Modelos de casillas de peones camineros

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Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 octubre 2000, eds. A. Graciani, S. Huerta,
E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.
Modelos de casillas de peones camineros
Elena de Ortueta
El comienzo del reinado de Carlos III-1759-
Hilberath
coincide con una verdadera planificación e impulso
de las obras públicas. Así, por ejemplo, en 1761 se
dispuso el inicio de las obras en los caminos de Andalucía, Cataluña, Galicia y Valencia; redactándose
un año después el Reglamento para la conservaciÓn
de los caminos en general (Real Cédula 1.11.1762).
Se contemplaba el establecimiento de los peones camineros cuya función primordial era el mantenimiento en buen estado de una legua de carretera. 1 Se levantaron, entonces, cuarenta y nueve casillas con el
objeto que el empleado de las obras públicas residie-
se junto con el trozo correspondiente de la vía asignada, evitando, de este modo, los costes por desplazamiento (figuras Iy 2).
Poco se legisló y reformó durante el ejercicio de
Carlos IV y Fernando VII, si bien se invirtieron grandes sumas para la continuación de una red general de
carreteras.' Con Isabel II se volverá a impulsar un
nuevo sistema de obras públicas estatales aprobándose las Instrucciones para promover y ejecutar las
obras pÚblicas (10.10.1845). Se promovió la uniformidad y calidad de los expedientes evitando todo
tipo de práctica inadecuada. La medida adoptada no
Figura I
Hispania Antiqua 1750 SGE
Figura 2
Mapas de postas y correos 1810 BN
734
E. de Ortueta
significó la redacción de nuevas órdenes, sino se
apostó por «recordar las que existen, reunirlas y ordenarlas de manera que el método y la facilidad de
consultarIas se haga su aplicación tan sencilla y desembarazada como conviene para evitar todo linaje
de arbitrariedad en los trámites por donde tienen necesariamente que pasar las obras públicas desde que
se han proyectado hasta su terminación».] Es, precisamente, el reinado de Isabel II el abarcado en la presente investigación.
FUENTES DE ESTUDIO
La documentación generada por la sección de caminos vecinales u obras públicas tanto del Ministerio
como en las Diputaciones y Municipios de cierta importancia es realmente muy copiosa, si bien muchos
expedientes están duplicados en un mismo archivo o
bien repartidos propuestas idénticas en distintos organismos de la administración.
Se trata de verdaderos estudios detallados del proyecto en sí, con su correspondiente memoria, pliegos
de condiciones
-económicas
y facultativas-,
y
abundante material gráfico tanto de las vías como de
los pontones, puentes, alcantarillas...
representando
los alzados, plantas y secciones -Iongitudinales
y
transversalesde los mismos.4
Uno de los principales problemas que encontramos en la documentación
cotejada es la diferencia
entre el presupuesto inicial y la liquidación. Normalmente, existía una falta de previsión debida a las modificaciones introducidas en el diseño primitivo. La
mayoría de las veces se debió a un estudio erróneo
de la composición geológica del terreno, obligando,
en ocasiones, incluso a cambiar el trazado originario
de la vía. Gracias a las liquidaciones anuales del jefe
de obras públicas remitidas al Ministerio de Fomento, conocemos con gran precisión la obra hecha y diseñada en cada una de las provincias.
Para el análisis de los peones camineros en una
provincia en concreto, como por ejemplo en Tarragona, se ha conservado en el Archivo Histórico de la
Diputación (AHDT) una amplísima información relacionada con el ejercicio de su profesión pero no así
de sus viviendas. En las series documentales
de
Obras Públicas, Vías y Obras (los legajos correspondientes a Personal), hallamos desde 1862 los nombramientos de los diferentes peones y capataces or-
denados cronológicamente y por carreteras. Son muy
ilustrativos los testimonios referentes a las penas y
castigos e incluso a la separación temporal o definitiva de sueldo y trabajo por el incumplimiento de sus
deberes para con la profesión. Cabe destacar, también, la convocatoria del premio anual al mejor trabajador.s
En el Archivo Municipal de Tarragona (AMT), en
cambio, nos remitiremos a la sección de Caminos
Vecinales. Fundamentalmente,
son planos y memorias facultativas referentes a las diversas carretera
en su sección comprendida dentro del casco urbano
-cambio
de rasante, modificación del trazado, pasos
de cuentas, puentes,
y también de los empleados costeados por el municipio. Otro Archivo es el
de la Demarcación de Carreteras del Estado en Tarragona (ADCET); por el momento se encuentra sin
inventariar no pudiéndose consultar sus fondos. Así
mismo, en el Archivo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (AMOPT) -sección
Transportes
terrestresexisten amplios repertorios documentales, aunque parte de sus fondos se han transferido al
Archivo General de la Administración (AGA).6
PERSONAL: TÉCNICOS Y OPERARIOS
La organización de la red general de carreteras del
estado estaba centralizada y controlada por los Gobernadores Civiles respectivos (RO 29.1.1854), si
bien, en cada una de las provincias se nombraba los
respectivos directores de caminos vecinales por cada
distrito (RO 7.9.1848). Éstos trabajaban tanto para el
diseño como para la conservación de los mismos. Su
titulación era muy diversa, pudiéndose constatar, en
Tarragona, la existencia de ingenieros, arquitectos,
maestros de obras, e incluso agrimensores ejerciendo
como jefes de caminos vecinales. Los conocimientos
requeridos se reducían a diez materias que se debían
contestar adecuadamente
en el examen oficial, las
cuales eran: lengua española, aritmética y sistema legal de pesas y medidas, álgebra elemental, teoría de
logaritmos y el uso de las tablas correspondientes,
geometría especulativa y practica, trigonometría y levantamiento de planos, geometría descriptiva, estética elemental, delineación y dibujo topográfico, y nociones sobre el trazado y conservación de carreteras.
En el Reglamento para la ejecución del real decreto
del 7 de Septiembre de 1848, sobre la creaciÓn de la
Modelo de casillas de peones camineros
clase de directores de caminos vecinales se dispusieron las competencias
y obligaciones
del mentado
cuerpo. Dada la libertad de formular las alcaldías su
propia normativa, algunos consistorios como el de
Tarragona buscaron la fórmula mas apropiada. En
1860 se publicaron las Instrucciones a que deben sujetarse los directores de caminos vecinales, las cuales indicaban:
1" Los Directores de caminos vecinales deberán residir
habitualmente en las cabezas de sus respectivos distritos.
2" Solo podrán ausentarse de dichas cabezas de
Distrito para llenar las obligaciones de sus institutos ó
en virtud de orden ó autorización de este Gobierno.
3" No gozarán mas retribuciones que su sueldo sin
poder exigir abonos por razones de dietas instrumentos, papel ni por ningún otro concepto: únicamente
se les autoriza para reclamar de los pueblos el ausilio (sic) de los peones necesarios en la formación de
los planos y otros trabajos en que sean indispensables.
4" Los Directores de caminos vecinales se dedicarán cada uno en sus distrito a formar el plan general de
caminos vecinales, determinado los existentes, y los
que deban abrirse en las reparaciones y demás obras
que reclamen los primeros y el coste ó los presupuestos de los mismos.
5" Para practicar dichos trabajos preliminares se sugetaran (sic) al plan formado por la Administración,
sin perjuicio de las variaciones que exijan los convenientes empalmes con las líneas férreas y carreteras
abiertas posteriormente las que están en curso de construcción y las proyectadas que han merecido la aprobación del Gobierno.
6" Los planos que formen los Directores se someterán á la Administración
superior de la provincia para
su aprobación á fin de que disponga las reformas que
estime convenientes.
7" Será obligación de los Directores inspeccionar y
dirigir los trabajos de los caminos vecinales de sus respectivos distritos que esten en curso de egecución (sic)
ó reparación así como de darme los oportunos partes
del estado en que se encuentren
aquellos, y de las
obras que sean indispensables
para el buen servicio
público.
8" Finalmente, llenaran estrictamente las comisiones relativas á su instituto que se les comunique por
este Gobierno de la Provincia (Tarragona) del que dependerán en todo lo concerniente al desempeño de sus
cargos7
735
Una de las formas mas oportunas para acercamos
a la labor del director de caminos vecinales resulta
con la profundización en la lectura del informe sobre
el plan anual para la mejora del sistema viario del
distrito. Apreciamos tanto su labor como proyectista
como inspector de obras públicas. Una de las principales dificultades fueron los largos tramites administrativos de expropiación forzosa debido a la necesidad de emplazar una nueva carretera o bien variar el
trazado de una ya existente. En el segundo de los casos, el ferrocarril impulsó muchas de estas medidas
debido, en parte, a la falta de una planificación global de los caminos de hierro a nivel estatal.g Paulatinamente, el director de caminos vecinales perdió
competencias e importancia dentro del entramado del
personal de obras públicas limitando su ejercicio a la
conservación y cuidado de las vías vecinales (RO
17.10.1878). Cada vez iban adquiriendo una papel
mas destacado los ingenieros jefes. Uno de los debates abiertos en las profesiones ligadas al diseño de
construcciones radicó en la posibilidad de compaginar legalmente el ejercicio de la profesión a nivel oficial y privado. En concreto, en el ramo de la ingeniería se determinó oficialmente
su incompatibilidad
(RO 17.11.1855, 010.10.1874).9
Para la vigilancia y conservación de las carreteras
del Estado se constituyó el cuerpo de peones dividiéndose en capataces y camineros. Desde un primer momento -Real
Instrucción del 25 julio de
1790-, tenían la calidad de guarda jurado corroborándose esta obligación en disposiciones posteriores
como en el Re[?lamento para la or[?anización Y servicio de los peones capataces y camineros emitido el
19 de enero de 1867, en cuyo artículo 37 leemos: «El
peón caminero que se halle en el camino alguna persona sospechosa, le exigirá cédula de vecindad, y si
no la tiene, la conducirá al pueblo de su jurisdicción
á disposición del Alcalde de pueblo inmediato, dándole noticias del número y dirección que lleven ó poniendo en conocimiento de la Guardia Civih>. lO Incluso estaban armados con carabina ó fusil recortado
y canana ceñida (1867, arts. 12 y 28). Esto dio lugar
a ser considerados por las autoridades provinciales y
municipales como fuerza armada obligándoles a la
vigilancia de: presos, caudales...
en detrimento de
las funciones propias de su cargo. Y como se menciona en la Orden del 14 de marzo de 1873 no solamente dejaban «abandonadas las carreteras con gravísimo perjuicio de las obras, que quedan totalmente
736
E. de Ürtueta
sin vigilancia y expuestas por lo tanto á ser destruidas de sus malechores» sino también sufrían vejaciones, siendo su armamento más útil a los voluntarios
republicanos. Por ello se dispuso que «dejen de estar
armados de manera que están en la actualidad los peones camineros». En reglamentos posteriores el servicio de los peones camineros están desprovistos de
cualquier tipo de armamento, como el Reglamento
para la organización y servicio de los Peones Camineros de la Provincia de Tarragona del 26 de Octuhre de 1888 redactado por el Ingeniero Jefe Luis
Cervera."
Al tratarse de una fuerza de orden público iban
uniformados con: «pantalón y chaqueta de paño pardo, con el cuello, vueltas, solapas y vivo color carmesí: botín de cuero, ante ó paños negro, chaleco de
paño azul claro; sombrero redondo de fieltro blanco,
con funda de hule para los días lluviosos, en el que
llevarán la escarapeJa nacional al costado, y una chapa de metal en el frente con el número de los kilómetros y la leyenda Pea n Caminero: los botones serán
de metal amarilJo con la misma leyenda. En verano
podrán reemplazar estas prendas por otras análogas
de lienzo crudo, dividido en dos pedazos, cuyos extremos se atarán con correas por debajo de las rodillas» (19.1.1867 art.J2). En 1888 se permitió en verano llevar un sombrero de paja (1888, art.12). Se
distinguían los capataces de los camineros al portar
Jos primeros un galón en ángulo con el vértice hacia
arriba (1867, art. 13).'2
Las obligaciones y deberes de estos profesionales
estaba, así mismo, perfectamente reglada. En el artículo I S el peón capataz ha de. <<1"Acompañar dentro
de su trozo a los Ingenieros, Ayudantes y Sobrestantes, cuando así lo dispongan, 2" Recibir Jas órdenes
para su cuadrilla y comunicarlas á los peones camineros y cuidar de que se cumplan, así como las demás obligaciones, 3" Dirigir con arregJo á las instrucciones de su inmediato jefe los trabajos señalados ar
tarea ó en otra forma á los peones camineros y á los
auxiliares cuando los haya, 4" Recorrer su trozo
cuando y como el Ingeniero determine, S" Dar parte
por escrito á su jefe inmediato de las faltas que cometan los peones, y de todo cuanto ocurra en los kilómetros puestos á su cuidado, 6" Formular las listas
de los haberes de los peones camineros y de los jornales que devengan los auxiliares, 1" Cuidar de las
herramientas,
materiales, útiles, armas, prendas de
vestuario, y demás efectos del servicio que existan en
poder de los peones de su cuadrilla ó dentro de su
trozo procurando su buen uso y conservacióll». En el
artículo 27 se indicó lo relativo al peón caminero:
«1" Permanecer en el camino todos los días del año
desde que salga el sol hasta que se ponga, 2" Recorrer cada dos días todo su trozo para reconocer el estado del camino de sus obras de fábrica, paseos y arbolados, y de los repuestos de materiales, 3" Prevenir
de los daños que ocasione las transeúntes en el camino, advirtiéndoles lo dispuesto en las Ordenanzas ó
Reglamentos de policía y denunciar á los contraventores, 4" Ejecutar los trabajos de conservación, que
sus jefes les ordenen, bien sea por tarea ó en otra forma, sin más descanso que las horas señaladas para el
almuerzo, comida y merienda, S° Dirigir los trabajos
de los peones auxiliares que tengan en su trozo, llevar cuenta de los jornales que devengan y de los materiales que se vayan acopiando, 6" Cuidar de las herramientas y materiales, útiles. armas, prendas de
vestuario, y demás efectos del servicio que existan en
su poder dentro de su trozo, procurando su buen uso
y conservación,
7" Obedecer al peón capataz de la
cuadrilla como á su jefe inmediato. en cuanto le prevenga relativo al servicio público».
Para poder ser admitido como peÓn caminero, se
necesitaba contar con 20 años y no superar los 40.
Los candidatos debían saber leer y escribir y ser licenciados en el ejército. Se preferían aquellos que
habían trabajado como labradores o peones auxiliares (1867. art.3). En un primer momento, se vio con
buenos ojos el designar a mujeres por su calidad y
cuidado en los trabajos del campo, con posterioridad
se desistió de esta medida."
La jornada laboral, al igual que en otras profesiones, era muy larga. El peón «suspenderá el trabajo
dos horas de sol a sol en los dos primeros y en los
dos últimos meses del año: tres horas en Marzo,
Abril, Septiembre y Octubre y cuatro en los meses
restantes» incluso estaba obligado a trabajar los domingos y días de precepto debiendo recorrer su trozo
y limpiar las armas, escudo y prendas del vestuario
(1867. art. 30 y 31) (figura 3)
Las asignaciones propias de un peÓn caminero no
eran respetadas por muchos alcaldes al obligarles a
realizar competencias
propias de los ordenanzas
como el llevar el correo de una localidad a otra.'4 En
general. eran tratados con desprecio por sus superiores. Numerosas son las referencias que hemos hallado criticando el mal ejercicio de su profesión e in-
737
Modelo de casillas de peones camineros
nORAS DE TRABAJO Y DE DESCANSO,
SEGUN EL ARTicULO
30 DEL t\EGLAMENTü
DE PEONES
CAMINEaos.
Euero.
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Figura 3
Horas de trabajo y de descanso AHDT
cluso el Ingeniero Jefe de Tarragona en 1914 al referirse al peón caminero Isidro Fornés apuntaba «es
ejemplar considerado dentro de la pudredumbre de
la generalidad de éste persona!»." Una medida relativamente fácil era la de separar a un peón por el incumplimiento de sus obligaciones (1867, arto 61). A
pesar de ello, era una profesión solicitada al gozar
de una asignación salarial fija e incluso de una pensión por baja laboral como por edad avanzada, siempre y cuando se tuviese cumplidos los veinticinco
años como peón -capataz
o caminero-,
no contando nunca los de auxiliar (1867, arto 53,54,58
Y
59).
LA VIVIENDA DE LOS PEONES CAMINEROS
Las casillas de los peones camineros fueron diseñadas con la mayor economía de medios apartándose
su diseño de cualquier requerimiento
estético super-
Figura 4
Modelo n" 1 Casilla para dos peones camineros
mados de madera. Planta y alzado AHPT
'"ht:J
con cntra-
tluo. Se prescindió de todo tipo de decoración. En el
presente texto nos remitiremos a los dos modelos de
vivienda obrera diseñados por Lucio del Valle, Vi ctor Martí, y Angel Mayo (28.1.1859)16 (figuras 5-7).
La función de la misma era la de dar unas habitaciones saneadas e higiénicas a las familias de los peones camineros. El emplazamiento nunca fue casual
ya que se ubicó junto al tajo para facilitar la asistencia continua e inmediata de los kilómetros asignados.
No olvidemos la obligación del peón caminero de vigilar el cumplimiento
de las Ordenanzas para la
conservaciÓn y policía de carreteras, evitando el
tránsito de carruajes que de una forma u otra pudiesen dañar el firme (1842, Capítulo 11, arts. 16-29) o
bien las construcciones fraudulentas (1842, Capítulo
1lI, arts. 30-39). Esta vinculación del peón con su lu-
738
E. de Ortueta
Figura 5
Modelo n" 1 Casilla para dos peones camineros con entramados de madera. Detalles AHPT
gar de trabajo se reafirmó en el Reglamento del 19
de enero de 1867. En el artículo 9, se reiteraba la necesidad que el peón residiese en su lugar de trabajo;
y pudiendo dejar su trozo asignado en los siguientes
casos: «1 Q Cuando vaya a poner denuncias, correr
GasiJlli de fábrica
partes y cobrar su haber, 2" Cuando algún peón inmediato le pida auxilio, y en los casos previstos en
los artículos anteriores, 3" Cuando reciba orden ó
aviso de cualquiera de sus jefes para que se reúna
toda la cuadriJIa ó parte de ella, en cuyo caso se presentará sin dilación en el punto que se le designe»
(1867, art. 41, también arts. 20-22). La ubicación de
la caseta, preferiblemente,
debía estar en un paraje
alto y despejado desde el cual pudiese divisar la vía
de comunicación. Con agua abundante tanto para la
limpieza de los individuos como de higiene ambiental al poder rodear la casilla con un arbolado «para
hacer más agradable la estancia de la familia de los
peones en los fuertes calores del verano». Esta medida no fue siempre apJicable. No obstante, su instalación, a veces podía estar determinada por otros motivos como una obra de gran envergadura o un paso
peJigroso o desfiladero.
Se prohibió de forma tajante que el peón caminero
cobrase a los transeúntes por su ayuda; tampoco podía venderles comestibles o cualquier tipo de bebidas
(1867, art. 43).
Los primeros modelos oficiales eran viviendas individuales con una superficie edificada de 79'67 m2
y un pequeño jardín o huerto con 27'90 m2. En
Figura 6
Modelo nQ 2 Casilla para dos peones camineros
mados de madera. Planta y alzado AHPT
Figura 7
Modelo nQ2 Casilla para dos peones camineros con entramados de madera. Detalles AHPT
con entra-
1859, se apostó por el modelo de casillas pareadas
no tan solo para evitar el aislamiento, a que se veía
739
Modelo de casi1las de peones camineros
sometido el trabajador, sino también para rentabilizar el costo de la obra. Se redujo el volumen de
construcción a 109'05 m2 disponiendo como espacios comunes de la vivienda el vestíbulo y el huerto,
éste último, algo más holgado, con 68'97 m2. para
las dos familias. El espacio interior de la sala-dormitorio no se modificó si bien se redujo la dimensión
de la cocina. No se podía mermar el habitáculo si se
quería ofrecer una estancia cómoda y saludable a
una familia con dos niños, calculando 15 m3 para
cada individuo. En definitiva, como mencionan los
signantes del proyecto "Vemos pues que de la reunión de dos peones en cada casilla, no solo resultan
las ventajas de estar acompañados, de poder prestarse auxilio si es necesario con mayor seguridad y de
ser mas económica en su construcción,
sino que
también puede darse á cada uno mayor desahogo por
disponer de un patio de gran extensión, siendo pequeña la diferencia en cuanto á la parte edificada»
(figuras 8-13).
La vivienda obrera con su jardín fue defendida por
casi todos los higienistas como el francés Mulhouse
en la Exposición Universal de París en 1867. A diferencia de los barrios obreros, la caseta del peón caminero hay que analizarla como una unidad diferenciada y no dentro de un conjunto de casas con su
trazado vi ario y ordenamiento propio de la manzana,
a veces incluso vinculadas, éstas últimas, a equipamientos sociales-benéficos.
En el patio de la casa, se instaló el pozo y el escusado. Además el peón podía guardar la leña junto
con sus herramientas de trabajo -almadenas,
aza-
nE~C\IE.\'
Figura 8
Presupuesto
para una casilla de dos peones camineros.
delo l. Con muros entramados
drillo AHPT
y cuarteles
Mo-
de fábrica de la-
Figura 9
Presupuesto para una casilla de dos peones camineros. Modelo 1. Con muros entramado s y cuarteles de fábrica de ladrillo AHPT
740
E. de Onueta
Figura 10
Presupuesto para una casilla de dos peones camineros. Modelo l. Con muros entramados y cuarteles de fábrica de ladrillo y adobe AHPT
Figura 11
Presupuesto para una casilla de dos peones camineros.
delo 2. Con muros de fábrica de ladrillo AHPT
das, agujas de cebar, atacadores, barrenas, barrones
de cantera, cucharillas, cuñas de hierro, clavos, cuerdas de cáñamo, carretillas, cubos, cajones para medir
piedras, espiochas, jalones, martiJlos de empedrar,
marras de cantera, macetas, palas, pisiones, rastrillos
de madera, rastrillos de hierro, rastrillos de dientes,
zapapicos, zarandas, nivelatas, regIones, nivel de albañil, banderolas, jalones indicadores, nivel de miras, cadenas, agujas, cintas métricas-o
El cobertizo
del patio era una construcción ligera con zócalo de
sillería, pies derechos de madera. Con una cubierta
con entablado de madera rematada con teja árabe (figura 7).
La disposición
de los materiales y técnicas de
construcción no fueron en nada novedosos. Si bien se
podía adecuar el material y su colocación según las
formas tradicionales de la región, se prefirió dar unas
pautas genéricas para dar un carácter uniforme a las
viviendas de los peones camineros. Al encontrarse
aisladas de la población uno de los apartados mas
costosos del presupuesto era el apeo y transporte de
los mismos. Por ello, era inútil apostar por nuevas
fórmulas constructivas como el hormigón de las casas para obreros de Rebolledo o bien el sistema Belmás a base de prefabricados de arena. Tampoco resultaba pertinente el empleo de escombros en las
obras como defendió Hoffman.'7
La madera, el adobe, el ladrillo y mampostería piedra quebradafueron los materiales designados.
No así el tapial «pues si bien es un género de construcción sumamente económica se necesitaba además
de contar con una tierra a propósito, que la mano de
obra fuese esmerada para que se obtenga la duración
y solidez necesaria». De entre todos ellos, la madera
Mo-
Modelo dc casillas de peones camineros
741
W1'.!
Figura 12
Presupuesto para una casilla de dos pcones camineros. Modelo 2. Con muros de mampostería y aristones de fábrica de
ladrillo AHPT
era la mejor dado a la posibilidad de usada en pequeñas cantidades, aplicándola como entramado ya que
es fácil de adquirir en muchos de los sitios donde se
ha de levantar una caseta de peón caminero.
El modelo 1" de casilla es con entramados de madera" y cuarteles de ladrillo o bien combinando el ladrillo y el adobe. En el primero de los casos el coste
ascendía a 19.281' 19 y en el segundo a 17.020' 42. El
modelo 2" ofrecía mas posibilidades al poderse levantar solo con muros de ladrillos, o bien con muros
de mampostería y aristones de ladrillo y por último
con muros de adobe y zócalo y aristones de ladrillo.
El precio de las obras sería de 23.325'39, 17.873'76
y 15995'79 respectivamente.
Como conclusión el
sistema más económico era la casilla con muros de
adobe y aristones y zócalo de ladrillo. Hay que observar que para efectuar
estos presupuestos
se tomó
Figura 13
Prcsupuesto para una casilla de dos peones camineros. Modelo 2. Con muros compucstos con zócalo y aJ'istones de fábrica de ladrillo y cntrepaños de adobe AHPT
como referencia los precios unitarios vigentes en la
provincia de Madrid (figuras 8-13).
No se estudió la cimentación ya que su configuración y composición dependía de las características del
terreno. Tampoco fue novedosa el tipo de cubierta
con entramado de madera con carreras de caballete.
Descansando sobre ellas maderas de suelo con teja.
Se calculó el cielo raso con enlistonados de madera.
Escasas fueron las puntualizaciones referentes a la decoración y acabados si bien para los solados se dispuso el empedrado en el portal, cocina y pasillo y el embaldosado para los dormito ros, en ambos modelos.
Como conclusión, se buscó la posibilidad de buscar unos modelos aplicables en todas las regiones y
satisfaciendo sus estancias a las necesidades de los
operarios. Apostando por los sistemas constructivos
tradicionales y comúnmente utilizados en cada una
de las comarcas.
742
E. de Ortueta
NOTAS
l. Una legua equivalía a 5.572 metros.
2. Alzola y Miondo, P.: Historia de las obras pÚblicas en
España. Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y
Puertos. Madrid, 1994. Colección de Ciencias, Humanidades e Ingeniería, n" II [1899]. pp. 262 Y ss.
Nardiz Ortiz, c.: «Las primeras carreteras modemas. El
trazado y la construcción de los Caminos Reales en el
siglo XVIII», Actas del Primer Congreso Nacional de
Historia de la Construcción, Madrid 19-21 septiembre
de 1996, CEDEX, CEHOPU, Ministerio de Obras PÚblicas, Transportes y Medio Ambiente, Instituto Juan de
Herrera, Madrid, 1996, pp. 375-380.
Ordenanza para la conservación y policía de las can'eteras generales. s.e. Madrid, 1842
Ministerio De Fomento: Reglamento para la conservación y policía de las carreteras. Imprenta del colegio de
Sordo-Mudos y de Ciegos. Madrid, 1867 (reimpreso en
Tarragona,
F. Arís e hijo)
Impren3. Colección de leyes, decretos y declaraciones
ta Nacional, Madrid. 1846, tomo XXV, pp. 354-370.
4. Esta practica será habitual a partir de la instrucción del
16.3.1860, a pesar de la redacción de disposiciones anteriores
como en la ya citada
Instrucción
del
10.10.1845.
5. A partir de 1959 ya no se cubrían por la diputación de
Tarragona las plazas vacantes debido a la formación de
brigadas «volantes». Vid. AHDT Negociado: Obres publiques. Caja: Vías y obras. Peones Camineros. Sig.:
CPF 384
6. TarrubeIla, X.: Urbanisme, arquitectura i construcció a
Catalunya.
Guia d' arxius i de fonts documental.
CoI.legi d'apareIladors
i arquitectes ti~cnics de Barcelona. Barcelona, 1993
7. AMT Caja: Caminos vecinales y Puentes 1860-1870.
Exp. 1860/202 Nombramiento del Director de caminos
vecinales de este distrito. Oficio del Gobierno de la Provincia de Tarragona, sección de Fomento, 7.LI860. Sig:
s/sig. Dicho reglamento tiene muchos puntos en común
con el de 1867.
8. AHDT Negociado: Obres Públiques. Caja: 1861-1880
Plans General de Camins i Carreteres. N" Exp. 1861 Ex-
pediente para la construcción
de caminos vecinales y
mejoras existentes. Sig.: CTF 27
9. Martínez Alcubilla, M.: Diccionario de la administración española. Compilación de la Novísima legislación
de España y Península y Ultramar. Imp. J. López Camacho, Tomo VI, Madrid, 1887. Voz: Ingeniero de caminos, canales y puertos: ayudantes y sobrestante s de
obras públicas: directores de caminos vecinales, pp.
196-232.
10. Grille Álvarez, D.: Colección legislativa de Obras PÚblicas, Legislación y Jurisprudencia.
Tipo. y Lito. R.
Párraga. Málaga, 1892, tomo n, pp. 637-642.
11. AHDT Negociado:
Obres publiques.
Caja: 1884-89
Vies i Obres. Personal. N" Exp. 1889 relativo a la aprobación del Reglamento para la organización y servicio
de los peones camineros. Sig.: CPQ 60.
12. El peón se debía costear el uniforme (1867, art. 47).
13. Alzola y Miondo, P.: Historia de las obras públicas..
1994, p. 264.
14. AHDT Negociado: Obres publiques. Caja: Obres publiques vies y obres. Camins Veinals. N" Exp. 1864 El alcaIde consulta [Freginals] si a un peón caminero se le
puede obligar a llevar un pliego cuando le toque el turno. Sig.: CPQ 9. En el informe emitido por la diputación
leemos «todo cargo con fín diferente no se puede aceptar pues de lo contrario saldría perjudicada la administración distrayendo a los peones del servicio que les está
encomendado» .
15. AHDT Negociado: Obres publiques. Caja: Vías y obras.
Peones Camineros. N" Exp. 1914 Castigos impuestos a
los peones camienros. Sig.: CPF 384
16. Grille AIvarez, D.: Colección legislativa de obras.
1892, tomo n, pp. 676-683.
17. Díez de Baldeón, c.: Arquitectura y clases sociales en
el Madrid del siglo XIX. Siglo veintiuno de España ediciones. Madrid, 1986, pp. 452-556.
18. Jareño Alarcón, F.: Memoria facultativa sobre los proyectos de Escuelas de Instrucción Primaria Premiados
en el Concurso, adquiridos por el Estado y mandados
publicar por Decreto de S. A. el Regente del Reino del 7
de Abril de 1870. Imp. Colegio de Sordo-mudos y de
Ciegos, 1870. Desaconsejó el uso de entramados de madera en las edificaciones
escolares.
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