Municiones de racimo1 En este trabajo abordamos conceptualmente las bombas de racimo de acuerdo al Convenio sobre Municiones de racimo firmado en 2008 por 111 países, hacemos un recorrido por los episodios históricos en que las bombas de racimo se han utilizado, las consecuencias que han tenido para la población y, finalmente, explicamos los alcances que tiene el convenio mencionado. Introducción Las municiones de racimo son armas de guerra que han mutilado a miles de personas inocentes, y al mismo tiempo contaminado gravemente los territorios en que se encuentran desperdigadas. En mayo de 2008 la Comunidad Internacional decidió llevar adelante la firma de un tratado que prohíbe el uso de este armamento. En este trabajo abordamos conceptualmente las bombas de racimo de acuerdo al Convenio sobre Municiones de racimo firmado en 2008 por 111 países, hacemos un recorrido por los episodios históricos en que las bombas de racimo se han utilizado, las consecuencias que han tenido para la población y, finalmente, explicamos los alcances que tiene el convenio mencionado. I. ¿Qué son las municiones de racimo? Es la Convención sobre Municiones de racimo2 la que define de manera clara a qué se refiere el término, así como también varios conceptos aledaños que conviene tener en cuenta: 1 Mauricio Amar D. – Departamento de Estudios, Extensión y Publicaciones BCN. E-mail: [email protected], Anexo 1712, 02-11-2009. Serie Minutas Nº 103-09. 2 Fuente: Comité Internacional de la Cruz Roja. URL disponible en: http://www.icrc.org/Web/spa/sitespa0.nsf/htmlall/p0961/$File/ICRC_003_0961.PDF. Consultado el 26 de octubre de 2009. 2 1. Por “munición en racimo” se entiende una munición convencional que ha sido diseñada para dispersar o liberar submuniciones explosivas, cada una de ellas de un peso inferior a 20 kilogramos, y que incluye estas submuniciones explosivas. La definición no incluye: (a) Una munición o submunición diseñada para emitir bengalas, humo, efectos de pirotecnia o contramedidas de radar (“chaff”); o una munición diseñada exclusivamente con una función de defensa aérea; (b) Una munición o submunición diseñada para producir efectos eléctricos o electrónicos; (c) Una munición que, a fin de evitar efectos indiscriminados en una zona, así como los riesgos que entrañan las submuniciones sin estallar, reúne todas las características siguientes: (i) Cada munición contiene menos de diez submuniciones explosivas; (ii) Cada submunición explosiva pesa más de cuatro kilogramos; (iii) Cada submunición explosiva está diseñada para detectar y atacar un objeto que constituya un blanco único; (iv) Cada submunición explosiva está equipada con un mecanismo de autodestrucción electrónico; (v) Cada submunición explosiva está equipada con un dispositivo de autodesactivación electrónico; A continuación mostramos imágenes que permiten comprender claramente a qué nos referimos con las bombas de racimo y su capacidad de destrucción y daño a la población civil. Imagen 1. Acción de la bomba de racimo: Apertura del contenedor. Fuente: Cluster Munition Coalition, Handicap International. 3 Imagen 2. Acción de la bomba de racimo: Dispersión de las municiones Fuente: Cluster Munition Coalition, Handicap International. Las bombas de racimo tienen una alta probabilidad de no explotar en el momento de su lanzamiento (40%), pero una vez en tierra son extremadamente peligrosos. Según Handicap International, el radio de las bombas de racimo puede ser similar al de cuatro canchas de fútbol, lo que hace que sea prácticamente imposible definir entre objetivos civiles o militares. Esta organización ha planteado que el 98% de los heridos por municiones de racimo son civiles que se encontraban regresando a sus hogares luego de terminados los conflictos armados3. II. El uso de las municiones de racimo en la historia La organización no gubernamental pro defensa de los Derechos Humanos, Human Right Watch, elaboró en 2008 una cronología del uso de las municiones de racimo, que describimos brevemente aquí4. El primer evento conocido en el que se usaron bombas de racimo fue en la Segunda Guerra Mundial, en 1943, cuando fuerzas rusas lanzaron bombas de racimo contra unidades blindadas alemanas. Ese mismo año, Alemania hace uso de bombas mariposa SD-1 y SD-2 contra fuerzas de artillería rusas en Kursk y lanza más de mil bombas mariposa SD-2 sobre el puerto de Grimsby en el Reino Unido. En el período de Posguerra, las bombas de racimo reaparecieron en Camboya, Laos y Vietnam, países en los que Estados Unidos lanzó aproximadamente 790.000 municiones de racimo entre 1965 y 1975. Aquello significó la existencia 3 Fuente: Cluster Munition Coalition. URL disponible en: http://www.stopclustermunitions.org/es/?id=1186. Consultado el 26 de octubre de 2009. 4 Fuente: Human Right Watch. URL disponible en: http://www.hrw.org/sites/default/files/related_material/Timeline_Cluster_Use_05.08.pdf. Consultado el 26 de octubre de 2009. 4 contaminante de 383 millones de submuniciones, las que desperdigadas por el territorio terminaron por mutilar a decenas de miles de civiles inocentes. El Estado de Israel ha hecho uso de las municiones de racimo en variadas oportunidades. En 1973 las utilizó contra grupos armados en Damasco, Siria. En 1978 lanzó municiones contra el sur del Líbano. Recientemente, en 2006 las fuerzas israelíes lanzaron submuniciones por medios terrestres y aéreos en el Líbano, en una invasión que cobró la vida a cientos de civiles. Otro episodio de amplio uso de municiones de racimo fue la Guerra del Golfo Pérsico. En ella Estados Unidos, Reino Unido y Arabia Saudita utilizaron este armamento contra la población iraquí. Se calcula que los dos primeros países lanzaron 61.000 bombas de racimo con 30 millones de submuniciones. Durante los años 90 fueron varios los conflictos en los que se utilizó bombas de racimo. Cabe destacar el de Angola (1992-1994), Bosnia y Herzegobina (19921995), Sudán (1996-1999), Sierra Leona (1997), Etiopía y Eritrea (1998), Albania (1998-1999), República Democrática del Congo (1998-2003) y Ex Yugoslavia (1999), entre otros. III. La Convención sobre Municiones de Racimo La Convención sobre Municiones de Racimo, patrocinada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), fue aprobada por 111 Estados el 30 de mayo de 2008 en la Conferencia Diplomática de Dublín. En la ocasión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon llamó a los países a firmar y ratificar cuanto antes éste tratado agregando que “…con la firma de la convención se sienta un nuevo parámetro internacional que mejorará la protección de civiles, fortalecerá los derechos humanos y mejorará las perspectivas de desarrollo”5. La Convención es un tratado de carácter vinculante que no admite ningún cambio al texto definitivo. Es decir, los países no pueden llevar a cabo interpretaciones particulares sobre el documento ni adherirse de manera parcial al tratado. En ella se establece que los Estados parte se comprometen a nunca, y bajo ninguna circunstancia: a) Emplear municiones en racimo; b) Desarrollar, producir, adquirir de un modo u otro, almacenar, conservar o transferir a nadie, directa o indirectamente, municiones en racimo; c) Ayudar, alentar o inducir a nadie a participar en una actividad prohibida a un Estado Parte según lo establecido en la presente Convención. Los Estados adquieren, además, otras responsabilidades permanentes como destruir las reservas de bombas de racimo dentro de un período de ocho años a partir de la 5 Centro de Noticias ONU, 30 de mayo de 2008. URL disponible en: http://www.un.org/spanish/News/fullstorynews.asp?NewsID=12571. Consultado el 26 de octubre de 2009. 5 entrada en vigor de la Convención; limpiar todas las zonas contaminadas con este armamento dentro de un período de diez años de entrada en vigor de la Convención; asistir a las víctimas (personas que hayan sufrido daños físicos, sus familias y comunidades) proveyendo los medios necesarios para su inclusión (atención médica, rehabilitación, ayuda psicológica y financiera); cooperar y asistir a otros Estados afectados por las bombas de racimo, siempre que se cuente con la capacidad de hacerlo; transparentar a través de informes anuales detallados a la ONU acerca de los trabajos realizados para cumplir con el tratado. Los Estados, por su parte, tienen derecho a solicitar una rendición de cuentas de parte de otros Estados que hayan firmado la Convención6. En términos de la legislación interna de los Estados, cuando el tratado haya sido ratificado, el empleo, producción, almacenamiento o transferencia de bombas de racimo debe ser considerado “crímenes graves”. El Convenio establece además que los Estados parte deben reunirse anualmente para evaluar el estado de aplicación de la convención y cada cinco años para llevar a cabo un análisis exhaustivo del progreso y situación. No está prohibido participar en operaciones conjuntas con Estados que no hayan firmado la Convención, sin embargo estas deben realizarse en el marco del tratado y los firmantes deben alentar a los no firmantes a no hacer uso de las bombas de racimo. En el caso de Chile, nuestro país no aparece en la lista de afectados por las bombas de racimo, ni tampoco dentro de los Estados que las hayan usado, pero sí ha producido, almacenado y vendido7. Es uno de los países que adoptó la Convención sobre Municiones de Racimo. 6 Fuente: Mines Action Canada. URL disponible en: http://www.minesactioncanada.org/peoples_treaty/index.cfm?fuse=Cluster_Bomb_Treaty.Index =es. Consultado el 26 de octubre de 2009. 7 Industrias Cardoen proveía en los años 80 de bombas de racimo a Irak. Ver El Mercurio, 2 de marzo de 2003. URL disponible en: http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id={31e87536-22da-44c0-8d3cbdeea4a17c18}. Consultado el 2 de noviembre de 2009. 6 Anexo. Glosario de términos relacionados 1. Por “submunición explosiva” se entiende una munición convencional que, para desarrollar su función, es dispersada o liberada por una munición en racimo y está diseñada para funcionar mediante la detonación de una carga explosiva antes del impacto, de manera simultánea al impacto o con posterioridad al mismo; 2. Por “munición en racimo fallida” se entiende una munición en racimo que ha sido disparada, soltada, lanzada, proyectada o arrojada de otro modo y que debería haber dispersado o liberado sus submuniciones explosivas pero no lo hizo; 3. Por “submunición sin estallar” se entiende una submunición explosiva que ha sido dispersada o liberada, o que se ha separado de otro modo, de una munición en racimo, y no ha estallado como se esperaba; 4. Por “municiones en racimo abandonadas” se entiende aquellas municiones en racimo o submuniciones explosivas que no han sido usadas y que han sido abandonadas o desechadas y ya no se encuentran bajo el control de la Parte que las abandonó o desechó. Pueden o no haber sido preparadas para su empleo; 5. Por “restos de municiones en racimo” se entiende municiones en racimo fallidas, municiones en racimo abandonadas, submuniciones sin estallar y bombetas sin estallar; 6. “Transferencia” supone, además del traslado físico de municiones en racimo dentro o fuera de un territorio nacional, la transferencia del dominio y control sobre municiones en racimo, pero no incluye la transferencia del territorio que contenga restos de municiones en racimo; 7. Por “mecanismo de autodestrucción” se entiende un mecanismo de funcionamiento automático incorporado que es adicional al mecanismo iniciador primario de la munición y que asegura la destrucción de la munición en la que está incorporado; 8. Por “autodesactivación” se entiende el hacer inactiva, de manera automática, una munición por medio del agotamiento irreversible de un componente, como, por ejemplo, una batería, que es esencial para el funcionamiento de la munición; 9. Por “área contaminada con municiones en racimo” se entiende un área que se sabe o se sospecha que contiene restos de municiones en racimo; 10. Por “mina” se entiende toda munición diseñada para colocarse debajo, sobre o cerca de la superficie del terreno u otra superficie cualquiera y concebida para detonar o explotar por la presencia, la proximidad o el contacto de una persona o de un vehículo; 11. Por “bombeta explosiva” se entiende una munición convencional, de menos de 20 kilogramos de peso, que no es autopropulsada y que, para realizar su función, debe ser dispersada o liberada por un dispositivo emisor, 7 y que está diseñada para funcionar mediante la detonación de una carga explosiva antes del impacto, de manera simultánea al impacto o con posterioridad al mismo; 8 12. Por “dispositivo emisor” se entiende un contenedor que está diseñado para dispersar o liberar bombetas explosivas y que está fijado a una aeronave en el momento de la dispersión o liberación; 13. Por “bombeta sin estallar” se entiende una bombeta explosiva que ha sido dispersada, liberada o separada de otro modo de un emisor y no ha estallado como se esperaba. 14. Por “víctimas de municiones en racimo”8 se entiende todas las personas que han perdido la vida o han sufrido un daño físico o psicológico, una pérdida económica, marginación social o un daño substancial en la realización de sus derechos debido al empleo de municiones en racimo. La definición incluye a aquellas personas directamente afectadas por las municiones en racimo, así como a los familiares y comunidades perjudicados. En el texto original esta es la definición nº 1.