Jurisprudencia - Consejo General de Procuradores de España

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JURISPRUDENCIA
Dos sentencias del Tribunal Constitucional lo amparan
Disfrute en su integridad de los
plazos legalmente establecidos
L
Por Julián Caballero
Procurador
Ambas resoluciones
(STC 335/2006 y STC
25/2007) reconocen
haber existido
vulneración del
derecho a la tutela
judicial efectiva
(acceso a la Justicia)
por inadmisión de
demanda contenciosoadministrativa por
extemporánea,
presentada en la
mañana siguiente
al vencimiento del plazo
a tenor de la nueva
Ley de Enjuciamiento
Civil (LEC).
38 / procuradores • Abril 2007
a sentencia “STC 335/2006” de
la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional de fecha 20 de
noviembre de 2006, en la que ha
sido ponente la magistrada Elisa Pérez Vera, por la que se accede al
otorgamiento del amparo solicitado
contra resolución de un juzgado de
lo contencioso-administrativo que inadmitía por extemporáneo el recurso
contencioso-administrativo presentado al siguiente día del vencimiento
al amparo de lo prevenido por el art.
135.1 de la LEC.
Aunque el plazo previsto en el art.
46.1 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa concluía el
12 de abril de 2004, la actora presentó la demanda promoviendo un recurso contencioso-administrativo el
día 13 del mismo mes y año, acogiéndose a la previsión del art. 135.1 de
la Ley de Enjuiciamiento Civil, que
autoriza la presentación de escritos
hasta las 15 horas del día siguiente al
de la finalización del plazo. El juzgado de lo contencioso-administrativo
dictó auto declarando la inadmisión
del recurso contencioso-administrativo, por la extemporánea presentación
del escrito de demanda, considerando
que el plazo del art. 46 de la LJCA es
de naturaleza sustantiva y no procesal, por lo que su transcurso produce
automáticamente la prescripción de
la acción y no sería posible prorro­
garlo de acuerdo con la previsión del
art. 128 LJCA.
Asimismo, entendió que el art. 135
LEC sólo es aplicable a los plazos procesales, de modo que, para que pudie-
ra haberse aplicado válidamente dicho precepto, habría sido preciso que
el escrito de interposición se hubiese
presentado ante el juzgado de guardia, lo que la actora no hizo. Para justificar esta afirmación, el órgano judicial razonó que el art. 135.2 LEC sólo
prohíbe la presentación de los escritos
de término en el juzgado de guardia
en relación con el orden civil, pero
que la cuestión no es clara en cuanto
a los otros órdenes jurisdiccionales.
Concluía el juzgador diciendo que “el
sistema de prórroga automática del
plazo no rige en el ámbito de la jurisdicción contenciosa”. Y éste es el criterio del que discrepaba la demandante
de amparo, que entendía vulnerado
su derecho a la tutela judicial efectiva,
porque no se le ha permitido agotar el
plazo legalmente establecido para la
interposición del recurso.
Tramitado el recurso, el Tribunal
Constitucional ha otorgado el amparo al entender que la argumentación
del juzgador “no supera el canon de
razonabilidad y que, en definitiva, ha
privado a la demandante de amparo
de la posibilidad de disponer de la
integridad del plazo establecido en el
art. 46.1 LJCA para la impugnación de
las resoluciones administrativas”.
En su fundamento quinto la sentencia dice que “la cuestión discutida
no se centra en precisar si un determinado plazo es prorrogable o no,
sino la forma en la que el justiciable
puede disponer de tal plazo en su
integridad –con independencia de su
naturaleza–, habida cuenta de que el
Registro no permanece abierto duran-
te las veinticuatro horas del día. Y es
precisamente en este punto en el que
la respuesta del órgano judicial no
puede reputarse razonable, porque
se indica a la recurrente que tenía
que haber acudido a presentar su
demanda al juzgado de guardia”. “A
pesar de reconocer el propio juzgado, por un lado, que, de acuerdo con
la doctrina invocada por la actora,
venía aplicando el art. 135 LEC desde su entrada en vigor, aunque con
exclusión del supuesto del art. 128
LJCA; y, por otro, que no está claro
en órdenes jurisdiccionales distintos
al civil si se encuentra prohibida o
no la presentación de escritos de
término en el juzgado de guardia,
hasta el extremo de admitir que la
práctica de los juzgados de instrucción no resulta uniforme en cuanto
a la recepción de escritos dirigidos
a jurisdicciones diferentes a la civil,
atisbándose, incluso, el reconocimiento por parte del juzgador de
que en la sede de Madrid (en la que
se desarrollan las actuaciones objeto
del presente recurso), la práctica es
“relativamente uniforme” en el sentido de no admitir tales escritos”.
“Si el órgano judicial, que era el
encargado de interpretar y aplicar
la norma, no tenía certeza sobre la
virtualidad del modus operandi que
imponía a la recurrente, su respuesta
sólo puede ser tachada de irrazonable, en cuanto que colocó a aquélla
en una situación de absoluta incertidumbre con respecto a la manera
de agotar el plazo de interposición
“L
“L
a sentencia disipa cualquier paralelismo
entre la doctrina del Tribunal
Constitucional sobre la inaplicabilidad
del art. 135.1 de la LEC en su jurisdicción
y la cuestión analizada”
del recurso que no puede ser considerada admisible desde la perspectiva del principio de seguridad
jurídica (art. 9.3 CE); principio que,
según doctrina reiterada de este
Tribunal (por todas, STC 96/2002,
de 25 de abril, FJ 5), ha de entenderse como la certeza sobre el ordenamiento jurídico aplicable y los
intereses jurídicamente tutelados, y
como la expectativa razonablemente fundada del ciudadano en cuál ha
de ser la actuación del poder en la
aplicación del Derecho. Y es obvio
que, ante las dudas que el propio
juzgado manifestó acerca de la posibilidad de presentación en el juzgado de guardia del escrito iniciador
del procedimiento contencioso-administrativo, la negación al mismo
tiempo de la aplicabilidad al caso
de la precisa regla del art. 135.1 LEC
no puede considerarse respetuosa
con el disfrute en su integridad del
plazo legalmente establecido para
la interposición del recurso que garantiza el derecho a la tutela judicial
efectiva (art. 24.1 CE)”.
a negación de la aplicabilidad al caso
de la regla del artículo 135.1 de la
LEC no puede considerarse respetuosa
con el disfrute en su integridad
del plazo legalmente establecido para
la interposición del recurso”
Concluye la sentencia disipando
cualquier paralelismo entre la doctrina del Tribunal Constitucional
sobre la inaplicabilidad del art. 135.1
LEC en su jurisdicción y la cuestión
analizada, manifestando en su fundamento sexto que “no altera nuestra conclusión el argumento aducido
por el abogado del Estado, que ha
intentado establecer un paralelismo entre lo sucedido en el procedimiento contencioso-administrativo
del que trae causa el presente recur­
so y lo que acaece en los procesos
constitucionales, a los que este Tribunal ha considerado inaplicable
la previsión del art. 135 LEC. Para
rechazar tal planteamiento basta recordar que, como dijimos en la STC
64/2005, FJ 5, “no cabe extraer consecuencias definitivas de la doctrina
contenida en los AATC 138/2001,
de 1 de junio, y 424/2003, de 17
de diciembre, respecto a la inaplicabilidad del art. 135.1 LEC en el
ámbito de los procesos constitucionales, pues los parámetros de enjuiciamiento utilizados en aquellos
casos y los aplicables en el presente son radicalmente distintos. Una
cosa es el enjuiciamiento de si una
resolución judicial respeta o no el
derecho a la tutela judicial efectiva
en su vertiente de acceso a la jurisdicción, y otra bien distinta el
control del acceso a la jurisdicción
constitucional una vez agotada la
vía judicial previa a ella, supuesto
en el cual este Tribunal es aplicador
directo de las normas procesales y,
de acuerdo con las mismas, articula
Abril 2007 • procuradores / 39
un régimen que permite disfrutar en
su integridad del plazo legalmente
establecido para interponer el recurso de amparo”.
Por su parte, la sentencia “STC
25/2007” de la Sala Primera del
Tribunal Constitucional de fecha
12 de febrero de 2007, en la que ha
sido ponente la presidenta María
Emilia Casas Baamonde, accede al
otorgamiento del amparo ­solicitado
y la anulación de una sentencia de
una sección de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de un Tribunal Superior de Justicia, confirmatoria en apelación del auto de un
juzgado de lo contencioso-administrativo que denegaba la admisión de
una demanda por extemporánea al
denegar la rehabilitación del plazo
de presentación, en un supuesto
de hecho similar al de la sentencia
anteriormente comentada salvo que
en este caso la recurrente de amparo
sí que acudió al juzgado de guardia
a presentar su escrito de demanda.
Se fundamentaba la decisión
del Juzgado como del Tribunal Superior de Justicia en la doctrina
sentada por el Tribunal Supremo
en la sentencia “STS 101/2002”, de
2 de diciembre, según la cual la
aplicación del art. 135 LEC sólo es
supletoria cuando “no exista en la
Ley de la Jurisdicción Contenciosa-Administrativa precepto alguno
que establezca el cómputo de los
plazos de presentación de escritos”.
Y “como en el art. 52.2 LJCA específicamente se determina el momento
en el que debe presentarse el escrito de demanda para los casos en
que ésta no se hubiese presentado
dentro del plazo establecido, únicamente puede presentarse tal día
y no al siguiente, pues al existir una
regulación completa del supuesto
en cuestión en la Ley de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa de
1998 no es aplicable en ningún caso
de forma subsidiaria la Ley 1/2000
de Enjuiciamiento Civil”. Sostenían
los órganos judiciales que se estaba
40 / procuradores • Abril 2007
“L
a interpretación judicial de los preceptos
concurrentes dio lugar a una restricción
del plazo legal de acceso a la jurisdicción
incompatible con la vigencia del derecho
a la tutela judicial efectiva”
ante supuestos de posible rehabilitación de plazos que se rigen sólo
por los arts. 52.2 y 128.1 de la Ley
de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa (LJCA), que prescriben
la admisión del escrito de demanda
que se presente dentro del día de
notificación del Auto de caducidad
del recurso; estos preceptos diseñarían un régimen completo que no
necesitaría del complemento del art.
135.1 de la LEC, que posibilita que
la presentación de un escrito sujeta
a plazo se efectúe hasta las quince
horas del día hábil siguiente al de su
vencimiento.
Tramitado el recurso de ­amparo,
el Tribunal Constitucional ha otorgado el amparo y la anulación del
auto y la sentencia recurridos, con
retroacción de actuaciones al momento anterior al dictado del primero para que se pronuncie una
nueva resolución respetuosa con el
derecho de la recurrente de acceso
a la jurisdicción (art. 24.1 CE), y
ello en base a unos razonamientos
jurídicos cuyo fundamento 3º manifiesta que “en el presente caso, ante
la inequívoca posibilidad legal de
presentación de la demanda “dentro
del día en que se notifique el Auto”
de caducidad (arts. 52.2 y 128.1
LJCA), es lo cierto, en primer lugar,
que tal presentación fue intentada
por la representación de la sociedad
recurrente en dicho día en el juz­
gado de guardia, único lugar en el
que en tal momento era posible (a
las 22:10 horas), y que fue rechazada por el mismo con invocación del
art. 41 del Reglamento 5/1995, de 7
de junio, “modificado por el Reglamento 1/2001, de 10 de enero, ambos del Consejo General del Poder
Judicial”. Este artículo, que tras dicha modificación afirmaba que “los
juzgados de instrucción que presten
el servicio de guardia no admitirán
la presentación de escrito alguno
dirigido a otros órdenes jurisdiccionales”, había sido ya nuevamente
modificado por el acuerdo reglamentario 3/2001, de 21 de marzo,
en el sentido siguiente: “Los juzgados de instrucción en funciones de
guardia, cuando en cumplimiento
de lo dispuesto en el artículo 135.2
de la Ley de Enjuiciamiento Civil no
admitan la presentación de un escrito, vendrán obligados a entregar al
presentador del mismo, a solicitud
de éste, una certificación acreditativa del intento de presentación, con
mención del escrito, del órgano y
del procedimiento a que se refiere y
de la no admisión del mismo en el
juzgado de guardia en aplicación del
citado precepto legal”.
Continúa el fundamento 3º diciéndonos que “también es cierto,
en segundo lugar, que la posterior
presentación en el juzgado de lo
contencioso-administrativo, al día
siguiente, fue considerada como extemporánea por este juzgado y, en
apelación, por el Tribunal Superior
de Justicia, dando lugar a la inadmisión de la demanda. Así las cosas
resulta notorio que la recurrente
no pudo disponer en su integridad
del plazo de presentación de la de-
manda que la ley le concedía, pues
ni tuvo a su disposición mecanismo
alguno de presentación en la parte
final de tal plazo, ni tal déficit vino
compensado con la posibilidad de
una presentación posterior. La interpretación judicial de los preceptos concurrentes pudo no resultar
en sí manifiestamente irrazonable,
pero dio lugar a una restricción del
plazo legal de acceso a la jurisdicción incompatible con la vigencia
del derecho a la tutela judicial efectiva. Como hemos afirmado ya en
diversas Sentencias ante supuestos
análogos, las resoluciones ahora impugnadas no ofrecieron respuesta
a la cuestión capital de “cómo y
dónde el demandante, en aplicación
de esa pretendidamente completa
regulación de la materia, debería
haber presentado la demanda fuera del horario ordinario en el que
permanece abierto el Registro para
preservar su derecho a disponer del
plazo en su integridad” o, en relación con ello, cómo se coordinan
para tal preservación “lo dispuesto
en los arts. 133.1, final del inciso
primero, LEC (el día del vencimiento expirará a las veinticuatro horas),
135.1 LEC (los escritos sujetos a plazo pueden presentarse en el órgano
judicial al que se dirigen hasta las
quince horas del día siguiente al del
vencimiento), 135.2 LEC (en las actuaciones ante los tribunales civiles
no se admitirá la presentación de
escritos en el juzgado de guardia) y
41 del Reglamento 5/1995, de 7 de
junio, de los aspectos ­accesorios de
las actuaciones judiciales … según
la redacción dada por el Acuerdo reglamentario 3/2001, de 21 de
marzo, del Consejo General del Poder Judicial” (SSTC 64/2005, de 14
de marzo, FJ 4; 239/2005, de 26 de
septiembre, FJ 2; 335/2006, de 20
de noviembre, FJ 4; 343/2006, de
11 de diciembre, FJ 4; 348/2006, de
11 de diciembre, FJ 2)”.
Comentarios sobre el auto dictado por el Juzgado
de lo Contencioso número uno de Burgos
Provisión de fondos solicitada
por un perito judicial
L
a Ley 1/2000, de 7 de enero de
Enjuiciamiento Civil, introdujo en su artículo 342 la posibilidad de que el perito judicial designado
pueda solicitar, en los tres días siguientes a su nombramiento, la provisión de
fondos que considere necesaria, que
será a cuenta de la liquidación final.
El Tribunal, mediante providencia, decidirá sobre la provisión solicitada y
ordenará a la parte o partes que hubiesen propuesto la prueba pericial y no
tuviesen derecho a la asistencia jurídica gratuita, que procedan a abonar la
cantidad fijada en la cuenta de depósitos y consignaciones del Tribunal, en el
plazo de cinco días.
Esta novedad ha supuesto una evidente disminución en la morosidad que
hasta la fecha han soportado ­ peritos
que intervenían ante los tribunales de
Justicia, pero también ha traído como
consecuencia peticiones excesivas y
desorbitadas de provisiones de fondos,
que en muy escasas ocasiones han sido
atemperadas por los órganos judiciales,
y con el agravante de que si en dicho
plazo de cinco días no se consignaba
la provisión el perito quedaba eximido
de la obligación de emitir el dictamen,
sin que pueda procederse a nueva designación.
En el caso analizado la prueba pericial consistía en valorar seis plazas
de garaje en una localidad de la provincia de Burgos, habiendo sido solicitada
por el perito judicial la cantidad de
6.000 euros como provisión de fondos.
La parte solicitante de la prueba, además de efectuar la consignación ante el
juzgado, interpuso recurso de súplica
argumentando que las peticiones de
provisiones de fondos exorbitantes ponen en peligro el “derecho de defensa”
y la tutela judicial consagrada por el
art. 24 de nuestra Constitución, invitando en dicho recurso al juzgado a
promover cuestión de inconstituciona-
lidad del párrafo segundo del punto 3
del art. 342.
El Tribunal solicitó información al
servicio de valoraciones del Colegio de
Procuradores de Burgos sobre las tarifas vigentes en materia de valoraciones
de bienes inmuebles fuera de la capital,
y como consecuencia de dicha información el juzgado, mediante auto de
fecha 16 de marzo de 2007, ha reducido
el importe de la provisión de fondos a
375 euros.
En nuestra opinión los peritos judiciales no deben limitarse a pedir la
provisión de fondos, sino que deberán,
además de concretar la cantidad que
soliciten, razonar circunstancialmente
el importe reclamado, relacionando los
gastos preliminares cuya atención inmediata precise la realización del dictamen encomendado.
Fernando Santamaría
Alcalde
Abril 2007 • procuradores / 41
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