Editorial Alfaguara Infantil y Juvenil se une a los festejos mundiales

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E
ditorial Alfaguara Infantil y Juvenil se une a los festejos mundiales del “Mes
Roald Dahl” en homenaje al cumpleaños de este querido autor, favorito de
chicos y grandes.
A lo largo de todos los países de habla hispana, estaremos promoviendo la exploración de la obra de Roald Dahl dentro y fuera de las aulas y apostaremos por la
difusión de su extraordinario legado literario. La celebración estará marcada por
una serie de eventos, actividades y promociones especiales con medios, escuelas
y librerías.
El 13 de septiembre, que ha sido denominado como el “Día Roald Dahl”, será el centro de estas celebraciones y, durante todo el mes, la comunidad lectora y las instituciones educativas llevarán a cabo gran parte de las actividades de lectura y aquellas
promovidas desde el sitio oficial.
Para mayor información sobre las actividades específicas con las que se celebrará el Mes Roald Dahl
en cada país consulta la página de Alfaguara www.librosalfaguarainfantil.com y la página oficial:
www.roalddahlday.info
Es un honor y un gusto poder celebrar con ustedes a
El que no cree en la magia
nunca la encontrará.
U na autobiografía es un libro
que una persona escribe sobre
su propia vida y está por
lo general lleno de todo tipo
de detalles aburridos.
R
oald Dahl nació en Llandaff (País de Gales, Reino Unido), el 13 de
septiembre de 1916. Sus padres eran noruegos emigrantes, eligieron el nombre de Roald en honor al explorador del Polo Sur, Roald
Amundsen, considerado héroe nacional de Noruega. La tragedia marcó su
vida desde niño. Cuando tenía 3 años una hermana murió de apendicitis
y un mes después murió también su padre de neumonía. Su madre tuvo
que cuidar a los cuatro hermanos y a dos más de la primera esposa de su
padre.
Hasta los 9 años asistió a la Escuela de la Catedral de Llandaff, ahí tuvo
su primer contacto con el rígido sistema educativo de la época que sería
retratado en muchos de sus libros. En 1925, entró interno al colegio inglés
St. Peter’s, donde practicaban una disciplina feroz y los castigos corporales eran frecuentes: “nos pegaban por hacer todo lo que era natural que
hicieran unos niños como nosotros”.
A los 13 años es enviado a otro internado, Repton, una escuela pública
en la que las palizas “eran más feroces y frecuentes todavía”. Durante su
infancia y adolescencia viaja todos los veranos a Noruega con
la familia, y más grande explora Terranova.
En 1934, pese a los ruegos de su madre porque fuera a la universidad, comenzó a trabajar en el Departamento Oriental de
la Shell Oil Company, la multinacional petrolera. Él sólo quería
viajar y conocer el mundo. Tres años más tarde la compañía lo
envía a Tanzania (África Oriental). Cuando empieza la Segunda
Guerra Mundial se enrola como piloto de la RAF (Real Air Force)
en Nairobi. Está a punto de morir en Libia en un aterrizaje forzoso pero, tras pasar seis meses hospitalizado, se reincorpora
a la fuerza aérea inglesa en Grecia, luego en Palestina. Lamentablemente, para él que adoraba volar, las secuelas de su accidente lo obligan a retirarse.
Desde 1942 sirve como agregado aéreo adjunto en Washington. Y aquí empieza la leyenda del escritor infantil más popular en el mundo anglosajón. El escritor C.S. Forester le pide
que cuente sus experiencias de guerra para que él escriba un
artículo para el Saturday Evening Post. Roald responde por escrito y el texto es tan perfecto que se publica tal cual. “¿Sabía
que era usted escritor?...”, le escribe Forester al naciente autor.
En 1943, publica su primer libro infantil Los Gremlims, los derechos fueron adquiridos por Disney pero nunca hicieron la película (no confundir con el film de Joe Dante, Gremlins de 1984.
En 1948, aparece Sometime Never, y mantiene una exitosa carrera como escritor de cuentos fantásticos para adultos, llenos
de humor negro y vueltas de tuerca, que aparecerán en revistas
como Harper’s, Playboy y The New Yorker. Escribió más de se-
senta cuentos y se han publicado numerosas colecciones, muchas de
ellas después de su muerte.
Tras la publicación de James y el Melocotón Gigante, en 1961, es cuando
empieza a adquirir notoriedad como autor de libros para niños. En 1964
Charlie y la fábrica de chocolate se convierte en un bestseller mundial. Se
multiplica su fama como escritor infantil. A partir de ahí, todos son éxito
tras éxito (las fechas corresponden a las primeras ediciones en inglés):
El dedo mágico (1966), El Superzorro (1970), Charlie y el gran ascensor de
cristal (1973), Danny, el campeón del mundo (1975), El enorme cocodrilo (1978),
Los Cretinos (1980), La maravillosa medicina de Jorge (1981), El Gran Gigante Bonachón (1982), Cuentos en verso para niños perversos (1982), Las Brujas
(1983), ¡Qué asco de bichos! (1984), La jirafa, el pelícano y el mono (1985), Matilda (1988), Puchero de rimas (1989), Agu Trot, (1990), Los minpins (1991) y El vicario que hablaba al revés (1991). Las dos últimas publicadas póstumamente.
La mayoría de sus libros han sido ilustrados, desde 1978, por Quentin
Blake, elegido personalmente por Dahl: Creo que es el mejor ilustrador de
libros infantiles que hay en el mundo en este momento.
En 1984 editó dos libros autobiográficos para adultos. En Boy (Relatos de
infancia) cuenta su niñez y adolescencia, y en Volando solo, sus años como
piloto en la Segunda Guerra Mundial.
Dahl se casó dos veces. Su primera esposa fue la actriz Patricia Neal
con la que tuvo cinco hijos. Se divorciaron en 1973. Diez años después se
casó con Felicity Ann Crosland, quien solía ser la mejor amiga de su primera esposa. Vivió los últimos años de su vida en una granja de Bucking
Hamshire trabajando infatigablemente.
Murió en Oxford, Inglaterra, el 23 de noviembre de 1990, a los 74 años
de edad. Su amplia labor altruista, poco conocida, en los campos de la
neurología, la hematología y la alfabetización, ha continuado
tras su desaparición a través de la Roald Dahl Foundation. El diez
por ciento de los derechos de autor de todas sus obras van tanto a esta fundación como al Roald Dahl Museum and Story Centre
que se dedica a fomentar la lectura y la escritura.
Charlie y la fábrica de chocolate alcanzó desde su publicación
gran éxito en todo el mundo, y siguen vendiéndose cientos de
miles de ejemplares al año. La mayoría de sus obras se han
ido convirtiendo con el paso del tiempo en éxitos globales. La
edición china de esta primera obra fue la mayor impresión conocida: dos millones en el primer tiraje.
Otro ejemplo, Matilda, el penúltimo libro del escritor, rompió
todos los récords de ventas en el Reino Unido con más de medio
millón de copias vendidas en seis meses. Desde la muerte de
Roald Dahl, sus libros han mantenido su enorme popularidad.
El total de ventas en el Reino Unido ronda los 30 millones, con
más de un millón de copias vendidas al año. En Estados Unidos,
ha sido un éxito rotundo ya que los libros de Dahl están alcanzando ahora el estatus de bestsellers.
En una encuesta realizada el Día Mundial
del Libro de 1999, entre 15,000 niños norteamericanos de 7 a 11 años, Matilda fue votado
como el libro infantil más popular. Charlie y la fábrica de Chocolate, Los cretinos y El Gran Gigante Bonachón aparecieron también
entre los diez primeros.
El superzorro (1970)
Había una vez un valle… y en el valle tres granjas, y en las granjas,
tres granjeros. Tres granjeros bastante feos, por cierto. Y además,
antipáticos. Más feos y más antipáticos que Satanás.
No importa lo que usted sea o parezca,
mientras alguien lo ame
Se trata de dejar en ridículo a
los adultos ¿sabe usted? Es algo inofensivo
pero a los niños les encanta
Don Zorro, doña Zorra y sus tres zorritos viven tranquilamente en su madriguera hasta que los malvados granjeros se
obsesionan con darles caza. Pero el jefe de la familia Zorro es
demasiado listo y terminará, desde luego, riéndose de ellos en
Disponible en Argentina. sus propias narices.
¡Qué asco de bichos!
El cocodrilo enorme (1978)
“El cerdo, “El León”, “El oso hormiguero”, “El erizo”, “La vaca”,
“La rana y el caracol”, y “El Bicho de mi Tripa” son siete cuentos
en verso, que junto a “El cocodrilo enorme”, conforman este volumen lleno de humor y morbo.
Voy a buscar un niño
para mi desayuno.
Podrás oír cómo crujen
Sus huesos uno a uno
La Jirafa, el Pelícano y el Mono (1985)
Los mimpins (1991)
Una disparatada historia llena de fantasía con personajes simpáticos y situaciones inverosímiles que
nos muestran la vida desde el lado positivo, donde
cada uno encuentra su lugar.
Billy vive junto a un bosque que le han prohibido visitar. Pese a la
orden precisa de su madre, un día decide internarse entre los árboles. ¿Encontrará monstruos horribles o un mundo maravilloso?
Disponible en Argentina.
Conseguirás que estemos contigo
cuando abras de nuevo este libro.
¡Siempre estaremos aquí éstos y yo!
Pues no hay libro que sea aburrido
si están dentro de él tus amigos,
¡La jirafa, el pelícano y Yo!
Agu trot (1990)
Este el último libro de Dahl publicado en vida, y narra la tierna historia de amor de dos personas de la
tercera edad y de nada menos que 140 tortugas.
El señor Hoppy vivía en un departamento en lo alto de un
edificio de cemento. Vivía solo, y ahora que estaba jubilado
se encontraba más sólo que nunca.
En la vida del seño Hoppy había dos amores. Uno eran
las flores que cultivaba en su balcón…
Y, sobre todo, miren con ojos siempre muy atentos al mundo que los
rodea, porque los más preciosos secretos están siempre escondidos en
los lugares más insospechados, y aquellos que no creen en lo mágico
nunca descubrirán las cosas mágicas.
El dedo mágico (1966)
Una niña de 8 años, que no soporta el “deporte” de la cacería,
tiene un dedo mágico que transforma en animales a los crueles cazadores y... está dispuesta a utilizarlo.
La señora Gregg se despertó. Y cuando vio al señor Gregg allí de pie en
el suelo, ella también gritó.
¡Ahora era un minúsculo hombrecito! Quizás era tan alto como el
asiento de una silla, pero no más. ¡Y donde habían estado sus brazos,
ahora tenía un par de alas de pato!
Los Cretinos (1980)
Cuentos en verso para niños perversos (1982)
El señor y la señora Cretino son dos personajes mugrientos y miserables que sólo existen para hacerse
la vida imposible mutuamente. Pero pronto todo eso
va a cambiar y recibirán su merecido.
Mediante rimas chispeantes conocemos a una Ricitos
de Oro nada tierna y a un lobo feroz bastante decente,
leemos que la mamá de Juan es tragada por el gigante
y cómo los tres cerditos acaban en el cuento de Caperucita Roja, todo un delirio.
Disponible en Argentina.
Si una persona tiene malas ideas, empieza a notarse
en su cara. Y cuando esta persona tiene malas ideas
cada día, cada semana, cada año, su cara se va poniendo cada vez más fea hasta que es tan horrible
que apenas puedes soportar el mirarla.
Las brujas (1983)
Un niño, ayudado por su sabia abuela, se enfrenta a
la temible Asociación de Brujas de Inglaterra que se
reúne para su convención anual. El valor y la magia
harán que el niño supere los miedos comunes de la
infancia.
Disponible en Argentina.
Una BRUJA DE VERDAD es sin duda la más peligrosa
de todas las criaturas que viven en la tierra. Lo que
la hace doblemente peligrosa es el hecho de que no
parece peligrosa.
Disponible en Argentina.
“Si ya nos la sabemos de memoria”, dirás.
Y, sin embargo, de esta historia
tienes una versión falsificada,
rosada, tonta, cursi, azucarada,
que alguien con la cabeza un poco rancia
consideró mejor para la infancia
La maravillosa medicina de Jorge (1981)
La abuela de Jorge es insoportable, una vieja desagradable y muy molesta. Por eso Jorge le prepara una medicina muy especial con desternillantes consecuencias.
-Algunos de nosotros -siguió la vieja- tenemos fuego en la
lengua, chispas en la tripa y brujería en las puntas de los dedos… Algunos de nosotros sabemos secretos que te pondrían
los pelos de punta y harían que los ojos se te salieran de las
órbitas…
Poemas y canciones (2005)
James y el melocotón gigante (1961)
En este volumen se reúnen poemas y canciones,
algunos verdaderos clásicos, de muchos de los libros de Dahl. Rimas conocidas o inéditas, con imágenes fastuosas de los más diversos ilustradores,
además del omnipresente Quentin Blake. Una selección digna de ser disfrutada a cualquier edad.
Niños traviesos, monstruos, y los más horribles
adultos, en estas piezas llenas de ritmo y humor.
El pobre James se queda huérfano y va a vivir con sus insufribles tías que lo castigan y explotan sin compasión. Un extraño personaje le da unas semillas de las que nace un gigantesco durazno que apenas es el inicio del más increíble de los
viajes que cambiará por completo y para siempre su vida.
Veremos quizá un ñu, quizás un bisonte
o quizá algún bestial rinoceronte
que nos clave sus cuerpo en la rodilla
y nos lo saque por la coronilla.
Y es posible también que nos perdamos,
que de hambre, de frío y sed muramos.
O que lleguemos a un país remoto
Y allí nos despachurre un terremoto.
Veremos quizá al monstruo de la nieve,
el de muchas cabezas: treinta y nueve.
El que estornuda y tiene tantos mocos
que cinco mil pañuelos le son pocos.
Matilda (1988)
Aunque su padres la consideran una inútil, Matilda, es una
niña genial, lee muchísimo y tiene asombrosos conocimientos. Al entrar por fin a la escuela se las verá con la terrible
señorita Trunchbull, una maestra cruel que odia a los niños.
Los libros la trasportaban a nuevos mundo y le mostraban personajes extraordinarios que vivían unas vidas excitantes. Viajó por
todo el mundo, sin moverse de su pequeña habitación de aquel
pueblecito inglés.
Disponible en Argentina.
Charlie y la fábrica de chocolate (1964)
Es tal vez la más exitosa de las novelas de Dahl.
Charlie es un niño muy humilde que vive con sus
padres y abuelos. Su sueño es conocer la fábrica de
chocolate de Willy Wonka que está frente a su casa.
Podrá hacerlo junto a otros cuatro niños que encarnan los típicos pecados infantiles: gula, apatía, pereza, presunción... Para maravilla de todos y escarnio
de los niños mal portados, Charly saldrá victorioso
Disponible en Argentina. gracias a su bondad.
Sólo una vez al año, en su cumpleaños, lograba Charlie Bucket probar un trozo de chocolate. Toda la familia
ahorraba su dinero para esta ocasión especial, y cuando
llegaba el gran día, Charlie recibía de regalo una chocolatina para comérsela él solo.
Charlie y el gran ascensor de cristal (1973)
Charlie, junto a su familia, toma posesión de la fábrica de chocolate. Cuando el señor Wonka les muestra
las instalaciones en el Gran Ascensor de Cristal, éste
sale disparado y entra en órbita, aventuras espaciales
y enloquecedores peligros se suceden en esta continuación del mayor éxito de Dahl.
Disponible en Argentina.
Danny, el campeón del mundo (1975)
Danny piensa que el suyo es el mejor padre del mundo,
pero una noche descubre su secreto: es un cazador furtivo.
Decide ayudarlo en sus delirantes aventuras cinegéticas hasta
convertirse en el Campeón del Mundo.
Y dentro del bosque un pelotón de ojeadores pagados empezaría a
dar gritos y a varear la maleza para que faisanes salieran del bosque en dirección a las escopetas que los esperaban… y mira tú qué
pena… ¡no habría ni un solo faisán en ninguna parte! ¡Y la cara
del señor Hazell se pondría más roja que una remolacha cocida!
El Gran Gigante Bonachón (1982)
Un enorme gigante rapta a Sofía del orfelinato, pero no hay de
qué preocuparse, es el GGB (Gran Gigante Bonachón), el amigo
que todos quisiéramos tener. Pero los demás personajes no
son tan buenos como él, hay otros temibles gigantes.
-Las pesadillas son algo tremendo -dijo Sofía-. Una noche tuve
una, y desperté bañada en sudor.
–Pues con ésta, te dispirtarías gritando –explico el GGB-. El sueño
que hay ahí dentro te pondría los dientes de punta, y te castañetearían los pelos y, por último, la sangre se te cobrintiría en carambámbanos de hielo, y tu piel acabaría arrastrándose por el suelo…
Boy (relatos de infancia) (1984)
En este volumen encontramos muchas de las claves
de la vida del que sería uno de los escritores más amados por los lectores infantiles. Nos habla de la infancia
y la adolescencia: de las rígidas escuelas inglesas, de
las vacaciones de verano en Noruega de donde eran
originarios sus padres, de sus recuerdos cruciales.
Ninguna de estas cosas es importante, pero todas causaron en mí una impresión tan viva que ya nunca he sido
capaz de quitármelas de la cabeza. Cada una de ellas, tras
un lapso de cincuenta y a veces hasta sesenta años, ha permanecido bien grabada en mi memoria. (…) Algunas son
divertidas. Otras son lastimosas, Las hay desagradables.
Supongo que a ello se debe el haberlas evocado siempre tan
a lo vivo. Todas son verdad.
Volando solo (1986)
Dahl continúa narrando los episodios de su vida que
lo llevaron finalmente a ser un escritor famoso. Aquí
se narran sus primeros viajes por el misterioso continente africano, y sus fascinantes aventuras como piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial.
Cuando se apagaron las llamas y el desierto quedó a oscuras, una pequeña patrulla, compuesta por tres valientes
soldados se arrastró desde las líneas británicas para inspeccionar el accidente. No pensaron ni por un momento
encontrar más que un fuselaje quemado y un esqueleto calcinado y se quedaron atónitos cuando llegaron a mi cuerpo,
que aún respiraba, que yacía en la arena.
Los adultos son criaturas llenas
de caprichos y secretos
U na vida se compone de un gran número
de pequeños sucesos y de un pequeño
número de grandes sucesos
E
n 1955 Dahl comenzó su relación con el cine cuando Alfred Hitchcock
hizo una versión cinematográfica de su cuento Cordero asado (en Relatos Escalofriantes). En 1968 participó en el guión del film musical
Chitty Chitty Bang Bang, de Ken Hughes, y también, en 1967, escribió el
guión de Sólo se vive dos veces (You Only Live Twice) de la serie de James Bond.
Muchos de sus cuentos han sido adaptados a la televisión con desigual
fortuna, pero su contacto con el cine ha producido algunos éxitos notables aunque el autor nunca estuviera del todo satisfecho con las versiones realizadas. A continuación detallamos las películas basadas en
sus libros que han llegado a la pantalla y los premios y nominaciones
recibidas.
Willy Wonka y la fábrica de chocolate,
Mel Stuart,
Paramount Pictures (EEUU, 1971)
1971: Nominada al Oscar por mejor
canción original
Danny,
el campeón del mundo,
Gavin Miller,
Walt Disney (EEUU, 1989)
BFG
(El Gran Gigante Bonachón),
Brian Cossgrove,
Cossgrove Halls Films (U.K., 1989)
Las Brujas,
Nicolas Roeg,
Warner Bros y
Lorimar Film (EEUU, 1990)
James y el Melocotón Gigante,
Henry Selick,
Walt Disney (EEUU, 1996)
1996: Nominada al Oscar por mejor
banda sonora original comedia o musical.
1997: Premio Mejor Largometraje
Festival Annecy.
Matilda,
Danny de Vito,
Tristar Pictures y Jersey Film (EEUU, 1996)
1996: Festival de Sitges Sección
Oficial largometrajes a concurso.
Charlie y la fábrica de chocolate,
Tim Burton,
Warner Bros. y Village Roadshow Pictures
(EEUU, 2005)
2005: Nominada al Oscar por mejor vestuario,
nominada al Globo de Oro por mejor actor de
comedia o musical (Johny Deep); cuatro nominaciones a los premios BAFTA, incluyendo
mejor vestuario y efectos especiales.
El Súper Zorro,
Wes Anderson,
Twentieth Century Fox Animation, etc.
(EEUU, 2009)
2009: Dos nominaciones al Oscar por
mejor película de animación y mejor banda
sonora, Premio Annie al Mejor Guión y tres
nominaciones más, nominada al Globo de
Oro por mejor film de animación, 2 nominaciones a los Premios BAFTA por mejor
película de animación y por música, Premio
NBR al Logro Especial, y Premio de la Asociación de Críticos de Los Ángeles como
Mejor Largometraje de Animación.
Los secretos más grandes se ocultan
siempre en los lugares más inverosímiles
U n poco de magia puede llevarte muy lejos
Conoció el código infantil y éste no radicó en vetar maldades adultas o comportamientos violentos. Creó personajes grotescos, unió fantasía y realidad y concibió historias que, según la imaginación de cada quien, pueden pasarle a cualquier
pequeño. Roald Dahl es como un Hans Christian Andersen moderno. Su literatura
infantil traspasa las fronteras de lo tradicional y eso, como a Andersen, lo llevó al éxito.
Despojó de tabúes sus historias para niños utilizando a veces un lenguaje coloquial. Porque, en
una palabra, fue un escritor honesto.
Como los de Andersen, sus personajes son novedosos y complejos y además tienen esa
virtud de criticar a la sociedad (como en Charlie… y Matilda). Unió el folclor de las leyendas
noruegas con la imaginación (Las Brujas), algo que hizo Andersen con las danesas. Y usó a los
niños como protagonistas, casi siempre. O bien, la mente de un niño (inteligente) para narrar.
Livio Ávila (Vanguardia de Coahuila, 2010)
Características de la obra de Roald Dahl
Paralelismos de Las brujas con los cuentos de tradición popular.
Tanto Las brujas como la mayor parte de sus narraciones infantiles se desarrollan a partir
de un problema que rompe el curso natural de la vida del protagonista y que se soluciona con
un final feliz, al igual que el planteamiento de los cuentos populares. Así, el niño protagonista
(desconocemos su nombre) de Las brujas tiene que hacer frente a la tragedia de la muerte de
sus padres y a los problemas que esto acarrea, además de luchar contra las brujas. Pero, al final,
gracias al esfuerzo y a la superación de las dificultades se llega a un desenlace feliz, en el que
los buenos triunfan y los malos reciben su castigo a modo de un final catártico para el lector.
También como en la literatura popular, se establece una dicotomía entre héroes y villanos. En
nuestro caso el héroe es el niño y las brujas las villanas, a las que finalmente vence.
La influencia de Lewis Carol y Charles Dickens
La influencia del autor de Alicia en el país de las maravillas queda patente por un lado en el uso
del humor y la sátira, incluso cuando se trata de una narración de terror como en Las brujas,
hasta el punto de hacer reír a los lectores. Por otra parte, hay ciertas similitudes entre las metamorfosis de Alicia y lo que les sucede al protagonista y a Bruno, que se convierten en ratones.
Se trata, en realidad, de cambios físicos, ya que los personajes siguen hablando y pensando
igual que antes, como humanos. Se han convertido en animales que hablan. Incluso se llega a
situaciones absurdas, como el caso de la niña desaparecida que reaparece en el cuadro de los
patos y va creciendo. Dahl fue lector en su infancia de Dickens y probablemente esta sea otra de
las razones por las que le gusta crear personajes infantiles huérfanos como el niño de nuestra
historia, igual que Oliver Twist.
Humor en adultos-opresores y niños-oprimidos
Otra característica recurrente en sus textos infantiles es presentar a los adultos como seres
opresores, ridículos, crueles, despiadados, en contraposición a los niños indefensos, valientes,
inteligentes, bondadosos... creando así una división clara entre valores negativos y positivos.
Se trata de un recurso que tal vez sea una de las claves, entre muchas otras, del éxito de sus
narraciones entre los niños.
(Guía de Lectura de “Las Brujas”, Biblioteca d´Alfara del Patriarca, 2011)
Cuando Roald Dahl se mudó a Great Missenden en Buckinghamshire, en 1965, construyó una pequeña cabaña para escribir. La familia de Dahl ha mantenido la cabaña casi
intacta desde que el autor murió, pero incluso durante su vida era bastante oscura,
destartalada y muy básica. Nadie podía entrar a ella, excepto Dahl y no se le permitía a nadie limpiarla tampoco, estaba impregnada de olor a tabaco y el piso cubierto
de virutas de lápiz y las cenizas del cigarrillo.
La soledad de su cabaña alimentó la creatividad de Dahl; escribió todos sus
cuentos para niños dentro de estas pequeñas paredes. Así describió Dahl el
poder del lugar:
“Te conviertes en una persona diferente, no eres más un hombre ordinario que
se pasea y cuida a sus hijos. Que come meriendas y hace cosas tontas, entras a un
mundo completamente diferente. Yo personalmente cierro las cortinas de la habitación para no ver a través de la ventana, y coloco una pequeña lámpara que alumbre
mi tablero. Todo lo demás en tu vida desaparece quedando absorto en un pedazo de
papel. Te conviertes en otra persona por un momento. El tiempo desaparece por completo. Podrías comenzar a las nueve de la mañana y la próxima vez que mires al reloj,
cuando empieces a sentir hambre, y ya es la hora del almuerzo. Y no tienes la menor idea de
que han pasado ya tres o cuatro horas. ”
(10 Estudios. Bibliotecas de hombres famosos, sinembargo.mx.)
Gran parte de aquello que se consideraba literatura infantil no había sido escrito para niños,
como Las mil y una noches o las recopilaciones de los hermanos Grimm. Sin embargo en tiempos
del barroco, cuando una risueña autocrítica inunda muchos textos en el marco de un sistema
económico-político que se dirigía a su descomposición, aparecen textos para adultos que
inciden en lo heroico-cómico-maravilloso y que serán leídos por niños y jóvenes dejando
de lado el aspecto de sátira social y gozando en cambio con lo fabuloso, con la aventura.
Recién en el siglo XX con los aportes de las diversas corrientes psicológicas se reconocen las pecualiarísimas características de la niñez. El niño no es un proto-adulto, no es un
adulto pequeño, es un niño.
Sin desconocer que es a los adultos a quienes en principio competiría crear los textos de
literatura para niños pues, aunque existen autorizadas opiniones que sostienen lo contrario, en palabras de Sánchez Lihón: “Toda literatura exige una mentalidad imbuida de ciertas
categorías culturales gran parte de las cuales constituyen una tradición, lo que adecua una
percepción capaz de captar todas las intenciones que son dadas en un signo y en códigos
más o menos determinados”
Una literatura para niños con un concepto moderno de respeto al niño, a través de la cual
su lector implícito es decir el niño (y el adulto en tanto que fue niño y como persona,
capaz de goce estético) sea quien se conozca y reconozca a sí mismo e iníciese en los
placeres que el arte proporciona.
Es esta la literatura que realizó Roald Dahl y la que realiza Jorge Eslava. Sus lectores se identifican con personajes infantiles que, como ellos, ven a los adultos como seres injustos [la abuela
de Jorge (La maravillosa medicina de Jorge) los padres de Matilda (Matilda) y un largo etcétera,
en los textos de Dahl, o en Eslava: el padre de Pedro (El maromero) y los aldeanos (La niña de la
sombra de colores) entre otros], que los agreden moralmente (Dahl: los tíos de James, en James y
el melocotón gigante, Eslava: los aldeanos, en La niña de la sombra de colores) y físicamente (Dahl:
la sádica directora de escuela en Matilda, Eslava: El padre de Pedro en El maromero, la bruja en
Las torres del castillo) y a quienes muy en lo íntimo de su ser desearían castigar (por eso la
recurrente fantasía infantil, mencionada por diversos psicólogos, de morir y ver a sus padres
sufrir arrepentidos por el mal supuesto o real que le hicieron. Castigos que se hacen reales en
las obras de ambos autores (en Dahl en casi todos sus textos, en Eslava sobre todo en La niña de
la sombra de colores, El maromero y Las torres del castillo, en menor medida La loca de las bolsas y
El volador invencible, donde el metafórico castigo consiste en ganarle el partido de fútbol a los
soberbios miembros del equipo de mayores.
(La influencia de Roald Dahl en la literatura para niños de Jorge Eslava, José Alejandro
Valencia-Arenas)
La vida de un escritor es un verdadero infierno comparada con la
de un empleado. El escritor tiene que obligarse a trabajar. Ha de
establecer sus propios horarios y si no acude a sentarse a su mesa
de trabajo no hay nadie que le amoneste. Si es autor de obras de
ficción, vive en un mundo de temores. Cada nuevo día exige ideas
nuevas, y jamás puede estar seguro de que se le vayan a ocurrir.
Dos horas de trabajo dejan al autor de ficción absolutamente
exhausto. Durante esas dos horas ha estado a leguas de distancia,
ha sido otra persona, en un lugar distinto, con gente totalmente
distinta, y el esfuerzo de volver al entorno habitual es muy grande.
Es casi una conmoción. El escritor sale de su cuarto de trabajo como
aturdido. Le apetece un trago. Lo necesita. Es un hecho que casi todos
los autores de ficción beben más whisky del que les conviene para su
salud. Lo hacen para darse fe, esperanza y ánimo. Es un insensato el
que se empeña en ser escritor. Su única compensación es la libertad
absoluta. No tiene quien le mande, salvo su propio espíritu,
y eso, estoy seguro, es lo que le tienta.
© Prisa Ediciones, 2012
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