informe del observatorio sobre proyecto de ley tdt

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EL OBSERVATORIO DE MEDIOS FUCATEL FRENTE AL ESTADO ACTUAL DEL PROYECTO
(que modifica la ley 18.838 para permitir la migración de la televisión abierta a la TV
Digital en Chile)
El principio general que sustenta las posiciones del Observatorio no es otro que el
planteado en diversos acuerdos internacionales, suscritos por Chile, donde se establece
que es deber del Estado garantizar el acceso igualitario a la propiedad de los medios,
como un requerimiento esencial del derecho ciudadano a la libertad de expresión.
El análisis del proyecto en su estado actual permite destacar algunos importantes logros,
así como dejar en evidencia muchas disposiciones que no promueven, o desincentivan,
la incorporación de nuevos operadores televisivos, postergando la promesa de más y
mejor TV para Chile, realizada por el gobierno de Michelle Bachelet al enviar, en octubre
de 2008, la propuesta legal al Parlamento.
A continuación, damos a conocer las principales conquistas presentes en el proyecto, así
como sus deficiencias y normativas ausentes, consideradas claves por nuestro
Observatorio para garantizar la democratización del sistema televisivo chileno.
LOS PROGRESOS PRESENTES EN EL PROYECTO DE LEY
El proyecto ha sido mejorado en su tramitación, especialmente en los siguientes
aspectos:
 El enriquecimiento del concepto de correcto funcionamiento que define el “deber
ser” de nuestra televisión (art.1º) y que introduce, además de los criterios éticos,
nuevas obligaciones a los concesionarios. Lo anterior abre la puerta a la ciudadanía
para reclamar al Consejo su cumplimiento y, también, si se modificaran las
exigencias para la atribución y renovación de las concesiones, podría considerarse
como parte de los elementos de análisis de los proyectos interesados en obtener
un espacio en el espectro radioeléctrico.
 El reconocimiento de nuevos actores en la TV, como la regional, local, educativa,
cultural y comunitaria, que pueden aportar diversidad a nuestro sistema televisivo.
 La existencia de subsidios, incluyendo la producción de contenidos, a la TV
educativa, local y comunitaria, que resulta esencial para la viabilidad económica de
este tipo de televisiones que no persiguen necesariamente el lucro y tienen una
alta rentabilidad social.
 El aumento a 4 horas de programación cultural obligatoria para los canales de la TV
abierta de libre recepción, y la obligación de que 2 de ellas deban programarse
en horario prime, como contribución al mejoramiento de la calidad de la TV.
 La incipiente profesionalización del CNTV, que contribuye a generar mejores
competencias técnicas de este órgano.
 Las atribuciones entregadas a la fiscalía Nacional Económica para que analice el
efecto de cualquier cambio en la propiedad de los concesionarios de radiodifusión
televisiva, sobre la competencia y la concentración de los medios.
LO MALO DEL PROYECTO DE LEY
 La discriminación de los plazos de duración de las concesiones: indefinidas, de 20
y de 5 años
En los artículos transitorios se mantiene el privilegio histórico de las concesiones
indefinidas, que resultan discriminatorias desde el punto de vista constitucional. La
duración limitada de todas las concesiones es indispensable para la igualdad de los
operadores. 20 años es un plazo adecuado a la realidad nacional, si bien es muy
superior al plazo previsto en otras legislaciones.
Se establece en 20 años la duración para las nuevas concesiones que contarán con
atribución de espectro. Sin embargo se le dan sólo 5 años a las que no tienen
capacidad propia de transmisión de señales de TV y emitirán sus contenidos por las
frecuencias de terceros, lo cual representa un período muy corto para recuperar
las inversiones en que deberán incurrir las nuevas estaciones televisivas.
 No se garantiza el acceso de transmisión a las concesiones sin espectro que
representaba el gran aporte de la digitalización
La obligación a los privados de ofrecer el remanente de su capacidad ociosa del
espectro, en oferta pública, para transportar otros canales, es una disposición
correcta presente en el proyecto. No obstante, el Observatorio ha insistido que
sea la TV pública, con su capacidad instalada, la que garantice este servicio de
radiodifusión de contenidos de terceros, a precio de costo y sin discriminación
alguna. En el proyecto esta medida clave para facilitar el acceso a nuevos
operadores, depende de la voluntad del concesionario, quien podría llegar a
utilizar la totalidad del espectro y no dejar ningún espacio para transmisión de
terceros.
Es necesario, entonces, restablecer la figura de un operador de servicios de
radiodifusión televisiva digital sin concesión de contenidos para permitir que
realmente exista una oferta del servicio de mero “transportador” en todas las
zonas del país.
 Discriminaciones en el proceso de atribución de las concesiones
El proyecto establece asimetrías injustificadas en el sistema de acceso a las
concesiones. La consulta a un consejo asesor, prevista para la TV comunitaria,
debiera ser una exigencia para todos los concursos de concesiones de TV y se
debiera preocupar de manera especial de cuál de los concursantes garantiza de
mejor forma la diversidad.
 No garantiza reserva de espectro para los operadores que representan la
principal fuente de diversidad
La reserva del 40%, que establece el artículo 50, para la TV regional, local
comunitaria, cultural y educativa, y que representa el mayor aporte del proyecto
en pos de la diversidad, es incierto, pues no se conocen las reales capacidades
espectrales en cada zona de servicio, es decir no se sabe que cantidad de canales
estarán disponibles para las nuevas emisoras. Legislar, asegurando derechos a los
actuales concesionarios, establece a priori una discriminación arbitraria respecto
de aquellos a los que se les promete un porcentaje sobre una capacidad
desconocida hasta hoy y que podría ser mínimo.
 No garantiza la igualdad de acceso a la TV abierta para todos los chilenos
La posibilidad de cobrar por la oferta de hasta un 50% del espectro concesionado,
que incluye a las nuevas señales que podrán tener los canales en el escenario
digital, contraviene un derecho inherente a la definición de TV abierta. Además,
la TV de pago se desarrollará muy probablemente en las zonas económicamente
rentables, donde haya masa crítica de suscriptores dispuestos a pagar y en las
demás zonas de servicio no será viable, económicamente, su desarrollo. La
apertura en distintas legislaciones internacionales a considerar la posibilidad de
un porcentaje de cobro, para enfrentar las dificultades de financiamiento de los
canales en el nuevo escenario de multiplicación de canales propio de la
digitalización, se contempla principalmente para otros usos del espectro, propios
de la convergencia de las plataformas, y no para programación televisiva.
De aprobarse el 50% de pago, existe el riesgo de que la TV gratuita termine siendo
un espacio de anuncios de la TV de pago y de la programación de mala calidad.
 Las normas sobre la TV comunitaria no son adecuadas para el nuevo escenario
digital
No se establece claramente que las televisiones comunitarias no tengan fines de
lucro, con lo cual queda abierta la puerta para que se conviertan en emisoras
locales comerciales, sin impacto verdadero en la diversidad y el pluralismo que se
persigue con su existencia y fomento.
El proyecto las limita en su cobertura al ámbito territorial. El problema de esta
restricción es que impide el desarrollo de TV comunitaria para comunidades de
interés (mujeres, jóvenes, minorías étnicas, etc.) que no tendrían porque estar
limitadas en su radio de acción, ya que sus protagonistas se distribuyen a lo largo
de todo el territorio nacional.
LO QUE HABRÍA QUE AGREGAR AL PROYECTO
 La garantía de un medio público de “transporte” de señales que facilite el acceso
a nuevos operadores
Debe reservarse espectro para la existencia de operadores de servicios de
radiodifusión a terceros (teleradiodifusor público), y considerarse la posibilidad
que estos servicios sean prestados por una empresa del Estado (¿segunda señal de
TVN?), que asegure cobertura geográfica y disponibilidad de capacidades de
transmisión.
 Mejorar la modalidad de atribución de las concesiones para responder a las
necesidades del país
Para la asignación o renovación de una concesión televisiva, el proyecto plantea la
exigencia sólo de un proyecto técnico que demuestre la capacidad de transmisión. La
decisión está en manos la Subsecretaría de Telecomunicaciones, Subtel, y el CNTV juega el
rol de mero buzón en este proceso. El Observatorio plantea que se debe exigir, además
del técnico, un proyecto programático donde se explicite el compromiso del eventual
concesionario con contenidos de calidad y el cumplimiento de una carga pública por el uso
gratuito del espectro.
Las postulaciones a las concesiones se debieran revisar en audiencias públicas, donde
representantes de la ciudadanía puedan discernir cuáles proyectos tienen una mayor
rentabilidad social y, de esa manera, darle una mayor transparencia al proceso de
asignación y renovación de concesiones televisivas.-
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