Los padres que maltratan a sus hijos no es que no les quieran

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Sábado 13.03.10
EL DIARIO VASCO
10 AL DÍA
«Los padres que maltratan a sus hijos no
es que no les quieran, no es su voluntad»
Bárbara Gómez Torres. Doctora en psicología, psicoterapeuta y profesora de la UPV
En los casos en los
que se ha previsto la
reunificación familiar,
es necesaria una
preparación previa
: N. J.
SAN SEBASTIÁN. Bárbara Torres
Gómez, de Cádiz, es doctora en psicología, psicoterapeuta y profesora de la Facultad de Psicología de la
Universidad del País Vasco. Desde
hace 20 años, su principal ámbito
de investigación se ha centrado en
el campo de la protección infantil.
Gracias a su amplia experiencia y
estudios, asegura que lo mejor para
un niño que sufre malos tratos es
intentar solventar la situación que
se da en su hogar y cuando esto no
es posible, que acuda a una familia
de acogida, antes que a un centro
residencial.
– ¿De qué forma afecta al desarrollo de un niño vivir situaciones
de maltrato en su familia?
– El maltrato infantil plantea graves riesgos para la inadaptación y
psicopatología, es decir, implica un
ambiente familiar patogénico que
sobrepasa con mucho lo que estaría dentro del rango de la normalidad. El maltrato afecta de forma
muy negativa a las víctimas tanto
en la niñez, como en la adolescencia y en la etapa adulta. Muchas investigaciones muestran que las consecuencias del maltrato afectan a
todos los ámbitos del desarrollo:
neurobiológico (estructura y funcionamiento global), emocional,
cognitivo, interpersonal y comportamental. Así, el maltrato suele asociarse con trastornos emocionales,
fracaso escolar, abuso de sustancias
y conducta criminal, así como con
dificultades futuras en el ejercicio de la parentalidad.
– ¿Todos los niños muestran estos síntomas?
– No necesariamente. Cómo afecta el maltrato a la víctima depende
Recursos
públicos para
la protección
Afortunadamente no es lo más
habitual, pero lo cierto es que se
dan casos en Gipuzkoa de malos
tratos por parte de algunas familias hacia sus hijos. De hecho,
tal y como asegura Ana Arbosa,
psicóloga de la Sección de Acceso de Protección Infantil de la
Diputación de Gipuzkoa, el número de notificaciones ha incrementado considerablemente en
Acogida familiar. La psicóloga considera que es la mejor opción cuando se da la salida del hogar de origen. :: ÁLVARO
de diferentes agentes, tanto relacionados con el propio menor como
con su entorno. No obstante, todavía no se conoce con claridad qué
factores del propio niño, de su familia o contexto cercano funcionan contrarrestando los efectos negativos del maltrato y facilitando
la resiliencia en las víctimas.
– Existen programas para la intervención en las familias de padres
negligentes o maltratadores. ¿Son
efectivos? ¿Vale la pena destinar
recursos para ellos?
– Existen evidencias a favor y en
contra sobre su efectividad. En
nuestro país hace unos 20 años que
se están llevando a cabo este tipo
de programas, pero no existe todavía una tradición consolidada de
los últimos años.
Este departamento se encarga de recibir las notificaciones
sobre niños que pueden estar situaciones de desprotección graves o muy graves. A continuación encargan las valoraciones
a sus equipos zonales de Infancia y Adolescencia y, en función
del nivel de gravedad, proponen: o bien una intervención familia, o cuando la situación es
más grave y se valora que de
continuar el niño con su familia
existe un riesgo elevado para su
integridad física o su adecuado
desarrollo, se propone la separación de la familia.
evaluación de los mismos. En mi
opinión, creo que es absolutamente necesario destinar recursos a ellos
pero, además, evaluar dichos programas con el objeto de conocer su
grado de efectividad, para qué tipo
de familias pueden resultar más
adecuados, qué componentes de
estas intervenciones pueden resultar más efectivos, etc.
– Reconocer el maltrato no debe
de ser algo fácil, pero ¿qué le diría a los que lean esta entrevista?
– Para reconocer una posible situación de maltrato infantil debe existir un conocimiento en la comunidad acerca de cuáles son los indicadores que pueden señalar su existencia. No obstante, quisiera recalcar un aspecto que me parece no
suele ser a menudo comprendido.
Los padres que maltratan a sus hijos no son unos ‘monstruos’; no es
que no quieran a sus hijos, no está
en su voluntad maltratarlos. Los casos en los que los padres buscan el
daño en sus hijos son muy excepcionales. Normalmente todos los
padres hacen lo mejor que saben y
pueden con sus hijos. Lo que sucede es que aquellos que maltratan a
sus hijos suelen hallarse sometidos
a multitud de tensiones a las que
se añaden factores personales de
vulnerabilidad que les hacen poco
competentes como padres, aunque
sea muy difícil para ellos reconocer
estas limitaciones.
– La separación de un niño de sus
padres cuando los expertos así lo
dictan, ¿es siempre recomendable?
«Los niños de hoy son el
futuro de mañana. Es
importante invertir en la
prevención temprana»
«El maltrato infantil
genera procesos
de inadaptación
y psicopatología»
– Lo ideal sería no tener que separarle de sus padres, interviniendo
con el niño y su familia preservando la convivencia, siempre que se
pueda garantizar una satisfacción
suficiente de las necesidades infantiles. Se entiende que cuando una
evaluación experta y rigurosa aconseja una separación, es porque dichas necesidades no se pueden asegurar manteniendo al niño con su
familia. De todos modos, hay que
señalar que siempre se trata de que
esa separación sea lo más corta posible y que solo dure hasta que la
vuelta del menor a su familia ofrezca unas garantías básicas para el bienestar de éste. Por otra parte, que
el niño vaya a un acogimiento familiar no quiere decir que pierda
totalmente la relación con su familia biológica. De hecho, esto no es
aconsejable para el bienestar del
menor y lo habitual y adecuado es
que el niño en acogimiento familiar (como en el residencial) mantenga una relación con su familia
mientras dura el acogimiento. Sólo
en casos muy excepcionales es
aconsejable eliminar dichos contactos.
– El niño acogido, ¿suele integrarse sin dificultades o requiere de
una preparación previa? ¿Y la familia?
– La integración en la familia de
acogida depende de diversos factores. Unos tienen que ver con el menor y otros con la familia que acoge el niño, y aún otros con los servicios de apoyo. Normalmente se
requiere una preparación previa del
niño y la familia acogedora, así
como un apoyo y seguimiento continuado del acogimiento.
–¿La familia de acogida tiene que
contar con varios miembros o puede ser una persona sola?
–La idoneidad para el acogimiento
familiar no viene dada por el número de componentes. Hay personas solas que pueden ser figuras
acogedoras magníficas y familias
tradicionales (dos progenitores con
uno o varios hijos) que no representan una alternativa apropiada.
– ¿Qué mensaje enviaría a los responsables políticos y a la sociedad
en su conjunto que les ayude a ver
la necesidad de destinar recursos
para la protección del menor?
– Puede sonar a tópico, pero los niños de hoy son el futuro de la sociedad. La principal apuesta debería ser invertir en la intervención
preventiva temprana.
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