EL PAPEL DEL PIANO EN EL JAZZ Rosa Moncholí Copete Si se liga el inicio del jazz al ragtime, estilo musical desarrollado a finales del siglo XIX que constituyó la primera música negra con amplia popularidad e inicialmente de interpretación pianística, se puede afirmar que el jazz principia con el piano. La historia del jazz en el piano, puede decirse que se desenvuelve entre dos lados. Por un lado, el piano ofrece más posibilidades que otros instrumentos usuales del jazz pero, cuanto más se intentan aprovechar estas posibilidades, más parece fracasar dicho instrumento en comparación con el intenso fraseo hot de los “sopladores” de jazz, imprescindible en este estilo. Por otro lado, cuanta mayor intensidad pone el pianista para sustituir el fraseo de los instrumentos de viento, más se desaprovechan las auténticas posibilidades del instrumento. Es la existencia de estos dos extremos incompatibles la razón por la que eran muy escasos los pianistas en las bandas de jazz de la vieja Nueva Orleáns. No obstante, los había en grandes cantidades en los saloons, en los bares, en las “casas” y en los cabarets, todos considerados como los “profesores” de estos establecimientos. Estos “profesores”, en cuyas interpretaciones estaba siempre presente el ragtime, existían en Nueva Orleans con anterioridad a lo que se conoce por el estilo de Nueva Orleans hasta nuestros días., pero solo unos pocos se han dado a conocer fuera de la ciudad. El ragtime de Medio Oeste y el de Nueva Orleans, mostraban claras diferencias entre sí, pero en ambos se percibían los elementos del rag, del “tiempo hecho jirones”. Pronto hubo ragtime también en Nueva York, diferente del de los sonidos de piano del Medio Oeste y de Nueva Orleans. De este derivó la gran época del piano de jazz de Harlem. James P. Jonson, el primer pianista importante de Harlem, fue quien hizo patente por primera vez en el piano de jazz el arte del acompañamiento. Harlem fue en los años veinte un auténtico nido de pianistas de jazz, los cuales tocaban el llamado stride piano, estilo cuya característica principal consiste en una alternancia permanente entre una nota tocada en el bajo en los tiempos nones y un acorde tocado en los pares. En un principio, los pianistas de ragtime y de Harlem miraban con cierto desprecio a los pobres pianistas de boggie-woggie. Chicago fue el centro del boggie y en sus bares y tabernas sonaba, además de este, el blues en piano. También el boggie se remonta al Medio Oeste y al sur hasta Texas. Otros centros importantes del boggie fueron Kansas City, Memphis y San Luis. El ostinato boggie (figuras de bajo muy acentuadas constantemente repetidas), puede haber surgido en el sur de E.E.U.U. por las figuras con que los cantantes de Fol.blues se acompañaban en el banjo o la guitarra. El blues y el boggie van mano a mano desde su creación. Los primeros boogies se tocaron como acompañamiento pianístico del blues, y casi todos ellos tienen la forma del blues de doce compases. El boogie es una especie de “archirritmo” de la música negra, y por ello se le encuentra en los tiempos que corren, como “disfrazado” en el rythm and blues de los años cincuenta y en la música soul de los sesenta. Este estilo, originado en tierra negra, empezó a ser conocido por el mundo blanco a mediados de los años 30. La tercera rama del desarrollo pianístico, el estilo de “viento”, adquirió sus rasgos peculiares más tarde que las otras. Earl Hines, primer músico y pianista de esta orientación, fundó una escuela en la que los pianistas realizaron líneas que, aunque no llegasen a alcanzar la expresión de un instrumento de viento, poseían contornos de frases parecidas. El contraste entre las concepciones pianística y “trompetística” del piano de jazz se acentúa particularmente después de Art Tatum, pianista de swing en quien confluyó todo lo que se había logrado en la historia del piano de jazz hasta la época en que se hizo famoso, es decir, hasta los años 40. Bud Powell, era exponente de la orientación “trompetística” y, en general, es un pianista forjador de una escuela en el jazz moderno. Este ha creado líneas nítidamente cortadas casi “trompetísticas”, que al sonar parecen permanecer en el espacio. No obstante, Bud es también un romántico en su música. De Art Tatum proviene lo pianístico, y de Bud Powell el estilo. Tatum impuso un estándar en la interpretación al piano que parece inalcanzable mientras que Bud formó la escuela. Por eso, hay mucho más “discípulos” de Powell que de Art Tatum. Bill Evans, pianista blanco que triunfó notablemente, fue aceptado en el estrecho círculo del hard bop pese a tener un estilo diferente al resto de pianistas de hard bop: fue el primer pianista modal. Además, revolucionó el género del trío de piano en el jazz, que se remonta a los años 20. Antes de él, los tríos de piano en el jazz tocaban una música “bidimensional”. Por una parte, el piano dominaba y dirigía y, por otra, la sección rítmica (contrabajo y batería), se encargaba de crear el fundamento respectivo. Sin embargo, ell trío de Evans fue el primer grupo pianístico del jazz en tocar en forma “tridimensional”, es decir, ahora cualquiera de los instrumentos del trío podía tomar el papel de líder. También se puede decir que en los años ochenta, hubo en el ámbito del piano un clasicismo inspirado en Bill Evans. Por otro lado, Milt Buckner creó un “estilo de acordes en bloque” (movimientos tonales empalmados entre sí y paralelos) que posee un efecto fuertemente estimulante. En esta forma logra Buckner transportar secciones enteras de las que integran una gran orquesta hacia el piano, con todo y su ritmo arrebatador y su fluidez. Además, Buckner ha introducido en el piano gran cantidad de elementos de la música europea comprendida entre Bach y Milhaud. La evolución musical posterior, el free jazz, lo trajo Cecil Taylor en una forma grandiosa no considerada como posible: en secuencias dislocadas que abarcan todo el piano. Taylor es el pianista más destacado del free jazz, pero existe un gran número de buenos pianistas dentro de este campo. Don Pullen, generó una técnica muy peculiar de los racimos, al no golpear (como Taylor), sino restregar sobre las teclas con los nudillos, el canto y el dorso de la mano, con lo que logra sonidos glissandi, casi melódicos, en los que sobreviven la dureza y franqueza del blues. El estilo free de Taylor llegó también a Europa y a Asia. De una manera u otra, tocar jazz al piano se vuelve algo cada vez más individualizado tanto en free jazz como entre los músicos “no free”. Derivado del free jazz aparece el jazz-rock, que alcanzó sus mayores cumbres al comienzo de los años setenta con un grupo llamado Return to Forever dirigido por el pianista Chick Corea. Corea permea su romanticismo con una civilizada tensión jazzística moderna, lo cual se volvió muy contemporáneo Todos estos pianistas del “grupo romántico” pertenecen al clasicismo de Bill Evans ya citado, resultante del redescubrimiento de la tonalidad y del beat , género nacido en el Reino Unido en los años setenta y ochenta. A las presentaciones del trío de Bill Evans se agregaron en los años ochenta cada vez más tríos de piano. Por otro lado, centrándonos en el mainstream, corriente principal del desarrollo del jazz que conduce del bebop a la música contemporánea, cabe mencionar a McCoy Tyner como figura suprema. Tyner encontró su propio sonido, muy en la línea de los grandes músicos de viento del jazz que es, a fin de cuentas, el objetivo de todo pianista de jazz. Muchos pianistas han recibido influencias de McCoy Tyner, entre ellos, JoAanne Brackeen, quien ha creado una nueva imagen de la mujer en el jazz como músico de jazz, sin preguntar se si trata de un hombre o una mujer. Además, no sólo se dedica a hablar de esta emancipación, sino que ella misma está emancipada. El espíritu de Tyner también puede sentirse entre los pianistas del neobop y luego, en la transición al ámbito del neoclasicismo. ESTILOS DEL JAZZ -Bibliografía :El Jazz Joachim E. Berendt Ed. Fondo de Cultura Económica