paraules de benvinguda del rector de la universitat pompeu fabra a

PARAULES DE BENVINGUDA DEL RECTOR DE LA
UNIVERSITAT POMPEU FABRA A LA JORNADA
COOPERACIÓN Y LIBERTAD.
ENCUENTRO CATALUNYA-ESPAÑA DE ACADÉMICOS E
INTELECTUALES.
Universitat Pompeu Fabra - Fundació Carles Pi i Sunyer
Barcelona, 14 de enero de 2006
Estimados colegas y amigos,
Para la Universitat Pompeu Fabra ser la anfitriona, junto con la
Fundació Carles Pi i Sunyer, de este encuentro es un gran honor y un
gran placer. En la actual circunstancia histórica, es importante que
seamos capaces de generar ámbitos de debate racional y sosegado.
Inevitablemente, la negociación política que se está llevando a
cabo tiene mucho que ver con la acomodación de los intereses de los
partidos políticos y el debate en los medios de comunicación es
demasiado esclavo de los sentimientos de una parte y de otra. Por este
motivo, parece oportuno pensar que el ámbito académico puede ser un
buen lugar para que las razones se hagan oír por encima del ruido
producido por los intereses y por los sentimientos. La universidad,
podríamos decir, es la casa de los argumentos y en este debate, más quizás
que en ningún otro, necesitamos contrastar unos con otros todos los
argumentos. De este modo tal vez consigamos transferir al ámbito
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público la fuerza de las razones, consigamos que impere la razón pública,
que es la razón de todos.
La historia de las relaciones de Catalunya y el resto de España está
poblada de encuentros y desencuentros diversos y lo mismo sucede con
las relaciones entre intelectuales de las dos partes. El siglo XX se inició a
estos efectos con la correspondencia entre Joan Maragall y Miguel de
Unamuno de la que todavía podemos aprender algunas cosas. A mitad
del siglo, durante los años cincuenta y en plena dictadura franquista,
hubo los Congresos de poesía de Segovia, Salamanca y Santiago, en los
cuales no sólo se puso en común la mejor poesía catalana y castellana del
momento, sino que se inició un profundo acercamiento cultural que
prefiguraba la todavía lejana democracia constitucional. Aunque, como
es sabido, procedentes de orígenes políticos y culturales alejados, las
figuras de Carles Riba y Dionisio Ridruejo ejemplifican bien lo que
quiero decir. Nos lo recordaba hace poco Llorenç Gomis, que fue
directo protagonista de estos eventos, que también fue Defensor de los
universitarios en nuestra Universidad durante los últimos años y que nos
dejó, ya para siempre, la última tarde del año pasado. Seguramente, a lo
largo de esta jornada se evocarán otros de estos hitos que preceden al de
hoy.
Necesitamos, en mi opinión, este tipo de encuentros para
conocernos mejor, para comprendernos mejor. Cuando hablamos unos
con otros no deja de ser sorprendente cuántos prejuicios totalmente
injustificados acumulamos unos y otros, cuán sesgada está a menudo
nuestra opinión sobre lo que de verdad ocurre en la otra parte. Incluso
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entre nosotros, los académicos, que viajamos y tenemos mucha relación
unos con otros, las creencias injustificadas, cuando no llanamente falsas,
nublan nuestra visión adecuada de las cosas. Si nos propusiéramos el
aparentemente modesto objetivo de eliminar el sesgo de nuestros juicios
y alcanzáramos nuestro fin, habríamos recorrido la mitad del camino.
Y el camino consiste en el reconocimiento de aquellas razones que
pueden superar los filtros de la racionalidad y de la razonabilidad, que
pueden convertirse en razones públicas. La razón pública presupone la
reciprocidad. A menudo desde una concepción monolítica de España se
exige una Catalunya plural y, a menudo también, desde una concepción
monolítica de Catalunya se aspira a una España plural. La reciprocidad,
como ha de resultar obvio, requiere, sin embargo, una Cataluña plural en
una España plural.
Confío en que la Universitat Pompeu Fabra y la hospitalaria
ciudad de Barcelona serán el marco adecuado para avanzar hacia la meta
que los aquí presentes compartimos. Esta iniciativa no habría sido
posible sin el acierto y entusiasmo con la que la ha conducido el profesor
Josep M. Colomer, que ha causado que los presentes respondieran de
manera tan positiva a la convocatoria. Otras convocatorias futuras
habrán de servir para sumar más voces a este debate.
Sirvan estas breves palabras como mensaje de bienvenida para
todos.
Muchas gracias.
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