Selección de poesía quechua. Jailli.

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Selección de poesía quechua.
Jailli.
1 - Oración al Alba Himno de Manko Kayak
Viracocha1,
poderoso cimiento del mundo,
Tú dispones:
“Sea éste varón,
sea ésta mujer.”
Señor de la fuente sagrada,
tu gobiernas
hasta el granizo.
¿Dónde estás
-como si no fuera
yo hijo tuyoarriba,
abajo,
en el intermedio
o en tu asiento de supremo juez?
óyeme . . .
Tú que permaneces
en el océano del cielo.
Viracocha!
y que también vives
en los mares de la tierra,
gobierno del mundo,
creador del hombre.
Los señores y los príncipes,
con sus torpes ojos
quieren verte.
Mas cuando yo pueda ver
y conocer y alejarme,
y comprender,
tú me verás
y sabrás de mí.
El Sol y la Luna,
el día y la noche,
el tiempo de la abundancia
y del frío están regidos
y al sitio dispuesto
y medido llegarán.
1
Dios principal de los Incas.
2
Tú, que me mandaste
el cetro real,
óyeme,
antes que caiga
rendido y muerto.
2 - Invocación Ritual
Ten piedad de mis lágrimas,
ten piedad de mi angustia.
El más sufrido de tus hijos,
el más infortunado de tus siervos
te implora con sus lágrimas.
Ten piedad de mis lágrimas
ten piedad de mi angustia.
Manda, pues, el milagro de tus aguas,
manda, pues, la merced de tus lluvias
a esta infeliz criatura,
a este vasallo que creaste.
3 - Danza de la Tormenta
Amanece la tierra
y se cubre de luces
a fin de venerar
al creador del hombre.
Y el alto cielo
barre sus nubes
para humillarse
ante el creador del mundo.
El rey de las estrellas
y padre nuestro, el Sol,
su cabellera extiende
a los pies de él.
Y el viento junta
las copas de los árboles
y sacude sus ramas
y las yergue hacia el cielo.
Y en el regazo de los árboles
los pajarillos cantan
y rinden el fervor de su homenaje
3
al regidor del mundo.
Todas las flores,
bellas y ufanas,
exhiben sus colores
y sus perfumes.
Y en el seno del lago,
que es universo de cristal,
es grande el alborozo
de los peces.
El río caudaloso,
con su bronco cantar,
está rindiendo su alabanza
a Viracocha.
El peñasco también
se atavía de verde,
y la floresta del barranco
ostenta flores nuevas.
Y las serpientes,
habitantes del monte,
van arrastrándose
a los pies de él.
La vicuña del páramo
y la vizcacha del peñasco
se domestican
cerca de él.
Así también mi corazón,
en cada amanecer,
te rinde su alabanza,
Padre mío y Creador.
4 - Jailli de la Siembra
¡Ea, ya he triunfado,
he sembrado el grano!
¡Nacerá la planta mañana!
y habrá que acollarla pasado mañana!
¡Y vendrá la lluvia, e inundará el agua!
¡Florecerá luego, y ya tendré el maíz!
5 - Rito del Triunfo
4
¡Ea, el triunfo, ea, el triunfo!
¡He aquí el arado!
Potente . . .
¡He aquí el surco, he aquí la tierra!
Sol . . .
¡He aquí mi mano y mi sudor!
Grande . . .
¡Hurra, la simiente, hurra!
Padre . . .
¡Hurra, Sol, hurra!
¡Vé al surco y dale tu aliento!
¡Hurra, Pachamama, hurra!
¡Al vientre de Pachamana,
que da vida y fructifica!
¡Ea, el triunfo, ea, el triunfo!
6 - Oración Final
(y eco muriente)
Viracocha, origen del universo, creador de todo,
oro que arde tan sólo en la noche del corazón.
Que la alegría de tus ojos venga en el alba,
Que el calor de tu aliento venga en el viento.
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Selección de poesía quechua.
Jailli.
Oración al Alba. Himno de Manko Kayak
Viracocha2,
poderoso cimiento del mundo,
Tú dispones:
“Sea éste varón,
sea ésta mujer.”
Señor de la fuente sagrada,
tu gobiernas
hasta el granizo.
¿Dónde estás
-como si no fuera
yo hijo tuyoarriba,
abajo,
en el intermedio
o en tu asiento de supremo juez?
óyeme . . .
Tú que permaneces
en el océano del cielo.
Viracocha!
y que también vives
en los mares de la tierra,
gobierno del mundo,
creador del hombre.
Los señores y los príncipes,
con sus torpes ojos
quieren verte.
Mas cuando yo pueda ver
y conocer y alejarme,
y comprender,
tú me verás
y sabrás de mí.
El Sol y la Luna,
el día y la noche,
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Dios principal de los Incas.
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el tiempo de la abundancia
y del frío están regidos
y al sitio dispuesto
y medido llegarán.
Tú, que me mandaste
el cetro real,
óyeme,
antes que caiga
rendido y muerto.
Invocación Ritual
Ten piedad de mis lágrimas,
ten piedad de mi angustia.
El más sufrido de tus hijos,
el más infortunado de tus siervos
te implora con sus lágrimas.
Ten piedad de mis lágrimas
ten piedad de mi angustia.
Manda, pues, el milagro de tus aguas,
manda, pues, la merced de tus lluvias
a esta infeliz criatura,
a este vasallo que creaste.
Danza de la Tormenta
Amanece la tierra
y se cubre de luces
a fin de venerar
al creador del hombre.
Y el alto cielo
barre sus nubes
para humillarse
ante el creador del mundo.
El rey de las estrellas
y padre nuestro, el Sol,
su cabellera extiende
a los pies de él.
Y el viento junta
las copas de los árboles
y sacude sus ramas
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y las yergue hacia el cielo.
Y en el regazo de los árboles
los pajarillos cantan
y rinden el fervor de su homenaje
al regidor del mundo.
Todas las flores,
bellas y ufanas,
exhiben sus colores
y sus perfumes.
Y en el seno del lago,
que es universo de cristal,
es grande el alborozo
de los peces.
El río caudaloso,
con su bronco cantar,
está rindiendo su alabanza
a Viracocha.
El peñasco también
se atavía de verde,
y la floresta del barranco
ostenta flores nuevas.
Y las serpientes,
habitantes del monte,
van arrastrándose
a los pies de él.
La vicuña del páramo
y la vizcacha del peñasco
se domestican
cerca de él.
Así también mi corazón,
en cada amanecer,
te rinde su alabanza,
Padre mío y Creador.
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Jailli de la Siembra
¡Ea, ya he triunfado,
he sembrado el grano!
¡Nacerá la planta mañana!
y habrá que acollarla pasado mañana!
¡Y vendrá la lluvia, e inundará el agua!
¡Florecerá luego, y ya tendré el maíz!
Rito del Triunfo
¡Ea, el triunfo, ea, el triunfo!
¡He aquí el arado!
Potente . . .
¡He aquí el surco, he aquí la tierra!
Sol . . .
¡He aquí mi mano y mi sudor!
Grande . . .
¡Hurra, la simiente, hurra!
Padre . . .
¡Hurra, Sol, hurra!
¡Vé al surco y dale tu aliento!
¡Hurra, Pachamama, hurra!
¡Al vientre de Pachamana,
que da vida y fructifica!
¡Ea, el triunfo, ea, el triunfo!
Oración al Sol
¡Oh Hacedor, que diste al Sol y después dijiste: haya noche y día, amanezca y esclarezca!
¡Salga en paz, guárdenle para que alumbre a los hombres que criaste, oh Hacedor!
¡Oh Sol, que estás en paz y en salvo, alumbra a estas personas que apacientas, no estén
enfermos, guárdalos sanos y salvos!
Oración para que se multipliquen las gentes.
¡Oh hacedor, que haces maravillas y cosas nunca vistas, misericordioso hacedor, grande,
sin medida multipliquen las gentes y haya criaturas y los pueblos y las tierras estén sin
peligros y estos a quien diste ser, guárdalos y tenlos en tu mano! Para sicula sin fin.
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Oración
¡Oh Hacedor, señor de los fines del mundo, misericordioso, que das ser a las cosas y en este
mundo hiciste los hombres que comiesen y bebiesen, acreciéntales las comidas y frutos de
la tierra, y las papas y todas las demás comidas que criaste multiplícalas para que padezcan
hambre ni trabajo, para que todos se crien; no hiele ni granice; guárdalos en paz y en salvo!
Oración por el Inca.
¡Oh Hacedor piadoso, que estás en el cabo del mundo, que dijiste y tuviste por bien que
hubiese Inca señor, a este Inca que diste ser guárdalo en paz y en salvo, juntamente con sus
criados y vasallos, y alcance victoria de sus enemigos; siempre sea vencedor, no
acortándole sus días a él ni a sus hijos ni descendientes, y guárdalos en paz, oh Hacedor!
Oración por todos los Incas.
¡Oh Sol, padre mí, que dijiste haya Cuzco y tambos; sean vencedores y despojadores estos
tus hijos de todas las gentes! Adórote para que sean dichosos si somos estos Incas tus hijos
y no sean vencidos ni despojados, sino siempre vencedores, pues para esto los hiciste.
Oración Final
Viracocha, origen del universo, creador de todo,
oro que arde tan sólo en la noche del corazón.
Que la alegría de tus ojos venga en el alba,
Que el calor de tu aliento venga en el viento.
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Selección de poesía quechua.
Arawi.
Canción
Hermosa flor eres tú,
punzante espina soy yo.
Tú eres ventura hecha vida,
Pensar que cunde soy yo.
Tú eres virginal paloma,
diosa mosca soy yo.
Luna de nieve eres tú,
noche de pena soy yo.
Tú eres el árbol frutecido,
carcomido tronco yo.
Tú eres mi sol, mi sol eres,
noche de pesar soy yo.
Tú eres vida de mi vida,
eres amor de amor.
Alfombra a tus pies tendida
seré eternamente yo.
Blando helecho que despliega
su traje de verde nuev;
vestida de blanco, eres
la estrella de mi mañana.
Blanca nube, la más leve,
clara fuente de agua pura,
tu serás mi dulce engaño,
yo seré tu oscura sombra.
Canción de ausencia
¿La desventura, reina,
nos separa?
¿La adversidad, infanta,
nos aleja?
Si fueras flor de chincherkoma,
hermosa mía,
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en mi sien y en el vaso de mi corazón
te llevaría.
Pero eres un engaño, igual
que el espejo del agua.
Igual que el espejo del agua, ante mis ojos
te desvaneces.
¿Te vas, amada, sin que nuestro amor
haya durado un día?
He aquí que nos separa
tu madre desleal
para siempre.
He aquí que la enemistad de tu padre
nos sume en la desgracia.
Mas, mi reina, tal vez nos encontremos pronto
si dios, gran amo, lo permite.
Acaso el mismo dios tenga que unirnos
después.
¡Cómo el recuerdo
de tus ojos reidores
me embelesa!.
¡Cómo el recuerdo
de tus ojos traviesos
me enferma de nostalgia.
Basta ya, mi rey, basta ya.
¿Permitirás
que mis lágrimas lleguen a colmar
tu corazón?
Derramando la lluvia de tus lágrimas
sobre las kantutas
y en cada quebrada,
te espero, hermosa mía.
12
Arawi
Morena mía,
morena,
tierno manjar, sonrisa
del agua,
tú corazón no sabe
de penas
y no saben de lágrimas
tus ojos.
Porque eres la mujer más bella,
porque eres reina mía,
porque eres mi princesa,
dejo que el agua del amor
me arrastre en su corriente,
dejo que la tormenta
de la pasión me empuje
allí donde he de ver la manta
que ciñe tus hombros
y la saya resuelta
que a tus muslos se abraza.
Cuando es de día, ya no puede
llegar la noche;
de noche, el sueño me abandona,
y la aurora no llega.
Tú, reina mía,
Señora mía,
¿ya no querrás
pensar en mí
cuando el león y el zorro
vengan a devorarme
en esta cárcel,
ni cuando sepas
que condenado estoy
a no salir de aquí, señora mía?
13
Sumak Thika...
Bella flor, largos cabellos,
pura muchacha de ojos sombreados por pestañas,
flor de nieve siempre tierna,
dientes brillantes, boca bermeja.
Fatigado de caminar tanto
llega ya tu enamorado.
¡Que tu corazón se alegre!
Quien te hizo sufrir se va.
Y ahora, como se ve
el agua clara que corre,
lo mismo han de bailar
delante de ti muchas gentes reunidas.
Tapucito L’ata
¿En dónde mi tesoro
se esconde?
A la media noche
lo lloro,
a toda hora
me falta.
Huk urpicatam uywakarkani
Yo criaba a mi paloma
y de veras la quería.
¿Por qué me abandona ahora,
si en nada pude agraviarla?
Noche y día la he buscado;
con el corazón doliente
preguntaba a cada piedra:
¿no viste a mi enamorada?
Padre Sol, tú has de alumbrarme,
que será todo luto y todo sombras
cuando, como dos estrellas,
sus ojos ya no me miren.
14
Palomita blanca
Palmita blanca
de las Cordilleras,
préstame tu pluma
para mi recuerdo.
La hierba que agarro
se saca de las raíces,
el agua que tomo
se saca del estanque.
El enamorado
No des tu querer a mujer de otro,
después te puede suceder lo que a su marido.
No olvides tú, que el grano sembrado
la tierra nunca pudre, aumentado devuelve.
Jardín hermoso
Jardín hermoso, bonita flor,
eso no se coge sin su dueño.
¡Cógela contigo, eso sí que sí;
cógela con otro, eso sí que no!
Papita menuda primeriza
eso no se coge sin su dueño.
¡Cógela contigo, eso sí que sí;
cógela con otro, eso sí que no!
¡Alcacer verde corralito
cercado de espinas, qué bonito!
¡Segarla contigo, eso sí que sí;
segarla con otro, eso sí que no!
Lágrimas sólo de amor
Lágrimas sólo de amor
en trémulos chorros caen,
y de su caudal yo bebo
deseando que no se acabe.
15
Dime ¿qué te has hecho?
Dime ¿qué te has hecho,
corazón amado?
Cual tórtola tierna
me has abandonado.
Tengo tierno corazón
Tengo tierno corazón,
por eso te amo, mujer;
mas tú causas mi aflicción
y me haces llanto verter.
Esa alegre muchachita
Esa alegre muchachita
el pecho tiene abrasado;
quien se casare con ella,
tiene que morir quemado.
Yo también en otro tiempo
Yo también en otro tiempo
bien puesto andaba y aseado;
por mantener a una hambrienta,
ahora soy gallo pelado.
Te amo aún y te he de amar
Te amo aún y te he de amar;
resto hay de amor todavía;
cuando se acabe algún día,
yo mismo te he de avisar.
En vano anduve buscando
En vano anduve buscando
buena chicha hasta la aurora;
de todas es desabrida,
sólo la tuya es sabrosa.
16
Glosa
Ya me deja, ya se va,
causag cristianomi ayayan.
¡Adiós, lumbre de mis ojos!
llipiacushpami tutayan.
Callepambapi saquishpa
sin escuchar mi clamor,
puyushinami chingaran
mi dulce dueño, mi amor.
Ya es cadáver, ya está yerta,
huañushcatami ricuni.
Ya no piensa, ya no siente,
alau! imata tucuni?
Ñucapish pambarishalla,
pues ya no tengo valor;
inca huañuita huañusha
con tan funesto dolor.
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