SAMUEL BECKETT "BASTANTE" (Traducido al Ingles por el autor y al castellano por FERNANDO CAYCEDOY MALO Y HERNANDOCARO MENDOZA). Todo 10 anterior, olvidar. Demasiado al mismo tiempo es demasiado. Esto Ie da tiempo a la pluma para tomar nota. No 10 veo, pero 10 oigo detras de mi. Tal es el silencio. Cuando la pluma se detiene, yo continuo. A veces se rehusa. Cuando se rehusa, yo continuo. Demasiado silencio es demasiado. 0, a veces, mi voz es demasiado debil, La que sale de mi. Y ya no mas sobre el arte y el oficio. Yo hacia todo 10 que el deseaba. Yo 10 deseaba tambien, Para eI. Cuando el deseaba algo, yo tambien, EI solo tenia que decirlo. Cuando el no deseaba nada, yo tam poco. En esta forma no vivi sin deseos, Si el hubiera deseado algo para mi, yo tambien 10 hubiera deseado. Felicidad, por ejemplo, 0 fama. Yo solo tenia los deseos que el manifestaba. Pero el debia haberlos manifestado todos. Todos sus deseos y necesidades. Cuando callaba era como si se pareciera a rni .. Cuando me decia que Ie lamiera el pene, yo me apresuraba a hacerlo. A mi me gustaba. Debiamos haber tenido las mismas satisfacciones. Las mismas necesidades y las mismas satisfacciones. Un dia me dijo que 10 dejara, Este fue el verbo que uso. Debia estar en las ultimas. No supe si quiso decir que 10 dejara para siempre 0 que me apartara por un memento, Nunea me 10 pregunte, Nunca me hice preguntas distintas de las de el. Fuera 10 que fuera 10 que quiso decir, me aleje sin mirar atras, Fuera del alcance de su voz, sali de su vida. Tal vez esto era 10 que el queria. Son cosas que uno ve y no se pregunta por ellas. Debia estar en las ultimas. Yo, por el eontrario, estaba lejos de hallarme en las ultimas. Yo pertenecia a una generacion completamente diferente. Esto no duro. Ahora que estoy entrando en la neche, tengo como centelleos dentro del craneo. Terreno firme, pero no del todo, Con tres 0 cuatro vidas, yo hubiera podido realizar algo. No pasaba yo de los seis afios cuando el me tomo de la mano. Apenas salia de la infaneia. Pero no me tome mucho tiempo salir del ~ 97Ide•• y V.lore, - 7 todo, Fue la mano izquierda. Estar a la derecha era mas de 10 que el podia soportar. Carninabamos lado a lado, rnano entre mano, Bastaba un par de guantes. Las manos libres, las de afuera, iban descubiertas. A el no le gustaba sentir contra su piel la piel de otro, La membrana mucosa era cosa diferente. Sin embargo, a veces se quitaba el guante. Entonces yo tenia que quitarme el mio, Entonces caminabamos cien yard as 0 algo asi, unidos por nuestras extremidades desnudas. Rara vez mas. Esto Ie bastaba. Si se me preguntara, yo diria que las manos impares no son adecuadas para la intimidad. La rnia no se siente a gusto en la suya. Algunas veces se alejan una de otra. EI apreton se afloja y se apartan, A veces pasan minutos enteros antes de que se vue Ivan a unir. Antes de que la suya tome la mia, Eran guantes de algodon muy gastados. Lejos de embotar las formas las agudizaban al simplificarlas. EI mio, naturalmente, estuvo muy flojo durante afios. Pero no me demore mucho en Ilenarlo, EI decia que yo tenia manos de acuario. Es una mansion de alia arriba. Todo 10 que se viene de e!. No quiero repetirlo a proposito de todos los fragmentos de mi conocirniento. No es culpa mia el arte de cornbinarlos. Es una maldicion de 10 alto. De resto, sugeriria declararme: no culpable. Nuestro encuentro. Aunque ya muy encorvado, me parecia un gigante. Al final, su tronco iba paralelo al suelo. Para contrarrestar esta anornalia mantenia las piernas separadas y doblaba las rodillas. Sus pies se volvieron cada vez mas pianos y mas anchos. Su horizonte era el suelo que pisaban, Pequeno tapiz movedizo de cesped y flores pisoteadas. Me daba la mano como un viejo simio cansado, con el coda levantado 10 mas alto posible. Me bastaba enderezarme para sobrepasarlo de cabeza y hombres. Un dia se detuvo y, buscando trabajosamente las palabras, me explico que la anatomia constituye un todo, Al principio hablaba siempre caminando, Asi me 10 parece ahora, Luego, a veces caminando y a veces quieto, Al final, quieto unicamente. Y la voz era cada vez mas debil. Para evitarle el tener que decir la misma cosa dos veces, yo corria y me inclinaba inmediatamente hasta abajo, Se detenia y esperaba a que yo estuviera en posicion. Tan pronto como observaba con el rabillo del ojo que mi cabeza estaba al lado de la suya, comenzaba sus murrnullos, En nueve de cada diez casos no me concernian. Pero el queria que se oyera todo, incluso las jaculatorias y quebrados padrenuestros que arrojaba a las flores a sus pies. Se deteriia entonces y esperaba a que mi cabeza llegara antes de decirme que 10 dejara. Entonces yo retiraba la mano y me alejaba sin mirar atras, Dos pasos mas y me Ie perdia para siempre. Quedabamos separados, si eso era 10 que el queria. Su conversacion se referia raramente a la geodesia. Pero debimos haber reCDrrido varias veces el equivalente del Ecuador terrestre. A una velocidad media de tres millas por dia y noche aproximadamente. Nos escapabamos a la aritmetica. jCUantos calculos mentales, partidos en dos y cogidos de la mano! Elevabamos en esta forma series enteras de numeros ternarios a la tercera potencia, en medio de aguaceros. Los cubos acumulados se grababan en su memoria 10 mejor que podian. Con miras a una operacion redproca en una etapa posterior. Para cuando el tiempo hubiera hecho su trabajo. Si se me formulara adecuadamente la pregunta, yo diria que si, que ciertamente, el final de esta larga excursion era mi vida. Digamos que mas 0 menos las ultimas 7.000 milIas. Contando desde el dia en que, aludiendo por primera vez a su dolencia, dijo que Ie pareda que ella habia llegado a la cuspide. EI futuro Ie dio la razon. Al menos aquella parte del futuro que juntos ibamos a convertir en pasado. Yeo las flo res a mis pies y son las otras con paso igua!. Es verdad que son las mismas. - 98- las que no Yeo. Esas que hollamos En contra de 10 que por largo tiempo me agradaba imaginar, el no era ciego. Solo indolente. Un dia se detuvo y, rebuscando las palabras, describio sus visiones. Concluyo diciendo que no creia que fueran a empeorar. Me es imposible decir hasta que punto no era esto una decepcion, Nunca me hice esa pregunta. Cuando me agachaba para recibir sus mensajes sentia en mis ojos el destello de los suyos, azules y enrojecidos de sangre, al parecer afectados. A veces se detenia sin decir nada. Sea porque no tenia ya nada que decir, sea porque finalinente habia decidido no decirlo. Yo me inclinaba como de costumbre para ahorrarle las repeticiones y nos quedabarnos en esa posicion. Doblados, con las cabezas tocandose, tomados de la mano en silencio. Mientras los minutes, porsiguiendose, vola ban alrededor de nosotros, Tarde 0 temprano su pie se apartaba de las flores y continuabarnos nuestro camino. Tal vez solo para detenernos de nuevo tras unos po cos pasos, Para que pudiera decir por fin 10 que llevaba en la mente 0 resolviera no repetirlo, Surgen en la memoria otros ejemplos importantes. Comunicacion inmediata y continua con reiniciacion inmediata, Lo rnismo con reiniciacion retardada. Cornunicacion retardada y continua con reiniciacion inmediata. Lo mismo con reiniciacion retardada. Comunicacion inmediata y discontinua con reiniciacion inmediata, Lo mismo con reiniciacion retardada. Comunicacion retardada y discontinue con reiniciacion inmediata, Lo mismo con reiniciacion retard ada. Es entonces cuando habre vivido entonces 0 nunca. Diez afios como minimo. Desde el dia en que puso lentamente el reves de su mano izquierda sobre el hueso sacro y lanzo su diagnostico. Hasta el dia de mi supuesta desgracia. Aun puedo ver el sitio un paso antes de llegar a la cresta. Dos pasos mas y me encontraba descendiendo por la otra ladera. Si hubiera vuelto a mirar no 10 habria visto. Le encantaba subir y a mi tambien, por consiguiente. Clamaba por las laderas mas escarpadas. Su constitucion humana se partia en dos segmentos iguales. Esto gracias al acortamiento del segmento inferior a causa de sus rodillas dobladas. Con una pendiente de uno a uno su cabeza barria el suelo. i.A que se debia esta aficion? no puedo decirlo. Al amor a la tierra y a los mil aromas y matices de las flores. 0 a mas crudos imperativos de orden anatomico, Nunca planteo el problema. Llegados a la cuesta, [ayl, otra vez la bajada. Con el fin de gozar, periodicamente, del cielo, recurria a un espejito redondo. Despues de ernpafiarlo con el aliento y de lustra rio contra la pantorrilla, buscaba en el las constelaciones. iAqui estal, exclamaba refiriendose a la Lira 0 al Cisne. Y a menudo afiadia que el cielo parecia ser el mismo. No estabamos en las montafias, sin embargo. Habia ocasiones en que yo discemia en el horizonte un mar cuyo nivel pared a mas alto que el nuestro.· i.Podria ser acaso el lecho de un enorme lago evaporado 0 vaciado de sus aguas por debajo? Nunca me hice la pregunta. EI hecho escueto es el de que con frecuencia nos hallabamos en esta especie de monticulo de unos 300 pies de altura. De mala gana yo alzaba los ojos y distinguia el mas cercano, muchas veces en el horizonte. 0 en lugar de alejarnos del que acababamos de descender, 10 ascendiamos de nuevo. Estoy hablando de nuestro ultimo decenio, comprendido entre los dos acontecimientos descritos. Este vela los que transcurrieron antes y que deben habersele parecido como dos briznas de hierba. A aquellos anos engolfados es razonable imputar mi educacion. Pues no recuerdo haber aprendido nada durante aquellos que recuerdo. Es este razonamiento el que me tranquiliza cuando me detiene abruptamente to do 10 que se. Coloco la escena de mi desgracia casi al lie gar a la cresta. Por el contrario, fue en 10 plano, en medio de una gran calma. 8i me hubiera vue Ito a mirar, 10 habria - 99- visto en el sitio donde 10 deje. Cualquier nonada me habria mostrado mi error, si hubiera sido un error. En los afios siguientes no descarte la posibilidad de hallarlo de nuevo. En el sitio donde 10 habia dejado, si no en otro lugar. 0 de oirlo llamarme. Diciendorne para mis adentros que el estaba en las ultimas. Pero no confiaba demasiado en ello. Pues apenas si alzaba yo los ojos de las flores. Y su voz estaba gastada, Y como si eso no fuera bastante, yo seguia repitiendome que el estaba en las ultimas. Por eso no me tome mucho tiempo dejar de confiar por complete. No se como esta el tiempo ahora. Pero durante mi vida estuvo eternamente bueno, Como si la tierra hubiera venido a descansar en la primavera. Me refiero a nuestro hemisferio. Subitos chaparrones nos pillaban. Sin oscurecimiento perceptible del cielo. Yo no habria advertido la falta de viento si el no la hubiera mencionado, Del viento que ya no era mas. De las borrascas que habia capeado. Justo es decir que no habia nada para arramblar. Las flores mismas carecian de tallo y estaban a ras de tierra, como los lirios acuaticos. Nada de adornarse el ojal con elIas. No Ilevabamos cuenta de los dias, Si llego a los diez afios es gracias a nuestro pedometro. Millaje total dividido por promedio de millaje diario, Tantos dias, Dividanse. Tal cifra la noche anterior al hueso sacro. Tal cifra la vispera de mi desgracia. El prornedio diario siempre al dia. Restese. Dividase. La neche. Tan larga como el dia en este interminable equinoccio. Cae y continuamos. Antes del alba nos hemos ido. Posicion de descanso. Metidos en cufia, plegados en tres. El segundo angulo recto a la altura de las rodillas, Yo en el interior. Nos damos vuelta como un hombre cuando manifiesta el deseo, Puedo sentirlo en la noche, apretado contra mi con toda su longitud retorcida. Antes que una cuestion de dormir era cosa de acostarse, Pues carninabamos medio en suefios. Con su mano de arriba me cogia y me tocaba donde queria, Hasta cierto punto. La otra se enredaba en mi pelo, Murmuraba cosas que para el ya no eran y que para mi no podian haber sido. El viento en los tallos superficiales. La sombra y albergue de los bosques. El no era dado a hablar. Un promedio de 100 palabras diurnas y nocturnas. Espaciadas. Escasamente un millen en total. Numerosas repeticiones. Jaculatorias. Demasiado pocas aun para un reconocimiento superficial. cQue se yo del destino del hombre? Yo podria contarles algo mas sobre los rabanos, El les tenia aficion. Si viera uno yo podria darles su nombre sin vacilacien. Viviamos de flores. Esto en cuanto a subsistencia. Se detenia y, sin tener que agacharse, cogia una manotada de petalos. Luego echaba a andar masticando con la boca cerrada. En general tenian un efecto tranquilizador. En general eramos tranqui los. Mas y mas. Todo 10 era. Esta idea de tranquilidad me viene de el. Sin el no habria podido tenerla. Ahora borrare todo menos las flores. No mas lluvia. No mas monticulos. Nada mas que nosotros dos arrastrandonos a traves de las flores. Bastante mis viejos senos sienten su mano vieja. SAMUEL (Tomado Calder de "No's Knife", y Boyars). - 100- publicado en mayo BECKETT de 1967 por