IMPRIMIR IMPRIMIR ARTICULO EDICIÓN IMPRESA MIGUEL GUTIÉRREZ JEFE DE PSIQUIATRÍA DE CRUCES «El consumo diario de cannabis provoca síndrome amotivacional» ROBERT BASIC/ El último informe del Gobierno vasco sobre el consumo de drogas legales e ilegales en Euskadi ha constatado que uno de cada cuatro adolescentes fuma porros a diario. Miguel Gutiérrez, jefe de servicio de la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Cruces, revela que muchos jóvenes «quitan importancia» a los efectos nocivos del hachís, cuando la realidad es muy diferente. - ¿Las cifras son para alarmarse? - La verdad es que sí, me parece una cifra muy preocupante desde el punto de vista médico. - La mayoría de los jóvenes cree que el cannabis es inocuo. - Sí, tienen una visión muy distorsionada e ignoran los efectos lesivos que provoca. - ¿Cómo afecta a la salud? - Desde el punto de vista psiquiátrico, hay una porción de individuos que, fumando a diario, desarrollan el síndrome amotivacional; es decir, pierden la motivación por todo, caso de los estudios, y por eso el fracaso escolar va unido muchas veces al uso habitual de este tipo de drogas. En otros casos se desencadenan las llamadas psicosis cannábicas, cuadros psicóticos directamente relacionados con su consumo. Publicidad - ¿Como las alucinaciones? - Claro, son cuadros muy parecidos a las esquizofrenias. Se producen brotes psicóticos a causa del cannabis, y estos cuadros se ven con frecuencia en los hospitales, sobre todo entre los adolescentes. - ¿El porro lleva al consumo de otras drogas, más duras? - Eso son tópicos que se han manejado siempre, aunque jamás se ha podido establecer una relación de causa-efecto en este sentido. - El informe también indica que desciende el consumo de otras drogas como el alcohol y la heroína. - Algunas drogas están pasadas de moda, caso de la heroína, pero el consumo del cannabis no desciende. Hay que tener en cuenta que la cocaína afecta menos a la juventud, porque es una droga de edades medias. - El c0nsumo de estupefacientes baja a partir de los 24 años. - Se debe a la maduración del individuo, que se muestra más crítico con determinadas costumbres y no necesita reafirmarse a través de este tipo de conductas. En la vida nos hacemos más conservadores a la medida que tenemos más que conservar. Subir