La pediatRía daNesa: ReLato de uN despLaNte a La ReaLeza

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nota histórica
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Nota histórica
La pediatría danesa: relato
de un desplante a la realeza
Danish pediatrics: story of rudeness to royalty
Aníbal J. Morillo*
*Médico radiólogo. Miembro
activo de la Sociedad Colombiana de
Historia de la Medicina. Coordinador
académico del Departamento de
Imágenes Diagnósticas del Hospital
Universitario Fundación Santa Fe de
Bogotá.
[email protected]
Rev Colomb Radiol. 2007; 18(3):2215-6
En 1842, Luisa, prima del rey Federico VII de
Dinamarca y princesa de Hesse-Cassel casó con
Christian IX, cuarto hijo del duque de SchelwigHolstein. Ninguno de los dos sospecharía la gran
influencia que Luisa ejercería sobre la política
europea, sólo comparable a la de la reina Victoria
de Inglaterra, a su vez prima de Christian en tercer
grado (Christian quiso casarse con Victoria, pero
ésta lo rechazó en su momento).
Con el modesto salario de oficial de Christian
y la pequeña dote de Luisa, no parece exagerado
afirmar que la pareja casó por amor. Luego de
diez años de casados, la suerte de este matrimonio
cambió para siempre.
El 8 de mayo de 1852, cinco de los más poderosos gobiernos europeos (Austria, Francia, Prusia,
Rusia y el Reino Unido) junto con los dos poderes
del mar Báltico (Dinamarca y Suecia) reafirmaron
la integridad de la Federación Danesa y aceptaron
la adhesión al Reino de Dinamarca de los ducados
de Schleswig, Holstein y Lauenburg, mediante
el llamado Protocolo de Londres (en realidad, el
cuarto documento en llevar el mismo nombre).
El hecho de que Federico VII no tuviera
hijos significaba que habría un conflicto ante un
cambio en la dinastía, pues quien fuera nuevo
rey de Dinamarca no podría ser a la vez duque de
Holstein y de Lauenburg, feudos recién anexados
al reino. Estratégicamente, era imprescindible
modificar las normas de la sucesión al trono para
evitar que Prusia asumiera el control del puerto
de Kiel (capital del estado alemán de SchleswigHolstein, donde nació Max Planck, padre de la
teoría cuántica) sobre el Báltico.
Christian era por línea materna bisnieto de
Federico V de Dinamarca y tataranieto de Jorge
II de Inglaterra. Por la línea paterna, era descen-
diente varón del rey Christian III de Dinamarca,
descendiente de varios monarcas más y, elegible
para la sucesión del doble ducado de SchleswigHolstein, pero no era el primero en línea ni tenía
manera de reclamar, de manera directa, ningún
trono europeo. Por su parte, Luisa era bisnieta
de Christian VII, heredera más cercana al trono
que su esposo Christian IX. Así, el Protocolo de
Londres de 1852 permitió que Christian fuera
reconocido como heredero al trono del primo
de su esposa, el rey Federico VII de Dinamarca. La pareja recibió entonces el título de sus
altezas reales, y Christian asumió el cargo que
le correspondía como comandante en jefe de la
caballería danesa.
En 1863, falleció el rey Federico VII y el
príncipe Christian IX pasó a ser rey de Dinamarca.
Sin embargo, el pueblo adoraba a su fallecido
rey y no aprobaba a sus nuevos regentes (no en
vano, Federico VII popularizó la frase “el amor
del pueblo es mi fortaleza”).
Por su origen alemán, Christian IX era despectivamente llamado “teutón”, y su esposa Luisa
era considerada fea. Cuando el nuevo rey fue
proclamado desde el balcón del Christiansborg,
fue abucheado por el pueblo. El rey no se inmutó,
y pidió su carruaje para desplazarse a su nueva
residencia en Amaliansborg. Les fueron lanzadas
piedras, una de éstas hirió a la reina Luisa en
la mejilla. Fue necesaria la fuerza pública para
dispersar a la horda de manifestantes, ante lo
que Luisa conservó la calma, comprendiendo la
adoración del pueblo por el recién fallecido rey
Federico VII.
A pesar de repetidas crisis en el gabinete y de
insultos de parte de los miembros del Parlamento,
la pareja real mantuvo la compostura.
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Los seis hijos de Christian y Luisa accedieron a importantes
cargos en las diferentes dinastías de Europa. El príncipe de la
corona (Christian Federico) casó con la princesa Luisa, hija de
Carlos XV de Suecia. La princesa Alexandra había casado con el
príncipe de Gales. El príncipe Guillermo (tercer hijo de la nueva
pareja real) adoptó el nombre Giorgios I al ser nombrado rey de
Grecia en 1845, y casaría luego con la gran duquesa Olga, nieta
del zar de Rusia. La siguiente hija de la realeza de Dinamarca
(María Sofía) se comprometió con Nicolás, el hijo mayor y
heredero natural del zar de Rusia. Sin embargo, cuando Nicolás enfermó de lo que parece haber sido una tuberculosis, éste
sugirió el matrimonio de María Sofía (quien adoptaría entonces
el nombre de María Fodorovna) con su hermano Alejandro III,
sucesor al trono y luego zar de todas las Rusias.
La tercera hija de la pareja real fue Tyra que en 1853 casó
con el duque de Cumberland, reclamante al trono de Hanover
y al ducado de Brunswick. El tercer hijo varón y sexto de los
vástagos de la familia real danesa (el príncipe Waldemar) casó
con la princesa Marie, hija del duque de Chartres, cuyo hermano
era el pretendiente de Orleans al trono de Francia.
En 1855, Harald, el hijo menor de la familia Hirschsprung
—de quien se esperaba que tomara las riendas de la fábrica de
tabaco de su padre, la A M Hirschsprung & Søner— recibió su
calificación como médico, al pasar su examen estatal (Staatsexamen). Harald había nacido en Copenhague en 1830, bajo
el reinado de Federico VII.
Siempre fue un buen estudiante, excepto en el área de historia. Su interés médico por la gastroenterología lo llevó a publicar
varios artículos sobre diversos desórdenes viscerales. Su tesis
doctoral versó acerca de la atresia del esófago y del intestino.
En 1886, Hirschsprung presentó en el Congreso Berlinés
para Enfermedades Infantiles (Gesellschaft für Kinderheilkunde) su conferencia “Stuhlträgheit Neugeborener in Folge von
Dilatation und Hypertrophie des Colons”, en la que describió los
casos de dos niños que fallecieron por lo que él consideraba una
nueva enfermedad: estreñimiento con dilatación e hipertrofia
del colon. Tille no demostró hasta 1901 una disminución en
las células gangliónicas de la pared del colon en los casos de la
enfermedad de Hirschsprung.
En 1870, Harald Hirschsprung fue asignado a un hospital
para neonatos, convirtiéndose así en el primer pediatra danés.
En 1879, fue inaugurado el Hospital Infantil de la Reina Luisa.
Hirschsprung fue nombrado profesor de pediatría en 1891, y
director del mismo hospital. Siempre tuvo dificultades para expresarse en público, y sus conferencias siempre versaban sobre
temas exóticos y poco prácticos. Hirschsprung fue un hombre
retraído y difícil de tratar, aunque siempre se preocupó por ofrecer la mejor atención a sus pacientes. Para asegurarse de tener
un público reducido en sus clases —a las que sólo asistieran
sus más interesados alumnos— programaba sus conferencias
los domingos, entre las 9 y las 11 de la mañana.
La reina Luisa fue conocida como “la suegra de Europa”,
y siempre fue muy popular entre sus yernos, como parecen
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haberlo atestiguado sus reuniones familiares de invierno y
verano en Fredensborg. Esta estricta luterana terminó relacionada con todas las sectas religiosas del catolicismo de Europa,
incluidas tres vertientes del protestantismo. Sus hijos y nietos
pertenecieron a la iglesia romana, y tuvo hijos casados en el rito
griego ortodoxo. Aunque menos ostentosa que la reina Victoria
de Inglaterra, la reina Luisa de Dinamarca jugó un importante
papel conciliador entre las monarquías europeas. Sin embargo,
no pudo ejercer su deseo de que en el hospital infantil que llevaba su nombre se pusieran textos bíblicos sobre las camas de
los enfermos, pues Hirschsprung insistió en su preferencia de
colgar dibujos de animales.
Como prevaleció el deseo del director del hospital sobre el
de la reina, ella demostró su ofuscación al rehusarse a volver a
entrar a ese hospital. La reina Luisa falleció a los 81 años de
edad, casi tres años después del descubrimiento de los rayos X,
el 29 de septiembre de 1898.
Harald Hirschsprung falleció a los 85 años de edad, el 11
de abril de 1916, dos años antes de que Max Planck fuera galardonado con el Premio Nobel de Física.
Lecturas recomendadas
Beighton P, Beighton G. The man behind the syndrome. Berlin:
Spinger-Verlag: 1986.
Lister J. Hirschsprung. The man and the disease. J Royal College
Surgery Edinburgh. 1977;22:378.
The New York Times. The queen of Denmark. 11 de septiembre de
1898.
Correspondencia
Aníbal J. Morillo
Miembro Activo de la Sociedad Colombiana
de Historia de la Medicina
Coordinador Académico del Departamento
de Imágenes Diagnósticas
Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá
[email protected]
La pediatría danesa: relato de un desplante a la realeza. Morillo A.
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