Competencia ASPECTOS GENERALES SOBRE LA COMPETENCIA DE LA COMISIÓN DE MARINA. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 73 fracciones XIII y XVII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Congreso de la Unión tiene la facultad para legislar en toda la República; para dictar leyes según las cuales deben declararse buenas o malas las presas del mar y tierra; para expedir leyes relativas al derecho marítimo de paz y guerra; para dictar leyes sobre vías generales de comunicación y sobre postas y correos, así como para expedir leyes sobre el uso y aprovechamiento de las aguas de jurisdicción federal. Para el cumplimiento de éstas actividades, el Congreso se apoya en las Comisiones, y sobre ese particular el artículo 39, numeral 1 de la Ley Orgánica del Congreso General señala que “Las Comisiones son órganos constituidos por el pleno, que a través de la elaboración de dictámenes, informes, opiniones o resoluciones, contribuyen a que la Cámara cumpla sus atribuciones constitucionales y legales” y se establece, en el numeral 3 del ]…[artículo citado, la competencia de las mismas: “Las Comisiones ordinarias tienen a su cargo tareas de dictamen legislativo, de información y de control evaluatorio conforme a lo dispuesto por el párrafo primero del artículo 93 Constitucional y su competencia se corresponde en lo general, con las otorgadas a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal. En relación a lo anterior es importante destacar, que la competencia de las Comisiones no es restrictiva, sino enunciativa, toda vez que claramente se establece que en lo general, tendrá a su cargo el dictamen legislativo, la información y el control evaluatorio de las atribuciones que tienen a su cargo las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, pero no señala que su trabajo se limitará a éstas. En ese sentido la Comisión de Marina, atiende a lo dispuesto por el artículo 45 numeral 6, inciso “g” de la Ley Orgánica del Congreso General que establece entre las tareas de las Comisiones las de “realizar las actividades que se deriven de esta ley, de los ordenamientos aplicables, de los acuerdos tomados por el pleno de la Cámara y los que adopten por sí mismas con relación a la materia o materias de su competencia.” En lo que se refiere a TRANSPORTE MARÍTIMO, no existe en el orden jurídico establecido, atribuciones específicas en lo que se refiere a la MARINA MERCANTE, actividad que rebasa el ámbito del transporte. El transporte marítimo no agota desde luego, la diversidad de temas que incluyen la marina mercante, como por ejemplo: la construcción naval, por mencionar alguno. Sabemos que los asuntos de ese sector requieren de nuestra atención como legisladores, que son temas que deben trabajarse en mucho de los casos en comisiones unidas; en ese sentido basta mencionar que el Programa Institucional de Desarrollo de la Secretaría de Marina establece entre sus líneas de acción, la modernización de sus astilleros y Centros de Reparación Navales, para poder enfrentar el problema de la sustitución de unidades y así apoyar el desarrollo de la Marina Mercante Nacional”. Los trabajos antes citados, forman parte de un Proyecto de Desarrollo de la Industria Naval Nacional que va ligado al desarrollo de la Marina Mercante Mexicana, en el que la Secretaría de Marina colabora con la Presidencia de la República. Por otra parte, cabe señalar que en otros países se otorga a las Comisiones la facultad para determinar o votar algún asunto, sin pasar por el pleno. En nuestro país a diferencia de aquellos, no se otorga a la Comisiones facultad para determinar ningún asunto, sino únicamente para conocer del mismo, en ese sentido toda resolución debe ser votada por el Pleno del Congreso, siguiendo el proceso legislativo establecido en su marco normativo. Es importante señalar que en los antecedentes de la Ley de Navegación y la Ley de Puertos, la Comisión de Marina ha participado en los dictámenes respectivos. Por otra parte la Ley Orgánica de la Armada de México, señala que entre las atribuciones de esa Institución se encuentran las siguientes: Ejercer jurisdicción naval militar en nombre de la Federación en el mar territorial, zona económica exclusiva, zona marítimo terrestre, islas, cayos, arrecifes, zócalos y plataforma continental; Así como en aguas interiores, lacustre y ríos en sus partes navegables, incluyendo los espacios aéreos correspondientes. Proteger el tráfico marítimo, fluvial y lacustre en la jurisdicción federal y donde el Mando Supremo lo ordene. Realizar levantamientos topohidrográficos de los mares y costas nacionales y publicar la cartografía náutica, así como la información necesaria para la seguridad de la navegación. A raíz de la promulgación de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, publicada en el Diario oficial de la Federación el 29 de diciembre de 1976, se incorporaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes las funciones referentes al fomento de la marina mercante, la provisión de su infraestructura y la administración de los puestos, creándose la Subsecretaría de Puertos y Marina Mercante, sin embargo la Comisión de Marina siguió conociendo de lo relativo a la Marina Mercante. Como se anotó con anterioridad, las comisiones tienen a su cargo, además, tareas de información y de control evaluatorio, conforme a lo dispuesto por el párrafo primero del artículo 93 constitucional y su competencia se corresponde en lo general, con las otorgadas a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal; derivado de ello, existe vinculación entre la Comisión de Marina y otras Comisiones, la cual tiene su origen en la materia del despacho que a cada dependencia otorga la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Tal es el caso de la relación que existe con la Comisión de Defensa Nacional, en tratándose de temas de Seguridad Nacional; de Seguridad Social, por cuanto hace a la seguridad social para las Fuerzas Armadas, de Educación Pública y Servicios Educativos, relativo a la educación náutica y educación militar, etcétera. COMISIÓN DE MARINA De conformidad con lo dispuesto por los artículos 39 numeral 1, párrafo tercero y 40 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, las comisiones son órganos constituidos por el Pleno, que a través de la elaboración de dictámenes, informes, opiniones o resoluciones contribuyen a que la Camara de Diputados cumpla con sus atribuciones constitucionales y legales, en ellos intervienen los legisladores para participar en la resolución y/o dictamen de los asuntos que se encomiendan a cada cuerpo colegiado. Son comisiones ordinarias, las que permanecen de una legislatura a otra, y entre las mismas se encuentra establecida la Comisión de Marina (artículo 39 numeral 1 fracción XX): Las comisiones deben constituirse durante el primer mes de ejercicio de cada legislatura a propuesta de la Junta de Coordinación Política, órgano este, a quien también corresponde proponer a los legisladores que habrán de presidirlas y fungir como secretarios, tomando en consideración criterios como: proporcionalidad, antecedentes y experiencia legislativa de los diputados. Las comisiones permanecerán constituidas hasta el termino de la legislatura y puede tener hasta 30 miembros, las propuestas que éstos hagan, deberán hacerse respetando los principios de pluralidad y proporcionalidad en la representación de la Cámara de Diputados. La Comisión de Marina es considerada como una comisión de dictamen legislativo. Dentro de las atribuciones que otorga la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos a las comisiones, se encuentran las siguientes: o Elaborar su programa anual de trabajo; o Informar semestralmente a la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos, respecto de las actividades que realiza; o Mantener organizado el archivo de los asuntos que tiene a su cargo, para ser entregado a la legislatura siguiente; o Resolver los asuntos que les sean turnados por la Mesa Directiva, atendiendo a los programas legislativos acordados por la Conferencia; o Realizar por lo menos una vez al mes, una reunión de trabajo; o Llevar a cabo las actividades que deriven de la ley y los demás ordenamientos aplicables a la Cámara. A los órganos de dirección de las comisiones se le denomina Junta Directiva, y ésta se le atribuye entre otras funciones la presentar proyectos sobre los planes de trabajo, integrar subcomisiones de trabajo y elaborar el orden del día de las reuniones de la Comisión. Corresponde al Presidente de Comisión las siguientes tareas: o Convocar, presidir y conducir las reuniones de trabajo, o Nombrar al Secretario Técnico de la Comisión y proponer el nombramiento de asesores, o Vigilar el envío de la documentación a la Gaceta Parlamentaria para su publicación. Cabe señalar que el reglamento para el Gobierno interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos establece que los diputados a los que se les hubiere encomendado la tarea de presidir una comisión, no gozaran por el desempeño de esta función de una remuneración extraordinaria a la de su dieta. Asimismo, las Comisiones cuya materia corresponda con alguna o algunas de las dependencias de la Administración Pública Federal, deberá realizar el estudio del informe sobre el estado que guardan dichas dependencias, presentando las conclusiones del análisis, del cual se podría desprender la necesidad de citar al Secretario del Despacho correspondiente. De igual manera dará su opinión a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, sobre los informes que rinda el ejecutivo y demás entidades fiscalizadas, a fin de que estas opiniones sean consideradas en el análisis de la cuenta pública. En el interior supuesto se encuadra la Comisión de Marina, toda vez que la materia de esta corresponde a las actividades y funciones que realiza la Secretaría de Marina – Armada de México. En términos de los dispuesto por el articulo 73 fracción XVI de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es facultad del Congreso de la Unión levantar y sostener a las instituciones armadas de la Unión, tales como el Ejercito, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea Nacionales, y para reglamentar su organización y servicio. Por lo anterior es que corresponde a la Comisión de Marina, realizar las actividades reseñadas en párrafos anteriores, respecto de las funciones encomendadas a la Secretaría de Marina, asimismo el estudio, análisis y dictamen de todo lo relativo a la Armada de México, que le turne la Mesa Directiva. Además de lo anterior, corresponde también a éste Órgano Legislativo la elaboración de dictámenes, informes, opiniones o resoluciones de todo lo relativo o concerniente a la Marina Mercante Nacional. LA SECRETARIA DE MARINA - ARMADA DE MÉXICO El nuestro, es un país con más de 11,000 kilómetros de litoral situado entre los dos océanos más grandes del mundo, lo que nos hace poseedores de una biodiversidad de recursos marítimos y nos coloca en una posición mundial envidiable. El valor estratégico de las zonas marinas mexicanas, zona económica exclusiva, plataforma continental, mar territorial y aguas interiores, está dado por el ejercicio soberano del Estado para la protección de los intereses de la nación; estas, son áreas donde los bienes y valores nacionales se constituyen en vitales para el desarrollo del país y donde la necesidad de defensa existe. La Armada de México es una institución militar nacional de carácter permanente del Estado Mexicano, que tiene como misión emplear el poder naval militar de la Federación para la seguridad interior y la defensa exterior del país, asimismo, tiene la responsabilidad de defender nuestros intereses marítimos, lo que permite y garantiza el desarrollo de las actividades productivas que se realizan en el mar. El poder naval es materializado mediante la ejecución de operaciones militares con el fin de defender la independencia, la soberanía y la integridad del mar territorial, proteger las instalaciones estratégicas y el patrimonio marítimo, hacer cumplir las leyes en el mar territorial y zona económica exclusiva en contra del narcotráfico, la piratería, el tráfico ilegal de personas, sabotaje y el terrorismo, salvaguardando también la vida humana en la mar y brindando auxilio a nuestra población en casos y zonas de desastre o emergencia Para el eficaz cumplimiento de su misión y atribuciones, la Armada de México se organiza de la siguiente manera: o Dos fuerzas navales, o Seis regiones navales, o Nueve zonas navales, o Once Sectores navales, o Ocho subsectores navales; y o Veintiocho apostaderos navales. Cabe destacar que la Armada de México se encuentra en una etapa de modernización de sus equipos y unidades, lo que le ha permitido incrementar la capacidad de adecuarse a las diversas condiciones que la situación le impone y a las necesidades de nuestra sociedad en el desarrollo de las operaciones, toda vez que las unidades navales más modernas están diseñadas para ser constituidas en organizaciones flexibles que permitan un manejo óptimo de la fuerza, con base en la aplicación de los principios de unidad de objetivo, concentración y economía, maniobra, seguridad, coordinación y cooperación. Además de ser guardián de nuestra soberanía y vigilante de nuestra seguridad interior, la Armada de México desarrolla tareas tendientes a brindar la primera respuesta de auxilio, previniendo y desalojando a personas damnificadas, coordinando posteriormente con el Estado para proporcionar víveres, medicamentos y ropa, incluyendo la atención y traslado de heridos, a través del Plan General de auxilio a la Población en Casos y Zonas de Desastre o Emergencia “Marina”; participa también en tareas de remoción de escombros después de lluvias o tormentas, suministro de agua potable, reforestación, traslado de libros de texto gratuitos, campañas de alfabetización y programas en pro de la salud de la ciudadanía. A la Secretaría de Marina se le ha encomendado el cumplimiento de la normatividad en materia de protección al medio ambiente y explotación de recursos, interviniendo para ello en el desarrollo de las actividades pesqueras y haciendo frente a cualquier contingencia ecológica que se presente, dirigiendo y coordinando al efecto, el desarrollo del Plan Nacional de Contingencia para Combatir y Controlar Derrames de Hidrocarburos y otras sustancias nocivas en la mar. También destacan como tareas de la Institución en comento, el fortalecimiento y desarrollo de la investigación hidrográfica, oceanográfica, científica, la construcción naval y la producción y actualización de la cartografía náutica nacional, actividades que fomentan el desarrollo marítimo nacional y permiten mantener a salvo el ecosistema marino, coadyuvando además a la seguridad de las vías marítimas de comunicación y a la navegación segura. MARINA MERCANTE MEXICANA Durante la época antigua la navegación era rudimentaria y únicamente costera o mediterránea, las embarcaciones se movían mediante remos, por lo que la disposición de éstos constituía el problema principal de la construcción naval. La época media fue el período de los grandes descubrimientos geográficos, los cuales fueron posibles al disponer de buques de mayor tamaño que permitían una mejor disposición de las velas, al empleo de la brújula y de las cartas marinas, así como a otros avances tecnológicos. Después de la Primera Guerra Mundial se introdujeron otros elementos auxiliares de la navegación el radiogoniómetro y la aguja giroscópica; más recientemente los radiofaros y las redes radioeléctricas. Y para la Segunda Guerra Mundial determinó un fuerte avance tecnológico en la construcción naval y la navegación marítima, a pesar del tiempo transcurrido desde entonces, gran parte de este avance aún no se ha consolidado en el plano comercial. La Marina Mercante Mexicana y su historia se remontan al siglo XVI, cuando Fray Andrés de Urbarreta y Don Miguel López de Legazpi establecieron la ruta marítima entre La Nueva España y las Islas Filipinas, misma que abrió para Acapulco y México una etapa de auge comercial al convertirse junto con la Ciudad de Puebla en los centros de distribución de las mercancías procedentes de Oriente y de España. La ruta comercial Acapulco-México-Puebla-Veracruz que operó hasta la Independencia, años más tarde ante el desenvolvimiento del comercio internacional, se pensó en otro camino similar eligiéndose el del Istmo de Tehuantepec, con los Puertos de Coatzacoalcos y de Salina Cruz. Desde años atrás ha sido una necesidad el promover el desarrollo de la Marina Mercante Nacional, en virtud de que su adecuada operación proporcionaría grandes beneficios para el país, además de que podría ser una importante fuente de trabajo; por otro lado se evitaría la constante salida de divisas que tanto dañan a nuestra economía, por no utilizarse embarcaciones con bandera nacional. La Marina Mercante Mexicana. Este Sector Económico se encuentra integrado principalmente por: a) Navieras y Armadores; b) Administradores y operadores de buques; c) Prestadores de Servicios conexos vinculados con el Transporte Marítimo y los Puertos; d) Agentes Navieros. Situación actual de la Marina Mercante Mexicana. La situación actual de nuestra Marina Mercante, podemos resumirla en las siguientes cifras: a) El 99.8 % de las mercancías de Comercio Exterior es transportado por embarcaciones extranjeras; b) El 78 % del cabotaje es realizado por embarcaciones de bandera mexicana; Por lo anterior resulta evidente la falta un marco jurídico que coadyuve a que este sector económico fortalezca su participación en los servicios relacionados con la navegación de cabotaje y de altura en el mediano plazo, lo que permitiría se generen fuentes de empleo para los marinos mercantes mexicanos y se incentive el crecimiento de la flota mercante nacional. Importancia de contar con una Marina Mercante fuerte. De reactivarse la Marina Mercante Nacional, los beneficios inmediatos que traería, serían los siguientes: Habría menor fuga de divisas y un mayor ahorro interno para inversión productiva; b) A mediano plazo, habría mayor captación fiscal, lo cual redundaría en un incremento en los ingresos del Erario Público; c) Se daría un efecto multiplicador de empleos en toda la industria y servicios vinculados; d) Tendríamos una menor dependencia económica e incluso política del exterior, e) Existiría una vinculación entre centros de producción y de consumo; f) Obtendríamos el logro de una mayor autonomía y soberanía nacional en la explotación de nuestras riquezas marinas, como son los energéticos que requieren de una flota estratégica de apoyo logístico, que en la actualidad se da en su mayoría por embarcaciones de bandera extranjera. Objetivos para fortalecer la Marina Mercante Nacional. A fin de lograr el tan necesario fortalecimiento de nuestra Marina Mercante, es fundamental llevar a cabo los siguientes objetivos: Sentar las bases jurídicas para la reactivación de la Marina Mercante, y; Adecuar el marco jurídico en materia de navegación y comercio marítimos, a fin de que la Marina Mercante Mexicana fortalezca su participación en los servicios relacionados con la navegación de cabotaje y de altura en el mediano plazo, se generen fuentes de empleo para los marinos mercantes mexicanos y se incentive el crecimiento de la flota mercante nacional.