A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 18 de diciembre de
2013,
habiéndose
dispuesto
en
siguiente
orden
establecido,
el
Acuerdo
de
de
2078,
que
votación:
conformidad
deberá
doctores
con
lo
observarse
Hitters,
el
Genoud,
Negri, de Lázzari, Soria, se reúnen los señores jueces de
la
Suprema
pronunciar
Corte
de
sentencia
Justicia
en
definitiva
acuerdo
en
la
ordinario
causa
B.
para
62.862,
"Bellagamba, María Cristina contra Municipalidad de Moreno.
Demanda contencioso administrativa".
A N T E C E D E N T E S
I.
promueve
María
demanda
Cristina
Bellagamba,
contencioso
por
apoderado,
administrativa
contra
la
Municipalidad de Moreno, impugnando el decreto 237/2001 por
el cual se denegara su reclamo de reajuste de haberes,
incluyendo el básico, bonificación por guardias titulares,
guardias extras, antigüedad y actividad crítica, así como
su incidencia en aguinaldos y vacaciones, por el período
comprendido entre el 1-I-1998 y el 6-X-1999, formulado en
el expediente administrativo 673/2000.
Cuestiona asimismo el decreto 765/2001, por el
que
se
denegó
el
recurso
interpuesto
contra
la
primera
decisión.
Por
consecuencia
de
la
pretendida
nulidad,
solicita se condene a la demandada a abonar las diferencias
salariales que ascienden -según liquidación practicada a
fs. 37 vta./38- a la suma de pesos veinte mil setecientos
setenta y siete con sesenta y nueve centavos ($ 20.777,69),
o lo que resulte de la prueba a producirse, con intereses y
costas.
II. Corrido el traslado de ley, se presenta a
juicio la Municipalidad de Moreno, contesta la demanda y
solicita su rechazo con costas.
III.
Agregadas
las
actuaciones
administrativas
sin acumular, los cuadernos de prueba de ambas partes y
glosado el alegato de la demandada, la causa se halla en
estado
de
pronunciar
sentencia,
decidiendo
el
Tribunal
plantear y votar la siguiente
C U E S T I Ó N
¿Es fundada la demanda?
V O T A C I Ó N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Hitters dijo:
I. Relata la actora que, como profesional de la
salud con título universitario y prestación de servicios en
el Hospital Mariano y Luciano de la Vega de la localidad de
Moreno, su relación de empleo con la comuna se regía por la
ordenanza 1965, dictada en 1988, que instrumentó la Carrera
Sanitaria municipal.
Refiere
que
por
ordenanza
4671/1996
la
Municipalidad
"Estatuto
adhirió
para
las
a
la
ley
personas
11.759
que
que
presten
instituyó
el
servicios
en
establecimientos de salud de la Provincia de Buenos Aires y
los municipales que adhieran a la presente ley", cuyo art.
5
habilitó
al
Poder
Ejecutivo
provincial
a
elaborar
un
escalafón único para todo el personal comprendido en la
norma, y cuyos arts. 53 a 55, al tratar el régimen de
retribuciones, remitieron al referido art. 5.
Destaca que la ley 11.759 dispuso que hasta su
efectiva
rigiendo
entrada
"...
en
los
vigencia
sistemas
(art.
61)
estatutarios
continuarían
actualmente
en
vigencia..." y por esta razón entiende que la comuna debió
remitirse, a fin de calcular sus remuneraciones en el lapso
indicado, a lo normado por la ya citada ordenanza 1965 de
1988.
Señala que la ley 11.759 dispuso la aplicación
supletoria de la ley 10.430, en todo lo que no tuviera
regulación específica por el nuevo estatuto.
Afirma
que
a
partir
de
1998
debió
percibir
aumentos salariales, al compás de los reconocidos para la
Administración Pública provincial, que fueron automáticos
para los médicos comprendidos en la Carrera Profesional
Hospitalaria provincial (decs. 491/1998 del 13-III-1998 y
571/1998 del 17-III-1998).
Indica que a raíz de ello inició un reclamo ante
la ahora demandada, que fue precedido por el formulado en
mayo de 1998 por la Asociación de Profesionales del Área de
Salud
de
la
Municipalidad
de
Moreno.
En
tal
sentido
considera arbitrario el accionar municipal, toda vez que,
según
alega,
las
ordenanzas
307/1998
y
308/1998
fueron
dictadas luego de presentado su pedido de recomposición
salarial en sede municipal.
Refiere que el 6-X-1999 se firmó un acta por la
que
el
trámites
municipio
tendientes
incrementos
pública
se
a
salariales
provincial
en
comprometió
"...
determinar
la
otorgados
a
el
año
1998
a
agilizar
incidencia
la
en
de
los
los
Administración
el
orden
local,
específicamente la situación de los profesionales incluidos
en
la
carrera
sanitaria
municipal
y
a
procurar
el
cumplimiento de las obligaciones pendientes de satisfacción
al 30-IX-1999".
Entiende que, por aplicación de la legislación
detallada,
el
régimen
salarial
vigente
no
pudo
ser
modificado. Por el contrario, considera que su remuneración
debió incrementarse, en consonancia con los aumentos que
otorgara la Administración Pública provincial.
Sostiene la inconstitucionalidad de la ordenanza
308/1998, por afectar las garantías de estabilidad en el
empleo
público,
igual
remuneración
por
igual
tarea,
igualdad ante la ley y derecho de propiedad establecidos en
la Constitución nacional, entrando también en colisión con
lo normado por el art. 39 inc. 3 de la Carta provincial.
Ataca
el
decreto
761/2000
en
tanto
funda
la
denegatoria, por un lado, en la tácita derogación de su
estatuto
profesional
a
través
de
la
imprevisión
presupuestaria y, por el otro, en la vigencia del nuevo
convenio suscripto con la Provincia el 30-I-1998, pues éste
concreta el compromiso provincial de afrontar el aspecto
financiero
del
servicio
hospitalario
hasta
su
efectiva
transferencia, liberando de este modo a la comuna de toda
responsabilidad.
Reitera que la ordenanza 308/98 no ha derogado la
equiparación salarial estatutaria y tampoco ha expresado la
voluntad legislativa de reducir los derechos remuneratorios
adquiridos por los profesionales comprendidos en la Carrera
Sanitaria
municipal
sin
afectar
las
garantías
constitucionales ya invocadas y el art. 39 inc. 3 de la
Constitución provincial.
Detalla que los reajustes debieron aplicarse a
los sueldos básicos, bonificación por antigüedad, guardias
titulares, adicional por función y actividad crítica en las
áreas y funciones así declaradas.
Por fin aduce que su reclamo comprende los montos
devengados a su favor hasta el día 6-X-1999, fecha en que
la Provincia de Buenos Aires se hizo cargo de los haberes
del personal del hospital donde prestaba servicios.
Por último, practica liquidación y ofrece prueba.
II. En su responde, la Municipalidad de Moreno
alega que el art. 19 de la ley 11.757 establece que los
empleados públicos percibirán el sueldo que se determine
por ordenanza para la categoría correspondiente, en tanto
que el art. 31 de la citada ley (texto según ley 11.582)
dispone
que
presupuesto
la
formulación,
deberá
aprobación
ajustarse
a
un
y
ejecución
estricto
del
equilibrio
fiscal, no autorizándose gastos sin la previa fijación de
los recursos realmente disponibles.
Afirma que ejerce sus facultades discrecionales
en
total
consonancia
con
la
ordenanza
presupuestaria
vigente y que en ese orden dictó la ordenanza municipal
308/1998,
que
fijó
el
régimen
salarial
aplicable
al
que,
el
la
personal municipal.
En
determinación
tal
del
sentido,
régimen
aduce
en
retributivo
caso,
municipal
es
competencia exclusiva y excluyente del Concejo Deliberante
y nunca pudo ser delegada en beneficio de una autoridad
provincial.
Cita
tendiente
a
antigua
reafirmar
jurisprudencia
su
posición
de
respecto
esta
a
Corte
que
la
potestad de revisión judicial de los actos administrativos
sólo se extendería hasta su legitimidad.
Explica que si bien la comuna por medio de una
ordenanza
adhirió
al
régimen
escalafonario
provincial
estatuido en materia de carrera sanitaria, ello no implicó
adhesión al régimen salarial allí establecido, toda vez que
tal atribución resulta indelegable.
Destaca que, en virtud de lo normado por el art.
19 inc. "a" de la ley 11.757, el sueldo se determina por
ordenanza
para
la
categoría
correspondiente
a
cada
agrupamiento.
Indica que no existe en el ordenamiento jurídico
aplicable
norma
remuneratoria
alguna
ni
el
que
establezca
derecho
adquirido
la
a
intangibilidad
la
estabilidad
salarial.
Con relación a la ley 11.759, alega que la misma
resulta
norma
obligatoria
para
los
agentes
del
estado
provincial, no así para las municipalidades, rigiendo sólo
para
estos
últimos
cuando
adhieren
a
dicho
régimen,
y
siempre que se mantenga su voluntad de permanencia en el
mismo, en un todo de acuerdo con las competencias que la
Constitución provincial otorga a los municipios y también
en concordancia con el principio de autonomía municipal que
consagra la Constitución nacional (art. 123, Const. nac.).
Considera
que
la
ordenanza
1965/1988
tampoco
establece ninguna clase de intangibilidad salarial, y ella
fue modificada en muchos de sus aspectos por la ordenanza
307/1998
que
creó
el
Órgano
Descentralizado
Hospital
Mariano y Luciano de la Vega, como etapa de transición
hasta la provincialización del nosocomio.
Asimismo, entiende que de la lectura de sus arts.
10
y
12
inc.
"a"
surgiría
claramente
que
la
materia
salarial se encuadra en la formulación presupuestaria del
Presupuesto Municipal General, el cual puede, obviamente al
ser sancionado mediante ordenanza, modificar las partidas
de
los
rubros
asignados
a
salarios,
tal
cual
se
hizo
mediante ordenanza presupuestaria 146/1997, en tanto y en
cuanto ello se traduce en una legítima competencia de los
dos órganos municipales involucrados en tales tareas, el
Departamento Ejecutivo y el Concejo Deliberante.
Señala que al sancionar el Concejo Deliberante de
Moreno la ordenanza 308/1998, y establecer un nuevo régimen
salarial en la Municipalidad, se derogaron las previsiones
de
la
ordenanza
1965/1988,
de
acuerdo
a
lo
dispuesto
claramente en su art. 41.
Refiere
que
hacia
fines
del
año
1997
el
Departamento Deliberativo de Moreno sancionó la ordenanza
presupuestaria
ingresos
y
147/1997
gastos
que
reguló
municipales
para
todo
el
el
año
sistema
fiscal
de
1998,
señalando que la comuna previó para ese período una mengua
en sus ingresos como consecuencia de la crítica situación
económica del país y del distrito, por lo que procedió a
ajustar los sueldos de su personal, en un acto de prudencia
y racionalidad fiscal y económica.
Opina
dentro
del
que
marco
esta
del
decisión
respeto
política
del
fue
orden
ejercida
jurídico
y
ejerciendo facultades propias del ius variandi en materia
de contratos públicos.
Con sustento en la autonomía municipal, sobre la
que se explaya, arguye que resulta harto inadmisible la
posibilidad de que el municipio haya cedido -en favor de la
Administración
provincial-
la
potestad
de
determinar
la
escala remuneratoria de gran parte de su personal, puesto
que admitir tal hipótesis significaría que el presupuesto
municipal
podría
verse
incrementos
provinciales,
presupuesto
de
gastos
permanentemente
en
y
desbordado
por
del
tanto
la
fijación
recursos
es
una
facultad
indelegable del Concejo Deliberante.
Concluye diciendo que la Municipalidad adhirió al
régimen escalafonario vigente en el ámbito provincial, pero
no por ello renunció a su potestad de establecer mediante
ordenanzas el régimen remuneratorio de su personal.
III. Para la solución del caso, se hace necesario
examinar la normativa invocada y no controvertida por las
partes en sus escritos postulatorios. Tales regulaciones
-que tengo a la vista- fueron agregadas en la causa B.
62.568, "Alfaro", sent. del 18-IV-2011.
1) ordenanza 1965/1988: Dicho precepto estableció
en el ámbito de la comuna demandada la Carrera Sanitaria
municipal (art. 1). En el art. 30 ap. "c" se dispuso que
"Las remuneraciones en ningún caso serán inferiores a las
percibidas en la Administración Provincial para el personal
de Hospital Perfil C".
2) ordenanza 4671/1996 (promulgada el 22-V-1996):
Por medio de esta norma la Municipalidad de Moreno adhirió
a
la
ley
provincial
11.759,
en
virtud
de
la
cual
se
estableció el Estatuto para el Personal de Salud de la
Provincia de Buenos Aires y los municipales que adhirieran
a ella. Esta norma supeditó su entrada en vigencia a la
publicación
de
su
reglamentación
(conf.
art.
61).
Cabe
señalar que, a la fecha de este pronunciamiento, esta ley
aún no ha sido reglamentada.
3)
ordenanza
4753/1996
(promulgada
el
13-IX-
1996): A través de dicha normativa se aprobó el convenio
firmado
con
el
Ministerio
de
Salud
de
la
Provincia
de
Buenos Aires. En el marco de dicho acuerdo se transfirió a
la
Provincia
la
administración
general,
el
control
de
personal, la gestión de compras y aprovisionamiento y todas
las acciones tendientes a lograr la eficiente prestación
del
servicio
hospitalario
(cláusula
1ª),
así
como
el
financiamiento del hospital (cláusula 2ª), previéndose la
retención de fondos de la coparticipación correspondientes
a la comuna para atender tales erogaciones (cláusula 4ª).
La cláusula 6ª del convenio estableció que los
gastos de personal formaría parte del costo a financiar por
el Ministerio, y la cláusula 7ª estipuló que durante el
período
de
transición
el
personal
revistaría
en
la
Administración Pública comunal y el régimen aplicable en
cuanto a remuneraciones, licencias y disciplina sería el
vigente para el mismo.
4)
estableció
ordenanza
el
régimen
308/1998
salarial
de
(del
la
30-XII-1998):
Municipalidad
de
Moreno para todo el personal de su planta permanente de las
Carreras
General
municipal,
Sanitaria
y
Municipal
de
Enfermería y de su planta temporaria, con inclusión del
personal
perteneciente
a
la
Jurisdicción
1,
Honorable
Concejo Deliberante y a organismos descentralizados (art.
1).
En
retribución
el
artículo
básica
del
segundo
se
Profesional
fijó
"...
Hospital
la
Carrera
Sanitaria 12 Horas C de Planta Permanente, que sirve de
base
para
la
determinación
de
todas
las
retribuciones
básicas del escalafón de la Carrera Sanitaria, de acuerdo a
los coeficientes que para cada categoría se indican, para
todos
aquellos
agentes
que
cumplan
sus
servicios
en
el
horario normal completo".
En relación a la carrera sanitaria municipal cabe
detallar
que
retribución
la
por
"Bonificación
mentada
las
por
ordenanza
"guardias
Función
estableció:
extra"
Carrera
(art.
Sanitaria"
la
11);
(art.
16);
"Adicional por Bloqueo de Título Carrera Sanitaria" (art.
18);
"Bonificación
por
Actividad
Crítica"
(art.
25);
"Bonificación Especial no Remunerativa Personal de Guardia
de
la
Carrera
Sanitaria"
(art.
28);
"Bonificación
por
Guardia Titular Pediatría y Neonatología" (art. 29) y para
el
personal
comprendidos
dependiente
en
la
del
Carrera
Servicio
Sanitaria,
de
Pediatría
una
asignación
mensual de pesos cien ($ 100; art. 30).
Por último, el art. 41 derogó toda otra norma que
dispusiera retribuciones, bonificaciones, adicionales y/o
compensaciones
sancionadas
por
ordenanza
o
decreto
preexistente en particular no incluida en ella y en la ley
provincial 11.757 para el Personal de las Municipalidades
de la Provincia de Buenos Aires y en la ley provincial
10.579.
IV.
Tal
como
han
quedado
expuestos
los
antecedentes del caso, y con base en el marco normativo
detallado,
determinar
la
si
cuestión
corresponde
litigiosa
hacer
se
lugar
circunscribe
al
reclamo
de
a
la
accionante referido al reconocimiento de las diferencias
salariales
establecidas
por
los
decretos
491/1998
y
571/1998, por medio de los cuales la Provincia de Buenos
Aires dispuso aumentos salariales retroactivos a enero de
ese año para los profesionales de la salud, por el período
comprendido entre el 1-I-1998 y el 6-X-1999.
Adelanto que en mi opinión debe hacerse lugar
parcialmente a la demanda, sobre la base de los fundamentos
expuestos por el doctor Soria (voto al que adherí) en la
causa B. 62.568, "Alfaro", citada en el punto III, en la
que
se
abordó
el
asunto
sometido
a
debate
en
estos
actuados.
V.1. En primer término cabe señalar que la norma
rectora de la relación de empleo de la accionante con la
comuna
demandada
fue
la
ordenanza
1965/1988,
hasta
la
entrada en vigencia de la ordenanza 308/1998, dictada con
fecha 30-XII-1998.
Ello, toda vez que la ley 11.759 -estatuto para
los agentes que presten servicios en establecimientos de
salud de la Provincia y Municipalidades que adhieran el
régimen- nunca entró en vigencia, puesto que, conforme su
art. 61, se supeditó al dictado de la reglamentación que
dispusiera el Poder Ejecutivo, previendo temporalmente el
mantenimiento de "los sistemas estatutarios actualmente en
vigencia". Dicha circunstancia aparejó la subsistencia de
la ordenanza 1965/1988 en el ámbito de la Municipalidad de
Moreno,
que
se
extendió
hasta
el
momento
en
que
fue
derogada por la ordenanza 308/1998, dictada el 31-XII-1998,
que fijó el nuevo régimen salarial aplicable al personal
municipal.
En tal contexto, y analizando las disposiciones
de
la
norma
que
regía
la
relación
de
empleo
de
la
accionante, surge que los arts. 30 y 30 bis regulaban las
pautas remuneratorias de los profesionales universitarios y
de
nivel
disponía
terciario
que
inferiores
"Las
a
y
el
art.
30
remuneraciones
las
percibidas
ap.
en
por
"c"
expresamente
ningún
la
caso
serán
Administración
provincial para el personal de Hospital Perfil C".
Con fundamento en tal disposición, dado que la
Provincia de Buenos Aires incrementó los salarios en marzo
de 1998 por vía de los decretos 491/1998 y 571/1998, dichos
incrementos
debieron
haberse
visto
reflejados
en
los
sueldos de la señora Bellagamba, por imperio de lo normado
en su propio estatuto profesional, que continuó vigente
hasta que fue reemplazado por la ordenanza 308/1998.
En este aspecto, por el período comprendido entre
el 1-I-1998 y hasta la entrada en vigencia de la ordenanza
308/1998, la decisión municipal que desestimó su reclamo,
se
aparta
del
régimen
jurídico
aplicable
para
la
determinación de las remuneraciones de los profesionales de
la salud (art. 103, ord. gral. 267/1980).
2. Resuelto ello, y dado que la actora pretende
que
se
le
otorguen
las
diferencias
salariales
hasta
la
provincialización del Hospital Mariano y Luciano de la Vega
de Moreno, corresponde analizar si la Municipalidad tenía
derecho -como sostiene la demandada- a modificar el régimen
salarial de la accionante, tal como lo llevó a cabo con la
sanción de la ordenanza 308/1998 el 30-XII-1998, durante la
etapa
de
transición
transferencia
del
estipulada
mentado
en
hospital,
el
convenio
celebrado
de
entre
la
comuna y el Ministerio de Salud provincial con fecha 21VIII-1996 y que fuera aprobado por ordenanza 4753/1996.
En el marco de dicho acuerdo, la Municipalidad
transfirió
al
Ministerio
la
administración
del
Hospital
Municipal Mariano y Luciano de la Vega, tomando a cargo la
Provincia
la
administración
general,
el
control
del
personal, la gestión de compras y aprovisionamiento y todas
las acciones tendientes a lograr la eficiente prestación
del
servicio
hospitalario
(cláusula
1ª),
así
como
el
financiamiento del hospital (cláusula 2ª), previéndose la
retención de fondos de la coparticipación correspondientes
a la comuna para atender tales erogaciones (cláusula 4ª).
Ahora bien, siendo cierto que la cláusula sexta
del
convenio
estableció
que
los
gastos
de
personal
del
período de transición formaban parte del costo a financiar
por el Ministerio, no lo es menos que por la cláusula
séptima
se
transición
estipuló
"El
que
personal
durante
revistará
el
en
mentado
la
período
de
Administración
Pública comunal y el régimen de personal aplicable, en lo
que se refiere a remuneraciones, licencias y disciplina,
será el vigente para el mismo" (el destacado me pertenece).
No existe pauta alguna en el convenio que permita afirmar
que
el
término
"vigente"
allí
empleado
responda
a
un
criterio temporal, en el sentido de impedir a la comuna el
ejercicio
de
sus
legítimas
prerrogativas
en
materia
de
organización del empleo público local. Por el contrario, el
término
ha
sido
empleado
en
un
aspecto
jurisdiccional,
comprendiendo el régimen vigente en el municipio para la
determinación de las remuneraciones. Y ello deja inalterada
la potestad municipal de introducir modificaciones.
Tal interpretación del convenio resulta abonada
por
una
fondos
circunstancia
para
incluidos
dejaron
solventar
los
de
referidos
ser
de
relevante
el
funcionamiento
al
municipales,
pago
trascendencia:
de
del
los
hospital,
remuneraciones,
referidos
al
sistema
no
de
coparticipación provincial regulado por la ley 10.559 y sus
modificatorias
a
través
de
un
sistema
de
retenciones
articulado por la Provincia (conf. cláusula 4ª), con lo
cual
su
incidencia
presupuestaria
está
fuera
de
toda
discusión.
Consecuentemente,
advierto
que
el
municipio
se
reservó para sí, al menos durante la etapa de transición y
hasta
la
definitiva
provincialización
del
hospital
-declarada a partir del 1-X-1999, conforme resolución del
Ministerio de Salud 4882/99- la determinación de la escala
salarial para los profesionales de salud.
3.
Arribado
el
análisis
a
este
punto,
he
de
destacar que la ordenanza 308/1998 de la Municipalidad de
Moreno, que fijó el nuevo régimen salarial aplicable al
personal municipal, resiste incólume los embates con base
constitucional de la actora, en tanto conlleva el ejercicio
regular de un poder propio de la comuna que no ha sido
resignado al momento de firmar el acuerdo con la Provincia
y, a todo evento, se erige en virtud de su autonomía (art.
123, Const. nac.), a la vez que se encuentra reconocido por
los arts. 19 y 104 de la ley 11.757.
En tal contexto, huelga recordar -de un lado- que
la modificación de una ley por otra no constituye por sí
cuestión constitucional alguna, dado que nadie tiene un
derecho
adquirido
reglamentaciones
ni
al
a
la
mantenimiento
de
inalterabilidad
de
leyes
las
o
mismas
(conf. causas B. 56.996, "Izurieta", sent. del 17-VII-2000;
B. 60.347, "Cavalieri", sent. del 11-IV-2007 y B. 62.568,
"Alfaro", sent. del 18-IV-2011, voto de la mayoría). El
proceder de la demandada no vulneró derechos adquiridos, en
tanto
la
facultad
por
ella
ejercida
se
inscribe
en
el
ámbito de sus competencias constitucionales y legales para
organizar los servicios que tiene a su cargo.
Del otro, la intangibilidad del sueldo de los
empleados públicos no está asegurada en términos absolutos
por el texto constitucional. Por ende, no cualquier cambio
que experimente la composición del salario de los mentados
agentes
-salvo
que
irrazonabilidad-
conlleve
es
base
confiscatoriedad
suficiente
de
o
importe
agravio
que
justifique su descalificación constitucional; más allá del
mayor o menor acierto de la política adoptada o de su
oportunidad y conveniencia, temas -en principio- ajenos al
debate
ante
los
tribunales
de
justicia
(conf.
voto
del
doctor Soria en las causas B. 60.347, "Cavalieri", cit.; B.
62.102, "Agamennoni", sent. del 8-VII-2008 y B. 62.568,
"Alfaro", cit.).
Para más, en la especie, tampoco tal derecho se
encuentra reconocido con rango legal. No hay una norma con
semejante alcance en la ley 11.757. Por su parte, en la Ley
Orgánica municipal la única referencia legal se vincula con
la "... uniformidad de sueldos en cada categoría..." (art.
63 inc. 4º, dec. ley 6769/1958). Tomando en cuenta tal
parámetro, a diferencia de lo postulado en la demanda, no
advierto
que
la
comuna
haya
efectuado
un
ejercicio
discriminatorio de sus prerrogativas.
A ello se aduna que estando en presencia de una
relación entre el municipio y empleados públicos, regulada
por leyes, decretos y reglamentos (conf. C.S.J.N., Fallos
320:74 y sus citas), el modo y las condiciones en que se
desenvuelva dicha relación estarán sujetas a pautas propias
del
derecho
público
prerrogativas
que
donde
lo
el
habilitan
poder
a
estatal
disponer
goza
de
variaciones
unilaterales en aquéllas, siempre que, como queda dicho, se
impongan de un modo razonable (conf. doct. causa B. 60.347,
"Cavalieri", cit.) y en la medida que el vínculo material
no se hallare alcanzado por un expreso acuerdo convencional
que limitare el ejercicio de tales potestades (doct. art.
39 inc. 4º, Const. prov.; B. 61.519, "Tella", sent. del 11XI-2009 y B. 62.568, "Alfaro", cit.).
Considero que la actora no ha logrado demostrar
que la instrumentación de la relación que la vinculó con la
comuna,
a
través
de
las
disposiciones
de
la
ordenanza
308/1998 durante el tránsito hacia la provincialización del
hospital,
haya
devenido
en
confiscatoriedad
o
importe
irrazonabilidad, pues de los fundamentos de la norma surge
con claridad que se trata del ejercicio regular, por parte
de
la
comuna,
de
sus
atribuciones
para
organizar
los
servicios que se encuentran a su cargo, en el marco de una
necesaria compatibilidad con el Presupuesto de Gastos y
Recursos.
4. Consecuentemente, el reclamo de la accionante
prospera únicamente por el período comprendido entre el 1I-1998 y la entrada en vigencia de la ordenanza 308/1998.
A
las
sumas
liquidadas
deberá
adicionarse
el
importe debido en concepto de intereses, que hasta la fecha
del efectivo pago se calcularán de acuerdo a la tasa que
pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires en los
depósitos a treinta días vigente en los distintos períodos
de aplicación (arts. 7 y 10, ley 23.928, texto según ley
25.561 -coincidente en ambas redacciones en sus contenidos; 622, Cód. Civil y 5, ley 25.561).
El importe que resulte de la liquidación que con
tales pautas se practique deberá abonarse dentro de los
sesenta días de notificada la presente (conf. arts. 163 y
215, Const. prov.).
Costas por su orden (arts. 78 inc. 3, ley 12.008,
texto según ley 13.101 y 17, C.C.A., ley 2961).
Con ese alcance, voto por la afirmativa.
El
señor
Juez
doctor
Genoud,
por
los
mismos
fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votó también por
la afirmativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Negri dijo:
I.
La
cuestión
debatida
en
autos
reviste
sustancial analogía con la decidida en la causa B. 62.568,
"Alfaro", sent. del 18-IV-2011.
Al
emitir
opinión
en
el
citado
precedente,
sostuve que la norma rectora de la relación de empleo de
los actores con la comuna fue la ordenanza 1965/1988 hasta
la entrada en vigencia de la ordenanza 308/1998, dictada el
30-XII-1998.
Ello, toda vez que la ley 11.759 nunca entró en
vigencia,
puesto
la
que
su
publicación
de
Ejecutivo,
circunstancia
art.
61
reglamentación
que
la
que
a
supeditó
a
la
dictara
el
Poder
fecha
de
este
la
pronunciamiento aún no ha sucedido.
No existe, en la especie, ninguna circunstancia
que me conduzca a apartarme de la solución que propiciara
en aquella oportunidad.
II. En esas condiciones, advierto que el Capitulo
IV, arts. 30 y 30 bis de la citada ordenanza 1965, contiene
las
pautas
remuneratorias
de
los
profesionales
universitarios y de nivel terciario, respectivamente, y el
ap. "c" del art. 30 establece que esas remuneraciones en
ningún
caso
serán
Administración
inferiores
provincial
para
a
las
el
percibidas
personal
de
por
la
Hospital
Perfil C.
Entonces,
si
la
Provincia
de
Buenos
Aires
incrementó los salarios en marzo de 1998 por vía de los
decretos 491 y 571, dichos incrementos debieron haberse
visto reflejados en los sueldos de la señora Bellagamba,
por
imperio
de
lo
normado
en
su
propio
estatuto
profesional, que continuó vigente hasta que fue reemplazado
por la ordenanza 308/1998.
El análisis ha revelado que la Municipalidad de
Moreno, en el lapso considerado, no aplicó las pautas en
vigor para el cálculo del sueldo de la actora. Tampoco hay
constancias
de
derogación
de
la
parte
relativa
a
las
remuneraciones de la ordenanza 1965/1988 en fecha anterior
al dictado de la ordenanza 308/1998.
De allí que la pretensión de la accionante en
este aspecto del reclamo prospera.
En tal sentido, la Municipalidad de Moreno debe
ser condenada a abonarle todas las diferencias salariales
originadas al compás de los incrementos otorgados por la
Provincia de Buenos Aires, de conformidad con las pautas
salariales contenidas en la ordenanza 1965/1988.
III. Una segunda cuestión a analizar es si la
Municipalidad tenía o no derecho a modificar el régimen
salarial de la parte actora, luego de haber suscripto con
la Provincia de Buenos Aires el convenio de transferencia a
esa esfera del hospital donde se desempeñaban, tal y como
lo llevó a cabo con la sanción de la ordenanza 308/1998 el
30-XII-1998.
Formulo esta aclaración porque el texto de la
referida ordenanza claramente establece en su art. 1 un
nuevo
régimen
estatuto
salarial.
profesional
de
No
la
modifica
otros
demandante
aspectos
distintos
de
del
su
remuneración.
En ese orden, y tal como lo señalé en la citada
causa "Alfaro", el convenio suscripto en agosto de 1996
entre el Ministerio de Salud y la Municipalidad de Moreno
para la transferencia del Hospital Mariano y Luciano de la
Vega
a
la
esfera
provincial
prevé
tres
cuestiones
de
importancia para la solución del caso de autos:
i)
La
cláusula
segunda
establece
que
la
Provincia, a partir de la firma del acuerdo, se hace cargo
del financiamiento del hospital.
ii) La cláusula sexta indica que los gastos de
personal
forman
parte
del
costo
a
financiar
por
el
Ministerio.
iii) La cláusula séptima dispone que en el lapso
que
medie
hasta
la
efectiva
transferencia
el
personal
revistará en la Administración Pública comunal, bajo el
régimen de remuneraciones "vigente".
Si bien el acuerdo en principio tendría vigencia
hasta el 31-XII-1997 y la transferencia efectiva tuvo lugar
el 6-X-1999 (fs. 32, escrito de demanda), el convenio fue
renovándose
hasta
que
ésta
se
cumplimentó
(conf.
dec.
289/1999 del 15-II-1999, el que tengo a la vista y que
fuera agregado en la causa B. 62.568, ya citada).
De
las
estipulaciones
suscriptas
surge
que
a
partir de su firma la Municipalidad se desprendió (o pactó
hacerlo)
de
los
costos
de
funcionamiento
del
hospital
sujeto a la transferencia, aún de los correspondientes a
los salarios del personal. Esta peculiar situación debió
ser reflejada en el proyecto de presupuesto de gastos y
recursos,
que
anualmente
el
Departamento
Ejecutivo
debe
remitir al Concejo Deliberante antes del 31 de octubre de
cada año (art. 109, dec. ley 6769/1958).
Esta comprobación echa por tierra la posibilidad
de desborde presupuestario (fs. 59 vta.) esgrimida por la
demandada como una de sus defensas: la Provincia de Buenos
Aires
y
la
Municipalidad
de
Moreno
pactaron
la
transferencia del hospital Mariano y Luciano de la Vega a
la
esfera
provincial.
Acordaron,
asimismo,
cumplir
una
serie de pasos hasta su completa transferencia. Dentro de
ellos
se
encontraban
los
señalados
con
anterioridad
y
también que los agentes involucrados en la transferencia se
regirían por el estatuto "vigente".
El análisis ha revelado que la Municipalidad de
Moreno
no
cumplió
con
lo
acordado
con
la
Provincia
de
Buenos Aires y ello ha redundado en menoscabo salarial para
la actora, situación que debe ser remediada.
IV. Por otra parte, a título ilustrativo y sin
que con ello pueda modificarse el sentido de mi voto, al
solo efecto de desvirtuar uno de los argumentos invocados
por
la
comuna
demandada,
corresponde
recordar
que
la
Constitución provincial en vigencia desde 1994 alude al
juzgamiento
de
los
omisión
los
municipios
de
casos
originados
en
el
en
la
ejercicio
actuación
de
u
funciones
administrativas (art. 166 in fine, Const. prov.) sin erigir
obstáculos al control judicial, lo que se compadece con la
garantía de accesibilidad consagrada expresamente por el
art.
15
de
la
Carta
local
aún
para
las
actuaciones
administrativas. No se advierte en nuestro sistema actual
la
existencia
de
"casilleros
de
actividad
discrecional
exentos del control judicial" exhibidos por la demandada
con
el
propósito
de
erigir
un
escollo
a
la
tarea
de
juzgamiento.
Precisamente por ello es que oportunamente aclaré
que
resulta
inocultable
el
cambio
paradigmático
que
introduce el nuevo texto constitucional, en cuanto persigue
extender
el
enjuiciamiento
de
las
contiendas
administrativas y vigorizar el control de la Administración
(doct. causa B. 64.553, "Gaineddu", resol. del 23-IV-2003).
V. En efecto, la carrera médico hospitalaria y la
remuneración de su personal estaban, en la Municipalidad de
Moreno, regidas por la ordenanza 1965/1988, que utilizaba
como base de cálculo de los salarios de los profesionales
del
sector
a
los
sueldos
percibidos
por
determinados
niveles de la Administración provincial.
Ergo, la elevación de salarios de los agentes
provinciales
producía
lógicamente
el
incremento
de
la
retribución de los agentes municipales de este sector en la
Municipalidad de Moreno, pues así lo establecía su estatuto
profesional.
En otro orden, si la comuna pactó transferir a la
esfera provincial el hospital con su personal y si dispuso
que era la normativa "vigente" la que debía regirlos, no
pudo, luego de haber acordado esto, modificar su situación
estatutaria,
máxime
cuando
el
acuerdo
había
establecido
claramente que la Provincia tomaba a su cargo, a partir de
su firma, el financiamiento del hospital, incluidos los
gastos de personal.
VI.
La
norma
por
la
que
debían
regirse
los
profesionales de la salud -como la actora- era, hasta su
transferencia
a
la
esfera
provincial,
la
ordenanza
1965/1988.
Dicha
agentes
a
norma
los
sujetaba
abonados
en
los
salarios
jurisdicción
de
tales
provincial,
aplicando determinadas metodologías de cálculo que surgen
de sus propias disposiciones, razón por la cual si los
sueldos
provinciales
aumentaban
dicho
incremento
debía
reflejarse en el salario de estos últimos profesionales.
El
planteo
de
la
demandante
resulta
ajustado,
dado que se ha comprobado que tenía derecho a percibir
hasta
su
efectiva
transferencia
a
la
esfera
provincial
todos los aumentos que la Provincia hubiera otorgado a sus
agentes en la categoría que servía como base de cálculo de
su sueldo, de conformidad con lo normado por la ordenanza
1965/1988.
En esas condiciones juzgo que corresponde anular
los
actos
impugnados
y
condenar
a
la
Municipalidad
de
Moreno, demandada en autos, a reconocer a la actora todos
los
incrementos
salariales
que
correspondieran,
por
aplicación de lo normado en la ordenanza 1965/1988, hasta
su efectiva transferencia a la esfera provincial, lo que
tuvo lugar el 6-X-1999.
Con tales alcances, voto por la afirmativa.
Costas por su orden (arts. 78 inc. 3, ley 12.008
-texto según ley 13.101- y 17, ley 2961).
Los señores jueces doctores de Lázzari y Soria,
por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Hitters,
votaron también por la afirmativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que
antecede,
demanda
Moreno
por
mayoría,
interpuesta,
a
salariales
abonar
a
se
hace
lugar
condenándose
la
señora
establecidas
en
a
parcialmente
la
Bellagamba
los
a
la
Municipalidad
de
las
decretos
diferencias
provinciales
491/1998 y 571/1998, por el período comprendido entre el 1I-1998
y
hasta
la
entrada
en
vigencia
de
la
ordenanza
308/1998.
A
las
sumas
liquidadas
deberá
adicionarse
el
importe debido en concepto de intereses, que hasta la fecha
del efectivo pago se calcularán de acuerdo a la tasa que
pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires en los
depósitos a treinta días vigente en los distintos períodos
de aplicación (arts. 7 y 10, ley 23.928, texto según ley
25.561 -coincidente en ambas redacciones en sus contenidos; 622, Cód. Civil y 5, ley 25.561).
El importe que resulte de la liquidación que con
tales pautas se practique deberá abonarse dentro de los
sesenta días de notificada la presente (conf. arts. 163 y
215, Const. prov.).
Costas por su orden (arts. 78 inc. 3, ley 12.008,
texto según ley 13.101 y 17, C.C.A., ley 2961).
Difiérese
la
regulación
de
honorarios
oportunidad (art. 51, dec. ley 8904/1977).
Regístrese y notifíquese.
HECTOR NEGRI
para
su
DANIEL FERNANDO SORIA
LUIS ESTEBAN GENOUD
JUAN CARLOS HITTERS
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI
JUAN JOSE MARTIARENA
Secretario
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