** Joaquín Turina, Madrid, Editora Nacional, 1943, p. 98. (2ª ed. 1956, p. 89). De la extensa obra pianística de Turina debemos destacar una faceta que se aleja bastante del pintoresquismo: el ciclo pianístico. Una serie de obras que abarcan las esenciales formas pianísticas y donde figura la única composición de Turina para piano y orquesta [de cuerda]: la Rapsodia sinfónica, que muy breve, usa en el piano un estilo de gran línea y de gran aparato. Vale bien como muestra del carácter de es ciclo pianístico, especie de gran ejercicio virtuosista y que en mucha mayor escala desempeña un parecido papel al de las Vocalizaciones, para canto; conocimiento y aprendizaje del sentido abstracto de la forma que antecede, no temporalmente, sino como posición espiritual, a su obra nacionalista y pintoresca. Federico SOPEÑA. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Comentario incluido en el programa del concierto de la Orquesta de Cámara de Valencia. Conservatorio valenciano, 18 de junio de 1934. Sin forma musical determinada, en estilo rapsódico, según indica el título. Andante.- Comienza la cuerda con un motivo de gran sabor meridional, tratado en una luminosa disposición de orquesta. Hay intervenciones pianísticas en acordes vacíos que aumentan esta luminosidad orquestal. Diálogos entre orquesta y piano conducen a un pasaje cantábile del piano, en el que la izquierda destaca un expresivo motivo, enguirnaldado por los sonoros arpegios de la derecha. Esto conduce a otro tema de la orquesta que lleva hacia el segundo solo pianístico. Otro enlace orquestal lleva otra vez al cantábile ya citado, desviandolo tonalmente para dar entrada al... Allegro vivo.- En compás de 6/8, con un ritmo de danza, iniciado por el piano y conducido de la bemol mayor a mi bemol mayor, en cuya tonalidad lo coge la orquesta siguiendo el mismo ritmo agitado. Este pasaje de gran vitalidad y dinamismo lleva al... Un poco menos vivo.- En el mismo compás que el anterior inicia el piano un tema de sabor goyesco que, pronto, lo traspasa a la orquesta, mientras que el piano queda en un papel rítmico, haciendo juntamente con los celli un fondo armónico al tema que dice la orquesta. Diseños rítmicos de gran vitalidad y de armonía españolista llevan en crescendo la obra, hasta que reaparece el tema con toda su plenipotencia (sic) en los registros agudos de la cuerda. Siguen unos diálogos entre orquesta y piano, hasta que reaparece en este último el tema con gran fuerza. Tras este desarrollo volvemos al primo tempo, donde se reexpone el tema por la cuerda en tiempo Un poco menos vivo, adornado por diseños colorísticos del piano. Sigue crescendo al Piu tranquilo donde se reexpone en este movimiento el tema y diseños rítmicos anteriores. Unos compases en tiempo vivo hacen de coda, acabando la obra en un vibrante acorde de magnífica disposición orquestal y pianística. Emilio VALDÉS. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Comentario incluido en el LP EMI 1-J 063-01642. David Wilde (pianista) Nueva Orq. Philarmonia, Frühbeck de Burgos. Se trata de unas de las obras de Turina que más rápidamente lograron una popularidad internacional. En los últimos tiempos ésta parece haber declinado en forma sensible, pues se ejecuta raramente, lo cual implica una flagrante injusticia, ya que esta página breve, la única composición de Turina escrita para la combinación de piano y orquesta (en este caso de instrumentos de arco) conserva sin mácula su frescura melódica original, y todo el atractivo de su hábil instrumentación, la cual preserva en todo momento una atmósfera muy francesa justificada por la formación del compositor en la Schola Cantorum de París como discípulo destacado de Vincent d’Indy. La parte de piano está admirablemente elaborada (...) y se presta sin exageradas demandas- al franco lucimiento de un solista con temperamento. ANÓNIMO ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Comentario incluido en los LP Iberofón y Discophon (S) 4239. Bianca, Sandra (pianista) Orq. Filarm. de Hamburgo. Dir. Arthur Weinberg. En la Rapsodia sinfónica muestra Turina su naturaleza romántica dejando relegada su faceta descriptiva a un plano secundario. En la obra se realiza con especial encanto una síntesis entre los procedimientos chopinianos y los desarrollos armónicos de índole impresionista. El peligro que presentan las melodías de acento modernista de caer en el espíritu de la pieza de salón lo salva Turina con un juego armónico muy personal, el cual en ciertos momentos no es ajeno al del compositor norteamericano George Gershwin, que en los años veinte gozaba de gran popularidad. El acento romántico de la Rapsodia no desequilibra las texturas propias del impresionismo francés sino que confiere a éstas una expresión más cálida y sentimental. Señalemos por último que algunas de las intervenciones del piano evocan decididamente a Chopin ya que en la parte central unos motivos recuerdan concretamente la Polonesa Heroica a los que Turina presta una nueva y singular belleza. Federico TAVERNA-BECH. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Comentario incluido en el LP Belter (1968) 66.024 Hanton, Carl (pianista) Orq. de Cámara de Hannover. Dir. Paul Kleiber. (...) La Rapsodia sinfónica, una de las obras menos divulgadas de Turina, a pesar de ser de las más representativas del personal estilo del gran compositor sevillano, fue publicada en 1931. Pertenece al llamado Ciclo pianístico que, dentro de la obra pianística del autor, constituye un grupo especial caracterizado esencialmente por cierta austeridad que huye del pintoresquismo y por un propósito didáctico de trabajar abstractamente las principales formas de la literatura pianística. No obstante el Ciclo pianístico no es una colección de estudios con finalidad pedagógica, sino una creación de auténtico y acusado valor concertístico, siendo prueba fehaciente de ello la Rapsodia sinfónica para piano y orquesta de cuerda, en la que, dentro de su brevedad, el piano usa un lenguaje ampliamente elocuente y se entrega a virtuisismos aparatosos de brillante y cautivador efecto.En la orquesta encontramos la elevada temperatura armónica habitual en el compositor, y un romanticismo vibrante, vertebrado por tensos motivos de vigorosa fuerza rítmica, combinados en hábiles contrastes dinámicos y expresivos. Todo ello, sin embargo, se aparta bastante de la polícroma estampa andaluza a que Turina nos tiene acostumbrados, debido al deliberado propósito del compositor, cuando escribía piezas para el Ciclo pianístico, de enfocar desde un ángulo espiritual las mismas ideas y motivos que ordinariamente enfocaba desde una posición sensual y, sobre todo, nacionalista. En conjunto, la Rapsodia Sinfónica puede definirse como una obra en la que se manifiestan por un igual la elegancia, la fogosidad, la elevación casi mística y la vehemencia, resumiendo lo que, en general y siempre dentro de su inconfundible colorido, constituyen las características esenciales de este notabilísimo compositor andaluz. J. GARCÍA GAGO. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Turina, Madrid, Espasa Calpe, 1981, p. 93. (...) No se busca en esta obra la integración instrumental, sino que piano y orquesta mantienen su singularidad y se combinan mediante procedimientos de diálogo. Se advierten dos secciones temáticas principales: una, andante, con diseño sincopado; la otra, allegro vivo en 6/8, con la característica alternancia de esta métrica con la de ¾. La escritura pianística puede inscribirse en el romántico virtuosismo de bravura. José Luis GARCÍA DEL BUSTO. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** “El piano en la obra de Turina»” El Médico (Madrid), nº 22, 1982, pp. 46-48. (...) En realidad, la impresión que produce esta obra, al compararla con las restantes de este autor, es la de que está escrita con anterioridad a la adopción de un estilo definitivo vinculado de lleno a la patria chica, y dedicado a ensalzar sus esencias y sus ritmos. La Rapsodia sinfónica no tiene una idea determinada. Podría muy bien denominarse Fantasía. (...). Jaime NOGALES BELLO. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Comentario incluido en el programa del concierto en la Fundación Juan March celebrado el 18 de diciembre de 1991. La Rapsodia sinfónica es el nº 5 de una serie de obras que Turina presentó agrupadas bajo la denominación Ciclo pianístico. (...) Sorprendente ciclo en el que cabe observar -aun dentro de la indefectible unidad estilística del lenguaje turiniano- hasta tres tendencias diferentes: la evocación del clasicismo dieciochesco, la evocación del romanticismo y el llano descriptivismo de los Rincones. En todo caso, se trata de ocho obras individuales. (...) No parece pretender Turina en esta obra la integración instrumental, sino que piano y orquesta mantienen su singularidad y se combinan mediante procedimientos de diálogo. Se advierten dos secciones temáticas principales: una, Andante, con diseño sincopado; la otra, Allegro vivo, con la tan característica alternancia de compases de 6/8 y ¾. José Luis GARCÍA DEL BUSTO. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Joaquín Turina a través de sus escritos, Madrid, Alianza, 1997, p. 405. De las nuevas obras escritas por Turina, en estos doce meses, destacamos la Rapsodia sinfónica, opus 66. Es la única, en su catálogo, que el autor empareja su instrumento favorito con una orquesta, orquesta de cuerda en este caso. Fue escrita entre el 4 y el 18 de junio. En ésta, a modo de fantasía, se nos muestra su naturaleza de carácter posromántico con aromas procedentes de su formación francesa, tanto en sus valores armónicos y conceptuales como, también, instrumentales. Todo ello hace que esta partitura se aparte por entero de la mayoría de su producción de influencia nacionalista. Entre los apuntes de Turina hay uno fechado en 1929 en el que figura una lista de proyectos enviada a los editores de Madrid en la que, entre otras obras, les proponía la composición de una Sinfonía concertante (concierto con acompañamiento de orquesta de cuerda). En lugar de una sinfonía surge la Rapsodia sinfónica cuya estructura nos sugiere un tiempo de concierto. En ello parece adivinarse que al músico se le debió recordar su compromiso con la editorial, a la que estaba comprometido por un contrato que, entre otras condiciones, le exigía ¡brevedad! en sus creaciones para evitar grandes dispendios y reducir pérdidas en el supuesto de que la obra no obtuviera la aceptación deseada. Alfredo MORÁN. ───────────────────────────────────────────────────────────────────────── ** Comentario incluido en el LP DECCA Set 933 907 2. Resulta extraño que un compositor tan abierto a todas las formas tradicionales de la música como fue Turina, buen pianista y con las principales orquestas y directores del país dispuestos a interpretar sus obras, nunca compusiera un gran concierto a la manera romántica. Su trabajo más próximo a ello es una obra para piano y cuerdas iniciada como Sinfonía concertante, pero que, a la vista de cómo se desarrollaba la composición, sería titulada definitivamente Rapsodia sinfónica. (...) Tanto el planteamiento rapsódico, como la virtuosística escritura para el piano enlazan, en efecto, con la tradición romántica. El juego de oposición entre dos ideas temáticas -andante y allegro- es paralelo al propio plan instrumental, en el que no se busca la integración entre el solista y la orquesta de cuerda, sino más bien el juego dialéctico entre los recursos de ambos mundos sonoros. José Luis GARCÍA DEL BUSTO.