Entrevista a las ganadoras. Romina Cabrera Lasserre y Sofía BerrosteguietaCeccone, de 14 años, son alumnas del Colegio desde primero de escuela. Cuentan que se enteran de la convocatoria al concurso a una semana de la fecha final de entrega de guiones por un aviso en un diario viejo que iban a quemar en la estufa. Inmediatamente se pusieron a trabajar. Ambas comparten el placer de expresarse a través de la literatura y en particular les atrajo la originalidad de la idea, porque, dicen…”nunca habíamos hecho nada relacionado con el cine”. El tema que eligieron y por el cual recibieron expreso reconocimiento del jurado lo consensuaron, quisieron enfocarse ..”en un fenómeno social que causara impacto y sensibilizara, y no tanto en la ficción o historias románticas, que son géneros más convencionales en personas de nuestra edad”. Estas adolescentes, amigas desde hace mucho, comparten algunos hábitos que sin duda han influido tanto en las ganas de participar como en la calidad del guión logrado.Ambas son grandes lectoras desde muy niñas aunque hoy se interesan por géneros diferentes, Romina descubrió la poesía y gusta de autores contemporáneos nacionales y latinoamericanos y Sofía se interesa más por la literatura internacional. También les gusta mucho escribir, dicen: “Es una forma de expresarse, una especie de catarsis”. Romina solía escribir prosa hasta que conoció a Idea (Vilariño) y se enamoró de la poesía. Ahora escribe para un semanario y no le gusta que lean nada de lo que escribe hasta que esté terminado, revisado y la deje satisfecha. Sofía, prefiere la prosa y las historias pero es más reservada con lo que escribe, no deja ver mucho. Otro interés que las une es evidentemente el cine, suelen ir juntas cuando tienen tiempo o juntarse a mirar películas con sus amigas. El cine como a tantos de nosotros, las conmueve y emociona. Dice Sofía que “leer un libro es como ver una película pero en mi cabeza, por eso me gusta tanto. Después me gusta jugar con los personajes y crearles tramas inventadas y cosas así para pasar el rato”. Cuando el jurado leyó el guión que escribieron, las llamaron para avisarles que les faltaba enviar algo y que estaban entre las finalistas. Eso las ilusionó mucho y fueron el 23 de diciembre de 2011, al ICAU (Instituto del Cine y del Audiovisual del Uruguay) a escuchar los fallos del jurado. Lo gracioso del hecho fueque cuando comenzaron a anunciar las menciones (antes del los premios) ellas pensaron que estaban nombrando los premiados y estuvieron a punto de irse. “Pero nuestras madres estaban re emocionadas porque sabían que después venían los primeros premios (…) nos llamaron y nuestras expresiones cambiaron completamente. Fue un momento del que no vamos a olvidar nunca. Casi que temblábamos de los nervios y la emoción, no podíamos creerlo (…) Fue emocionante. Nos asombró estar rodeadas de tanta gente importante, nos dimos cuenta de la magnitud de lo que habíamos logrado. Algo que para nosotras fue un gran desafío, pero sobre todo en lo personal, en lo interno, jamás pensando en qué íbamos a obtener si ganábamos o qué íbamos a decir si esto sucedía. Cuando tuvimos que pasar al frente a hablar no teníamos idea de qué decir. Yo (Romina) dije, “Dejá, yo voy primera”, y nos paramos ahí y yo temblaba, todos los ojos en mí, no sabía hablar con el micrófono, no se escuchaba nada. Tenía ganas de salir corriendo, pero pasados los nervios mayores no me alcanzaba la boca para sonreír. No sé ni lo que dije, sinceramente”. Después de la premiación, fue todo alegría compartida, celebrar, contarles a familiares y amigos. En el futuro les gustaría ver el guión filmado, para que se aborde el tema de valores negativos que deben erradicarse y a los cuales consideran que no se les está dando la importancia que merecen, “como la discriminación, la violencia de todo tipo, el maltrato, etc.”. Romina afirma (a pesar de sus 14 años) que quiere estudiar Ciencias Políticas y tal vez Comunicación y Psicología. A su vez, Sofía dice que así como Romina tiene un gusto innato por las letras y la política, ella aún no sabe. Transcribo textualmente los agradecimientos ya que la mayoría de los mencionados forman parte de esta comunidad educativa (alumnos, docentes, familias) y merecen ser reconocidos. Agradecen: “A nuestras incondicionales, amorosas y geniales madres, que por ahí no siempre lo demostramos, pero estamos súper agradecidas y las queremos mucho las dos. En cuanto a mí, (Sofía), también quiero agradecer a mi padre y a mis abuelos, especialmente a los paternos, que si bien la noticia del guión no llegó en un buen momento para la familia nunca dejaron de apoyarme y de expresarme su felicidad. En mí caso (Romina) quiero agradecer también a mi familia en general, que siempre estuvieron, y creo que hablo en nombre de las dos cuando digo que hubieron muchas pero muchas personas ahí que nos ayudaron, que nos dieron el empujoncito para que llegáramos, no con el guión en sí pero con el apoyo, con el aliento, que es fundamental. Marie, la directora, que desde el principio nos apoyó incondicionalmente, siempre con esa alegría que la caracteriza; Mónica Laviano, profe de Idioma Español, que nos ayudó como profe y como segunda madre también, con nuestra escritura y que estuvo ahí cuando la necesitamos; a nuestras increíbles amigas, que son tantas que no quiero dar nombres para no olvidarme de ninguna, pero ellas saben quiénes son y cuánto las queremos.” Como recomendación para quienes se interesen en participar en concursos, lo que dicen es tan interesante como todo lo que aportaron para esta nota. “Que no piensen en la meta ni en la competencia en un primer momento. Piensen en algo que quieran lograr a través de él, pónganse metas más allá de los premios finales, metas como personas, cosas que quieran lograr como individuos. Después, en una segunda instancia, cuando hagan una revisión del proyecto en el que trabajaron, pulan todo pensando, ahora sí, en intentar cumplir con todas las metas del concurso”. Las felicitamos profundamente y todos quienes formamos parte de “El Varela” sentimos mucho orgullo y satisfacción por sus logros. Cecilia Vilaró