Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISIONES Síntomas psicóticos incongruentes con el humor en la manía: una revisión A. Gramarya, J.M. Romeroa y J.M. Crespob aHospital de Magalhães Lemos. Oporto. Portugal. bServicio de Psiquiatría. Ciutat Sanitària i Universitària de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. INTRODUCCIÓN Los episodios maníacos pueden presentar, como recoge actualmente el DSM-IV1, síntomas psicóticos incongruentes con el humor. Para algunos autores, esta sintomatología puede explicarse, desde un punto de vista fenomenológico, como “elevación o expresión en su grado máximo” de las intensas experiencias mentales de la manía2. Tratar este tema supone abordar el diagnóstico diferencial entre la psicosis maniacodepresiva y la esquizofrenia, que constituye sin duda una de las cuestiones clínicas básicas planteadas en la psiquiatría desde sus inicios como especialidad médica. En los últimos 80 años, ha habido una considerable controversia en relación con la clasificación de la manía con síntomas psicóticos incongruentes con el humor. Se han defendido tres hipótesis sobre su ubicación nosológica3: 1. Se trata de una forma de enfermedad afectiva. Dentro de este punto de vista se han articulado dos subhipótesis: a) es indistinguible de la forma típica de manía (no es un subtipo válido de manía), y b) es un subtipo de manía. 2. Se trata de una forma de trastorno esquizoafectivo. 3. Es un subtipo de esquizofrenia. REVISIÓN HISTÓRICA Kraepelin Kraepelin reconoció que, por sí solo, el contenido de los delirios no permitía diferenciar, de forma fiable, la enfermedad maniacodepresiva de la demencia precoz. Este autor también reconocía que, mientras los delirios resultantes del deterioro mental y “la debilitación del poder razonante” eran con más frecuencia crónicos, los delirios originados en estados alterados del humor Correspondencia: Dr. A. Gramary. Hospital de Magalhães Lemos. Rua Professor Álvaro Rodrigues, s/n. 4149-003 Porto. Portugal. 182 usualmente desaparecían con la alteración emocional4. Por tanto, es posible concluir que, para este autor, la manía con síntomas psicóticos incongruentes con el humor debería ser considerada una forma de enfermedad afectiva5. Bleuler Aunque su concepto de esquizofrenia se basaba en el trabajo anterior de Kraepelin, Bleuler desarrolló un concepto más amplio de este trastorno. En particular, amplió los límites de la esquizofrenia a expensas de la enfermedad afectiva. En la cuarta edición de su Textbook of Psychiatry (1916), resumió así su punto de vista: “Todos los síntomas maniacodepresivos pueden aparecer en la esquizofrenia; por el contrario, los síntomas específicos de la esquizofrenia no aparecen en la enfermedad maniacodepresiva”6. De este manera, para este autor, la manía con síntomas psicóticos incongruentes con el humor debería considerarse un subtipo de esquizofrenia5. Jaspers El concepto de congruencia/incongruencia con el humor del DSM-III surge a partir del trabajo del psiquiatra Karl Jaspers. En su Psicopatología general, este autor distinguió dos tipos de delirios. En el primero de ellos, que denominó idea deliroide, la creencia surge comprensiblemente de otros procesos psíquicos, como emociones, instintos, deseos y temores. Así, reconocía dentro de este tipo las “ideas melancólicas y maníacas”. En el segundo, que él denominó auténticas ideas delirantes, el origen del delirio es “psicológicamente irreductible” o, como él denominó, “incomprensible”, es decir, “no pueden ser seguidas psicológicamente más atrás, son fenomenológicamente algo último”7. Kurt Schneider Los síntomas psicóticos incongruentes con el humor en la manía son básicamente idénticos a los descritos por Schneider como síntomas primordiales (o de primer ran- Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. A. GRAMARY ET AL.– SÍNTOMAS PSICÓTICOS INCONGRUENTES CON EL HUMOR EN LA MANÍA: UNA REVISIÓN go) en la esquizofrenia. Este autor aportó una descripción de los síntomas de primer rango, destacando que no eran específicos de la esquizofrenia, aunque fueran útiles para llegar al diagnóstico 8 . Los clínicos ignoran con frecuencia sus advertencias e interpretan la presencia de síntomas de primer rango como una evidencia definitiva de que un paciente padece esquizofrenia. Los síntomas de primer rango son8: 1. Sonorización del pensamiento. 2. Voces dialogantes. 3. Voces que comentan, o fonemas imperativos. 3. Vivencias de pasividad o influencia corporal. 4. Robo del pensamiento y otras experiencias de pensamiento influido. 5. Difusión del pensamiento. 6. Percepciones delirantes. 7. Todas las vivencias de influencia en la esfera de la voluntad, tendencias y sentimientos. DSM-I y DSM-II Las dos primeras ediciones del manual DSM de la Asociación Psiquiátrica Americana adoptaron una aproximación bleuleriana para la categoría de “enfermedad afectiva incongruente con el humor”, asumiendo la hipótesis de que se trataba de un subtipo de esquizofrenia5. Según el DSM-I, los casos de “reacción esquizofrénica de tipo esquizoafectivo [...] podían evidenciar cambios predominantemente afectivos con pensamiento de tipo esquizofrénico”. En contraste, en la categoría de “reacciones afectivas”, cualquier alteración en el “pensamiento o comportamiento” debía estar “en consonancia con el afecto”9. En el DSM-II, el trastorno esquizoafectivo permanece como un subtipo de esquizofrenia10. RDC (Research Diagnostic Criteria) Desarrollados a principios de los años setenta por Spitzer et al, los criterios RDC11 supusieron una nueva aproximación a la nosología de los trastornos psicóticos. El trastorno esquizoafectivo pasó de ser un subtipo de esquizofrenia a transformarse en una entidad diagnóstica independiente. Además de la subdivisión del trastorno esquizoafectivo en los subtipos maníaco y depresivo, este trastorno también se dividió en los subtipos “principalmente afectivo” y “principalmente esquizofrénico”. Para el subtipo “principalmente afectivo”, los síntomas psicóticos de tipo esquizofrénico debían aparecer de forma simultánea o precedidos por síntomas afectivos prominentes, y el individuo debía presentar un buen ajuste premórbido. Para el subtipo “principalmente esquizofrénico”, los síntomas psicóticos de tipo esquizofrénico debían aparecer en ausencia de síntomas afectivos promi- nentes o el paciente debía presentar un pobre funcionamiento o síntomas esquizotípicos antes del inicio de los síntomas afectivos. Según estos criterios, la manía con síntomas incongruentes con el humor quedaría incluida en la categoría diagnóstica de trastorno esquizoafectivo, subtipo maníaco. DSM-III Los borradores iniciales del DSM-III adoptaron la visión aportada por los RDC para el trastorno esquizoafectivo. Este punto de vista cambió en borradores posteriores, debido en gran medida a la repercusión del artículo histórico de Pope y Lipinski 12 . Estos autores compararon pacientes con trastorno esquizoafectivo de tipo maníaco, trastorno maníaco y esquizofrenia, según los criterios RDC. Usaron para ello tres criterios de validación: historia familiar, respuesta al tratamiento a corto plazo y pronóstico a largo plazo. En los tres criterios de validación usados, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes maníacos y los esquizoafectivos maníacos, incluso aquellos con dos o más síntomas esquizofrénicos (entre otros, los síntomas schneiderianos de primer rango). Se observaron, sin embargo, diferencias consistentes entre los pacientes con esquizofrenia y los otros dos grupos. Basándose en estos hallazgos, los autores concluyeron12,13 que el trastorno esquizoafectivo de tipo maníaco, tal como se había definido en los RDC y en la primera versión del DSM-III, era distinguible de la esquizofrenia, pero indistinguible del trastorno maníaco, si se usaban los criterios de validación disponibles. Esto sugería que el trastorno esquizoafectivo no era una entidad diagnóstica independiente y debía clasificarse dentro del trastorno maníaco. En los pacientes que presentaban un síndrome maníaco, la presencia o ausencia de síntomas schneiderianos de primer rango u otros síntomas psicóticos incongruentes con el humor no tuvo significación diagnóstica o pronóstica demostrable. De este modo, concluyeron que los síntomas de primer rango y otros síntomas psicóticos esquizofrénicos no eran específicos y ocurrían con frecuencia tanto en la enfermedad afectiva como en la esquizofrenia. Esto implicaba una inversión del punto de vista de Bleuler, es decir, en vez de diagnosticar un trastorno afectivo tras excluir la esquizofrenia, ésta debería diagnosticarse sólo tras haber excluido un trastorno afectivo5. Este punto de vista predominó durante las deliberaciones del DSM-III, con dos resultados principales: a) se creó la categoría diagnóstica de trastorno afectivo con síntomas psicóticos incongruentes con el humor, y b) lo que permaneció del trastorno esquizoafectivo fue relegado a una categoría residual sin criterios5. 183 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA. VOLUMEN 8, NÚMERO 5, SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2001 DSM-IIIR La categoría de trastorno afectivo con síntomas psicóticos incongruentes con el humor pasó sin cambios relevantes del DSM-III al DSM-IIIR. Sin embargo, se crearon criterios específicos para el trastorno esquizoafectivo que recordaban los de la categoría de los RDC de trastorno esquizoafectivo “principalmente esquizofrénico”. Estos criterios requerían la presencia simultánea de síntomas esquizofrénicos y de síntomas afectivos prominentes y, en otro momento del curso de la enfermedad, la presencia de síntomas psicóticos en ausencia de síntomas afectivos prominentes14. Este manual consideraba los síntomas catatónicos como síntomas psicóticos incongruentes con el humor en la manía. DSM-IV Este manual define, entre los especificadores para describir el episodio maníaco más reciente, el especificador “grave con síntomas psicóticos”, distinguiendo, dentro de él, dos categorías, según la congruencia/incongruencia de los síntomas psicóticos. Define los síntomas incongruentes con el humor como1: “ideas delirantes y alucinaciones, cuyo contenido no consiste en los típicos temas maníacos de aumento de la autoestima, poder, sabiduría, identidad o relaciones especiales con alguna deidad o un personaje famoso. Se incluyen síntomas como ideas delirantes de persecución (no relacionados directamente con ideas o temas de grandiosidad), inserción del pensamiento, difusión del pensamiento e ideas delirantes de ser controlado”. A diferencia del DSM-IIIR, los síntomas catatónicos dejan de ser considerados como síntomas psicóticos incongruentes con el humor y pasan a constituir un especificador independiente para los trastornos afectivos1. CIE-10 Este sistema de clasificación define la categoría diagnóstica de “manía con síntomas psicóticos” (F30,2). Dentro de ella define, con cierta ambigüedad, la presencia de síntomas psicóticos “no congruentes con el estado de ánimo” como “las ideas delirantes y alucinaciones que se presentan con estado de ánimo neutro, por ejemplo, ideas de referencia sin sentimientos de culpabilidad o sin sentirse acusado o voces alucinatorias sobre temas que no tienen un significado emocional especial”. En el apartado de diagnóstico diferencial de esta categoría, considera que “la presencia ocasional de alucinaciones e ideas delirantes de las descritas en la esquizofrenia pueden ser incongruentes con el estado de ánimo; sin embargo, si estos síntomas fueran destacados o persistentes, podría ser más adecuado el diagnóstico de trastorno esquizoafectivo”15. 184 ESTABILIDAD DIAGNÓSTICA Y SÍNTOMAS INCONGRUENTES EN LA MANÍA La inestabilidad diagnóstica o error diagnóstico es un hecho conocido en los primeros episodios bipolares16. Como es evidente, esta confusión diagnóstica es de gran trascendencia, puesto que priva a muchos pacientes de tratamientos profilácticos eficaces (eutimizantes) y les somete innecesariamente a tratamientos antipsicóticos prolongados17. El seguimiento longitudinal es, por tanto, fundamental en muchas ocasiones para llegar a un diagnóstico de certeza18-20. González-Pinto et al, en un estudio reciente, intentaron analizar el peso que diferentes factores pueden tener en la estabilidad diagnóstica del trastorno bipolar. Concluyeron que el error diagnóstico (habitualmente con esquizofrenia u otras psicosis) era más frecuente en el grupo de pacientes con síntomas psicóticos incongruentes21. Estos mismos autores concluyeron también que el error diagnóstico era más frecuente al inicio de la enfermedad y entre aquellos pacientes que presentaban antecedentes de abuso o dependencia de alcohol16. Para algunos autores la confusión diagnóstica inicial del trastorno bipolar con la esquizofrenia (23,8%) puede ser más probable entre mujeres e hispanos20 o entre negros e hispanos 22, lo que podría indicar que la etnicidad es un factor de interferencia significativo en el error diagnóstico de los pacientes bipolares, como esquizofrénicos, observándose un riesgo mayor en edades precoces de inicio con alucinaciones auditivas durante los episodios afectivos22. En una visión más amplia, Akiskal y Puzantian23 consideran otros factores de confusión que podrían determinar el error diagnóstico del trastorno bipolar con la esquizofrenia: – Dar más importancia a los aspectos transversales que a los longitudinales. – Confundir la recuperación interepisódica incompleta con el deterioro esquizofrénico. – Confundir los componentes bizarros del cuadro bipolar con los trastornos del pensamiento típicos de la esquizofrenia. – Atribuir el humor irritable y querulante a delirios paranoides. – Tomar la anhedonia y despersonalización depresivas por el aplanamiento afectivo característico de la esquizofrenia. – Percibir la taquipsiquia como asociaciones laxas. – Dar demasiada importancia a eventuales síntomas schneiderianos. En relación con este último punto, Akiskal refiere que los síntomas schneiderianos no deberían considerarse Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. A. GRAMARY ET AL.– SÍNTOMAS PSICÓTICOS INCONGRUENTES CON EL HUMOR EN LA MANÍA: UNA REVISIÓN per se como incongruentes con el estado de ánimo (es decir, únicamente por ser síntomas de primer rango de Schneider) y subraya que la experiencia maníaca puede ser tan intensa que puede dar lugar a estados aparentemente bizarros e incoherentes que, sin embargo, adquieren “coherencia” bajo una experta observación fenomenológica. Este autor también refiere que el aumento de las percepciones en la manía puede producir alucinaciones y delirios que pueden determinar la ya comentada incongruencia del estado de ánimo24. FRECUENCIA DE SÍNTOMAS PSICÓTICOS INCONGRUENTES EN LA MANÍA Aunque ciertos síntomas psicóticos (p. ej., delirios de grandeza) son más frecuentes en la manía, todos los síntomas psicóticos, incluidos los considerados característicos de la esquizofrenia, pueden ocurrir en la manía. Se puede encontrar delirios somáticos, persecutorios, de referencia, nihilistas, extraños sistematizados; alucinaciones auditivas, visuales, olfatorias y táctiles; trastornos formales del pensamiento y catatonía25. Muchos estudios indican que los síntomas psicóticos incongruentes con el humor, incluyendo el delirio de persecución y los síntomas de primer rango de Schneider, son bastante frecuentes en la manía. Goodwin y Jamison encontraron que el 58% de los pacientes bipolares presentaban en algún momento de su enfermedad al menos un síntoma psicótico y aproximadamente el 48% de los episodios maníacos se acompañaban de, al menos, un delirio. El 28% presentaba delirios de persecución y paranoides (límites, 18-65%), el 18% alucinaciones auditivas (límites, 7-48%), el 18% síntomas primarios de Schneider para la esquizofrenia (límites, 9-34%) y el 15% delirios de pasividad (límites, 9-47%)26. Posteriormente, Tohen et al han encontrado, en episodios maníacos, mayor frecuencia de síntomas psicóticos incongruentes con el humor que de síntomas psicóticos congruentes (el 56 frente al 44%)27. En el estudio de González-Pinto et al, el 82% de los pacientes bipolares presentaban síntomas psicóticos y el 44% del total presentaban síntomas psicóticos incongruentes21. EDAD DE INICIO Y SÍNTOMAS INCONGRUENTES EN LA MANÍA En pacientes maníacos jóvenes es relativamente frecuente un inicio aparentemente psicótico o esquizofreniforme28-30. En estos casos, una respuesta espectacular y rápida al tratamiento antipsicótico, con remisión com- pleta y crítica de la sintomatología psicótica, debe alertar hacia un sustrato afectivo y una probable evolución bipolar31. Los pacientes con síntomas incongruentes tienen una edad más temprana de inicio32 y son más jóvenes en el momento del primer ingreso hospitalario33; observando algunos autores un pico al final de la década de los veinte y principio de los treinta34. Así, GonzálezPinto encuentra que la presencia de síntomas incongruentes en los pacientes menores de 40 años es del 50%, mientras que sólo alcanza un 18% en mayores de 40 años21. SEXO Y SÍNTOMAS INCONGRUENTES EN LA MANÍA Algunos autores encuentran una proporción mayor de mujeres entre los pacientes con trastorno del humor con síntomas incongruentes (83%) en relación con el grupo con síntomas congruentes (45%)34, mientras que otros autores no encuentran diferencias21. EEG Y SÍNTOMAS INCONGRUENTES EN LA MANÍA Ha sido observada una mayor frecuencia de variantes epileptiformes (puntas-ondas, polipuntas, pequeñas ondas abruptas) en pacientes con trastorno del humor con síntomas psicóticos incongruentes (33%), en relación con los pacientes con síntomas congruentes (0%) y con trastorno del humor no psicótico (3,2%). En este estudio, los autores refieren los datos para el grupo de pacientes con trastorno del humor con síntomas psicóticos incongruentes, sin especificar qué porcentaje de alteraciones electroencefalográficas corresponden a la manía y qué porcentaje a la depresión34. MANÍA SECUNDARIA A ENFERMEDAD MÉDICA Y SÍNTOMAS PSICÓTICOS INCONGRUENTES La manía secundaria, desde un punto de vista fenomenológico, se acompaña con menor frecuencia de síntomas psicóticos de primer rango35,36. COMORBILIDAD EN LA MANÍA CON SÍNTOMAS INCONGRUENTES Los antecedentes de abuso o dependencia de alcohol son más frecuentes entre pacientes con síntomas psicóticos incongruentes16. 185 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA. VOLUMEN 8, NÚMERO 5, SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2001 PRONÓSTICO Y SÍNTOMAS INCONGRUENTES EN LA MANÍA La presencia de síntomas psicóticos en la manía ha sido considerada por diversos autores como un predictor de peor pronóstico, y se asocia con un tiempo más corto de remisión y un peor status ocupacional y residencial37. En relación con los síntomas incongruentes, la mayoría de los autores encuentra que la presencia de estos síntomas en la manía se asocia con un peor pronóstico5,38-41; otros autores, sin embargo, han encontrado resultados contrarios12,42 y, por último, algunos se sitúan en una posición intermedia43. Las diferencias encontradas en estos estudios pueden deberse, en parte, a la duración del seguimiento. La mayoría de los estudios que no encuentran diferencias significativas en el pronóstico hizo el seguimiento durante un período inferior a 3 años, mientras que aquellos que encontraban diferencias significativas acompañaron, en general, a los pacientes durante períodos superiores a 4 años. Tohen encontró que la presencia de síntomas incongruentes durante el episodio índice de manía permitía predecir un tiempo más breve en remisión durante un período de 4 años, representando un factor de riesgo para la recaída, especialmente durante el primer año tras la recuperación del episodio. También observó que la presencia de síntomas schneiderianos de primer rango predecía un status residencial peor durante un período de 4 años. Para este autor, este estudio apoyaría la hipótesis sugerida por otros autores de un “continuum de gravedad”, y sería posible establecer una gradación en la cual la manía sin síntomas psicóticos tendría el mejor pronóstico, la manía con síntomas psicóticos incongruentes tendría el peor pronóstico, y la manía con síntomas psicóticos congruentes ocuparía una posición intermedia 27. Teniendo en cuenta que la manía esquizoafectiva tiene un pronóstico peor39, este trastorno se situaría en el extremo de la escala de gravedad. Miklowitz, en un estudio de seguimiento de 9 meses tras la hospitalización por un episodio maníaco, observó que los pacientes con síntomas incongruentes no diferían en la tasa o timing de recaídas depresivas o maníacas o en la ciclación. Observó, sin embargo, que los pacientes con síntomas incongruentes presentaban durante el seguimiento síntomas psicóticos positivos y negativos más graves, medidos a través de la Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS), así como un peor ajuste social y una menor adherencia a la medicación41. González-Pinto et al, en su estudio desarrollado sobre una muestra de pacientes bipolares, concluyen que los pacientes con síntomas psicóticos incongruentes presentan un mayor número de ingresos psiquiátricos en el último año, en relación con el resto de los pacientes16. El error diagnóstico (con la esquizofrenia u otras psicosis) en primeros episodios de pacientes 186 maníacos con síntomas psicóticos incongruentes puede determinar un retraso en el diagnóstico. Este retraso condiciona una instauración también diferida del tratamiento con eutimizantes, pudiendo empeorar así la evolución y el pronóstico de la enfermedad44. En los últimos años, se ha observado que la evolución del trastorno bipolar a largo plazo es menos favorable de lo que se podría esperar a partir de las descripciones iniciales de la enfermedad45. Este empeoramiento en la evolución ha coincidido con una mayor incidencia del trastorno en las últimas décadas. Una de las razones probables de este fenómeno es el cambio observado durante las últimas 2 décadas, sobre todo en los EE.UU., en las tendencias diagnósticas de la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Los criterios diagnósticos actuales para el trastorno bipolar permiten incluir a pacientes que presentan síntomas delirantes o alucinaciones incongruentes con el humor, así como episodios de catatonía, confusión y sintomatología psicótica negativa, que pueden llegar a enmascarar los síntomas afectivos46. TRATAMIENTO Y SÍNTOMAS INCONGRUENTES EN LA MANÍA La presencia de síntomas psicóticos, especialmente si son incongruentes con el humor, es considerada por Calabrese et al como un predictor de no respuesta al litio47. Este mismo indicador de refractariedad durante el episodio índice ha sido igualmente hallado por Tohen et al en un estudio de 4 años de seguimiento37. Schnur et al asocian la mala respuesta a la TEC en los episodios maníacos con la presencia de contenidos paranoides, que también relacionan con peor respuesta al litio48. Otros autores, como Black et al, no encuentran predictores de respuesta49. BIBLIOGRAFÍA 1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders-Fourth Edition. Washington DC, 1994. 2. Pintor L, Gastó C. Características clínicas. En: Vieta E, Gastó C, editores. Trastornos bipolares. Barcelona: Springer-Verlag Ibérica, 1997; 138-165. 3. Kendler KH. The Nosologic validity of mood-incongruent psychotic affective illness. 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