residuo cero

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RESIDUO CERO
El camino a seguir
Greenpeace España, Junio 2002
La eliminación de los residuos se ha convertido en un problema global que
ocasiona gastos millonarios. Normalmente los residuos se destinan a vertederos o a
incineradoras, con graves consecuencias tanto para el medioambiente como para la
salud. Los vertederos son grandes productores de metano y sus lixiviados
contaminan las aguas subterráneas. Las incineradoras, incluso las llamadas “de
última generación”, que cuentan con dispositivos para el control de la
contaminación, emiten gases de efecto invernadero y son fuente de metales
pesados, partículas y de las cancerígenas dioxinas. Estas instalaciones envenenan
el aire, el suelo y el agua.
Ambos sistemas de eliminación son extremadamente costosos y sólo generan
pequeños beneficios locales. La recogida de basuras en Estados Unidos supone un
coste de 4.000 millones de dólares anuales. En Asia, el coste es de 25.000 millones
de dólares, y se estima que esta cifra se duplique en el plazo de una generación. La
sociedad continúa utilizando sistemas de tratamiento de residuos caros e
insalubres que no resuelven el problema, tan sólo perpetúan una mentalidad
“despilfarradora” que no considera los residuos como recurso. Es necesario un
nuevo enfoque que no trate los residuos como un problema que hay que enterrar o
quemar, sino como una oportunidad para recuperar recursos valiosos, crear empleo,
ahorrar dinero y reducir la contaminación.
¿Qué significa RESIDUO CERO?
RESIDUO CERO es un nuevo planteamiento pionero en la gestión de
residuos que están promoviendo algunos municipios, empresas y gobiernos. Este
principio afronta el problema de los residuos desde su origen, centrándose no sólo
en el tratamiento de los residuos para que los materiales se reciclen y se recupere
la materia orgánica, sino también en el diseño de los productos de forma alarguen
que su vida útil.
Esta filosofía parte de la idea de que el desmesurado crecimiento de residuos
de nuestra sociedad industrial está poniendo en peligro la capacidad de la
naturaleza para mantener nuestras necesidades y las de futuras generaciones.
RESIDUO CERO es el planteamiento de un nuevo sistema que exige cambios
fundamentales en la forma en la que los materiales fluyen en la sociedad. El
objetivo último es un sistema industrial que se dirija a la recuperación de los
materiales en vez de a su eliminación.
Eliminar vs. Reciclar
Cada día en el mundo, estamos quemando o enterrando papel, metales y
plásticos que si se reciclasen, reducirían la constante destrucción de los bosques del
planeta, el empobrecimiento de los suelos y el agotamiento de los recursos
minerales. Por ejemplo, duplicando la vida útil de un coche ahorraríamos las15 Tn
de materiales que se requieren para fabricar uno nuevo. Reciclando papel
podríamos aprovechar la madera seis veces en lugar de una. Aumentando la
producción de recursos también conseguiremos un mayor ahorro de energía.
RESIDUO CERO jugaría un papel principal en la reducción de las emisiones de
CO2 y la permanencia del carbono en el suelo.
RESIDUO CERO además aporta dividendos económicos. Rediseñando la
producción e incrementando el reciclaje se está estimulando la revolución de la
industria “verde”. Nuevos materiales e industrias están proliferando, aumentando
el número puestos de trabajo en este sector. Programas efectivos de separación de
residuos, así como los sistemas para el compostaje de materia orgánica -que supone
como mínimo el 50% de los residuos en la mayoría de los países- generan además
ingresos locales.
Los gobiernos que se han embarcado en políticas de minimización de
residuos con el fin de frenar la contaminación y el cambio climático se están dando
cuenta que RESIDUO CERO es una pieza clave para el desarrollo de una
estrategia económica post-industrial. En Alemania el reciclaje emplea a más
personas que las telecomunicaciones. En Estados Unidos, se ha superado a la
industria automovilística en la creación de puestos de trabajo directos. Legisladores
locales y nacionales de Australia, Dinamarca, Estados Unidos, Nueva Zelanda y
Canadá ya están abogando por políticas de RESIDUO CERO. Grandes empresas
como Sony, Mitsubishi, Helwett-Packard y Toyota también apoyan este principio.
Algunas regiones han reducido el problema de los residuos hasta el 70% sólo con el
reciclaje.
La responsabilidad de los productores
RESIDUO CERO no depende exclusivamente del reciclaje. El crecimiento
del volumen de basuras es el resultado de procesos industriales derrochadores y del
exceso de empaquetado. Los pasos a seguir para conseguir acabar con el problema
de los residuos se centran en la reducción de la cantidad de basuras generadas por
la industria y desechadas por los consumidores. La reducción en origen es el único
enfoque posible para resolver de una forma limpia y eficaz el problema de las
basuras.
RESIDUO CERO plantea una solución global, desde el principio hasta el
fin del proceso de producción. Además incorpora el principio de la Extensión de la
Responsabilidad del Productor (ERP), que asegura que los fabricantes son los
responsables del producto y de su envase y embalaje durante todo el ciclo de vida.
Los costes de producir y envasar de forma irresponsable, normalmente recaen en la
comunidad local a través de tasas de gestión de residuos. Si un producto y su
envase no se pueden reutilizar, reciclar o compostar el productor debe asumir el
coste de su recogida y eliminación segura.
Los gobiernos a través de sus políticas pueden incentivar a los fabricantes
para que eliminen materiales y productos que no sean reutilizables, reciclables o
compostables. Se requiere una separación rigurosa de los materiales desechados
para facilitar su recuperación como recurso y que sean reutilizados por la
industria. En Europa ya están apareciendo legislaciones que recogen la
responsabilidad del productor. La Directiva sobre Vehículos Fuera de Uso y la
Directiva sobre Residuos de Equipamientos Eléctricos y Electrónicos de la UE
establecen porcentajes elevados de reutilización y reciclaje, y excluyen el uso de
materiales tóxicos.
Muchos artículos domésticos, como pilas, insecticidas, productos de papel y
plástico, maquinillas desechables, lacas, ... contienen sustancias tóxicas y
peligrosas que suponen serios riesgos para la salud y complican el problema de los
residuos. Los residuos sólidos urbanos que contienen sustancias o materiales
tóxicos son menos susceptibles de ser reciclados y ocasionan graves problemas
ambientales en vertederos e incineradoras. Los fabricantes deben asegurar la
paralización de la producción de artículos que contienen sustancias tóxicas.
La clave para alcanzar el RESIDUO CERO es la prevención: Evitando que
los residuos que sean valorizables entren en el flujo de los destinados a eliminación.
Previniendo el aumento del volumen de residuos finales y envases. Evitando el uso
de sustancias tóxicas y peligrosas en los artículos de consumo y frenando la
incineración.
Hasta que alcancemos RESIDUO CERO necesitaremos depositar en los
vertederos una pequeña proporción de residuos, aunque no formarían parte de esta
fracción ni la materia orgánica ni la fracción reciclable. Este residuo final se tiene
que “limpiar”, inertizar de tal forma que se eviten las reacciones químicas, las
emisiones de metano y el lixiviado de sustancias tóxicas al suelo y aguas
subterráneas.
En busca del RESIDUO CERO
Tradicionalmente los gobiernos ha optado por sistemas de tratamiento de
residuos que simplemente ocultan el problema, quemando la basura en
incineradoras o enterrándola en vertederos. La reducción de la capacidad de los
vertederos, la contaminación, las emisiones tóxicas y peligrosas de las
incineradoras son claros indicadores de que el problema está lejano a resolverse.
Para frenar el creciente problema de la gestión de residuos los gobiernos tienen que
desempeñar un papel más activo centrándose en: la demanda de productos
reciclados, la exigencias de tasas medioambientales para el sobreenvasado, el
fomento de la educación, el establecimiento de incentivos económicos a la reducción
de basuras y el desarrollo de proyectos e instalaciones para la separación, reciclaje
y compostaje de residuos. Los gobiernos que ya están llevando a cabo estas política
están demostrado que se puede realizar si existe voluntad política.
Sólo con sistemas de eliminación, reciclaje y compostaje de residuos bien
organizados basados en la reducción en origen alcanzaremos el camino hacia la
generación de RESIDUO CERO y un futuro sostenible.
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