reglas que permiten la aparición de la mezcla de código

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ORIGINALES
Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. IX, n.º 2 (90-99), 1989
REGLAS QUE PERMITEN
LA APARICIÓN DE LA MEZCLA DE CÓDIGO
EN BILINGÜES FAMILIARES
Por M. Moreno Zazo
Profesora Ayudante, Departamento de Psicología Evolutiva Educativa.
Facultad de Psicología
L presente artículo trata del fenómeno del
code mixing (mezcla de códigos). Nuestra visión pretende englobarlo dentro de los recursos pragmáticos como cualquiera de las alternativas conversacionales del habla del niño. La mezcla
de código sería el precursor del code switching (cambio de código). No pretendemos verlo como un fenómeno de características totalmente peyorativas,
como se ha visto frecuentemente, producto de la adquisición de dos lenguas. Es frecuente en la litera tura ,en investigaciones de bilingüismo, utilizar el término «transferencia» al plantearnos qué tipo de
dominancia poseen los bilingües sobre las lenguas
que están adquiriendo.
Interferencia se define, según la terminología de
Weinreich (1954), como la influencia de una lengua
sobre otra. El autor, profundizando más en la definición entiende interferencia como «aquellos ejemplos
de desviación de las normas de una de las lenguas
que aparecen en el habla de los bilingües, como resultado de su familiaridad con más de una lengua».
Tanto para Weinreich, como para Taeschner
(1983), la interferencia aparece como un error o
como consecuencia de la adquisición de dos lenguas,
como falta de dominancia de una de ellas, ya que el
hablante por su situación contextual puede utilizar
una más que otra. Para ambos autores la interferencia es un fenómeno derivado de la adquisición del
E
lenguaje del bilingüe, que debe desaparecer una vez
haya completado su desarrollo y se tenga un dominio
en ambas.
Taeschner presenta tal fenómeno como «la transferencia de elementos de una lengua a otra». Su clasificación, procedente de sus datos empíricos, muestra:
a) Transferencia a niveles de palabra:
morfología
sintáctica
fonológica
b) A niveles de frase:
lexical
sintáctica
prosódica
Una clasificación parecida es la que Saunders
(1982) extrae de su trabajo, pero su perspectiva es
diferente en cuanto al trato que recibe el fenómeno;
no lo ve de manera peyorativa, sino como un recurso
del habla del bilingüe que no siempre puede explicarse a causa del desarrollo del lenguaje de dos lenguas al unísono. Ninguno de estos autores ha ido más
allá de dar una explicación descriptiva de tal fenómeno. Serán las aportaciones de la lingüística las que
incluirán una explicación gramatical en una posible
aportación clarificadora de este fenómeno.
Tanto Taeschner, como Saunders coinciden en
señalar que los bilingües familiares, niños que desa-
Correspondencia: Departamento de Psicología Evolutiva Educativa. c/ Adolf Florensa, s/n. 08028 Barcelona.
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rrollan dos lenguas desde el nacimiento, separan sus
dos códigos tanto en el plano del léxico como en el
morfosintáctico, apareciendo interferencias mínimas
entre las dos lenguas. En este momento se dirige a
cada interlocutor según su lengua, exigiendo el principio de «una persona una lengua», de tal forma que
no acepta modificaciones en el habla de sus interlocutores, manteniendo rígidamente el monolingüismo
de cada interlocutor. Esta separación de lenguas parece concluir en el tercer estadio del desarrollo del
lenguaje en bilingües familiares. Saunders (1982),
Taeschner (1983), Siguan y Vila (1986), Lindhom
(1974), Lindhom y Padilla (1977) y Cabrera (1984)
demuestran que este fenómeno aparece en el habla
del bilingüe, cuando aparentemente ha superado este
estadio. Bearsdmore (1982) cree también que este
fenómeno de interferencia/transferencia: «no como
un error en la dominancia de una de las lenguas, sino
como una característica por investigar con mayor
profundidad y tal vez con unas reglas propias que expliquen su aparición».
Uno de nuestros intentos será dejar de lado el término interferencia, transferencia que parece siempre
estar relacionada al error en la adquisición de dos
lenguas y utilizar el término code mixing, mezcla de
códigos, utilizado en las investigaciones llevadas a
cabo por los lingüistas, que no incluye el sentido de
error sino que los ve como un fenómeno en el habla
de los bilingües a investigar con profundidad. Entendemos por mezcla de códigos (code mixing, CM) el
uso de unidades lingüísticas como palabras, frases,
cláusulas de una lengua a otra, en una misma frase
(Sridhar, 1980):
a) Cuando aparece el CM no hay cambio de situación hablada.
b) Las alteraciones del lenguaje tienen lugar en la
misma frase.
Los lingüistas han sido los más proclives en el intento de explicar tal fenómeno. Sus investigaciones
han dado lugar a diversas teorías, entre las que consideramos las siguientes:
Hipótesis A: La mezcla de códigos aparece en
puntos del discurso donde la yuxtaposición de ele-
mentos de la Ll y L2 no violan las reglas sintácticas
de ninguna de las dos lenguas (Poplack, 1979).
Hipótesis B: Para que se produzca la mezcla de
códigos en una producción, es necesario que las porciones de frase que caen después del cambio sean
idénticas sintácticamente en ambas lenguas (Lispki,
1976,1980).
Principio Dual: La estructura interna de la L2 no
necesita la conformidad de las reglas estructurales de
la L1; por tanto el emplazamiento en la L1 obedece a
las reglas propias de la L2 (Sridhar, 1980).
Tanto la hipótesis A, como la B y el principio dual,
defendidas respectivamente por cada uno de los autores precedentes, explican parcialmente el problema de la mezcla de códigos; ninguna de ellas establece un principio general universal. Otro de los
aspectos a tener en cuenta es que los resultados provienen de experimentos con grupos de adultos, adultos/niños, en situaciones naturales del habla y consideran el CM como un aspecto del habla del bilingüe
en un contexto social determinado, no desde la perspectiva del desarrollo del lenguaje, disciplina, que
también trata el fenómeno.
De las teorías vistas, ninguna plantea una aportación que explique su aparición y función. Los datos
describen un fenómeno cuyo origen, causas y consecuencias se desconocen.
Nuestro interés parte de los trabajos precedentes y
pretende analizar la aparición del CM en bilingües
familiares, procurando aportar una unidad base que
gramaticalmente explique su origen al tiempo que
permita delimitar este fenómeno en el desarrollo del
lenguaje en bilingües familiares; queremos verlo también, como antecedente de lo que será el cambio de
código (code switching). Cambio de código, dependiendo del referente, tema, contexto, etc., que en el
habla del bilingüe es un importante recurso conversacional.
MARCO TEÓRICO
De los planteamientos teóricos y empíricos anteriores podemos extraer un solo acuerdo: cualquier
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ORIGINALES
mezcla que se produzca debe respetar la sintaxis de
las lenguas; si hablamos de sintaxis hablamos del orden de la frase, por tanto debe respetarse el orden de
la frase de las lenguas que están siendo mezcladas, de
otra forma las reglas no se dan como permisibles
(Pfaff, 1979; Timm, 1975, etc.), vemos que la sintaxis
ordena una serie de elementos lingüísticos que son
los portadores de la significación.
Creemos pues que la sintaxis debe ser el punto de
partida para el análisis de las emisiones mixtas.
Nuestro planteamiento partirá de Jackendoff
(1983); el postulado teórico que el autor propone es
el siguiente: hay un nivel único de representación
mental que categoriza la realidad mediante las categorías ontológicas que deben poder representar el nivel de estructura conceptual, permitiendo aislar elementos como cosas, lugares y propiedades. En
resumen las categorías ontológicas que Jackendoff
(1983) define como una estructura conceptual, que
permite categorizar elementos como cosas, lugares,
propiedades. Las categorías ontológicas permiten la
aparición de conceptos, y la posibilidad de preguntas
como: ¿qué?, ¿dónde?, ¿cómo?, debe contestarse
con una frase que tenga como máximo jerarquizador
la sintaxis. Las categorías léxicas y sintagmáticas presentan las unidades lingüísticas adecuadas que pueden ser válidas para el análisis gramatical del CM. Su
trabajo surge del procedimiento y de la necesidad de
saber cómo el niño procesa el lenguaje.
Las categorías léxicas
Estas categorías equivalen a nombre (N), verbo
(V), adjetivo (Ad), preposición (Pre).
Las categorías sintagmáticas
— Sintagma Verbal (SV).
— Sintagma Nominal (SN).
— Sintagma Adjetivo (SAd).
— Sintagma Preposición (SPre).
— Oración.
Cada categoría sintagmática contiene una parte
principal, con una variedad de modificadores, que
son básicamente otras categorías sintagmáticas. A
92
cada categoría léxica le corresponde una categoría
sintagmática con valor principal, que maximiza los
posibles modificadores de la categoría léxica. Por
ejemplo, la categoría sintagmática más importante
correspondiente al nombre es el sintagma nominal, la
que corresponde al verbo es una frase.
Para obtener una explicación completa de la aparición de la mezcla de códigos en bilingües familiares,
no podemos olvidar la dificultad de la adquisición de
frases complejas coordinadas, subordinadas, que son
la base del discurso. En el desarrollo del lenguaje en
monolingües la incorporación de este tipo de frases
va acompañado de una serie de «errores» típicos de
las producciones del momento: uso indebido del orden de la frase, creación de verbos, redundancia en el
uso de preposiciones y conjunciones, etc. (Clark,
1985; De Villiers, De Villiers, 1985). Todos estos
«errores» aparecen en el bilingüe familiar; el hecho
de poseer dos lenguas, cuyas estructuras morfo-sintácticas debe dominar, le permite utilizar el CM, para
pasar de una lengua a otra, en busca de la estructura
sintáctica que mejor conozca. Así pues, el CM, se
convierte en un recurso más, a utilizar hasta que las
frases complejas están adquiridas.
El uso correcto de preposiciones, conjunciones y
las frases complejas, introducidas por dichos nexos,
favorece que el bilingüe familiar pase de una a otra
lengua, apareciendo el CM, tal como ratifica Pfaff
(1979).
Así pues, gramaticalmente, el CM obedece a las
categorías propuestas por Jackendoff, pero se debe
tener en cuenta los aspectos propios del desarrollo
que completan la comprensión de dicho fenómeno.
ESTUDIO EMPÍRICO
Objetivos
Nuestro estudio pretende demostrar que la mezcla
de códigos obedece a las categorías léxicas y sintagmáticas que Jackendoff propone como categorizadoras de la realidad.
Así pues, creemos que la mezcla de códigos puede
analizarse:
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Como una mezcla a niveles léxicos
De este modo la mezcla equivaldrá a un nombre,
adjetivo, verbo, etc., de la L1, L2 o viceversa. El análisis que proponemos es aplicar la categoría léxica
(Jackendoff, 1983) como unidad lingüística para explicar gramaticalmente la mezcla. Esta propuesta
coincidirá en parte con los resultados obtenidos por
Kaufman y Sridhar (1986) en su análisis del CM en
bilingües familiares. Kaufman y Sridhar sugieren diversos tipos de palabras: palabras nuevas, latentes
viejas, etc., que explicaran la aparición del CM en bilingües familiares a niveles lexicales.
Ejemplo: Alicia; «From las cortinas» (De las cortinas).
Tomando la tipología de Kaufman y Sridhar
(1986), tenemos que la mezcla de códigos a niveles
lexicales responde a:
Palabras nuevas. Palabras inexistentes en algún
sistema semántico de las lenguas.
Latentes viejas. Ítems lexicales o conceptos que se
internalizan en una lengua (L1) sin activarse en el vocabulario diario, ya que es la L2 en la que se adquieren ítems y se refuerzan en la escuela.
Palabras nuevas activas. Muchos ítems son activados en la Ll y reemplazados gradualmente por equivalentes en la L2.
Mezcla de códigos a niveles fonéticos («Phonemic
Code mixing»). Los niños pueden mezclar en una
misma palabra elementos silábicos que pertenecen a
dos lenguas. La pronunciación pertenece también a
ambas.
Mezcla de códigos a niveles lexicales que es debida
a la inadecuada utilización de los equivalentes.
Mezcla de códigos a niveles léxicos con carácter
pragmático.
Aparece como recurso conversacional, en tanto
acaba de consolidarse el contenido léxico y se utiliza
el CS como recurso pragmático.
Como una mezcla a niveles sintagmáticos
De este modo la mezcla equivaldrá a un sintagma
nominal, preposicional, etc. El desencadenante que
en ocasiones favorece el CM puede ser una preposición o conjunción.
Creemos que el bilingüe familiar respeta estas unidades básicas significativas, cuando realiza sus mezclas tanto a niveles lexicales, o a niveles de categorías
sintagmáticas.
Ejemplo: «Yes for matar a los malos» (Sí para matar a los malos).
Método
La observación natural ha sido el método utilizado
para la recogida de datos. La muestra está compuesta
por tres niñas bilingües: trilingüe, castellano/inglés;
castellano/inglés/catalán. En el momento de las grabaciones los sujetos tenían de 4 a 6 años, la recogida
de datos duró 2 años.
Los tres sujetos pertenecían a una clase sociocultural media alta; en cada uno de los sujetos la madre
era inglesa, el padre catalán o castellanoparlante, y
se dirigían a las niñas cada uno en su respectiva lengua; las niñas asistieron primero a un parvulario y
luego a una escuela donde recibían instrucción en
cada una de las lenguas, afianzando así su competencia bilingüe. Cada uno de los sujetos podía, además,
permanecer en Inglaterra al menos una vez al año, en
vacaciones; también podían tener intercambios lingüísticos con diversos amigos de la madre que hablaban inglés, ya que tanto el castellano como el catalán
eran lenguas que estaban en el contexto.
Uno de los sujetos recibía soporte de su lengua
materna por una au-pair inglesa, o norteamericana,
que tuvo durante el transcurso de las grabaciones.
El procedimiento empleado fue grabación de las
tres niñas una vez al mes, durante media hora. En general se grababa en el respectivo domicilio, con diversos interlocutores: madre, padre, hermanos, amigos, etc., aunque se efectuaron también algunos
registros (tres o cuatro) en el parvulario y en el lugar
de veraneo.
Se procuraba grabar cada vez en una lengua diferente, dependiendo del interlocutor, pero aparecían
con frecuencia grabaciones en que se utilizaban todas las lenguas ya que reflejaban la situación natural
del niño.
Describimos para finalizar la unidad conversacional elegida. Según Garvey (1987), toda descripción o
análisis requiere unidades que pueden ser identifica93
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das o contadas por personas distintas. Este objetivo
puede conseguirse en la conversación tan sólo distinguiendo los diversos aspectos de organización y postulando luego las unidades que resulten adecuadas
para describir estas diferentes perspectivas.
De las unidades mínimas planteadas por Garvey,
hemos elegido la denominada elocución (utterance),
que define como sigue: «Término neutral que se refiere a la extensión del discurso de una persona. Una
elocución se define por una pausa o por la intervención de otro interlocutor. Termina habitualmente
con un cambio de entonación que indica que el locutor ha cesado de hablar, el giro terminal de la entonación».
Veamos algunos ejemplos extraídos de nuestros
sujetos:
Melanie (4,4)
Melanie: No lo sé (No hace caso de lo que dice la madre).
Ob.: Te enseñaré un vestido muy bonito.
También sale niña.
Puedes dibujar lo que quiero.
Mo.: It is a beautiful dress (Es un vestido bonito).
En este trozo de discurso de Melanie contabilizamos cinco unidades conversacionales denominadas
emisiones (utterance), en el que se dan dos cambios
de receptor.
Con los datos recogidos analizaremos si la mezcla
de código en bilingües familiares está recogida por
unidades básicas sintácticas que responden a las categorías léxicas y sintagmáticas que propone Jackendoff (1983), como portadoras de significación.
RESULTADOS
Los resultados, tal como señalábamos en los objetivos a investigar, constarán de dos partes.
Análisis de la mezcla de códigos
a niveles léxicos
Por tanto, en las mezclas que producen los sujetos
aparecen en la L1, elementos léxicos de la L2 o vice94
versa, estos elementos lexicales pueden ser: nombres,
verbos, adjetivos, etc. Tomamos como categorías de
análisis las propuestas por Kaufman y Sridhar
(1986); aplicándolas a las mezclas obtenidas por
nuestros sujetos tenemos:
Palabras nuevas. Las palabras inexistentes en
algún sistema semántico de las lenguas. Esta categoría no se observa en las producciones de los sujetos estudiados.
Palabras latentes viejas. En nuestros sujetos encontramos términos como: «daddy», «mommy» (Melanie), patio (Gemma), pound (estanque), bambas
(Alicia), que se han internalizado en una primera lengua y se utilizan siempre así, aunque se esté en la L2.
Palabras nuevas activas. Los sujetos utilizan los
equivalentes correctamente pero en ocasiones tienden a utilizarlos en la lengua que han internalizado
en primer lugar el concepto. Ejemplos: «Que cry»
(que llanto) (Alicia), «Pink, pinks» (rosa, rosas)
(Gemma). Aunque en otras situaciones contextuales
lo utilicen correctamente.
Aparece el «phonemiccCM» (mezcla de código a niveles fónicos).. Los resultados encontrados son: Sustitución de un fonema inglés por uno castellano haciendo que la palabra que empieza a pronunciar en
inglés acaba con desinencia castellana. Ejemplo: Melanie: «Dolfin», Dol-phin. Delfín pronunciado en castellano. «Dolfines», Dolphins, delfines. El sujeto hace
la desinencia plural en castellano.
Utilización incorrecta de los equivalentes. En esta
ocasión, los sujetos no tienen internalizados los dos
aspectos fonológicos con que puede ser denominado
un mismo concepto en dos lenguas.
Ejemplo: Melanie utiliza ningún en lugar de cap.
«No n’hi ha ningún».
Utilización de los calcos. Otheguy (1982) lo define
como importaciones de mensajes de una lengua a
otra. El calco trae a la lengua un significado sin su
significante. Ejemplo: Melanie usa «Decoración de
Navidad» por «Adorno de Navidad». Gemma utiliza
«el picture» por «el dibujo o la foto».
Mezcla de código con carácter pragmático. Las
mezclas aparecen en esta ocasión, en un intento de
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establecer comunicación con el interlocutor, bien sea
para establecer una nueva interacción o debido a un
cambio de tema. Ejemplos: Gemma prima, hermana,
colonia, slowly (lentamente). En ocasiones estas
mezclas siempre ocurren en la lengua de dominancia
en el contexto.
Uso indiscriminado del léxico. Esta opción no está
contemplada por los autores (Kaufman y Sridhar,
1986). Los sujetos hacen uso indiscriminado del léxico tanto en una lengua como en otra. Ejemplo: Alicia: «One, two, three, four, five, six, seven, eight, nine,
ten» (uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho,
nueve, diez). Aparecen tanto en una lengua como en
otra independientemente de la lengua que usa con el
referente.
Falta de léxico. Aparece la mezcla porque el niño
desconoce la palabra en alguna de las lenguas. Consideramos que pueden estar también relacionados con
el desarrollo lexical de éste, se puede considerar un
aspecto más del desarrollo del lenguaje.
Alicia: «The otra manera»
«From las cortinas» (de las cortinas)
«It eats las cortinas» (come las cortinas).
Resumiendo, podemos ver que las características
establecidas en las mezclas léxicas vienen explicadas
por los siguientes patrones:
1. Falta de equivalentes en cada una de las lenguas:
sardanas, bambas.
2. Uso indiscriminado de ítems en ambos códigos:
números.
3. Internalización del contenido en una de las lenguas, utilizándolo sea cual sea el contexto. Ejemplos: mommy, daddy, Simon, Papa (mami, papi).
4. Recurso pragmático, llamar la atención del otro
para causar un efecto.
5. Uso predominante de una lengua, por contexto,
que provoca que aparezca antes la palabra en ella.
Ejemplos: patio, ducha.
6. Errores gramaticales, debidos a la evolución propia, que ocurriría igual en caso de un monolingüe.
Ejemplos: blanca, pink, pinks, el blanco, el cry, el
teeth, dolfin, dolfines, jiraffe (rosa, rosas, el llanto,
el diente, delfín, delfines, jirafa).
7. Calcos
. «decoración» ... adorno
. «el picture ... dibujo/foto.
8. Ítems que no tienen una explicación clara:
a) Falta de vocabulario.
b) Porque su funcionalidad (intención, efecto,
significado) está más consolidado en una de
las lenguas, provocando la interferencia.
9. Innovaciones. Palabras que el niño crea a modo
del monolingüe, cuando descompone las palabras
adecuadas a utilizar en un contexto determinado
(Clark, 1985).
Los datos léxicos que aparecen en el CM dan
como resultado un amplio abanico de interpretaciones que no siempre son el desconocimiento de la palabra, en la lengua que priva en el momento de la
producción del niño. Hay otros elementos tanto morfosintácticos, semánticos, pragmáticos, que deben tenerse en cuenta al abordar este fenómeno, pero que
sí demuestran que se ciñen a las categorías propuestas por Jackendoff. No dejamos de lado el pensar
que algunas de estas mezclas sean debidas al desarrollo del lenguaje del niño, su explicación seguramente no viene del todo determinada por el hecho de
ser bilingües, coincidimos así con lo que al respecto
señala Saudner (1982).
Mezcla de código a niveles de categoría sintagmáticas,
unidades básicas sintácticas que comportan
significación
La segunda categoría utilizada en el análisis. Es la
mezcla de códigos a niveles de categoría sintagmáticas, unidades básicas sintácticas que comportan significación. Creemos como dijimos, que se respeta el
orden de la frase a niveles de sintagma nominal, sintagma verbal, sintagma preposicional. El cambio
puede ocurrir antes o después de una de estas categorías o la mezcla, una categoría en sí misma.
Vemos que cuando la mezcla de código aparece a
dichos niveles, las niñas mantienen el orden de la
frase tanto a nivel de sintagma nominal, sintagma
verbal, sintagma preposicional. Los sujetos deben
respetar estas unidades básicas sintácticas.
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ORIGINALES
En primer lugar veremos como las mezclas realizadas
por los sujetos respetan las categorías planteadas por
Jackendoff
Pasaremos después a analizar otras categorías que
aparecen en las producciones de los bilingües.
1. Melanie (5,10): «Simon say cuatro pts.» (Simon
di cuatro pts.). La mezcla aparece después del sintagma verbal, el cambio al castellano es un sintagma nominal.
2. Melanie (4,6): «Tienes que adivinar si es un hombre, un mujer, o un animal, tienes que decir an
animal, a dog, o lo que sea» (Un animal, un perro
o lo que sea). La mezcla aparece a niveles de sintagma nominal, en este caso es el objeto directo.
3. Melanie (5,2): «Simon no! que eso es un lío otra
vez, Can I do it for you?» Frase interrogativa.
(¿Puedo hacerlo por ti?).
4. Alicia (4,4): «Because all saying eres una tonta»
(Porque todos dicen eres una tonta). La mezcla es
un sintagma verbal y el atributo.
5. Alicia (4,8): «And draw un dibujo en la playa» (y
pintar un dibujo). La mezcla está compuesta por
un sintagma nominal y un sintagma preposicional.
El primero coincide con el Objeto Directo y el segundo con el Complemento Circunstancial.
6. Gemma (4,2): «I don’t know es que no me sale»
(No lo sé es que no me sale). Frase explicativa.
Toda la mezcla es una frase, yuxtapuesta a una
frase en inglés.
7. Gemma (4,2): «Mommy I want to play, mommy I
want to play, mommy dame mi colonia» (mama
mama, quiero jugar, mama dame mi colonia).
(S.V = V S.N = O.D.) La mezcla es un sintagma
verbal y un sintagma nominal.
8. Alicia (4,5): «The same because the wall, who is la
más guapa del mundo». (El mismo porque la pared, ¿quién es la más guapa del mundo?). La mezcla comprende todo el atributo.
Vemos que estas subcategorías sintagmáticas forman en sí unidades lingüísticas que preservan el
orden de la palabra de cada lengua, preservando
por tanto la significación. De este modo las categorías tanto léxicas como sintagmáticas aparecen
como la respuesta sintáctica que explica la aparición
96
del C.M. Aunque los resultados muestran que debemos considerar otros aspectos que expliquen este fenómeno, que estará igualmente sujeto a las categorías
mencionadas.
Consideremos que la mezcla de códigos en bilingües
familiares aparece también antes o después de una
preposición o conjunción tal como señalaba Pfaff
(1979)
for matar
1. Alicia (4,5): «Yes
———
– – – a los
– – malos».
– – (Sí para
matar a los malos) Después de la preposición
aparece el cambio.
2. Alicia (4,5): «Who is going to cuidar las niñas de
– – – – –– – –—
tu
— clase».
– – – (Quien va acuidar las niñas de tu clase)
La preposición que introduce el verbo infinitivo
en inglés marca el cambio de lengua...
ponelo». (No lo
3. Alicia (4,l): «I don't know –pero
– – – –
sé pero ponelo). La preposición castellana introduce el cambio de código.
4. Alicia (5,9): «Mommy you know about la cueva
del hamstead y la cueva del terror» (Mama tu sa– del hamstead y la cueva del tebes sobre la cueva
rror). Tras la preposición aparece el cambio explicativo.
5. Gemma (4,1): «We play that, it is lovely pero primero empezamos». (Nosotros jugamos a esto, es
bonito pero primero empezamos). La preposición pero introduce con ella la frase en el otro código.
Aparece una mezcla de código tras yuxtapuestas e independientes
1. Melanie (5,2): «¿Quieres que haga el elefante de
verdad? I do the elephant all right?» («Hago el
elefante ¿De acuerdo?»). Dos frases interrogativas encadenadas por comas, cada una de ellas en
un código, no hay cambio de referente.
2. Gemma (4,11): «There is a big one, mommy
quiere un plato». (Hay uno de grande, mommy
quiere un plato). Son dos frases simples separadas
por comas, cada una de ellas emitida en un código diferente, no cambia de tema y parece que el
cambio quiere hacer más énfasis sobre la atención
de la madre.
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Tras elementos lingüísticos de carácter pragmático:
mira, look, you know
1. Alicia (4,2): «Mommy look ahora va a ser azul»
(«Mama mira ahora va a ser azul»). Requiere la
atención del adulto y utiliza un cambio con claro
valor pragmático.
2. Alicia (4,2): «Yellow, mira, me estoy poniendo
una venda». («Amarillo, mira me estoy poniendo
una venda»). En esta ocasión el valor es el mismo
que en el ejemplo anterior, pero ahora la niña se
dirige al observador con el que habla castellano.
Trozos discursivos complejos
1. Alicia (5,9): «Por aquella bajada y la otra I was
frighthened, a girl you know what, que sabe bajar
por aquella bajada». (habla a la madre). (Por
aquella bajada y la otra yo tenía miedo, una chica,
que sabe bajar por aquella bajada.)
En esta ocasión el sujeto intenta explicar algo
de su pasado; aparece un claro problema de coherencia en cuanto al sentido general de la narración y en cuanto a la cohesión, la niña fluctúa entre las dos estructuras morfosintácticas para
expresar el relato por falta de dominio en estos
dos aspectos básicos directrices del discurso.
2. Gemma (4,4): «Mommy el black es distinto but
they look the same, pero es esto y sto es esto».
De nuevo la preposición pero, but desencadena los cambios de código en el intento de una
estructura morfosintáctica que permite expresar
al niño.
3. Melanie (5,9): «Mira empezamos, Simon get off,
mira una vez, tienes que decir lo que hay en los
dibujos, érase una vez unos animales que...».
El sujeto inserta una frase en inglés en medio
de su discurso para evitar la incursión de Simon.
Vemos que el resto de la explicación es correcta.
En este caso el niño inserta elementos de dos códigos lingüísticos al intentar relatar algún acontecimiento vivido, las reglas de un juego, etc. Debe tanto
analizar nexos de unión, como procurar que el resto
tenga cohesión interna, al no lograrlo fluctúa entre
dos lenguas en el intento de encontrar una estructura
sintáctica adecuada; este problema es similar al que
planteaba Clark, De Villiers, De Villiers (1985), en el
desarrollo del lenguaje en monolingües, en la misma
edad.
DISCUSIÓN
El planteamiento del presente artículo era ver la
mezcla de código no como una interferencia en el habla del bilingüe, sino como un fenómeno cuya aparición está ligada al cambio de código. Ambos aparecen como un recurso pragmático en el habla del
bilingüe, el primero como precursor del cambio de
código, que, una vez establecido, se convertirá en un
recurso importante en la conversación del bilingüe.
Si las aportaciones sobre la mezcla de código y el
cambio de código, vistos en ocasiones con otros términos, como un solo fenómeno y de forma negativa,
acaparaban la atención de investigaciones e investigadores, no es menor la atención que reclaman para
sí la mezcla de códigos y el cambio de códigos, vistos
ya como recursos pragmáticos en el habla del bilingüe. Tanto los autores de trabajos con niños, como
las investigaciones realizadas con adultos tratan de
aportar una teoría adecuada que explique su aparición. En el presente trabajo surge un criterio de convergencia en cuanto a las leyes que gobiernan la aparición de la mezcla de códigos. Es la sintaxis, el orden
de la frase mantenido mediante diversas categorías
sintagmáticas, que permiten su aparición preservando la significación. Si la teoría de Jackendoff es
adecuada para la explicación, debe estar acompañada de otros aspectos que completen la comprensión de la mezcla de códigos, máxime cuando la perspectiva de partida para abordar el tema proviene del
desarrollo del lenguaje y si se tienen en cuenta elementos que discurren en la adquisición de dos lenguas.
Así pues, los nexos de unión aparecen como desencadenantes de la mezcla de códigos, pero esta
mezcla de códigos tiene una explicación más compleja que no tiene respuesta desde la adquisición del
lenguaje en el bilingüe, sino desde una perspectiva
más amplia que engloba el proceso general del desarrollo del lenguaje. Desde tal perspectiva vemos las
dificultades que tiene el niño para incorporar los nexos de unión que introducen frases complejas que
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ORIGINALES
son la base del discurso. Clark (1985), De Villiers y
De Villiers (1985) mostraban parte de los «errores»
que los niños monolingües cometen en esta época:
utilización inadecuada del orden de la frase, tiempos,
modos del verbo, redundancia en el uso de preposiciones y conjunciones, repetición de frases, etc.
Creemos que la dificultad inherente que tiene cualquier niño a la hora de dominar las bases del discurso coincide con la del bilingüe familiar, este último
incurre en el mismo tipo de «errores», pero ya que
son dos las lenguas a dominar, crea un fenómeno
propio, la mezcla de códigos, como recurso pragmático, con el que puede pasar de una lengua a otra en
búsqueda de la estructura sintáctica que le permite
expresarse y comunicarse; obviamente las preposiciones y conjunciones favorecen estas mezclas antes
del dominio de elementos lingüísticos más complejos. De esta forma la mezcla de códigos surge como
recurso pragmático hasta que el orden de la frase en
cada lengua queda incorporado, y hasta que los aspectos directrices del discurso coherencia/cohesión,
quedan establecidos. Mientras esto ocurre, podemos
encontrarnos con la mezcla de códigos tal como señalan los ejemplos de los sujetos: en medio de una
explicación, antes, o después de preposición, conjunciones, frases complejas, etc.
CONCLUSIONES
Nuestro objetivo era delimitar el fenómeno que
aparece en el habla del bilingüe familiar conocido
como mezcla de códigos.
Delimitarlo en primer lugar en cuanto a su definición, como fenómeno propio en el habla de los bilingües familiares. En segundo lugar, en cuanto a su
aparición, sus posibles causas y consecuencias, las
causas vendrán determinadas por las categorías sintagmáticas que regulan su origen. Estas categorías,
en contra de hipótesis anteriores, son válidas para
otros análisis en otras lenguas, ya que parten de una
categorización universal.
Una de las consecuencias es que la explicación
completa de la mezcla de código hace que veamos el
fenómeno desde la perspectiva del desarrollo del
lenguaje general como su origen va ligado al domi98
nio de elementos gramaticales que son importantes
para la competencia. Otra consecuencia es que su
adecuada definición y ubicación lo antepone a la
aparición del cambio de código, recurso pragmático
importante en la conversación del bilingüe.
La mezcla de códigos desde esta perspectiva
pone de relieve las estrategias lingüísticas, entre
otras, que el niño utiliza hasta llegar a asimilar correctamente los patrones gramaticales que le permiten expresar su pensamiento a través de la forma
lingüística correcta según los códigos que esté adquiriendo.
RESUMEN
La mezcla de código ha sido siempre un tema de
controversia en el habla de los bilingües. En el caso
del bilingüe familiar podía aparecer como el ejemplo
para no favorecer el desarrollo de dos lenguas al unísono. Por el análisis realizado vemos que la mezcla
de códigos es un fenómeno lógico en el desarrollo
del lenguaje del bilingüe familiar que está delimitado por sus propias reglas gramaticales y que tiene un
papel estructurador hasta que el orden de la frase
esté incorporado en cada lengua; por otra parte es el
antecedente de la aparición de un recurso pragmático como es el cambio de código en bilingües familiares.
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