Los balísticos dicen que el policía disparó y el tiro ingresó en la nuca

Anuncio
02-tu.qxd
20/02/02
21:23
Página 1
2
JUICIO
Justicia, Seguridad y Policía
La Plata, jueves 21 de febrero de 2002
ORAL- ULTIMA JORNADA
UNIDAD CARCELARIA Nº 28
Los balísticos dicen que el policía
disparó y el tiro ingresó en la nuca
Los expertos dijeron que el acusado efectuó nueve disparos. Uno rebotó en el pavimento y se incrustó en la cabeza de
un pibe de 17 años. El chico murió a metros de su casa. El imputado era policía y trabajaba de remisero. Los alegatos
En el juicio oral que se sigue en los
Tribunales Penales de La Plata por la
muerte de un chico de 17 años, los
peritos balísticos confirmaron ayer
que el proyectil que impactó en la cabeza de la víctima se correspondía
con el utilizado por el acusado: el policía Eduardo González (45).
Las conclusiones de los balísticos
fueron coincidentes con otras aportadas por los médicos forenses. El
chico Oscar Maximiliano Araya fue
alcanzado por una bala rasante que
primero dio en el pavimento, rebotó
y luego se incrustó en su cabeza.
Durante el juicio que se ventila
desde el lunes, los testigos lograron
reconstruir el trágico episodio. Tres
menores, entre ellos Araya, habían
tomado un remis que era conducido
por el ahora acusado, Eduardo González, quien también se desempeñaba en el Cuerpo de Infantería.
Al llegar al destino -calles 135 y
35-los tres pibes dijeron que no tenían dinero para pagar el viaje, se bajaron del auto y comenzaron a correr.
El remisero habría desenfundado
el arma oficial que tenía asignada, y,
parapetado en una de las puertas delanteras comenzó a disparar a los
menores.
Los peritos balísticos ilustraron
ayer al tribunal sobre sus conclusiones. Señalaron que el acusado disparó 9 proyectiles de su pistola 9 mm.
Uno de esos disparos dio en una superficie dura, rebotó y se introdujo
en la nuca del chico Araya.
Los dos compañeros de Araya también declararon ante los jueces
Guillermo Labombarda, Patricia de
la Serna y Samuel Saraví Paz. Lucas
Gallardo, por su parte, recordó que
el remisero les tiraba al cuerpo mientras ellos corrían. El chico dijo que se
escapaban porque no tenían dinero
para abonar el viaje. También indicó
que una de las balas le rozó la pierna.
El tercero de los menores, Joel Gómez, describió la forma en que el policía les disparó a quemarropa.
Araya cayó desplomado cuando
apenas faltaban 25 metros para que
llegara a su casa del barrio La Cumbre. El cadáver fue rodeado
El banquillo. El acusado González (izq.) junto a sus abogados defensores. Hoy a las 9 harán su alegato
por sus vecinos y familiares, con la intención de prevenir de que “nadie le
sembrara” un arma.
En tal sentido, la idea de posibles disparos efectuados por la víctima, fue introducida al juicio por el propio acusado durante la primer audiencia de debate.
González, quien es defendido por los
letrados Walter Giacomelli y Mario Mac
Dougall, manifestó que los tres pibes
habían simulado ser pasajeros y al llegar a la esquina de 135 y 35, uno de
ellos sacó un revólver, le apuntó y le robó el dinero que tenía encima.
Asimismo, el acusado sostuvo que los
tres presuntos asaltantes salieron
corriendo, mientras que el que tenía el
arma cubría su fuga a tiros.
Fue por ese motivo, siempre según el
imputado, que no le habría quedado
más remedio que defenderse. Entonces,
sacó su pistola reglamentaria y disparó
a los pies.
Finalmente, quedaron expuestas dos
versiones muy distintas. La única certeza la aportó la pericia balística indicando que uno de los 9 proyectiles 9 mm.
que disparó González dio en la nuca de
Araya y lo mató. Hoy a las 9, Fiscalía y
defensa harán sus alegatos.
Denuncian
ataque sexual
entre presos
Un escándalo de proporciones se
desató ayer a la mañana en la
Unidad penitenciaria Nº 28 de
Magdalena cuando uno de los
internos denunció a otro, diciendo que lo había sometido a una
salvaje violación por doble vía.
Fuentes policiales señalaron que
la denuncia fue girada ante los
fiscales penales de turno
Virginia Bravo y Gabriel
Sagastume, quienes ordenaron
de inmediato los reconocimientos médicos de rutina. En la
denuncia, el interno había señalado que el otro reo lo había
amenazado con un elemento
del tipo punzo-cortante similar
a una “faca” y luego lo forzó a
tener sexo. Los gritos desesperados del preso no fueron
escuchados por los guardiacárceles durante los primeros
momentos. Sin embargo, cuando acudieron al lugar, el interno
estaba solo en uno de los pabellones, desnudo, con varias heridas cortantes en el pecho, a
modo de defensa y en particular, muy dolorido, según
señalaron las mismas fuentes.
Analizan si la adolescente fue
violada además de drogada
Hoy a las 8 comenzará la segunda
audiencia en el juicio que se ventila
en los estrados federales por la
muerte de una adolescente de 16
años quien habría fallecido por una
sobredosis de cocaína, suministrada
a la fuerza en un hotel alojamiento.
Este juicio oral ya se ventiló el año
pasado y por un planteo de uno de
los dos acusados, la Cámara de Casación ordenó que todo el debate
debía volver a fojas cero y testigos y
peritos tendrían que declarar de
nuevo.
Uno de los primeros en declarar
fue un perito. El médico Darío
Amado explicó las lesiones que presentaba el cuerpo de la víctima en
una de sus muñecas, producto de la
inyección de drogas.
Durante la jornada de hoy, el fiscal
Perito forense. Darío Amado
General de juicio Carlos Dulau
Dumm trataría de demostrar ante
los jueces, que la menor, además del
suministro forzado de estupefacientes, también habría sido violada
por los dos acusados.
En contrapunto, los defensores
Fernando Burlando y Fabián
Améndola trasaron su estrategia adjudicando a la víctima una ingesta
de antigua data.
Los acusados son Gabriel Lobato
(32) y Jonathan Villarruel (22). Están sospechados de haber llevado a
la víctima, el 31 de octubre de 1997,
a un hotel alojamiento de Ciudadela donde le suministraron un cocktail de cocaína con whisky.
La menor sufrió un ataque.Los
dos imputados se habrían asustado
y la llevaron de inmediato a una sala médica donde habrían dejado
abandonado el cuerpo ya sin vida.
Los primeros pasos de la investigación estuvieron teñidos de supuestas irregularidades policiales.
Ambos imputados se mantuvieron
prófugos hasta que fueron detenidos en Berisso.
Descargar