Revolución Meiji e industrialización japonesa

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Revolución Meiji e industrialización japonesa
Desde 1192 el poder pertenecía de hecho al Shogun y no al emperador, que había sido
desposeído por una casta de grandes propietarios rurales. La familia Tokugawa reinó por vía
hereditaria sobre el Shogunado desde 1603 a 1868, una cuarta parte del territorio nacional
pertenecía al cabeza de familia Tokugawa, el resto del territorio era propiedad de los “señores”
(daimios). El reino de los daimios era reconocido por el Bafuku (gobierno del shogun), al cual le
debían una fidelidad total a los Tokugawa. Tenían el poder absoluto en sus dominios, incluido
el derecho de la vida y de la muerte. Por debajo del señor de que dependían venían en primer
lugar los Samurai, luego los comerciantes, los industriales, y los agricultores. Estaba prohibido
cambiar de profesión y de domicilio, se era Samurai o agricultor de padres a hijos. Al estar la
estructura social estrictamente congelada no era posible ningún proceso de desarrollo
industrial.
Esta precondición del crecimiento y del desarrollo se consiguió con la Revolución de 1868
(revolución Meiji). Dicha revolución fue la vez una restauración del poder imperial y una
revolución de las estructuras políticas y sociales bajo la presión extranjera. Los países
europeos y los Estados Unidos buscaban nuevos mercados en Extremo Oriente. Cuando en
1846 los Estados Unidos ampliaron su territorio hasta Oregón y luego en 1848 hasta California,
teniendo por tanto salida directa al Pacífico empezaron a interesarse en el comercio con China;
en su camino se encontraron con Japón. El general Perry fue enviado para transmitir un
mensaje del presidente de los Estados Unidos, en una misión comercial, al shogun. Arribo a la
bahía Yedo el 8 de julio de 1853 lo que representaba una violación a las leyes japonesas. Fue
expulsado por la fuerza y regreso en marzo de 1854 con una escuadra más poderosa. De esta
manera se firmo un primer tratado el 31 de marzo de 1854 donde 2 puertos fueron abiertos al
comercio americano y otros cinco lo iban a ser en los años venideros. Entre 1854 y 1859,
Inglaterra, Rusia, Holanda, Francia y Portugal firmaban con Japón tratados análogos al
obtenido por los Estados Unidos. Nacía así una corriente reformista y nacionalista impulsada
por una elite japonesa que tomo conciencia del beneficio que se podría obtener des estos
nuevos contactos con occidente.
Fue alrededor del emperador donde primeramente se plasmo una reacción nacionalista dirigida
contra el extranjero y contra el shogun, quien al negocia, ofendía la “dignidad nacional”. A raíz
de las peripecias que enfrentaron los daimios a los extranjeros, algunos bombardeos de
represalia franceses y americanos persuadieron al emperador de la imposibilidad de excluir a
los extranjeros. El 24 de noviembre de 1864 se vio obligado a firmar intratado por el cual Japón
perdía su autoridad aduanera.
Una vez que el partido imperial abandono para siempre el partido aniextranjero, su objetivo fue
restaurar el poder del emperador. Esto se realizo a trabes del advenimiento de Mutsu-Hito el 30
de enero de 1867. El nuevo emperador no tenía más que 14 años y los grandes daimios del
sudoeste (los de Satsuma, Cho-su, Tosa y Hizen) se unieron para derrotar a la familia
Tokugawa. El 3 de enero de 1868 un decreto imperial puso fin al shogunato. Pero fue entonces
después de la lucha armada cuando la partida fue ganada por el emperador y su partido en
junio de 1869. Al recibir los occidentales seguridades con respecto a las intenciones del nuevo
gobierno, apoyaron al ejercito de los daimios del sudoeste en su lucha contra el shogun. El
gobierno imperial decidió entonces, elegir una nueva capital: Tokio y bautizar el reinado del
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nuevo emperador con el nombre de Meiji (gobierno iluminado). En medio siglo el Japón iba a
pasar del estadio feudal y agrícola al rango de gran potencia capitalista.
El gobierno Meiji era conservador y estaba mas preocupado por la grandeza nacional que por
el progreso social. Deseaba crea una economía moderna indispensable a la potencia política
en un mundo librado al progreso técnico. La emancipación de los campesinos no estaba
encaminada primordialmente a aumentar su bienestar sino a aumentar su eficacia como mano
de obra; obteniendo de esta manera sus recursos financieros a trabes de la agricultura.
La reforma se fue realizando progresivamente a partir de 1869, fecha en la que los cuatro
daimios del sudoeste restituyeron sus tierras y sus habitantes al emperador. El gobierno les
nombro entonces gobernadores de su región. En 1871, las regiones fueron suprimidas y
sustituidas por provincias. El 29 de agosto del mismo año fueron abolidas las distinciones de
clase y todos los ciudadanos proclamados iguales ante la ley. A partir de entonces los ex
daimios tuvieron que residir en Tokio recibiendo pensión igual a la décima parte de las rentas
de sus antiguas tierras anexionadas al dominio imperial. Los Samurai perdieron sus privilegios
y su empleo militar pero el Estado les pago una pensión. Se modifico el régimen de propiedad
agrícola, pero también el régimen impositivo rustico. En 1872 el gobierno distribuyo títulos de
propiedad individual a los grandes propietarios o a aquellos que poseían medios de adquirir
tierras. A partir de 1873, los propietarios rurales tuvieron que pagar el impuesto calculado sobre
el valor de la tierra y no ya sobre el valor de la cosecha (el 3% del valor del terreno, pagadero
en dinero y no ya en especie). Dentro de este contexto los campesinos seguían siendo
explotados y pagaban censos en especies a los propietarios lo cual indirectamente
proporcionaban al Estado la base de sus recursos. La carga real de los propietarios se fue
reduciendo debido al alza de precios que acompaño a los desordenes interiores y la guerra civil
(revuelta de los Samurai) de 1877 a 1881.
El gobierno transformo posteriormente los derechos feudales en papel de Estado. Lo
portadores de estos títulos, Samurai y ex Daimios, se vieron a menudo en la necesidad de
venderlos, puesto que no podían vivir con los intereses que pagaban. Los bancos nacionales
fueron autorizaos en 1876 para emitir billetes a cambio de estos títulos. En junio de 1876
existían 4 bancos nacionales y en 1879 su numero alcanzaba a 139, todo esto contribuyo a
extender rápidamente la economía monetaria.
El gobierno Meiji fomento el crecimiento de la población luchando contra las causas de la
mortalidad (creación de un servicio sanitario publico, desarrollo de la higiene, formación de lo
médicos etc...). Los hombres del poder habían comprendido que el número era un factor de
poder político y militar. La población total de Japón pasó de 34.800.000 en 1872 a 43.850.000
en 1900 y a 89.270.000 a 1955.
Las exportaciones se vieron fomentadas por una depreciación de la moneda en el mercado
mundial. La moneda se basaba entonces en un patrón plata y esta depreciación tuvo los
mismos efectos que una devaluación. Solo a partir de 1897 Japón adopta el patrón oro.
El gobierno contribuyo al desarrollo de la productividad agrícola enviando grupos de expertos a
estudiar métodos extranjeros, fundando escuelas y mandando instructores al campo. Fue
también bajo el impulso gubernamental cuando se avanzo en el proceso de irrigación y se
emplearon con gran profusión los abonos.
El desarrollo económico era visto como el único medio de conseguir el poder militar y en
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consecuencia la posibilidad de alcanzar una plena independencia económica y política,
además de objetivos imperialistas. Empresas textiles, del vidrio, del papel, de maquinas
herramientas, fundiciones, astilleros navales, minas, ferrocarriles, telégrafos; en todas partes la
iniciativa publica dio señal de partida. En 1872 se construyo la primera línea de ferrocarril por
parte de ingenieros ingleses entre Tokio y Yokohama. Años mas tarde con capitales e
ingenieros japoneses se realizo la construcción de la línea Kyoto-exterior. En 1880 existían 160
Km. de vía férrea hasta alcanzar en 1892 cerca de 3000 km. En 1871 se organizo la
Administración de Correos y telégrafos y en 1877 el Japón entró en la Unión postal.
La industria pesada se desarrolló rápidamente a finales del sigloXIX y fue estimulada con la
creación en 1901 de la fundición nacional de Yawatta. Tras la guerra ruso-japonesa de 1905, el
avance de esta industria fue aun mas rápido gracias al carbón y al hierro de Manchuria y Corea
(anexionadas a Rusia), pero también a la política de armamento. Por ultimo la primera guerra
mundial permitió que la economía japonesa, que se había mantenido al margen del conflicto,
lograse una gran prosperidad. Los exportadores japoneses sustituyeron sin ninguna dificultad
en los grandes mercados mundiales a los productores desfallecidos cuyos recursos estaban
movilizados por la guerra.
Hasta la segunda guerra mundial, el imperialismo japonés no había conocido más que guerras
victoriosas que fueron favorables al desarrollo económico al país: guerra con China 1894-1895;
guerra con Rusia 1904-1905; invasión de Manchuria 1931. La evolución económica de Japón
estuvo estrechamente ligada a los distintos conflictos desde la revolución Meiji hasta la
invasión de Manchuria, lo cual ejerció un efecto acelerador sobre la inversión y el progreso
técnico.
Fuente: Maurice Niveau (Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de
Poitiers)
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