CUESTIONES INTERESANTES EN REFERENCIA A LAS PUERTAS

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CUESTIONES INTERESANTES EN REFERENCIA A LAS PUERTAS
CORTAFUEGOS
1.- Diferencias entre las normas de ensayo al fuego de las puertas según la NBE
CPI-96 y el CTE.
Las diferencias entre ambas normas son las siguientes:
- Se utilizan termopares de placa en vez de termopares de punta para controlar la
temperatura que se alcanza en el horno, dando lugar a un incremento más
acusado de las temperaturas interiores, especialmente durante los primeros
minutos de los ensayos.
- Se procede a medir la temperatura en más puntos de la cara no expuesta de las
puertas ensayadas (esquinas superiores, marco de la puerta, bisagras, cerraduras,
etc.), obteniéndose un mayor control.
- En la cara no expuesta del marco se admite alcanzar una temperatura mayor (360º
ahora, frente a 180º antes en el ensayo para obtener la clasificación I2). Podría
parecer que esto es ventajoso, pero no es así, ya que se controla la temperatura
en más puntos del marco de la puerta.
- En la norma se establecen límites al campo de aplicación de los ensayos
realizados, de tal forma que en función de la muestra ensayada, las dimensiones
máximas y mínimas que se vayan a comercializar, están limitadas. Se limita
también la posibilidad de modificar el espesor de los diferentes materiales que
componen la puerta, la posición y medidas de las mirillas, el número de bisagras,
etc.
- Por último, como paso previo a la realización del ensayo, las puertas a ensayar se
han de someter a lo que se denomina “ensayo de sacudida del material de relleno”,
que no es más que someter a la puerta a un ciclo de 5.000 aperturas y cierres,
con el objeto de que el material de relleno de las hojas de las puertas se asiente.
Existe la posibilidad de no realizar este paso previo si el material empleado para
rellenar la puerta es considerado “no friable”, es decir, que no se desmenuza.
Ejemplos de estos materiales son el cartón yeso (p.e Pladur o similares) y la lana
de roca en formato manta.
2.- Posibilidad de asimilar una puerta EI2 t C5 a una puerta RF t.
No existe esta posibilidad, pues no es equivalente el ensayo, de tal forma que una
puerta RF 60, cuya clasificación se hubiese obtenido con la anterior norma de ensayo
al fuego, hoy día, con la nueva norma de ensayo, seguramente no alcanzaría la
clasificación EI2 60 C5, por lo que, aunque sólo fuese por este aspecto (que es menos
resistente al fuego), no se puede instalar en obras realizadas según el CTE.
Sin embargo, lo inverso sí es posible, es decir, se pueden instalar puertas EI2 60 C5 en
obras realizadas con la NBE CPI-96.
3.- Significado de la clasificación C5 y campo de aplicación.
Que una puerta obtenga la clasificación C5 significa que ha superado el ensayo de ser
sometida a múltiples aperturas y cierres según la norma UNE EN 1191, habiendo
“sufrido” 200.000 ciclos de apertura y cierre, tras los cuales, mantiene las holguras,
fuerzas y velocidades de cierre y apertura, dentro de los márgenes establecidos en la
norma, eso sí, sin que se presenten desperfectos en la puerta.
Obviamente, se tiene que ensayar el modelo de puerta más grande y pesada dentro de
la gama que se quiere clasificar.
La obtención de la clasificación C5 es estrictamente obligatoria para aquellas puertas
cortafuegos por las cuales vayan a pasar personas (es decir, usadas de forma habitual
para el paso de personas, no que una persona no sea capaz de pasar por una abertura
que disponga de una puerta), no siéndolo por tanto, para las puertas que cierran los
patinillos y registros de instalaciones.
4.- El CTE, ¿a qué partes de una puerta cortafuegos afecta? ¿Qué se inspecciona
de una puerta?
En el CTE se establece la obligatoriedad de que ciertos elementos dispongan de
marcado CE, como por ejemplo barras antipático, cierrapuertas, bisagras, cerraduras,
selectores de cierre, etc.
Cada uno de estos elementos dispone de una norma de producto, la cual dice cuándo
cada uno de ellos ha de disponer del correspondiente marcado CE.
No obstante, hay que comentar que no todos los productos disponen actualmente de
norma de producto, pero se está trabajando en ello, para que así dispongan del
correspondiente marcado CE.
En cuanto a las demás exigencias del CTE, son de aplicación al conjunto de la puerta
que se instale.
Aquello que se comprobará durante una inspección realizada ya sea por una entidad
de control o por el técnico de la administración que corresponda es lo siguiente:
- Que la puerta disponga del correspondiente informe de ensayo, habiendo
alcanzado la clasificación exigida, EI2 t C5, siendo “t” el tiempo en minutos que ha
de resistir la puerta cortafuegos.
- Que si la puerta tiene modificaciones respecto de la que fue ensayada (existencia
o no de mirillas, variaciones en las dimensiones, cambio de materiales, cerraduras,
etc), dichas modificaciones son aceptables dentro de lo que establece el informe
de ensayo y de sus extensiones.
- Que la puerta disponga de todos los elementos mínimos necesarios para funcionar
correctamente, como por ejemplo, cierrapuertas, selector de cierre (en el caso de
tener dos hojas), barra antipánico, etc.
- Que todos aquellos elementos que componen la puerta y que deban disponer de
marcado CE, realmente dispongan de él.
5.- En el marco de la nueva normativa, ¿qué modificaciones se permiten en una
puerta cortafuegos?
Lo que se permite es añadir o modificar elementos que no afecten a los anclajes, a la
estructura, al aislamiento o a la estanquidad de la puerta, y que no añadan elementos
combustibles.
Esto significa que si se desea, se pueden añadir o cambiar elementos tales como
cierrapuertas, cerraduras, electroimanes, selectores de cierre, manivelas, zócalos,
marco perimetral, cilindros, etc, pero siempre cumpliendo todas las condiciones
anteriores, disponiendo además de marcado CE, si es obligatorio que dispongan de él.
En caso de que no se esté seguro de que la modificación que se pretende llevar a cabo,
vaya a afectar negativamente a la resistencia al fuego de la puerta, se deberá solicitar
una extensión del informe de ensayo al laboratorio que lo realizó o incluso, someter a la
puerta modificada a un nuevo ensayo.
6.-En el marco del CTE ¿se pueden instalar vidrios parallamas (que no
cortafuegos) en las puertas cortafuegos?
Si la puerta cortafuegos ha de tener la clasificación EI2, no, no es posible, puesto que
durante la realización del ensayo se ha de medir la temperatura en el vidrio y también
en todo aquel hueco vidriado de pequeñas dimensiones, de tal forma que si el vidrio no
es aislante de la temperatura, ésta superará en pocos minutos el valor máximo
permitido, impidiendo que la puerta ensayada alcance la clasificación EI2.
No obstante, si se trata de una puerta que sólo necesite la clasificación E (como en el
caso de ascensores y montacargas), sí que se puede instalar este tipo de vidrios.
7.- ¿Se ha modificado el espesor de los vidrios a usar en las puertas cortafuegos?
Pues sí, debido a la modificación del termopar empleado en el ensayo, que hace que
éste sea más duro.
Por otro lado, el espesor de los vidrios viene ya establecido en las normas de producto
en función de la resistencia al fuego que tengan que alcanzar.
8.- En la fabricación de una puerta cortafuegos, ¿se puede desplazar la mirilla
cortafuegos a un lugar de la puerta que no corresponda con el del ensayo?
Sí que se puede, siempre y cuando en la puerta modificada se mantenga como mínimo,
la distancia de la mirilla hasta los bordes de la puerta ensayada.
Esta condición hace que la mirilla en posición desplazada, tenga que ser más pequeña
y estar inscrita dentro del máximo espacio ocupado por la mirilla ensayada.
En referencia al material del que están compuestas las mirillas cortafuegos, hay que
decir que están compuestas de varias capas de vidrio resistente al fuego, separadas
entre sí por capas interpuestas de gel intumescente elaborado a base de silicatos de
sodio o potasio.
Cuando el fuego afecta a la mirilla, va destruyendo las capas sucesivas de vidrio y gel.
Cuando el fuego alcanza una capa de gel intumescente, éste se expande y se vuelve
negro (así ya podéis imaginaros en caso de que os encontréis con una puerta con el
cristal negro que, o está conteniendo un fuego, o lo ha estado). El fuego sigue
atacando la puerta y consumiendo el gel intumescente hasta que termina con él y sigue
a por la siguiente capa de vidrio, y así hasta que, o se para el ensayo o termina con la
mirilla cortafuegos.
9.- ¿Se puede aumentar el número de mirillas en una puerta cortafuegos?
No. Esto implica que si en el ensayo de la puerta cortafuegos sólo hay una mirilla, sólo
una se podrá instalar en las puertas fabricadas. En caso de querer instalar más, se
deberá proceder a realizar un ensayo con el número de mirillas que se quiera poner.
Por otro lado, sí que se puede reducir el número, puesto que la puerta será más segura
al tener menos posibles puntos de fallo.
10.- ¿Es necesario que los registros o puertas cortafuegos de los patinillos
dispongan de cierrapuertas? ¿Incluso aunque tengan el tamaño de una
puerta peatonal?
No, ya que no están previstas para el paso de personas. Son “puertas” que cuando
vayan a ser abiertas, lo serán por personas especializadas (generalmente
responsables de mantenimiento), que una vez acabadas sus tareas, las cerrarán.
Esto es así incluso si el registro o patinillo tiene las dimensiones de una puerta peatonal
habitual.
Lo contrario por otro lado sí que es cierto, es decir, si la puerta está prevista para el
paso de personas, aunque tenga tamaño reducido, deberá disponer de cierrapuertas.
11.- ¿Cómo afecta el marcado CE a las bisagras de las puertas cortafuegos?
La afectación consiste en que no existe marcado CE para las bisagras con muelle
(aquellas que hasta hace poco se montaban en las puertas cortafuegos), por lo que las
bisagras a instalar en las puertas cortafuegos no podrán llevar muelles, o lo que es lo
mismo, que para cumplir con el requisito de C5, a las puertas se les deberá dotar de
cierrapuertas con marcado CE.
Por el contrario, a los registros cortafuegos, como no se les exige el requisito C5, no
necesitan incorporar cierrapuertas y podrían tener instaladas bisagras con muelle,
aunque no sea necesario.
12.- ¿Es posible instalar electroimanes en una puerta cortafuegos si ésta ha sido
ensayada sin electroimanes?
Teniendo presente que el electroimán ha de disponer del marcado CE, y como la
instalación del mismo sobre la puerta cortafuegos se realiza empleando una placa
atornillada, mientras esta adición no afecte a la estructura de la puerta, a sus anclajes,
a su aislamiento, a su estanquidad y tampoco añada elementos combustibles, no
habría problema.
13.- ¿Pueden tener las puertas cortafuegos instalado en su parte inferior un cerco?
No porque, para empezar, lo impide el DB SU 1-2.
Segundo y tan importante como lo anterior, porque no es necesario para impedir el
paso de las llamas y el humo hacia el recinto protegido, tal y como se podría pensar.
Esto es así por la propia naturaleza de los incendios, reflejada en el ensayo de fuego al
que se someten las puertas en los hornos homologados.
En un incendio, éste produce una presión de fuego sobre los dos tercios superiores de
la puerta, de tal forma que el tercio inferior está realmente sometido a depresión, o lo
que es lo mismo, que por la parte inferior de la puerta entre aire hacia el fuego y no al
revés. Por lo tanto, a parte de que sería válida la instalación de puertas cortafuegos con
una pequeña holgura en su parte inferior, entre el suelo y la hoja de la puerta (llegando
incluso hasta los 12 mm), esta holgura es necesaria para que la hoja no tropiece con el
suelo impidiéndose la correcta actuación del mecanismo cierrapuertas.
A pesar de esto, no es conveniente que esta holgura sea excesiva, pues entonces se
estaría favoreciendo la aportación de comburente (oxígeno) al incendio, lo cual, es
negativo para la seguridad (la puerta estaría sometida a condiciones de fuego más
severas).
En alguna ocasión, en los ensayos puede salir alguna llamarada no sostenida por esta
abertura inferior, debida a que algún elemento de la puerta en la cara expuesta al fuego,
se ha desprendido por la acción del calor, cae junto a la abertura y comienza a
quemarse (como podría ser el recubrimiento plástico de la maneta).
14.- ¿Por qué existen dos clasificaciones posibles para el grado de aislamiento
de una puerta cortafuegos, I1 e I2?
Según parece, esto se debe a que el proteccionismo de los mercados es una realidad,
al margen de todo lo que se postule sobre el mercado único europeo.
Este proteccionismo habría llevado a países europeos en los que las puertas
cortafuegos se realizan con madera (como es el caso de Bélgica), a insistir en que el
grado de aislamiento se realizase empleando el ensayo destinado a obtener la
clasificación I1, prácticamente imposible de alcanzar ensayando una puerta metálica
(como se suelen fabricar en España e Italia).
Esta insistencia, como es obvio deducir, estaba destinada a impedir que puertas
fabricadas en diferentes países pudiesen circular libremente por toda la UE, pues
entonces existiría libre competencia de precios, y por tanto, algunos sectores
industriales poco competitivos terminarían desapareciendo.
Al final, tras mucho debatir y varios años de bloqueo, se decidió el establecer dos
protocolos para determinar el grado de aislamiento térmico, el I1 (exigido en países
como Bélgica), y el I2 (exigido en países como España e Italia).
otroamigodeunomas.
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