Una Historia para Proyectar. El Caso de la Aplicación del Tema

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VII CONGRESO CENTROAMERICANO DE HISTORIA,
TEGUCIGALPA, HONDURAS. 19 AL 23 DE JULIO 2004.
PONENCIA
Historia de las Mujeres: Una Historia para Proyectar.
El Caso de la Aplicación del Tema “La Construcción de la
Ciudadanía de las Mujeres Costarricenses”, en
Secundaria.
Elaborada por: Jéssica Achoy
UNIVERSIDAD NACIONAL
ESCUELA DE HISTORIA
SAN JOSÉ, COSTA RICA
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HISTORIA DE LAS MUJERES: UNA HISTORIA PARA PROYECTAR.
El caso de la aplicación del tema “La construcción de la Ciudadanía de las
Mujeres costarricenses”, en secundaria.
Elaborado por: Jéssica Achoy
En las últimas décadas se ha expandido la idea de una Historia más inclusiva,
pues,
con el positivismo, la misma se impregnó de personajes ilustres y
conmemoraciones que no siempre representaron a “las y los de abajo”. El
desarrollo de la teoría feminista (junto con los aportes de las Ciencias Sociales
tales
como la antropología), han incidido en el campo de la historia para que se
lleven a cabo importantes avances que permiten estudiar y comprender los roles
de las mujeres en la sociedad.
Todo ello ha sido relevante para rescatar el papel que las féminas han realizado a
lo largo de los años; mas no basta con el importante (y necesario) debate
académico que se ha tejido en torno a los métodos y conceptos de la historia de
las mujeres, sino que hace falta llevar todo ese conocimiento a diversos espacios
sociales, como por ejemplo la educación. El que las y los estudiantes reconozcan
el papel que han cumplido las mujeres dentro de la historia, podría incidir en
cambios cualitativos sobre la forma en que interactúan ambos sexos; pues es, en
gran parte, a través del conocimiento del pasado que se logra valorar lo que en la
actualidad somos.
Esto es viable porque las investigaciones historiográficas en el campo de la
historia de las mujeres han crecido paulatinamente en Costa Rica, lo que permite
la creación de propuestas educativas que proyecten tales trabajos a las y los
2
estudiantes.
Por lo tanto, la idea central de esta ponencia es analizar la importancia e
incidencia de la historia de las mujeres en la educación secundaria,
específicamente la Cívica, y sus posibilidades dentro del proceso de enseñanzaaprendizaje. La ponencia se basa en la investigación del Trabajo de Graduación
titulado “La Construcción de la Ciudadanía de las Mujeres Costarricenses. Módulo
para su Abordaje. Noveno Año. Educación Cívica” 1.
Las investigaciones que las historiadoras e historiadores han realizado en Costa
Rica, en cuanto a la historia de las mujeres son importantes pues reflejan que ellas
han participado de diversas maneras en la construcción de la sociedad;
desgraciadamente, la poca proyección de estos trabajos a sectores populares,
continua llevando a la invisibilización de las mujeres en la historia, de allí la
necesidad de su divulgación.
Dentro de la Educación Cívica costarricense, la relación historia-educación es
recíproca.
La educación ocupa, en gran medida, de las investigaciones
historiográficas que aportan ideas para entender el papel que cada persona
desempeña dentro de la sociedad, pues eso les lleva a ser personas críticas y
analíticas de su entorno. En ese sentido, la Investigación Educativa es uno de los
canales propios para desarrollar y reconstruir el conocimiento histórico dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Ramírez Achoy, Jéssica. “La construcción de la ciudadanía de las mujeres costarricenses.
Módulo para su abordaje. Noveno año. Educación Cívica”. Trabajo de graduación para optar por
el grado de Licenciatura en la enseñanza de los Estudios Sociales. UNA, Escuela de Historia,
Heredia, 2003. El trabajo de graduación consistió en la labor de aula realizado con estudiantes del
Colegio Abelardo Bonilla Baldares, de noveno año, en Moravia, San José. El estudio planteó una
propuesta pedagógica a partir de la historia de las mujeres, con el tema de la ciudadanía de estas.
1
3
En cuanto a la historia, en la actualidad existe una gran apatía dentro del
estudiantado por estudiarla e incluso conocerla, pues la materia de Educación
Cívica -según una encuesta realizada entre ellas y ellos- se hace aburrida por la
metodología implementada y porque no le ven la relación con sus vidas. Por esto
es necesario que a través de propuestas pedagógicas se renueve la visión de
historia que se practica en las aulas de secundaria. Ante ello, integrar la historia
de las mujeres en los estudios de las alumnas y alumnos permitiría cambiar la
visión de sociedad que se ha tenido, y por ende, poner en discusión temas que
son propios tanto del pasado como del presente (el androcentrismo, patriarcado,
entre otros)
que llevarían a revalorar el papel que cumple la historia en la
sociedad.
ACERCA DE LA HISTORIA QUE SE INCENTIVA EN LOS PROGRAMAS DE
ESTUDIO
Durante décadas, la historiografía positivista nos ha previsto de información en la
que destacan personajes “ilustres”; reflejando sus ideas “fundamentos casi
universalmente aceptados” 2, donde los acontecimientos no se cuestionan. Esta
visión de la historia (sobre todo la descripción de personajes y su rigurosidad
cronológica), contrariamente a las múltiples críticas que ha recibido, todavía
prevalece en los Programas de Estudio del III Ciclo de la Enseñanza General
Básica costarricense 3.
2
Fontana, Josep. La historia de los hombres: el siglo XX. (Editorial Crítica, Barcelona, 2002). P.9.
Ministerio de Educación Pública. Programas de Estudio. Educación Cívica, III ciclo de la
Enseñanza General Básica. ( Costa Rica, 1996).
3
4
Esto a pesar de que dentro del desarrollo historiográfico, en las décadas de los
setenta y ochenta4, los cambios y renovaciones en la disciplina se empiezan a
visualizar: nuevas interpretaciones, fuentes y temas fueron marcando la pauta en
la forma de historiar. La historia tradicional ha quedado rezagada, para dar paso
a una historia más inclusiva en donde se toman en cuenta factores como el género
y la etnia, en el plano interpretativo, y en el metodológico el relato oral, entre otras
renovaciones5; que permiten entender el pasado de forma más global, pues se
incluye el papel que cumplieron diferentes sectores sociales y personajes en la
conformación de la sociedad de hoy, entre estos las mujeres.
A pesar de ello las “nuevas formas de hacer historia”6 no son tomadas en cuenta,
el tradicionalismo perdura en los Programas de Estudio de Educación Cívica, pues
se promueve la memorización de fechas y personajes que “destacaron” en la
conformación del Estado costarricense. Así por ejemplo en sétimo año las y los
estudiantes deben estudiar las gestas cívicas que hicieron de Costa Rica un país
“democrático”, siendo este un tema cronológicamente riguroso, donde prevalece el
estudio de los personajes (presidentes, héroes o militares) más destacados;
evidentemente la linealidad y rigor de una historia tan cerrada como esa, lleva al
estudiantado a la apatía, pues no existe una relación entre su presente con el
pasado descrito en ese tema.
4
Burke, Peter et al. Formas de Hacer Historia. (Alianza Editorial, Madrid, 1993). P.19.
Burke, Peter. Idem. En este libro se exponen las diferentes formas de historiar que se han
desarrollado en las últimas décadas (Historia desde abajo, ultramar, de las mujeres, de la imagen,
el cuerpo, entre otras), obedeciendo, todo ello, a la reacción de historiadoras e historiadores que
pretenden incluir el papel de diversas sujetas y sujetos dentro de los estudios históricos, y no
quedarse únicamente con los hechos que describe la “historia tradicional”, es decir aquella
derivada de las ideas de Ranke ( 1795- 1886).
6 Burke, Peter. “Obertura: la Nueva historia, su pasado y su futuro”. En: Op.Cit. Pp. 11-37
5
5
Aún más, los Programas de Estudio, a través de su historiografía positivista,
promueven en las y los estudiantes una
concepción sesgada de la historia,
llevando a pensarla como universal, androcéntrica e incuestionable, y aceptándola
como una verdad absoluta. Esto lleva a visualizar a los hombres como el centro
de todo relato histórico –pues son los únicos que aparecen en él- y a la
descalificación e invalidación de actoras importantes que también participaron de
diversas formas en la construcción de la sociedad.
Diversos estudios sobre la historia de las mujeres en Costa Rica7 han demostrado
que ellas no cumplieron un papel pasivo en la historia, sino que defendieron y
exigieron derechos tan básicos como el de la educación o el voto; tales acciones
son omitidas en los Programas de Estudio, a pesar de que en estos se incluyen
los periodos y lugares en los que se inscriben las luchas de las mujeres 8. Esta
invisibilización lleva a que las y los estudiantes desconozcan el papel de ellas en
la historia, y a que desvaloricen el trabajo que realizaron en pro del mejoramiento
de sus vidas y de la sociedad.
Esa omisión de la historia de las mujeres en los Programas de Estudios, se explica
a partir de: 1. la concepción androcéntrica de la historia en la cual se parte de
hechos militares, políticos y económicos para estudiar a la sociedad; tales
7
Rodríguez Sáenz, Eugenia. Un siglo de luchas Femeninas en América Latina. (EUCR, Costa
Rica, 2002); Mujeres, Género e Historia en América Central, durante los siglos XVIII, XIX y XX.
(UNIFEM, Plumsock Mesoamerican Studies, Costa Rica). 2002.; Mora Carvajal, Virginia.
Rompiendo mitos y forjando historia. Mujeres y relaciones de género en Costa Rica a inicios del
siglo XX; (Museo Histórico Juan Santamaría, Alajuela, 2003). Barahona Riera, Macarena. Las
sufragistas de Costa Rica. (EUCR, Costa Rica, 1994).
8 Es importante aclarar que en el Programa de Estudios de Educación Cívica, se estudia el papel
de las mujeres únicamente en dos momentos de todo el III ciclo de la enseñanza General Básica
(sétimo, octavo y noveno años), los cuales son en octavo año: “La legislación que protege a las
mujeres”, y en noveno año “La mujer costarricense se convierte en ciudadana”. Ministerio de
Educación Pública. Op. Cit. Pp.28 y 31.
6
espacios son tradicionalmente masculinos por lo que la participación femenina
dentro de estos es menguada. 2. La herencia que la historiografía positivista ha
dejado en la sociedad
ha subordinado el papel de las mujeres (lo cual se
reproduce en los Programas de Estudio que dan a conocer, entonces, la historia
de quienes participaron en la vida pública del país: los hombres de cada época).
Evidentemente las mujeres, al estar relegadas en el espacio privado 9 poco fueron
tomadas en cuenta para ser sujetas de análisis y estudio dentro de tal corriente
historiográfica; y por ende en los Programas de Estudios.
Sin embargo, dentro de los Programas se incluyen algunas “excepciones” de
mujeres que resaltaron dentro de la historia patria por haber realizado actividades
“propias de los varones”, tal es el caso de Francisca (Pancha) Carrasco (18261890), una heroína declarada benemérita de la patria por haber luchado contra los
filibusteros estadounidenses en 1856.
O el caso de Pacífica de Castro10, la
esposa del primer presidente costarricense, José María Castro Madriz, que
confeccionó la bandera costarricense. El problema con esta visión de historia, es
que se sigue poniendo a las mujeres como complemento de lo que ya los hombres
habían logrado (una guerra, una presidencia, etc), y la historia de ellas que se
proyecta en los Programas de Estudio no interpreta o intenta analizar el papel que
9
Se puede afirmar que en la sociedad existen dos espacios en los que se desarrollan las mujeres y
los hombres: el privado y el público, respectivamente. El privado se entiende como aquel espacio
del hogar, de lo cerrado, en el cual se inscribe la familia, sexualidad, reproducción, labores
domésticas, entre otras; el público se refiere a las interacciones de sujetos o sus actividades fuera
del hogar, como la política, el trabajo, etc. Esto también se puede entender como la división
sexual/ genérica del trabajo, la cual “Consiste en la atribución de capacidades, destrezas, roles y
funciones de manera diferenciada a hombres y mujeres en la sociedad”. Arteaga, Ana María.
Mujer y género, en proyectos de intervención y desarrollo social. (Centro de Estudios para el
Desarrollo de la Mujer, Chile) 1998. P.41
10 A esta personaje se le inscribe en función de su esposo, José María Castro Madriz, eso a pesar
de que su nombre es Pacífica Fernández Oreamuno .
7
las mujeres en su totalidad, jugaron para vencer a los estadounidenses o ser parte
de la construcción del Estado – Nación costarricense.
DESARROLLO DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES: LA VISIÓN DESDE LA
EDUCACIÓN.
Los trabajos historiográficos que en Costa Rica se han desarrollado sobre las
mujeres, permiten conocer y visibilizar las facetas que ellas han construido y
vivido. En este campo se puede encontrar una gran cantidad de investigaciones
que valoran el tema de la ciudadanía de las mujeres costarricenses, sobre todo las
luchas que llevaron a cabo para conseguir el derecho al voto 11, este pareciera ser
el tema en boga para muchas historiadoras, pues ven en la obtención del voto por
parte de las mujeres uno de sus mayores logros, además que quienes investigan
cuentan de la facilidad con las fuentes.
A pesar de la importancia y relevancia de estos trabajos, encontramos dos
limitantes importantes para desarrollarlos dentro la educación secundaria: 1. el
lenguaje y debate que contienen son académicos, y difícilmente pueden ser
aplicados de primera entrada con las y los estudiantes que no tienen las
herramientas para comprender muchas de sus ideas. 2. La mayoría de trabajos
sobre la historia de las mujeres en Costa Rica centran su estudio en las luchas
11
Algunos de los trabajos son: Barahona Riera, Macarena. Idem.; Chacón Coto, María Cecilia.
“Las mujeres del 2 de agosto de 1947 en la vida política del país”. Tesis para optar al grado de
Licenciatura en Historia. UCR, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica, 1984; Sharrat,
Sara. “ El voto femenino en Costa Rica”. En: Revista Casa de la Mujer. (Nº1, Mayo, Costa Rica,
1990) Pp. 6-9; Apuy, Marcia. “Educación, mujer y sociedad en Costa Rica (San José 1889-1949)” .
Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Historia, Escuela de Historia, UNA, Costa Rica.
1996; Flores Salazar, Ana Lorena. “Ni Histéricas, ni reinas... Ciudadanas. Mujeres y política en
Costa Rica. 1940-1949”. Tesis para optar al grado de Magíster Scientiae, Programa de Estudios
de Postgrado en Estudios de la Mujer, UNA - UCR, Costa Rica. 2001.
8
sufragistas, descuidándose otros periodos (como la colonia, independencia, etc.) y
acontecimientos importantes que, al estudiarse, permitirían analizar y conocer de
forma más íntegra el papel de las mujeres. 3. También existe una inclinación a
personificar ciertas luchas, destacando personajes, generalmente de las clases
medias y altas. Así por ejemplo, se centra en la figura de Ángela Acuña (18881983), toda la lucha por la obtención del voto. Ella fue, sin lugar a dudas, una líder
clave para el desarrollo del sufragismo y feminismo costarricense, pero por ello no
se debe descuidar el estudio de otros sectores de mujeres (clases populares); la
omisión de ellas lleva, de igual forma, a una visión sesgada de la historia de las
mujeres, porque se anteponen las prácticas, intereses y luchas de una minoría a
las de la totalidad.
No obstante, las investigaciones que se han realizado desde la historia de las
mujeres, han permitido realizar trabajos pedagógicos importantes que, llevados a
las aulas de secundaria, han generado nuevos debates entre el estudiantado. A
partir del 2000 se empiezan a ver trabajos de graduación12 que intentan analizar el
papel de las mujeres en la historia en secundaria; los mismos han pretendido
incluir el factor género para que las y los estudiantes analicen contenidos
tradicionalmente positivistas. La limitación de estos trabajos es que centran su
análisis en mujeres que aparecen en los Programas de Estudios, las cuales son
personajes prominentes que difícilmente reflejan la historia de la mayoría.
Es
Paniagua, Ariadna et. al. “La equidad de género en la educación costarricense: una aplicación
de género al tema de noveno año: El Estado Oligárquico en Costa Rica 1840-1870”. Trabajo de
Graduación para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de la Educación, con énfasis en
Didáctica de los Estudios Sociales, CIDE, UNA, Costa Rica. 2001; Chacón, Yessenia y Daniela
Varela. “La invisibilidad de la mujer costarricense en los actuales Programas y Libros de Texto
para la Enseñanza de los Estudios Sociales en la Educación Media”. Trabajo de Graduación, para
optar al grado de Licenciatura en la Enseñanza de los Estudios Sociales. Escuela de Historia,
UNA, Costa Rica. 2000; Ramírez Achoy, Jéssica. Idem.
12
9
decir, se cae en el error de entender la historia de las mujeres, a partir de quienes
fueron “excepciones” dentro de la sociedad costarricense.
A pesar de ello, hay que reconocer que esos primeros intentos por llevar la historia
de las mujeres a las aulas, han abierto camino para futuras investigaciones; tanto
los resultados, como las propuestas pedagógicas, inducen a que la investigación
educativa con ese tema sea viable y necesaria para la sociedad. Ahora bien, se
debe tomar en cuenta que estos trabajos están en una primera fase dentro de la
investigación educativa, que retoma la historia de las mujeres con proyectos
pedagógicos, de allí que será en nuevas investigaciones que se mejoren las
propuestas y analicen los factores que permiten la reflexión y crítica de las y los
estudiantes de secundaria en cuanto a su realidad y el papel que cumplen como
mujeres y hombres dentro de la sociedad, como se verá a continuación.
EL TRABAJO CON HISTORIA DE LAS MUJERES EN LAS AULAS DE
SECUNDARIA : SUS RESULTADOS.
Las experiencias vividas con la aplicación del trabajo de graduación en torno al
tema de la ciudadanía de las mujeres en Educación Cívica, noveno año 13, reflejan
que con la historia de las mujeres se pueden provocar reflexiones y acciones para
una sociedad más equitativa. Para lograrlo, se elaboró un módulo educativo con
el tema “La construcción de la ciudadanía de las mujeres costarricenses” basado
en los aportes de la historia de las mujeres, la teoría de la educación liberadora y
el enfoque feminista Además, se hicieron encuestas –entre 90 estudiantes del
Colegio Abelardo Bonilla Baldares- para un estudio previo (diagnóstico) de las
13
Ver cita 1.
10
expectativas que tenían con respecto a la Cívica, su papel dentro de la educación
y el de sus profesoras y profesores. Sumado a ello, en el estudio se preguntó
acerca de las especificidades económicas de la comunidad donde se ubica el
Centro de Estudio; lugar con grandes carencias económicas y necesidades
sociales.
El diagnóstico arrojó ideas en cuanto a la apatía hacia la historia, y las
metodologías implementadas por las y los docentes de Cívica. Los cuestionarios,
dictados y trabajos con los libros de texto fueron algunas de las técnicas más
criticadas. También se visualizaron algunos indicadores que expresan la pobreza
de la zona.
Paralelo a ello, se realizaron entrevistas a profesoras y profesores que alguna vez
hubieran impartido Cívica de noveno año, los resultados llevaron a la conclusión
de que existe desmotivación en las y los docentes, pues no cuentan con los
recursos didácticos, el tiempo suficiente y la capacitación necesaria para impartir
sus lecciones.
Principalmente, se criticaron los extensos contenidos de los
Programas de Estudios, junto a las malas condiciones en las que trabajan:
infraestructura, grupos de hasta 40 estudiantes, falta de material didáctico y
tecnológico.
Con base en tales conclusiones, el módulo que se planteó, pretendió ser
interactivo, económico y con información accesible tanto para estudiantes como
para docentes; y que por medio del mismo se pudiera discutir acerca del papel de
las mujeres del siglo pasado.
El proyecto en sí fue muy positivo, pues por medio del conocimiento de las
acciones sufragistas las y los estudiantes lograron entender cuestiones propias de
11
su presente, tales como la defensa de los derechos que no se les reconocen por
su sexo, lo cual llevó a darle sentido a la historia, pues relacionaron el pasado con
lo que a ellas y ellos directamente les afecta en el presente.
Uno de los ejemplos que más llamó la atención, fue el de las jóvenes de noveno
año, quienes vieron en el juego de fútbol una de las opciones para divertirse; no
obstante, tanto sus amigos como familiares les prohibían practicarlo, pues “no era
para ellas”. Sin embargo, la conversación sobre las formas de discriminación
hacia las mujeres, tanto antes como después de obtener el derecho al voto, las
llevó a la conclusión de que hay muchos espacios cerrados para las mujeres,
sobre todo los públicos, pero ello no implica que no se puedan utilizar, ni tampoco
que como mujeres no se tenga la capacidad de crearlos.
El hecho de que las estudiantes tuvieran un espacio para expresarse y a la vez
conocieran cómo a otras mujeres las descalificaron (nos referimos a las
sufragistas), las llevaron a expresar ideas como:
“Me sentí orgullosa de ser una mujer y expresar mis derechos”
“Primero me dio rabia y luego tristeza, rabia de ver cómo eran
discriminadas y aisladas las mujeres [sufragistas] y tristeza de ver que
aunque ellas hacían hasta lo imposible por sobresalir no eran tomadas en
cuenta. Esto es una lección personal para mí ya que aprender esto me
insta a no detenerme y luchar por lo que quiero”14
Estas respuestas demostraron cierto sentimiento de orgullo por el género
femenino entre las estudiantes, luego de que conocieran lo que sus antepasadas
hicieron para procurar mejorar la calidad de vida de todas las mujeres.
14
Ramírez Achoy, Jéssica. Op. Cit. P.85
12
La experiencia con los estudiantes se vivió de forma distinta, pues estos al tener
privilegios por su condición de género, difícilmente logran visualizar la
discriminación hacia las mujeres. En un primer momento la reacción de ellos, al
enterarse que estudiarían la historia de las mujeres fue de burla, pues no creían
que el tema y los análisis tuvieran relación con sus vidas.
Los comentarios que se hicieron en torno al tema de la ciudadanía de las mujeres
reflejaron, con el pasar de las lecciones, que los estudiantes empezaban a ceder
sus burlas por el intercambio de ideas y el interés de conocer que las mujeres del
siglo pasado únicamente no cocinaron y aplancharon, sino que se organizaron en
manifestaciones hasta de 8.000 participantes, se rebelaron ante dictaduras como
la de los hermanos Tinoco (1917-1919) quemando el periódico oficialista La
Información, o discutieron por medio de periódicos los argumentos que las
facultaba para votar. Esa historia incidió para que los jóvenes valoraran a las
mujeres desde otras perspectivas, dejándoles de asignar un papel pasivo dentro
del espacio privado, y visualizando la historia a partir de ambos géneros.
Para la realización de la propuesta pedagógica que llevó al análisis de la historia
de las mujeres dentro de la secundaria, fue importante que existieran trabajos
históricos que analizaran el papel de las mujeres y las luchas que estas realizaron,
los cuales son de mucho valor a la hora de pensar en el proceso de enseñanzaaprendizaje; sin embargo, es importante ver que dentro de la educación, la historia
de las mujeres es viable si se acompaña de propuestas pedagógicas que permitan
a las y los estudiantes comprender la materia que se analiza en clase; no basta
con tener una buena historia, si no se induce a la reflexión y al pensamiento de la
misma.
13
Además de todo el análisis que se pudo inducir con la historia de las mujeres
costarricenses, es importante recalcar que la apatía hacia la historia como materia
de estudio de las y los jóvenes, en cierta medida se redujo, pues no era esa
historiografía tradicional la que estaban leyendo, sino una historia diferente que
podían relacionar con sus vidas y darle sentido a los actos de las protagonistas.
Es por tal razón que en los Programas de Estudios de Educación Cívica se hace
necesario actualizar, no solo los temas y contenidos, sino el paradigma histórico
que se tiene; pues la apatía que se incentiva en las y los estudiantes con la
historiografía tradicional, lleva a que se le dé poco sentido a una materia que tiene
relevancia más allá de los personajes y fechas que pueda exponer, sino porque le
brinda a la sociedad las herramientas que le llevan a entender el porqué de la
realidad actual. Ante un mundo tan complejo, con la expansión de un sistema
global que deshumaniza, es necesario que esta disciplina dé a conocer los
trabajos que rescatan la memoria histórica con la cual las y los estudiantes se
identifican y logran entender su entorno.
Y es precisamente la “Nueva historia”, con la historia de las mujeres, ultramar, de
las y los de abajo, etc. la que detalla temáticas y perspectivas de interpretación
que renuevan la visión de la historia, incluyendo sectores de la sociedad con los
cuales la mayoría de las y los estudiantes se pueden identificar (pues están más
cercanos a la realidad de ellas y ellos), como las obreras y obreros, mujeres,
historias orales, historia del cuerpo, las imágenes, entre otras.
14
CONCLUSIONES
Las ideas expuestas acá reflejan que la historia contenida en el Programa de
Estudios del III ciclo debe abrirse a otras formas para analizar la realidad; en este
caso proyectar la historia de las mujeres que han construido la sociedad tiene
mucho significado, pues a través de propuestas de este tipo, no solo se
comprende el pasado, sino que se revalora el presente, lo cual es uno de los
principales fines de la historia. La implementación del módulo “La construcción de
la ciudadanía de las mujeres costarricenses” mostró que con la historia de las
mujeres y un proyecto pedagógico planificado se puede provocar que las y los
estudiantes reflexionen y cuestionen su entorno por medio del conocimiento del
pasado, lo que permite que ellas y ellos se sientan parte no solo de la historia, sino
de las enseñanzas de la misma.
En otro sentido, la brecha que existe entre las actuales investigaciones históricas
(por ejemplo los avances en historia de las mujeres) y lo que se estudia en
Colegios, lleva a que una disciplina tan amplia como la historia pierda campo de
acción. Investigaciones que permiten comprender de mejor forma la realidad de la
sociedad, aún no llegan a la educación. Las mismas se están quedando en el
debate académico y no se proyectan a los diversos grupos sociales. Por ello es
importante que las historiadoras e historiadores replanteen el papel social que
tienen en la colectividad, pues si bien el trabajo académico junto con sus
discusiones son de suma importancia y necesidad, también lo es la divulgación de
sus ideas al resto de la sociedad, no solo mediante la publicación de artículos en
revistas especializadas, o avances de investigaciones (que generalmente quedan
15
dentro del ámbito académico), sino a través de publicaciones que tanto en el
lenguaje, como en el nivel de análisis sean más accesibles a la población.
En cuanto a la historia de las mujeres, hace falta profundizar en diversos periodos
de la historia y divulgar sus avances, en este sentido la investigación educativa
que se está desarrollando se convierte en un canal idóneo para reconstruir por
medio de estrategias pedagógicas el discurso historiográfico entorno a las mujeres
y el sentido mismo de la historia para las y los estudiantes. Por ello, es necesario
el trabajo conjunto entre historiadoras, historiadores y docentes, para que la
divulgación de las actuales investigaciones históricas puedan ser parte del
proceso enseñanza- aprendizaje.
Es una lástima que trabajos con una gran erudición, en cuanto al papel
desempeñado por las mujeres, tengan poco alcance en las aulas de secundaria;
muchas de las investigaciones recientes
15
son de gran valor, no solo por el
avance en el desarrollo de historia de las mujeres, sino por las ideas que expone,
las cuales permiten replantear muchos de los estereotipos que denigran a ambos
sexos.
Por último, la historia de las mujeres es necesaria de proyectar porque visibiliza la
participación de la mitad de la población, y a través de ello se valorizan los
espacios en los que ellas se han desenvuelto, y se da vida a quienes han llevado
en sus hombros el peso de una historia que poco les ha reconocido las luchas, los
sueños, encantos y desencantos que han mejorado este pedacito de tierra que
compartimos mujeres y hombres.
15
Mora, Virginia. Idem.
16
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