Tecnología y diversión para tu educación El pequeño cocodrilo Una linda mañana de sol la mamá cocodrila cavó un nido en la arena y allí puso sus huevos. Los cubrió con tierra y los dejó a cargo del calor solar. En el momento de nacer los cocodrilitos, la madre les ayudó a salir del cascarón. Asdrúbal fue el primero en nacer. Sacó la cabeza con sus ojos brillantes como el vidrio y luego el cuerpo. En seguida empezó a caminar torpemente por las piedrecitas. Parecía un pequeño dragón. —Ahora tendrá que aprender a nadar—pensó don Rodrigo, el pescador —Su padre vendrá a enseñarle cuando termine de pescar. Ya pronto sus hermanitos saldrán del cascarón. Tendremos cocodrilos a lo largo del río. El padre cocodrilo había madrugado mucho para nadar, pescar y luego calentarse tendido sobre las piedras. Desde allí oía a las calandrias y a otros pájaros del lugar. Como todos los cocodrilos, éstos nadaban rápidamente dejando los ojos y los orificios nasales fuera del agua. Comían peces, aves y otros animales que salían de sus madrigueras a beber en el río. Don Alejandro los cazaba para la industria. Él vendía el cuero, el aceite y la carne de cocodrilo. Tenía un estanque cuadrado debajo de un cedro. Era un estanque muy lindo, hecho de ladrillos y sembrado de hiedra alrededor. A menudo él cuidaba cocodrilos en el estanque con la ayuda de su hija Sandra. Allí vino a parar Asdrúbal, el pequeño cocodrilo que el padrino de Sandra Ie trajo del río. A veces el perro Ie ladraba pero no Ie hacía daño. Sandra Ie pintó varias escamas de color amarillo. —Así podré conocerlo siempre — dijo la niña. Sus amigos Andrés y Pedro también Ie ayudaban a cuidarlo. Ellos le daban pescado y luego lo dejaban nadar y descansar sobre los pedruscos del fondo. Un día comenzó a llover copiosamente y el agua se desbordó sobre los ladrillos del estanque. Asdrúbal cayó afuera y siguió caminando sobre el pedregal que daba a la ribera. Los niños oyeron unos ladridos pero no pudieron salir. 20 de Noviembre No. 68. San Salvador Tizatlali 52172 Metepec, Edo. de México Tel. (722) 2716972, 271 5705 [email protected] www.krismar.com.mx Tecnología y diversión para tu educación Cesó la lluvia y Adrián, el hijo del pescador, fue corriendo hasta la casa. En seguida llamó a Sandra y Ie dijo: —Yo estaba recogiendo almendras mientras esperaba a mi padre. De momento vi a tu cocodrilo en el río. Cuando mi padre llegó en su balandro, también lo vio. —¿Qué dijo don Rodrigo? —Él dice que esos animales son del agua y que Asdrúbal debe vivir allí con los demás cocodrilos. Yo pienso igual que él. —Es verdad, Adrián. Los cocodrilos son reptiles que deben vivir en el agua y en la arena. Tus palabras me han iluminado el pensamiento. Gracias, amigo. Dejaré a Asdrúbal en el río para que sea verdaderamente feliz.