, y la inteligencia.
d ¿Qué idea del amor presenta la rima XXXVIII?
En el poema, el amor aparece como algo fugaz y perecedero, todo lo
contrario de lo que el poeta busca: un amor eterno, raíz y esencia de la vida
y del universo.
e ¿Qué declara saber el poeta, en la rima LIX, que todavía ignora
la niña que empieza a vivir? ¿Qué deseaba saber de la amada en
la rima XXV que ahora declara saber ya? ¿A qué se debe esta ganada “sabiduría”?
El poeta sabe las intensas emociones que embargan a la muchacha porque conoce por experiencia los efectos del amor, que a la larga acaban por
embotar la capacidad de sentir.
En la rima XXV, el poeta deseaba penetrar en el alma de la amada para
conocer sus sentimientos, pensamientos y deseos. Pero, cuando al final los
ha conocido al tratar con ella, lo que ha encontrado le ha decepcionado. El
desengaño de una experiencia amorosa fracasada le ha dado, por tanto, un
conocimiento del alma de la mujer.
f
¿Qué imagen de sí mismo nos ofrece Bécquer en la rima LVI?
¿Qué es lo que añora?
Inmerso en un momento de crisis y desilusión, el poeta nos ofrece una
imagen desoladora de su vida. El sentimiento, la inteligencia, la fe y la inspiración poética, que dominaban su vida anterior, se hallan ahora adormecidos.
Su corazón se ha vuelto insensible al gozo y al dolor; la monotonía, el cansancio, la desorientación, rigen ahora su existencia. De hecho, su situación es
tan penosa que llega a añorar su “antiguo sufrir”, pues solo sufre quien es
capaz de sentir, así que el sufrimiento permite saber que uno está vivo.
g ¿Mediante qué recursos retóricos desarrolla Bécquer esta idea?
¿Qué estructura sintáctica predomina en el poema? ¿Qué sentimiento invade el alma del poeta?
Entre los recursos retóricos que emplea Bécquer para expresar la imposibilidad de reanudar su relación con la amada destacan los siguientes:
Anáfora: “Volverán…” (vv. 1, 9 y 17), “pero” (vv. 5, 13 y 21), “como”
(vv. 22 y 23).
ANGUSTIA Y MUERTE
45
Paralelismo: se repite una misma estructura sintáctica adversativa.
Repetición: “ésas… ¡no volverán!” (vv. 8 y 16).
Antítesis: “volverán” frente a “no volverán”.
Polisíndeton: “Pero mudo y absorto y de rodillas”.
Símil: “como se adora a Dios ante su altar”.
La estructura sintáctica que predomina en el poema es la coordinación
adversativa, que se repite tres veces, abarcando cada oración dos estrofas.
Al poeta lo invade un sentimiento de amor propio herido al saberse desdeñado (“como yo te he querido… desengáñate, / nadie así te amará”),
junto con la conciencia del carácter único e irrepetible de la vivencia amorosa. De ahí que el poema tenga un tono de dolor contenido, profunda melancolía y sentido reproche a la amada, quien no ha sabido valorar la ferviente
entrega del poeta.
4 ANGUSTIA Y MUERTE
4.1 La amargura del fracaso
a ¿Cómo imagina Bécquer en la rima LXI su agonía y su muerte?
¿Qué es lo que más le angustia? ¿Percibes alguna sensación de
fracaso literario en la estrofa final?
Bécquer sospecha que se morirá en la más completa soledad, sin que
nadie le acompañe junto al lecho ni le tienda una mano amiga. Con todo, lo
que más le angustia es el olvido, que nadie se acuerde de su paso por el
mundo. En la estrofa final se percibe la angustia del fracaso literario, pues el
éxito y la gloria, que Bécquer no alcanzó en vida, son formas de pervivir tras
la muerte, de vencer el olvido.
b ¿Cómo es el camino que conduce a su cuna, esto es, su vida hasta ese momento? ¿Qué sustantivos y adjetivos emplea para describirlo? ¿Se corresponde esta imagen con su biografía?
Bécquer nos presenta su vida como un camino plagado de dificultades y
sufrimientos, tanto físicos (“pies ensangrentados”) como espirituales (“alma
hecha jirones”).
Tanto los sustantivos empleados en el poema (“huellas”, “pies”, “roca”,
“despojos”, “jirones”, “zarzas”…) como los adjetivos con que Bécquer describe el camino de su vida (“horrible y áspero”, “ensangrentados”, “dura”,
“agudas”…) tienen connotaciones de dolor y sufrimiento.
La imagen desoladora que el poeta ofrece de su propia vida se corresponde con una realidad biográfica marcada por la orfandad, el fracaso literario y amoroso, las dificultades económicas, las enfermedades…
46 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
c
¿Cómo imagina su futuro? ¿A qué léxico recurre ahora? ¿Qué
estado anímico revela la imagen final?
Bécquer se imagina un futuro sombrío y triste, sin ninguna esperanza de
éxito o felicidad. En consecuencia, utiliza un léxico de connotaciones pesimistas: “sombrío”, “triste”, “páramos”, “eternas nieves”, “eternas melancólicas brumas”, “piedra solitaria”, “olvido”, “tumba”.
La imagen final revela un estado anímico dominado por la desesperanza,
el desengaño, la conciencia del fracaso, la pérdida de ilusiones y la resignación ante el olvido que traerá consigo la muerte. El poeta tiene la triste convicción de que no logrará conquistar la gloria literaria por la que ha luchado
durante toda su vida.
d ¿Qué semejanzas detectas entre esta rima y el texto auxiliar 2.1?
Los dos textos muestran el mismo desengaño y decepción, la pérdida de
las ilusiones juveniles (“Las palabras amor, gloria, poesía, no me suenan ya al
oído como me sonaban antes”) y la aceptación resignada de un “vivir oscuro
y dichoso en cuanto es posible, sin deseos, sin inquietudes, sin ambiciones…”. Ambos textos reflejan la conciencia lúcida del fracaso de los grandes
ideales románticos y de la fugacidad de las glorias terrenales y de la propia
existencia: la muerte, el olvido y una tumba sin nombre es el destino que nos
espera a todos.
4.2 El misterio de la muerte
a ¿Cómo se alterna la descripción y la reflexión en el poema? ¿Qué
rasgos de escenografía romántica puedes reconocer en esta rima? ¿Qué sensación produce el estribillo?
La reflexión se intercala en la descripción mediante la primera persona,
que encarna al poeta, quien, a la vista de la niña muerta, piensa en lo solos
que se quedan los muertos. Esta reflexión, que constituye el estribillo (vv.
25-26, 51-52, 77-78), se desarrolla en los versos finales (95-104) con una
serie de interrogaciones y una conclusión: en la muerte hay algo que escapa
a la razón y que Bécquer no puede explicar.
La escenografía del romanticismo más lúgubre está presente en esta rima. La escena nocturna con el cadáver de la niña iluminado por una luz que
proyecta la sombra de la difunta sobre los muros, la descripción del cortejo
hasta la iglesia y del cementerio, el sonido de las campanas y, sobre todo, la
imagen del sepulturero y del cementerio azotado por la lluvia y el viento
que hace crujir las maderas, son rasgos típicamente románticos.
El estribillo produce la sensación de angustia obsesiva ante el misterio
de la muerte y de terror ante la descomposición del cadáver de una niña que
representa la vida y la inocencia.
ANGUSTIA Y MUERTE
47
b ¿Qué imagen intensifica la sensación de soledad y angustia de la
niña muerta? ¿Qué relación tiene esta imagen con la reflexión final? ¿Qué es lo que Bécquer no puede explicar?
Bécquer expresa la intensa angustia de la muerte por medio de la imagen
de los huesos de la niña helándose de frío en su nicho durante las largas y
tormentosas noches de invierno, como si se tratara de un ser enterrado vivo.
Al hilo de esa imagen parece nacer la reflexión final del poema, en la que
Bécquer se plantea si existe vida más allá de la muerte. A la hora de dar
respuesta a esa pregunta, el poeta se debate entre el materialismo y el espiritualismo: intuye que los seres humanos somos pura materia, pero se resiste a
aceptar esa idea.
c
¿Cree Bécquer en la existencia del alma? ¿En qué otras rimas y
textos habla del alma y del más allá?
Bécquer siempre defendió la existencia de un espíritu que anima la materia y el universo. En el ser humano, el alma se halla dentro de la cárcel del
cuerpo, tal y como defendía el platonismo, y aspira a unirse al espíritu universal, llámese Dios o Poesía. Del alma y el más allá habla Bécquer en rimas
como la I, donde alude a “la noche del alma”; la VII, en que se refiere al genio que “duerme en el fondo del alma”; la VIII, donde el poeta siente el ansia de arrancarse del mísero suelo y fundirse con el espíritu que anima el universo, lo que le lleva a creer “que yo llevo algo / divino aquí dentro”; la
XXIV, en la que habla de la fusión de su alma y la de la amada; la LVI, donde
afirma: “El alma, que ambiciona un paraíso, buscándole sin fe”; o la LXXV,
donde se pregunta si, durante el sueño, “de la cárcel que habita huye el espíritu en vuelo presuroso” y, “desnudo de la humana forma”, acude a unirse
con otros espíritus. Asimismo, hay alusiones al alma en las rimas XXV, XXVII
y XLVIII, en la «Introducción sinfónica» y en leyendas como «El Monte de
las Ánimas» o «Maese Pérez el organista».
4.3 El mundo del sueño
a ¿Qué estado de ánimo parece embargar al poeta? ¿Qué nos revela el oxímoron “amargo placer” con que reacciona al comprobar que ha vertido lágrimas?
El poeta se halla inmerso en un estado de angustia que le impide dormir
y que parece haberlo incapacitado para sentir y expresar emociones. Sin embargo, no es así, de ahí que se alegre al descubrir que es capaz de llorar y
que considere las lágrimas como un “amargo placer”.
b ¿Qué plantea Bécquer en las interrogaciones? ¿Hay alguna alusión al platonismo y a la mística? ¿En qué otras rimas aparece
48 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
descrita con palabras semejantes la región a la que huye el espíritu durante el sueño?
Bécquer se plantea la posibilidad de que, durante el sueño, el espíritu
abandone el cuerpo, vuele para encontrarse con otros espíritus y comparta
con ellos sus penas y alegrías. El influjo del platonismo y de la mística es
evidente en la concepción del cuerpo como cárcel del alma y en la creencia
de que el espíritu puede desprenderse de la vida material y elevarse, bien hacia el mundo de las ideas, como cree Platón, o bien hacia Dios, con quien el
alma se puede unir en éxtasis según los místicos.
La región celeste que describe Bécquer aparece descrita en la rima V (vv.
1-8), donde se identifica con el espíritu de la poesía, pero sobre todo en la
VIII, en la que el poeta siente el ansia de arrancarse del “mísero suelo” y
“subir en un vuelo” hasta las estrellas.
c
¿Con qué párrafo de la «Introducción sinfónica» puede relacionarse la estrofa final de este poema? ¿Crees que la rima es reveladora del misterio y encanto del mundo becqueriano? ¿Por qué?
En la estrofa final del poema LXXV, Bécquer alude a la confusión entre lo
imaginado y lo real en términos similares a los del siguiente párrafo de la
«Introducción sinfónica»: “Me cuesta trabajo saber qué cosas he soñado y
cuáles me han sucedido; mis afectos se reparten entre fantasmas de la imaginación y personajes reales; mi memoria clasifica, revueltos, nombres y fechas de mujeres y días que han muerto o han pasado, con los de días y mujeres que no han existido sino en mi mente”.
Precisamente en esa confusión de lo real y lo imaginario radica buena
parte del encanto y el misterio de los mejores poemas de Bécquer, en que lo
tangible y lo soñado se sitúan a un mismo nivel y la intuición sustituye a los
sentidos como forma suprema de conocimiento. Estos dos últimos rasgos se
evidencian con gran claridad en la rima que comentamos, de ahí que parezca
una de las más representativas del universo becqueriano.
5 TÉCNICA Y ESTILO
5.1 Métrica
a ¿En qué poemas de los seleccionados emplea Bécquer la rima
consonante? ¿Qué efecto consigue con ella?
Bécquer emplea la rima consonante en los poemas XI, XV, XLVIII y LX,
con lo que consigue un efecto de gran sonoridad y un ritmo muy marcado
que cautiva al lector. En los poemas XI, XV y XLVIII, la rotundidad de la rima
consonante se atenúa al alternar en algunos versos con la rima asonante. Por
TÉCNICA Y ESTILO
49
su parte, la rima LX es una quintilla en la que Bécquer combina la rima consonante llana con la aguda. La quintilla, que abunda en el teatro del Siglo de
Oro, produce un efecto declamatorio.
b ¿En qué poemas recurre a la asonancia de los versos pares, esto
es, a la rima propia del romance tradicional? ¿En cuáles de ellos
emplea preferentemente la rima en aguda? ¿Tiene esto algo que
ver con su gusto por la poesía popular?
La asonancia de los versos pares es la rima más frecuente en Bécquer. La
encontramos en la mayoría de los poemas: I, II, IV, V, VII, VIII (con una leve
variación al final de cada estrofa: vv. 8-9, 17-18, 22-23), X, XII (con la variante de un pareado al final del estribillo: versos 22-23, 35-36, 48-49), XIV,
XVI, XVII, XXI, XXIII, XXIV, XXV, XXVII (que incorpora un estribillo de un
verso con la misma rima: “¡Duerme!”), XXIX, XXX, XXXIV, XXXVIII, XLI,
XLII, LII, LIII, LVI, LIX, LXI, LXVI, LXVIII, LXXIII y LXXV.
Bécquer siente preferencia por la rima en aguda, como vemos en los poemas II (-á), XIV (-ó, -á, -í, -é), XVI (-ó), XVII (-ó), XXI (-é), XXX (-ó), XXXVIII
(-á), XLI (-é), LIII (-á), LVI (-á, -ó, -é, -á, -ó, -í), LIX (-é) y LXI (-á).
Tanto la rima en asonante de los versos pares, propia de los romances,
como la rima asonante aguda es muy frecuente en la poesía popular, tan
admirada por Bécquer y por otros poetas de su época, como Augusto Ferrán.
Con ella, Bécquer supera la grandilocuencia romántica y dota a sus Rimas de
un ritmo y una musicalidad más natural.
c
¿Qué explicación apunta Rodríguez Correa (texto auxiliar 2.2) a
esta preferencia de Bécquer?
Bécquer muestra predilección por las formas breves y la rima asonante
porque permiten expresar con sencillez, concisión, naturalidad e intensidad
los estados de ánimos que experimenta el poeta y comunicarlos de manera
eficaz al lector.
d ¿Qué clase de versos emplea en la rima I? ¿En cuáles encontramos cesura? ¿Qué versos combina en la rima XVI? ¿Qué otras
alternancias de versos distintos emplea Bécquer? ¿Qué consigue
con esta variedad de metros?
En la rima I, Bécquer emplea versos decasílabos y dodecasílabos. Los
versos impares son decasílabos simples (sin pausa tras la quinta sílaba) con
acentos en la tercera, sexta y novena sílabas. Se trata de un verso con un ritmo muy marcado que se emplea con frecuencia en himnos patrióticos. Bécquer alterna este ritmo con el más melodioso del dodecasílabo dactílico, formado por dos hemistiquios de seis versos con acento en la segunda y en la
quinta sílabas, y con cesura tras la sexta.
50 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
En la rima XVI, Bécquer alterna versos endecasílabos y pentasílabos.
Entre las combinaciones más frecuentes de versos que encontramos en la
poesía de Bécquer se encuentran las siguientes:
– Versos endecasílabos y heptasílabos: rimas X, XXI, XXXIV, XXXVIII,
XLVIII, LII, LIII, LXVI, LXVIII y LXXV. Una estructura que Bécquer suele repetir es la combinación 11, 11, 11, 7, que se da en las rimas X, XXI, XXXVIII,
XLIII, LII, LIII y LXXV.
– Versos endecasílabos y heptasílabos combinados con otros, como sucede en las rimas IV (con hexasílabos), XXVII (con octosílabos y bisílabos),
LVI y LIX (con pentasílabos).
– Versos endecasílabos y pentasílabos: rimas XVII y XLI.
– Versos decasílabos y hexasílabos: rimas VII y VIII.
– Versos decasílabos y pentasílabos: rima XV.
– Versos octosílabos y pentasílabos: rimas XII, XXV y XXIX.
– Versos octosílabos y hexasílabos: rima LXI.
Con esta variedad de metros y combinaciones, Bécquer dota a sus poemas de un ritmo y musicalidad inconfundibles, de una cadencia delicada,
íntima e intensa a la vez con la que consigue hechizar a los lectores y producir la impresión de que el poeta es profundamente sincero en la expresión de
sus sentimientos.
e ¿En qué rimas emplea este recurso y con qué fin?
Bécquer usa el pie quebrado en muchos poemas. Lo más frecuente es
que culmine un grupo de tres endecasílabos con un verso de pie quebrado
de cinco o siete sílabas, como sucede en las rimas X, XVII, XXI, XXXVIII, XLI,
XLVIII, LII, LIII y LXXV; pero en ocasiones el pie quebrado es de seis sílabas,
como ocurre en los poemas IV, VII y LXI. Con el uso de este recurso métrico,
Bécquer rompe el ritmo del poema, con lo que pone énfasis en la idea expresada en el pie quebrado, que muy a menudo es la más importante en la
composición poética en cuestión. En algunas ocasiones, además, el pie quebrado obra a modo de estribillo que repite el motivo central de la rima. Así
sucede con el pie quebrado bisílabo del poema XXVII, formado por el imperativo “¡Duerme!”.
f
¿Cuál es la estructura métrica de la rima XV? ¿Qué estrofas emplea?
La rima XV está formada por 22 versos decasílabos y pentasílabos combinados que, a su vez, se agrupan en cuatro estrofas, dos de seis versos y
dos de cinco. La estructura del poema es simétrica, pues la estrofa primera
(10, 10, 5, 5, 10, 5) se corresponde con la tercera, y la segunda (10, 10, 10,
10, 5) con la cuarta. Como los versos pentasílabos 3-4 y 14-15 son, en realidad, decasílabos desdoblados, puede decirse que todas las estrofas del poema son quintillas de cuatro versos decasílabos y uno de pie quebrado.
TÉCNICA Y ESTILO
51
5.2 Recursos retóricos
a ¿Qué aporta a la renovación de la poesía española el uso recurrente del paralelismo en la poesía de Bécquer? ¿Qué distingue la
poesía del escritor sevillano de la poesía del Romanticismo?
Según Carlos Bousoño, con la técnica paralelística Bécquer encuentra
una fórmula ordenadora del poema con la que superar el desequilibrio expresivo propio del romanticismo exaltado. A la grandilocuencia romántica y
sus excesos retóricos, Bécquer opone la contención, la sencillez, la brevedad,
la intensidad emocional y el intimismo.
b ¿A qué tipo de paralelismos recurre en las rimas IV, XI y LXI?
¿Qué función desempeñan en cada una de ellas?
En la rima IV, Bécquer recurre al paralelismo estrófico y sintáctico. Salvo
la primera, todas las estrofas tienen idéntica estructura métrica: siete versos
endecasílabos y heptasílabos alternados y uno de cierre hexasílabo, que se
repite a modo de estribillo. Cada estrofa, a su vez, está formada por oraciones subordinadas adverbiales temporales introducidas por la conjunción
“mientras”, cuya oración principal se coloca al final. Esta disposición paralelística proporciona al poema una gran fuerza de convicción, pues las sucesivas estrofas intensifican la idea de la estrofa inicial: que la poesía existe con
independencia de que haya o no poetas.
La rima XI tiene también una estructura paralelística con variaciones desarrollada en tres estrofas. Cada estrofa reproduce un diálogo con una mujer
distinta: las dos primeras se ofrecen y el poeta las rechaza, la tercera lo rechaza y el poeta la llama. En las tres estrofas encontramos abundantes paralelismos sintácticos, como el que origina la repetición de la expresión: “yo
soy…” (vv. 1, 2, 9 y 11). El paralelismo se combina con variaciones en los
versos 4 y 8: “¿A mí me buscas?” / “¿A mí me llamas?”; “No es a ti; no” /
“No; no es a ti”. Con esta técnica paralelística, combinada con las variaciones señaladas y la ruptura del paralelismo en la respuesta de la última mujer,
se consigue una gradación intensificadora que culmina en la exclamación
final, que contrasta con las negaciones anteriores.
El paralelismo en la rima LXI es también sintáctico y estrófico. Las estrofas 2, 3, 4 y 5 responden a una misma estructura sintáctica: “Cuando…
¿quién…?”. La interrogación con que se cierra cada estrofa y que en la última, a modo de cierre, abarca la estrofa entera, desarrolla con creciente intensidad el tema de la angustia del poeta y su miedo a la soledad, la agonía
y la muerte.
c
¿Cómo actúa la anáfora en las rimas XVII, XXIV y LXXV?
En la rima XVII, la anáfora de “hoy” expresa la plenitud y exaltación que
siente el poeta en el momento en que ve a la amada y es mirado por ella.
52 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
En la rima XXIV, la repetición del numeral “dos” al comienzo de las cuatro primeras estrofas y en tres versos de la última destaca la unión de los dos
amantes en un solo ser, tema central del poema.
En la rima LXXV, la anáfora de la expresión “Será verdad” al comienzo
de las dos primeras estrofas obra como elemento intensificador de la duda
del poeta, expresada en dos estrofas de estructura semejante.
d ¿Qué efecto se logra con la particular disposición del referente
en las rimas II y XXIV?
La creación de una atmósfera de misterio y suspense, pues el lector no
comprende el verdadero sentido de los poemas hasta el final.
e Identifica el hipérbaton de la primera estrofa de la rima VII. ¿Qué
se consigue con este recurso? Elimina el hipérbaton y compara
ambas oraciones: ¿qué diferencias observas?
Además de un eficaz efecto rítmico, con la postergación del sujeto se logra la suspensión del sentido, que no se completa hasta que el lector llega al
final de la estrofa, lo que potencia la atmósfera misteriosa del poema. Si elimináramos el hipérbaton, la oración quedaría así: “El arpa se veía en el ángulo oscuro del salón, silenciosa y cubierta de polvo, tal vez olvidada de su
dueño”. Aunque el sentido de la oración sigue siendo el mismo, la supresión
del hipérbaton malogra los efectos estéticos señalados, pues la función poética del lenguaje pierde peso, y la referencial se hace dominante.
f
Localiza el sujeto en la primera estrofa de la rima XXV: ¿cómo ha
distribuido Bécquer los diferentes elementos de la oración? ¿Se
pueden disponer, conservando la misma rima, de otro modo?
En la primera estrofa de la rima XXV, el sujeto, elíptico, es el propio poeta, como se hace evidente en el verso 9: “diera”. Bécquer hace uso del hipérbaton al colocar los elementos de la oración en el siguiente orden: la subordinación temporal (vv. 1-4), la subordinación final (vv. 5-8), el verbo principal (“diera”), un vocativo (“alma mía”) y la subordinación sustantiva de
objeto directo (vv. 10-12). Los elementos de la oración, incluso manteniendo
la rima, se podrían disponer en un orden gramatical más lógico, pero la intensidad lírica se vería afectada, así como el misterioso e inconfundible encanto rítmico de la poesía becqueriana:
Diera, alma mía,
cuanto poseo,
¡la luz, el aire
y el pensamiento!,
por escuchar los latidos
TÉCNICA Y ESTILO
53
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho
cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano.
5.3 Estilo y poética
a ¿En qué rimas se acerca Bécquer a la poesía popular? ¿Qué rasgos de los señalados encontramos en otras rimas?
Bécquer se acerca a la poesía popular en sus poemas más breves, como
las rimas XVII, XXI, XXIII, XXXVIII y LX. También es popular el uso de la rima
asonante en los versos pares (romance), la preferencia por el verso de arte
menor (en especial el octosílabo, el hexasílabo y el pentasílabo) y el uso del
estribillo. Las rimas XII y LXXIII son un claro ejemplo de la influencia de lo
popular en la poesía de Bécquer, pues ejemplifican el valor poético de la brevedad, la naturalidad y la intensidad, cualidades que convierten a la palabra
en “una chispa eléctrica”, que “hiere el sentimiento” y “huye”.
b ¿Cómo justifica Rodríguez Correa (texto auxiliar 2.2) la brevedad
de las rimas de Bécquer? ¿Tienen algo que ver sus palabras con
las de Bécquer? ¿Dónde está el origen de este tipo de poesía?
Para Rodríguez Correa, ser breve es indispensable para expresar con eficacia las pasiones y sentimientos. El poeta debe herir de forma veloz y contundente el ánimo del lector si quiere conmoverlo, en vez de demorarse en
un lenguaje discursivo. Así lo creía el propio Bécquer, quien definió su forma
de entender la poesía con palabras muy similares a las de su amigo. En efecto, ambos utilizan la palabra “natural” para definir su idea de la poesía y el
verbo “huir” para expresar la impresión que produce en el lector.
El origen de este tipo de poesía, como Rodríguez Correa señala, es doble
en Bécquer: los cantares populares españoles y la poesía breve del alemán
Heine, que a su vez se inspira en los lieder o baladas populares alemanas.
c
¿Cuál es el término real de las metáforas e imágenes de la rima
XV? ¿Podemos hablar de simbolismo e impresionismo en esta rima?
El término real en la primera parte (vv. 1-11) de la rima XV es “tú”, referente que puede ser la mujer amada, pero también la mujer ideal inalcanzable, el amor absoluto o la esencia poética. El término real en la segunda parte es más concreto, se trata del propio poeta (“eso soy yo”).
54 ANÁLISIS DE LAS RIMAS
La ambigüedad a la hora de determinar la naturaleza de ese “tú”, junto
al carácter vago, incorpóreo e inaprehensible de las metáforas e imágenes
(bruma, espuma, rumor, sombra, gemido…) convierten esta rima en precursora del simbolismo, pues Bécquer parece aludir a una realidad oculta que
sólo se puede expresar mediante símbolos o alusiones. El cromatismo de las
imágenes (leve bruma, blanca espuma, arpa de oro…), los tonos vagos, la
enumeración de elementos dispersos que al fundirse en la retina del lector
tratan de producir un efecto determinado o impresión sensible, acercan esta
rima, como otras, a la técnica impresionista que, si bien triunfó sobre todo
en la pintura, tuvo también su influencia en la literatura.
d ¿Qué contradicción señala Guillén en la obra de Bécquer? ¿Cuál
es su afán y su tormento? ¿Cómo se expresa este tormento en la
rima I? ¿Qué significa entonces la expresión “lenguaje insuficiente”? ¿Crees que Bécquer consigue expresar lo que es “indecible”
e “inconcebible”? ¿Cómo definirías su poesía y su estilo?
Para Guillén, la obra de Bécquer refleja la contradicción entre el carácter
inmaterial de los sentimientos, sueños e intuiciones que constituyen la esencia de la poesía y el carácter material del lenguaje, instrumento con el que el
poeta intenta dar forma a lo espiritual. Bécquer se afana en materializar verbalmente los sentimientos y emociones, pero se atormenta porque no lo consigue, como se indica en la rima I mediante una comparación musical. En dicho poema, Bécquer dice que dentro de su alma alberga “un himno gigante
y extraño” que el poeta solo podrá expresar si triunfa en la difícil tarea de
domar “el rebelde, mezquino idioma”. Como el lenguaje, aun en el mejor
de los casos, solo puede reflejar de forma parcial ese “himno”, Guillén dice
que a Bécquer le atormenta la insuficiencia del idioma. Aun así, el poeta sevillano consigue la genialidad de decir con su “lenguaje insuficiente” lo que en
principio es inefable, para lo cual se vale más de la sugerencia que de la denotación. Por eso podemos decir que su poesía y su estilo son sugerentes y
simbólicos y no realistas.
e ¿Cómo consigue Bécquer esto en la rima XXVII? ¿Y en la rima
XLII? ¿Podemos calificar las Rimas de “diario íntimo”? ¿En qué
poemas te parece que se halla el Bécquer más íntimo y sincero?
En la rima XXVII, Bécquer nos transmite una impresión de sinceridad y de
experiencia vivida mediante el tono intimista, a media voz, con que le declara a la amada sus sentimientos y temores mientras ella duerme.
En la rima XLII es también el tono contenido, y el lenguaje coloquial,
distante e incluso irónico, lo que nos convence de la autenticidad de los
sentimientos que expresa el poeta. Precisamente por ese tono de confidencia
podemos calificar las Rimas de “diario íntimo”, pues en ellas vuelca Bécquer
sus sentimientos personales y sus temores más profundos.
TÉCNICA Y ESTILO
55
El Bécquer más íntimo y sincero, además de en las rimas comentadas,
quizás se halla en aquellas que expresan su desengaño y su miedo a la muerte y al olvido, como la XLVIII, la LVI, la LXVI y la LXXV.
f
¿Qué palabras consideras esencialmente becquerianas? ¿Qué
tienen en común? ¿Qué mundo poético acaban configurando?
Son muy propios de Bécquer verbos como “temblar”, “brillar” y “estremecerse”; sustantivos como “niebla”, “rayo”, “espuma”, “sombra”, “bruma”, “fantasma”, “sueño”, “suspiros” y “armonía”; y adjetivos como “invisible”, “leve”, “vano”, “fugaz”, “misterioso”, “vago”, “trémulo”, “palpitante”, “incorpóreo” e “intangible”. Todos estos términos tienen en común
el hecho de aludir, por medio de la denotación o de la connotación, a lo vago, lo etéreo, lo huidizo, lo inefable, lo inmaterial, y lo misterioso, por lo
que acaban configurando un mundo poético dominado precisamente por dichas características.
g ¿Qué palabras del campo semántico de la música predominan en
la poesía de Bécquer? ¿Qué metáforas, comparaciones e imágenes están relacionadas con lo musical? ¿Qué rasgos pictóricos
hallamos en las rimas?
Entre las palabras del campo de la música que Bécquer usa con mayor
asiduidad se encuentran “himno”, “cadencia”, “nota”, “cifra”, “lira”, “armonía”, “laúd” y “arpa” (véanse en particular las rimas I, IV, V, VII, X, XV,
XXIV y XXXIV). En la rima I, por ejemplo, Bécquer identifica la poesía con un
“himno gigante y extraño” y sus páginas con “cadencias” de ese himno, y
afirma que quisiera expresarse con palabras que tuvieran las cualidades de la
música: que fuesen como notas. En la rima IV, se refiere a la poesía aludiendo metafóricamente a la lira. En la rima V, la poesía aparece personificada,
entre otras cosas, como música: ”En el laúd soy nota” (v. 21). En la conocida
rima VII, Bécquer emplea la alegoría del arpa para expresar una vez más su
idea de la creación poética: el arpa sería el poeta en cuyo espíritu la poesía
está dormida al igual que las notas en las cuerdas de dicho instrumento. En
la rima XV, “rumor sonoro de arpa de oro” es una metáfora cuyo término
real es “tú” (la amada, la mujer ideal o la poesía pura). En la rima XXIV, se
define la fusión de las almas de los amantes con la metáfora “dos notas que
del laúd / a un tiempo la mano arranca”. En la rima XXXIV, Bécquer identifica los movimientos de la amada con una “silenciosa armonía” y afirma que
sus pasos “recuerdan / del himno alado la cadencia rítmica”.
En los poemas de Bécquer también abundan los rasgos pictóricos. En la
rima I, por ejemplo, el poeta declara que quisiera escribir con palabras que
fueran como colores. Pero es al describir la belleza femenina y la naturaleza,
con preferencia por las puestas de sol, donde encontramos más rasgos pictóricos. Así, en la rima IV Bécquer identifica la poesía con la belleza del ocaso
56 ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
(vv. 7-8). En la rima V, la poesía se encarna en la belleza de la naturaleza
(vv. 9-20): “Yo soy el fleco de oro / de la lejana estrella…”; “Yo soy la ardiente nube / que en el ocaso ondea”. En las rimas VIII y X volvemos a encontrar rasgos impresionistas: “Cuando miro el azul horizonte / perderse a lo
lejos, / al través de una gasa de polvo / dorado e inquieto”; “el cielo se deshace en rayos de oro”. Los rasgos pictóricos abundan asimismo en la descripción de la belleza femenina, en particular cuando se describen los ojos,
como en las rimas XII, XIV, XXV y XXVII.
h ¿Qué elementos de la naturaleza están presentes en las rimas?
¿Describe Bécquer la naturaleza por sí misma, o recurre a ella como elemento que remite a otra realidad? ¿Qué valor tiene en su
poesía la naturaleza?
Bécquer cita a menudo elementos naturales como la luz, el sol, el cielo,
el aire, el viento, la niebla, la bruma, las nubes, las estrellas, la luna, los astros, la noche, los cometas, la aurora, el mar, las olas, el océano, la espuma,
el agua, los arroyos, la lluvia, la nieve, el relámpago, la tormenta, el huracán,
los rayos, la tempestad, el fuego, el humo, el volcán, los lagos, los bosques,
etc. También abundan las alusiones a minerales y vegetales: esmeraldas,
perlas, rubíes, oro, ébano, granada, campanillas, madreselvas, flores, zarzas,
etc. No abundan, en cambio, los animales y las aves, si exceptuamos las conocidas golondrinas.
La naturaleza en sí misma no es nunca tema en la poesía de Bécquer;
aparece siempre como elemento poético por su belleza, como símbolo o metáfora de la belleza de la amada, o como cómplice de los sentimientos del
poeta, tal y como sucede con la alegría en las rimas X y XVII y con la desesperación y la angustia en el poema LII. En definitiva, en las Rimas la naturaleza es una manifestación de la esencia poética del universo.
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El fantasma de Canterville
y otros cuentos
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Los crímenes de la calle Morgue 18. John Steinbeck
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y F. Antón, eds.
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