CURSO BASICO POR CORRESPONDENCIA

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CURSO BASICO POR CORRESPONDENCIA
LECCION 2
EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO
Al tomar la Biblia en sus manos. notará usted que hay una página en blanco
cuando se llega aproximadamente a las dos terceras partes de la misma. Esa página
en blanco está puesta al final de lo que comúnmente se llama Antiguo Testamento,
e inmediatamente antes de lo que se denomina Nuevo Testamento.
Estas dos divisiones principales de la Biblia son importantes. Es necesario que
comprenda usted totalmente el significado de las dos divisiones, antes de que
usted pueda comprender su Biblia.
El Antiguo Testamento contiene la ley de Dios para el pueblo judío, Nunca se
destinó para ser guardada por los gentiles, o sea, todos los que no fueran judíos. El
Antiguo Testamento da el relato detallado de la forma en que Dios trató al
hombre, y después al pueblo judío. El Nuevo Testamento relata la ley de Dios,
tanto para los judíos como para los gentiles, a partir de la muerte de Jesús en la
cruz. Es de vital importancia comprender que la ley que rige a los gentiles está
contenida en el Nuevo Testamento, no en el Antiguo.
A continuación se dan tres razones por las cuales no podemos recurrir al
Antiguo Testamento para saber cuál es la ley de Dios para nosotros. (1) El
Antiguo Testamento contiene la ley de Dios para los judíos. Nosotros nunca
hemos estado bajo esa ley. (Leer Éxodo, capítulos 19 y 20). No es posible infringir
la ley de Moisés, como no nos es posible ir contra la ley de China, por ejemplo.
No estarnos, ni nunca estuvimos, regidos por ella. (2) El Antiguo Testamento
nunca contuvo un plan de salvación, ni siquiera para los judíos. Cuando mucho, lo
que ellos podían lograr con sus sacrificios era retrasar por un tiempo el castigo de
sus transgresiones. Los sacrificios de animales por ellos efectuados no podían
librarlos del pecado. (3) No estarnos bajo la ley del Antiguo Testamento, porque
Jesús le quitó el poder a la ley de Moisés con su muerte. "En esa voluntad somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre" (Hebreos 10.10).
El Antiguo Testamento tiene cinco divisiones naturales: (1) Los libros de la
ley: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. (2) Los libros históricos:
Josué, Jueces, Rut, lo. y 2o. de Samuel, lo. y 2o. de Reyes, lo. y 2o. de Crónicas,
Esdras, Nehemías y Ester. (3) Los libros poéticos: Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés y Cantares de Salomón. (4) Los profetas mayores: Isaías, Jeremías,
Lamentaciones, Ezequiel, Daniel. (5) Los profetas menores, o sea los últimos 12
libros.
Lucas nos da un arreglo ligeramente distinto, haciendo únicamente tres
divisiones: La Ley, los Profetas y los Salmos. Ver Locas 24,44.
La primera división, el Pentateuco, como se le llama comúnmente, se acepta
generalmente como obra de Moisés. En esta división, encontramos la historia de la
creación, la caída del hombre, el diluvio, el llamamiento de Abraham, el
nacimiento de Isaac y de Jacob, la historia de José, la jornada hasta Egipto, la
servidumbre, el éxodo, la institución de la ley y la peregrinación del pueblo de
Israel en el desierto.
Durante la primera parte de este período — desde la creación hasta la ley dada
en el Monte Sinaí - no hubo ley escrita. Cada jefe de familia era también el
sacerdote o patriarca de la tribu que dirigía la adoración. Esto dio lugar a la
expresión: "Dispensación patriarcal".
Los judíos recibieron una ley especial, registrada en Éxodo 20, la cual fue
agregada para controlar la transgresión (Gálatas 3.19). Pero esta ley fue dada para
los judíos únicamente. Aparte de los judíos, ninguna otra gente tenía parte alguna
en ella. Esta ley escrita se dio para cumplir la promesa de Dios a Abraham de que
haría de su simiente una poderosa nación Génesis 22.17). Mediante la observancia
de la ley de Moisés, los israelitas llegaron en verdad a ser una gran nación.
La segunda división, los libros de historia, dan una breve historia de la nación
judía. Después de entrar a Canaán, los israelitas habitaron la tierra gobernados por
jueces o dirigentes que se levantaron para enfrentarse a cada una de las crisis de la
historia de Israel. Más tarde, el pueblo "deseó ser igual a sus vecinos" y pidió un
rey. Dios les dio un rey en la persona de Saúl. A este rey lo siguió David, y David
fue sucedido en el trono por su hijo Salomón. Luego el reino se dividió en dos
partes: El Reino del Norte y el Reino del Sur. El del norte se llamó Israel, y el del
sur se llamó Judá. Después de algunos períodos relativamente cortos de, historia,
Israel fue conquistado por Asirla, y Judá por Babilonia. Los israelitas fueron
dispersados entre otras naciones y su identidad parecía perdida para siempre. Los
habitantes de Judá fueron llevados a Babilonia, donde estuvieron bajo esclavitud
durante 70 años. Al término de ese período, un remanente de la nación, bajo la
dirección de Nehemías, regresó para re. construir las murallas de Jerusalén. Esto
ocurrió cerca de 450 años antes de Cristo.
Los libros proéticos son simplemente los himnos de alabanza y devoción y los
poemas épicos de los judíos. Debido a la traducción del texto a nuestra lengua se
ha perdido mucho de su forma poética original, pero aún conserva para nosotros
un tesoro de bellos sentimientos y poderosas expresiones.
La cuarta y quinta divisiones: Los Profetas, dan la predicación, la voz de alerta,
y las observaciones de los siervos de Dios que vivían entre su gente, en diferentes
períodos de su historia, tan llena de eventos. A través de las obras de los profetas,
Dios nos da una completa y perfecta descripción de la venida del Mesías, y de lo
que El significaría para el mundo.
El Nuevo Testamento tiene cuatro divisiones naturales. Ellas son: (1) Los
Evangelios sinópticos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. (2) La historia del principio
de la Iglesia: Los Hechos de los Apóstoles. (3) Las Epístolas, desde Romanos
hasta Judas. (4) Profecía, el Apocalipsis o revelación.
Los libros de Maten, Marcos, Lucas y Juan principian, en términos generales,
con un relato de los eventos que rodearon el nacimiento de Cristo. Constituyen
cuatro relatos paralelos escritos por cuatro hombros diferentes, acerca de la vida
de Cristo. Estas biografías de nuestro Señor tienen puntos peculiares en cada una
de ellas, pero en los puntos en que coinciden, están en perfecta armonía. Los
hechos del Evangelio son dados en esta división del Nuevo Testamento. Se
presenta suficiente material y pruebas para hacer que cualquier lector honrado crea
que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Si una persona no cree en Jesús,
ésta es la división del Nuevo Testamento que debe estudiar.
El libro de los Hechos es un libro de historia. Jesús dio la gran comisión a sus
apóstoles. Les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado" (Marcos 16.15 y 16). Casi acabando de decirles estas palabras, se
separó de ellos. Al abrir el libro de los Hechos, vemos a los apóstoles reunidos en
Jerusalén, donde Jesús les había dicho que esperaran hasta que recibieran poder de
lo alto. El poder del Espíritu Santo vino el día de Pentecostés. Entonces, los
apóstoles salieron, porque el Señor les había dicho que fueran a hacer discípulos a
todas las naciones.
Lucas fue con ellos. El escribió un diario de lo que hicieron, y de cómo lo
hicieron. Cuando conseguían un nuevo discípulo, él lo apuntaba en su diario,
diciendo cómo lo habían convertido. En la actualidad, cuando alguien quiera hacer
discípulos para Cristo, debe acudir al libro de los Hechos y ver exactamente en
qué forma se hace. Se nos informa de al menos ocho distintos casos en que se
hicieron discípulos por los apóstoles. Estos relatos se encuentran en Hechos 2.38;
8.35-38; 8.12; 10.48; 16.14-15; 16.31-34; 18.8 y 9.18.
Después, a continuación de esta historia del principio de la Iglesia, tenemos 21
cartas escritas a iglesias e individuos que se habían hechos cristianos. Estas cartas
eran escritas para instruirlos en cómo vivir la vida cristiana; cómo adorar en forma
aceptable a Dios; y para animarlos a enfrentarse a las lucho del cristianismo en el
primer siglo de su historia.
Finalmente, el último libro del Nuevo Testamento, el Apocalipsis, hace una
descripción del cielo, y el cristiano puede mirar las puertas de perlas que están
abiertas en la ciudad celestial, y los redimidos de todas las edades, acercándose a
su hogar final.
NOTA: Para facilitar sus respuestas use la
Versión Reina Valera.
Marque con una X la respuesta correcta en el cuadro correspondiente.
1. Hay dos divisiones principales en su Biblia, el Antiguo y el Nuevo Testamento.
2. El Antiguo Testamento tiene cinco divisiones principales.
3. El Nuevo Testamento tiene tres divisiones principales.
4. El Antiguo Testamento contiene la ley de Dios para los judíos.
5. La nación de Judá fue capturada por Siria
6. Podemos esperar encontrar el relato del nacimiento de Cristo en el libro de los
Hechos.
7. Los Evangelios sirven para llegar a tener fe en que Jesucristo es el Hijo de Dios.
S. Para aprender a hacer discípulos uno puede acudir al libro de Hechos.
9. El principio de la Iglesia está relatado en los Hechos.
10. Hay 10 cartas escritas a las iglesias e individuos que se habían convertido en
cristianos.
Llenar los espacios en blanco.
1. A continuación del reinado de _________ el__________ reino se dividió en
dos reinos: el del________y el
deL________.
2. Los apóstoles recibieron poder por medio del cual pudieron Nevar adelante la
Gran Comisión, en el día de
3. Los ocho casos detallados de conversiones, están anotados en el libro de los
4. __________ en su diario los detalles de la forma en que los apóstoles
convertían a los pecadores en santos.
5. El libro de_________describe _______el cielo.
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