Prosa, Teatro y Poesía

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Prosa, teatro y poesía
Esquema de contenidos
1. La prosa: la novela, el ensayo.
2. Los autores de prosa más destacados: Feijoo, Jovellanos, Cadalso.
3. El teatro: el teatro posbarroco, el teatro neoclásico, el sainete.
4. Leandro Fernández de Moratín.
5. La poesía: desde finales del siglo XVII hasta
1750, desde 1750 a 1770, desde 1770 a
1790, desde 1790 a 1820.
6. Juan Meléndez Valdés.
Presentación del tema
En este tema se analiza la producción literaria del siglo XVIII. En el apartado dedicado a la prosa se presta especial atención al ensayo, el género más característico de
la época por ser el más apropiado para la difusión de las
ideas ilustradas. Feijoo, Jovellanos y Cadalso, los autores
más representativos de la Ilustración española, son estudiados con detenimiento a través de sus obras más destacadas.
En cuanto al género teatral, se hace hincapié en su carácter didáctico y se analiza la obra de nuestro más importante dramaturgo neoclásico, Leandro Fernández de Moratín.
Finalmente, en poesía, se estudia a su cultivador más notable en el siglo XVIII: Juan Meléndez Valdés.
Recursos metodológicos
●
Se ofrece un panorama de la literatura del siglo XVIII:
GÉNERO
Novela
PROSA
Ensayo
AUTORES/OBRAS
Mezcla de novela y autobiografía.
Torres Villarroel: Vida.
Sátira literaria.
Padre Isla: Fray Gerundio de Campazas.
Temas variados, prosa clara, directa y amena. Carácter didáctico, espíritu crítico y reformador.
Feijoo: Teatro crítico universal, Cartas eruditas y
curiosas.
Temas: agricultura, educación, espectáculos. Espíritu crítico y reformador. Tono espontáneo.
Jovellanos: Informe sobre la ley agraria, Memoria
sobre espectáculos y diversiones públicas.
Análisis de la realidad española. Estilo llano.
Cadalso: Cartas marruecas.
Posbarroco
Continuación del teatro barroco.
Comedias de magia: espectacularidad, diversión y
entretenimiento.
Comedias heroicas: intrigas enrevesadas.
Neoclásico
Carácter didáctico. Vuelta a la preceptiva clásica.
Ridiculización de los comportamientos sociales.
Leandro Fernández de Moratín: La comedia nueva o el café, El sí de las niñas.
Sainete
Brevedad, carácter cómico. Pintura de costumbres
y tipos populares.
Ramón de la Cruz: El Retiro por la mañana, Las
castañeras picadas.
Hasta 1750
Continuación de los modelos barrocos. Poesía de
circunstancias (sonetos, décimas, romances...).
Gerardo Lobo, Torres Villarroel.
1750-1770
Vuelta a modelos grecolatinos. Temas pastoriles y
de exaltación de la naturaleza. Anacreónticas.
Nicolás Fernández de Moratín, Cadalso, Meléndez Valdés.
1770-1790
Temas de la Ilustración. Poesía filosófica y utilitaria. Didactismo.
Iriarte: Fábulas literarias.
Cadalso, Jovellanos, Leandro Fernández de Moratín.
1790-1820
Tono sentimental, prerromanticismo. Poesía patriótica y civil.
Álvarez Cienfuegos. Quintana.
TEATRO
POESÍA
●
CARACTERÍSTICAS
Jovellanos, como buen ilustrado, sintió una sincera preocupación por el bienestar de sus conciudadanos. Los
alumnos podrán hacerse una idea de las características
de su prosa leyendo el documento 1, que recoge un texto de Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas (Anaya), en el que el autor denuncia la falta de di-
versiones públicas de los españoles describiendo un desolador panorama de los pueblos de España e insta a
los gobiernos a preocuparse seriamente del asunto.
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En el texto del documento 2, de Francisco Ruiz Ramón (Historia del teatro español, I, Alianza), los
alumnos podrán encontrar una precisa descripción de
la comedia moratiniana, el logro más interesante de
nuestro teatro neoclásico.
●
Como se indica en el tema, la poesía de Meléndez Valdés es “una muestra ideal de todos los géneros que se
practicaron a lo largo del período”. En el texto del documento 3, de Joaquín Arce (Historia de la literatura
española. III. Siglos XVIII/XIX, Taurus), puede verse
corroborada esa afirmación.
Otras actividades
●
En las cartas XXXIII, XLVI, LXIX, LXX y LXXI de
las Cartas marruecas de Cadalso, el autor ofrece el
perfil de lo que él considera ha de ser el prototipo de
hombre ilustrado. Tras la lectura de todas o alguna de
estas cartas, puede pedirse a los alumnos que definan
ese prototipo de hombre ilustrado.
Textos y documentos
documento 1
Creer que los pueblos pueden ser felices sin diversiones,
es absurdo; creer que las necesitan y negárselas, es una
inconsecuencia tan absurda como peligrosa; darles diversiones y prescindir de la influencia que pueden tener
en sus ideas y costumbres, sería una indolencia harto
más absurda, cruel y peligrosa que aquella inconsecuencia; resulta, pues, que el establecimiento y arreglo de las
diversiones públicas será uno de los primeros objetos de
toda buena política [...]
Sin embargo, ¿cómo es que la mayor parte de los pueblos
de España no se divierten en manera alguna? Cualquiera
que haya corrido nuestras provincias habrá hecho muchas veces esta dolorosa observación. En los días más solemnes, en vez de la alegría y bullicio que debieran anunciar el contento de sus moradores, reina en las calles y
plazas una perezosa inacción, un triste silencio, que no se
puede advertir sin admiración y lástima. Si algunas personas salen de sus casas, no parece sino que el tedio y la
ociosidad las echan de ellas, y las arrastran al ejido, al
humilladero, a la plaza o al pórtico de la iglesia, donde,
embozados en sus capas, o al arrimo de alguna esquina, o
sentados, o vagando acá y acullá, sin objeto ni propósito
determinado, pasan tristemente las horas y las tardes enteras sin esparcirse ni divertirse. Y si a esto se añade la
aridez e inmundicia de los lugares, la pobreza y desaliño
de sus vecinos, el aire triste y silencioso, la pereza y falta
de unión y movimiento que se nota en todas partes,
¿quién será el que no se sorprenda y entristezca a vista de
tan raro fenómeno?
JOVELLANOS
documento 2
Leandro Fernández de Moratín (1760-1828) fue el único
de nuestros dramaturgos neoclásicos que consiguió crear
una forma valiosa de comedia, la que lleva su nombre, resultado de la armonización de la comedia sentimental,
podada de todos sus excesos, y de la comedia urbana, de
sátira de costumbres. En ella convergen, aunándose, dos
actitudes: una crítica, de raíz intelectual, que estructura
la exposición y el nudo de la comedia, poniendo de relieve, mediante procedimientos estilísticos y de enfoque propios de la sátira, “vicios y errores comunes de la sociedad”; otra sentimental, de raíz puramente afectiva, que
estructura el desenlace de la pieza, mediante el cual son
destacadas “la verdad y la virtud” que sustentan el auténtico comportamiento humano [...]
El tema fundamental de Moratín es la inautenticidad como forma de vida. Para expresarlo dramáticamente se
vale de tres asuntos: los conciertos matrimoniales [El
viejo y la niña (1790), El barón (1803) y El sí de las niñas
(1806)], la educación de los jóvenes [La Mojigata
(1804)] y la comedia popular de su tiempo [La comedia
nueva o el café (1792)]. La estructura es siempre la misma, y resulta de la fusión de las dos actitudes, sentimental y crítica, arriba apuntadas.
En Meléndez confluyen, por una parte, los áridos poemas exaltadores de instituciones públicas y nobles ideales junto con el gusto de la moda rococó, a la que dará el
toque de exquisitez definitivo; y por otra, la poesía aséptica del neoclasicismo, fiel al rigor estrófico y a temas no
contingentes, convive con la preocupación humanitaria y
social por los desvalidos, en tiras de versos entrecortados y balbucientes, que caracteriza a la poesía prerromántica y burguesa [...]
Los títulos y los temas de su poesía son por sí mismos indicio clarísimo de su complejidad de actitudes. Al lado
del mundo galante y de tono menor que suponen las composiciones tituladas La gruta del Amor, El Amor mariposa, De los labios de Dorila, El gabinete, Los hoyitos, El
ricito, El lunarcito, hay otros poemas encabezados enfática y discursivamente, como El sufrimiento hace los males llevaderos; A un ministro, sobre la beneficencia; El
invierno es el tiempo de la meditación.
FRANCISCO RUIZ RAMÓN
documento 3
JOAQUÍN ARCE
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