NOTA CLÍNICA Complicaciones neurológicas de la infección por el virus del dengue A. Palma-da Cunha-Matta, S.A. Soares-Moreno, A. Cardoso-de Almeida, V. Aquilera-de Freitas, F.J. Carod-Artal NEUROLOGICAL COMPLICATIONS ARISING FROM DENGUE VIRUS INFECTION Summary. Introduction. Dengue is the most common of the arbovirosis that humans can suffer from. The frequency with which the central nervous system (CNS) is affected by this viral infection remains unknown, although isolated cases with neurological complications have been reported in Asia and South America. In Rio de Janeiro, Brazil, dengue virus infection has become an important public health concern. Case reports. The authors describe two cases of immune-mediated CNS involvement following classic infection by the dengue virus: one involving post-infectious disseminated acute encephalitis and the other consisting of Guillain-Barré syndrome. In both cases dengue was diagnosed using the ELISA technique, and other viral aetiologies in the cerebrospinal fluid (CSF) were excluded. A 10-year-old female, following a bout of classic dengue, presented symptoms of a diminished level of consciousness, spastic tetraparesis, cerebellar syndrome and frontal symptoms. A resonance brain scan showed areas of hypersignal in T2 sequences in the cerebral peduncle, lentiform nuclei and internal capsule on both sides of the brain, which suggested post-infectious encephalitis. The second patient, a 14-year-old male, presented an areflexive flaccid ascending tetraparesis that suggested acute polyradiculoneuritis, following a bout of classic dengue. CSF albuminocytologic dissociation was also observed. This patient’s electroneuromyogram recording showed a polyradiculoneuropathy of a primarily demyelinating nature with an associated axonal component. Conclusions. The immunological mechanisms involved in the pathophysiology of this type of neurological complications after suffering from dengue may be part of the physiological response to the viral infection. [REV NEUROL 2004; 39: 233-7] Key words. Dengue. Guillain-Barré. Post-infectious encephalomyelitis. INTRODUCCIÓN El dengue es una infección de origen viral, cuyo agente etiológico es un arbovirus del género Flavivirus, familia Flaviviridae. Se trata de la arbovirosis más importante que afecta al ser humano [1]. Se han descrito diversas epidemias de dengue en las últimas décadas que han afectado, fundamentalmente, a los continentes asiático (India, Pakistán, este de China, Filipinas, sureste de Asia) y americano (Brasil y América Central) y a las islas del sur del Pacífico. Se estima que cada año contraen la fiebre del dengue de 50 a 100 millones de personas. En la actualidad existen cuatro serotipos diferentes de este arbovirus, todos ellos circulantes en el continente americano [2]. El principal vector es Aedes agypti, un mosquito estrictamente urbano [3]. Tras la ingesta de sangre infectada, el mosquito transmite el virus tras ocho a doce días de incubación extrínseca. No existe una transmisión directa. El período de incubación en el hombre dura seis días por término medio, y la transmisión ocurre durante la viremia, que comienza un día antes del inicio de la fiebre (síntoma inicial) y termina alrededor del sexto día de la enfermedad [1]. La infección por el virus del dengue produce un amplio espectro de manifestaciones clínicas, que varían desde los casos asintomáticos hasta los cuadros hemorrágicos graves asociados a fallo circulatorio [4-5]. En Brasil existen referencias de epidemias de dengue en 1916 en São Paulo, y en 1923 en Niteroi. La primera epidemia documentada serológicamente sucedió en 1981 en Roraima, y la provocaron los serotipos 1 y 4 [1]. Se estima que el serotipo 1 infectó al menos a un millón de personas en Río de Janeiro; desde 1990 se detectó la presencia en ese estado del serotipo 2. La última gran epidemia sucedió en el verano austral de 2001-2002; afectó a cerca de 250.000 personas solamente en el estado de Río de Janeiro [1]. Tras esta epidemia, los autores tuvieron la oportunidad de estudiar a dos pacientes durante el proceso de rehabilitación, con complicaciones neurológicas tras la virosis. Presentamos dos casos, uno de ellos afectado por una encefalomielitis aguda posinfecciosa, y un segundo con un síndrome de Guillain-Barré (SGB), tras la infección por el virus del dengue. CASOS CLÍNICOS 2004, REVISTA DE NEUROLOGÍA Caso 1. Se trata de una mujer de raza negra, de 10 años de edad, procedente de la región de Los Lagos, estado de Rio de Janeiro, que presentó un cuadro febril agudo de 39-40 ºC, seguido en los días sucesivos de una erupción cutánea pruriginosa generalizada. Tras buscar asistencia en un centro pediátrico de su región, se diagnosticó clínica y serológicamente de dengue clásico y se trató sintomáticamente con paracetamol. Una semana después, una vez que los síntomas de la fase aguda se encontraban en una fase casi completa de regresión, comenzó a sentir dificultad para articular el lenguaje y para deambular, disfagia, debilidad muscular progresiva en los cuatro miembros y disminución del nivel de conciencia, por lo que ingresó en una Unidad de Cuidados Intensivos. Un mes después se trasladó a nuestro centro de rehabilitación. En ese momento su exploración neurológica evidenciaba una alteración del comportamiento con déficit de atención, desinhibición, impulsividad, coprolalia, perseveración motora y verbal, disartria y un síndrome piramidal con tetraparesia espástica asimétrica de predominio a la derecha, 4/5 en las extremidades superiores y 3/5 en las extremidades inferiores, con reflejos profundos vivos, signo de Hoffmann bilateral y reflejo cutáneo plantar en extensión. Existía una moderada dismetría, con descomposición del movimiento en la maniobra índice-nariz, más evidente a la REV NEUROL 2004; 39 (3): 233-237 233 Recibido: 13.11.02. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 20.05.04. Centro de Rehabilitación Infantil Evandro Carlos de Andrade. Red Sarah de Hospitales del Aparato Locomotor. Río de Janeiro, Brasil. Correspondencia: Dr. Francisco Javier Carod Artal. Servicio de Neurología. Hospital Sarah-Brasilia. Red Sarah de Hospitales del Aparato Locomotor. SMHS quadra 501, conjunto A. CEP 70330-150. Brasilia DF, Brasil. E-mail: [email protected]. Agradecimientos. Al Dr. Aloysio Campos da Paz, por sus comentarios y por la revisión crítica de este manuscrito. A. PALMA-DA CUNHA-MATTA, ET AL a Figura 1. Imágenes de resonancia de encéfalo, secuencia FLAIR en plano axial y T2 en el plano coronal, que muestran áreas de alteración de señal que, en relación con el parénquima cerebral adyacente, se comportan como hiperintensas en FLAIR y T2, y afectan al pedúnculo cerebral (a), los núcleos lentiformes y la cápsula interna bilateralmente (b y c). derecha. El examen de la sensibilidad no fue posible por falta de colaboración. La oftalmoscopia mostró una moderada atrofia óptica bilateral. La oculomotricidad extrínseca estaba preservada, las pupilas eran isocóricas y normorreactivas; el resto del examen de los pares craneales era normal. Cuatro meses después, tras un programa de rehabilitación, consiguió deambular sin ayuda haciendo uso de un andador, pero los síntomas frontales que se han descrito anteriormente persistían. Durante la fase aguda febril fue positiva una determinación de IgM mediante la técnica de ELISA para el virus del dengue. En aquel momento se observó leucopenia (4.000 leucocitos/mm3), un hematocrito del 38%, enzimas hepáticas normales (TGO: 44 U/L; TGP: 43 U/L) y una trombocitopenia progresiva desde 134.000 plaquetas/mm3 hasta alcanzar las 45.000. Una resonancia magnética (RM) del encéfalo que se realizó durante el ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos mostró áreas de hiperseñal en las secuencias T2 y FLAIR en los núcleos de la base, el pedúnculo cerebral y la cápsula interna bilateralmente (Figs. 1a, 1b y 1c). Una punción lumbar en ese momento reveló una respuesta inflamatoria inespecífica con leve pleocitosis, glicorraquia y proteinorraquia normales, y serologías para el virus herpes 1 y 2 así como varicela zoster en el líquido cefalorraquídeo (LCR) negativos. Tres meses después del inicio de los síntomas neurológicos determinamos anticuerpos para el VIH, los virus de la hepatitis B y C, sífilis y HTLV, que fueron negativos. Los potenciales evocados somatosensitivos mostraron afectación medular; los potenciales evocados visuales evidenciaron un retraso en la latencia de la onda p100, y los potenciales evocados auditivos fueron normales. Un electromiograma (EMG) evidenció respuestas F abolidas en los nervios mediano, cubital, peroneal profundo y tibial derechos, disminución de las amplitudes en los nervios cubital y mediano derechos, así como presencia de algunas ondas agudas positivas en el músculo tibial anterior derecho, todo ello sugestivo de una polirradiculoneuropatía difusa asociada, con afectación axonal secundaria. La paciente fue diagnosticada de encefalomielorradiculoneuritis posinfecciosa tras el dengue clásico. 234 b c Caso 2. El paciente es un varón de raza blanca de 14 años de edad, procedente de la ciudad de Río de Janeiro, que presentó un cuadro febril agudo de 39 ºC acompañado de diarrea, cefalea y anorexia. Tras medicarse con paracetamol, se recuperó casi por completo en cuatro días, y retornó a sus actividades habituales. Diez días después de la instalación de la fiebre presentó un cuadro de debilidad muscular progresiva en los miembros inferiores; dos días después la debilidad muscular afectó a los miembros superiores, y al quinto día de que se iniciaran los síntomas se encontraba incapacitado para andar. Ingresó en un servicio de emergencia durante 12 días, con diagnóstico de SGB. Durante ese tiempo, no presentó disnea, disfagia ni disautonomía REV NEUROL 2004; 39 (3): 233-237 VIRUS DEL DENGUE sentación del dengue: la forma clásica y la hemorrágica. La forma clásica se caracteriza por la presencia de fiebre alta, cefalea, mialgias, astenia, artralgias, prurito, diarrea, aumento de las enzimas hepáticas y del hematocrito (en este caso, no superior a cinco puntos porcentuales), plaquetopenia y leucopenia. La duración de este proceso agudo suele ser de cinco a siete días por término medio [1,3]. El método más sensible para su diagnóstico es la detección del genoma viral mediante la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) [6]. Sin embargo, el método de ELISA b para la detección de la IgM contra el virus del dengue es el más utilizado con fines epidemiológicos [7]. La forma hemorrágica tiene una presentación inicial indistinguible de la clásica, pero evoluciona con manifestaciones hemorrágicas, trombocitopenia grave, aumento de la permeabilidad capilar y choque hipovolémico. Aunque nosotros no realizamos el diagnóstico de estos dos casos en la fase hiperaguda, la información recogida de los pacientes y del centro de salud apunta a una forma de dengue clásica en nuestros dos pacientes. En el Figura 2. Estudio electroneuromiográfico que muestra velocidades de conducción de los nervios paciente 1 se detectó una trombopenia de cubital (a) y mediano (b) derechos, que presentan un aumento de la latencia de la onda F. 45.000 plaquetas/mm3; pero, a pesar de ello, no se detectaron manifestaciones hemorrágiaparentes. Al alta conseguía caminar con apoyo de terceros y su déficit motor cas o inestabilidad hemodinámica. había mejorado discretamente. No recibió tratamiento específico con inmuA pesar de la magnitud de las epidemias de dengue, que noglobulinas o plasmaféresis. En ese momento ingresó en nuestro centro de afectan a diversos países del continente americano [2,8-10] y rehabilitación. En la exploración neurológica se observó una tetraparesia Asia [4,11,12] – incluso se ha descrito algún caso en Europa leve de predominio distal, marcha escarbante pero independiente, sin auxilio (Países Bajos) [13]–, pocos son los casos descritos sobre compara la locomoción, arreflexia profunda e hipopalestesia en las extremidades plicaciones neurológicas ligadas a la infección por el virus del inferiores. Los pares craneales eran normales. Su mapa muscular mostraba dengue. Esto se explica porque el virus del dengue, al contrario una debilidad de los músculos interóseos dorsales 3/5, flexores del puño 4/5, oponente del pulgar 4/5, tríceps derecho 3/5, tríceps izquierdo 4/5, aductores que los demás arbovirus, raramente afecta al sistema nervioso 4/5, musculatura flexora isquiotibial derecha 4/5, músculos flexores del pie central (SNC). 4/5 bilateral y extensor del primer dedo del pie 3/5 bilateral. A los ocho Existen tres mecanismos propuestos para explicar la afectameses de evolución, deambulaba sin apoyo y era independiente para sus actición del SNC por el virus del dengue: una encefalopatía inespevidades de la vida diaria. cífica [12], una encefalitis aguda específica por el virus del denSe realizó un examen sanguíneo en el quinto día del cuadro febril que gue [12,14] y una encefalitis posinfecciosa [12]. Las manifestamostró una IgM positiva para el virus del dengue mediante la técnica de ciones neurológicas asociadas a encefalopatía inespecífica ELISA, hematocrito del 45%, leucopenia (4.300 leucocitos/mm3) y trombocitopenia (168.000 plaquetas/mm3). A las dos semanas del inicio de los incluyen cefalea, vértigo y somnolencia. Los casos de encefalisíntomas se le practicó una punción lumbar que mostró 2 leucocitos/mm3, tis aguda pueden cursar con estado confusional, letargia, dismiproteinorraquia discreta (56 mg/dL), índice de síntesis intratecal dentro de nución del nivel de conciencia, crisis convulsivas y meningisla normalidad, electroforesis de proteínas con aumento de la fracción γ y mo. Entre los síndromes neurológicos tardíos se incluyen enceserologías en el LCR para toxoplasma, herpes, cisticercosis, sífilis, VIH y falitis posinfecciosa, SGB, síndrome cerebelar, mielitis transHTLV negativas. Un electroneuromiograma que se llevó a cabo a los cuaversa, mononeuropatía, polineuropatía, síndrome de hiperactitro meses del inicio de los síntomas mostró una polirradiculoneuropatía vidad y cuadros depresivos. Todas estas complicaciones neurode carácter primariamente desmielinizante con componente axonal asociado y señales de desnervación (Figs. 2a y 2b). Los dos nervios tibiales lógicas potenciales pueden surgir tanto en la fiebre del dengue eran inexcitables. Los nervios mediano, cubital y peroneal profundo tenían como en la fiebre hemorrágica del dengue. unas latencias normales, pero unas amplitudes reducidas. Las respuestas En Tailandia, un 18% de los niños que ingresaron en un hosF estaban prolongadas (dos veces el límite superior de la normalidad) en pital general con síntomas encefalíticos tenían una infección los nervios mediano y cubital bilateralmente; el reflejo H tenía una por el virus del dengue [14]. En un estudio epidemiológico que amplitud reducida y una latencia levemente prolongada. Se observaban se realizó en el sureste de Vietnam, un 4% de los pacientes fibrilaciones y ondas agudas positivas en los músculos bíceps, tibial anteinternados por clínica de infección en el SNC estaban infectarior y gastrocnemio medial derecho. Se diagnosticó al paciente de dengue clásico y SGB. dos por el virus del dengue. Las manifestaciones neurológicas más frecuentes fueron una disminución del grado de conciencia y crisis convulsivas [15]. DISCUSIÓN A pesar de que la infección por el virus del dengue cursa Desde un punto de vista clínico, se distinguen dos formas de pre- frecuentemente con alteración del grado de conciencia, no está a REV NEUROL 2004; 39 (3): 233-237 235 A. PALMA-DA CUNHA-MATTA, ET AL claro si se debe a una invasión directa del SNC por el propio virus o si se trata de una complicación no específica de la infección por dengue. Otras complicaciones asociadas a la forma hemorrágica del dengue –hiponatremia, edema cerebral, fallo hepático y pseudosíndrome de Reye, entre otros– pueden explicar esa encefalopatía asociada. La hemorragia intracraneal se ha postulado como una causa de coma en los pacientes con dengue hemorrágico [16]. Miagostovich et al han descrito en un trabajo retrospectivo de casos de dengue fatal en Brasil la presencia de antígenos del virus del dengue en los cerebros de tres casos. En este trabajo no se informaba del serotipo viral responsable [17]. Ramos et al han descrito la presencia del virus del dengue en el cerebro de un caso fatal de dengue hemorrágico. El serotipo 4 se detectó mediante inmunohistoquímica y PCR en el núcleo olivar inferior del bulbo y en la capa granular del cerebelo [18]. Chen et al detectaron la presencia de anticuerpos IgM contra el virus del dengue tanto en la sangre como en el LCR de pacientes procedentes de Taiwán [19]. Nuestro primer paciente ilustra bien una complicación neurológica de carácter central, que se caracteriza como una encefalitis posinfecciosa, acompañada por manifestaciones subclínicas, apenas neurofisiológicas, de afectación del sistema nervioso periférico. Se trata de una patología monofásica, de carácter inflamatorio, inmunomediada, que afecta al SNC, precedida por una infección generalmente viral o una vacunación [20,21]. El hecho de que los síntomas neurológicos apareciesen en un momento en que el cuadro febril agudo del dengue estaba en casi completa resolución apoya este diagnóstico en nuestra paciente. Esta encefalomielitis posinfecciosa se produciría como una reacción autoinmunitaria tras el contacto con el virus del dengue. El cuadro clínico es generalmente variable y sus síntomas dependen del lugar de la lesión [21]. En la paciente 1, la lesión bilateral de la cápsula interna justifica la tetraparesia y la disfagia, por afectación de los tractos corticoespinal y corticonuclear, mientras que la lesión de los núcleos de la base con alteración de la vía dopaminérgica mesocorticolímbica explicaría su impulsividad, la coprolalia y su hiperactividad. El caso del paciente número 2 ilustra un SGB posinfeccioso [22,23]. El SGB tiene una incidencia entre 0,6 y 1,9/100.000. Se inicia entre cinco días y tres semanas después de una infección viral o una vacunación, a semejanza de la encefalitis posinfecciosa. Diversos agentes infecciosos se han descrito como precipitantes del SGB, entre ellos el VIH [24], Campylobacter jejuni [25], los virus herpes y el citomegalovirus [5]. El examen del LCR muestra una disociación albuminocitológica, y la electroneuromiografía una polirradiculoneuropatía, como en nuestro caso. En 1999, Esack et al describieron el caso de una mujer de 44 años que desarrolló una polineuropatía desmielinizante aguda dos semanas después de un cuadro de dengue clásico [5]. A diferencia del paciente 2, ella presentó disfagia, que mejoró con inmunoglobulinas endovenosas. Como nuestro paciente, su evolución fue satisfactoria y obtuvo una recuperación funcional completa, restando apenas una arreflexia profunda. Existen varias semejanzas en la fisiopatología de la encefalitis posinfecciosa y el SGB tras la infección por el virus del dengue: ambos son inmunomediados, pueden desencadenarse mediante una infección viral y en ambos sucede un proceso inflamatorio con daño de la vaina de mielina. Tanto la inmunidad humoral como la celular son igualmente importantes en ambas afecciones. Las mismas sustancias proinflamatorias que participan en la respuesta inmune al virus del dengue (factor de necrosis tumoral α, complemento, interleucinas) participan en la fisiopatogenia del SGB y de la encefalitis posinfecciosa [26,27]. Éstas, en la concepción de los autores, parecen ser el nexo de unión entre la infección por el virus del dengue y las complicaciones neurológicas que se describen en nuestros dos pacientes. La aparición de nuevas epidemias de dengue, el riesgo potencial de exposición de los viajeros occidentales a este virus en el trópico y el número mayor de emigrantes procedentes de áreas endémicas que se desplazan a Europa hacen que este virus se considere dentro del diagnóstico diferencial de los pacientes afectados por una encefalitis aguda o un SGB, tanto en Occidente como en los países de áreas tropicales. En conclusión, muy poco se sabe todavía sobre la verdadera incidencia de las complicaciones neurológicas que provoca la infección del virus del dengue. Igualmente, se desconoce en la actualidad el pronóstico funcional de los sujetos afectados, a pesar de que algunos autores relaten una buena evolución en la mayor parte de los casos, como en el nuestro [5,11,14]. El dengue sigue siendo un grave problema de salud pública en varios países de Asia y América, como Brasil, especialmente en el estado de Rio de Janeiro, donde se están estudiando varias estrategias de combate [28]. 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COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS DE LA INFECCIÓN POR EL VIRUS DEL DENGUE Resumen. Introducción. El dengue es la arbovirosis más común que afecta al ser humano. No se conoce la frecuencia con la que esta infección vírica afecta al sistema nervioso central (SNC), aun cuando se han descrito casos aislados con complicaciones neurológicas en Asia y Sudamérica. En Rio de Janeiro (Brasil) la infección por el virus del dengue se ha convertido en un importante problema de salud pública. Casos clínicos. Los autores describen dos casos de afectación del sistema nervioso, inmunomediada, tras la infección clásica por el virus del dengue: una encefalitis aguda diseminada posinfecciosa y un síndrome de Guillain-Barré. En ambos casos, el diagnóstico de dengue se realizó mediante la técnica de ELISA, y se excluyeron otras etiologías virales en el líquido cefalorraquídeo (LCR).Una adolescente de 10 años de edad, tras un dengue clásico, presentó un cuadro de disminución de la conciencia, tetraparesia espástica, síndrome cerebelar y síntomas frontales. La resonancia magnética del encéfalo evidenció áreas de hiperseñal en secuencias T2 en el pedúnculo cerebral, los núcleos lentiformes y la cápsula interna bilateralmente, sugestivas de una encefalitis posinfecciosa. El segundo paciente, un varón de 14 años, tras un dengue clásico, presentó una tetraparesia ascendente flácida y arrefléxica, sugestiva de una polirradiculoneuritis aguda. El LCR mostró una disociación albuminocitológica. Su electroneuromiograma evidenció una polirradiculoneuropatía de carácter primariamente desmielinizante con componente axonal asociado. Conclusiones. Los mecanismos inmunológicos implicados en la fisiopatología de este tipo de complicaciones neurológicas tras el dengue pueden formar parte de la respuesta fisiológica a la infección viral. [REV NEUROL 2004; 39: 233-7] Palabras clave. Dengue. Encefalomielitis postinfecciosa. GuillainBarré. COMPLICAÇÕES NEUROLÓGICAS DA INFECÇÃO PELO VÍRUS DO DENGUE Resumo. Introdução. O dengue é a arbovirose mais comum que afecta o ser humano. Desconhece-se a frequência com que esta infecção viral afecta o sistema nervoso central (SNC), mesmo quando foram descritos casos isolados com complicações neurológicas na Ásia e América do Sul. No Rio de Janeiro (Brasil), a infecção pelo vírus do dengue tornou-se num importante problema saúde pública. Casos clínicos. Os autores descrevem dois casos de envolvimento do sistema nervoso, imunomediados, após a infecção clássica pelo vírus do dengue: uma encefalite aguda disseminada pós-infecciosa e uma sindroma de Guillain-Barré. Em ambos os casos, o diagnóstico do dengue realizou-se pela técnica de ELISA, e excluíram-se outras etiologias virais no líquido cefalorraquidiano (LCR). Uma adolescente de 10 anos de idade, após um dengue clássico, apresentou um quadro de diminuição do nível de consciência, tetraparesia espástica, síndroma cerebelar e sintomas frontais. A ressonância cerebral evidenciou áreas de hipersinal com sequências T2 no pedúnculo cerebral, nos núcleos lentiformes e na cápsula interna bilateralmente, sugestivas de uma encefalite pós-infecciosa. O segundo doente, um jovem de 14 anos, após um dengue clássico apresentou uma tetraparesia ascendente flácida e arrefléxica, sugestiva de uma polirradiculoneurite aguda. O CR mostrou uma dissociação albuminocitológica. O seu electroneuromiograma evidenciou uma polirradiculoneuropatia de carácter primariamente desmielinizante com componente axonal associado. Conclusões. Os mecanismos imunológicos envolvidos na fisiopatologia deste tipo de complicações neurológicas após o dengue podem fazer parte da resposta fisiológica à infecção viral. [REV NEUROL 2004; 39: 233-7] Palavras chave. Dengue. Encefalomiosite pós-infecciosa. GuillainBarré. REV NEUROL 2004; 39 (3): 233-237 237