B-66807 "MILAGRO SOCIEDAD ANONIMA Y PERJUICIOS"

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B-66807
"MILAGRO SOCIEDAD ANONIMA
CONTRA PROVINCIA DE BS. AS./DAÑOS
Y PERJUICIOS"
//PLATA, 28
DE SEPTIEMBRE DE 2005.
VISTO:
La oposición efectuada por la Fiscalía de
Estado a la admisión de diversas pruebas ofrecidas por la
actora,
la
contestación
de
las
mismas
efectuadas
a
fs.
165/167 por la actora, y
CONSIDERANDO:
I. Que la Fiscalía de estado se opone en el
punto XII de su escrito de contestación de la demanda, a la
producción de distintos puntos de prueba ofrecidos por la
actora,
por
considerarlos
inadmisibles
conforme
con
lo
dispuesto por los artículos 77, ap. 2º de la ley 12.008 y
359, 362, 394, 395, 401, 424, 426, 457, 459, 469, 473 y
concs. C.P.C.C.
Que
en
particular,
se
opone
a
la
declaración testimonial sobre la actividad desplegada por
el Ingeniero Raúl A. Mauvecin, por estimar que la actora
intenta
sustituir
exclusivamente
a
medios
este
probatorios
testigo
que
al
aprecie
requerirse
los
hechos
controvertidos a través de sus conocimientos especiales en
una
ciencia
marco,
o
actividad
rechaza
que
la
técnica
especializada.
actora
pretenda
En
introducir
ese
la
experticia realizada previamente como “prueba instrumental”
y,
por
otra
parte,
cataloga
como
inadmisibles
las
interrogaciones segunda y tercera propuestas para la prueba
testimonial
–por
las
cuales
se
cuestiona
sobre
el
reconocimiento de la firma de un estudio técnico que se le
exhibirá, y sobre las razones por las cuales arribó a las
conclusiones que se vierten en el mismo-.
Partiendo
de
esa
base,
considera
que
la
tarea encomendada al citado ingeniero pertenece al ámbito
de
la
prueba
respecto
del
pericial.
testimonio
Iguales
del
consideraciones,
Ingeniero
Mauricio
refiere
Gabriel
Fornacero.
En lo atinente al acta notarial nº 183 que
acompaña
la
actora,
expresa
la
demandada
que
se
ha
pretendido requerir a un supuesto “perito en la materia”
para que informe sobre el estado del campo al momento de la
constatación. En razón de lo cual concluye que se quiere
reemplazar –a través de una escritura pública- la prueba
científica o eventualmente, testimonial.
Finalmente, se opone al pedido de informes
requeridos
Agropecuaria,
al
en
Instituto
cuanto
se
Nacional
solicita
que
de
el
Tecnología
informe
se
realice “en base a estudios de imágenes satelitales”, pues
la actividad requerida –también- es propia de una actividad
técnica
o
científica.
Así
como
a
los
peticionados
en
subsidio en el punto VII.1. de la demanda, en cuanto se
refieren a documentos que no resultan respaldados por las
fuentes mencionadas en el artículo 394 del C.P.C.C.
II. Corrido el traslado de ley, la actora
niega que el análisis técnico elaborado por el Ingeniero
Raúl A. Mauvecin –así como su declaración sobre el mismotienda a sustituir en forma alguna a la prueba pericial,
que también se propone.
Destaca que la demandada pretende eliminar
al
testigo
por
precisamente
esa
su
condición
calidad
la
que
profesional
cuando
es
autoriza
examen
más
un
profundo en mérito a lo establecido en el artículo 441 del
C.P.C.C. Similares argumentos esboza en lo tocante a las
preguntas tercera y cuarta del interrogatorio del Ingeniero
Mauricio Gabriel Fornacero.
Alega que la Fiscalía de Estado se basa en
afirmaciones
dogmáticas
al
expresar
que
las
actas
notariales acompañadas en el inicio intentan desplazar la
prueba
científica
y/o
testimonial.
Por
el
contrario,
-
arguye- las descripciones del escribano interviniente “no
tendrán otro efecto que el que les asigna el Código Civil:
tener
por
sentidos”.
descriptas
situaciones
que
pasaron
ante
sus
Por último, en cuanto a la oposición a la
prueba informativa, responde que la Fiscalía se apoya en
una
presunción
interesada,
esto
es,
que
los
organismos
requeridos carecerán de respaldo documental. Al respecto,
destaca
que
la
impugnación
de
un
informe
no
puede
anticiparse a su producción sobre la base de un prejuicio.
III. Primeramente cabe mencionar que atento
lo expresado en el artículo 441 del C.P.C.C. no resulta
procedente la oposición de la demandada a la producción de
la prueba testimonial de los Ingenieros Raúl A. Mauvecin y
Mauricio Gabriel Fornacero.
En efecto: el artículo citado al expresar
las respuestas “no podrán contener referencias de carácter
técnico,
salvo
especializadas”
si
no
se
fueren
refiere
dirigidas
al
caso
a
genérico
personas
sino
al
específico de cada ciencia, arte, industria o técnica cuya
especialidad ostente el testigo, agrupándolas bajo el rubro
de “referencias de carácter técnico”. Es por ello que, las
respuestas que brinda el testigo no son las de un perito,
sino de una opinión distinta, dadas otras circunstancias y
con un alcance diferente. Al testigo “técnico” no se le
solicita un informe pericial, sino la interpretación de los
hechos que ha percibido en atención a la especial condición
de conocimiento que tiene para formular una apreciación
distinta.
Este temperamento ha sido reconocido por el
Tribunal
mérito
en
de
numerosos
los
precedentes,
conocimientos
al
técnicos
decir
de
que
un
“hacer
testigo
no
resulta objetable sólo si se limita a valorar los hechos
percibidos
“Jara”,
por
el
declarante”
(cfr.
causa
L.
53.534,
sent. del 12-IV-1.994). Es decir que, como también
tiene dicho esta Corte, todas las cuestiones probatorias se
deben
resolver
existiendo
por
los
cuestiones
medios
previstos
"técnicas"
en
las
en
la
que
ley,
no
corresponda
sujetarse a cierto medio de prueba, sin perjuicio de que la
vía
pericial
pueda
correspondientes
ser
(conf.
la
más
B.53.476,
apta
a
los
“Francisco
fines
Natino
e
hijos”, sent. del 28-IV-1.998).
Por
hechos
que
mientras
han
que
lo
caído
el
tanto,
bajo
perito,
el
que
el
testigo
dominio
es
un
de
depone
sus
auxiliar
sobre
sentidos,
del
juez,
realiza una comprobación de los hechos y una determinación
de sus causas y efectos (cfr. causas L. 53.534, cit.; B.
56.964,
“Ferni
Construcciones
S.R.L.”,
res.
del
15-VII-
1.997; B. 51.747, “Zea”, res. del 2-IX-1.997; B. 57.625,
“Melo”, res. del 11-X-2.000; B. 60.299, “Digiacoma”, res.
del 31-X-2.001; entre otras).
Ello así, resulta clara la imposibilidad de
concebir a los testigos propuestos como una sustitución de
la prueba pericial que, como bien hace notar la actora a
fs. 166, específicamente también se solicita.
IV. En punto a la oposición referida al
pedido
de
informes,
cabe
precisar
que
los
medios
informativos son aquellos en los cuales, ya sea a pedido de
parte, ya sea de oficio, o directamente por imposición de
la ley, la persona encargada a cuya custodia se encuentra
un archivo o registro, e incluso algún documento, emite un
dato
o
una
serie
de
ellos
para
conocimiento
de
una
autoridad judicial (cfr. Enrique M. Falcón, Tratado de la
Prueba, t. 1º, Buenos Aires, Astrea, 2.003, p. 926).
En razón de ello es que no cabe confundir a
la persona del informante con la del perito. Ello así, toda
vez
que
el
primero
se
limita
a
transcribir
-de
los
registros o archivos a los que tenga acceso- lo requerido
con fidelidad, sin importar si los datos son verdaderos o
falsos,
ni
hacer
ningún
estudio
científico
de
ninguna
naturaleza ni evaluación alguna. Por el contrario, lo que
se le pide al perito es casualmente que ilustre al juez a
través de la ciencia del conocimiento que obra en un objeto
(que podría ser en algún caso el mismo registro), más allá
de su simple expresión externa.
Está
exclusivamente
a
claro
las
que
el
cuestiones
informe
para
está
las
limitado
que
está
destinado: transferir de manera indirecta el conocimiento
de un documento, registro o fuente de entidades públicas,
privadas o escribanos de registro.
Así, que en modo alguno puede suponerse que
el pedido de un informe “técnico” al Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria pueda confundirse en el sub lite,
con una sustitución de la prueba pericial, ya que no se
trata de un examen sobre los elementos aportados al proceso
por las partes o las fuentes documentales sobre las que
deba
expedirse
en
concreto
y
efectuar
un
dictamen
específico con respecto a aquélla, sino y ante todo, se
limita
a
reproducir
las
constancias
que
obren
en
sus
archivos o registros, de acuerdo al pedido del caso.
Finalmente, tampoco procede impugnación de
los informes ofrecidos en subsidio. En efecto, en primer
lugar no se advierte que se subviertan las disposiciones
del artículo 394 respecto de la fuente documental de los
informes referidos. Y luego –en lo fundamental-, resulta
inatingente su tratamiento pues la Fiscalía de Estado no ha
planteado la carencia de autenticidad de la documentación
acompañada.
V. Por último, la oposición referida a la
agregación
del
acta
notarial
del
31-X-2.001
resulta
asimismo infundada.
No se observa alteración alguna del sistema
de medios probatorios previsto por la ley ritual en el
hecho de que la actora preconstituya prueba valiéndose para
ello
del
dejando
aporte
de
constancia
un
de
profesional
ello
a
de
través
la
de
ingeniería
una
y
escritura
pública, con la obvia intervención de un escribano.
Resulta
por
otro
lado
obvio,
que
tal
material será analizado en su momento oportuno por esta
Corte, juntamente con los restantes elementos probatorios
obrantes en la causa, a la luz de los principios de la sana
crítica (cfr. art. 384 C.P.C.C.). La selección de pruebas y
la
atribución
de
la
jerarquía
que
les
corresponde
-que
admite la posibilidad de inclinarse por algunas descartando
otras- es facultad privativa de los magistrados (cfr. Ac.
75.973, “A., E. J.”, sent. del 30-VIII-2.000; Ac. 78.338,
“Berti”, sent. del 5-III-2.003).
VI. Este Tribunal tiene dicho que si la
prueba
ofrecida
por
la
actora
guarda
relación
con
las
cuestiones ventiladas en la causa y resulta prima facie
idónea para formar la convicción del Tribunal en punto al
esclarecimiento de los hechos controvertidos en la misma
corresponde no hacer lugar a la oposición planteada por la
accionada, sin perjuicio de la valoración de la misma que
deberá efectuarse con arreglo a las pautas contenidas en el
art. 474 del C.P.C. y C. al momento de dictar sentencia
definitiva (arts. 362 y 457 del C.P.C.C.; conf. B. 56.509,
“Antonuccio”, res. del 4-II-1.997; ).
En
el
caso,
los
medios
probatorios
propuestos por la actora se muestran tanto “admisibles”, en
razón de no presentarse como contrarios a las disposiciones
del
código
ritual
(arts.
425
y
conc.
C.P.C.C.),
como
“conducentes”, en el sentido de pertinentes y eficaces,
para los fines perseguidos por la parte en sus alegaciones.
Todo
ello,
final
claro
conjunta
elementos
está,
que
obrantes
quedando
haga
en
este
la
sujeto
a
la valoración
tribunal
causa,
al
de
momento
todos
de
los
dictar
sentencia definitiva.
Es
que
como
tiene
dicho
esta
Corte,
en
materia de prueba, el Tribunal contencioso administrativo
tiene una gran amplitud de facultades, ya que sus jueces
están obligados a averiguar la verdad, trayendo a los autos
todos
aquellos
elementos
que
puedan
concurrir
a
descubrirla, aún cuando las partes no lo pidan, aún cuando
alguna de ellas se oponga y aún cuando estén vencidos todos
los
términos
que
a
ellas
acuerdan
las
leyes
(conf.
B.
53.581, “Corvin S.A.–Sorsa S.A.”, sent. del 22-XII-1.998;
B. 58.867, “Sánchez”, res. del 5-IX-2.001; ).
A
mayor
abundamiento,
se
ha
dicho
reiteradamente que estas mismas características, otorgan la
posibilidad
de
probar
pretensión
de
forma
los
hechos
justificativos
particularmente
amplia,
de
la
siendo
admisibles todos los medios probatorios previstos por la
ley ritual mientras ésta no los excluya expresamente (conf.
B.
55.570,
“Reyes”,
“Sanabria”,
sent.
sent.
del
del
18-XII-2.002;
29-XII-2.003;
B.
B.
55.489,
57.232,
“Cosuco
S.R.L.”, sent. del 23-IV-2.003; B. 61.442, “Zagaglia de
Salazar”,
significar
sent.
del
–en
“manifiestamente”
29-X-2.003).
el
mismo
contenida
en
No
otra
sentidolos
cosa
la
artículos
viene
a
expresión
362
y
395
C.P.C.C., corroborando la citada amplitud probatoria en el
sistema del rito.
RESUELVE:
Rechazar las oposiciones a la producción de
la prueba formuladas por la Fiscalía de Estado a fs. 160
vta./162.
Regístrese y notifíquese.
Registro: 834
Fdo. RO-SO-GE-KO-PE
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