Opinión eltelegrama, martes 12 de marzo de 2013 Frontera ¡Insoportable! ¡Inaguantable! José Luis López Peláez ¡Insoportable! ¡Inaguantable! En la madrugada del domingo al lunes un grupo de indocumentados violó las fronteras de Melilla, en su huida de los agentes asaltaron viviendas de la urbanización Iberpuerto, sembrando el desasosiego en unos casos, el miedo en otros y el enfado en la mayoría de los moradores de esas viviendas. Un Estado de Derecho no puede consentir la actual situación de la Frontera, donde se arriesga la seguridad e integridad de servidores públicos, agentes de la autoridad, que nos representan a todos, y por lo tanto cualquier atentado a ellos es un atentado al Estado de Derecho. También es insoportable que los vecinos de una urbanización tengan que soportar los asaltos a sus propiedades privadas por parte de unos individuos que por hecho de estar necesitados de lo que sea (no entro en sus necesidades) cree tener derecho a todo, ¡no! Los vecinos son los que tienen derecho a no ver perturbado su descanso al producirse el asalto de sus viviendas por parte de indocumentados en busca de refugio, huyendo de los agentes de la autoridad que intentan evitar su asalto a la valla fronteriza, símbolo del derecho que todo Estado tiene a defender y delimitar su territorio como zona donde rige la soberanía de su pueblo y se aplica, con todo el rigor, su legislación. En mi caso no se ha dado el asalto a mi propiedad, pero a mis vecinos de la urbanización Iberpuerto no es la primera vez, tengo miedo que me ocurra, o que ocurra a alguien una desgracia lamentable, ya ocurrida al otro lado de la frontera con la muerte de un agente marroquí, y a menor escala con lesiones de nuestros agentes ¿hay que soportar esto con estoicismo? ¿Quién se hará cargo de los daños producidos en los asaltos a do9micilios privados? Todo son preguntas, sin respuestas, bonitas palabras sobre solidaridad, y derechos humanos, ¿pero de lo mio qué? A mí ¿quién me defiende?, ¿qué organización va a mandar un relator que estudie mi problema que es el de muchos?. Posiblemente esto me acarreará no pocas críticas por parte de los apóstoles de lo políticamente correcto y de los defensores de los derechos humanos, más bien agresores de toda medida de salvaguarda de nuestra cultura, nuestra sociedad y nuestra forma de entender la convivencia, lo siento, es mi pensamiento, y como tal tengo derecho a manifestarlo, bajo mi única y total responsabilidad, sin pretender representar a nadie, sólo a mi mismo, aunque creo que algunos ciudadanos más habrá que piensen como yo pero por miedo al qué dirán, a ser señalado por los antedichos no lo manifiestan públicamente; eso no es democracia, es dictadura. Alguna medida habrá que tomar, no se me ocurren muchas, contra la desesperación no se puede, pero habrá que intentarlo. Todos los melillenses en alguna ocasión se han visto atrapados en un control de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local e incluso del ejercito; más de una vez me he preguntado lo que ocurriría si alguien por despiste o mala interpretación de los gestos de los agentes se saltase uno de esos controles, ¿llegarían a utilizar las escopetas de las que están dotados y que no dudan en exhibir? Pienso que no, pero ¿estamos seguro de eso?, lo único cierto es las molestias que sufriríamos, por llamar suavemente a todo lo que vendría después de saltarnos el control ¿¡Uf!? Propongo eliminar esa nefasta Ley de Extranjería que está posibilitando esta situación ya insostenible, en que día si y otro también se producen intentos de asalto al perímetro fronterizo, unas veces con más éxito y otras sin ninguno. Nadie que entre en España por algún medio distinto de la frontera legal y mediante los trámites exigidos puede adquirir ningún derecho ¡a nada! Ni ahora ni nunca; si los delincuentes van a l a cárcel, siempre que no tengan también la consideración de políticos, los indocumentados que saltan la valla del perímetro deben ser confinados en algún lugar seguro, el Peñón de Vélez, Islas Chafarinas, Peñón de Alhucemas, por poner algunos ejemplo, de donde no deberían salir más que para volver a sus países de origen en vuelos especiales del Ejército del Aire, nada de vuelos regulares de Iberia a precio de Business Class acompañado cada uno por dos policías, generando unos gastos en dietas y desplazamientos sumamente cuantiosos, ¡estamos en crisis!; pronto nos acordaremos de aquel Delegado del Gobierno (no doy su nombre porque no sé si sería su deseo) que tomó medidas drásticas (poner a los indocumentados en tierra de nadie) y fue vilipendiado por los de siempre pero que realmente es el que mejor conocía el problema y los remedios aplicables para frenar en seco estas avalanchas humanas. Creo que voy a callarme ya porque esto se está desmadrando y no quiero herir susceptibilidades de nadie, así que terminaré pidiendo a los políticos que espabilen y arreglen este problema también, pero esta vez escuchando de verdad a la ciudadanía, no a asociaciones y grupos pseudopolíticos que no representan más que a sus asociados y no deben erigirse en portavoces de todos, mucho menos para tomar decisiones tan graves como las que a este problema se refieren, ya está bien de que los gobiernos, tanto estatal como autonómico o locales consideren interlocutores a esos grupos, o me organizo uno y que me llamen a mi también, ¿será la solución para que los sin voz seamos escuchados alguna vez en cosas que nos atañen? Parece que no aprenderé nunca ¡pedir a los políticos que arreglen algo! ¡uf, qué pereza!