residencia y el masivo éxodo rural no será sino la manifestación

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residencia y el masivo éxodo rural no será sino la manifestación mas
evidente de esta premisa. Como señala Clout (1984), se trataba en gran
medida de un éxodo que sigue a las actividades con lo cual este tendrá
una incidencia diferencial para cada zona en virtud de su accesibilidad
y las posibilidades de su agricultura, propiciando también la emergencia de los primeros movimientos pendulares de corta distancia entre los
lugares donde se concentraba el trabajo y la residencia rural.
3.3. El divorcio entre lugar de trabajo y de residencia
La generalización del transporte privado, el desarrollo de los medios de comunicación, la descentralización de las actividades y las nuevas formas de organizar la producción establecen un nuevo contexto.
El trabajo rural ya no se corresponde ni exclusiva ni predominantemente con el trabajo agrícola local y se dispersa en una diversidad de estrategias y mercados de trabajo que la capacidad de movilización de los
propios grupos locales y los capitales definen.
Por otro lado, áreas rurales cada vez más alejadas reciben nuevos
residentes procedentes de las ciudades aprovechando la reducción de la
jornada laboral y los medios de transporte privados. Esto ha propiciado
el desatrollo de una segunda clase de "commuting" (CLOUT, 1984:
51). Mientras ciertos grupos se movilizan para trabajar en la ciudad en
función de una estrategia de arraigo en el lugar de origen, otros grupos
urbanos efectuarán el mismo desplazamiento sobre una estrategia de
diferenciación social y desarraigo (urbanizaciones de lujo, pueblos metropolitanos colonizados por clases medias). La movilidad, de esta forma, llega a convertirse en un "capital" en función del cual aquellos.
grupos y espacios que se encuentran geográficamente inmovilizados
tienden a encontrarse también mas aislados profesionalmente (ATTALI, 1991).
4. LA PROGRESIVA DESAGRARIZACION
DEL TRABAJO RURAL
4.1. De la "descampesinización" a la "desagrarización"
La población rural en la mayoría de los países desarrollados es actualmente una población no-agrícola (OCDE, 1990: 26). Podemos
abordar la desagrarización del trabajo rural desde dos procesos paralelos. La transformación de la naturaleza de esta actividad en formas empresariales y la industrialización del proceso de producción (lo que
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conlleva a una drástica reducción de la necesidad de mano de obra).
Por otro lado, la desvalorización de la profesión de agricultor, que lleva
a que un buen número de las explotaciones tengan un horizonte temporal limitado a la generación que en este momento las gestiona, pór más
que sigan señalándose sus posibilidades como nueva forma de vida y
empleo (SAMBERGS, 1979). El proceso de "descampesinización" ha
sido bien estudiado en nuestro país (BARON, 1971; SEVILLA-GUZMAN, 1979; PEREZ DIAZ, 1965, 1972; CASTILLO, 1979), constituyendo la línea de investigación básica durante los años setenta (ORTI,
1993). La expresión de este proceso será el éxodo rural^.
4.2. De la crisis de la agricultura tradicional
a la agricultura parcial
En la Europa de postguerra una gran parte de la población estaba
aun vinculada al trabajo (o subempleo) en las actividades agrícolas, el
medio rural ostentaba un enorme cúmulo de deficiencias (electrificación, edificación, etc) y la vida en este medio se hallaba fuertemente relacionada con la pobreza,
There is no doubt that the bulk of Western Europe comprised a mosaic of small farms which depended on family labour
for their operation....A majority of farmers on the agricultural
periphery of Southern and Atlantic Europe still produced most
of their goods for consumption by their own family whatever
surpluses were available were only dispatched to nearest market. For these peasants agriculture was literally a way of life.
(CLOUT, 1984: 22-23)
El trabajo rural era entonces una actividad llevada a cabo en gran
medida por familias agricultoras y orientado hacia la subsistencia. Sin
embargo, desde la postguerra europea se inicia un vertiginoso proceso
de desagrarización del trabajo rural. A1 principio de la década de los
ochenta el número de campesinos se había reducido notablemente y la
población que permanecía en la actividad se hallaba notablemente envejecida. Desde los años setenta, esta se convierte en una actividad realizada progresivamente de forma parcial, complementada con otros trabajos fundamentalmente no-agrícolas.
Aparece entonces la figura del "obrero-campesino ", que recorre
' Ver el subcapítulo de SEVILLA-GUZMAN ( 1979) sobre el éxodo rural como variable central de la descampesinización.
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diariamenteidecenas de kilómetros de distancia para ejercer su actividad principal en las plantas industriales de su región y los complejos
fabriles de las grandes ciudades. Su dimensión y extensión en Europa
revela la importancia de la agricultura como empleo secundario para
gran parte de los contabilizados como agricultores. En ciertas zonas,
supondrá la transformación casi total de las estructuras ocupacionales
(DELBOS, 1979). La Alemania y Europa Oriental de postguerra, establecen sobre esta figura la estrategia de su desarrollo y reconstrucción
(BARBERIS, 1973) y desde el siglo pasado, estos desplazamientos son
apoyados en Bélgica con medidas gubernamentales que fomentan la
doble actividad (WEEDENBURG, 1973). El obrero-campesino se ha
considerado un estadio transicional, "la manifestation d'une époque
passagére entre une phase initiale purement agricole et un terme totalement citadin" (MIGNON, 1984: 185), una suerte de puente entre "lo
rural" y"lo urbano" (BARBIC, 1983: 83). Sin embargo, la figura del
obrero-campesino se ha visto afectada también por los cambios sociales y transformada desde pautas generacionales (CAWLEY (1979)g.
Lo que indudablemente expresa la figura del "obrero-campesino"
es la disolución de la profesión agrícola en una mixtura de actividades
donde, progresivamente, el lado estrictamente agrícola tiene cada vez
un peso menos significativo (FRANKLIN, 1979:90) y que puede ser
testada también en la necesidad de incorporar otras categorías como
"part-time farming" (PERSSON, 1983; FUGUTTT, 1961; CABERO,
1988), "pluriactividad" (FULLER, 1983), "multiple job holding" o
"pluriactividades familiares" (FULLER, 1990:367; BARTHEZ,
1987:161-2) que manifiestan la progresiva insuficiencia de la agricultura para proporcionar los ingresos necesarios (ETXEZARRETA, 1985).
Pluriactivity enables us to separate work patterns by household member and by activity base or location: it also enables us
to separate work from income. Most households have more
sources of income than the allocations of labour; earned income is often supplemented by investment income, social transfers
(pensions, social security) and remittances. Pluriactivity, therefore, describes a multidimensional land-holding unit, in whi ^h
farming and other activities are undertaken, both on and off the
8 Señala Cawley (1979) en su trabajo sobre una comunidad de obreros-campesinos
irlandesa, la distin ^ ión que establece esa condición generacional (los viejos agricultores,
jefes de explota^ ión , se involucran en el trabajo ex-agrario sin perder su prestigio ni su
referencia profesional original, los jóvenes varones, que han sustituido la emigración forzada por los desplazamientos diarios al mercado de trabajo de la conswcción en la ciudad, se ]laman a sí mismos "obreros", pero no con un transfondo de clase, sino como etiqueta ocupacional distintiva de la de "agricultor".
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farm, for which different kinds of remuneration are received
(earnings, incomes in-kind and transfers).(FULLER, 1990:367)
La pluriactividad, plantea no sólo la progresiva menor importancia
del trabajo agricola sino también la disolución de la unidad familiar organizada en base al trabajo común en la explotación (BARTHEZ,
1987:161-2).
4.3. La integración vertical: "agrobusiness"
e "international food chain"
El problema de la agricultura contemporánea no es un asunto de
baja productividad sino de sobreproducción. Los estados surgidos de la
guerra fría consolidaron a menudo una política tradicional proteccionista en función de una estrategia de autoabastecimiento nacional. La
apertura a mercados internacionales y la configuración de grandes áreas de librecambio, sin embargo, demanda el abandono de la protección
a un sector excedentario (subvenciones, compra de "stocks" asegurados que son muy caros de almacenar y finalmente ni pueden competir
fuera ni son consumidos en su totalidad en el mercado interior...). En
esta agricultura "postproductiva" (COMMINS, 1990) el problema del
productor original está más bien en cómo involucrarse en los canales
de distribución y comercialización adecuados, cómo ser capaz de introducir en el producto cierta elaboración o manufactura que le proporcione un mayor valor añadido, cómo afrontar los elevados precios de los
unos "inputs" cada vez mas necesarios para lograr un producto con las
calidades y reqúisitos que el mercado demanda a un precio competitivo, etc. Los agentes que intervienen en este proceso (cadenas de distribución, de almacenamiento, de comercialización, multinacionales que
monopolizan el mercado de las semillas, de los abonos y otros "inputs", instituciones dedicadas a la investigación, los productores originarios y los propios Estados) se involucran en un juego complejo de intereses con un poder de negociación diferenciado que Commins describe como un proceso de integración vertical ("vertical integration ").
As we have noted advanced technologies tend to dissolve
the distinction between `agriculture' and `industry'. Different
aspects of agricultural production become transformed into rypes of industrial activity whereas industrial processes account
for a steadily rising proportion of value-added, or agricultural
products are replaced by non-agricultural components.
Producers no longer supply traditional markets but must
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meet industrial-processing requeriments. These in turn are tailored to meet carefully determined specifications regarding
quality, delivery dates, presentation and health requeriments.
One way in which the functions of farms and agro-industry have
been linked is through forms of vertical integration. (COMMINS, 1990:55-56)
De esta forma la penetración de las grandes firmas en el sector habría afectado sólo a ciertos niveles, configurándose finalmente una estructura dual, donde permanecen un número relativamente importante '
de pequeñas explotaciones junto a otro compuesto por las grandes unidades, que ostentan una productividad elevada y se hallan bien integradas dentro de los circuitos de financiación y comercialización. Esta relación que establecen la "integración vertical" y la "concentración horizontal" del sector, han convertido la tradicional actividad agraria en
un fenómeno complejo donde los productores, lejos de cazacterizarse
por un modo de vida diferenciado, han adquirido los modos, beneficios
y riesgos propios dél mundo émpresarial. El agricultor antes, estudiado
en tanto colectivo vinculado a una a ^tividad marginal, fuera de la lógica de funcionamiento de los mercados capitalistas, sólo puede ser entendido actualmente desde la complejidad que supone su concurrencia
en toda una variedad de mercados: el mercado de los productos, el
mercado de los "inputs", el mercado del trabajo, el mercado de la tierra
y el mercado de los bienes de consumo (NEWBY y SEVILLA-GUZMAN, 1983:88).
De esta forma, la inmersión en las redes precisas para llegar a los
circuitos de comercialización, la constitución de grupos de presión no
ya sectoriales sino orientados a unos productos específicos, el recurso a
mano de obra marginal para sacaz adelante la cosecha a un precio rentable, etc., integran la empresa familiar en los modos capitalistas.
4.4. Del mercado de trabajo agrario local al nuevo mercado
de trabajo sectorial
El propio sector ocupacional agrícola se ha transformado en formas complejas donde, a menudo el productor deviene la parte cada
vez menos numerosa del mismo. La especialización e industrialización agrícola han creado un sector ocupacional mu ^ho más diversificado. El universo ocupacional agrícola ya no puede ceñirse ni a la categoría de agricultor, ni al ámbito espacial local. En este sentido, Lyson propone estudiaz el mismo a través de tres familias ocupacionales
que conformarían los elementos para la elaboración de un modelo
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sectorial (LYSON, 1982): las vinculadas a la producción agrícola y
ganadera; las relacionadas con los complejos del "agrobusiness ", la
industria y los servicios al sector y, finalmente, las que se ocupan de
la educación e investigación. Las tres familias tendrían distintas, si
bien paralelas, estructuras sociales, económicas, demográficas y formas de promoción distintas. Así, en las sociedades avanzadas, donde
la evolución de la agricultura se ha caracterizado por la sustitución
del capital por trabajo, el desarrollo de un enorme sistema de servicios a la producción y la creciente concentración de la producción,
han incrementado y diversificado notablemente los puestos de trabajo
en el sector.
The modern agricultural labor force then, if taken to include all work roles related in some to the production and distribution of farm products, encompasses a very heterogeneous mix of
specialized occupations and industries...The terms "agrobusiness", "agro-industrial complex", and "industrial agriculture"
have been coined to describe a modern system of agricultural
production. Unfortunately, most avanced societes we not only
lack a comprehensive profile of the social, economic and demographic characteristics of this broad based work force, but we
also know very little about the opportuniry and reward structures that confront various occupational groups in this labour
market. (1982: 318)
5. LA INCORPORACION DE LA MUJER
AL TRABAJO ASALARIADO
La disolución de la sociedad tradicional y de la función ordenadora
de la vida cotidiana que imponía la actividad agraria supuso una progresiva "visibi[idad" de los grupos activos femeninos a medida que se
incorporaban al trabajo asalariado. Se trata de un proceso de liberación
de la secular relegación sobre los trabajos no reconocidos y los espacios domésticos. Este proceso, supone en nuestros días una verdadera
ruptura generacional ilustrada (CAMARERO, SAMPEDRO y VICENTE-MAZARIEGOS, 1990; SAMPEDRO, 1991, 1993).
Su irrupción en los mercados de trabajo ex-agrarios se hace de fornía muy competitiva, por cuanto supone un grupo social que puede ser
incorporado a la producción en condiciones muy ventajosas (docilidad,
bajos salarios, adscripción a las tareas más rutinizadas...). De esta forma, los grupos femeninos vienen siendo los principales beneficiarios
del incremento de empleos en las zonas rurales de los Estados Unidos
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