ISBN: PPI201402DC4571 WWW.BOTICA.COM.VE TRABAJO ACADÉMICO ISSN: 2443-4388 N° 4, Año 2008 Arañas Clases de veneno, envenenamiento y sintomatología El nombre arácnida viene de la mitología griega, donde se narra que una doncella llamada Arachne, quien vivía al pie del Monte Olimpo, poseía tal habilidad para tejer que hasta las ninfas del bosque salían furtivamente a contemplar con admiración sus bellas figuras tejidas. Estaba convencida de que sus habilidades eran iguales a las de Atenea, la diosa de la sabiduría y madre de las artes. Atenea, estaba tan enfurecida que fue a visitar a Arachne disfrazada de anciana para prevenirla de una posible furia de los dioses. Arachne descubrió el engaño y prometió que siempre que se encontrase con Atenea la desafiaría a un combate. Atenea se descubrió de su manto y aceptó el desafío. Atenea escogió hacer un bordado de Neptuno mientras Arachne escogió el secuestro de Europa. Una alusión al maravilloso trabajo de Atenea fue suficiente para mostrar la derrota de Arachne. Ésta intentó robar su propio bordado y hacer trampa. Atenea, como castigo, la transformó en un ser repulsivo, condenado a seguir tejiendo por toda la eternidad. De esta forma los griegos antiguos explicaron el origen de las arañas Aspectos biológicos de las arañas En más de 38.000 especies, apenas unas pocas tienen venenos potentes. Las arañas están en todas partes. Conquistaron prácticamente todos los nichos ecológicos del planeta, hasta los más hostiles. Ellas prometen ser una de las principales armas en la ofensiva contra las plagas agrícolas, además ya están contribuyendo en la producción de drogas para combatir el dolor y otras perturbaciones nerviosas. La clase Arachnida agrupa los órdenes Scorpionida, Araneida y Acarina, de mucha importancia en el área biológica. El orden Araneida, posee un gran número de especies que tienen un alto poder de adaptación a las variaciones del ambiente debido a peculiaridades que algunas especies poseen. Son animales comúnmente retraídos e inofensivos, prestan buenos servicios a la agricultura, pues son predadores naturales de insectos y otras criaturas. Algunas arañas son bastante venenosas y causan problemas a los humanos. Todas las arañas son carnívoras y prefieren cazar presas vivas. Distribución geográfica Mundial: actualmente son conocidas cerca de 38.000 especies en el mundo y existen en los 5 continentes. De ellas, apenas 20 ó 30 son consideradas clínicamente importantes. En Venezuela: existen cerca de 4.000 especies, distribuidas aproximadamente en 106 familias, entre Mygalomorphae y Araneomorphae. En el país la mayor gravedad del envenenamiento recae sobre 3 familias: Ctenidae (araña de camburales), Sicariidae (araña loba) y Theridiidae (viuda negra). Hábitat: viven generalmente en ambientes definidos por las limitaciones de factores abióticos condiciones físicas: temperatura, humedad, vientos, intensidad de la luz) y factores bióticos (condiciones biológicas) como tipos de vegetación, aporte alimentario, competencia y enemigos naturales. Son estrictamente terrestres, viven en todos los ecosistemas (con excepción de la Antártica) en ambientes desérticos, sabanas, selvas tropicales y subtropicales, además de áreas urbanas y rurales. Comportamiento: las arañas son carnívoras, se alimentan de animales vivos como insectos, arañas y pequeños vertebrados: pájaros, lagartos, serpientes y roedores. Cada grupo utiliza estrategias especiales durante la cacería y sus actividades pueden ser diurnas, crepusculares o nocturnas. Pueden ser fosoriales: construyen galerías subterráneas, forran su interior con hilos de seda; errantes: no tienen sede fija, no construyen telas y viven solitarias; arborícolas: construyen sus refugios envolviendo hojas con hilos de seda y hacen una tela que les permite cazar sus presas; y acuáticas: adaptadas a vivir sumergidas en el agua, poseen pelos hidrófobos y crean una burbuja de aire donde habitan. Clases de veneno, envenenamiento y sintomatología Uno de los motivos para estudiar las arañas es el alto número de accidentes en que se ven involucradas. Normalmente, las picaduras ocurren en ancianos y niños, la mayor parte de las veces debido al desconocimiento. Las arañas que pueden picar a través de la piel humana, solamente lo hacen cuando se sienten en situación de peligro: al sentirse amenazadas, reaccionan inoculando su veneno en quien la molestó, como una reacción de defensa. Dependiendo de la cantidad de veneno inyectado, del peso de la víctima y del sitio alcanzado, en estos accidentes se observa, por regla general, en grados más o menos intensos o prolongados, los siguientes síntomas: dolor lacerante, que se irradia en el sitio de la picadura (que persiste durante horas), calambres dolorosos, hiperestesia, temblores, convulsiones tónicas, hipersecreción salival, nasal y bronquial, agitación, sudoración (sudor frío principalmente en la nuca), perturbaciones visuales que se manifiestan como ataques de vértigo, caída de los párpados, acompañada de deficiencia de acomodación visual, disnea, priapismo, hipotermia, pulso rápido, a veces incontable, filiforme, irregular; caída de la presión arterial, retención urinaria y estreñimiento pertinaz en los días sucesivos. Efectos de los venenos Los venenos de arañas y sus efectos sobre el hombre pueden ser divididos básicamente en dos clases: neurotóxicos, afectan el sistema nervioso, y citotóxico o necrosante, causan daño a los tejidos. Algunos venenos pueden presentar ambos efectos. Los venenos de arañas son mezclas complejas de componentes tóxicos y enzimáticos. Una de las fracciones neurotóxicas se caracteriza, básicamente, por una acción de bloqueo de los impulsos nerviosos hacia los músculos, lo que causa rigidez y calambres. Esto se debe a la super estimulación de los |transmisores de la acetilcolina y la noradrenalina, que causa parálisis del sistema nervioso simpático y parasimpático, promoviendo una conmoción súbita y severa sobre el organismo. En otros animales el efecto puede ser diferente al del humano. Los venenos necróticos causan irritación en la piel y pueden llevar a ulceración y necrosis tisular, en el sitio de la picadura. Esta categoría de veneno contiene proteínas con alto peso molecular, con actividad proteolítica. En términos generales los venenos neurotóxicos matan más que los venenos necrosantes. Las toxinas son polipéptidos que afectan algunos sistemas orgánicos Las paredes de las arterias, arteríolas, vénulas y venas musculares contienen músculo liso cuya actividad es controlada por el sistema nervioso simpático y varios factores humorales. Los canales de calcio son un destino importante para la acción de las toxinas, que son derivadas de la modificación molecular eleccionadas por la evolución para matar o paralizar predadores o presas. Esta estrategia puede ser mejor entendida a través del estudio de la acción de drogas y toxinas que interfieren en estos canales. Algunos tipos específicos de toxinas permiten la investigación de la actividad farmacológica de los canales de calcio, como también otros tipos de canales iónicos tales como el de potasio. Las neurotoxinas son componentes clásicos de venenos, particularmente aquellos que afectan a la unión neuromuscular causando parálisis. Sin embargo, ninguna neurotoxina posee el mismo sitio de acción ni los mismos modos de actuar y efectos clínicos. La unión neuromuscular en músculo esquelético envuelve todos los músculos respiratorios y voluntarios. El veneno neurotóxico periférico produce dolor intenso e inmediato, que se irradia hacia la raíz del miembro afectado. El choque puede ser observado más frecuentemente en niños, caracterizado por sudor frío, agitación, salivación, priapismo y muerte. Afortunadamente, en la mayoría de los casos el accidente es de evolución benigna■ Autor Alexis Rodríguez-Acosta MD PhD Instituto de Medicina Tropical Universidad Central de Venezuela [email protected] Arañas, clases de veneno, envenenamiento y sintomatología by Dr. Alexis Rodríguez Acosta / Botica Revista Medica Digital N° 4 is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License. Based on a work at http://botica.com.ve/. 2 N° 4, Año 2008