Colesteatoma postraumático con invasión a fosa posterior

Anuncio
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Acta Otorrinolaringol Esp. 2011;62(4):318—319
www.elsevier.es/otorrino
CASO CLÍNICO
Colesteatoma postraumático con invasión a fosa posterior
Irma Yolanda Castillo-López ∗ , Adán G. Muñoz-Lozano y Claudia B. Bonner-Osorio
Hospital de Especialidades de la Unidad Médica de Alta Especialidad, Bajío No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social,
Servicio Otorrinolaringología, Ciudad de León, Estado de Guanajuato, México
Received 15 January 2010; accepted 2 March 2010
PALABRAS CLAVE
Colesteatoma;
Fosa posterior;
Fractura del hueso
temporal
Resumen Los colesteatomas postraumáticos son una variedad extremadamente rara de
colesteatomas secundarios. Presentamos el caso de un varón de 51 años con un colesteatoma
postraumático de 30 años de evolución que invade hacia fosa posterior y se manifiesta
inicialmente como una otomastoiditis aguda y cefalea. Se discute su fisiopatología y sus manifestaciones clínicas.
© 2010 Elsevier España, S.L. All rights reserved.
KEYWORDS
Post-traumatic cholesteatoma with posterior fossa invasion
Cholesteatoma;
Posterior fossa;
Temporal bone
fracture
Abstract Post-traumatic cholesteatomas are an extremely rare variety of secondary
cholesteatomas. We present a case of a 51-year-old male with post-traumatic cholesteatoma
with posterior fossa invasion of 30-year evolution that initially manifested as acute otomastoiditis and headache. Its physiopathology and clinical manifestations are discussed.
© 2010 Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Caso clínico
Presentamos el caso de un varón de 51 años de edad con
una historia de 4 meses de otorrea derecha. Menciona como
antecedente que 30 años atrás sufrió un traumatismo craneoencefálico con fractura bilateral de hueso temporal dando
como resultado anacusia izquierda y perforación del tímpano derecho, el cual fue reparado posteriormente con
timpanoplastía, permaneciendo asintomático durante este
periodo de tiempo. Sin embargo 4 meses previos a su ingreso
presentó una otomastoiditis aguda la cual fue tratada mediante drenaje retroauricular y antibióticos sistémicos, sin
∗
Autor para correspondencia.
E-mail address: [email protected] (I.Y. Castillo-López).
obtener una remisión sintomática total, ya que persistió
la presencia de otorrea derecha, así como un aumento de
volumen retroauricular y formación de una fístula cutánea
con salida de material purulento, agregándose cefalea hemicraneal derecha, de leve a mediana intensidad y vértigo
rotatorio. En la exploración física se observa el conducto
auditivo externo (CAE) con abundante otorrea y pared posterior dehiscente en su tercio medio, con tejido polipoideo.
Pars fláccida perforada con lisis del escudo, resto de la
membrana engrosada. Aumento de volumen retroauricular,
blando, eritematoso y una fístula cutánea hacia la punta
de la mastoides. Se realiza TAC y RNM (fig. 1). Se inicia
manejo con doble esquema de antibióticos y esteroides, y
se decide manejo quirúrgico con abordaje transmastoideo.
Se encuentra erosión amplia de la cortical mastoidea, con
tejido colesteatomatoso; erosión de las paredes que comu-
0001-6519/$ – see front matter © 2010 Elsevier España, S.L. All rights reserved.
doi:10.1016/j.otorri.2010.03.002
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Colesteatoma postraumático con invasión a fosa posterior
319
evolución y es alta hospitalaria a los 7 días sin complicaciones.
Discusión
Figura 1 Imagen de resonancia magnética en secuencia T2. Se
observa una masa hiperintensa que comprime el lóbulo derecho
del cerebelo y penetra mínimamente hacia la fosa media, sin
invadir tejido cerebral.
nican con la fosa media y posterior, a través de las cuales
la dura madre se observa íntegra (fig. 2); y en epitímpano y
additus ad antrum, solo tejido inflamatorio; la cadena osicular esta íntegra y sin evidencia de colesteatoma en la caja
timpánica y en la pared posterior del CAE una dehiscencia
amplia. Se practica una mastoidectomia radical modificada,
por ser oído único, y se oblitera la cavidad de mastoidea con
fibrina sintética y fascia temporal. Presenta una adecuada
Los colesteatomas postraumáticos son una variedad de
colesteatomas secundarios bien reconocidos1 , y se cree que
su formación se debe a un atrapamiento de epitelio en la
línea de fractura, una invaginación de epitelio en una línea
de fractura consolidada, implantación traumática de la piel
de la membrana timpánica dentro del oído medio o por un
atrapamiento medial a la estenosis del CAE. Las líneas de
fractura a través de la pared posterosuperior de la pared del
CAE cierran atrapando piel del conducto, esta piel crece y
se expande formando un colesteatoma2 . Existen pocos casos
reportados en la literatura e incluso son considerados como
una condición extremadamente rara3 .
Los colesteatomas postraumáticos crecerán durante
muchos años antes de su detección y no es hasta que
producen manifestaciones clínicas cuando se sospecha su
presencia, esta ausencia de síntomas favorecerá su extenso
crecimiento. En la literatura existen intervalos para su
detección que van desde los 6—29 años4,5 . En nuestro caso el
intervalo fue de 30 años, y el crecimiento del colesteatoma
fue extenso invadiendo la fosa media y posterior comprimiendo el cerebelo.
La cefalea es un síntoma comúnmente referido
en pacientes con colesteatomas gigantes con invasión
intracraneal6,7 y en algunas ocasiones se presenta sin manifestaciones otológicas8 . En el caso expuesto, la presencia
de otorrea, aumento de volumen retroauricular así como el
vértigo fue orientativa hacia una cefalea de causa otógena.
Los colesteatomas postraumáticos son una rara pero bien
reconocida complicación tardía de las fracturas del hueso
temporal, complicación que tendrá que considerarse en
pacientes con antecedentes de fracturas del hueso temporal
y síntomas otológicos asociados.
Bibliografía
Figura 2 Vista transoperatoria donde se observa autocavidad
que comunica hacia la fosa posterior, fosa media y punta de
la mastoides, a través de la cual se distingue la duramadre.
La flecha señala el additus ad antrum y el asterisco señala la
duramadre que recubre el cerebelo.
1. McKennan K, Chole RA. Post-traumatic cholesteatoma. Laryngoscope. 1989;99:779—82.
2. Bailey BJ, Johnson JT, Newlands SD. Middle ear and temporal
bone trauma. En: Diaz R, Brodie HA, editores. Head and Neck
Surgery — Otolaryngology. Philadelphia: Lippincott Williams &
Wilkins; p. 2076.
3. Majmundar K, Shaw T, Sismanis A. Traumatic cholesteatoma
presenting as a brain abscess: a case report. Otol Neurotol.
2005;26:65—7.
4. Wallwork B, Black B. Middle cranial fossa cholesteatoma following temporal bone trauma. Aust J Otolaryngol. 2002;2:128—30.
5. Goldfarb A, Eliashar R, Gross M, Elidan J. Middle cranial fossa
cholesteatoma following blast trauma. Ann Otol Rhinol Laryngol.
2001;110:1084—6.
6. Usuda K, Sakamaki M, Mukono E, Katayama Y. A case of headache
attributed to otitis media chronica cholesteatomatica with cerebral sigmoid sinus thrombosis (abstract). J Nippon Med Sch.
2008;75:340—3.
7. Horn KL. Intracranial extension of acquired aural
cholesteatoma. Laryngoscope. 2000;110:761—72.
8. McHugh TP. Intracranial cholesteatoma: a case report and
review. J Emerg Med. 2007;32:375—9.
Descargar