Paulus de Heredia (+ 1490): Corona regia. Introducción

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PAULUS DE HEREDIA ( t
c.
1490):
CORONA REGIA
Edición facsímil e introducción
de
JESUS POLO CARRASCO
INTRODUCCION
Me honro
en presentar al público erudito la obra del judío con­
verso español Pablo de Heredia, titulada Corona Regia, en edición
facsímil
Teniendo en cuenta el valor interno de la obra, tres han sido las
razones que me han movido a llevar a cabo esta tarea.
Przºmera, su casi total desconocimiento aun entre los autores de­
dicados a la mariología, ya que desde su publicación, probablemente
en Roma,
por George Herolt,
indica Palau 1,
entre los años
1479
y
1481,
según
no volvió a editarse más que una vez en la obra
indicada de Alva y Astorga y
el
autor
es citado casi exclusiva -
mente por su obra Ensis Pauli' y por el tratado que algunos llaman
De
mysteriis fidez"2-.
De hecho
no he
hallado
ningún
estudio,
ni
esbozo siquiera, de la doctrina mariológica que contiene esta obra.
Segunda. Es la primera obra' con título mariano que . un autor
aragonés dio a la imprenta. Aunque fue publicada en latín, no
1
A. PALAU y DULCET, Manual del librero hispanoamen:cano, VI, 2.ª ed., Barcelona 1953,
p. 548. Adviértase que Palau le da a esta obra el título de Disputatfo de Immaculata Con­
cepti'one Vt"rginis Manae, aunque añade a continuación el título Corona Regia, tomado de
Gallardo, como si se tratara de obra distinta. Otros autores le asignan otra fecha; así, por
ejemplo, el Catálogo de Incunables, Madrid 1945, le asigna el año «C. 1485»
y el indi"ce gener.
degli t"ncunabl. italiani le da la fecha de «C. 1486» y Alva y Astorga la de 1484, al publicarla
en su Mon. antiqua..., Lovanii 1654, 2.0 vol., pp. 131-186. En cambio, F. Secret admite la
fecha de 1490; cfr F. SECRET, L'«Ensis Pauli» dePaulus de Heredia, en Sefarad 26 (1966)
p. 80.
2
Cfr
AMADOR DE LOS Ríos , Historia social, polí#ca y religi·osa de los judíos de España y
Portugal, edic. facsímil, Aguilar, Madrid 1973, pp. 12. 14. 772. 779; M� ANDRÉS, La Teo­
XVI; BAC, 1, Madrid 1976, pp. 328, 331. 339, y 11, Madrid 1977,
F. SECRET, L'«Ensis Pauli» de Paulus de Heredi"a, en Sefarad 26 (1966) pp. 79-102.
logía española en el siglo
p. 137;
225-271.
159
JESUS POLO CARRASCO
puede ignorarse. Con ella empieza la mariología aragonesa impresa
que, de repente, con un tratado de estas características alcanza una
altura muy considerable, habida cuenta de la fecha en que aparece.
Tercera y más general que las anteriores.
Estoy convencido de
que para intentar un día hacer una historia de la mariología. arago­
nesa con suficiente documentación que pueda avalar las conclusio­
nes a que pueda llegarse, es preciso ir cubriendo antes las etapas de
una paciente labor de desbroce en el prolífero bosque de autores que
e1 investigador se encuentra en esta bendita tierra de María, sobre
todo a partir del siglo XVI.
Todavía podría añadir un cuarto motivo que, sin embargo, no es
el principal que ha de intentar un estudioso de las fuentes: el que
esta obra todavía hoy dice bastante a un mariólogo,
a pesar del
tiempo y de los acontecimientos marianos que nos separan de los
finales del siglo XV.
Pablo de Heredia: pinceladas biográficas
Pocos datos poseemos de su vida. Hasta tal punto que alguien
le ha llamado «personaje un tanto misterioso», como sucede con otros
de la misma época del Renacimiento3• Incluso las fechas de sus obras
hemos de concluirlas por el examen interno de ellas, ya que ninguna
lleva ni lugar ni fecha de publicación.
Sabemos, con todo, que Pablo de Heredia «jugó un papel impor­
tante en la historia de la apologética anti-judía y de la cábala cris­
tiana a partir del siglo XVl»4• Se sabe también que fue un judío que
siendo ya de edad avanzada se convirtió en Roma al cristianismo.
El mismo, en el prólogo dedicatoria del Ensis Paulz�
recuerda los
años en que, cual otro Saulo de Tarso, trataba de destruir el cris­
tianismo. De hecho, había disputado muchas veces contra los cris­
tianos, sobre todo con un· dominico,
Cefalú5•
fray Juan Gattus,
obispo de
Es cíerto también que fue natural de Aragón, sin que pueda pre­
cisarse el lugar exacto, ya que él Inismo lo dice en un pasaje del
Ensis PauH:
«Lo sé por experiencia,
que es maestra de la vida,
puesto que yo mismo ví en mi tierra natal, en Aragón, que. . . »6• Ara3 Cfr F. S ECRET, art. c., p. 7 9 ;
naissance, Dunod, París 1963; trad;
también su obra Les Kabbalistes chrétiens de la Re­
esp. La Kabbala cristiana del Renacimiento, Taurus,
Madrid 1 97 9 , pp. 46-48. 123. 126, etc.
4
/bid. Ver también M. A NDRÉS , o.e., 1, pp. 331.
Cfr F. SECRET, art. c., p. 83.
«Experientia enim rerum magistra vidi in terra Natali,
160
in Aragonia . . . » Ensis Pauli,
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
gonés le llama . también Latassa, que toma el dato de José Rodrí­
guez de Castro en su
Bibliotheca Española, 1,
Ensis Pauli
Secret ha ido espigando en iel
Madrid
1871,
p. 3637•
una serie de datos rela-
tivos al conocimiento que manifiesta Pablo de Heredia de distintas
ciudades del mundo, por los cuales consta que las visitó, ya que sus
notas y comentarios son los típicos de un viajero observador, que va
recogiendo cuanto le causa adrniración o especial desprecio.
Así,
podemos constatar, por ejemplo, que estuvo en Bermeo de Vizcaya8,
en Zafra de Extremadura, en la J[sla de Malta, en Lisboa, en Túnez,
en Constantinopla y, sobre todo .. en varias ciudades de Italia, que
son las más frecuentemente citadas por él, tales como Sicilia, Palermo,
Mesina, Nápoles, Génova, etc. 9•
Sobre la fecha de su muerte no están de acuerdo los distintos
autores, ya que no hay datos fehacientes para corroborar siquiera
el año exacto.
entre los años
Desde luego es incontrovertible que debió fallecer
1490
y
15081 º .
Obras de Pablo de Heredia
No hay lugar a dudas sobre este punto. Escribió tres obras que
llevan los títulos siguientes: Ensis Pauli (La Espada de Pablo), EpiS­
tola de Secreti's
(Carta sobre los Secretos) y
Corona R egz·a
(La Corona
Real).
El
EnsiS Pauli
encaja de Heno en la literatura antijudía de la
época y utiliza, con orientación cristiana, cuantos recursos encuentra
en la cábala para convencer a los judíos de sus errores11• El manusF. SECRET, art. c. , pp. 83-84 . Aunque digo que no se puede
precisar el Jugar e xa cto de su nacimiento me incl ino a creer que fue en Zaragoza, dado el
énfasis con que habla de Santa María del Pilar, a la que llama «columna que sustenta al
mundo»: «Vulgo dicitur Santa Maria del Pilar, ho c est columna super quam mundus substen­
tatur>> , Corona Regia, fol. 4 1 .
Ottob. latino, 49 1 , f. 292 v, apud
7 F . LATASSA y 0RTÍN, Bibliotheca antigua d e los escritores aragoneses que florecieron
desde la venida de Cristo hasta 1500, II, Zaragoza 1 7 9 6, 3 64. (En adelante, BzAnt, tomo
y página) .
8 Es curiosa la razón que da del nombre de este «lugar· de Vasconia» : «Cierto d í éJ. los
habitantes de dicho lugar. se acercaron al Sefior y le preguntaron cómo quería que se llamara.
El Señor les respondió: Verme eu, es decir «Yo veré» . Y se volvieron esperando a ver qué
nombre le pondña. Y cuando las gentes de fuera preguntaban a los habitantes de allí cómo
se llamaba aquel lugar, éstos respond ían que habían consultado al Señor que les había dicho
«Yo veré» . Y así ha perdurado este nombre hasta nuestros días» , Ensis Pauli, fol. 1 94 ; apud
F. SECRET, art. c. , p. 84.
Pueden verse los datos que aduce Pablo de Heredia acerca de estas · ciudades en F. SECRET,
9
art. c. , pp. 84-89.
10
M. ANDRÉS, o. e. , 1, 328, da la fecha de 1488; LATASSA, BzAnt 11, 3 64 , da la de 1 508.
N inguno de los dos a porta más datos. Y SECRET, por su parte, indica que la Corona Regia debió
de ser publicada en 1490, art. c., p. 8 0.
11
Véase, sobre el tema , M. ANDRÉS, o. c., I, pp. 3 3 8 -342 y F. SECRET, art. y o. ce.
16 1
JESUS POLO CARRASCO
crito de esta obra, aunque no es el original, se guarda en la Biblio­
Otto b. latino 491 12 .
Epistola de Secretis ha sido
piedad, De mysteriis fi:dei (Sobre
teca Vaticana,
La
titulada también, con menos pro­
los misterios de la fe)13• Aunque
se trata en ella ciertamente sobre los misterios de nuestra fe, Pablo
de Heredia presenta esta obra, que dedica «al Ilustrísimo y sapien­
tísimo Señor D.
Iñigo de Mendoza,
Conde de Tendilla y Legado
de su Sagrada Majestad el Rey de España»14 como la traducción
de una Carta en hebreo que
secretos a su hijo Haccana. Y
él halló de un tal
Neumías sobre los
así la titula él mismo15• En ella, Neu­
mías le dice a su hijo que recogió aquellos dichos y profundos secre­
tos del libro
Cale Razaya
Jehuda Ha Nase, conocido por los judíos
por Rabenus Haccados, para dar respuesta cumplida a algunas pre­
guntas,
concretamente ocho,
que le hizo el emperador Antonino.
A estas respuestas añade por su cuenta Pablo de Heredia algunas
adiciones en que explica los misterios de nuestra fe con el testimonio
de la Sagrada Escritura y con el de los talmudistas más insignes,
a fin de completar lo que dice Neumías a su hijo.
Epístola de Neumías viene
Epístola de
Haccana hefjo de Neumías para el conoám·iento de la generación
de Cristo1 6 , donde ya no coloca Pablo de Heredia comentario alguno.
Acerca de estas dos epístolas que componen la obra Epistola de
Secretis ha hecho Secret un análisis pormenorizado y comparativo
Inmediatamente a continuación de esta
otra carta, de más breve contenido, que él mismo titula
y llega a la conclusión de que se da aquí un caso de pseudoepigrafía
y de que en ella utiliza también los métodos de la cábala17•
La
Corona Regia
fue editada con la
Epistola de SecretiS
formando
un solo volumen, aunque con paginación distinta. Está dedicada al
Papa Inocencio VIII y trata de la Concepción Inmaculada de la
Santísima Virgen, lo cual ha dado lugar a que algunos autores la
hayan titulado
De Conceptione
B.
Mr.
Virgini's,
como si se tratara
de obras distintas, como hemos visto que hace Palau.
12
F . SECRET,
art. c. , p. 8 1 .
Con lo cual se ha originado no poca confusión sobre su contenido. Véase, por ejemplo,
c ómo habla de ell a Conrad GESNER: «Paulus de Heredia, hispanus, ex judaeis ad christia­
nam fidem conversus, scripsit de omnibus Jere mysteriis fidei librum. .. », Bibliotheca Univer­
salis, Zurich 1 54 5 , apud F. SECRET, art. c., p. 79
14
«Illustrissimo ac sapientissimo Domino D. Enigo de Mendocza, Comiti Tendiliae,
Legato Sacrae Majestatis Regis Hispaniae», Epz"stola de Secretz"s dedicatoria, s/l ni año. Uso la
única edición existente, según el ejemplar incunable de la B N de Madrid (1, 74/2).
15
«Neumiae filii Haccanae Epístola de Secretis ad Haccanam filium» , edic. c. , 2 v.
Ocupa una extensión bastante larga: del fol. 2 v hasta el 34 v.
l6
«Haccanae filiis Neumiae ad cognitionem generationis Christi Epístola», edic. c. ,
fol. 34 v. La extensi ón es desde este folio hasta el 39 v.
17
F. SECRET, art. c. , pp. 9 1 -1 0 1 .
13
162
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
Estas tres obras fueron compuestas en un mismo período, de tal
forma, sin embargo, que la primera que salió de su pluma fue la
Epístola de Secretís,
Ensís Pauli y, antes de
Corona Regia. La razón de esta prioridad
está en que el Ensís Pauli aprovecha los elementos y pruebas de la
Epístola de Secretís y, por otra parte, en la Corona Regia remite
a dicha Epístola y al Ensís Pauli'18• Existe además un dato intere­
sante: al comienzo del Ensis Pauli dice en una ocasión: «Y si me pre­
guntas por qué la Inmaculada Virgen murió, responderemos a tu pe­
tición en la Corona Regia>> 1 9• En cambio, casi al final de dicha obra,
dice en otro pasaje: «Como tú, Pablo, probaste en la Corona Regia» 2º .
concluir ésta,
luego dio comienzo al
escribió la
Veamos ahora la cuestión de la fecha de composición. Y a hemos
sugerido que el libro
Ensis Paul'i
sigue inédito,
aunque inmediata­
mente después de su composición corrieron copias de él. El códice
Ottobonzano latino 491
que lo contiene es una copia de 333 folios
numerados por una sola cara. La fecha de composición está clara­
mente determinada por el
autor en dos ocasiones:
«Estamos hoy
-dice- en el año mil cuatrocientos ochenta y siete del Nacimiento,
que es el mil cuatrocientos ochenta y ocho de la Encarnación»21•
Y
al final: «He concluido mi obra en Roma el día
2
de junio de
1488
en medio de suma pobreza y con muy poca salud»22•
La
Epístola de Secretís
está dedicada, como hemos dicho,
a
don
Iñigo de Mendoza, que fue embajador del rey de España en Roma
de
1 486
a
1488.
Lógico es pensar que fue concluida antes del año
Y, siendo anterior al Ensís, puede retraerse su com­
posición al año 1487.
La Corona Regia está dedicada al Pontífice Inocencio VIII, que
regentó la Iglesia desde 1484 a 1 492. Pero toda vez que fue concluida
antes que el Ensis, su composición data, lo más tarde, de comienzos
del año 1488.
La publicación de la Epístola de Secretís juntamente con la
Corona Regia no cabe duda que se hizo en Italia, como dicen todos
último indicado.
los autores y lo prueba el hecho de que se trata de un incunable
con letra típica de Italia y concretamente de Roma.
Y
parece lo más
18 P. DE HEREDIA: «Quod patet ex quadam auctoritate in Epistola Secretorum sexto res­
ponso super petitionem quam fecit Antoninus consul urhis Romae», Corona R egia, edic. cit. ,
f. 4 1 ; «Verumtamen quia in ipso Ense et in hoc tractatu multis in locis contradicimus pesti­
ferae judaeorum opinioni, non disceham ah hebraico sensu», Corona R egia, f. 2 .
19 Ensis Paulz: f . 4 3 v; apud F . SECRET, art. c. , p . 8 1 .
20 Ensis Paulz: f . 304 v ; ibz"d.
21 «Nos sumus hodie in anno mil lesimo q¡u au1mgentesimo octuagesimo septimo a nativi­
tate, quae (sic) est M CCCCLXXXVIII ah incamatione», Ensú Pauli, f. 2 1 ¡; apud F. SECRET,
art. c. , p. 8 1 .
22 «Absolutum est opus nostrum Romae die 2 . 0 junii MCCCC LXXXVI I I cum summa
paupertate et adversa valetudine», Ensis Paulz:
330 v . ; zº b id.
163
JESUS POLO CARRASCO
probable que haya sido en tiempos del embajador don Iñigo de
Mendoza
al menos,
o,
ciertamente un poco más tarde y durante
el pontificado de lnocencio VIII.
1488
al
1492.
Tenemos,
pues,
las fechas
del
El título y la dedicatoria de la Corona Regia
El
título
de
Corona Regia que Pablo de Heredia le da a esta
Cantar de los Cantares: «Salid y ved,
obra
se lo sugiere el texto del
hijas
de Sión, al Rey Salomón con la corona con que lo coronó su Madre
el día de su boda, el día del gozo de su corazón» (Cant
de él dice Pablo de Heredia:
3, 1 1).
Acerca
«Aquí se habl� de la Encamación,
que es la corona, que con el máximo gozo recibió Cristo cuando se
desposó con su Madre. Por ello, al presente tratado le daremos el
nombre de
Corona R egzll>> 23•
Sería interesante saber con certeza
la
Corona Regia
el motivo
al Papa lnocencio VIII.
dedz.có
por el que
Hemos de contentamos
con suposiciones más o menos fundadas. . Veamos,
antes de nada,
el texto de la dedicatoria. «Hemos decidido dedicarlo a Vuestra San­
tidad -comienza diciendo-, porque Vos representais ante los pue­
blos fieles la viva imagen de Cristo Jesús y ocupais su puesto en la
tierra,
cual un Cristo terreno,
por lo cual con mayor razón que
nadie podeis ser llamado hijo de María y es lógico que antes que
nadie conozcais las alabanzas de vuestra ascendencia; una vez cono­
cidas, si os parece, las aprobeis y, después de aprobadas,
las pu­
bliqueis para que pueda leerlas el pueblo fiel»24• Hasta aquí la razón
que da es de tipo general, pero ya se insinúa una pretensión: la de
mover el corazón del Pontífice a tomar una decisión autorizada.
Cuál podría ser ésta, no lo dice, pero puede colegirse que sería que
el Papa diera algún paso más a favor de la sentencia inmaculista
sobre el ya dado por su antecesor,
1 477, con la
1483 con las
el Papa Sixto IV,
que ya el
año
Bula «Cum Praecelsa» y sobre todo en los años
y
dos Bulas del mismo título «Grave nimis»,
1482
había
aprobado la fiesta y oficio de la Concepción de la Santísima Virgen
23 «Et quia Salomon ait Canticorum, c. UI: Egrediamini (corr: egredimini), et videte.
filiae sion, regem sa1omonem in corona qua coronavit eum mater sua in die desponsationis
suae et in die letitiae cordis suae, ubi loquitur de incarnatione, quae est corona quam maxima
laetitia accepit christus quando desponsavit se m atri suae, ideo presentem tractatum Coronam
Regiam appellabimus», Corona R egia, f. 2 .
24 « Eum autem tuae Sanctitati idcirco dedicandum putavimus quoniam cum tu, qui
christi iesu vivam imaginem fidelibus populis representas illiusque vicem quasi te rrenus christus
geris in terris videaris optima ratione mariae filius appellari ejusque tanquam tuae parentis
laudes primus cognosceris; cognitas si videretu r approbares; approbatas demum legendas fideli
populo publicares», Corona R egia, f. 2 .
164
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REG I A
y concedido a quienes la celebrasen las mismas indulgencias que los
Pontífices
anteriores
habían
concedido
a
la
fiesta
del
Santísimo
Corpus Christi25•
«Porque ¿quién podría recibir -sigue diciendo Pablo de Here­
dia- estas alabanzas con más avidez y con mayor complacencia que
Vos, Santísimo Padre, que sois la cabeza de la Religión Cristiana,
a la que honrais con vuestras divinas virtudes y que sois devotísimo
de la Santísima Virgen?»26•
Inocencia VIII tuvo en su Pontificado
varias actuaciones que avalan estas palabras de Pablo de Heredia.
En primer lugar, confirmó las Constituciones de Sixto IV. Además,
con su Bula «Inter Innumera», de
30
de abril de
1489,
instituyó la
Orden de la Concepción Inmaculada (vulgarmente Concepcionistas),
y con la titulada «Pia devotorum>> aprobó la fundación de las Con­
cepcionistas de Murcia. En tercer lugar, en el año
1489
aprobó la
invocación de la Virgen bajo el título de la Inmaculada Concepción.
Finalmente,
por
26
de febrero de
de
«devotísimas
la
Constitución
1 491 ,
«Splendor
paternae
gloriae»,
de
dio a las Cofradías del Rosario el apelativo
Cofradías»27•
No sabemos si estos hechos
estaban
presentes en la mente de Pablo de Heredia, porque, como dijimos,
es incierta la fecha exacta de la composición de la
Corona Regia .
Más aún, al no aportar detalle concreto alguno, parece que la com­
posición de este libro es anterior a los hechos que acabamos de re­
coger.
O que,
al menos,
no llegó a conocerlos Pablo de Heredia.
Para opinar de esta forma me fundo en el dato de que en la
Regia
Corona
se hace, en cambio, referencia a que «la autoridad de la Santa
Madre Iglesia instituyó un Oficio precioso y concedió una indulgencia
no pequeña a quienes lo reciten>', lo cual sucedió en el Pontificado
de Sixto IV, mediante las Bulas aludidas28•
«¿Quién más que Vos
autoridad a esta obra,
continúa la dedicatoria- podría añadirle
si la aprobais,
que canta las alabanzas de
Vuestra Madre?»29• Esto es evidente. Y, sin duda, fue una de las
razones que movieron a Pablo de Heredia a dedicar esta obra al
Papa. Pero sigamos, porque la frase que viene a continuación tiene
un indudable interés.
25 Cfr Ch. S ER ICOLI, Immaculata B. M. Virginis Conceptzºo
tiones, Sibenici-Romae 1 94 5 , pp. 2 7 - 35 . 4 0 - 5 2. 1 5 3- 1 54 . 1 56- 1 61 .
juxta Xystz" I V Constüu­
26 « Quis enim vel avidius vel honori ficentius illas suscepisset quam tu pater sanctissime,
qui et christianae religionis es caput et eam tuis divinis virtutibus ornas, quique es tum
celitum omnium tum maxime ipsius Virginis flagrantissimus ac devotissimus cultor», Corona
R egia, f. 2 v.
27 Cfr H. M AR íN, Documentos Marianos, B AC , Madrid 1 954, p . 7 4 .
28 . « Ad quae accedit auctoritas sanctae matris ecclesiae quae instituit officium praestans­
tissimum (Conceptionis) et indulgentiam non mediocrem dicentibus» Corona R egia, f. 5 3.
29 «Quis item alius plus auctoritatis quam tu approbans huic operi in quo laudes tuae
matris contineantur addere potuisset» , Corona Regza f. 2 v.
165
JESUS POLO CARRASCO
«Además -continúa nuestro autor- ¿qmen más que Vos podrta
impulsarnos más eficazmente a publicar otras cosas que hemos medi­
tado y que,
tomadas de las fuentes hebreas,
vienen a corroborar
y enriquecer nuestra santa fe? Porque, aun cuando debido a mi co­
nocimiento del tema me siento, gracias a Dios, suficientemente dis­
puesto a ello, un anciano como yo,. que va remando necesita aire
y viento favorable para vencer los ;golpes de mar, no sea que antes
de que llegue la barquichuela a puerto sea arrojada hecha pedazos
a la orilla o se hunda en medio del mar»3º. ¿Qué pretende decir con
estas frases Pablo de Heredia? Parece indudable que está aludiendo
al «affaire» de Pico de la Mirandola. 'Pico llegó a Roma el año
rodeado d e una extraordinaria fama. Tenía
mente
900
la física,
1486,
años y traía e n su
tesis, en parte originales, en parte tomadas «de los mo­
numentos de los sabios caldeos,
y latinos»31•
23
árabes,
hebreos,
griegos,
Dichas tesis se referían «a la dialéctica,
la matemática,
la metafisica,
la teología,
egipcios
a la moral,
la magia y la
cábala». Respecto de la cábala, por ejemplo, sostenía Pico que nin­
guna otra ciencia había más eficaz para demostrar la divinidad de
Jesucristo que la magia y la cábala32 .. De dichas tesis,
13
fueron juz­
gadas heréticas por los teólogos e Inocencio VIII, por un Breve de
4
de agosto de
1486,
las condenó en bloque,
aunque dicho docu­
mento no se hizo público hasta el mes de diciembre33•
No es aventurado pensar que Pablo de Heredia trataba de en­
contrar apoyo en el Pontífice para publicar su
Enszs Pauli
y para dar
carta de ciudadanía a su uso de la cábala y de los argumentos caba­
lísticos de los judíos en su
Corona R egia
Epistola de Secretis.
De hecho, como en el
usaba también este método, aunque en menor grado
y ciertamente no en el sentido
sino con una orientación
excluyente en que lo usaba Picq
meramente
complementaria
a modo de
corolario apologético, sin duda, Pablo de Heredia pretendía también
curarse en salud ante el
Pontífice
y ante. los teólogos de oficio,
haciéndoles caer en la cuenta de la diferencia entre las tesis de
Pico y su propia postura 34•
3 0 «Quis etiam ad alia quae meditati sumus publicanda quae ex fontibus hebraeorum
hausta in nostrae fide i firmamentum addantur eamque locupletent ncs acrius excitare. Nam
etsi meae mentís instructu divinaque gratia ad id p raestandum satis videar inflammatus,
aura tamen et velut secundo vento ad fluctus maris difficiles pervagandos remig anti seni est
opus ne antequam in portum cimba possit impelli, vel transversa jactetur in litus, vel mediis
in fluctibus obruatur>>, Corona R egia, f. 2 v.
31 J. PAQUIER , Inocence VIII, en DTC 7 , pp. 2 .0 04-2 . 00 5 .
3 2 lnEM, art. c. , p . 2 . 00 5 .
33
!bid.
Acabo de distinguir, hablando de la cábala, el uso que hacía de ella Pico y el que
demuestra hacer Pablo de Heredia. Aquél se fu ndaba en que era argumento exclusivo para
probar, por ejemplo, la divinidad de Jesucristo. Pablo de Heredia, como otros cabalistas
34
166
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
Concluye la dedicatoria del
Corona Regz''a
encomendándose a la
benevolencia del Romano Pontífice: «Recibid, pues, Beatísimo Padre,
este humilde don ofrecido por una pobre mano y aceptad a este
anciano náufrago, siervo adictísimo de Vuestra Santidad»35•
Análisis ideológico de la primera parte de la Corona Regia
Pablo de Heredia divide su tratado en cuatro partes,
cada una
de las cuales está concebida como argumento para probar que la
Virgen Nuestra Señora fue concebida sin pecado original.
do,
La
primera parte
se fija en las
supuesto el principio,
causas de la produccz"ón del peca­
exp:resamente formulado y probado por
el autor, de que el pecado de hecho se perdona por las mismas cau­
sas que intervienen en su realización36• Digo «de hecho», porque
lo que realmente intenta el autor en toda esta primera parte es «adu­
cir cuanto interviene en la perpetración del pecado» y,
por otra
parte,
hacer lo mismo respec1to de «cuanto interviene en la remi­
"
sión de él». Parte, pues, de verdades teológicas admitidas para ir
llegando mediante un razonamiento teológico a la conclusión que él
desea sacar. Las
43
afirmaciones sencillas e inteligibles que utiliza,
aunque no todas son necesarias, forman, sin embargo, un conjunto
de piezas lógicas de una inmensa sorites.
Estas afirmaciones son,
en su mayor parte, tesis teológicas indiscutibles. Va de menos a más.
Por afirmaciones escuetas, sin aparente concatenación. Pero la ilación
prescindiendo, repito, de algunas proposiciones que pudieran supri­
porque son to­
mirse sin menoscabo del conjunto- es impecable,
madas de la Sagrada
Escritura
o
de la Tradición patrística.
Veamos el modo de procedimiento. «Digo, pues, que el primer
pecado fue perpetrado por el hombre; era necesario que fuese redic ristianos del Renacimiento, lo utiliza m ás que nada como método apologético para tratar
de convencer a los judíos de sus errores. Por más peligoso que esto pudiera ser, la d iferencia
que media entre una y otra postura es esenc ial, porque éstos no p retenden q ue la cábala
sea a rgumento exclusivo, sino puramente complementario. A esto se reduce la distinción
fundamental que es preciso tener en cuenta en la materia. Véase sobre estas distinciones
lo que dice M. ANDRÉS, o. e., 1, pp. 338-342. Admitida esta distinción puede valorarse mejor
la d ivergencia que existe entre los teólogos y el mismo Magisterio en esta materia, consi­
deración que se echa de menos en F. SECRET, La Kabbala cristiana del R enadmz"ento, en el
capítulo titulado Kab bala cristiana y católicos, pp. 279-298.
35 «Suscipe igitur, beatissime Pater, oblatum pauperescenti manu munusculum et me
naufragum senem, a c tuae sanctitati dedit issimum servulum habeas commendatum», Corona
R egia, f. 2 v.
3 6 « Prima pars ad p robandum gloriosam virginem conceptam fuisse absque peccato
originali, et hoc ratione causae generationis peccati. Exstat in libro Sapientiae dictum: «Per
quascumque causas nascitur peccatum, per easdem dissolvitur>> . . . «lgitur. . . ut melius nostra
intentio declaretur, adducemus omnia quace intervenerunt perpetrationi peccati adae, que­
madmodum etiam intervenerunt absolutioni peccati et passionis (sü:) christi», Corona Regia, f. 2v-3.
167
JESUS POLO CARRASCO
mido por el hombre. Pero este pecado fue cometido. contra un Ser
Infinito; era necesario que viniera el Infinito para perdonarlo.
Y
ésta
es la principal razón que aducen los teólogos para afirmar que era
necesario que el Mesías fuese Dios y hombre»37•
El «necesse» que
une .entre sí las dos partes de cada proposición no ha de entenqerse
como una necesidad «a priori»,
nable,
dicho
sino como una conveniencia razo­
supuesto el conocimiento del hecho revelado . Por ello,
que se trata de una argumentación de razón teológica.
hemos
Puede
comprobarse esto que estoy diciendo leyendo una de, las proposi­
ciones que aduce Pablo de Heredia: «Este pecado fue cometido por
un hombre, a quien el diablo tentó de soberbia, de avaricia y de
gula. De avaricia, cuando le dijo: Seréis como di.oses. De gula cuando
comió del árbol. De soberbia y desobediencia,
cuando transgredió
el precepto divino sometiéndose al diablo, que le venció. Era nece­
sario que viniera Cristo Redentor, que fuese tentado por el diablo
con idénticas tentaciones. De gula, cuando le dijo: Si eres Hij o de
Diºos, dí que estas piºedras se conviertan en panes . De avaricia y so­
berbia, cuando le elevó sobre un monte alto y le most-ró todos los
reznos y le dijo: Todas estas cosas te daré, si· puesto en tz"erra me
adoras. Pero Cristo venció al diablo»38•
Hay un momento,
en todo este conjunto de proposiciones,
en
que Pablo de Heredia introduce de Ueno a María. La primera vez
lo hace de manera transitoria porque inmediatamente vuelve a tratar
de Cristo y su Pasión. La segunda ya lo hace de forma estable, por­
que ya no deja el tema de María.
Veamos la primera vez que aparece María: «Este pecado fue co­
metido por un hombre, por cuyo pecado, la tierra, materia de que
estaba hecho, fue maldecida. Era necesario que viniese Cristo, con
cuya Encarnación fuese bendecida su Madre. y se le pudiera decir:
Salve, llena de graáa>>3 9 •
Las proposiciones en que ya el tema no se deja, comienzan con
una afirmación bien conocida por los mariólogos: «Este pecado fue
37 «Dico ergo peccatum primum ah hom ine perpetratum fuisse; necesse ut ah homine
redimeretur. Hoc autem peccatum comm issum fuit infinito; necesse erat veniret infinitus
ad reluendum. Et haec est potiss ima ratio quam a fferunt sacri theologi messiam necessario
fuisse deum et hominem» , Corona R egia, f. 3.
3 8 «Hoc peccatum commissum fuit ah homine quem diaholus tentavit superhia, avaritia
atque gula: Avaritia, cum dixit ei: Et eritis sicut dii. Gula cum comedit ex arhore. Superhia
et inohedientia in transgressione praecepti divini suhjiciendo se diaholo, qui eum vicit. Necesse
erat veniret ch ristus redemptor, qui tentaretur a diaholo iisdem peccatis . Gula, quando d ixit
ei: Si filius dei, es, d ie ut lapides ist i panes fiant. Ava ritia atque superhia, quando elevavit eum
in montem altum et ostendit orr.mia regna eique dixit: Haec omnia t ih i daho si candens
adoraveris me. Christus autem d iaholum superavit», Corona R egia, f. 5 -5 v .
3 9 «Hoc peccatum commissum fuit ah homine cujus peccato terra ejus materia maledicta
fu it; necesse erat veniret Christus, cujus incarnatione henediceretu r mater ejus, ipsique dicere­
tur: Ave, gratia plena», Corona R egia, f. 5 v.
168
P AULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
perpetrado por una mujer; fue necesario que por otra mujer fuera
disuelto»4º.
Y
siguen ·proposiciones del mismo tipo.
Hay en éstas algo digno de comentario. El autor dice en ellas más
de lo que nos había prometido decir. Nos había dicho que iba a
probar que Maña fue concebida sin pecado original. Podí'a esperarse
lógicamente que ese fuera el contenido de la segunda parte de todas
las proposiciones. Pues bien, no es así. Dicha segunda parte de las
proposiciones se refiere a la
intervención de María en el perdón
pecado original: He aquí los textos literalmente reproducidos:
necesario que (el pecado)
fuera di'suelto
por otra mujer>>41,
necesario que viniera otra muje:r, madre del universo,
vencz'ón el pecado fuera desatado»42 ,
« . ..era
« ...era
que hacen AVE,
. .
« ...
del
era
era
por cuya znter­
necesario que viniera
la gloriosísima Virgen que, mediante la salutación angélica,
la remi'sz"ón>>43 ,
«•
zºmpetrase
necesario que con las mismas letras invertidas,
fuese perdonado el pecado»44,
«•
. •
era necesario que
viniera Cristo, Hijo de una virgen, para perdonarlo (el pecado)»45,
«.
. •
era necesario que viniera una virgen, con cuya
desatado el pecado»46 ,
« . ..era
intercesión fuera
necesario que viniera la Virgen Inmacu­
concebida sin pecado, con cuya zntervencz'ón fuera di'suelto
el pecado»47 , « ..era necesario que viniera la ínclita Virgen, que
personalmente zºntervznzºera en la remz"sz'ón del pecado»48•
lada,
.
Llama poderosamente la atención esta insistencia en la intervención
de Maña en el perdón del pecado.
Y
lo más curioso es que la última
frase recogida no deja lugar a dudas:
sonal
se trata de
zntervencz'ón per­
de Maña en la remisión del pecado, como personal fue la in­
tervención de Eva en la realización del pecado
(peccato patrando) .
Y por si fuera poco, Pablo de Heredia concluye toda esta exposición
de la primera parte de su tratado diciendo: « Y con estas razones
hemos probado en toda regla de qué modo la gloriosísima Virgen fue
40 «Hoc peccatum perpetratum fuit a muliere; necesse fuit ut ah altera muliere dissol­
veretur» , Corona Regia, f. 7 .
41 «. . . necesse fuit u t a h altera muliere dissolveretur» , Corona Regia, f. 7 .
42 « . • • necesse erat veniret altera mulier m ater universi, cujus interventu peccatum relaxaretur>> , z"bz"d.
43 «.. .necesse erat veniret gloriossisima virgo, quae mediante salutatione angelica remissionem inpetraret» , z"bz"d.
44 «.. . erat necesse eisdem litteris inversis, quae A VE conficiunt, peccatum dimitteretur>> ,
z"bz"d.
45 «. . . necesse fuit veniret christus, filius virginis, ad ignoscendum», z"bz"d. Nótese que aquí
el sujeto del verbo perdonar (ignoscere) es Cristo.
46 «. .. necesse fuit veniret virgo, cujus int ercessione peccatum relaxaretur>> , z"bz"d.
47 «.. . erat necesse veniret immaculata virgo sine peccato originali concepta, cujus interventu peccatum dilueretur>> , z"bz"d.
48 Creo que en este punto es de interés reproducir la frase entera: «Hoc peccatum fuit
commissum a muliere, quae personaliter i mervenit peccato petrando (corr: patrando), erat
necesse veniret indita virgo quae personaliter interveniret remissioni peccati», Corona Regia,
f. 7 v.
169
JESU S POLO CARRASCO
concebida sin pecado original»49•
dos puntos:
¿Dónde está la ilación entre estos
intervención de María en la remisión del pecado y su
concepción inmaculada? Por otra parte, ¿bastaría con decir que la
ilación la encuentra Pablo de Heredia en que María fue
Madre del
Redentor y, por tanto, que la intervención de María es puramente
mediata en la Redención, o nos quiere decir que esta intervención
ha sido
inmediata
y,
por
tanto,
que esta intervención inmediata
exigía la concepción inmaculada de María? Nuestro autor, en esta
parte que acabamos de examinar,
no nos dice claramente su pen­
samiento.
No obstante, si para entender todo esto de forma más acabada
recurrimos, como es lógico, al resto . del tratado, vemos que en la
mente de Heredia la concepción inmaculada es una consecuencia
de un hecho fundamental:
Cristo y María son
un solo principio
-él dice «una caro»- en el orden de la salvación de las almas.
Heredia, pues, concluye la concepción inmaculada de Nuestra Señora
partiendo de la
solidaridad de María con Cristo en el plano salmfico:
«Así como Eva fue una sola carne con Adán y el primer medio para
la conservación del género humano, hecha sin pecado original, así
también la Virgen purísima, que es el último medio para la salvación
de las almas y una sola carne con Cristo, que es el fin, fue conce­
bida sin pecado original»5º.
De esta forma, las razones que da Pablo de Heredia tienen una
ilación lógica incontrovertible, dada la doctrina de los Padres sobre
el tema y además no sólo se incluye el hecho de la dignidad excelsa
de María por razón ·de su divina Maternidad, sino también· el de su
cooperación personal, formando con Cristo a modo de una sola
carne, en la redención de los hombres. Aunque Pablo de Heredia
no usa el término de «Corredentora», es claro, a mi juicio, que esta
doctrina está implícita en sus afirmaciones._
Análisis ideológico de la segunda parte
En la
segunda parte
llama Pablo de Heredia
del tratado los argumentos parten de lo que
las operadones,
es decir, el modo de actuar
de las cosas o de lo que se requiere en ellas para una operación o,
incluso, del modo de actuación divina sobre las realidades creadas.
49 «Atque his rationibus jure probavimus quonam pacto gloriossima virgo concepta fuerit
absque peccato originali» , Corona Regia, f. 7 v.
5 0 «Praeterea sequitur quemadmodum eva fuit una caro cum adam, primumque
medium pro conservatione generis humani facta absque peccato originali, sic et intemeratam
virginem quae est ultimum medium pro salute animarum et una caro cum christo, qui est
finis, conceptam fuisse absque peccato originali», Corona Regia, f. 1 6 . Cfr también f. 2 1 .
170
�
PAULUS D E HEREDIA: CORONA REG I A
Distingue Heredia tres secciones: en la primera trata de las opera­
ciones naturales; en la segunda, de las operaciones artificiales y, en la
tercera, de las operaciones divinas.
l.
Veamos cómo argumenta en la
primera sección .
No olvidemos
que la conclusión que intenta probar es siempre que María fue con­
cebida sin pecado original.
Nos anticipa Heredia que va a poner siete argumentos, pero que
antes de nada ha de recordar dos principios de orden filosófico.
Y
así el primer principio es éste: «En toda obra debe haber cuatro
causas,
es a saber,
la material,,
la eficiente,
la formal y la final.
De ellas, la final es la más sublime y superior, porque las otras se
preparan en razón de la final»51• El segundo principio es este otro:
«la causa final y la opinión de fa naturaleza (es decir, el pensamiento
de la causa eficiente) permanecen siempre y no cesan nunca de darle
al sujeto o individuo una forma más y más perfecta»52•
Teniendo presentes
· Y
éste es el
primero:
estos
principios,
empiezan
los
argumentos.
«De lo dicho se desprende que es necesario que
toda causa eficiente natural o artificial disponga la mejor materia
que pueda para cada sujeto, a fin de que pueda llenar su fin pecu­
liar, según el pensamiento y el fin ideado por dicha causa»53• Una vez
establecido este antecedente,
nos presenta Heredia la consecuencia:
«Si esto sucede en cosas naturales, es lógico que la Virgen gloriosa,
·desde el momento en que era el sujeto en que había de encarnarse
el Hijo de Dios,
fuese perfecrcísima y en su naturaleza hecha sin
pecado original y no creada en pecado y luego purificada»54•
El argumento es conclusivo,
aunque dada su exposición pueda
parecer a primera vista lo contrario. Veámoslo en esta otra expresión
del mismo argumento: En el orden natural, toda causa eficiente dis­
pone cuanto hace de forma que se cumpla el fin que intenta con­
seguir. Esto se dará, con mayor razón, en causas inteligentes.
Y,
por
analogía, es lógico pensar que tal sucederá también con el actuar
divino, a semejanza de lo que :sucede en el plano de las creaturas,
51 «In quocumque opere debent reperiri quatuor causae, videlicet, materialis, efficiens,
formalis et finalis. Ex his autem quatuor, causa finalis est sublimior et praestantior omni.bus,
qui a ejus gratia reliquae praeparantur» , Corona Regia, f. 8.
- 52 «Causa finalis et opinio naturae semper permanent, neque cessant suo subjecto
et individuo perfectiorem tradere formam, si materiam aptam ad recipiendum talem formam
invenerint», ibid.
�:s «ldcirco necesse est unicuíque efficienti naturali atque artificiali disponere habiliorem
materiam qua m possit cuilibet subjecto, ut veniat finis peculiaris illi secundum cogitationem
et finem ab ipso imaginatum» , ibzºd.
54 «Quod cum ita sit in rebus naturalibus, consequens est gloriosam virginem, ex quo
erat sub jectum quo filius dei inca rnandus erat fuisse perfectissimum (corr. : perfectissimam)
et naturaliter factum (corr. : factam) absque peccato originali, nec creata cum peccato et
postea purgatam» , Corona Regia, f. 8-8 v.
171
JESU S POLO CARRASCO
aunque de modo mucho más perfecto. Por tanto, desde el momento
en que Dios destina a Mana para el fin de ser nada
menos que
la Madre del Hijo de Dios, es consecuente pensar que la dotará de
una naturaleza perfectísima y, por tanto, sin pecado original. Advir­
tamos que la última coletilla «y, por tanto, sin pecado original» im­
plica ciertamente un salto, que en la época en que Heredia escribe
no todos admitían por otras razones. Pero esto mismo es un mérito
de Heredia, como de los que admitían esta ilación, que hoy. vemos
con toda claridad y aceptamos sin la menor duda. Porque, para
éstos, es inconcebible que Dios pretenda hacerla perfectísima para ser
Madre del Hijo de Dios y dejar que sea concebida en pecado.
resulta tanto más inaceptable esta posición cuanto que los
digna
Y les
de la tendencia contraria se veían obligados a decir .que, concebida
la Virgen en pecado, había sido purificada ·inmediatamente después .
Quien tenga un mínimo de sentido histórico respetará esta opinión,
que es de grandes autores y que fue defendida por muy serias razones
dogmáticas, como es, por ejemplo, la de salvar la universalidad de la .
Redención llevada a cabo por Jesucristo. No obstante, este respeto
no puede llevarnos a cerrar los ojos ante quienes, ya en aquel tiem­
po, sin negar la universalidad de la Redención, sino todo lo contrario
-como es el caso de Heredia, según veremos-, opinan que la per­
fección que se debe a la Madre de Dios incluye la exención del
pecado original.
El
segundo argumento
que pone
Heredia es éste: «Todo ser al
que le falta alguna perfección está dotado de un apetito natural por
el que tiende a asemejarse al ser más perfecto y tiende a separarse
de las cosas más bajas e inferiores. Ahora bien, si la disposición del
sujeto es hábil para recibir una mayor perfección,
le da todo cuanto aquél es capaz de recibi:r»55•
unos ejemplos,
pasa a la conclusión:
«Es,
Y
la naturaleza
de aquí, tras poner
por tanto,
lógico que,
toda vez que el apetito de la materia de la gloriosa Virgen era ser
concebida sin pecado original y la disposición de su materia era hábil
para recibir esta perfección,
sea más razonable que por operac10n
de la naturaleza haya sido concebida sin pecado original y no que
haya sido purificado después de la concepción»56•
Este argumento a todas luces no es conclusivo. Es, como se dice
55
·
«Unicuique enti cu i deest aliquae perfectio, insitus est naturalis appetitus assimulandi
(corr. : assimilandi) enti perfectiori, oditque res sibi infimas et inferiores. Natura autem s i
d ispositio subject i sit habilis· recipere majorem perfectionem d a t e i quantum capax sit», Corona
Regia, f. 8 v.
5 6 «Unde consequens est ex quo appetitus ma.teriae gloriosae virginis erat concipi a bsque
peccato original i ejusque d isposit io erat habilis ad recipiendum hujusmodi perfectionem,
quod rationabiiius s it operatione naturae conceptam fuisse sine peccato originali, quam post
conceptionem fuisse purgatam» , Corona Regz'a, f.
172
ti
v-9.
PAULUS
DE HEREDIA: CORONA REGIA
en Lógica, una «pet1t10 princilpn», es decir, supone implícitamente
lo que hay que probar. Es claro que toda naturaleza que tiene
capacidad para una perfección mayor, es apta para recibirla. Incluso
podríamos conceder que la naturaleza se la dé. Pero todo esto es
dentro de ciertos límites, que son los límites de la propia naturalez(}
tal como está en la mente de Dios.
Y
el concepto de los límites que
puede abarcar una naturaleza concreta lo conocemos, no «a priori»,
sino «a posteriori». Sabemos hasta dónde no puede llegar; por ejem­
plo, sabemos que un bruto nunca podrá llegar a ser hombre, porque
eso sepa tanto como anular el principio de contradicción: sería bruto
y no- bruto, sino racional. Pero la amplitud de perfección que puede
alcanzar un bruto sin dejar de serlo sólo lo sabe Dios;
únicamente «a posteriori»,
es decir,
nosotros,
por el análisis de los hechos
concretos. Aplicando esta doctrina al tema que luego toca Heredia
en la conclusión, por más que concedamos que la Virgen era apta
para recibir toda perfección que Dios quisiera derramar sobre ella,
¿de dónde se saca que la aptitud hacia una mayor perfección incluya
la perfección de ser concebida sin pecado original? O recurrimos
al hecho de que María estaba predestinada a ser Madre de Dios
y Dios quería que fuera
digna Madre
de su Hijo, lo cual sería tanto
como convertir este argumento en el primero que hemos analizado,
o hay que concluir que este argumento de Heredia no resiste un
serio análisis crítico.
Además de esta consideración,
más razonable que,
obsérvese que Heredia dice «es
por operac·ión de la naturaleza,
bida sin pecado original».
haya sido conce­
Puede interpretarse benignamente esta
expresión dándole el sentido de que Dios le concedió a María gratui­
tamente la gracia de ser una naturaleza inmaculada. Pero, de todas
formas, la expresión es, al menos, muy equívoca, porque da lugar
a una interpretación estricta en el sentido de que desde el momento
en que la naturaleza de María era apta para ser inmaculada,
naturaleza misma
exigía que fuera inmaculada,
la
y esto sería total­
mente inadmisible, porque la concepción inmaculada de María ha
sido puro privilegio de Dios, concedido a María
méritos de jesucristo.
He aquí el tercer argumento: «La materia, la
en atención a los
forma y la causa
eficiente son tanto más altos, cuanto más perfecto y sublime es su
fin»57. De lo cual «se sigue que cuanto más sublime es la causa final
tanto más perfecciones emanan de ella en el sujeto, a fin de que
sea más excelente»58• Sigue diciendo Heredia: «Siendo esto así, era
57 «Materia, forma et causa effic iens, quanto perfectior et sublim ior est eorum finis,
tanto sunt altiores» , Corona Regia, f. 9.
58 «Sequitur ergo, ut quanto sub l imior est causa finalis tanto p iures perfectiones ema­
nent ah ipsa in subjecto suo, ut excellentior s it futura (corr.: excellentius futurum)» , ibid.
173
JESUS POLO CARRASCO
necesario que la Virgen Inmaculada, que era el sujeto y tabernáculo
en el cual había de encarnarse el Hijo de Dios, fuera de grado más
sublime que los otros sujetos de inferior categoría, que fueron con­
cebidos en pecado original y, por tanto, fuera concebida sin pecado
original, ya
que había de tener el culmen de la perfección»59•
El argumento es conclusivo. Podría ordenarse de este otro modo:
Cuanto más alto es el fin a que un sujeto es llamado por la causa
eficiente, tanto más excelente ha de ser el sujeto que debe llevarlo
a cabo. Es así que la Virgen era el sujeto en quien el Hijo de Dios
iba a encarnarse (lo cual es el fin más alto a que puede ·ser llamada
una creatura). Luego la Virgen Nuestra Señora hubo de tener el
máximum de perfección. Por tanto, si los demás sujetos fueron con­
cebidos en pecado original, ella debía ser concebida sin pecado ori­
ginal.
Nuevamente hay que hacer dos observaciones.
La primera
es que esa proposición de que la Virgen debía tener el máximum
de perfección es algo que, según todos los autores de todos los tiem­
pos, es algo revelado. Por tanto, la base del argumento está asegu­
rada por la Revelación. La segunda es esta otra: No todos admitían
en tiempos de Heredia el salto que exilste entre tener la máxima per­
fección y que ello incluya el carecer de pecado original. Pero Heredia
sí lo admite y es porque ve que sería una contradicción tener la
máxima perfección para poder ser
Dz'os
digno tabernáculo del Hijo de
y, por otra parte, ser concebida en pecado. No hay en este
argumento
de
Heredia
un
perfecto
desarrollo,
pero
ciertamente
están indicados los principales elementos del argumento definitivo.
Y
esto es lo que aquí puede y debe destacarse.
Cuarto argumento:
«Es muy sabido -dice- que cuando en una
realidad se encuentran varios fines separados del primero, el segundo
es más sublime que el primero, el tercero más que el segundo y así
sucesivamente. Por la misma razón, la materia .y la forma del segun­
do fin son más perfectas que las del primero y la materia y la forma
del tercero son más sublimes que las del segundo»6º. «Ahora bien,
toda vez que la purísima Virgen fue concebida no sólo para que
existiera un hombre,
sino para que su último fin fuera ser Madre
de Dios, fin que es el más excelente y sublime que cualquier último
fin en el género humano, se sigue de aquí que la materia y la forma
59 «Quod· cum ita sit, necesse erat intemeratam virginem, quae erat subjectum et ta­
bernaculum in quod filius dei incarnandus erat, futuram sublimiori gradu quam subjecta
minora quae cum peccato originali concepta sunt, concipi sine peccato ori.ginali, utpote
quae excessum perfectionis haberet» , Corona Regia> f. 9 v.
60 «Exploratissimum est in quacumque re inveniantu:r alii fines a primo separati, secundum
finem esse primo sublimiorem terti úrn secundo, et ita gradatirn de ceteris. Eadem ratione
materia et forma secundi finis sunt perfectiores m ateiria et forma primi, et materia et forma
tertii sublimiores secundi» , ibid.
174
P AULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
de la Virgen es más perfecta que fa que implicaría la mera existencia
de un hombre. Por tanto, ella fue concebida para ser sin pecado
original, puesto que . . . alcanzó un grado mucho más alto que el de
hombre»61 •
Es conveniente reducir a térm.inos más sencillos el argumento para
poder verlo con más nitidez. El fin más perfecto exige que el sujeto
destinado a dicho fin sea también más perfecto. Es así que la Virgen
fue concebida para ser Madre de Dios y no simplemente para que
existiera un hombre y que dicho fin es más alto y más sublime que
cualquier otro fin, por último que sea, de orden humano. Luego
la Virgen fue en sí misma más excelente en su ser que cualquier otra
creatura. Luego fue concebida para ser sin pecado original.
Nuevamente nos encontramos con que el argumento es conclusivo
en cuanto a que «la Virgen fue en sí misma más excelente que cual­
quier otra crea tura» . La conclusión última «luego fue concebida
para ser sin pecado original» es típica de aquellos que, en la suma
excelencia de la maternidad divina, veían la conveniencia de que
Nuestra Señora hubiera sido concebida sin pecado original, porque
otra cosa les parecía un absurdo. El análisis más detenido de la
doctrina de la Sagrada Escrituira y de la Tradición Patrística les
ha dado la razón. Y esto es lo que le sucede a Heredia.
Una vez llegado a esta conclusión, Heredia se enfrenta con el
texto de san Pablo sobre la universalidad del pecado original. Y lo
interpreta como lo interpretaban entonces los favorables a la sen­
tencia inmaculista, es decir, el . caso de la Virgen es una excepción
de la regla general, que es lo que enuncia san Pablo. He aquí las
palabras de nuestro autor: «Y de esta forma solucionamos el dicho
de san Pablo: Todos pecamos en Adán. Lo cual interpretamos de
esta manera: Todos los que están sometidos solamente a la regla
de Adán y no alcanzaron un grado más alto, éstos son verdadera­
mente pecadores y han sido concebidos en pecado original. Pero
de la gloriosa Virgen, que alcanzó un grado más sublime que Adán,
no puede decirse que haya caído en el pec.ado de Adán, y sólo la
Virgen fue adornada de este privilegio por encima de todas las crea­
turas, a fin de que fuese concebiido en ella el Hijo de Dios. Y que
esta excelencia no pudo alcanzarla jamás nadie, sino la Virgen glo­
riosa y que éste fue el fin último de su ser y de su concepción lo pro­
b amos de esta forma: Ninguna. creatura fue concebida jamás para
6 1 «Consequens est igitur ut cum intemerata virgo in sua conceptione non solum
horno fuerit concepta, sed ut ejus ultimus finis fuerit esse matrem deí, qui quidem
excellentior atque sublimior ultimo fine in genere humano, quod habuerit materiam et
perfectiorem ea quae hominem esse faciebat. Illa autem est concepta esse absque
originali. Nam . . . in altiorem gradum ascenderit hominis» , Corona Regia, f. 9 v - 1 0 .
ut esset
finis est
formam
peccato
175
JESUS POLO CARRASCO
que en ella se encarnase el Hijo de Dios, excepto la Virgen gloriosa.
Y en ella se encarnó el Hijo de Dios. Por tanto, la gloriosa Virgen
fue concebida para que en ella tomase carne el Hijo de Dios. De lo
cual se concluye que la Encarnación del Hijo de Dios fue la causa
final de la concepción de l a Santísima Virgen. Y si fue la causa final
de dicha concepción, era necesario que la materia y la forma de la
ínclita Virgen fuese más perfecta y sublime que otra cualquiera dentro
del género humano y que fuese creada sin pecado original»62 .
Nada tenemos que añadir a lo que ya hemos dicho. Unicamente
llamar la atención sobre el concepto de «privilegio» , utilizado aquí
por Heredia, que es importante para entender de forma adecuada
todo su raciocinio. La concepción inmaculada de la Santísima Virgen
es una excepción de puro privilegio otorgada únicamente a María,
porque habiendo sido pensada desde toda la eternidad para Madre
del Hijo de Dios, su realidad debía corresponder a tan alto fin y, por
tanto, su ser debía carecer del pecado original desde el momento
mismo de la concepción.
Quzºnto argumento: «La naturaleza es justa y actúa de acuerdo
consigo misma cuando da a un sujeto tanta perfección cuanta el
sujeto puede recibir. Cuando esto sucede no se puede decir que
ello es contra natura. Contra natura sería si no le concediera al
sujeto la perfección que éste puede recibir. Porque así como es con­
tra la naturaleza dar una perfección a quien no la merece, así
es contra la naturaleza quitársela a quien la merece»63 . Siendo esto
así
continúa diciendo Heredia - «fue necesario que la materia
de la gloriosa Virgen, que era hábil y apta para recibir la perfección
de ser concebida sin pecado original, fuese creada por la naturaleza
62 «Et hac ratione satisfaciemus d icto divi Pauli: Omnes in adam peccaverunt. Quod sic
interpretamur: Omnes qui subeunt regulam adae solum, neque altiorem gradum sortiuntur,
ii vere peccatores sunt, et in peccato originali concepti. Verumtamen gloriosae virgini (corr. :
gloriosa virgo) , quae
in sublim iorem gradum ascendit quam adam, non potest dici quod
ceciderit in peccatum adae, solaque ipsa virgo hoc privilegio donata fuit supra omnes crea­
turas, ut in ea filius dei conciperetur. Quod autem hanc excellentiam aliquis nancisci non
poterat praeter gloriosam virginem, isque fuerit ejus ult imus finis atque suae conceptionis,
probabimus hoc modo. Nulla unquam cratura concepta fuit in qua dei filius incarnaretur
praeter virginem gloriosam. In ipsa autem filius de i incarnatus est; ergo ut filius dei con­
c iperetur, concepta fuit virgo gloriosa . Concluditur hoc argumento incarnationem filii dei
fuisse causam finalem conceptionis beatae virginis. Postquam autem fuit causa finalis dictae
conceptionis, necesse fuit ut materia et forma inclitae virginis esset perfectior et sublim ior
quam alía in genere humano et s ine peccato originali creata»,
Corona Regia, f. 1 0 - 1 0 v.
6 3 «Natura tune est aequa et secundum se ipsam agit cum dat tantum perfectionis quan­
tum subjectum recipere potest. Et hoc modo non dicitur aliquid contra natura fier i. Tune
.
enim id diceretur, cum ipsa natura non daret pe:rfectionem quam ejus subjectum capere potest.
Nam quaemadmodum est contra naturam dare perfectionem ei qui non meretur, ita est
contra naturam illi quae (corr. : qui) meretur ad imere» , Corona R egia, f. 10 v.
176
PAULUS DE H E REDIA : CORONA REGIA
sin tal pecado. De lo contrario, s1 no fuese apta, Dios no la hubiese
limpiado» 64•
Heredia, esta vez, ha ido demasiado lejos. Hubiera asestado un
buen golpe argumental contra la sentencia contraria si se hubiera
limitado a decir, por ejemplo: No se ve, no se puede probar que
haya contradicción en que María haya sido concebida sin p�cado ori­
ginal. Si, como afirman los maculz'stas, Dios la purificó una vez con­
traído el pecado, ¿ qué inconveniente podía haber en que la santifi­
cara antes de contraerlo ?
De
haberse quedado en esa afirmación
todo hubiera quedado perfecto y el argumento sería probativo. Pero
ha ido más lejos: ha querido probar que, efectivamente, Dios (o la
naturaleza,
como él dice siguiendo la línea de su argumentación
filosófica) la creó sin pecado original. Y se funda para ello en que la
Santísima Virgen tenía aptüud para redbz'r tal perfecdón. Así plan­
teado,
hecho
el argumento es un sofisma evidente.
la hizo así, partiendo de que ella
Deducir que Dios
tenía capaddad,
de
es dar un
salto ilegitimo : «De posse ad factum non valet illatio» (No hay ila­
ción de un poder ser a una realidad de hecho). Todos los seres del
universo tienen
capacidad
para más perfección de la que
de hecho
reciben en muchas ocasiones : de otro modo, ningún ser podría pro­
gresar. Dicho de otro modo , la potencia pasiva de los seres, o su
siempre más amplia que la verificación
posz"bz"lidad receptz"va, es
actual de su ser. Y aquí
está el principio de su perfectibilidad, así
en el orden natural como en el sobrenatural. Pero dicha capacidad
receptiva o es mera capaddad y entonces no se puede colegir sin más
que la perfección que uno puede recibir tenga que haberla recibido,
o esa capacidad es
exigenda
y entonces el argú.mento concreto tam­
poco es conclusivo porque ninguna naturaleza,
natural
natural
de la Virgen Nuestra Señora,
ni tampoco el ser
puede exigir un don
sobre­
como es el de ser concebida sin pecado original y, por tanto,
en gracia de Dios. Ha sucedido con este argumento de Heredia lo
que en Lógica se critica con el dicho : Lo que prueba demasiado,
no prueba nada.
Sigue diciendo Heredia : «De esta forma solucionamos la dificultad
que aducen algunos : Dios no quiere contradecir la naturaleza y, por
tanto, María fue concebida en pecado original. De acuerdo - contes­
ta -
pero más a mi favor,
porque se da verdadera contradicción
en la naturaleza cuando ella no concede a un sujeto . tanta perfección
cuanta puede recibir. Y como d su jeto de la inviolada Virgen era
64 «Quod cum ita sit, fuit necesse materiam gloriosae virginis quae erat habilis et apta
recipere hujusmodi perfectionem quod conci:peretur absque peccato originali, a natura sine
peccato originali cratam fuisse. Alioquin si apta non fuisset deus illam non mundasset» , ibid.
177
JESUS POLO CARRASCO
apto para recibir tal perfección, no se puede decir que fuera contra
natura el ser creada sin pecado origi.:nal» 65•
Reiterarnos lo que acab amos de decir. Es legitimo afirmar que
no se da tal contradicción y, si es que se insiste, que prueben los
contrarios que tal contradicción existe. Pero de ahí a decir que,
puesto que no existe contradicción, ya que la Santísima Virgen en su
ser era apta para recibir tal perfección, de hecho le ha sido conce­
dida, es dar por supuesto lo que hay que probar o venir a caer en el
absurdo que ya hemos denunciado.
Sexto argumento: «Lo establecemos mediante dos proposiciones.
La primera: Es cierto que el pecado original no es causa eficiente
de la generación, porque aunque Adán no hubiese pecado, Cierta­
mente hubiera engendrado. La segunda la probarnos mediante un
ejemplo: Supongamos que un rey ha de entrar en una casa mísera
y maloliente. Pregunto: ¿ qué es más adecuado, limpiar la casa y
ambientarla con variados perfumes antes de que llegue el rey o hacer­
lo cuando él haya llegado? Es evidente que está más en consonancia
con la dignidad real iluminarla, limpiarla y embellecerla antes y no
después. Pues de la misma forma cabe hablar de la Reina de los
cielos: ha sido más justo y conveniente que la materia que había de
ser de la Virgen gloriosa fuera limpiada y santificada cuando todavía
era materia de la engendrante (es decir, de la madre) y que, consi­
guientemente, se quitase la causa del pecado original, que luego
cuando ya era materia de la engendrada» . Si esto no sucediera así
argüiría defecto en la Reina del cielo, en contra de lo cual está el
texto del Cantar de los Cantares, capítulo IV, que dice «Toda her­
mosa eres» . . . 66•
El argumento es conclusivo, a pesar de mezclarse por medio un
error sobre el modo de contraerse el pecado original. Parece creer
Heredia que la transmisión del pecado original se da mediante la
65
«Qua ratione respondeb irn us objectioni quam afferunt, deum nolle contradicere
naturae, ideoque fusse conceptam in peccato originali. Fateor equidern, sed verarn d ico
contradictionern naturae esse, curn natura non da1t tanturn perfectionis quanturn subjecturn
capere potest. Ergo cum subjectum inviolatae virginis esset apturn rec ipere talern perfectionem,
non potest dici contra naturam fa ctum fu isse ut crearetur absque peccato originali», Corona
Regia, f. 10- 1 0 v.
66 «Faciemus autem duas propositiones. Prima erit. Certum est peccatum originali non
esse causam efficientem generationis, quippe quod si adam non peccasset, certe generasset.
Secundam et hoc exemplo probabim us . Quidam rex ingressurus erit domum sordidam et
fetidam. Interrogo utrum decentius sit eam domum mundari debere et variis odorib us repleri
antequam rex ingrediatur, an posteaquam ingressus sit? Certe d ignitati regiae conveniet
prius n itidam et mundam et redolentem reddere quam postea. Ita d icemus de regina coelorum
j ustius et decent ius fuisse, ut materia quae futura erat materia virginis gloriosae mundificaretur
ac sanctificaretur d um erat materia generantis, et ah ea adimeretur causa efficiens peccati
originalis q uam postea cum erat materia gener.atae. Quod s i non, ostenderet defect um in
regina coeli. Textus autem canticorum, cap. IV clamat: Tota pulchra es etc . » , Corona
Regia, f. 1 1 .
178
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
infección que la materia causa en el alma. Y por eso, patrocina la
idea de que la materia de la Santísima Virgen haya sido santificada
cuando todavía podía decirse que era materia de su madre y antes,
por tanto, de que fuera materia. propia de ?a Virgen y ya separada
de su madre. Naturalmente, esta mentalidad es errónea porque el
pecado original se contrae, no por contacto del alma con el cuerpo
infecto, sino simplemente por ser persona humana procedente de
A dán por generación, es decir, una persona que pertenece , mediante
la generación humana, a la familia de Adán.
Prescindiendo de este punto, que no afecta a la ilación del argu­
mento, la doctrina que va implkita en el ejemplo que constituye
la segunda proposición es admisible y apta para probar lo que in­
tenta . Con la particularidad de que con ella se responde de algún
modo a aquellos autores que, por entonces, sostenían que sería
indigno de Dios hacer inmaculada a María, porque ello sería tanto
como decir que María no sería redimida . A lo cual respondían los
que sostenían la concepción inmaculada de María : hacerla inmacu­
lada sería mucho más digno de Dios, porque sería redimirla de un
modo mucho más excelente. Es lo que de alguna manera se dice en
este argumento .
Séptimo argumento: «Cuanto más próximos son el principio y el
fin, tanto más perfecto debe ser el medio; y más deben convenir
entre sí el principio y el medio con el fin cuanto mayor es la in­
fluencia que proviene de la causa final en la operación del sujeto
y cuanto más ávido es el fin en relación con el medio y el principio.
Ahora bien, toda . vez que el fin de la concepción de la purísima
Virgen era la concepción del Hijo de Dios, era necesario que convi­
nieran entre sí el principio, que es la Santísima Virgen, el medio,
que es ser concebida sin pecado original, y el fin, que era la con­
cepción del Hijo de Dios en la Virgen gloriosa»67 •
H é aquí otra forma de los argumentos tercero y cuarto, ya anali­
zados más arriba . Admitían todos, también aquí, que el medio es
el que la Virgen es la crea.tura más excelente de todas, ya que el fin
último (la maternidad divina) es el más excelente de la creación.
Pero no todos estaban de acuerdo en que dicho medio fuera preci­
samente el «ser concebida sin pecado original» . Pero de hecho Here67
«Quanto propinquiores sunt principium et finis, tanto perfectius debet esse medium,
magisque convenire debent principium et medium cum fine quemadmodum major influentia
provenit a causa finali in operatione subjecti et multo avidior est finis in principio et medio.
Ideo cognito quod finis conceptionis virginis intemeratae erat propter conceptionem filii dei,
necesse erat convenire deberent principium quod est beata virgo et medium quod est con­
ceptam esse absque peccato originali cum fine qui est incarnatio filii dei in virgine gloriosa» ,
Corona Regia, f. 1 1 - 1 1
v.
1 79
JESUS POLO CARRASCO
dia admite este paso, que andando el tiempo se daría como incon­
cuso, una vez profundizados con más detención los datos revelados.
La conclusión última a que llega Heredia, después de varias
explicaciones, es que «la materia de María en el instante de su con­
cepción tuvo todas las perfecciones que había de tener, y que cuando
se le infundió el alma, obtuvo en el acto todas las perfecciones que
podían encontrarse en el alma, cuales son la ciencia , la sabiduría,
la inteligencia, la profecía y cuantas pueden atribuirse al alma. Más
aún, cuando el Hijo de Dios se encarnó en ella, subió a un grado
altísimo, puesto que el Hijo de Dios le entregó el régimen y gobierno
de todo el orbe, la constituyó señora y reina de los cielos y de los
ángeles y fue tanta su perfección que la que atribuimos de forma
excelentísima a Dios la atribuyamos también a la Virgen, de tal
manera que no le falta a ella más que esto: que no es Cristo»68 •
La expresión «le entregó Cristo a María el régimen y gobierno
de todo el orbe» , tomada en su pura literalidad y fuera del contexto,
sería una exageración manifiesta e intolerable. Pero vemos que está
matizada con la frase que viene a continuación, de forma que se
debe entender en el mismo sentido en que dice Heredia y el M agis­
terio de la Iglesia, que la Virgen es «señora y reina de los cieloS>> .
2 . La segunda sección está orientada hacia una argumentación
que él llama de las operaciones artificiales. Y pone dos argumentos.
El primer . argumento, después de presentar algunos hechos ex­
perimentales tomados de la transformación que se da en los cristales,
concluye diciendo: «Por tanto, ya que la materia de la Virgen
inmaculada era apta para recibir tal claridad, es razonable que la
naturaleza la concediera la perfección de ser concebida sin pecado
original» 69 •
Otra vez nos encontramos con un argumento inadmisible, porque
en él se pasa de la posibilidad de redbir una perfección al hecho
de recibirla. Y este paso es, en buena lógica, totalmente ilegítimo.
Esto sin tener en cuenta la expresión: «es razonable que l'a naturaleza
le concediera . . . » , porque puede entenderse rectamente en el sentido
de que Dios le concediera sobrenaturalmente dicha perfección.
68 «Dico in conceptione ejus materiam habuisse omnes perfectiones quas habitura erat,
cumque ei anima infussa est adeptam fuisse omnes perfectiones in actu quae in anima
reperiri possent, prout sunt scientia, sapientia, intelligentia et prophetiae , et quaecumque
animae tribui possunt. Cum autem dei filius in ea incarnandus venit, in gradum altissimum
conscendit, quippe quod filius dei reliquit ej totius orbis regimen et gubernationem fecitque
ut esset domina et regina coelorum et angelorum, tantaque est ejus p erfectio, ut quaecumque
tribuimus deo excellentissime virgini attribuamtts, - adeo ut nihil ei dessit nisi quod non sit
Christus» , Corona Regia, f. 1 2 - 1 2 v.
69 «Ergo ex quo materia immaculatae virginis apta erat illam recipere claritatem, rationi
congruit quod natura ei dederit ejusmodi perfectionem ut conciperetur absque peccato origi­
nali», Corona Regia, f. 1 1 v.
1 80
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
El segundo argumento nos hace sonreír hoy así por los principios
que comienza estableciendo como por la conclusión que pretende
sacar en orden a . probar la exención del pecado original en María.
Dice, en efecto, que gracias a la imagen visiblé impresa en la fan­
tasía, una mujer blanca puede engendrar hijos negros y viceversa.
Concluye que la naturaleza, por fuerza de la fantasía, puede' tender
a lo más perfecto. Y, consecuentemente, con cuánta mayor razón
puede decirse esto de san Joaquín y de santa Ana. Es claro que el
argumento no tiene valor probativo alguno.
3. La tercera sección se refiere a las operaciones d'ivinas, es
decir, a la actuación de Dios sob:re sus creaturas. Y pone diez argu­
mentos.
Primer argumento: «En el primer argumento tratamos de res­
ponder a quienes dicen que Dios no quiere cambiar la norma y
orden de la naturaleza. A lo cual respondemos que eso es verdad,
pero no de una forma absoluta, sino que ha de entenderse de forma
particular. Porque ciertamente Dios lo hace, ante cualquier nece­
sidad, según consta en diversos lugares»?º. Y aduce a continuación
diez ejemplos tomados de la Sagrada Escritura, en que Dios aparece
haciendo milagros de muy diverso tipo. De todo lo cual concluye que
«porque Dios haga esto en un caso particular, no por ello podemos
decir que quebranta la regla de la naturaleza» 7 1 • De lo cual se infiere
que, «siendo la Santísima Virgen una sola creatura concebida por
hombre y mujer y hecha sin pecado original, no puede decirse que
esto sea contra la naturaleza» 7 2 •
Advirtamos, en este argumento, que solamente es probativo en­
tendiendo el concepto de naturaleza («norma de la naturaleza»)
en un sentido amplio, es decir, comprendiendo así el plano natural
como el plano sobrenatural. De lo contrario no probaría, máxime
teniendo en cuenta que los ejemplos que se aducen son simplemente
sobrenaturales quoad modum. La razón de ello está en la diferencia
esencial que existe entre el plano natural y el plano sobrenatural.
Creemos que Heredia toma aquí el concepto de «norma de la natu­
raleza» en el sentido amplio, puesto que los que sostenían la tesis
contraria a la Inmaculada Concepción de la Virgen lo entendían
en el plano sobrenatural. Teniendo en cuenta esta advertencia,
10 «In primo respondebimus dicentibus deum nolle tollere regulam et ordinem naturae,
ubi dico verum id esse, tamen hoc non intelligitur omni ex parte, sed particulariter. Nam pro­
prie id facit deus, exigente necessitate, prout diversis in locis exstat», Corona Regia, f. 13 v.
7 1 «Verumtamen particulariter et exigente necessitate id facit, ut diximus. Nec oh par­
ticularitatem dici potest rumpere regulam ipsius naturae», Corona Regia, f. 1 4 v.
7 2 «Ergo cum beata virgo esset sola cratura ah homine et muliere concepta factaque
absque peccato originali, non potest dici fuisse contra naturam», Corona Regia, f. 1 5 .
181
JESUS POLO CARRASCO
el argumento es ciertamente probativo. Y ésta es la razón por la que,
según el mis�o Heredia ha dicho más arriba , se entiende el texto
de san Pablo «todos hemos pecado» en un sentido en que cabe la
excepción de la Virgen.
Segundo argumento: «Es cierto que no se puede atribuir a Dios
avaricia y dureza puesto que El, cuando ve que un ser creado es
apto y hábil para recibir una perfección, se la concede en cuanto
el sujeto puede recibirla» 7 3 • De ello se sigue que «Dios hizo a la glo­
riosa Virgen sin pecado original , puesto que tal era el sujeto de ella.
De lo contrario; Dios sería avaro y duro, lo cual es falso. Luego fue
concebida sin pecado original» 74 •
E l argumento n o tiene fuerza probatoria. La razón es que parte
de lo que hay que probar y, por tanto, se comete también aquí una
«petitio principii» . Veámoslo más claramente reduciendo los términos
a expresión más sencilla : Dios da a cada cosa la perfección para la
que la hizo apta . Es así que hizo apta a la Virgen para ser conce­
bida sin pecado original. Luego la Virgen fue concebida sin pecado
original. Pero ¿ cómo prueba Heredia que Dios hz"zo apta a la Virgen
para ser concebida sin pecado? Sólio puede hacerlo partiendo del
hecho, pero precisamente el hecho es lo que estaba en discusión.
Tercer argumento: «El principio del proyecto es el fin de la obra .
De donde se sigue que, como el principio del pensamiento divino
fue limpiar y purificar a la Virgen del pecado original, fue más con­
veniente hacerla limpia y sin pecado, que primero con pecado y
luego purificarla» 7 5 •
E l argumento e s conclusivo, aunque sea dentro d e los límites
de la simple convenz"enda, que es lo que intenta Heredia.
Cuarto argumento: «En todo hombre existe la inclinación prove­
niente de la naturaleza de que su madre sea la más perfecta del
mundo en toda perfección» 7 6 • Por eso el hijo «arna la perfección y re­
chaza la imperfección» 77 para su madre. «Si, pues, Cristo, que arna
las virtudes y perfecciones y odia los vicios, los pecados y las irnper73 «Certum est deo non posse attribui avaritiam et tenacitatem, cum ipse videns aliquid
creatum aptum et habile recipere aliquam perfectionem, det ei quantum subjectum capere
potest» , ibid.
7 4 «Quod cum ita sit sequitur deum fecisse gloriosam Virginem absque peccato originali
ex quo ita erat ejus subjectum. Quod si non, fuisset avarus et tenax, hoc autem falsum est,
sequitur conceptam fuisse absque peccato originali, ibid.
75 «Certum est principium cogitationis esse opeiris finem, quo fit ut cum principium cogi­
tationis divinae fuerit mundare et purificare beatam virginem a peccato originale quod fuit
'
decentius eam fecisse mundam et sine peccato quam c um peccato et postea mundasse» , ibid.
76 «lnsitus est appetitus a natura unicuique homini ut ejus mater sit perfectior in omnibus
perfectionibus orbis, Corona Regia, f. 15 v.
77
«Idcirco cupit ejus perfectionem oditque in perfectionem», ibz"d.
1 82
PAULUS DE H E REDIA: CORONA REGIA
fecciones, no eligiese a su futura Madre la más noble y perfecta en
bondad, justicia, santídad y en todas las demás perfecciones, cier­
tamente sería desordenado en su voluntad y apetito . . . , pero esto es
manifiestamente falso y contra toda razón, porque Dios es perfecto
sin límite alguno y es de la naturaleza de lo perfecto amar las cosas
perfectas más que las imperfectas. Debía, pues, desear y hacer a su
M adre perfecta y sin pecado original. Por tanto . . . » 78•
El razonamiento es conclusivo, supuesta la analogía entre la crea­
tura y Dios y dando por descontado que de argumentos como éste lo
único que se puede deducir es una conveni·encia, por grande que
ella sea y siempre que no haya razones más fuertes en contra.
Quzºnto argumento: «Dios, antes de crear el mundo y a nuestro
padre Adán, sabía que éste había de pecar y que, para la redención
de su pecado, El había de encarnarse. De lo cual se sigue que si
Dios hubiera deliberado encarnarse en una mujer concebida en pe­
cado original, El hubiera sido causa del pecado y Adán hubiese sido
coaccionado, quedando sin el libre albedrío» 79•
El motivo que se aduce en este argumento es falso. Como el mismo
Heredia dice al principio del raciocinio, Dios decidió eternamente la
encarnación sabiendo que Adán pecada, pero Dios sabía que Adán
pecaría libremente y que por eso se daría el pecado. De igual forma,
si Dios hubiera decidido encarnarse en una mujer concebida en
pecado, ello sería debz"do al pecado de A dán en que todos somos
concebidos y no a Dios. De lo contrario, podríamos decir que Dios
también es causa del pecado original en que de hecho somos conce­
bidos todos. La argumentación, pues, de Heredia en este caso es del
todo punto insostenible.
Sexto argumento: «Adán fue el principio del género humano y el
fin fue Cristo, por cuyo amor fue creado el género humano. Ahora
bien, toda vez que convienen entre sí el principio, el medio y el fin,
se sigue que, de la misma manera que Adán, que es el principio y
7 8 «Si ergo Christus qui amat virtutes et perfectiones oditque vitia, peccata et irnperfec­
tiones non optasset matrem suam futuram nobiliorem perfectioremque in bonitate, justitia et
sanctitate, reliquis perfectionibus, profecto fuisset inordinatus in voluntate et appetitu . . . hoc
autem manifeste falsum est et contra omnem rationem, cum deus sit perfectus in extrema
perfectione, ex natura vero perfecti est amare perfecta potius quam imperfecta, debebat igitur
cupere et facere matrem perfectam et absque peccato originali, ergo etc» , ibídem. ste argu­
mento ha sido tomado casi a la letra por Pietro Columno llamado vulgarmente Galatzno, en su
De arcanis catholz"cae veritatis, 7, 7 ; apud J. J. BouRASSÉ , Summa A urea de laudibus Beatissz·­
mae Virginis Mariae, vol. 11, tomus I V , p . 670 . Acerca de Galatino, cfr F. SEC RET, La Kab­
bala cristiana del Renaámiento, Madrid 1 97 9 , pp. 1 2 3 - 1 2 7 .
79 « Certum est quod deus ante creationem mundi e t nostri patris adae sciebat eum pecca­
turum et quod per redemptionem ejus peccati erat incarnandus, ex quo sequitur quod si in
muliere facta in peccato originali deus dleliberasset incarnari, deum fuisse causam peccati,
et adam coactum fuisse, ademptumque ei liberum arbitrium», Corona Regza, f. 1 6 .
�
1 83
JESUS POLO CARRASCO
Cristo , que es el fin, fueron hechos sm pecado original, así también
el medio, que es la purísima Virgen, ha sido concebida sin pecado
original» 8º.
Tampoco este argumento es conclusivo. La pretendida paridad
entre Adán y Cristo, en este punto, es sólo aparente. La prueba es
que Adán, aunque constituido en justicia original, pudo pecar y de
hecho pecó y Cristo, aunque procedente de Adán, no sólo no pecó
sino que fue impecable, incluso en su naturaleza humana por razón
de la unión hipostática.
Muy diversa es otra conclusión que saca Heredia dentro del mis­
mo argumento: «Se sigue también - dice - que así como Eva fue
una sola carne con Adán y el medio primero para la conservación
del género humano, hecha sin pecado original, así también la purí­
sima Virgen, que es el último medio para la salvación de las almas
y una sola carne con Cristo, que es el fin, fue concebida sin pecado
original» 8 1 •
La fuerza verdadera de este modo de argumentar no está, como
cree Heredia, en que Eva, siendo medio con Adán para la conser­
vación de la humanidad, haya sido hecha sin pecado, sino en que
así como Adán y Eva forman una sola carne en el plano de la gene­
ración humana, así también Cristo con María forman a modo de una
sola carne en la regeneración, que es lo que en el fondo creo que
quiere decir Heredia al recoger el binomio Adán-Eva y Cristo-María
según el pensamiento de los Padres e incluso de los teólogos inmacu­
listas de la Edad Media.
Séptimo argumento: «Todo rey poderoso que desee levantar un
palacio o una b asílica en honor de Dios, busca y prepara, entre las
cosas necesarias para el edificio, las más perfectas y excelentes que
pueda encontrar. Y dado su poder, no le pueden faltar, a manera
de lo que leemos de Salomón. . . Ahora bien, si a Dios le faltase una
materia santísima para la concepción de María , sería muy defectuoso
en su poder y estaría en inferioridadl de condiciones con respecto a
Salomón. Pero esto es falso, luego la Virgen fue concebida sin pecado
original» 82 •
80 « Principium generis humani fuit adam, et finis ipsius fuit christus. Ut autem conveniunt
inter se principium, medium et finis, sequitur ut quemadmodum adam, qui est principium,
et christus, qui est finis, facti sunt absque peccato originali, medium, quod est intemerata
virgo fuerit concepta absque peccato originali» , z"biid.
8 1 « Praeterea sequitur quemadmodum eva fuit una caro cum adam, primumque medium
pro conservatione humani generis facta absque peccato originali, sic et intemeratam virginem,
quae est ultimum medium pro salute animarum et una caro cum christo qui . est finis, concep­
tam fuisse absque peccato originali», z"bz"d.
82 «Notum est quod quicumque potentissimus rex volens erigere sibi regiam vel basilicam
in honorem dei optimi maximi, quaerit et parat necessaria aedificio perfectiora et . excellen-
1 84
PAULUS
DE HEREDIA: CORONA REGIA
El argumento es conclusivo. He omitido la explicación que da
acerca de lo que hizo el rey Salomón, donde Heredia encuentra una
b ase tipológica con respecto al poder de Cristo, p ara fabricarse en
María un «templo» digno de Sí, lo cual refuerza aún más la argu­
mentación.
Octavo argumento: «Adán y Eva al principio de la creación fueron
inmunes del pecado. San Juan Bautista y Jeremías, manchados al
principio, fueron limpiados en el medio y en el fin. San Pedro y san
Pablo fueron manchados al principio y en parte del medio, pero en
la segunda parte del medio y en el final fueron purificados. Si ahora
decimos que la Virgen inmaculada fue concebida en pecado original
y que, por tanto, no fue purificada en un principio, en el medio y
en el final, no podría ser llamada Virgen singular. Pero esto es falso.
Luego fue concedida sin pecado original» 8 3 • Más aún, decir Virgen
singular «se entiende por razón de la preeminencia de bondad, de
justicia y de virtud en todo el sujeto. Y si decimos que fue concebida
en pecado original y luego santificada, no sería Virgen singular, ya
que Juan el B autista y Jeremías fueron santificados después de su
concepción» 84• Por otra parte , sigue diciendo Heredia, «es más perfec­
ta y noble aquella cosa en la cual nunca cayó mancha alguna . . . ,
como es más eximio aquél que nunca tuvo pecado que un pecador
·
reconciliado. De lo contrario, Dios no hubiera confirmado en gracia
a la gloriosa Virgen» 85• Todavía más: «La Virgen y su Hijo, siendo aje­
nos al pecado original, con razón deberían ser impasibles e inmortales.
Pero, como era necesaria para nuestra redención la pasión y la muerte
de Cristo . . . , fue Cristo pasible y mortal. Y · lo mismo sucedió con la
Santísima Virgen . . . Pero en todo aquello que procede del pecado de
tiora quae reperiri queant. E i autem o b potentiam suam illi deesse non possunt quemad­
modum legimus de rege Salamone (corr. : Salomone) . . . Quod si deo deficeret materia sanctis­
sima ad ejus conceptionem, esset in maximo defectu minorique gradu quam rex S alamon
(corr. : Salomon), hoc autem falsum est, ergo concepta fuit absque peccato originali», Corona
Regia, f. 1 6 v y 1 7 .
8 3 «Adam e t eva i n principio suae creationis fuerunt a peccato inmunes. Divus joannes
baptista et hieremias in principio quidem inmundi fuere, sed in medio et fine purgati. Divus
petrus et paulus inmundi fuere in principio et parte medii sed in altera parte medii et fine
mundati. Si autem dicimus inmaculatam virginem fuisse conceptam in peccato originali
eamque non fuisse in principio, medio et fine mundata, non díceretur virgo singularis.
Hoc autem falsum est. Ergo concepta fuit absque peccato originali» , Corona · Regia, f. 1 7 .
84 «Virgo singularis intelligitur i n praeeminentia bonitatis e t justitíae e t virtutis pro toto
ejus subjecto, hoc est in principio, medio et fine. Sí vero dicamus eam conceptam in peccato
et postea sanctificatam, non fuisset virgo singularis, quandoquidem hieremias et joannes ba p ­
tista fuerunt sanctificati post conceptionem» , Corona Regia, f. 1 7 - 1 7 v.
85 «Certum est perfectiorem nobilioremque esse rem in q.uam nunquam cecidit macula
aut sordes, quam ea in qua prius fuit macula et postea purgata est, quaemadmodum horno
qui nunquam peccavit praestantior est peccatore reconciliato. Nam si perfectior vel in parí
perfectione esset peccator reconciliatus ut ille qui nunquam peccavit, deus gloriosam virginem
in statu gratiae non confirmasset» , Corona Regia, f. 1 7 v.
1 85
JESUS POLO CARRASCO
Adán y no ha sido necesario para la pas10n de Cristo, de ello fue
liberada la Virgen precisamente por :ser inmune del pecado original,
corno es el dar a luz sin dolor . . . , la menstruación de la mujer y las
enfermedades que provienen del pecado . . . Y así como la muerte y
l a pasión de Cristo y de la purísima Virgen se dieron, contra lo que
debía suceder, por la redención del género humano, así también la
resurrección de Cristo, además de ser necesaria para la confirmación
de la fe católica, era necesario que se diera, puesto que Cristo era
inmune del pecado . Y por la misma razón la Virgen gloriosa, en
cuanto murió, subió a los cielos con su Hijo . . . Refiriéndose a estos
dos cuerpos, al de Cristo y al de la Virgen inmaculada, cantó el sal­
mista: Levántate, Señor, )' ven a tu descanso, Tú y el arca de tu
sant ificación>> 86 •
No sólo es conclusivo el raciocinio sino que, además, la extensa
explicación que Heredia nus da de su pensamiento nos hace ver la
solidez y belleza doctrinal sobre Maxia que por veces alcanza esta
obra.
En el noveno argumento se enfrenta de lleno Heredia con la di­
ficultad que tan corrientemente usaban los partidarios de la sentencia
contraria a la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora y que cons­
tituyó el motivo principal de orden teológico por el que no acepta­
ron la sentencia inrnaculista los grandes autores del siglo XIII . Se
refiere a la universalidad de la Redención llevada a cabo por Cristo.
Para ser Redentor universal era preciso aceptar - según decían - la
caída de la Virgen al menos por unos instantes. De lo contrario,
Cristo no podría ser Redentor verdaderamente universal, contra la
afirmación explícita de la Sagrada Escritura.
Heredia responde con delicadeza, pero a la vez de forma tajante:
«tal proposición, con perdón, no es verdadera. Porque tan redentor
y salvador se llamaría aquel que guarda a un hombre a fin de que
no sea hecho cautivo como aquel que libra a uno de la cautividad.
Lo mismo que se llama médico tanto al que da normas a un hombre
86 «Gloriosa virgo et ejus filius, cum ab eo [peccato originali] essent penitus alieni,
merito impassibiles et immortales esse debebant:. Sed quia ob redempcionem nostram erat
necessario mors et passio christi . . . , fuit christus passibilis et mortalis. Gl9riosa itidem virgo. . .
Verumt:imen in rebus contingentibus ob peccatum adae et non necessariis christi passioni, cum
beata virgo a peccato originali fuisset immunis, ab iis liberata fuit, ut est parere sine dolore . . .
Item menstrua mulierurn e t infirmitates quae ex peccato proveniunt, gloriosa virgo non
habuit. Et quia sicut mors et passio christi et intactae virginis fuit, contra rationem, ad
redemptionem generis humani, ita resurrectio christi, non obstante quod esset necessaria ad
idei catholicae confirmationem, necessario esse debebat, ex quo a peccato originali erat
immunis, eademque ratione gloriosa virgo statim ut mortua est resurrexit et una cum filio
in caelum empireum sublata est . . . Propter quae quidem duo corpora, scilicet christi et beatae
virginis, cecinit psalmista: Exurge domine in requiem tuam tu et arca sanctificationis tuae» ,
Corona Regia, f. 1 7 v- 1 8 v .
�
1 86
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
para que conserve la salud y no caiga enfermo como aquel que cura
a un enfermo . . . Si no fuera así, sería un Redentor de menor catego­
ría tratándose de limpiar del pecado» 87 .
Nuestro autor, muy oportuna y eficazmente, aduce la razón que
ya se había hecho común entre los inmaculistas para solucionar la
dificultad proveniente de la uhiversalidad de la Redención en contra
de la concepción inmaculada de María. Más adelante concluirá He­
redia la idea de los inmaculistas, cuando diga que este modo de
redimir a María es más excelente que el que Dios ha usado con los
demás mortales.
Décimo argumento: «El ángel Gabriel saludó a María: A ve, llena
de gracia. Ahora bien, se da plenitud cuando está difundida por toda
la esencia del sujeto . De no se1r así nunca se llamaría «llena» . Y la
esencia del sujeto comprende el principio, el medio y el final. . . De
lo cual se sigue que la gloriosa Virgen fue llena de gracia en el prin­
cipio, el medio y el fin y, por tanto, concebida sin pecado original» 88 .
El texto de san Lucas aquí aducido por Heredia es, con el de Gen
3, 1 5 , el más usado por los Padres y Doctores de la Iglesia , así como
por los teólogos, para probar exegéticamente la concepción inmacu­
lada de Nuestra Señora.
Undécimo argumento: «Dios nos mandó en los diez mandamientos
honrar al padre y a la madre. De lo cual se sigue que El debió
honrar a su Madre y hacerla sin pecado original» 89 . «Argüiría en
Dios falta de un gran honor que Eva fuese hecha sin pecado, sabien­
do como sabía que ella iba a llevar la ruina al género humano y a
María, Madre de Dios, que habfa de salvar a todo el mundo, hacerla
de materia más vil haciendo que fuera concebida en pecado origi­
nal» 90.
He aquí otro argumento válido para probar lo que se intenta,
8 7 «His respondebimus propositionem istam, pace sua, non esse veram, quippe quod ita
dicetur redemptor et salvator ille qui hominem custodit ne captivus fiat, ut ille qui liberat
a captivitate. Quemadmodum medicus dicitur qui dat regulam et ordinem homini ut sanitatem
conservet et in aegritudinem non decidat, ut dicetur medicus qui aegrotantem sanat . . . Si id
non esset, minus diceretur redemptor pro purgatione peccati» , Corona Regia, f. 18 v- 1 9 .
8 8 «Angelus gabriel eam salutavit: Ave , gratia plena. Plenitudini convenit u t sit per
totam essentiam subjecti, quia si ita non esset, nunquam plena esset. Essentia vero subjecti
divisa est in príncipium, medium et finem . :Sequitur gloriosam virginem plenam fuisse gratia
in principio, medio et fine. Ergo concepta fuir absq_ue peccato originali» , Corona Regia, f. 1 9v.
8 9 «Praecepit nobis deus in decem praeceptis inquiens: Honora patrem mum et matrem
tuam. Consequens est ut eum honorare debuisse matrem suam eamque fecisse absque peccato
originali», Corona Regia, f. _2 0 .
90 «Nempe grandis honor fuisset (corr. : defuisset) omnipotenti deo ut eva quam sciebat
totum orbem pessundaturam ex digniori materia factam fuisset cum facta fuerit absque
peccato originali, mater vero dei quae totum mundum liberatura erat, facta fuisset ex materia
viliori dum in peccato originali conciperetur» , ibid.
1 87
JESUS POLO CARRASCO
sobre todo suponiendo las razones que se van a dar a continuación
en el argumento siguiente.
A rgumento doce: «Dios podía hacer a su Madre sin pecado ori­
ginal o no. Si decimos q ue no pudo es falso porque limitariamos la
omnipotencia divina. Si decimos que pudo y que no quiso, señala­
riamos en Dios otra imperfección, puesto que, pudiendo honrar a su
Madre, no quiso» 91 •
Válido es también este raciocinio, aunque reducido a tal sencillez,
lo que le ha convertido en más popular que otro alguno, pueda
parecer superficial. Bien entendido, una vez más, que tomado sepa­
radamente de los otros de más nervio teológico, sólo demostrarla
una gran conveniencia.
Y con esto da por concluidos los doce argumentos prometidos.
A continuación se fija Heredia en las dificultades que se presentaban
contra esta sentencia que él defiende. Puntos que no vamos a espe­
cificar aquí por no alargar más esta introducción. Vale la pena , sin
embargo, indicar que ello le da ocasión a Heredia para traer a cola­
ción textos de san Jerónimo, varios de san Agustín, de santo Domingo
y de la Liturgia de la Iglesia favorables a la Inmaculada, así como
uno célebre en esta materia tomado del Corán.
Análisis ideológico de la tercera pa:rte
En la tercera parte, Heredia trata de probar la concepción m­
maculada de Maria por las profecías, tomando seis testimonios del
Antiguo Testamento y uno del Nuevo.
En el análisis de esta parte interesa más saber qué textos escoge
el autor y cuál es su interpretación de ellos, que el determinar si
exegética mente tienen el valor que les atribuye Heredia (aunque esto
también lo indiquemos) ; porque, como veremos, aunque empieza
basándose en un texto concreto, luego recurre a otros para reafirmar
su interpretación y, en ocasiones, hace gala de sus conocimientos de
los autores hebreos e incluso de las explic aciones de la cábala para
llegar a la conclusión que intenta.
Primer texto: «La mujer que habiendo recibido semen diese a luz
a un hijo varón, será inmunda» (Lev 1 2 , 2) . Ahora bien, interpreta
Heredia, toda vez que ninguna mujer puede naturalmente engendrar
9l «Aut deus potens erat facere matrem absque peccato originali aut non. Si dixerimus
non potuisse, fa lsum est quippe quod potentiae divinae defectum adscriberemus. Si vero dixeri­
mus potuisse, tamen facere noluisse, eodem modo ei defectum attribuiremus eo quod poterat
honorare matrem et noluit» , ibid.
1 88
P AULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
sin semen viril y el texto dice la mujer que, recz"bz'do semen, dl:ese
a luz un varón, se sigue que la Bienaventurada Virgen, que dio a
luz a un varón sin haber recibido semen humano, fue limpia de todo
pecado actual, mental y original» 92 •
Tengo que confesar que es la primera vez que veo usado el texto
aducido del Levítico para probar con él la concepción· inmaculada
de la Santísima Virgen. Pero me sorprende más todavía cómo de la
mancha legal que contraían las mujeres que en el Antiguo Testa­
mento dieran a luz a un varón, pasa Heredia a la mancha de todo
pecado, incluso el original, que excluye en Maria. No encuentro ni
b ase exegética ni tampoco patrí[stica para llegar a tal conclusión.
De todas formas está claro que Heredia, a propósito de este texto,
defiende la exención de todo pecado en Maria : del actual (incluido
el puramente mental) y el original. Más aún, un poco más adelante,
explicando su pensamiento, añade: «No sólo fue limpia la Virgen In­
maculada y concebida sin pecado original, sino que tampoco puede
atribuírsela ninguna otra mancha, puesto que ella fue ajena a la ley
femenina de la menstruación» 93 • Esto para él está claro ya que «la
Virgen fue tan proporcionada y de tan excelente complexión que
careció de menstruación» 94• Y, por otra parte, le vale también para
negar este defecto en Maria el texto del Cantar de los Cantares:
«Toda hermosa eres . . . amiga mía y no hay en ti mancha alguna» 95
y Cristo no podía menos de alejar a Maria de ésta como de cualquier
otra enfermedad, por lo que no se halla en ninguna parte testimonio
alguno de que Maria hubiera estado enferma o padeciese dolor al­
guno de los que provienen del pecado original 9 6 •
Segundo texto. Está tomado de Isaías 6 1 , 10 : «Con gozo me gozaré
en el Señor. Y exultará mi alma en mi Dios, porque me ha revestido
con ropas de salvación y me ha envuelto en manto de justicia» 9 7 •
92 « Quod cum ita sit, quod nulla mulier naturaliter possit parere sine semine virili, textus
autem dicat mulier quae susceperit semen et pepererit masculum, sequitur ut beata virgo,
quae peperit masculum sine semine recepto . . . , munda fuerit ab omni peccato actuali, mentali
et originali» , Corona Regia, f. 24.
93 «Non solum inmaculata virgo fuit munda et absque peccato originali concepta, sed ne
alia inmunditia ei tribui potest, cum praecipue ratio postulet, ut ipsa extra regulam muiierum
de menstruo fuerit», Corona Regia, f. 24 v.
94 «Dico intemerat.am virginem fuisse adeo proportionatam beneque complexionatam ut
menstruis caruerit», ibid.
95 « Quod si diceremus virginem menstrua passam, sequeretur eam fuisse pollutam, sed
.
_
hoc falsum est. Et absit ut in hunc errorem incidamus max1me cum rex Salomon Canuco­
rum I V ita non feret: Tota pulcha es arnica mea et macula non est in te», Corona Regia,
f. 2 5 .
96
97
lbid.
Is 6 1 , 1 0 : « Gaudens gaudebo in Domino, et exultabit anima mea in Deo meo, quia
induit me vestimentis salutis, et indumento justitiae circumdedit me». En Heredia la palabra
subrayada dice laetitiae, cfr o . e . , f. 2 6 .
1 89
JESUS POLO CARRASCO
«Aquí - dice Heredia - el Profeta, en nombre de la Virgen, alaba
a Dios, como ella dijo: Mz· alma engrandece al Señor y mi espírz"tu se
alegra en Dzºos mi" Salvador>>98 • Así, pues, «la Virgen inmaculada decía:
Con gozo me gozaré en el Señor, que es el Padr�, y exultará mi" alma
en mi Dios, que es el H jjo, porque me ha concedido una doble
gracia . La primera, me ha vestido con ropas de salvación, que es
haber sido concebida sin pecado original. La segunda, me ha envuel­
to con manto de justz"C'ia, es decir, con el manto de la justicia ori. ginal. Y dice me ha envuelto porque todos los miembros de la Virgen,
desde la punta de la cabeza hasta las uñas de los pies y todos los
sentidos, el pensamiento y el espíritu, obedecían al dictamen del
alma» 99 •
Heredia continúa aplicando este trozo de Isaías a Nuestra Señora,
insistiendo en su referencia a la gracia concedida por Dios de haber
sido concebida sin pecado original. Así, comentando la segunda parte
del versículo 10 y el 1 1 , pone en boca de Maña estas palabras: «Y la
causa por la que Dios me recibió por esposa y me concedió estas
gracias es que en mí había de encarnarse el Mesías, que sería como
el germen que carece de padre y que sólo tiene madre, la tierra.
Así Dios hizo · germinar en mí al Mesías, que sería justicia y alabanza
entre todas las gentes y que no tendría, en cuanto a su humanidad,
otro progenitor más que a mí, su Madre» 1ºº·
El texto que acabamos de ver explicado en Heredia, es usado por
la Iglesia precisamente en el Introito de la misa de la Inmaculada
Concepción. Y la segunda parte del v. 1 O es usado por san Agustín
aplicándolo a las nupcias celebradas en el seno de María entre el
Verbo y la naturaleza humana del Señor1 01 •
Tercer
el hebreo,
voz de mi
Y cuando
texto. Heredia toma ahoira el salmo 1 14 y 1 1 5 (según
salmo 1 1 6) , que empieza: Amo al Señor, porque El oye la
súplica . . . «Habla David - dice - consolando su alma . . . » 1º2 •
llega al v. 1 O y 1 1 , comenta Heredia: « Yo en mi" turba-
98 «Hic propheta nomine virginis laudem deo facieba t , ut ipsa dicebat: Magnificat anima
mea dominum et exultavit spiritus meus in deo salutari meo» , ibi·d.
99 «lnviolata virgo dicebat: Gaudens gaudebo in Domino qui est pater, et exultabit anima
mea in deo meo, qui est filius, quoniam fecit mihi duplicem gratiam, unam quidem: Qui in­
duit me vestimentis salutis, quod est conceptam foisse absque peccato originali. Alteram: Et in­
dumento justitiae circumdedit me, id est clamyde justitiae originalis. Dicit autem circum­
dedit me, quoniam omnia membra virginis a vertice capitis usque ad ungues pedum et omnes
sensus, cogitatio et spiritus obediebant animae gubernationi» , Corona Regia, f. 26 v.
1 00 «Causa inquit cur deus me sponsam accepit, concessitque has gratias est, quia in me
incarnandus est messias, qui est futurus ut germen quod caret patre, solamque terram habet
matrem, ita deus germinare faciet in me messiam qui erit justitia et laus in omnibus gentibus,
nec habebit alium parentem quoad humanitatem, nisi me, matrem suam», Corona Regia,
f. 27 v .
101 SAN AGUSTÍ N, In epistolam joannis ad Parthos,
l ; PL 3 5 , 1 97 9 .
1 02 «Alloquitur David animam suam e a m consolans» , Corona Regia, f . 28 v.
1 90
PA U L US DE HERE D I A : CORONA REG I A
czon llegué a decir: Todo hombre ha sido concebido en pecado ori­
ginal y es mentzroso y falaz . Y afiade la Escritura: ¿ Qué devolveré al
Señor por todo cuanto me ha dado? He dicho que todo hombre es
mentiroso y concebido en pecado original y en la palabra «todo»
sería comprendida también la limpísima Virgen. Por ello, ¿ qué de­
volveré al Señor, etc? Es decir: Cuando Dios diga : Oh David, has
puesto a mi M adre entre el número de todos los hombres menda­
ces, entonces yo, al Señor que me ha llenado de tantos beneficios,
sobre todo el de que su Madre naciera de mi propia carne, le respon­
deré: Tomaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.
El sentido es éste: El cáliz y tabernáculo donde Cristo tomará carne
humana, que es la salvación de todo el mundo, lo exaltaré por enci­
ma de todas las creaturas concebidas de hombre y de mujer y diré
que no ha sido concebida en pecado original, y esto porque invocaré
el nombre del Señor, esto es, siendo la gloriosa Virgen tabernáculo en
el cual se ha de encarnar el Hijo de Dios, es injusto decir que ella
ha sido concebida en pecado original. Después sigue: Cumpliré mz"s
votos al Señor en presencia de todo el pueblo ª, es decir: toda vez
que Dios me concede tan grand.e beneficio, que de mi carne haya de
tomar carne El, cumpliré mis votos a Dios ante todo el pueblo y diré
que la Virgen inmaculada ha sido concebida sin pecado original» 1 0 3 •
La interpretación de este texto en sentido mariológico no se ha
hecho en toda la Patrística, ni se encuentra suficiente b ase exegética
para esta aplicación. La interpretación es, pues, acomodaticia . He­
redia toma el texto y, sin tener en cuenta lo que en él intenta decir
el hagiógrafo o Dios nuestro Señor en el resto de la Revelación, lo
acomoda a su pensamiento . Prescindiendo de esto, el modo de ar­
gumentar es teológicamente sólido.
El cuarto texto es de Jer 1 7 , 12 : «Solio de gloria, excelso desde el
principio, es el lugar de nuestro santuario» . Comenta Heredia: Este
solio de gloria se refiere «a la limpísima Virgen, que por su perfec1 0 3 « Ego autem dico in mea cogitatione quod omnis horno est in peccato originali con­
ceptus, estque mendax et fallax. Tune ait: Quid :retribuam domino pro omnibus quae retri­
buit m.ihi. Dixi quod omnis horno est mendax et in peccato originali conceptus et in dictione
omnis etiam intemerata virgo comprehenderetur. Ideo quid retribuam , etc . , id est. Quando
deus dicet: O David matrem meam posuisti in numero omnium hominum mendacium, certe
illi domino, qui me tot me beneficiis insignivit praecipue quod mater ejus ex mea carne
nascitura sit, respondebo: Calicem salutaris accipiam et nomem domini invocabo. Sensus est:
Calicem et tabernaculum ex quo christus carnem humanam assumpturus est, qui est salus
totius orbis, exaltaba super omnes creaturas conceptas a viro ah homine et muliere, dicamque
non esse conceptam in peccato originali , et hoc quia nomen domini invocabo, hoc est, cum
gloriosa virgo sit tabernaculum quo dei filius incarnandus est, injustum est dicere eam in
peccato originali conceptam. Postea ait: Vota mea domino reddam coram omni popuio ejus,
id est, ex quo tantum beneficii tribuit mihi deus ut ex carne mea incarnandus sit, vota mea
reddam ipsi coram populo suo, dicamque immaculatam virginem conceptam absque peccato
originali» , Corona Regia, f. 29 v.
191
JESUS POLO CARRASCO
ción y excelencia fue y es sede gloriosa en la cual Dios mostró su
gloria y claridad que es Cristo, gloria, luz y claridad del orbe, de
la que dijo Isaías capítulo 9 (v. 1 ) : El pueblo que andaba en tinieblas
vio una gran luz; sobre los que vz1.nan en tierra de sombras, brilló
una luz. No se refiere a Jerusalén , porque si en ella Dios mostró su
gloria, nada es ésta, sin embargo, en comparación con la claridad
que Dios mostró en la Virgen gloriosa. Porque ¿ dónde encontramos
una casa santa que existiese desde el principio del mundo como la
Virgen gloriosa? De ella habla el texto de los Prov 8 , 22 : El Señor me
poseyó en el comienzo de sus caminos. Y en el libro de la Sabi­
duría (Eccli 24, 14) : Desde el princz�pi'o, antes de los siglos, me creó .
Además el solio de su gloria no puede significar la «casa santa» ,
puesto que la sede gloriosa de Dios debe ser perenne y no desvane­
cerse, porque lo que Dios tomó una vez nunca lo . abandona . . Y al
decir desde el princijrio insinúa que ha sido concebida sin pecado
original y no concebida en él primero y luego santificada» 1º4•
En la amplia explicación del texto, que yo aquí he omitido, He­
redia recoge textos sobre la significación de «sede» y dice que una
«sede» se refiere a María, otra a la humanidad de Cristo y la tercera
a la divinidad.
Tampoco este texto ofrece otra b ase para la aplicación que hace
Heredia que la mera acomodación. Otra cosa bien distinta tendría
que decir si Heredia hubiera escogido algún trozo de entre tantos
como hablan del ta bernáculo de Dios, porque esto sí que ya tendría
una base patrística indiscutible en la aplicación a Nuestra Señora, el
tabernáculo más digno que encontró el Señor en toda la historia de
la salvación. No obstante, la argumentación es sólida y bien cons­
truida. Y, en cuanto al uso que hace de los textos que hablan de la
sabiduría ( Prov 8 , 22 y Eccli 24, 14) es bien sabido cuán abundante
es la utilización que .de ellos han hecho los Padres y hace la Sagrada
Liturgia para referirse a María.
.
El quinto texto está tomado de Ezeq 1 , 26: «Por encima de la
1 04 «Solium gloriae altitudinis a principio intelligitur de intemerata virgine, quippe oh
suam perfectionem et excelentiam fuit estque sedes gloriosa in qua deus ostendit gloriam suam
et claritatem quae est christus, gloria, lux et claritas totius orbis, oh quam dixit isaias cap. I X :
Populus qui ambulabat in tenebris vidit lucem magnam, Sedentes in umbra mortis lux orta
est eis. Non dixit pro domo sancta, hoc est hierusalem, quia etsi deus in ea gloriam suam
ostendit, nihil tamen est in comparatione daritatis quam deus ostendit in virgine gloriosa.
Nam ubi reperimus domum sanctam fuisse a principio mundi, ut virgo intemerata fuit.
Oh quam dixit textus Proverbiorum cap. VII I : Dominus possedit me in initio viarum mearum
(corr. : suarum), et in libro Sapientiae (corr. : Eccli): Ah initio et ante saecula creata sum. Prae­
terea, solium gloriae non potest dici pro domo sancta, cum sedes dei gloriosa debeat esse
perennis et non evanescere, quia quidquid deus semel accipit, nunquam dimittit . . . quia autem
dicit a principio, innuitur conceptam fuisse absque peccato originali, et non in eo concepta
et postea mundata», Corona Regia, f. 33 y 34.
1 92
'
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
bóveda que estaba sobre sus cabezas había algo así como una piedra
de zafiro en forma de trono y, sobre esta forma de trono; por encima,
en lo más alto, una figura de apariencia humana» . Comenta Heredia:
«Ya hemos visto antes que la Virgen gloriosa es llamada sede de Dios.
Ahora Ezequiel, vaticinando acerca de la Virgen inmaculada, des­
pués de haber visto los cuatro animales y su movimiento, dice que
vio en el cielo, sobre las cabezas de los animales, una forma de sede
y trono, que es la Santísima Virgen, y que sobre esta forma vio una
forma de_ hombre, que es el Hijo de Dios encarnado. Dice además
que este trono era de color como de zafiro, insinuando con ello que,
así como el zafiro . . . , así la gloriosa Virgen desde el principio es clara
.
y concebida sin pecado original» 1º5•
Continúa Heredia tomando la Sagrada Escritura de forma ....co­
modaticia al hablar de la Santísima Virgen y más al sacar la con­
clusión de su concepción inmaculada .
Sin salirse d e Ezequiel, Heredia cita ahora e l cap 44, 2 : «El mismo
Ezequiel, vaticinando acerca de :la gloriosa Virgen, dice: ·Esta puerta
permanecerá cerrada. · No se abrirá y no pasará por: ella hombre
alguno porque el Señor Dios de Israel pasó por ella. Quedará, pues,
cerrada>> 1 º6 • Comenta Heredia: «Esto es, la puerta de esta gloriosa
Virgen permanecerá cerrada y, dada su santidad, ningún mortal
constituido en pecado podrá juntarse a ella. Así como en el templo
de Dios había un lugar llamado Santo de los Santos, en el cual, por
su santidad, ningún pecador podía entrar excepto el Sumo Sacerdo­
te, y éste sólo una vez al año y en el día preciso del sábado de los
sábados y entraba para perdonar a todo el pueblo de Israel, (esto
sucedía) en figura de la Virgen Inmaculada. Así como en el Santo
de los Santos nadie podía entrar, así nadie podía unirse a la gloriosa
Virgen. Así como en el Santo de los Santos sólo entraba el Sumo
Sacerdote, así en la gloriosa Virgen se encarnó el Hijo de Dios, ver­
dadero Sumo Sacerdote, según aquello: Tú eres sacerdote para siem­
pre según el rito de Melchisedec ( Ps 1 0 9 , 4) . Y que entrase una vez al
año el S acerdote, significa que sólo existe una encarnación del Hijo
de Dios. Y que esto fuera el día de las indulgencias y sábado de los
sábados, indica que Cristo vino para perdonar al mundo . . . Se sigue,
105
<1am superius probavimus gloriosam virginem sedem dei dici. Ezechias (corr. :
Ezechiel) autem vaticinans de immaculata virgine, postquam viderat quatuor animalia et
similitudinem sedis et
eorum motum, dicit vidisse in coelo stare supra capita animalium
troni, quae est beata virgo, moxque super hanc similitudinem, vidit similitudinem hominis, qui
est dei filius incarnatus, atque hunc tronum esse quasi colorís zaphiri, innuens quod sicut
zaphirus. . . , ita gloriosa virgo a principio est clara absque peccato originali concepta» , Corona
R egia, f. 34 .
106
«Item ídem ipse Ezechiel cap. XLIV, vaticinans de virgine gloriosa , ait: Porta haec
clausa erit, non aperietur, et vir non transibit per eam, quia dominus deus israel ingressus est
per eam , eritque clausa», Coroná Regia, f. 44 v.
1 93
JESUS POLO
CARRASCO
pues , de esta profecía y figura que ningún pecador podía unirse a la
Virgen inmaculada por su inmensa santidad, ¡cuánto más el pecado
mismo, que en ella no podía encontrarse ni en el. principio, ni en el
medio ni el fin! De lo cual nos vemos obligados a concluir que ella
fue concebida sin pecado original» 1 07
•
El texto de Ezeq 44, 2 ha· sido usado ampliamente por los Padres
y Doctores de la Iglesia para apoyar en él el dogma de la virginidad
de Nuestra Señora 108 • Heredia lo aplica aquí, en claro sentido aco­
modaticio, a la excelsa santidad de M aría.
El texto sexto está tomado de múltiples lugares del Cantar de los
Cantares, que Heredia va interpretando de la concepción inmaculada
de la Virgen. Así, por ejemplo, dice Heredia, el texto Toda hermosa
eres, amiga mía, y no hay en ti mancha alguna ( 4, 7); que, aunque
algunos aplican a la Iglesia de Dios, la Iglesia lo canta refirién­
dose a la purísima Virgen 109• «De manera similar; Hermosas son
tus mejillas, como de la tórtola ( 1 , 9) . Comparó a la Virgen inmacu­
lada con la tórtola, para mostrar que así como la tórtola carece
de hiel y así ha sido creada, de la misma forma a la gloriosa Virgen
no puede atribuirse pecado actual , ni mental ni original» 1 1º. «Por
eso en otro lugar la asemejó a la paloma, que tampoco tiene
hiel» m . Y así continúa citando diversos testimonios bíblicos de este
libro del Antiguo Testamento sacando siempre la misma conclusión.
Recogemos la última referencia : «Del mismo modo en el capítulo
VI (v. 9) : ¿ Quz·én es ésta que surge como la aurora, bella como la
luna, refulgente como el sol.'? El sentido es éste: ¿Quién es ésta que
1 0 7 «Hoc est, hujus gloriosae virginis porta dausa erit, cognitaque ejus sanctitate nemo
mortalium in peccato constitutus poterit ei adhaerere; quemadmodum in templo dei erat
domus dicta sancta sanctorum, in quam sanctitatem nemo ingredi poterat, qui esset peccator,
praeter summum pontificem, et hic semel tantum in anno ingrediebatur, et hic dies erat
sabbatum sabbatorum. Ingrediebatur autem ut ignosceret domui isreael in figura virginis
immaculatae. Nam quemadmodum in sancta sanctorum nemo ingredi poterat, ita gloriosae
virgini nullus poterat adhaerere; et ut in sancta sanctorum summus pontifex intrabat, ita in
beata virgine incarnatus est dei filius, summus pontifex, juxta illud: Tu es sacerdos in aeter­
num secundum ordinem Mechisedech. Quod autem semel in anrio pontifex ingrediebatur, sig­
nificat unam tantum esse incarnationem filii dei; et quod die indulgentiarum et sabbato sabba­
torum intrabat, indicat christum venisse ut ignosceret orbi . . . Sequitur ergo . ex hac prophetia
et figura, ut immaculatae virgini nullus mortalium peccatu r poterat adhaerere oh ejus inmen­
sam sanctitatem, quanto magis peccattim ipsum quod in ea reperiri non poterat nec in prin­
cipio, nec in medio nec in fine. Necessario dicere cogimur eam conceptam esse sine peccato
originali» , Corona R egia, f. 34 - 3 5 .
1 08 C fr J. A . D E ALDAMA, Vz'rgo-Mater, Granada 1 9 6 3 , pp. 1 2 9 - 1 8 2 .
1 0 9 «Sancta mater Ecclesia canit id propter virginem intactam» , Corona R egia, f . 3 5 .
l lO «ltem in eodem libro, c a p . 1 : Pulchrae sunt genae tuae sicut turturis. Comparavit
immaculatam virginem turturi, ut ostenderet quod quemadmodum turtur caret felle et sine
eo principio creata est, . ita gloriosae virgini non potest attribui peccatum actuale nec mentale
nec originale» , Corona R egia, f. 36 v.
l l l «Ideo alibí eam assimilavit columbae, quae etiam felle caret», ibz"d.
1 94
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
parece venir como la aurora que abre la claridad del día? De la
misma forma ciertamente viene la gloriosa Virgen y empieza a iluminar todo el orbe. Y as í.como fa luna recibe del sol la claridad,- así
la S antísima Virgen recibe de Cristo su Hijo todos sus privilegios y
gracias, y es tan refulgente como el sol que en el instante mismo de
su creación recibió toda su claridad. Porque la materia de la .Virgen
purísima, en el instante de su concepción, obtuvo todas sus perfec­
ciones materiales y fue concebida sin pecado original»1 1 2 •
·
Toda la Tradición patrística. ha recurrido con frecuencia al Cantar
de los Cantares dando a multitud de textos un sentido mariológico,
al menos por acomodación. Tienen, no obstante, mayor fuerza exe­
gética cuando se leen a la luz del llena de gracia, de Luc 1 , 28. Y
ciertamente, así deben leerse, sobre todo cuando la Tradición ha
recurrido a ellos con tanta asiduidad, porque la Revelación es una,
formada por la Tradición y la Escritura.
Por fin, el séptz"mo texto es: «Entre los nacidos de mujer no ha
surgido otro mayor que Juan el B autista» (Mt 1 1 , 1 1) . Comenta
Heredia: «Toda vez que san Juan no fue mayor que Cristo, que
nació de mujer y, además, diga el texto surgz'ó, que sólo puede decir­
se de aquel que primero cayó y luego se levantó, nos vemos obli�
gados a dar esta interpretación:: Entre los que han sido concebidos en
pecado original, no surgz'ó nadzºe mayor que Juan el Bautista. Ahora
bien, Cristo no cayó en pecado, luego es mayor que Juan. Y como la
limpísima Virgen fue mayor que Juan el B autista, fue concebida
sin pecado original» 1 1 3 •
El texto no se refiere en absoluto a una mayoría o minoría por
razón del pecado original. Pero aun prescindiendo de esto, eJ racio­
cinio que se monta sobre este texto bíblico es una sofisma evidente.
Dice Heredia : Entre los concebidos en pecado original, nadie surgió
mayor que Juan el B autista. Es así que Cristo fue concebido sin peca­
do original. Luego es mayor que Juan. Hasta aquí la argumentación
es conclusiva. Pero démonos cuenta de que a continuación, al hablar
1 12 «ltem in eodem libro, cap . VI: Qua e est ista quae progreditur quasi aurora consur­
gens, pulchra ut luna, electa ut sol. Sensus est: Quae est ista quae ostendit se venire ut aurora
quae inchoat diei claritatem. Certe ita gloriosa virgo venit, et incipit totum orbem illuminare.
Atque ut luna recipit claritatem a sole, ita beata virgo recepit omnia sua privilegia et �atias
a filio christo, estque ita clara ut sol, qui in instanti suae creationis omnem suam cl �ntatem
adeptus est. Nam materia virginis inviolatae in instanti conceptionis omnes perfectiones
materiales assecuta est conceptaque absque peccato origi nali» , Corona Regia, f. 38 v-39.
1 1 3 «Cum autem sanctus Joannes non fuerit major christo, qui ex muliere natus est,
dicatque textus slirrexit , quod dici non potest nisi de eo qui prius cadit et postea surgit,
necessario ita cogimur interpretari: Inter eos que in peccato originali concepti sunt non surrexit
major joanne baptista. Christus autem non cecidit in peccatum, ergo est major joanne. Cum
autem intemerata virgo sit major joanne baptista eo quod fuit concepta absque peccato
originali» . . . , Corona Regia, f. 3 9 .
1 95
JESUS POLO CARRASCO
de Nuestra Señora, cambia de medio de argumentación. En vez de
decir: Es así que también María fue concebida sin pecado . . . , dice
«Es así que también M aría fue mayor, luego . . . ». Para probar que
es «mayor» debe presuponerse que fue concebida sin pecado original
y, en cam bio, esto es lo que conc luye. Se presupone, por tanto,
aquello que se debe probar.
Análisis ideológico . de la cuarta parte
La cuarta parte se centra en la consideración . de la generación
de la Virgen. Y pone dos argumentos, uno fijándose en la . generación
en la mente divz·na, o sea, en la predestinación de María; el segundo
analizando la generación in actu de la Santísima Virgen.
Primer argumento: «Dios ve todas las cosas antes de que existan
y las ve corno presentes. Puesto a crear el mundo, previó que Adán
había de pecar y que su pecado había de condenar al mundo . . . y
corno óptimo médico preparó antes de la plaga . . la mejor medicina.
Así pues, antes de crear H mundo, ya la limpísim a Virgen había sido
creada en su presencia, según el texto de los Prov cap. 8 (v. 22):
El Señor me poseyó en el comienzo de sus caminos; lo cual encon­
trarnos también en el Eccli 24 (v. 14) : Desde el comiºenzo, antes de
los siglos, fui creada. Por tanto, si la Virgen gloriosa había sido
creada desde el pri·n cipi·o y antes de los siglos y Adán aún no había
pecado, ¿ cómo podía suceder que la Virgen inmaculada hubiera sido
concebida en pecado original?» 1 1 4 •
A pesar de la pura letra del argumento, el raciocinio es proba­
tivo si añadimos algunos elementos que, indudablemente, están en la
mente de Heredia, pero que aquí no se expresan de forma clara.
Empecemos diciendo que Heredia, como tantos otros inrnaculistas de
su época, sostiene la sentencia de Escoto respecto del motivo de la
Encarnación. En contra de la posición de santo Tomás y de su escue­
la, piensan dichos autores que el motivo pri·mari·o de la Encamación
no fue la redención del pecado sino el que Cristo ocupase en toda
hipótesis la primacía sobre el universo creado , una primacía de orden
sobx:enatural. Según esto, Dios, en sus divinos planes, . pensó antes en
ll 4 «Deus. qui praevidet omnia antequam fiant et velut praesentia intuetur, cum mundum
creasset et adam illum praescivisset peccaturum, ejusque peccatum orbem condemnaturum . . .
tanquam optimus medicus ante plagam paravit optimam medicinam. Igitur antequam mun­
dum creasset, jam intemerata virgo creata erat in conspectu suo ut ait textus prov. cap . VIII:
Deus possedit me in initio viarum suarum. Hoc etiam reperimus in . libro eccli. cap. XXIV:
A b initio et ante saecula creata sum . . Ergo si gloriosa virgo ah inii:io et ante saecula creata
erat, adam vero nondum peccarat, quonam modo fieri poterat ut immaculata virgo in peccato
originali concepta esset?» , Corona Regz"a, f. 39 v-40.
1 96
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REG I A
Cristo y en razón de El decidió eternamente crear todas las cosas.
Luego, previendo además la caída de nuestros primeros padres, deci­
dió eternamente que la Encarnación , siempre de orden sobrenatural�
fuese además redentiva. Ahora bien, siendo esto así, Dios piensa
eternamente en la Virgen, no una vez que prevé el pecado de Adán
y el carácter redentivo de la Encarnación, sino cuando decide limpia
y llanamente la Encarnación y en su signo mental anterior a la
previsión del pecado .
Sobre esta base ideológica puede entenderse e l razonamiento de
Heredia: si Adán no había pecado, es decir, si todavía no había
sido previsto el pecado de Adán y ya se había previsto la Encarna­
ción y, por tanto, la maternidad divina de María, ¿ cómo podía estar,
en este signo de la eterna previsión divina , la caída de María en el
pecado? Es preciso decir que fue prevista la Virgen sin pecado origi­
nal, que es lo que afirma Heredia.
Consecuentemente, una vez que Dios previó eternamente el peca­
do de Adán y la Encarnación de Cristo adoptó, en la mente eterna,
el carácter de redentiva, tambit�n adquirió el carácter de redentiva
la maternidad divina de María . Por eso, añade Heredia: «La Virgen
gloriosa es a modo de piedra y columna sobre la cual se ha cons­
truido el mundo. Porque si antes de la creación de Adán, que
había de pecar,, no hubiera sido constituida la Virgen inmaculada
como redentora del pecado futuro, con la Encarnación y Pasión de
su Hijo, el mundo no hubiera sido creado, porque su fin, que es
el paraíso, no podría alcanzarse» 1 1 5 • Por eso - añade en este punto
Heredia - «a esta piedra básica se le llama vulgarmente Santa M aría
del Pilar, es decir, columna sobre la cual el mundo es sustentado» 1 1 6•
Cabe, pues, decir que «Dios creó el cielo y la tierra por la sabiduría,
es decir, por amor de la Virgen limpísima, que es la sabiduría del
mundo» 1 1 7 • Aunque también debe decirse que «Dios creó el cielo y la
tierra por amor de la sabiduría, es decir., de Cristo, Hijo de Dios, ya
que al Hijo se ha · atribuido la sabidurí a» 1 1 8 •
No sólo esto, sigue diciendo Heredia. «No sólo por amor de ella
ha sido constituido el rr undo, sino que además de ningún modo
...
1 1 5 « P aeterea gloriosa virgo est quaedam petra et columna supra . quam constructus e�t
m adae pec �atun,
mundus, et quae praecessit mundi creationem : Nam si eus ant_e � reat10nt;
et pas10nem
non statuisset immaculatam virginem redempticem futun �eccau, mcarnauone�
fu1sset» , Corona
filii sui , mundum non creasset, cum ejus finis qui est parad1sus, secuturus non
Regia, f. 40 v-4 1 .
.
.
. .
1 1 6 « Petram primariam . . . Ideoque vulgo d1c1tur sancta mana del pilar, hoc est, columna
.
1
4
f.
egia,
R
Corona
supra quam mundus substentatur»,
. . .
.
1 1 7 «Propter sapientiam creavit deus celum et terram, hoc est, amore mtemeratae virgm1s,
�
quae est sapientia mundi» , ibid.
1 18 «Aut dicemus, amore sapientiae, id est, christi filii dei (filio enim sapientia attributa
est) creavit deus coelum et terram» , ibid.
1 97
JESUS POLO CARRASCO
podría mantenerse en su ser debido a nuestros pecados si no lo sos­
tuviera la Virgen gloriosa, llena de piedad y de clemencia , orando
por nosotros. Y ·esta es la segunda razón por la que vulgarmente se
le llama Virgen del Pilar» 1 19•
Segundo argumento, tornado , como él dice, de la forma en que
se realizó la generación de la Santísima Virgen: «Cuando Dios formó
a Adán, hizo una masa de cuya parte más preciosa tornó la materia
de la limpísima Virgen y del resto formó a Adán. De tal modo, sin
embargo, que de la materia de la Virgen inmaculada hizo una a
modo de fuerza que se conservó en el lugar y miembro más noble
del cuerpo de Adán, del cual pasó a Set y de éste a Enós y así suce­
sivamente hasta san Joaquín, y de esta fuerza fu� formada la Santí­
sima Virgen» 12º. Heredia sabe que santo Tomás desecha est * opinión
en su Comentario a las Sentencias, H I , disp. 3 . Pero pone todos los
argumentos que puede encontrar para mantener su propia sentencia.
Ni la opinión de Heredia ni los argumentos que aduce tienen
base alguna teológica ni exegética. :'.\Ji hay hoy quien defienda esta
sentencia, que algunos sostuvieron hace siglos y a quienes no quiso
nombrar explícitamente Santo Tomás , quizás «por deferencia» , corno
dice Heredia 121 •
A pesar de esto , Heredia nos da en esta parte mucha doctrina
rnariológica de gran interés, que es oportuno recoger en esta intro­
ducción. Así, a propósito del texto genesíaco que se refiere a la for­
mación del hombre (Gen 1 , 26), dice Heredia: «Dice el texto: Hagamos
al hombre a nuestra forma, es decir, hagamos a la limpísima Virgen
gobernadora y señora de los cielos y de todo el orbe, pues también
nosotros lo somos, y atríbuyanse a ellas todas las cosas que a nosotros,
ya que, corno es nuestro tabernáculo y de ella hemos de tornar carne
humana, es digno que merezca ser hecha a nuestra forma sustancial.
Hemos de manifestar que esto está dicho no por Adán sino por la
Santísima Virgen, ya que aunque Adán tenga una gran potestad, sin
embargo, no se le atribuyen a él cosas que se atribuyen a Dios y a
la Virgen» 122 •
1 1 9 «Non solum autem totus orbis ejus amore constructus fuit sed nullo pacto consistere
potest ob nostras pravas operationes, nisi ipsa gloriosa virgo, plena pietate et clementia. pro
nobis orans, illum sustineret. Et haec dici potest secunda ratio, cur vulgo sancta maria del
piler (corr. : Pilar) appelletur», Corona Regia, f. 4 1 -4 1 v.
12º «Cum deus formavit adam, fecit massam, ex cujus parte praeciosiori accepit materiam
virginis intemeratae, ex residuo vero et superfluitate adam formavit. Ex materia autem
immacultatae virginis, facta est virtus quae conservata fuit · in nobiliori loco et membro
corporis adae, ex quo emanavit ad seth, et ex hoc ad enos, et sic ex aliis usque ad sanctum
joachim, et ex hac quidem virtute formata fuit beata virgo» , Corona Regia, f. 41 v.
1 2 l «Quamquam s. Thomas honoris gratia eum nominare voluerit (corr. : noluerit)» ,
Corona R egia, f. 42 .
122 «Dicet (corr. : dicit) textus: Faciamus
hominem ad formam hoc est, faciamus inte-
1 98
PAULUS DE HER E D I A : CORONA REG I A
Así, por ejemplo, sigue diciendo Heredia, «Dios es Señor de se­
ñores y Rey de reyes; la ínclita Virgen es Señora de señoras y Reina
·
de reinas. Dios es Gobernador del orbe; la limpísima Virgen es Go­
bernadora del universo. Dios es Señor de los demonios, que huyen
de El; la gloriosa Virgen es Señora de ellos y huyen ante la invoca­
ción de su nombre como ante la invocación del nombre de Jesús.
Dios es Señor de los ángeles; la Santísima Virgen es su Reina. Dios
es Padre de todo el orbe; la ínclita Virgen es Madre del universo.
Dios es Padre de Cristo; la gloriosa Virgen es su Madre. Dios es
Padre de la Virgen inmaculada; la ínclita Virgen es Madre de Dios.
Dios, después de su muerte, resucitó al tercer día y después subió a
los cielos; la Santísima Virgen, después de su muerte, fue resucitada
y asunta al cielo. Dios es causa de las causas; la . gloriosa Virgen,
aunque causada y creada por Dios, sin embargo, después de Dios, es
la causa de todas las cosas. Una sola cosa le falta a la Virgen S antí­
sima para la suma perfección: que no es Cristo. Sólo Dios es perfecto
con una perfección sin límites. Pero todas las demás perfeccines que
se atribuyen a Dios las alcanzó y poseyó la limpísima Virgen. Por
eso dice el texto a nuestra fo rmllJ;;; 1 23 •
«Es tanta su misericordia - dice en otro lugar - que si incluso en
el momento mismo en que tenía entre sus brazos a su Hijo crucifica­
do. Judas le hubiera pedido perdón o gracia, ciertamente no se la hu­
biera denegado» 1 24 • Y un poco más adelante: «Tú solo Santo, que diste
a María la santificación a fin de que pudiera santificar al mundo. Tú
solo Señor, que diste a María el gobiérno, para que rigiera el orbe.
Tú solo Altísimo, que concediste a María la corona para que pumeratam virginem quae sit gubematrix et domina coelorum et universi orbis, quemadmodum
nos sumus, eique attribuantur omnia quae nobis cum sit tabernaculum noster et ex ejus
carne assumpturi simus carnem humanam, dignumque est ut mereatur fieri ad formam nos­
tram substantialem. Hoc autem dicere debemus pro beata virgine dici non pro adam, cum ei
etsi magnam habeat potestatem, non attribuantur res quae fribuuntur deo ut etiam beatae
virgini tribuuntur>> , Corona Regia, f. 42 v-4 3 .
1 23 «Deus est dominus dominorum e t rex regum; indita autem virgo est domina domi­
narum et regina reginarum. Deus est gubernator orbis; intacta autem virgo universi guber­
natrix. Deus est dominus demonum, qui ab ea (corr. : eo) fugiunt; gloriosa vero virgo est
illorum domina et ah ejus nomine fugiunt ut a nomine jesu. Deus est dominus aP�etorum;
et beata virgo est illorum regina. Deus est pater totius orbis; et indita virgo mater universi.
Deus est pater christi; et gloriosa virgo est mater. Deus est pater virginis immaculatae; et
indita virgo est mater dei. Deus post mortem suam, intra tres dies resurrexit, et postea in
coelum ascendit ; et beata virgo post mortem resuscitata fuit et in coelum assumpta. Deus est
causa causarum; et gloriosa virgo, tametsi causa.ta est et a deo creata, tamen post deum, est
causa omnium rerum. Unum tantum deest virgini beatae ad summam perfectione, quod non
est christus. Solus enim deus dicitur perfectus extrema perfectione. Verumtamen omnia alía
quae deo tribuuntur et . perfectiones, intemerata virgo assecuta est et possedit. Ideo dicit
textus ad formam nostram» , Corona Regia, f. 4 3 .
1 24 «Adeo ut e o momento q u o crucifixum filium i n sinu tenebat, si judas veniam petiisset,
aut gratiam, certe illi non denegasset, tanta est ejus misericordia» , Corona R egia, f. 44 v.
1 99
JESUS POLO CARRASCO
diera coronar el universo» 1 2 5 • Y en otro lugar; «Todos somos hijos de
la Virgen inmaculada, aunque el verdadero Hijo y primogénito es
Cristo» 12 6 •
Heredia, a punto de concluir su obra, hace una manifestación
de humil dad y de adhesión a la Revelación y al Magisterio de la
Iglesia. «Si se me argumenta diciendo que la mayor parte de los
teólogos está en contra y que no damos solución ª· todos sus argu­
mentos y razones, tenemos que decir que ello se deb e· a nuestra igno­
rancia y pequeñez. No obstante, sí tenemos preparada una respuesta:
son más verdaderas y creíbles las palabras de los profetas que hemos
aducido que los argumentos de ellos, a parte de las razones que ya
hemos dado. A lo cual hay que añadir la autoridad de la Santa
M adre Iglesia, que ha instítuido un precioso Oficio [de la Inmacu­
lada] concediendo indulgencias no mediocres»1 2 7 •
Tratando de solucionar una dificultad que él mismo se propone,
nos dice todavía algo digno de ser subrayado. Era imposible que la
Virgen muriera antes de la Pasión de Cristo «porque ya había sido
determinado por Dios que contemplase la Pasión de su Hijo» y, sobre
todo, «porque era necesario que interviniera en la remisión del pe­
cado, ya que todas las cosas que habían intervenido en la realización
del pecado debían intervenir en su perdón» . Por otra parte, «Dios no
deja que nadie ¡nuera antes del momento establecido, a no ser por
una de estas dos razones : o por crímenes que merecen la muerte o
por virtud y bondad. Así sucede que, porque Dios sabía que quizás
tal pecado había de suceder y que por él uno había de condenarse,
gracias a su misericordia no deja que esta alma se pierda y hace que
muera el sujeto en tiempo de justicia y de bondad. Ahora bien, toda
vez que la Virgen inmaculada era santa y el Señor la santifica antes
de su venida y toda vez que fue y es santísima sin mancha ni pecado
de ningún género, es lógico pensar que no podía morir antes del
tiempo previsto, porque Dios no puede hacer nada injusto» 12 8 •
125
« Quoniam tu solus sanctus, id est mariae dedisti sanctificationem ut posset mundum
sanctificare. Tu solus dominus, mariae dedisti gubernationem ut orbem regeret. Tu solus
altissimus, mariae coronam tribuisti, quae posset coronare universum» , Corona R egia, f. 4 5 .
«Omnes sumus filii virginis immaculatae. Verumtamen verus · filius et primogenitus
est christus» , Corona R egia, f. 50 .
«Si autem mihi objidatur maximam partero sacrorum theologorum pugnare contra
nos, quia omnibus argumentis et rationibus eorum non satisfacimus, dicemus causam esse
nostram ignorationem et imbecillitatem. Verumtamen, unum illis responsum paratilm habe­
mus, veriora et credibiliora esse verba prophetarum quae aduximus quam eorum argumenta,
�ra�te� alias rationes quas diximus. .Ad quae accedit auctoritas sanctae matris ecclesiae quae
_
mst1tmt officmm
praestantissimum et indulgentiam non mediorem dicentibus», Corona Regia,
f. 5 3 .
«Pri� a , quod j am institutum erat a deo u t passionem filii videret. Secunda, quod
necesse erat mterveniret remisioni peccati, cum omnia quae in perpetrando peccato interces-
126
12 7
128
200
PAULUS DE HERE D I A : CORONA R EG I A
Síntesis de la doctrina mariológic:a del
Corona Regia
Recordemos, ante todo, que Heredia no se propuso componer
un tratado sobre la Santísima Virgen, ni siquiera redondear su
pensamiento sobre la Virgen Nuestra Señora. Lo que sucede es que,
al ir · exponiendo su opinión a favor de la Concepción Inmaculada,
ha ido dejando suficientes retazos de doctrina mariológica que vale
la pena unir entre sí y presentar como un todo armónico para hacer
ver el valor que alcanza y poder situar a este mariólogo aragonés en
el lugar justo que le corresponde.
Para ello iré exponiendo escalonadamente y con cierta sistema­
ticidad aquellos puntos que destacan en la obra que he analizado .
1.
L a predestinación de María
Heredia habla expresamente de este tema en una sola ocas1on, en
la cuarta parte, argumento primero. Ya advertí entonces, al examinar
este punto, que Heredia sostiene con los escotistas que el fin primario
de la Encarnación fue Cristo como coronamiento y vértice so brenatu­
ral de la Creación y que, sólo después de previsto el pecado de
nuestros primeros padres , esa Encarnación del Hijo de Dios tomó el
carácter y finalidad de redentiva . Esto lleva consigo, según la misma
sentencia, que María es prevista y elegida como Madre del Hijo de
Dios antes de la previsión del pecado, a fin de que ella, con su Hijo
divino, corone la Creación entera . Es lo que dice Heredia: «Antes de
crear el mundo, ya la limpísima Virgen había sido creada en su pre­
sencia, según el texto de los Proverbios (8, 22) : El Señor me poseyó en
el comienzo de sus caminos; lo cual encontramos también en el 1ibro
del Eclesiástico (24 , 1 4) : Desde el com1:enzo, antes de los siglos, fui
creada. Por tanto, si la Virgen gloriosa había sido creada · desde el
principio y antes de los siglos y Adán aún no había pecado . » 1 29 •
La Virgen Nuestra Señora fue, pues, escogida para Madre de Dios
en un signo mental anterior a la previsión del pecado original .
Así se explica que el mismo Heredia diga de María que, aunque
ella «es causada y creada por Dios, sin embargo, después de Dios, es
la causa de todas las causas» 1 30 • Y de modo similar, en otro pasaje:
·
. .
sere, ejus relaxationi intervenire deberent. . . Tertia, quod deus neminem ohire facit ante
tempus constitutum nisi una ex duahus causis, aut oh scelera sua quihus _ mortem n:iereatur
aut oh virtutes et honitatem. Nam quia deus sciebat hunc peccatum recasurum et o'1 id dam­
nandum, propter misericordiam suam , non sinit hanc animam perditum iri, fac�cque mori
tempore justitiae et honitatis. Cum autem immaculata virgo esset sancta sanctificatque ante
ejus adventum , posteaquam fuit et est sanctissima absque macula et peccato alicujus generis,
non poterat ante christum obire quippe quod a justitia divina non potest aliquid injusti
procedere» , Corona R egia, f. 53 v.
1 2 9 Cfr nota 1 1 4.
1 3 0 Cfr nota 1 2 3 .
201
JESUS POLO CARRASCO
Aunque «Dios creó el cielo y la tierra por amor de la sabiduría, es
decir, de Cristo, puesto que al Hijo se ha atribuido la sabiduría» 131 ,
también cabe decir que «Dios creó el mundo por amor de la Virgen
limpísima, que es la sabiduría del mundo» 132 • Se explica así también
que de Nuestra Señora diga Heredi a, aplicando a ella un texto de la
Escritura, que es «a modo de piedra y columna sobre la que se ha
construido el mundo» 133 , «piedra básica . . . sobre la cual el mundo es
sustentado» 1 34•
Esta realidad del señorío so brenatural de María, con Cristo, en la
hipótesis en que no se hubiera dado el pecado, adquiere, una vez
previsto el pecado por Dios, las características de una maternidad
salvífico-redentora.
Por ello, ya en este supuesto, María, Madre del Hijo de Dios, se­
guirá unida a su Hijo en tod"a su acción salvífica y será , también ella ,
«redentora» : «Si antes de la creación de Adán que había de pecar, no
hubiera sido constituida la Virgen inmaculada como redentora del
pecado futuro, con la Encarnación y Pasión de su Hijo, el mundo no
hubiera sido creado, porque su fin, que es el paraíso, no podría al­
canzarse» 13 5•
Decimos que la Virgen, en el supuesto ya del pecado de Adán,
seguirá unida a su Hijo, pero ya con una orientación redentiva. He­
redia, aunque de pasada, dice tres veces que María forma con Cristo
a modo de un único principio en la salvación del género humano: «la
Virgen limpísima . . . es el último medio para la salvación del género
humano y una sola carne con Cristo» 1 3 6 ; «la gloriosa Virgen, que es
el último medio para la salvación de las almas y una sola carne · con
Cristo» 13 7 ; «su Madre, que era una sola carne con El. . . , ya que, según
la naturaleza, una y la misma carne no puede ser parte pasible . . .
parte impasible» 138 • Aunque, como he indicado, Heredia, hace estas
afirmaciones de pasada, no puede decirse que estén hechas inadver­
tidamente, ya que utiliza estas expresiones, en los dos primeros luga­
res, para probar que la Virgen ha debido ser Inmaculada desde su
concepción y, en el tercero, para concluir que María, como Cristo,
fue mortal y pasible, a pesar de no haber contraído ninguno el peca­
do original de nuestros primeros padres.
131
nota 1 1 8 .
nota 1 1 7 .
1 33
nota 1 1 5 .
1 34
nota 1 1 6 .
1 35
nota 1 1 5 .
l 36
nota 5 0 .
1 37 « • . . gloriosam Virginem quae est ultimum medium p r o salute animarum et una caro
cum Christo» , Corona Regia, f. 2 1 .
! 3 8 «Ejusque mater quae erat una caro cum eo . . . , quippe cum secundum naturam, una
et eadem caro non possit esse partim passibilis . . . partim impassibilis» , Corona R egia, f. 37 v.
1 32
202
Cfr
Cfr
Cfr
Cfr
Cfr
Cfr
PAULUS DE HERE D I A : CORONA REG I A
De ahí que en toda la primera parte de su tratado Heredia in­
sista tanto en la comparación Adán-Eva y Cristo- María. Lo mismo
que por aquellos nos vino l a vida natural, así por los segundos nos
ha venido la regeneración. Así como por los primeros nos vino el pe­
cado, así por los segundos nos ha llegado la remisión. Los dos prime­
ros han sido «una sola carne para la conservación del género huma­
no» , los dos últimos han sido «una sola carne» para la remisión del
pecado y la restauración de la gracia .
Sólo trasladándonos a l ámbito d e l a determinación eterna decre­
tada por Dios acerca del modo concreto por El planeado de redimir
el mundo, tienen sentido todos los enlaces que en dicha primera par­
te hemos recogido más arriba: «e:ra necesario» . . . «que redimiera del
pecado Cristo Dios y Hombre, que fue padre del universo» 1 39 , «que
viniera otra mujer, madre del universo, por cuya intervención quedase
disuelto el pecado» 140 , «que viniera la ínclita Virgen que interviniera
personalmente en la remisión del pecado» 141 , etc. El principio que
está implícito en todas estas conexiones es que Dios quiso que por
donde nos vino la muerte, por allí nos viniera l a vida, es decir que
la regeneración siguiera un proceso similar al que condujo a la
muerte del pecado. Y así, junto a Adán, Dios decidió un nuevo Adán,
Cristo; junto a Eva, Dios decidió una nueva Eva, María; junto a Adán­
Eva, que formah un solo principio en el orden de la generación
natural, Dios decide la actuación de Cristo-María formando a IIlodo de
un solo principio en · el orden sobrenatural de la salvación redentora.
Este principio lo formula Heredia de esta forma : «Todas las
cosas que intervinieron en la realización del pecado de Adán . . . inter­
vinieron también en la absolución del pecado y en la pasión de Cris­
to» 1 42 • El principio es de origen patrístico, aunque su formulación
haya sido expresada de formas distintas 143 •
2.
La Maternidad divina de María
La maternidad divina de Marí[a es, para Heredia, la raíz y fun­
damento de todas las gracias, privilegios y singulares dones con que
fue enriquecida Nuestra Señora.
Así repite innumerables veces que a la maternidad divina se debía
1 39 «Hoc peccatum commissl1m fuit ab homine qui fuit pater totius orbis, necesse erat
illud redimeret christus, deus et horno, qui fuit pater universi» , Corona R egia, f. 3 .
1 4 0 Cfr nota 42 .
1 4 1 Cfr nota 48 .
1 42 «Quae intervenerunt perpetrationi peccati Adae. . . etiam interfuerunt absolutioni
peccati et passionis (corr. : passioni) christi» , Corona Regia, f. 3 .
1 43 Cfr W . J . BuRGHARDT, María e n la patrística occidental, e n J . B . CAROL, Mariología,
BAC , Madrid 1 964, pp. 1 1 2- 1 1 9 ; IDEM , María en el pensamiento de los Padres orientales,
en l. c. , pp. 488-499.
203
JESUS POLO CARRASCO
la concepción inmaculada: «toda vez que el Hijo de Dios había de
encarnarse en la gloriosa Virgen , era lógico que ella fuese perfectí·
sima y en su naturaleza hecha sin pecado original y no creada en
pecado y luego purificada» 144•
En razón de su divina maternidad se le concedieron a María todos
los privilegios, prerrogativas y graczás de que disfrutó Nuestra Señora
desde el primer instante de su concepción. Tal es la afirmación que
hace Heredia, comentando el texto del Gen 1 , 26: Hagamos al hombre
a nuestra imagen 145•
La maternidad divina es lo más excelso dentro de toda la Crea­
ción 14 6 • Y éste fue el fin último para el que fue concebida la Virgen
Nuestra Señora : no para que existiera un hombre más en la tierra,
sino «para que fuera la Madre de Dios» 147 •
3.
Excelsa dignidad de María
Hecha la afirmación que antecede, cabe destacar puntos concretos
en los que se echa de ver cómo para Heredia la maternidad divina es
la base de todos los dones que Dios derramó sobre María. Y, en pri­
mer lugar, la dignidad excelsa a que fue elevada.
Heredia no duda en afirmar que «María, desde el primer instante
de su concepción, tuvo todas las perfecciones que había de tener y
que, cuando se le infundó el alma, obtuvo en el acto todas las per­
fecciones que podían encontrarse en el alma, cuales son la ciencia, la
sabiduría, la inteligencia, la profecía y cuantas pueden atribuirse al
alma» . «Más aún - sigue diciendo Heredia - cuando el Hijo de Dios
se encarnó en ella, subió a un grado todavía más alto de perfección,
puesto que el Hijo de Dios le entregó el régimen y gobierno de todo
el orbe, la constituyó Señora y Reina de los cielos y de los ángeles
y fue tanta su perfección que la que atribuimos de forma excelentí­
sima a Dios ha de atribuírsele también a la Virgen, de modo que no
le falta más que esto: que no es Cristo» 148 •
Realmente, no se puede decir más de la excelsa dignidad alcan­
zada por . María. Pero el pensamiento de Heredia vuelve una y otra
vez sobre el tema. Comenta en otro pasaje: «Dijo Dios: Hagamos a la
limpísima Virgen Gobernadora y Señora de los cielos y de todo el
orbe, pues también nosotros lo somos y. atribúyanse a ella todas las
perfecciones que a nosotros, ya que, como es nuestro tabernáculo y
1 44
1 45
1 46
1 47
1 48
204
C fr notas 54. 5 9 . 6 2 . 6 6 . 6 7 . 6 8 . 7 8 . 9 1 , etc.
Cfr nota 1 22 .
Cfr notas 6 1 y 1 2 3 .
y 11 2 .
C fr notas 6 1
Cfr nota 6 8 .
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
de ella hemos de tomar carne humana, es digno que merezca ser
hecha a nuestra forma sustanciah> 149 •
Ser hecha según «la forma sustancial» de Dios no implica en · la
explicación de Heredia ningún tipo de panteísmo, que él ha excluido
en varias ocasiones («Ella no es Cristo» ) , sino que como Dios carece
de formas accidentales, no cabe decir más que esto: que la Virgen
es hecha según el ser sustancial de Dios.
Está claro que Heredia no utiliza la expresión escolástica de que
María pertenece en cz'erto modo al orden hz'postátz"co, pero lo está
indicando con suficiente expresividad: «sólo una cosa le falta: que
no es Cristo» . Es ciertamente «creada y causada por Dios; pero, des­
pués de Dios, - es la causa de todas las cosas» 1 50 • «Sólo Dios es perfec­
to, con una perfección sin límites, pero todas las demás perfecciones
que se atribuyen a Dios, las alcanzó y poseyó la limpísima Virgen» 151 •
Por eso, si «Dios es Señor de señores y Rey de reyes, María es Señora
de señoras y Reina de reinas» . Si «Dios es Gobernador del orbe, la
purísima Virgen es Gobernadora del universo» . Si «Dios es Señor de
los demonios, que huyen de El, María es también Señora de ellos y
huyen ante la invocación de su nombre como ante la invocación del
nombre de Jesús» . Si «Dios es Señor de los ángeles, . María es su
Reina» . Si «Dios es Padre del orbe, María es Madre del universo» .
Si «Dios es Padre de Cristo, María es su Madre» . Si «Dios es Padre
de la Virgen, la Virgen es M adre de Dios» 152 •
A tan excelsa dignidad y grandeza no llega María más que por
pura donación del Señor, concretamente de Cristo: «Así como la luna
recibe del sol su claridad, así la Santísima Virgen recibe de Cristo su
Hijo todos sus privilegios y gracias>' 1 53•
4.
La Concepción Inmaculada die María
Todo el tratado de Corona Regz'a está dedicado a exponer el pa­
recer favorable a esta verdad de nuestra Santa Fe, que en los tiempos
en que escribía Heredia era todavía discutida en amplios sectores de
la Iglesia , aunque el Magisterio había comenzado ya a tomar partido
instituyendo un Oficio para celebrar dicha fiesta, concediendo ade­
más a quienes la celebrasen las mismas indulgencias que para la cele­
bración de la festividad del Santísimo Corpus Chrzstz'154, según hace
notar el mismo Heredia en una ocasión 155•
1 49
1 50
151
1 52
1 53
1 54
1 55
Cfr nota 122 .
Cfr nota 1 2 2 .
Cfr nota 1 2 2 .
C fr nota 1 2 3 .
Cfr nota 1 1 2 .
Cfr nota 25 .
C fr nota 2 8 .
205
JESUS POLO CARRASCO
No trato, pues, de repetir aquí todo lo que he ido diciendo ante­
riormente en el análisis ideológico de las diversas partes de la obra.
Lo único que intento es resumir - los princip ales argumentos que él
aduce a favor de esta verdad.
Heredia utiliza, ante tod o, el pa'ralelismo Adán-Eva y Cristo-Ma­
ría, como se ha visto en la primera parte. Allí se llega a decir que
lo mismo que Eva intervino personalmente en la comisión del pecado,
así también María intervino personalmente en la remisión del peca­
do 1 5 6 , de lo cual concluye él que María ha tenido que ser inmaculada
desde su concepción 1 5 7 . Este pensamiento está completado por el
texto de otro pasaje en el que indica que debido a la santidad de
María no podía juntársele ningún pecado de ninguna clase 1 5 8 . El
raciocinio, pues, de Heredia es que para poder intervenir perso­
nalmente en la remisión del pecado o, como dice en otra ocasión,
para poder ser «redentora del pecado futuro» 1 5 9 , la Virgen no podía
haber caído ni - un instante siquiera en pecado: ni original, ni actual.
Dentro del paralelismo, compara también Heredia a Eva con
María. Si Eva fue creada sin pecado, a pesar de que de ella iba a
partir el pecado y la condenación del mundo, Dios no pudo haber
hecho en pecado a la Virgen, ya que de ella iban a depender tantos
bienes para el universo 1 6º.
Como expresión del paralelismo indicado, está también la afir­
mación de Heredia sobre el mismo único principio que forman Adán
y Eva para la vida natural y para la ruina espiritual y la unidad de
principio («una caro» , ·dice él) que forman Cristo y María en el orden
de la gracia 1 6 1 .
En segundo lugar, no olvida Heredia el texto neotestamentario
de Le 1 , 28: A ve, llena de grada, de donde Heredia parte para con­
cluir directamente la plenitud de gracia y, consecuentemente , el
privilegio del pecado original 1 62 .
En tercer término, Heredia arranca frecuentemente de la excelsa
dign_i dad que convenía a la Madre de Dios en orden a ser digna
morada y tabernáculo santísimo donde había de albergarse, por
insondables designios divinos, el Hijo de Dios hecho hombre1 63.
Un cuarto argumento que brota de la pluma de Heredia es el
basado en que cualquier hijo quiere lo mejor para su ma dre y, por
1 56
1 57
1 58
1 59
1 60
161
Cfr nota 48 .
Cfr nota 49 .
Cfr nota 1 0 7 .
Cfr nota 1 1 5 .
Cfr nota 9 0 .
Cfr notas 50
y 81 .
y 88.
1 62
Cfr notas 39
1 63
Cfr notas 54. 5 9 . 6 1 . 6 7 . 1 0 0 . 1 0 3 . 1 04. 1 0 5 , etc.
206
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
tanto, tratándose de Dios, no sólo tuvo que haber querido lo mejor
sino que de hecho pudo conseguirlo , porque ningún hijo puede de­
cirse más amante de su madre ni más poderoso que Cristo Jesús1 64•
En quinto lugar, Heredia, conforme a su opinión de que el mo�
tivo primario de la Encarnación no fue la redención sino la primacía
sobrenatural de Cri'sto sobre toda la creación, concluye que Dios,
en su eterno consejo, decidió la Encarnación y, por tanto, la mater­
nidad divina de María en un signo mental anterior al de la previ­
sión del pecado y, consiguientemente, la Virgen fue elegida Madre
de Dios Inmaculada desde su concepción 1 65 .
En sexto lugar, parte Heredia de que María es llamada por la
Tradición y por la Liturgia Virgo singularzs (Virgen singular) . Y no
lo sería si no hubiera estado, en cuanto al pecado original , muy por
encima del don concedido a san Juan B autista y a Jeremías , de
haber sido purificados del pecado original después de su concepción
y antes de nacer1 66 •
Un séptimo argumento está tomado de varios trozos del Cantar
de los Cantares. María es, según el sagrado texto, «toda hermosa, sin
mancha alguna» , es como «la paloma» y como «la tórtola, que care­
cen de hiel» , es «hermosa como la luna» y «refulgente como el sol» ,
etcétera 1 6 7 •
Y todo esto, desde luego, no le ha venido a María como don de
la naturaleza sino como dádiva de la gracia 1 68 • Ha sido además
priuilegio1 6 9, que le ha concedido el Omnipotente, su divino Hijo
jesús170•
Con esta fundamentación, Heredia da solución a las dos princi­
pales dificultades que todavía en su tiempo . se presentaban en contra
de la doctrina de la Concepción Inmaculada, es, a saber, la univer­
salidad del pecado y la universalidad de la Redención, verdades
ambas claramente reveladas según todos los autores.
Ante la interpretación de los textos paulinos sobre la universalz"dad
del pecado, que los maculistas decían que tenían sentido absoluto en
que no cabe excepción, porque de lo contrario Dios obraría en contra
de la naturaleza y de la norma por El mismo establecida, Heredia
contesta: la norma dada por Dios existe; hay que hablar, por tanto,
1 64
1 65
1 66
1 67
1 68
Cfr notas 76 - 7 8 . 8 2 . 89. 9 1 .
y 1 04 .
Cfr notas 83 y 84.
Cfr notas 7 9
Cfr notas 1 09- 1 1 2 .
«Sed s i mihi objiciatur quod s i quis horno generaret absque libidine, id conceptum
esset absque peccato originali, respondeo quod cum materia, oh infectionem adae prona sit
ad peccatum, naturaliter non esset poosibile generari absque peccato, tamen gloriosa virgo
hoc assecuta est gratia, non natura» , Corona Regia, f. 27 v.
1 69 Cfr nota 6 2 .
1 70 Cfr notas 99 y 1 1 2 .
207
JESUS POLO CARRASCO
de universalidad del pecado. Pero cuando por «necesidad» , es decir,
por altísimos designios de su voluntad, determina algo concreto y
particular que se sale de aquella norma , Dios no actúa contra la
naturaleza ni contra la norma en cuanto tal. Una excepción parti­
cu l ar no rompe l a norma genera l , más aún tratándose como se trata
de un solo caso: tal es lo que sucede con María 1 7 1 • Ella, aunque pro­
viene de Adán, alcanzó una dignidad mayor que la de Adán 1 72 •
Respecto de la universalidad de la Redendón, decían los macu­
listas que la Virgen Nuestra Señora debía de haber sido concebida
en peca do y estar en él al menos por un instante, porque de lo
contrario Dios no hubiera podido librarla ni salvarla de nada, puesto
que ya no necesitaría de redención alguna. Y consecuentemente,
Cristo no sería para ella Redentor, lo cual es claramente herético.
A esto contesta Heredia, si_guiendo la doctrina común entre los
inmaculistas : Tan redentor y salvador es aquel que levanta a uno
después de caído como aquel otro que ayuda a uno para que no
caiga . Lo mismo que se llama m1édico a quien cura de una enfer­
medad existente que a quien, con medicina preventiva, ayu da a no
enfermar. Pues Dios, en el caso de haber salvado a María de caer en
pecado original, es tan Redentor como si la hubiera santificado des­
pués del pecado 1 73 •
Más aún, siguiendo también en esto la línea de la sentencia in­
maculista llega a decir que sería acción más dzgna de un gran Rey
como Dios limpiar, purificar y ambientar de buen olor la estancia
antes de entrar en ella que hacerlo después de haber entrado 1 74 •
5.
Otros dones y prerrogativas de María
Junto a la exención del pecado original en María, Heredia sos­
tiene la plenüud de gracia desde el primer instante de su ser 1 75, dan­
do a entender que, a partir del momento en que se encarnó en ella
el Hijo de Dios, recibió María un mayor caudal de gracia , ya que
a ella «le entregó Dios - según palabras del mismo Heredia - el
régimen y . gobierno del mundo» 1 76 •
Otro punto sostenido por Heredia es el de la impecabilz"dad de
María en cuanto al pecado actual, sea mortal, sea venial. Decimos
«impecabilidad» porque aunque Heredia nunca usa este término, da
a entender con suficiente claridad que se trata del concepto indicado,
1 71
1 72
1 73
1 74
1 75
1 76
208
Cfr notas 71
Cfr nota 6 2 .
Cfr nota 8 7 .
Cfr notas 66
C fr notas 55
Cfr nota 6 8 .
y 72.
y 75.
y 88.
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REG I A
puesto que sus argumeritos apuntan a la imposibilidad de que María
tuviera nunca pecado alguno, «ni original ni mental ni actual» , como
él dice; es decir, ninguna clase de pecado1 77 • Declara además explí­
citamente que Nuestra Señora fue santísima desde el principio 1 7 8.
Afirma también en una ocasión que Dios concedió a Nuestra
Señora la confirmación en gracza179• No dice cuándo recibió María
este don singular, pero bien puede afirmarse que, al menos, desde el
momento de la Encarnación del Hijo de Dios en ella.
Como consecuencia de su exención del pecado original, Heredia
defiende igualmente que María estuvo también exenta de concu­
piscencia, «Todos los miembros de María - dice - , desde la punta
de la cabeza hasta las uñas de los pies, así como sus sentidos, sus
pensamientos y su espíritu, obedecían siempre a la orientación de su
alma» 1 80 • Y su alma, es lógico añadir aquí, estaba empapada de
grac� a sobrenatural, según se ha dicho al tratar de la plenitud de
graCia.
De igual manera, por no haber incurrido ni Jesús ni María en el
pecado original, ambos de berían haber sido inmortales e impasi­
bles181 , puesto que la muerte y el dolor provienen del pecado origi­
nal. Pero, de hecho, lo mismo Cristo que María han padecido y han
muerto, porque esto convenía a los planes divinos de la Redención.
Precisamente por ello, una vez cumplido «todo lo necesario para la
Redención» , «Cristo debía resucitar» : «no sólo para confirmación de
la fe católica» sino además porque, por no haber contraído el pecado
original, no debería morir y, si murió, era necesario que volviera a la
vida. El mismo camino siguió María que, «una vez muerta, fue
resucitada como su Hijo y asunta al delo con Eb>182.
En todo lo demás, que no era necesario para la Redención, María
estuvo exenta de aquellos dolores y enfermedades «que provienen del
pecado» 1 8 3 • Y así dio a luz sin dolor, más aún en medio de un gran
gozo1 84• De igual modo debe decirse que María no estuvo sometida
a la ley femenina de la menstruación: « sería una inmundicia» ; por
otra parte la Virgen Nuestra Señora poseyó «tal complexión» cor­
poral que hizo innecesaria esta redundancia biológica y, finalmente,
porque ello significaría que la Virgen hubiera tenido algún género
1 77
1 78
I 79
l 80
l81
1 82
1 83
1 84
Cfr notas 92 . 1 0 7 . 1 2 8 ; véase también
Cfr nota 1 04 .
Cfr nota 8 5 .
Cfr nota 9 9 .
C fr nota 8 6 .
Cfr notas 8 6
Corona Regia, f. 6 v.
y 123.
C fr nota 8 6 ; véase también
Cfr nota 8 6 ; véase también
Corona R egia, f . 1 8 .
Corona R egia, f . 7 v . y 1 8 .
209
JESUS POLO CARRASCO
de «mancha, contra lo cual está el texto del Cantar de los Cantares:
Toda hermosa eres, amiga mía, y no hay en ti mancha alguna>> 185•
Otro de los dogmas afirmados frecuentemente por Heredia es el
de la maternidad virginal de Nuestra Señora : Cristo, en su natura­
leza humana, fue concebido sin semen de hombre alguno, de tal
forma que no tuvo más progenitor que María, su Madre 1 86 • Esto en
cuanto a la virginidad ante partum. La virginidad zn partu la su­
giere al decir que dio a luz sin dolor, según hemos visto antes. De
la virginidad post partum no trata expresamente en esta obra 1 87 •
Hemos dicho, al estudiar la primera parte, que Heredia prueba la
Concepción Inmaculada de María partiendo de su intervención en la
remzsz.ón del pecado e hicimos notar cómo nuestro autor llega a decir
que la intervención de María fue «personal» como también había
sido «personal» la de Eva en cuanto a la realización del pecado. Seña­
lamos también entonces que, en Heredia, no se halla el término de
«Corredentora» aplicado a la Santísima Virgen. No obstante tenemos
que añadir, ahora que tratamos ex profeso del tema, que la idea
está en Heredia; hasta el punto que no sólo prueba la Inmaculada
partiendo de la verdad de la corredención, sino que incluso llega a
llamar a Nuestra Señora «liberadora del mundo entero» 1 88 y «reden­
tora del fu turo pecado, a una con la Encarnación y Pasión de su
Hijo» 1 89 • Por ello, en honor a la verdad, no podemos menos de cata­
logar a Pablo de Heredia entre los autores que, aunque sea con ter­
minología un tanto defectuosa, admiten y defienden la doctrina cató­
lica de la Corredención de Nuestra Señora.
El tema de la maternidad espiritual de María respecto de todos
los hombres está simplemente apuntado : «Todos somos hijos de la
Virgen Inmaculada, aunque el verdadero y primogénito Hijo es
Cristo» 190• No hay en todo el tratado afirmación más explícita sobre
esta verdad, si exceptuamos lo que vamos a ver sobre su poder de
intercesión sobre el mundo y sobre los pecadores en particular.
Ella, asunta al cielo, es con mayor razón que en la tierra, R eina
del universo y de los ángeles191 , ((Reina de reinas» y «Madre del
mundo» 192 • Gracias a sus oraciones, llenas de piedad y clemencia,
puede mantenerse el mundo1 93 • Y es tan inabarcable su misericordia ,
1 85
186
Cfr notas 93-95; véase también Corona R egia, f. 1 8 .
Cfr. notas 9 2 y 1 0 0 ; véase Corona R egia, f. 1 4 v.
1 8 7 De la virginidad de Nuestra Señora trata ampliamente Heredia en su obra Ensis Paulz�
, p . 256.
libro 5 , cap. 1 - 1 1 ; cfr F. SECRET, art. cit.
·
1 88 Cfr nota 9 0 .
1 89 Cfr nota 1 1 5 .
1 90 Cfr nota 1 2 6 .
1 9 1 C fr nota 1 2 3 .
1 92 C fr nota 1 2 3 .
1 93 C fr nota q 9 .
210
PAULUS DE HEREDIA: CORONA REGIA
que si el mismo Judas se hubiera acercado a ella con el corazón
arrepentido, incluso en el momento en que tenía a su Hijo muerto
entre sus brazos, le hubiera perdoriado 1 94•
Desde el cielo sigue intercediendo por los hombres. Para eso de­
rramó Cristo sobre ella tanta abundancia de dones divinos y de
gracia sob renatural . El santificó a María «para que ella pudiera san­
tificar al mundo» . El dio a MarÍla el gobierno «para que ella pudiera
regir el universo» . El coronó a María «para que en ella fuera coro­
nada la Creación» l 9 5.
N. B. : El texto que · sigue a continuación en facsímil está tomado
del ejemplar existente en la Biblioteca Nacional de Madrid (1- 7 4/2) .
1 94
1 95
Cfr nota 124.
C fr nota 1 2 5 .
21 1
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