Poder Judicial de la Nación

Anuncio
Poder Judicial de la Nación
//ta, 3 de mayo de 2013.AUTOS Y VISTO:
Este incidente N°186/13 caratulado Habeas Corpus en Favor de
los Detenidos Alojados en las Comisarías Nº 42, 45, 41, 40, 44 y del Cuerpo
Policial Femenino”, con trámite en el Juzgado Federal de Orán (Expte. N°
1943/12), y
RESULTANDO:
USO OFICIAL
I.Que se elevan estas actuaciones al Tribunal en virtud del recurso
de apelación interpuesto por el Defensor Ad hoc de Orán Dr. Luis Casares a fs.
48/53 en contra del decreto de fs. 44 ampliatorio de la resolución de fs. 33/35
en cuanto se resuelve no hacer lugar a la prohibición de alojar detenidos
federales en las Comisarías dependientes de la Unidad Regional Nº 4 (en
adelante UR 4 –Tartagal- de la Policía de la Provincia de Salta).II.Cabe recordar que las presentes actuaciones se originaron a raíz
del hábeas corpus correctivo que presentara en favor de los alojados en las
distintas comisarías y destacamentos dependientes de la UR 4 de la policía
provincial, el Defensor Público Oficial ad hoc ante el Juzgado Federal de
Orán (fs.1/4), Dr. Luis Casares.Con su acción el representante del Ministerio Público de la
Defensa pretendía que se ordene el inmediato traslado de los alojados en las
Comisarías Nº 42, 45, 41, 40, 44 y en el Cuerpo Policial Femenino
dependientes de la Unidad Regional Nº 4 a lugares adecuados de detención
y/o se ordene su inmediata excarcelación, pues las condiciones en las que
cumplían su encarcelamiento los detenidos constituía un agravamiento
ilegítimo de la libertad.Asimismo, solicitó que se prohíba alojar detenidos federales en
las Comisarías de la Policía de la Provincia de Salta sitas en la jurisdicción del
Juzgado Federal de Orán por cuanto no reúnen las condiciones mínimas para
realizar esa función.A fs. 33/35 el a quo resolvió hacer lugar a la acción de hábeas
corpus y ordenó ordenar el traslado de los imputados federales a disposición
del Juzgado Federal de Orán alojados en las Comisarías Nº 42, 45, 41, 40, 44
y en el Cuerpo Policial Femenino dependientes de la Unidad Regional Nº 4 a
Unidades Carcelarias Federales más cercadas a su jurisdicción.A fs. 43 el Defensor Ad hoc, en los términos del art. 126 del
C.P.P.N., solicitó que también se prohíba alojar detenidos federales en las
Comisarías de la Policía de la Provincia de Salta, como lo había requerido en
su presentación de fs. 32.A fs. 44 el instructor rechazó hacer lugar al pedido de prohibición
efectuado por el Ministerio Público de la Defensa, atento que con ello se
agravaría aún más la emergencia carcelaria que existe en la jurisdicción del
Juzgado Federal de Orán.-
Poder Judicial de la Nación
Al apelar lo decidido por el Juzgado Federal de Orán (fs. 48/53),
el Defensor Ad hoc señaló que las condiciones fácticas del sub judice son
similares a las que se ventilaron en la causa Nº 9508 caratulada “Rivera Vaca
Marcos y Otro s/ Recurso de Casación” de la Sala III de la Cámara Nacional
de Casación Penal, en la que a raíz de lo resuelto por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación se dispuso que no se pudiera alojar detenidos federales
por un lapso mayor a 24 hs. en el Escuadrón Nº 52 Tartagal de Gendarmería
Nacional.Citó jurisprudencia y doctrina que consideró que apoyan su
USO OFICIAL
pedido e hizo reserva de caso federal.Luego de la remisión de distintos informes (fs. 55/92 y fs.
97/113), a fs. 114 la Brigada de Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia
de Salta expresó que Carlos Mealla, Ricardo Miranda, Alejandro Amado
Sánchez Gómez y Miguel Ángel Corbalán, los últimos detenidos a disposición
de la justicia federal que quedaban alojados en dependencias policiales y por
quienes, entre otros, se había hecho lugar al recurso de hábeas corpus, en
fecha 06/03/13 fueron trasladado a la Unidad Carcelaria Nº 23.A fs. 120 el Defensor Oficial Ad hoc ante este Tribunal,
remitiéndose a los escritos de fs. 48/53 y fs. 44, solicitó que se tenga por
debidamente fundado el recurso de apelación oportunamente incoado en
contra del punto de la resolución de fs. 33/35 que no hizo lugar al pedido de
que se prohíba de alojar detenidos federales en las Comisarías de la
jurisdicción de la UR 4.-
A fs. 121/123 el Fiscal General Subrogante consideró que
corresponde confirmar el decreto de fs. 44, ampliatorio de la resolución de fs.
33/35, pero estableciendo que los detenidos federales no podrán permanecer
detenidos en las dependencias policiales dependientes de la UR 4 más que un
limitado lapso de tiempo, tal como lo propusiera al dictaminar en la causa Nº
167/13 “Hábeas Corpus a favor de los detenidos en la Comisaría 24, 20, 22,
23 Destacamento Tabacal y Cuerpo Policial Femenino” y que este Tribunal
decidiera compartir al resolver el 4 de marzo de 2013 en la causa Nº 642/12
caratulada “Secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Salta s/habeas
corpus correctivo colectivo”, con trámite en el Juzgado Federal N° 1 de Salta
(Expte. N° 826/12).Destacó que el a quo reconoció que las condiciones de detención
de las personas alojadas en las comisarías de la jurisdicción del Juzgado
Federal de Orán no cumplen con los estándares normativos que rigen en la
materia, pero que frente a esa situación dispuso el traslado de los detenidos a
unidades dependientes del Servicio Penitenciario Federal, en concordancia con
las pautas señaladas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la
Cámara Nacional de Casación Penal.
Indicó que no se podía desconocer que sobre el problema de las
condiciones de detención y la carencia de lugares adecuados para ello, el
Poder Judicial es uno de los agentes que interviene en la problemática
planteada en autos pero no el único si se repara que el Servicio Penitenciario
Federal se encuentra bajo la órbita del Poder Ejecutivo Nacional a través del
Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, por lo
Poder Judicial de la Nación
que la solución definitiva al problema de superpoblación carcelaria que se
presenta en nuestra provincia no se va a obtener a través de la vía intentada.
CONSIDERANDO:
I.Que, en primer lugar, cabe señalar que las cuestiones vinculadas a
las condiciones de detención de las personas privadas de su libertad a
disposición de la justicia federal en esta jurisdicción no es novedosa, sino de
vieja data y repetitiva en el tiempo, como lo demuestran no sólo los
USO OFICIAL
numerosos hábeas corpus relacionados con esa problemática en los que se
tuvo que intervenir, sino también las gestiones que realizó esta Cámara
Federal ante los distintos organismos competentes del Estado Nacional a lo
largo de los últimos años (v.gr. reunión en la que se convocó a todas las
autoridades con incidencia en la temática el día 28 de septiembre de 2009 y
“Actuaciones Relativas a la Situación Actual de los Lugares de Detención”
´Expte. N°212/02/02, Letra “E” tramitada ante este Tribunal, y a cuyas
constancias es dable remitirse por razones de brevedad.).En consecuencia, ante una situación de las referidas, concierne a
este Tribunal, como parte del Poder Judicial, intervenir para proveer tutela
judicial efectiva a los derechos fundamentales de las personas que se
encuentran detenidas en su jurisdicción, resultando una cuestión de esta
naturaleza justiciable por vía de habeas corpus colectivo (“Habeas corpus
correctivo interpone Dr. Martínez Gallardo a favor de Salazar, Jesús Cristian
s/habeas corpus” resolución de fecha 03/03/2010).
Así, en la causa “Salazar” citada, se sostuvo que “en nuestro
ordenamiento jurídico se establece que el habeas corpus puede ser interpuesto
en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención
(Constitución Nacional, art. 43), por lo que su objeto restaurativo es muy
claro, de modo que en la medida que se invoquen estas situaciones de
gravedad indebida se habilita la acción que, dentro de sus cauces
constitucionales, no confronta con la división de poderes. Es que con la
implementación de dicha acción, no se pretende que los jueces sustituyan a los
otros poderes del estado o impongan políticas de gobierno. Por el contrario,
con ello se quiere subsanar o hacer cesar las consecuencias vulneratorias de
los derechos fundamentales de los internos, provengan o no de una
determinada política penitenciaria”.Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
señalado que incluso en tales situaciones se puede superponer la función
propia del Poder Judicial con las de los poderes que intervienen en las
políticas carcelarias, pero que la intervención del Poder Judicial no implica
una injerencia indebida del mismo en la política sino que precisamente lo
único que hace, en su respectivo ámbito de competencia y con la prudencia
debida en cada caso, es tutelar los derechos e invalidar esa política sólo en la
medida en que los lesiona (Fallos: 318:2002 y 328:1146).II.Que en relación a la prohibición de que se alojen detenidos
Federales en las Comisarías de la UR 4 de la Policía de la Provincia de Salta
solicitado por el apelante, cabe adelantar que no tendrá cabida por cuanto el
Poder Judicial de la Nación
alojamiento de reos en ese tipo de establecimiento no resulta ilegítimo per se,
sino sólo en la medida que se realice en condiciones que vulnere los derechos
que gozan las personas privadas de la libertad y/o sea imposible cumplir con
los objetivos y estándares mínimos establecidos en las normas que
reglamentan esa situación.Así en el art. 18 de la C.N., Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, Convención Americana sobre Derechos
Humanos, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
USO OFICIAL
Degradantes; así como las reglas establecidas por los organismos
internacionales como estándares respecto de personas privadas de libertad en
las “Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos”, los “Principios
básicos para el tratamiento de los reclusos”, y en las recomendaciones
efectuadas por el Comité Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes y la ley 24660; no se prohíbe de manera expresa y
clara la posibilidad de alojar detenidos en comisarías o establecimientos
policiales o de fuerzas de seguridad.En efecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
“Verbitsky” (Fallos: 328:1146) relativo a la ilegalidad de las detenciones de
mayores de edad en comisarías y establecimientos policiales de la Provincia
de Buenos Aires alegado por la parte actora, se limitó a sostener que era deber
de la Suprema Corte y demás tribunales de esa Provincia, dentro de su
competencia, verificar en cada caso el incumplimiento de las Reglas Mínimas
para el Tratamiento de Reclusos de Naciones Unidas.-
Así, señaló que “ante esta situación es indudable que esta Corte
no puede resolver todas las cuestiones particulares que importa, dadas las
dificultades antes señaladas y el número de casos y variables posibles, pero es
su deber instruir a la Suprema Corte y a los demás tribunales de la Provincia
de Buenos Aires para que en sus respectivas competencias extremen la
vigilancia para el adecuado cumplimiento de las Reglas Mínimas y de las
normas que nacional e internacionalmente imponen el tratamiento digno de
toda persona privada de libertad y, en especial, en lo que hace a la tutela de la
vida humana y la integridad física de los presos, del personal y de terceros.
Por ello en el considerando 41 se señala que “no escapa a esta Corte que de
verificarse algunos de los extremos mencionados por el accionante, sería
posible que se configurasen eventuales casos de agravamientos que
importarían trato cruel, inhumano o degradante u otros análogos, susceptibles
de acarrear responsabilidad al Estado Federal. En esta eventualidad, es deber
de esta Corte, por estar comprometida la responsabilidad internacional del
Estado Federal, instruir a la Suprema Corte y a los demás tribunales de la
Provincia de Buenos Aires para que hagan cesar con la urgencia del caso el
agravamiento o la detención misma, según corresponda”.
III.Que no obstante lo expuesto, atento a la naturaleza de los
derechos en juego, y con el objeto de evitar en el futuro situaciones que
impliquen graves vulneraciones de garantías constitucionales de los detenidos
federales en la jurisdicción del Juzgado Federal de Orán, se procederá a
analizar si en las actuales condiciones de las comisarías de la UR 4 Tartagal de
Poder Judicial de la Nación
la Policía de la Provincia de Salta se puede alojar detenidos federales por un
tiempo prolongado.Que sobre la materia resulta una referencia obligada lo prescripto
por el art. 18 de la C.N. en cuanto expresa que las cárceles de la Nación serán
sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos que allí se alojen,
pues reconoce a las personas privadas de su libertad (penados y presos
cautelares) el derecho a un trato digno, como así también establece la tutela
judicial efectiva que garantice su cumplimiento
USO OFICIAL
Sobre el punto la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo
que "Un principio constitucional impone que las cárceles tengan como
propósito fundamental la seguridad y no el castigo de los reos detenidos en
ella, proscribiendo toda medida que a pretexto de precaución conduzca a
mortificarlos más allá de lo que ella exija (art. 18 de la Constitución
Nacional). Tal postulado, contenido en el capítulo concerniente a las
declaraciones, derechos y garantías, reconoce una honrosa tradición en nuestro
país ya que figura en términos más o menos parecidos en las propuestas
constitucionales de los años 1819 y 1824 a más de integrar los principios
cardinales que inspiran los primeros intentos legislativos desarrollados por los
gobiernos patrios en relación a los derechos humanos. Aunque la realidad se
empeña muchas veces en desmentirlo, cabe destacar que la cláusula tiene
contenido operativo. Como tal impone al Estado, por intermedio de los
servicios penitenciarios respectivos, la obligación y responsabilidad de dar a
quienes están cumpliendo una condena o una detención preventiva la
adecuada custodia que se manifiesta también en el respeto de sus vidas, salud
e integridad física y moral. La seguridad, como deber primario del Estado, no
sólo importa resguardar los derechos de los ciudadanos frente a la
delincuencia sino también, como se desprende del citado art. 18, los de los
propios penados, cuya readaptación social se constituye en un objetivo
superior del sistema y al que no sirven formas desviadas del control
penitenciario" (Fallos: 318:2002).
En concordancia con lo expuesto, el Máximo Tribunal ratificó su
criterio de que las personas privadas de su libertad son sujetos de derechos y,
en cuanto tales, no pueden ser privados de sus derechos individuales en lo que
son protegidos por las leyes, salvo las libertades constitucionalmente
restringidas tras un juicio en el que se respete la garantía del debido proceso
(“Romero Cacharane, Hugo Alberto s/ ejecución penal”, Fallos: 327:388).
Al respecto, cuadra señalar que , en la materia resulta vinculante
los compromisos asumidos por el Estado Nacional al suscribir la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. 25), la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (art. 5 inc. 2), el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (art. 10) y la Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; así como las reglas
establecidas por los organismos internacionales como estándares respecto de
personas privadas de libertad tal los casos de las recomendaciones efectuadas
por el Comité Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes respecto de Argentina el 10 de diciembre de 2004 (ver Fallos:
322:2735, considerando 6°, y 328:1146, considerandos 39, 48 y 50), y las
Reglas Mínimas para el tratamiento de Reclusos de las Naciones Unidas,
recogidas por la ley 24.660 (Fallos: 328:1146).
Poder Judicial de la Nación
IV.Precisando lo anterior, el Estado Nacional reglamentó mediante la
ley 24.660 el trato que se debe proporcionar a las personas a disposición de la
justicia como las condiciones que tienen que reunir los establecimientos en los
que se cumplan las privaciones de la libertad de los reos.Así, el art. 177 de la ley 24.660 establece que “Cada
establecimiento de ejecución ... Contemplará una racional distribución del
tiempo diario que garantice la coordinación de los medios de tratamiento que
USO OFICIAL
en cada caso deban utilizarse, en particular la enseñanza en los niveles
obligatorios, la atención de las necesidades físicas y espirituales y las
actividades laborales, familiares, sociales, culturales y recreativas de los
internos, asegurando ocho horas para el reposo nocturno y un día de descanso
semanal.”
Por su parte, el art.178 regula que “Las cárceles o alcaidías tienen
por objeto retener y custodiar a las personas sometidas a proceso penal. Su
régimen posibilitará que el interno pueda ejercer su derecho al trabajo y
afrontar la responsabilidad de asistir a su grupo familiar dependiente e incluirá
programas y actividades que permitan evitar o reducir, al mínimo posible, la
desocialización que pueda generar la privación de libertad”.Asimismo, el art. 185 establece las condiciones mínimas que
deben reunir los establecimientos carcelarios. Así, en lo que al caso interesa,
prevé “... los medios siguientes: a) Personal idóneo, en particular el que se
encuentra en contacto cotidiano con los internos, que deberá ejercer una
actividad
predominantemente
educativa;
b)
Un
organismo
técnico-
criminológico del que forme parte un equipo multidisciplinario constituido por
un psiquiatra, un psicólogo y un asistente social y en lo posible, entre otros,
por un educador y un abogado, todos ellos con especialización en criminología
y en disciplinas afines; c) Servicio médico y odontológico acorde con la
ubicación, tipo del establecimiento y necesidades; d) Programas de trabajo que
aseguren la plena ocupación de los internos aptos; e) Biblioteca y escuela a
cargo de personal docente con título habilitante, con las secciones
indispensables para la enseñanza de los internos que estén obligados a
concurrir a ella;... h) Instalaciones para programas recreativos y deportivos; i)
Locales y medios adecuados para alojar a los internos que presenten episodios
psiquiátricos agudos o cuadros psicopáticos con graves alteraciones de la
conducta; j) Secciones separadas e independientes para el alojamiento y
tratamiento de internos drogadependientes; k) Instalaciones apropiadas para
las diversas clases de visitas autorizadas”.Por una parte, las aludidas Reglas Mínimas para el tratamiento de
reclusos expresan que "Los reclusos pertenecientes a categorías diversas
deberán ser alojados en diferentes establecimientos o en diferentes secciones
dentro de los establecimientos, según su sexo y edad, sus antecedentes, los
motivos de su detención y el trato que corresponda aplicarles. Es decir que: a)
Los hombres y las mujeres deberán ser recluidos, hasta donde fuere posible,
en establecimientos diferentes; en un establecimiento en el que se reciban
hombres y mujeres, el conjunto de locales destinado a las mujeres deberá estar
completamente separado; b) Los detenidos en prisión preventiva deberán ser
separados de los que están cumpliendo condena; c) Las personas presas por
deudas y los demás condenados a alguna forma de prisión por razones civiles
Poder Judicial de la Nación
deberán ser separadas de los detenidos por infracción penal; d) Los detenidos
jóvenes deberán ser separados de los adultos (arts. 8 y 9 aprobadas por el
Consejo Económico y Social en sus res. 663 C 31-7-57 y 2076-13-5-77).
Por su parte, se considera pertinente recordar que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso "Panchito López" (CIDH
caso "Instituto de Reeducación del Menor v. Paraguay", el 2 de septiembre de
2004) interpretó los derechos y garantías previstos en el art. 5 de la
Convención, estableciendo, en lo que aquí interesa, que:
USO OFICIAL
1. "Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral".
2. "Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto
debido a la dignidad inherente al ser humano".
3. "La pena no puede trascender de la persona del delincuente"
4. "Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en
circunstancias excepcionales y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su
condición de personas no condenadas".
5. "Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los
adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad
posible, para su tratamiento"
6. "Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la
reforma y la readaptación social de los condenados".
Dicho Tribunal internacional en lo referente al derecho a la
integridad personal, señaló que no sólo implica que el Estado debe respetarlo
(obligación negativa), sino que, además, requiere que el Estado adopte todas
las
medidas
apropiadas
para
garantizarlo
(obligación
positiva), en
cumplimiento de su deber general establecido en el art. 1.1 de la Convención
Americana.V.Que analizadas las pruebas colectadas a la luz de los principios
mencionados, en especial la carencia de funcionarios especializados en la
custodia y trato de detenidos; de lugares específicos y adecuados para comer,
esparcirse y recibir vistas; de asistentes médicos y de licenciados en
psicología; a lo que se suma las dimensiones impropias para alojar reos por
tiempos considerables, se concluye que las instalaciones de las Comisarías de
la UR 4 no reúnen las condiciones para funcionar en forma permanente
como lugares de detención de condenados y procesados de conformidad a los
términos de ley 24.660, las pautas de las Reglas Mínimas para el Tratamiento
de Reclusos de la Naciones Unidas y la jurisprudencia nacional e internacional
precedentemente citadas.En efecto, en esas condiciones y no obstante el loable esfuerzo de
las autoridades y funcionarios provinciales, resulta casi imposible cumplir con
el tratamiento establecido por la Constitución Nacional y los instrumentos
internacionales ya citados.Es que, como puede advertirse, todo detenido a disposición de la
justicia tiene el derecho a un debido trato en el lugar donde cumple su
Poder Judicial de la Nación
restricción ambulatoria, rigiendo el principio de humanidad en la ejecución de
las penas privativas de la libertad y poniendo en cabeza del Estado el
aseguramiento de las condiciones necesarias para el desarrollo de una vida
digna en prisión, lo que evidentemente no se cumple si se permitiera la
detención de personas por tiempos considerables en comisarías que carecen de
las condiciones mínimas exigidas por la ley para cumplir sus objetivos.VI.Que sobre tales bases, debe quedar claro que en las instalaciones
USO OFICIAL
de las Comisarías de la UR 4 de la Policía de la Provincia de Salta solo se
podrá alojar a detenidos federales por el tiempo mínimo necesario para
que el juez federal -luego de realizada una detención- en el proceso penal
correspondiente realice las medidas procesales inmediatas (v.gr. tomar
declaración indagatoria, resolver pedidos de excarcelación dentro del estricto
plazo legal para hacerlo, etc.), como también el que demande coordinar con
las autoridades del Servicio Penitenciario Federal el traslado y albergue
de los imputados a las Unidades carcelarias más cercanas a la jurisdicción
del Juzgado Federal de Orán.El alojamiento de detenidos federales en esas condiciones por un
tiempo acotado al que demande realizar las medidas procesales impostergables
de toda instrucción penal y el coordinar el traslado a Unidades Carcelarias del
Servicio Penitenciario Federal que cuenten con cupo, encuentra respaldo
normativo en las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos adoptadas
por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por
el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de
julio de 1957 y 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977, las que establecen que:
“9. 1) Las celdas o cuartos destinados al aislamiento nocturno no deberán ser
ocupados más que por un solo recluso. Si por razones especiales, tales como el
exceso temporal de población carcelaria, resultara indispensable que la
administración penitenciaria central hiciera excepciones a esta regla, se deberá
evitar que se alojen dos reclusos en cada celda o cuarto individual. 2) Cuando
se recurra a dormitorios, éstos deberán ser ocupados por reclusos
cuidadosamente seleccionados y reconocidos como aptos para ser alojados en
estas condiciones. Por la noche, estarán sometidos a una vigilancia regular,
adaptada al tipo de establecimiento de que se trate”.
Es que para establecer si una determinada situación vulnera los
derechos de las personas privadas de la libertad, al primer parámetro al que se
debe recurrir es a la garantía constitucional prevista en el art. 18 in fine de la
Constitución Nacional que establece: “Las cárceles serán sanas y limpias, para
seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas,...”.
Con la solución propiciada arribada, se estima que se ampara
tanto los derechos de los detenidos como se la situación de emergencia
carcelaria que concurre en la jurisdicción del Tribunal.En concordancia con lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia de
la Nación en el citado precedente “Verbitsky” recordó que en el caso “Bell v.
Wolfish”, 441 U.S. 520 (1979) la Suprema Corte de Estados Unidos,
consideró que era posible mantener a dos presos en una misma celda teniendo
en cuenta, al mismo tiempo, que se trataba de plazos breves de detención y
Poder Judicial de la Nación
cuando los detenidos tenían una gran libertad de movimiento dentro del penal.
Asimismo, también sostuvo que el tribunal norteamericano en “Rhodes v.
Chapman” 452 U.S. 337 (1981) juzgó que la presencia de dos presos por celda
no significa que sus derechos constitucionales han sido violados siempre que
las condiciones de las respectivas celdas resultaran adecuadas en cuanto a la
superficie habitada, las condiciones de comida y temperatura y la posibilidad
de utilizar otras instalaciones del penal en períodos diurnos. Y si bien el
gobierno federal y los estaduales de dicho país invirtieron suficiente dinero en
la construcción de nuevas cárceles, pese a eso ello no se ha podido solucionar
USO OFICIAL
el problema de hacinamiento frente a una tasa de encarcelamiento siempre
creciente. Así, nuestro Alto Tribunal recordó que en algunos casos las
autoridades penitenciarias norteamericanas han tenido que colocar camas en
los gimnasios, en los comedores del establecimiento, en pasillos y en otros
extraños lugares. Y citando doctrina especializada de ese país, recordó que
otra forma de responder a esta situación ha sido aumentar el número de
internos por celda diseñadas para albergar a menos personas. Sin embargo,
debe tenerse en cuenta que con anterioridad la Corte de aquel país también
consideró en “Hutto v. Finney” 437 U.S. 678 (1978) que una corte de distrito
estaba facultada para limitar la confinación de detenidos en celdas punitivas
aisladas a no más de treinta días como un medio de aliviar las condiciones
inconstitucionales de esas celdas. En particular, destacó que la decisión de la
Corte de distrito era una razonable respuesta a las condiciones sórdidas e
inconstitucionales de esas celdas. Posteriormente en “Wilson c. Seiter” 501
U.S. 294 (1991) el citado tribunal estableció dos requisitos para considerar
que se presentaba un castigo cruel e inusual para las condiciones de
confinamiento. El primer requisito -objetivo- requiere que el preso haya sido
privado de una "necesidad humana identificable" como comida, clima
adecuado o ejercicio. El segundo requisito -subjetivo- supone que el
demandante debe demostrar que el demandado actuó con indiferencia
deliberada en fallar en la rectificación de las deficiencias de esas condiciones.
Por lo fundamentos expresados, se considera entonces que
el alojamiento en las Comisarías de la UR 4, por el tiempo necesario para dar
cumplimiento a las medidas procesales inmediatas no constituyen per se un
agravamiento de las condiciones de detención en perjuicio de lo allí alojados,
máxime si se tiene en cuenta la ubicación del Tribunal de esa ciudad,
ciertamente muy alejado de los centros de detención existentes, y a lo que se
añade la dificultad que evidenciarán los organismos nacionales para construir
establecimientos adecuados en la zona, los que , a fin de –a la fecha- consultar
las necesidades del referido Tribunal deberá exhibir una capacidad de
alojamiento no menor a 300 personas (el Juzgado Federal de Orán hoy cuenta
con más de 200 detenidos a su disposición por causas vinculadas al
narcotráfico y trata de personas).Lo resuelto se encuentra en concordancia con lo decidido
en fecha 24/02/10 por la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal en
la causa N°9508 caratulada “Rivera Vaca, Marci Antonio y Otros S/ Recurso
de Casación” en cuanto dispuso hacer lugar a una acción de hábeas corpus
colectivo deducido en forma conjunta por el Fiscal Federal, Dr. José Luis
Bruno, y la Sra. Defensora Oficial, Dra. María Dolores Pistone, y ordenó que
en el Escuadrón 52 “Tartagal” de Gendarmería Nacional, Provincia de Salta,
no se alojen personas por un plazo mayor de veinticuatro horas; y finalizado
ese plazo, el órgano jurisdiccional –en forma conjunta con las autoridades
Poder Judicial de la Nación
encargadas de la custodia de los detenidos- procedan a ubicarlos en una
institución carcelaria –sea provincial o federal- con el debido resguardo y
preservación de las garantías y derechos de rango constitucional del que gozan
las personas privadas de la libertad. También ordenó que en el plazo de cinco
días los jueces que tengan a disposición personas alojadas en el Escuadrón 52
“Tartagal”, provincia de Salta, ordenen su traslado, previo acordar con la
autoridad penitenciaria el lugar de destino, debiendo poner en conocimiento
de la defensa dónde serán alojados para que sus allegados y/o familiares
conozcan la situación. Y como tercera medida dispuso que los jueces que
USO OFICIAL
tengan jurisdicción en el citado Escuadrón 52 “Tartagal” realicen un control
efectivo y periódico de las condiciones de detención a efectos de garantizar lo
decidido.
VII.Que, por último, atenta la extrema gravedad de la situación
descripta en razón de los derechos esenciales de la persona en juego, se
considera pertinente remitir copia de los antecedentes del caso a la Excma.
Corte Suprema de Justicia de la Nación, al Consejo de la Magistratura y al Sr.
Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación a fin de
poner nuevamente en evidencia el problema existente en materia carcelaria,
así como también reiterar la necesidad de que se halle una pronta solución a
aquel en las provincias de Salta y Jujuy, especialmente en la zona norte (Orán)
por su lejanía y carencia absoluta de instituciones penales cercanas, ámbito
sobre el que ejerce jurisdicción esta Cámara.
En consecuencia, se
RESUELVE:
I).- CONFIRMAR el decreto de fs. 44 ampliatorio de la
resolución de fs. 33/35 en cuanto se resuelve no hacer lugar a la prohibición
de alojar detenidos federales en las Comisarías dependientes de la Unidad
Regional Nº 4 (en adelante UR 4 –Tartagal- de la Policía de la Provincia de
Salta, con las limitaciones señaladas en los puntos V y VI del
CONSIDERANDO.
II).- RECHAZAR los recursos interpuestos por el
Defensor Público Oficial Ad hoc. Con costas (art. 530 del C.P.P.N).-.
III.- EXTRAER COPIAS de las principales actuaciones y
remitirlas a la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, al Consejo de
la Magistratura y al Sr. Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos
de la Nación, a fin de que tomen conocimiento de la grave situación descripta
en esta sentencia y requerirles la búsqueda de una solución pronta y definitiva
al problema carcelario de las provincia de Salta y Jujuy, especialmente en la
zona norte (Orán) por su lejanía y carencia absoluta de instituciones penales
cercanas.IV.- DEVOLVER las actuaciones al Juzgado Federal de
Origen.REGÍSTRESE Y ARCHÍVESE.Se deja constancia que el Dr. Roberto Loutayf Ranea no participó de las
deliberaciones ni suscribe la presente por encontrarse en uso de licencia (art.
109 del Reglamento para la Justicia Nacional y 396 del Código Procesal Penal
Poder Judicial de la Nación
de la Nación).Fdo. Dres. Jorge Villada y Renato Rabbi-Baldi Cabanillas.
USO OFICIAL
Secretario: Dr. Guillermo Elías.
Descargar