1 Significado de la Sorpresa La sorpresa es la más breve de

Anuncio
Significado de la Sorpresa
La sorpresa es la más breve de todas las
emociones,
dura
sólo
unos
pocos
segundos como máximo. En un momento,
la
sorpresa
pasa
a
medida
que
averiguamos lo que está sucediendo, y
luego se une con otra emoción, ya sea
temor,
diversión, alivio,
ira
o
asco,
dependiendo de cuál era el objeto o
contexto
que
nos
sorprendió.
Por otro lado, puede no ser seguida por
ninguna otra emoción si se determina que
el
evento
sorpresivo
no
tuvo
consecuencia alguna. Es raro ver una fotografía de sorpresa. Debido a que es inesperada
y la experiencia es breve, un fotógrafo rara vez se encuentra listo para disparar y
capturar una imagen que represente dicha emoción.
La sorpresa sólo puede ser desencadenada por un acontecimiento repentino, inesperado.
Cuando un evento imprevisto se desarrolla lentamente, no nos sorprende. Tiene que ser
súbito.
No tenemos mucho tiempo para movilizar nuestros esfuerzos deliberadamente con el fin
de controlar nuestro comportamiento cuando nos sorprendemos. Rara vez es un
problema a menos que estemos en una situación en la que no deberíamos
sorprendernos.
Por ejemplo, si hemos proclamado saber todo acerca de algo y reaccionamos con
sorpresa cuando algún tema que debería haber sabido es repentina e inesperadamente
revelado, entonces sería evidente que estábamos hablando más de lo que realmente
sabíamos. En un salón de clases un estudiante podría afirmar que ha leído las lecturas
opcionales que le fueron asignadas, cuando, en realidad, no lo ha hecho. Surge la
1
sorpresa cuando el profesor realiza de improvisto preguntas sobre las lecturas y pone en
evidencia la mentira del alumno.
Algunos expertos no consideran que la sorpresa
sea una emoción, ellos afirman que todas las
emociones deben ser agradables o desagradables
y por ende concluyen que la sorpresa no es ni la
una ni la otra. Sin embargo Ekman está en
desacuerdo, dado que considera que la sorpresa
se siente como una emoción para la mayoría de
las personas. En ese momento antes de averiguar
lo que ocurriendo, antes de cambiar a otra
emoción o sentir ninguna otra, la sorpresa en sí
misma se puede sentir bien o mal. Algunas
personas nunca quieren ser sorprendidos, aunque
sea por un evento positivo, y a otros les encanta,
dejan
deliberadamente
muchas
cosas
sin
planificar de manera que a menudo pueden
experimentar lo inesperado. Buscan experiencias
en las que es probable que sean sorprendidos.
La sorpresa no puede durar más de unos pocos segundos a lo sumo, lo cual no se cumple
para cualquiera de las otras emociones. Ellas pueden ser muy breves, pero también
pueden durar mucho más tiempo. El miedo, que a menudo sigue a la sorpresa, puede ser
extremadamente
breve,
pero
también
puede
durar
mucho
más
tiempo.
Mientras que la sorpresa sí es una emoción, no lo es el susto, a pesar de que muchas
personas intercambian y confunden una con otra. Ellas no tienen el mismo aspecto
físico, la expresión del susto es el opuesto exacto de la expresión de la sorpresa. Por
ejemplo, si disparo una pistola al aire, casi inmediatamente surge el susto donde
inmediatamente los ojos se cierran (en la sorpresa se abren completamente), las cejas
bajan (en la sorpresa las cejas se levantan), y los labios se tensan y extienden (en la
2
sorpresa la mandíbula cae abierta). En todas las otras expresiones emocionales, la
expresión más extrema se asemeja a una expresión moderada de dicha emoción,
mostrando contracciones musculares más intensas. La furia es una expresión más intensa
que la ira, el terror que el miedo, y así sucesivamente. La diferencia en las expresiones
de susto y sorpresa implica que estar asustados no es simplemente un estado más
extremo de sorpresa.
El susto difiere de la sorpresa de otras tres maneras. En primer lugar, el momento del
susto es aún más limitado que el de la sorpresa, la expresión siempre se manifiesta entre
en un cuarto de segundo y la mitad de un segundo, es tan rápido que ocurre en la
velocidad de un parpadeo. El tiempo no es fijo para ninguna emoción. En segundo lugar,
el hecho de que te digan de antemano que están a punto de asustarte por un ruido muy
fuerte reduce, en la mayoría de la gente, la magnitud de la reacción, pero no la elimina,
no puede ser sorprendido si usted sabe lo que va a suceder. En tercer lugar, nadie puede
inhibir la reacción del susto, aunque a uno le digan exactamente cuando un ruido fuerte
se producirá. El susto es más un reflejo físico que una emoción.
Se afirmó anteriormente que algunas personas disfrutan de ser sorprendidas. Cada una
de las llamadas emociones “negativas” pueden ser positivas en el sentido de que algunas
personas disfrutan experimentándolas. Es por ello que es un error simplemente dividir
las emociones en positivas y negativas, como muchos teóricos de la emoción suelen
hacerlo.
3
Descargar