Lucas_9

Lucas 9
Capítulo 9
La Misión se Multiplica
Desde la llamada de los primeros discípulos en el capítulo quinto, Jesús ha
estado adiestrando a sus seguidores. En el capítulo noveno Jesús envía a los
doce apóstoles en su primera misión. El no solamente les envía con una
proclamación, sino que comparte su poder y autoridad con ellos. Al hacerlo,
Jesús se multiplica doce veces. De igual manera, Jesús sabe que este tiempo es limitado.
Estará viajando a Jerusalén en donde le espera una cruz.
Comenzar cada día de reflexión con una oración: (Se
sugiere la siguiente)
Padre amoroso, tu nos enviaste a tu único hijo, Jesús.
El vino a proclamar tu Reino y a hacérnoslo presente a través de
su muerte y resurrección.
Envíanos al Espíritu Santo para que podamos abrazar a Jesús y a
tu Reino.
Fortalécenos como sus seguidores hoy y todos los días. Amén.
Haga una pausa. Lea el pasaje del día. Respire profundamente.
DIA 1: (Leer Lucas 9: 1-6). Multiplicación de misioneros:
Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder
para curar enfermedades. 2 Después los envió a anunciar el Reino de Dios y devolver la
salud a las personas. 3 Les dijo: «No lleven nada para el camino: ni bolsa colgada del
bastón, ni pan, ni plata, ni siquiera vestido de repuesto. 4 Cuando los reciban en una
casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar.
5 Pero donde no los quieran
recibir no salgan del pueblo sin antes sacudir el polvo de sus pies: esto será un testimonio
contra ellos.» 6 Ellos partieron a recorrer los pueblos; predicaban la Buena Nueva y hacían
curaciones en todos los lugares
1. ¿Cómo se multiplicó Jesús por doce en este pasaje?
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2. ¿Por qué razón piensas que Jesús envió a losdoce a llevar a cabo la misión que se describe
en los versículos 9:3-5?
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3. ¿Qué es lo que Jesús desea que tu tengas o qué es lo que se requeriría de ti para que
participes en su misión?
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Así como Jesús fue enviado como misionero del Padre, (ver
Lucas 4:18-21) ahora les da poder a los apóstoles para que
participen de esa misión. El les envía a predicar el Reino de
Dios y a curar a los enfermos. Les les envia a otras ciudades y
pueblos. No solamente les envía en su nombre, sino que
también les da el poder y la autoridad para realizar esta primera
misión.
Instrucciones de Jesús para esta misión (Lucas
9:3-5).
Jesús les da instrucciones de viajar livianamente, de moverse
rápidamente, de alcanzar a muchos, de aceptar la hospitalidad y
generosidad de otros y de no desperdiciar su tiempo con
aquellos que no están listos para recibir las buena noticias del
Reino de Dios. La misión y el mensaje son urgentes. Los doce tendrán éxito en su primera misión.
Lucas 9:6
EL PELIGRO SE MULTIPLICA EN LA MISION: Lucas 9:7-9. Herodes oye acerca de Jesús.
El virrey Herodes se enteró de todo lo que estaba ocurriendo y no sabía qué pensar, porque
unos decían: «Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos»; 8 y otros: «Es Elías que
ha reaparecido»; y otros: «Es alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.» 9 Pero
Herodes se decía: «A Juan le hice cortar la cabeza. ¿Quién es entonces éste, del cual me
cuentan cosas tan raras?» Y tenía ganas de verlo.
Herodes, quien decapitó a Juan Bautista, se entera acerca de Jesús y de los apóstoles. Nada bueno
resultará de su curiosidad. El destino de Jesús está en Jerusalén, no en Galilea, territorio de Herodes. No
es prudente ni seguro permanecer en Galilea.
Tan pronto como los apóstoles regresaron de su exitosa misión, Jesús les llevó a Betsaida. Betsaida fue
el territorio que gobernó el Tetrarca Felipe. Jesús nunca regresó a Galilea.
DIA 2: (Leer Lucas 9:10-17). Multiplicación de los panes.
10 Al volver los apóstoles, contaron a Jesús todo lo que habían hecho. El los tomó consigo
y se retiró en dirección a una ciudad llamada Betsaida para estar a solas con ellos. 11
Pero la gente lo supo y partieron tras él. Jesús los acogió y volvió a hablarles del Reino de
Dios mientras devolvía la salud a los que necesitaban ser atendidos.
Jesús multiplica el pan 12 El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para
decirle: «Despide a la gente para que se busquen alojamiento y comida en las aldeas y
pueblecitos de los alrededores, porque aquí estamos lejos de todo.» 13 Jesús les contestó:
«Denles ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y
dos pescados. ¿O desearías, tal vez, que vayamos nosotros a comprar alimentos para todo
este gentío?» 14 De hecho había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos:
«Hagan sentar a la gente en grupos de cincuenta.»15 Así lo hicieron los discípulos, y todos
se sentaron. 16 Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los
ojos al cielo, pronunció la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que
los distribuyeran a la gente. 17 Todos comieron hasta saciarse. Después se recogieron
los pedazos que habían sobrado, y llenaron doce canastos.
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1. ¿De qué estaba hablando Jesús a la muchedumbre?
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2. Qué le pidió Jesús a los apóstoles que hicieran por la muchedumbre?
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3. Los discípulos no habían llevado alimentos ni habían previsto albergue durante su
primera misión (9:3), pero sus necesidades fueron satisfechas. ¿Qué debieron aprender
los apóstoles de esta experiencia?
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Habiendo cumplido su primera misión como los
mensajeros y embajadores de Jesús, El les lleva al otro
lado del lago para que reflexionen y descansen.
Pero la muchedumbre les sigue. Jesús aplaza el
descanso de sus discípulos por un día mas para enseñar
a la muchedumbre y a ellos algunas lecciones
importantes.
Lección 1. “Dadles vosotros de comer.”
Lucas 9:13.
Los apóstoles se preocuparon por la muchedumbre y
por sus necesidades. Se acercaron a Jesús y le
imploraron que despidiera a la muchedumbre. Los
apóstoles no se librarán de ésto muy fácilmente. Ellos
son los representantes de Jesús. Están llamados a
asumir la preocupación y responsabilidad de Jesús por
la muchedumbre. Igualmente, ellos aún no han
aprendido que Dios provee de sus necesidades. En su
primera misión los apóstoles no se preocuparon ni por
su comida ni por su alojamiento. Sin embargo, sus necesidades fueron satisfechas.
Jesús les enseñará que juntos podrán llenar las necesidades de una gran muchedumbre. El les está
preparando para una misión que comenzará plenamente en Pentecostés.
Lección 2. El Banquete Mesiánico.
La multiplicación de los panes es el único milagro (aparte del de la resurrección) que está escrito en los
cuatro Evangelios. Es en realidad un símbolo del banquete mesiánico proclamado por los profetas en el
Antiguo Testamento. En el banquete mesiánico Dios se reuniría con los redimidos para celebrar una
vida de libertad y abundancia en el Nuevo Israel. En este milagro, el banquete mesiánico está
claramente presente. Jesús y los apóstoles dieron de comer a la muchedumbre con abundancia. Ellos
están llamados a participar del Nuevo Israel que será inaugurado a través de la pasión, muerte y
resurrección de Jesús.
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Lección 3. La Eucaristía.
El milagro de los panes es un signo profético del pan que un día sería bendito y transformado por los
apóstoles para convertirse en el Cuerpo de Cristo. En Galilea la muchedumbre se alimentó con los
panes y peces. El mundo sería alimentado con el Pan de la Vida. Los apóstoles, que tienen el poder de
participar en la misión de Jesús, alimentarán al Nuevo Israel con el Pan de la Vida.
DIA 3: (Leer Lucas 9:18-22). Levantar la cruz.
18 Un día Jesús se había apartado un poco para orar, pero sus discípulos estaban con él.
Entonces les preguntó: «Según el parecer de la gente, ¿quién soy yo?» 19 Ellos
contestaron: «Unos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías, y otros que eres alguno
de los profetas antiguos que ha resucitado.» 20 Entonces les preguntó: «Y ustedes, ¿quién
dicen que soy yo?» Pedro respondió: «Tú eres el Cristo de Dios.» 21 Jesús les hizo esta
advertencia: «No se lo digan a nadie».22 Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir
mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los
maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.»
1. ¿Qué aspecto de ser el Mesías quiere Jesús que los discípulos entiendan claramente?
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2. ¿Qué es lo que pide la misión de Jesús a sus seguidores?
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3. Piensa en dos maneras específicas en las que puedes privarte de algo y tomar la cruz
diariamente.
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El Rey Herodes había preguntado: ¿“Quién es este hombre de quien oigo
tantas cosas?” (Lucas 9:9). La multiplicación de los panes y los peces
tiene que ver dramáticamente con esta pregunta. Pedro proclama verbalmente la respuesta.
La muchedumbre se había ido y Jesús se encuentra nuevamente a solas con
los doce. El les hace una pregunta trascendental y vital, ¿“Y ustedes, quién
dicen que soy Yo?” Su respuesta le dará a Jesús una base para confiarles su
misión. Pedro, como su líder, responde por los doce, “El Mesías de Dios.”
La respuesta revela el gran progreso que ha ocurrido en la formación de los
apóstoles. Ellos han dado un gran paso de adelanto en su trayectoria de fe
en Jesús. El próximo paso será para ellos más difícil de entender y, para su
fe, más difícil se aceptar.
Mesías de Dios. (Lucas 9:21). El Mesías del Señor.
La palabra Mesías en Griego, CHRISTOS. Significa el ungido.
La palabra Señor en Griego, KYRIOS. Es una palabra que acepta informalmente el significado de Dios.
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El primer anuncio de Jesús de su pasión . Lucas 9:22. “Es preciso que el Hijo del Hombre
padezca mucho y que sea rechazado por los ancianos, por los príncipes de los sacerdotes
y por los escribas, y que muera y resucite al tercer día.”
Jesús anunciará ésto tres veces. Cada vez los apóstoles lo ignorarán, no comprenderán o lo negarán.
Hasta este momento el Hijo del Hombre había sido identificado solamente con poder y gloria. Jesús
revela el otro lado de la misión del Mesías –sufrimiento y muerte. Esta es también la primera vez que
Jesús se identifica con el título Hijo del Hombre.
Como Mesías, Jesús fue ungido como rey. El rey en la historia de Israel era
el representante y personificación de la gente. El era rey y de igual manera la
gente. El Rey David fue el modelo de ésto. Cuando David venció a Goliat, la
nación de Israel obtuvo la victoria. Al igual que David lloró por sus pecados,
su pueblo también lloró por ellos. Todos los que se identifican con Jesús son
miembros del Reino de Dios. Ellos deben obrar de la misma manera que su
rey. Ellos comparten su poder al igual que su sufrimiento redentor. Para
muchos ésto será muy difícil de aceptar. Los apóstoles no lo aceptarán
completamente hasta Pentecostés.
Jesús ha anunciado sus próximos pasos –la cruz y la resurrección. Así como Jesús acepta el llamado a
sufrir por el Reino de Dios, de igual manera deben hacerlo sus seguidores. Las condiciones para ser un
discípulo de Jesús solamente se comprenden en su relación de vivir para el Reino de Dios. Es la vida de
Jesús que le llevará a él a la cruz.
Su vida tiene una doble relación: su solidaridad con el Padre y su solidaridad con el pueblo de Dios,
especialmente con los pecadores. El Padre ha ungido a Jesús para comenzar el Reino de Dios. El es el
Mesías que sufrirá por el pueblo de Dios y les llevará a ellos a la gloria. Es el reino de todo su pueblo,
especialmente de los pobres y oprimidos. El capítulo noveno conecta al creyente con el capítulo cuarto.
La misión de Jesús: “El Espirito del Señor está sobre mí, por consiguiente, el me ha ungido. El me ha
enviado a traerle buenas nuevas a los pobres, a proclamar la libertad a los cautivos, a recobrar la
vista a los ciegos y a liberar a los prisioneros. A anunciar un año de favores del Señor.”
Jesús es muy claro al invitar a sus discípulos a participar plenamente
del Reino. Ellos son llamados a poner el Reino en primer lugar. Para
lograrlo deberán renunciar a sus deseos egoístas. Deberán tomar la
cruz diariamente. Para hacer ésto, ellos deben abrazarse a Jesús y a
todo por lo que El vive. Esto les traerá sufrimiento así como se lo trajo
a Jesús. Ellos están llamados a seguir los pasos de Jesús. Para lograrlo,
tienen que poner en acción su fe y vivir como Jesús.
Esto revela el poderoso misterio del amor de Jesús por sus
discípulos. El les invita a su propio sufrimiento y muerte redentoras.
Les llama a una identificación completa con Jesús para que puedan
disfrutar plenamente de su gloria.
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DIA 4: (Leer Lucas 9:28-36). La gloria en la cumbre de la montaña.
Unos ocho días después de es tos discursos, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a
Juan y subió a un cerro a orar. 29 Y mientras estaba orando, su cara cambió de aspecto y
su ropa se volvió de una blancura fulgurante. 30 Dos hombres, que eran Moisés y Elías,
conversaban con él. 31 Se veían en un estado de gloria y hablaban de su partida, que debía
cumplirse en Jerusalén.32 Un sueño pesado se había apoderado de Pedro y sus
compañeros, pero se despertaron de repente y vieron la gloria de Jesús y a los dos
hombres que estaban con él. 33 Como éstos estaban para irse, Pedro dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías.» Pero no sabía lo que decía. 34 Estaba todavía hablando, cuan
do se formó una nube que los cubrió con su sombra, y al quedar envueltos en la nube se
atemorizaron. 35 Pero de la nube llegó una voz que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido;
escúchenlo.» 36 Después de oírse estas palabras, Jesús estaba allí solo. Los discípulos
guardaron silencio por aquellos días, y no contaron nada a nadie de lo que habían visto.
1. ¿Qué presenta este evento con Moisés y Elías, y qué te dicen las palabras del Padre acerca de
Jesús?
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2. El Padre dio testimonio a Jesús en la montaña. (9:35). ¿Qué es lo que el Padre trató de decir a
los discípulos?
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3. ¿Puedes recordar algún momento en tu vida en el que hayas sentido fuertemente la presencia
de Dios?
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Ocho días después de que Jesús anunció su destino en la cruz y su resurrección, subió a la montaña con
Pedro, Santiago y Juan. Jesús oró profundamente. Llega a unirse totalmente con el Padre. Tan grande es
su unión con el Padre, que todo lo que se trata de El es majestuoso y brillante. Jesús se está preparando
para su último viaje en la tierra. Se está preparando para irse a Jerusalén.
En medio de este momento tan poderoso, dos de las grandes figuras del
Antiguo Testamento se aparecen para conversar con Jesús. Están
preparando a Jesús para el episodio de su Pasión. Ellos son Elías y
Moisés.
El Padre: El mayor testigo de Jesús.
Hasta ahora el testimonio y aliento de Moisés y Elías son débiles en
comparación a la presencia y testimonio del Padre hacia Jesús. “Este es
mi Hijo amado. Escúchenlo”.
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DIA 5: (Leer Lucas 9: 37-50). Ellos bajaron de la montaña.
Al día siguiente, cuando bajaban del cerro, les salió al encuentro un tropel de gente. 38 De
pronto un hombre de entre ellos empezó a gritar: «Maestro, te lo suplico, mira a este
muchacho, el único hijo que tengo. 39 De repente un demonio se apodera de él y empieza a
dar gritos, lo hace retorcerse con violencia y echar espumarajos, y no lo suelta sino
cuando está totalmente molido. 40 He pedido a tus discípulos que echaran el demonio,
pero no han sido capaces.» 41 Jesús respondió: «Gente incrédula y extraviada, ¿hasta
cuándo estaré entre ustedes y tendré que soportarlos? 42 Trae acá a tu hijo.» Cuando el
muchacho se acercaba, el demonio lo arrojó al suelo con violentas sacudidas. Pero Jesús
habló al espíritu malo en tono dominante, curó al muchacho y se lo devolvió a su padre. 43
Todos quedaron asombrados ante una tal intervención de Dios. Mientras todos quedaban
admirados por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: 44 «Escuchen y recuerden
lo que ahora les digo: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres.»
45 Pero ellos no entendieron estas palabras. Algo les impedía comprender lo que
significaban, y no se atrevían a pedirle una aclaración.¿Quién es el más importante?
46 A los discípulos se les ocurrió preguntarse cuál de ellos era el más importante. 47
Jesús, que conocía sus pensamientos, tomó a un niño, lo puso a su lado 48 y les dijo: «El
que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que
me envió. El más pequeño entre todos ustedes, ése es realmente grande.»
49 En ese momento Juan tomó la palabra y le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que
hacía uso de tu nombre para echar fuera demonios, y le dijimos que no lo hiciera, pues no
te sigue junto a nosotros.» 50 Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, pues el que no está
contra ustedes está con ustedes.
1. ¿Por qué piensan que los apóstoles no pudieron expulsar demonios? (Lucas 9:40)
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A)
B)
¿Qué significa esto para ti?_____________________________________
¿Tiene algún significado hoy en día?______________________________________
2. ¿Por qué piensas que los apóstoles no comprendieron el anuncio de Jesús acerca de su
sufrimiento y muerte?
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Cuando Jesús bajó de la montaña glorificado, los apóstoles comenzaron a demostrar su pequeñez con
respecto a su fe, entendimiento y compromiso. Lucas presenta cinco incidentes relacionados con su
superficialidad.
1. Falta de Fe. El niño poseído por el demonio. Lucas 9:37-43
Mientras Jesús fue visiblemente glorificado, los apóstoles están llenos de confusión y dudas. Ellos se
han encontrado con fuerzas diabólicas que no pueden dominar. Durante la misión que les fue asignada,
volvieron gozozos porque inclusive los demonios se habían sometido a ellos. Pero ahora su fe no está
firme. Todavía sus raíces no son muy profundas.
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2. Falta de entendimiento. El segundo anuncio de la
pasión. Lucas 9:44-46.
Jesús aún les pide que presten mucha atención a sus palabras. Ellos no
entienden absolutamente nada. Se llenan de temor. Ni siquiera le piden a
Jesús que les de una explicación.
3. Egoísmo. Lucas 9:46-48.
Los apóstoles ignoran completamente el segundo aviso de Jesús acerca
de su sufrimiento venidero. Ellos están concentrados en ellos mismo y en
su importancia. Jesús toma a un niño, le pone junto a El para enseñarles
algo acerca de la verdadera grandeza..
4. Intolerancia. Lucas 9:49-50.
Los apóstoles no pudieron aceptar que alguien que no fuera ellos pudiera invocar el nombre de Jesús y
su poder. No solamente ésto, sino que se encontraron deseosos de tratar de hacer un exorcismo al niño
que estaba poseído del demonio. En vez de reconocer el bien que otros estaban haciendo, ellos lo vieron
como una amenza a su prestigio y rango como verdaderos discípulos.
5. Venganza. Lucas 9:51-56. La aldea de Samaritanos.
51 Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, Jesús emprendió
resueltamente el camino a Jerusalén. 52 Envió mensajeros delante de él, que fueron y
entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento. 53 Pero los samaritanos no
lo quisieron recibir porque se dirigía a Jerusalén. 54 Al ver esto sus discípulos Santiago y
Juan, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que los consuma?»
55 Pero Jesús se volvió y los reprendió. 56 Y continuaron el camino hacia otra aldea.
Las exigencias del Maestro
A pesar de que estaba claro que Jesús había decidido ir a Jerusalén y someterse a la cruz, los apóstoles
seguían concentrados en su prestigio e inclusive en el abuso del poder. Ellos estaban listos para destruir
a los samaritanos. Sin embargo, el sufrimiento de Jesús en la cruz proporcionaría perdón para sus
torturadores y asesinos.
EL VIAJE A JERUSALEN: Lucas 9:51--19:44.
Esta sección central del Evangelio de Lucas narra la historia del viaje de Jesús desde Galilea hasta
Jerusalén. Jesús acepta libremente este camino hacia el sufrimiento porque a través de el entrará en la
gloria. En su camino El enseña a sus discípulos de cada generación acerca del Reino de Dios, de la
resurrección y de su segunda venida. También explica que se espera del que desea seguirle.
El camino está conectado desde un principio a su meta; los eventos salvadores de la pasión, muerte y
resurrección. En todo su trayecto Jesús adiestra, forma, envía y evalúa a sus discípulos para que ellos se
conviertan en sus misioneros.
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Expectativas de un apóstol: Lucas 9:57-62.
57 Mientras iban de camino, alguien le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.»
58 Jesús le contestó: «Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del
Hombre ni siquiera tiene donde recostar la cabeza.»59 Jesús dijo a otro: «Sígueme». El
contestó: «Señor, deja que me vaya y pueda primero enterrar a mi padre.» 60 Jesús le dijo:
«Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú vé a anunciar el Reino de
Dios.»61 Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero antes déjame despedirme de mi familia.»
62 Jesús le contestó: «El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve
para el Reino de Dios.»
Ser un apóstol significa dar su vida por el Reino de Dios. Lucas nos da tres ilustraciones en la cuales
Jesús enfatiza lo que se requiere de sus seguidores. Uno debe tener fuerza y perseverancia mas allá de
los momentos de entusiasmo. La seguridad de uno debe de estar arraigada en la providencia de Dios y
no en las medidas mundanas. Uno debe mantener su visión en el Reino de Dios y no en su pasado. Ellos
deben perseguir este fin dentro de una relación incondicional con Dios
PADRE JUDGE: “Cada católico un misionero.”
“La esperanza de nuestra generación yace en sus fieles. Todos
los movimientos grandes resultan de los laicos; entre ellos
buscamos nuestros sacerdotes, y los que están consagrados en
cada departamento de la caridad católica. La gran pregunta es
entonces, ¿cómo conseguir de cada católico un sentido de
responsabilidad hacia su vecino? Es necesario concientizar a
cada uno de ellos de que en realidad él es el guardián de su
hermano. El despertar el interés en los laicos es el deber de cada
sacerdote y religioso en cualquier trabajo que tenga. Hasta que
esto se logre, me parece que solamente estamos comenzando.
Cualquier programa que ignore la responsabilidad de la
comunidad de los fieles en una actividad misionera y de su
tremendo poder de hacer el bien al hombre y a la mujer en la
simple vida diaria, no es sino teorizar y especular. Estamos
solamente escribiendo en la arena.
¿Cómo podemos lograr que cada Católico, en cualquier circunstancia que se encuentre, se convierta
en misionero? Si ésto se consigue, se solucionarán problemas graves. Que el remedio puede estar en
proporción a la necesidad, es una cuestión sumamente importante que se debería discutir. Les hago
esta pregunta. Les pido que la guarden con ustedes. ¿Qué es lo que necesito hacer para hacer de
cada Católico un misionero?
Padre Judge. Discurso a la Conferencia Nacional de Caridades Católicas, 1923.
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