Aspectos psicológicos en la epilepsia

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NEUROPSICOLOGÍA
DE LA EPILEPSIA
J. DE FELIPE-OROQUIETA
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EFECTOS DE LOS FÁRMACOS
ANTIEPILÉPTICOS EN LA COGNICIÓN
Resumen. Se revisan los efectos cognitivos de los fármacos antiepilépticos (FAE) más comúnmente utilizados y se discuten tanto
los efectos absolutos –los efectos comparados con el no tratamiento– como los relativos –la comparación entre un FAE y otro–. Se
muestra el patrón cognitivo por cada FAE, basado en una revisión
de la literatura, que consiste en 1.357 artículos de revistas científicas, con revisores. La información disponible en el momento en
que se escribió el artículo se discute como anexo. [REV NEUROL
2002; 34: 851-6]
Palabras clave. Efectos cognitivos. Epilepsia. Fármacos antiepilépticos. Función cognitiva.
EFEITOS DOS FÁRMACOS
ANTIEPILÉPTICOS SOBRE A COGNIÇÃO
Resumo. São revistos os efeitos cognitivos dos fármacos antiepilépticos (FAE) utilizados mais frequentemente, sendo discutidos tanto os
efeitos absolutos –os efeitos comparados com o não tratamento– e os
efeitos relativos –a comparação de um FAE com outro–. É assim apresentado o padrão cognitivo para cada FAE, sobre a base de uma
revisão da literatura, que consiste em 1.357 artigos publicados em
revistas científicas com revisores. A informação disponível no momento em que o artigo foi escrito é discutida em anexo. [REV NEUROL
2002; 34: 851-6]
Palavras chave. Efeitos cognitivos. Epilepsia. Fármacos antiepilépticos. Função cognitiva.
Aspectos psicológicos en la epilepsia
J. DeFelipe-Oroquieta
PSYCHOLOGICAL ASPECTS INVOLVED IN EPILEPSY
Summary. Introduction. In spite of the importance of psychological perspective that influence directly or indirectly in the
treatments of epilepsy, the psychology plays in the physical assistance reality a secondary place. Objective. To review the relevant
psychological aspects about affective aspects in epilepsy. Development. The revision of frontal and limbic lobes, hemispheric
lateralization, processual and stationary epilepsy, forced normalization, interictal psichopathological disturbances, effects of
antiepileptic drugs, quality of life and another aspects related living the illness. Conclusions. Clinical psychology and neuropsychology contribute with relevant information about diagnostics, treatments, to know deeply the illness and the advise of the health
professionals. [REV NEUROL 2002; 34: 856-60]
Key words. Interictal psychological disturbances. Psychosocial factors. Quality of life. Temporal lobe epilepsy.
INTRODUCCIÓN
Los aspectos psicosociales asociados a la epilepsia todavía se
desconocen con profundidad, aunque inciden directa e indirectamente en el tratamiento de la enfermedad.
La epilepsia no es un estigma, ni una enfermedad ‘mágica’,
pero en la actualidad el rechazo social y laboral resulta evidente;
prueba de ello es la ocultación de la enfermedad por temor a ese
rechazo. A pesar del papel secundario que ocupan los aspectos
psicológicos en la asistencia sanitaria, resulta difícil negar la existencia de sufrimiento psíquico y la presencia de alteraciones psicopatológicas en quienes sufren la enfermedad. La epilepsia se ha
considerado, hasta hace relativamente poco tiempo, una enfer-
medad mental. En la novena revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-9) de 1978, la epilepsia ya no
aparece como una enfermedad mental [1]. Hoy día se considera
una enfermedad neurológica.
Actualmente se desconocen cuáles son los factores que inciden en la mayor presencia de trastornos psicológicos en pacientes
epilépticos. El estudio de las manifestaciones psicopatológicas
en la epilepsia requiere considerar un gran número de variables y,
a través de un enfoque multidisciplinar, las numerosas manifestaciones clínicas pueden analizarse desde distintas perspectivas.
Este trabajo trata de revisar los estudios referentes a las variables
psicológicas vinculadas a la epilepsia.
Recibido: 13.06.01. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones:
28.09.01.
Cela. Castillo de Alarcón, 49. E-28692 Villafranca del Castillo (Madrid).
E-mail: [email protected].
Profesor asociado del Departamento de Psicología. Facultad de Ciencias
Sociales y de la Educación. Universidad Camilo José Cela. Colaborador en
el Servicio de Neurocirugía del Hospital de la Princesa. Madrid.
Agradecimientos. A los pacientes epilépticos y las familias que padecen la enfemedad, por su colaboración en el estudio, y al Dr. García de Sola, jefe del Servicio de
Neurocirugía del Hospital de la Princesa, por permitirme la colaboración en el
hospital para estudiar las alteraciones psicopatológicas vinculadas a la epilepsia.
Correspondencia. Jesús de Felipe Oroquieta. Departamento de Psicología.
Facultad de Ciencias Sociales y de la Educación. Universidad Camilo José
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 2002, REVISTA DE NEUROLOGÍA
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ASPECTOS PSICOLÓGICOS EN LA EPILEPSIA
DESARROLLO
Estudios sobre el sistema límbico y los lóbulos frontales
Los lóbulos frontales, el sistema límbico y la relación entre ellos
se consideran en neuropsicología las estructuras que regulan las
manifestaciones autonómicas de la vida emocional [2]. Las investigaciones sobre las bases neurales de las emociones recogen
algunos aspectos fundamentales en los estudios relacionados con
el sistema límbico [3]: a) El importante papel de la amígdala sobre
el miedo como función reguladora y adaptativa de reacciones
animales y humanas [4-6] y su valor como reforzador en el aprendizaje [7-9]; b) Las investigaciones de Gray [10-12] sobre la influencia del septo y del hipocampo en la inhibición cognitiva de
la ansiedad y del estrés; y c) El valor de las conexiones entre la
amígdala, el cíngulo y las áreas prefrontales en la mediación de
las interacciones socioemocionales [13,14].
Las investigaciones neuropsicológicas respecto a los síndromes frontales (orbitales, dorsolaterales y mediales) y el sistema
límbico han influido e influyen enormemente en la comprensión
del área afectiva por parte de los neurocientíficos.
Probablemente, los hallazgos científicos al respecto hayan
influido en una mayor aceptación de sintomatología psicopatológica en pacientes con epilepsia del lóbulo temporal (ELT). Diversos autores llegan a justificar la existencia de sintomatología afectiva, de naturaleza intermitente, en los pacientes epilépticos crónicos graves y de rasgos específicos en la personalidad de los
pacientes con ELT cuando el foco de irritación se sitúa en el
lóbulo temporal [15-18].
Diferencias interhemisféricas
Los descubrimientos respecto a las diferencias interhemisféricas
han enriquecido el estudio de las variables afectivas en neuropsicología. Con cierta frecuencia se observa una reacción depresivocatastrófica (signos de ansiedad o un repentino estallido de lagrimas)
en los pacientes cuando se les inyecta el anestésico (amital sódico)
en la arteria carótida izquierda (hemisferio izquierdo), mientras que
se aprecia una reacción euforicomaníaca (reacción de indiferencia)
tras repetir el procedimiento en la carótida derecha (hemisferio
derecho) durante la aplicación del test de Wada. Parece existir una
mayor predominancia de un hemisferio sobre varios aspectos de las
emociones frente a la hipótesis alternativa que asume diferencias
interhemisféricas para afectos opuestos. Las diferencias interhemisféricas podrían ser más bien complementarias y cualitativas antes
que cuantitativas: el hemisferio derecho podría desempeñar un mayor
papel en los aspectos básicos y automáticos de las emociones, y el
izquierdo, en el control de funciones, particularmente en el aspecto
intencional de la expresión de las emociones [19].
Epilepsia procesal y estacionaria
Otras investigaciones que han influido en los estudios psicopatológicos de la epilepsia han sido las referentes a la concepción de
epilepsia procesal frente a epilepsia estacionaria. La epilepsia
procesal consiste en un empeoramiento psicológico progresivo;
se trata de alteraciones del carácter que aumentan progresivamente (irritabilidad, agresividad, hipocondría, impulsividad y otras
alteraciones intensificadas) hasta el momento de la crisis epiléptica, cuando el sujeto siente haberse liberado o aliviado de una
tensión insoportable. En la epilepsia estacionaria, las alteraciones
psíquicas se mantienen sin grandes oscilaciones y quienes la padecen no sienten una sensación de alivio después de las crisis. Aunque
la epilepsia estacionaria es la más frecuente, no debe establecerse
una frontera rígida entre ambos tipos de epilepsia [20].
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Normalización forzada
La investigación anterior podría vincularse estrechamente a los
hallazgos de Landolt [21], quien observó que durante la ocurrencia de estados psicóticos, el registro EEG se normalizaba al compararlo con medidas previas, fenómeno que denominó ‘normalización forzada’. Este concepto ha tenido un gran impacto respecto
al tratamiento y estudio de los fenómenos psicóticos con relación
a la epilepsia, pero resulta controvertido porque se desconocen
los mecanismos subyacentes, y no es un fenómeno muy usual en
la clínica. Se plantea la relación inversa entre el sistema de activación reticular ascendente y la inhibición de dicho sistema por
estructuras del hipocampo; durante las crisis epilépticas, el efecto
inhibidor de las estructuras hipocámpicas se reduciría y ello provocaría un exceso de activación, lo que originaría los síntomas
psicóticos. Esta relación inversa entre psicosis y epilepsia ocurre
con mayor frecuencia en epilepsias generalizadas. También se ha
analizado el valor de la dopamina como mediadora de la relación
inversa entre psicosis y crisis epilépticas: un exceso produciría
síntomas psicóticos e inhibiría las crisis epilépticas, y viceversa
[22].
Alteraciones psicopatológicas interictales
La división de las manifestaciones precríticas, críticas, poscríticas e intercríticas (antes, durante, después y entre crisis epilépticas) la introdujo Pond en 1957; se trata de una clasificación conceptual utilizada por gran número de investigadores porque facilita
la diferenciación de los fenómenos o manifestaciones psicológicas en función de la cercanía o distancia en el tiempo de la crisis
epiléptica. Se considera que los trastornos pericríticos se relacionan claramente con una actividad eléctrica anormal en el sistema
nervioso central (SNC), mientras que los trastornos intercríticos
se producen entre episodios y no se relacionan con claridad con
una alteración neurofisiológica aguda [23]. Las manifestaciones
psiquiátricas intercríticas o interictales son las alteraciones de la
personalidad, el intelecto, la vida emocional y el comportamiento
que permanecen más o menos estables y llevan una existencia
relativamente independiente de las crisis epilépticas [24]. A la
hora de delimitar las materias de estudio, las manifestaciones
intercríticas o interictales son las que más interesan a la psicología, ya que no guardan una relación tan directa con las crisis
epilépticas, sino con variables emocionales. No obstante, se cree
que el interés sobre las variables psicosociales y el hecho de
enfocar la compleja realidad del paciente desde el punto de vista
psicológico no necesariamente debe implicar la negación de correlatos biológicos subyacentes.
El hecho de padecer epilepsia no implica necesariamente presentar una enfermedad mental. La mayoría de los pacientes con
epilepsia controlan sus crisis gracias al tratamiento farmacológico (80%) y no tienen por qué presentar alteración psíquica alguna
por el hecho de padecer la enfermedad.
Resulta controvertido el reconocimiento de una mayor incidencia de trastornos psicopatológicos en los pacientes epilépticos, a diferencia de la población general; unos autores encuentran
diferencias, y otros, no, a pesar de lo cual se acepta de modo
generalizado que una minoría de pacientes epilépticos presentan
trastornos psicopatológicos permanentes [25].
La mayor incidencia de trastornos psicopatológicos dentro de
los diferentes tipos de epilepsias se ha vinculado a la ELT; sin
embargo, en otras publicaciones no aparecen diferencias significativas intergrupos entre pacientes con ELT y otro tipo de epilepsia. Parece que la controversia sobre la incidencia de alteraciones
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J. DE FELIPE-OROQUIETA
psicopatológicas interictales podría relacionarse con la heterogeneidad metodológica encontrada en los diversos estudios, desde
el diagnóstico diferencial del tipo de epilepsia –sin confirmación
localizadora mediante vídeo-EEG, sin resultados de resonancia
magnética (RM), etc.– hasta los criterios y procedimientos de
valoración de los fenómenos psíquicos –no utilizar valoración
del DSM-IV, ausencia de grupos control, etc.–. Este tipo de problemas metodológicos hace que los autores lleguen a resultados
divergentes [26].
Otros autores señalan diversos factores de riesgo de padecer
alteraciones psicopatológicas: más de un tipo de crisis, interacciones complejas con lateralidad, edad en el momento de las
crisis, medicación y otras variables, que pueden ocasionar más
psicopatología que un foco en el lóbulo temporal o los efectos de
la lateralización del foco epiléptico [27-29].
El interés en la investigación a lo largo de la historia respecto
a las alteraciones psicopatológicas interictales crónicas ha recaído sobre: los trastornos afectivos, psicosis esquizofreniformes,
agresión y cambios en la personalidad o personalidad epiléptica
[30]. Dichos estudios también presentan las dificultades señaladas anteriormente por la heterogeneidad metodológica aplicada
en el estudio del área afectiva y, probablemente, por la falta de un
modelo teórico que unifique criterios.
mente por gran número de autores, pero los resultados hallados
presentan discrepancias.
Trastornos afectivos
Respecto a la existencia de una personalidad epiléptica, las divergencias teóricas son aún más acentuadas. Pueden encontrarse autores que defienden la existencia de una personalidad epiléptica o
síndrome comportamental específico [17] y otros que afirman que
este fenómeno está aún por demostrar [26]. Cualquier profesional
en contacto con pacientes epilépticos podría afirmar la existencia
de rasgos de personalidad diferenciales en grupos de pacientes
epilépticos. No obstante, factores tales como efectos secundarios
farmacológicos, duración de la enfermedad, tipo de epilepsia, variables emocionales y neuropsicológicas, y estructura familiar, entre
otros, podrían aportar luz sobre la existencia de patrones estables
y diferenciales en la personalidad de los epilépticos observados en
la clínica.
Aunque la depresión es el trastorno mental más frecuente en la
epilepsia, parece ser uno de los menos estudiados [30,31].
Las depresiones intercríticas son mucho más variadas que las
pericríticas, tienen mayor consistencia en el tiempo y, por definición, presentan una mayor independencia de las crisis epilépticas; sin embargo, no siempre es posible diferenciar las manifestaciones intercríticas de las pericríticas, y además, las depresiones
en los epilépticos suelen ser multicausales.
Entre las manifestaciones depresivas intercríticas se encuentran las denominadas depresiones reactivas a la vivencia de la
enfermedad epiléptica, la estigmatización, las frustraciones sociolaborales y personales, etc., que se convierten posteriormente
en trastornos depresivos mayores. Son muy infrecuentes las depresiones graves, y aún más los trastornos hipomaníacos. Las
más frecuentes son las depresiones reactivas, especialmente al
inicio del curso de la enfermedad, cuando el paciente debe esforzarse en entenderla y pasa por un período de pesadumbre hasta la
elaboración del estigma e inhabilitación asociados a la epilepsia.
No obstante, el 80% de los pacientes epilépticos informa de sentimientos de depresión, y hasta un 40% de los afectados padece
depresión endógena. Además, estos pacientes presentan una alta
tasa de suicidio [32].
Alteraciones psicóticas
El término schizophrenia-like (esquizofreniforme) fue utilizado
por Slater para diferenciar las alteraciones psicóticas que aparecían en algunos pacientes epilépticos de las encontradas en la
esquizofrenia propiamente dicha. Las psicosis esquizofreniformes se diferencian de la esquizofrenia por una preservación del
afecto y de las relaciones interpersonales [33-35].
Las psicosis episódicas se asocian a una pérdida de conciencia
y a una anomalía en el EEG, a excepción del fenómeno de la normalización forzada y las psicosis crónicas, que se acompañan de
anomalías en el lóbulo temporal y, en el caso de los estados esquizofreniformes, en el lóbulo temporal izquierdo [36]. Los trastornos
psicóticos en pacientes epilépticos han sido estudiados amplia-
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Agresión
El miedo y la agresión son dos características comunes de la
personalidad en los pacientes con ELT [37]. Se ha planteado que
los efectos beneficiosos de las intervenciones neuroquirúrgicas
(amigdalectomía) apoyan la vinculación de la agresión con la
ELT; además, se han hallado episodios de descontrol y agresividad en pacientes con ELT farmacorresistentes, candidatos a una
intervención quirúrgica. La agresión anormal presente en algunos pacientes con ELT está influida por el temprano comienzo de
la enfermedad, psicosis, dificultades psicosociales y educacionales, afectación de la inteligencia, dificultades socioeconómicas,
pobre dinámica familiar con abuso físico, etc. [38].
La violencia y la agresión interictales son más controvertidas
que las preictales e ictales. Algunos autores encuentran incidencias relativamente altas de violencia y hostilidad interictal en la
bibliografía y recogen los siguientes factores de riesgo más alto
de violencia en epilepsia: menor edad, uso de fenobarbital en
niños, crisis de inicio temprano, estado socioeconómico más bajo
y focos epilépticos temporales izquierdos.
Personalidad epiléptica
Calidad de vida
La calidad de vida es un concepto aparecido en los años cuarenta
para valorar los efectos de los agentes quimioterápicos del cáncer
y en la actualidad, en el ámbito sanitario, es un concepto que se
refiere a la percepción del sujeto sobre los aspectos físicos, mentales, emocionales y sociales de su estado de salud. Sin embargo, se
han llevado a cabo escasos estudios de investigación formal sobre
la calidad de vida en la epilepsia. El concepto de calidad de vida es
el estado global de bienestar que se centra en áreas como: síntomas,
función física, actividades sociolaborales, función social, emociones, cognición, sueño/reposo, energía/vitalidad, percepciones de
salud y satisfacción vital general [39].
Efectos secundarios de los fármacos antiepilépticos
Los estudios referentes a los efectos de los fármacos antiepilépticos (FAE) sobre la conducta no están exentos de dificultades
metodológicas. Las revisiones bibliográficas realizadas denotan efectos positivos sobre la conducta en el 38% de los pacientes; en el 40%, el impacto sobre la conducta no se observaba, y
en el 22%, con algún tipo de fármacos se asociaban efectos
negativos sobre la conducta al compararlos con el placebo.
Respecto a los principios activos, las benzodiacepinas tenían
efectos positivos sobre la conducta en el 65% de casos; el ácido
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ASPECTOS PSICOLÓGICOS EN LA EPILEPSIA
valproico, en el 57%, y la carbamacepina, en el 51%. Los barbitúricos eran los fármacos con mayores efectos negativos sobre la conducta y el área cognitiva (53% de casos): aumento de
depresión, irritabilidad, oposicionismo, disfunciones atencionales y enlentecimiento en las pruebas motoras y verbales. La
fenitoína no presentaba efectos tan negativos como los barbitúricos [40].
Otros aspectos asociados a las epilepsias farmacorresistentes
Durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta, los pacientes farmacorresistentes frecuentemente han sufrido insultos, el
rechazo explícito e implícito de los compañeros del colegio, de
los amigos, de las empresas... Ocultar la enfermedad en tal situación se convierte en una conducta socialmente adaptativa. Al
padecimiento de la enfermedad se añade una vivencia social
traumática de rechazo y falta de desarrollo social básico, por lo
que suelen presentar dificultades en establecer relaciones interpersonales.
El rechazo social y laboral sufrido por algunos pacientes influye necesariamente en una baja autoestima e incrementa su
tendencia al aislamiento y la sobredependencia familiar. Esta
situación es más infrecuente en los pacientes epilépticos no farmacorresistentes, ya que pueden ocultar más fácilmente la enfermedad y establecer lazos afectivos, sociales o laborales.
La familia de los epilépticos sufre también profundamente las
consecuencias de la enfermedad, en especial cuando las epilepsias son muy graves. El temor a una caída al suelo, a ser atropellado en la calle, a quemarse en la cocina, etc., por la pérdida de
conciencia, hace que deba prestarse una atención adicional al
familiar enfermo y ello crea una relación de dependencia, con
múltiples efectos degradantes en las relaciones familiares (reducción de vida social y actividades de ocio o de pareja, agresión,
depresión, conflictos familiares, relación amor-odio, oposicionismo, etc).
La relación de sobredependencia familiar, el aislamiento de
los pacientes del mundo social a lo largo de los años, así como
otros factores asociados, constituyen frenos e inhibiciones al
desarrollo afectivo normal de los pacientes, que pueden presentar
una inmadurez psicológica o desarrollo emocional no correspondiente a la edad cronológica del sujeto.
Los déficit cognitivos asociados a la epilepsia influyen también, en ocasiones, en el área emocional del paciente. Por ejemplo, a pesar de tener un cociente intelectual elevado, un paciente
diestro puede creer erróneamente que es deficiente mental al ser
consciente de sus dificultades específicas en la memoria verbal
por un foco epiléptico en el lóbulo temporal izquierdo.
El vacío asistencial sanitario sobre los aspectos psicológicos
de los pacientes y las familias que padecen la epilepsia podría
ilustrarse con el siguiente ejemplo: un paciente operado de cirugía de epilepsia farmacorresistente puede salir del hospital sin las
crisis epilépticas persistentes que padecía durante tantos años y
puede encontrarse físicamente muy bien en un corto período,
pero deja el hospital sin saber orientarse en la ciudad porque
siempre ha ido acompañado de su madre, a pesar de tener 39 años;
tampoco ha podido aprender cómo relacionarse con las personas
de su entorno y explica que es como ‘volver a nacer’. Si tiene
suerte, le instauran un tratamiento psiquiátrico con un antidepresivo para que mejore su estado de ánimo, pero nadie le enseña
estrategias para afrontar su nueva situación vital ni para elaborar
el duelo que supone tantos años de vivencia de la enfermedad, ni
recibe tampoco una rehabilitación neuropsicológica del déficit
cognitivo posquirúrgico que facilite una mayor adaptación a su
entorno, con todos los problemas que implica dicho déficit en la
calidad de vida.
La psicología clínica y la neuropsicología son dos disciplinas
que aportan conocimientos relevantes en la relación entre el sistema nervioso y los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales. Ambas disciplinas permiten una mejor evaluación, tratamiento
y rehabilitación de los pacientes, así como un asesoramiento a los
familiares y profesionales de la salud.
CONCLUSIONES
La epilepsia es una enfermedad que debe estudiarse desde un
punto de vista pluridisciplinar. Los aspectos psicológicos, a pesar
de su importancia, desempeñan un papel secundario en la realidad asistencial sanitaria. Existen investigaciones de enorme interés relacionadas con las variables emocionales y cognitivas asociadas a la epilepsia. Los pacientes epilépticos no son enfermos
mentales, pero un porcentaje presenta alteraciones psicopatológicas leves o graves, dependiendo de un complejo entramado de
variables biopsicosociales. La influencia del sistema límbico y
frontal, la localización del foco epiléptico, las frustraciones asociadas a la vivencia de la enfermedad y otras variables permiten
comprender la predominancia de alteraciones psicopatológicas
interictales. En los casos más graves predominan la depresión,
alteraciones esquizofreniformes, agresión y cambios en la personalidad, pero incluso en los más leves se observan rasgos depresivos, falta de habilidades sociales y otros componentes asociados a la vivencia de la enfermedad.
La psicología clínica y la neuropsicología aportan datos muy
valiosos sobre diagnóstico, tratamiento e investigación de los
aspectos psicológicos asociados a la enfermedad, que revierten
en una mejor calidad de vida de los pacientes y de sus familiares,
y en un asesoramiento sobre variables cognitivas y afectivas a
profesionales no especializados.
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ASPECTOS PSICOLÓGICOS EN LA EPILEPSIA
Resumen. Introducción. A pesar de la importancia de las variables
psicológicas que inciden directa o indirectamente en el tratamiento
de la epilepsia, la psicología desempeña un papel secundario en la
realidad asistencial sanitaria. Objetivo. Revisar las investigaciones relevantes sobre las variables psicológicas en lo que respecta
al área emocional en la epilepsia. Desarrollo. Se revisan las aportaciones de los estudios sobre el sistema límbico y áreas frontales,
diferencias interhemisféricas, epilepsia procesal y estacionaria,
normalización forzada, alteraciones psicopatológicas interictales,
efectos secundarios del tratamiento antiepiléptico, calidad de vida
y otros aspectos asociados a la vivencia de la enfermedad. Conclusiones. La psicología clínica y la neuropsicología aportan datos
muy valiosos sobre el diagnóstico, tratamiento, conocimiento de la
enfermedad y asesoramiento a los profesionales de la salud. [REV
NEUROL 2002; 34: 856-60]
Palabras clave. Alteraciones psicopatológicas interictales. Aspectos
psicosociales. Calidad de vida. Epilepsia del lóbulo temporal.
ASPECTOS PSICOLÓGICOS IMERSOS NA EPILEPSIA
Resumo. Introdução. Apesar da importância das variáveis psicológicas que incidem directa ou indirectamente no tratamento da
epilepsia, a psicologia ocupa na realidade assistencial sanitária,
um papel secundário. Objectivo. Rever as investigações relevantes referentes às variáveis psicológicas no que diz respeito à área
emocional na epilepsia. Desenvolvimento. São revistos os contributos dos estudos sobre o sistema límbico e áreas frontais, diferenças inter-hemisféricas, epilepsia processual e estacionária,
normalização forçada, alterações psicopatológicas interictais,
efeitos secundários do tratamento antiepiléptico, qualidade de
vida e outros aspectos associados à vivência da doença. Conclusões. A psicologia clínica e a neuropsicologia trazem dados
muito valiosos sobre o diagnóstico, tratamento, conhecimento da
doença e a assessoria dos profissionais de saúde. [REV NEUROL
2002; 34: 856-60]
Palavras chave. Alterações psicopatológicas interictais. Aspectos
psicossociais. Qualidade de vida. Epilepsia do lobo temporal.
860
REV NEUROL 2002; 34 (9): 856-860
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