La Ceremonia De La Pascua Cristiana Publicado por La Iglesia de Dios Eterna Este folleto no es para la venta. Es gratuito como un servicio educacional, provisto para todos los miembros de las Iglesias de Dios, así como para todo aquél que lo solicite. La Ceremonia De La Pascua Cristiana Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la Pascua de YHWH. ~ Números 28:16 ~ La ceremonia de la Pascua cristiana es la más solemne y más significativa de las Festividades Santas de Dios. Esta ceremonia sagrada, conmemora la muerte de nuestro Señor Jesucristo, la cual hizo posible el plan de Dios de salvación. Cuando nosotros guardamos la Pascua, mostramos que aceptamos Su sacrificio y renovamos nuestro pacto con Dios. Es tan importante este servicio, que las personas que pierden la oportunidad de celebrar la Pascua debido a enfermedad o a que están de viaje, son instruidos por el Todo Poderoso, que en el segundo mes a la misma hora debe celebrarse la ceremonia. Dios habló a Moisés diciendo: Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Habla a los Israelitas y diles: Si alguien de ustedes o de sus descendientes (generaciones) está inmundo por causa de un muerto, o anda lejos de viaje, puede, sin embargo, celebrar la Pascua al SEÑOR. La celebrarán a los catorce días del segundo mes, al atardecer; la comerán con pan sin levadura y hierbas amargas. Nada dejarán de ella hasta la mañana, ni quebrarán hueso de ella; conforme a todos los estatutos de la Pascua la celebrarán. Pero si alguien que está limpio y no anda de viaje, deja de celebrar la Pascua, esa persona será eliminada de entre su pueblo, porque no presentó la ofrenda del SEÑOR a su tiempo señalado. Ese hombre llevará su pecado (Números 9:913). Dios ordenó que los antiguos israelitas debían guardar la Pascua para siempre (Éxodo 12:24). En la actualidad, cada una de las razas de la tierra puede ser aceptada como hijos de Abraham, y a la Iglesia se le refiere como el Israel espiritual (Gálatas 3:29). El apóstol Pablo confirmó esta increíble verdad cuando escribió: “...Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas” (Romanos 9:6). Por esta razón, es una obligación que la Pascua del Nuevo Pacto sea observada por todos los cristianos. Y como Jesús dijo: Entonces Jesús les dijo: En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final (Juan 6:53-54) En nuestros días, los cristianos comen Su carne y beben Su sangre, al simbólicamente tomar el pan y el vino. Ya que la Pascua conmemora la terrible tortura y muerte de nuestro creador y salvador. Por lo tanto, debe haber una reverencia muy profunda asociada con esta ceremonia. Tomando la Pascua Dignamente La Pascua no es un tiempo para tomarse a la ligera, o para estar bromeando, o tener un compañerismo normal como los otros días festivos. Esto no quiere decir que no podemos sonreír o saludarse los unos a los otros. Sin embargo, debe haber un sentido de regocijo en el triunfo de lo que nuestro salvador, ha hecho por nosotros, y no tiene nada de malo comunicar esto. Por otro lado, la Pascua es una ceremonia solemne, y el apóstol Pablo nos advierte: De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor (1 Corintios 11:27). El participar de la Pascua “indignamente”, puede ser entendido de muchas maneras. Definitivamente significa tomarla de una manera inapropiada, tal como tomarla a la ligera y no tomarla de corazón. El tomar la Pascua indignamente, también puede incluir tomar los símbolos en un tiempo equivocado. La Pascua cristiana debe ser celebrada al iniciar el día 14 de Aviv o Nissan, después de ocultarse el sol (Éxodo 12:6). El utilizar los símbolos equivocadamente, también puede calificar como tomar la Pascua indignamente. Por ejemplo, el pan tiene que ser sin levadura. Dios ordenó que el día 14, tiene que ser un día de limpiar y sacar toda levadura de la casa. El pan que va a ser comido en la noche de la Pascua, tiene que ser sin levadura (Éxodo 12:8). La bebida para la ceremonia de esta noche, tiene que ser vino, no jugo de uva. La palabra griega para vino es “oinos”. Esta palabra siempre se refiere a bebidas fermentadas. El buen samaritano derramó vino (oinos), a las heridas del hombre que estaba tirado sobre el camino (Lucas 10:34). La palabra oinos requiere que haya alcohol presente para que sea antiséptico. Ya que las uvas se fermentan casi inmediatamente, y la cosecha de las uvas es en el verano en Judea, cualquier fruto de viñedo usado en la primavera durante la ceremonia de la Pascua, solamente puede ser vino, nunca jugo de uva. Lo más importante durante la Pascua, es nuestra actitud personal con la cual llegamos ante Cristo y tomamos los símbolos. Por consiguiente, cada cristiano debe pasar tiempo examinándose a sí mismo, antes de ser partícipe de esta vital ceremonia. Por esta razón, Pablo sigue explicando la manera de observar la Pascua cristiana. Él declara: Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí (1Coríntios 11:28-29). Es importante darnos cuenta, mientras que nos examinamos a nosotros mísmos, que ninguno de nosotros es digno del sacrificio de Cristo. Si nosotros no discernimos el cuerpo de Cristo, y entendemos que Él fue inmisericordemente golpeado por nuestra sanación, entonces, tomamos la Pascua indignamente. Debemos discernir el cuerpo quebrantado y la sangre de Jesucristo, la cuál fue derramada para el perdón de nuestros pecados. No debemos de participar de Su Pascua en una actitud de rebelión, enojo, resentimiento u hostilidad hacia Dios o hacia el hombre. No debemos tomar los símbolos del sacrificio de Cristo, mientras conscientemente seguimos practicando el pecado. Este servicio es único, en que solamente los miembros bautizados de la Iglesia de Dios deben participar en el. Este procedimiento se remonta hasta el tiempo del éxodo, en el cual Dios ordenó: Y el Eterno dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella: Más todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado. El extranjero y el asalariado no comerán de ella (Éxodo 12:43-45). A los antiguos israelitas se les ordenó no comer de la Pascua a menos que estuvieran circuncidados. En la actualidad, el rito correspondiente es el bautismo. Nuestro arrepentimiento hacia Dios y la inmersión en agua, es una muestra de nuestro deseo de hacer morir nuestro antiguo yo. Esto llega a ser la circuncisión del corazón. Aquéllos que han sido por lo tanto circuncidados, pueden participar de la Pascua. Los miembros no bautizados son bienvenidos a presenciar la ceremonia. También los padres pueden sentirse libres de incluir a sus hijos como observadores. Éxodo 12:26, nos recuerda que tenemos que celebrar el rito de la Pascua en presencia de nuestros hijos, para que ellos puedan preguntar que significa todo esto. Como sea, sólo miembros bautizados deben participar del lavamiento de pies, comer el pan consagrado y beber el vino. Es el deseo de la Iglesia de Dios Eterna, que los cristianos se reúnan en unanimidad para celebrar la Pascua, siempre que sea posible. Cuando no sea posible el reunirse con alguna de las Iglesias de Dios para los servicios, nosotros proveemos este servicio completo, para que tales personas puedan guardar esta ceremonia en casa. Por lo tanto, este folleto contiene las instrucciones relacionadas a como guardar la Pascua apropiadamente. Hemos provisto el formato tradicional y las Escrituras recomendadas para ser leídas durante los servicios. En caso de que los miembros no se sientan cómodos dirigiendo los servicios completamente, también podemos proveer el servicio grabado. Nosotros ofrecemos esto, entendiendo que los miembros pueden utilizar este completamente o en parte, conforme a su propia discreción. La Iglesia también ofrece cassets grabados de sermones para los otros Días Santos. Si usted quisiera alguno de estos, por favor, póngase en contacto con nuestra oficina o vaya al sitio de la red cuyas direcciones se encuentran al final de este folleto. Preparándose para la Pascua La preparación es la parte más importante de cualquier proyecto. Esto es de vital importancia para la ceremonia de la Pascua de Dios, para asegurarse que las cosas sean hechas “con decencia y con orden” (1 Corintios 14:40). Por lo tanto, debe saber cuántas personas planean asistir, y que materiales se van a necesitar. Algunas cosas van a tener que comprarse. Si usted intenta utilizar el servicio grabado, una grabadora de mediana calidad es recomendable. También sugerimos imprimir un número adecuado de copias del himno que va a ser cantado esa noche. Hay una copia de la letra del himno al final de este folleto y la música del mismo está al final del casset, el himno se titula: “Misericordioso Dios”. Palanganas para el servicio del lavamiento de pies, tienen que ser adquiridas con anterioridad. La experiencia nos lleva a recomendar, que se tenga una o dos de reserva, por si llegaran a necesitarse de última hora. También es recomendable, si estas ya han sido utilizadas y almacenadas, revisarlas antes de que empiecen los servicios por si tienen alguna rajadura. Los participantes, pueden fácilmente suplir sus propias toallas. El Vino Cuando se vaya a comprar el vino para la Pascua, hay muchas cosas que tienen que ser consideradas. La Iglesia tradicionalmente ha recomendado un vino rojo de buena calidad del tipo burgundy. Históricamente, la Iglesia ha utilizado vino no fortificado con un porcentaje de alcohol entre el 10 y el 13 % por volumen. Los vinos que tienen un porcentaje de alcohol de entre el 19 al 20 %, están fortificados con brandy y no deben de ser utilizados. El vino tiene que ser servido en pequeños vasos, la noche del servicio, de acuerdo con el número de participantes que usted espera. Si usted espera un número considerable de asistentes, sería mejor que fuera a alguna tienda “cristiana”, y comprara alguna charola para vino como las que se utilizan en los servicios de la Iglesia. Estas no son muy caras, y añaden una apariencia profesional al servicio, y puede ser rehusada cada año. Después que el servicio ha concluido, cualquier cantidad de vino consagrado que haya sobrado, debe ser derramado a la tierra, así como lo fue la sangre de nuestro salvador, Jesucristo. Los vasos que se utilizaron, también tienen que ser lavados lo más pronto posible. El Pan sin Levadura Una cantidad suficiente de pan sin levadura debe ser provisto para la ceremonia. Ya sea el hecho en casa, o el que venden en las tiendas comerciales son aceptables. Asegúrese que el que haya comprado, sea completamente sin levadura. Todo esto es más sencillo si simplemente compra Kosher Matzos. Asegúrese de no poner mucho pan sin levadura o matzos juntos y lleguen estos a provocar confusión cuando este sea partido durante la ceremonia. Además, cualquier pan sin levadura o matzo consagrado que haya sobrado y cualquier morona de este, tiene que ser recolectado y quemado durante la noche después de los servicios, de acuerdo con el mandamiento de Dios con respecto al cordero (Éxodo 12:10). Preparando El Salón El salón, donde la Pascua y el lavamiento de pies se van a llevar a cabo, debe ser apropiadamente preparado, para esta celebración. Cristo envió a Sus discípulos a preparar el salón para Su última Pascua. Lucas escribe: Llegó el día de la Fiesta de los Panes sin Levadura en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua. Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: Vayan y preparen la Pascua para nosotros, para que la comamos. Ellos fueron y encontraron todo tal como El les había dicho; y prepararon la Pascua. (Lucas 22:7-8, 13). Los salones para la ceremonia de la Pascua, deben estar completamente sin levadura. El salón o los cuartos que van a ser utilizados para los servicios, deben también estar limpios y en orden. Tradicionalmente, la mesa que se utiliza para los servicios del pan y del vino, se cubre con un mantel blanco. Servilletas blancas también se usan para cubrir las charolas de los matzos y el vino que se va a consagrar. Es importante tener espacio suficiente para el servicio del lavamiento de pies. Es mucho mejor, si este es un cuarto separado del que se utiliza para la reunión en general. Las mujeres deben estar separadas cuando sea la hora del lavamiento de pies. Si las posibilidades no permiten tener dos cuartos separados, el lavamiento se puede llevar a cabo en dos partes, la primera para las mujeres y la otra para los hombres. Cuando no haya otros dos cuartos disponibles, aparte del salón principal, la solución es llevar a los hombres al cuarto disponible, mientras que las mujeres realizan el lavamiento de pies en el salón principal. Este arreglo permite que la ceremonia fluya de tal manera, que no haya interrupciones significativas y desvíe el significado de la ceremonia. También hay ocasiones cuando los miembros, están tan lejanos los unos de los otros, que las personas se encuentren en una circunstancia tal, que se ven forzadas a celebrar la ceremonia completamente solas. En tal caso, ha sido históricamente considerado apropiado, para la persona sola, pasar más tiempo en leer el relato del lavamiento de pies que se encuentra en Juan 13. Usando El Servicio Grabado Si usted desea usar el servicio grabado de la ceremonia, le recomendamos que lo oiga completamente con anterioridad, para asegurar la calidad de este y que usted se familiarice con el formato del servicio que se va a llevar a cabo. Reverentemente y respetuosamente, guíe al grupo al cuarto donde se van a llevar a cabo los servicios. Pase las copias del himno que se va a cantar para cada miembro conforme vayan entrando. Cada porción de los servicios está grabada como una sección separada. Usted se dará cuenta, conforme escucha la grabación que cada parte de los servicios es una unidad, y la grabación va a seguir lo escrito que le hemos provisto en la sección de este folleto “Conduciendo Su Propio Servicio”. Después de haber escuchado la grabación para asegurarse de la calidad, prepárese usted mismo con el formato de los servicios, y ajuste el nivel del volumen. Finalmente, regrese la grabación al principio en preparación para los servicios de esa noche. Recuerde que el sonido tiene que estar ligeramente más alto, cuando el cuarto esté con los miembros, que cuando el cuarto está vacío. Además, tenga presente que nos hemos tomado la libertad de modificar el servicio tradicional, con la introducción de un himno opcional al principio de la grabación. Empezando El Servicio De La Pascua En la noche de la Pascua, después de que todos estén sentados y que se ha ocultado el sol, simplemente empiece la grabación. Recuerde regresar grabación al principio que usted haya escogido, habiendo revisado el volumen de su grabadora después de haber escuchado la grabación por completo. El Lavamiento De Pies Una vez que se ha empezado, la grabación irá a través de la introducción a la Pascua, y después, hablará del lavamiento de pies. En el punto cuando el orador dice: “El anfitrión ahora los dirigirá al servicio del lavamiento de pies”, pare la grabación. En este punto, el anfitrión dirigirá a los invitados a sus respectivos lugares para el lavamiento de pies de manera respetuosa y ordenada. El Pan Después que usted se haya lavado las manos, y que todos hayan regresado de sus respectivos lugares de lavamiento y estén sentados, empiece la grabación otra vez. El orador de la grabación, procederá a explicar el simbolismo del pan. Cuando el orador diga: “El anfitrión orará ahora por el pan,” apague la grabadora. En este momento descubra la charola del pan y pida que todos inclinen sus cabezas y pidan a Dios por la bendición sobre el pan. Después de la oración, parta el pan en piezas medianas a la vista de todos los presentes. Después de esto, pase la charola a cada persona. Cada uno debe tomar solamente una pieza de pan y pasar la charola a la siguiente persona. Recuerde que solamente los miembros bautizados deben tomar esta pieza de pan. Cuando todos hayan tomado una pieza de pan ázimo, la charola se regresa, y ya todos sentados quietamente, se empieza la grabación otra vez. El Vino El orador ahora procederá a explicar el simbolismo y significado del vino. Cuando el orador diga: “El anfitrión ahora orará sobre el vino,” ponga la grabación en pausa otra vez. El anfitrión debe entonces descubrir la charola que contiene el vino. El anfitrión le pedirá a los presentes que inclinen su cabeza mientras que ora sobre el vino. Después de la oración, el anfitrión debe pasar la charola con el vino, para que cada persona tome una copa con el vino. Recuerde que solamente los miembros bautizados toman la copa. La Lectura de la Escritura y el Himno Final Después de que la charola ya ha sido regresada, y que todos ya estén sentados, empiece la grabación de nuevo. El orador, entonces va a leer las Escrituras que Cristo habló a los discípulos después de la cena. Después que la lectura haya terminado, les pedirá a todos que se pongan de pie y que se cante un himno final. Pare la grabación aquí, y pídales a todos que se pongan de pie. Inicie la grabación nuevamente. El anfitrión guiará a la audiencia a cantar el Salmo 51. La Oración de Clausura Después que haya concluido el himno, pare la grabación. El anfitrión debe entonces concluir con una oración. Finalmente, despida a la audiencia. Conduciendo Su Propio Servicio: Para aquéllos que desean dirigir el servicio de la Pascua personalmente, estamos proveyendo la ceremonia tradicional siguiente. Por favor, lea toda la ceremonia, haga notas y prepárese de ante mano, para que el servicio sea presentado de una manera digna y profesional que glorifique a Dios (1 Corintios 10:31). El servicio tradicionalmente empieza sin oración, pero incluye las oraciones sobre el pan, el vino y con una oración de clausura después del himno final. Hay música especial el inicio de la grabación que tal vez usted quiera utilizar. Generalmente los servicios se empiezan con comentarios que unen la Pascua con eventos actuales. El director de los servicios, puede leer entonces lo que se encuentra ya provisto. Al final de cada sección, hay instrucciones a seguir en el lavamiento de pies y la oración sobre los ázimos o pan sin levadura o matzos y sobre el vino. Las Escrituras tradicionales se leen, y se concluye con un himno. El Principio de lo Escrito para la Pascua Mientras que sigamos en este mundo, muchas de las cosas de Dios son “agridulces”. Primero, está la parte amarga de esta celebración. Nos reunimos en esta ocasión una vez al año para conmemorar y reflexionar en el sufrimiento y muerte de nuestro salvador, Jesucristo. Conforme lo hacemos, reforzamos nuestro compromiso y pacto con Dios. Pero al mismo tiempo, la parte dulce de la celebración de la Pascua. Con esta celebración nos damos cuenta profundamente del increíble triunfo de Jesucristo. Su victoria trae con ella, nuestra increíble y trascendental esperanza de estar en el reino y formar parte de la familia de Dios por toda la eternidad. Además de todo esto, todos nosotros los que celebramos la Pascua esta noche, nos unimos y formamos parte de una larga cadena de fieles a Dios a través de los siglos. Nosotros somos parte de todos aquéllos que vieron y confiaron en la sangre de nuestro salvador. Nosotros, junto con todos aquéllos fieles, también vemos a Jesucristo para limpiarnos de nuestro pecado, que nos de Su perdón y nos permita la entrada a la familia de Dios. Cristo Explicó que Debemos Comer y Beber de Él Los judíos que seguían a Cristo presenciaron que Él hacia milagros. Ellos lo vieron crear alimentos suficientes para alimentar a 5,000, y lo que entendían los judíos de esa época, era que cuando llegara el Mesías, Él produciría “maná escondido” (Apocalipsis 2:17). Ellos se preguntaban, “¿Podría éste Jesús ser el Mesías?”. Ellos querían una prueba en la forma de maná escondido. Jesús entonces explicó esta profunda verdad: ¡Él era el pan del cielo! Conforme comemos este pan, tenemos que entender y creer las palabras que Él dijo: Juan 6:27 -- Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre les dará, porque a Él es a quien el Padre, Dios, ha marcado con Su sello. Juan 6:33 - 35 -- Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. Señor, danos siempre este pan, Le dijeron. Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed. Juan 6:37-39 -- Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer Mi voluntad, sino la voluntad del que Me envió. Y ésta es la voluntad del que Me envió: que de todo lo que Él Me ha dado Yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final. Juan 6:44 -- Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que Me envió, y Yo lo resucitaré en el día final. Juan 6:48-50 -- Yo soy el pan de la vida. Los padres (antepasados) de ustedes comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Juan 6:51 -- Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que Yo también daré por la vida del mundo es Mi carne. Juan 6:52-57 -- Los Judíos, por tanto, discutían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede Este darnos a comer Su carne? Entonces Jesús les dijo: En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él. Como el Padre que vive Me envió, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que Me come, él también vivirá por Mí. Juan 6:58 -- Este es el pan que descendió del cielo; no como el que los padres (antepasados) de ustedes comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre. Cristo Instituyó la Pascua del Nuevo Pacto En la última Pascua con Sus discípulos, Jesús esperó hasta el tiempo exacto. Este fue en la noche del día 14 de Abib o Nissán, y Cristo instituyó la Pascua del Nuevo Pacto. Lucas dice: Lucas 22:14-16 -- Cuando llegó la hora, Jesús se sentó a la mesa, y con Él los apóstoles, y les dijo: Intensamente he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; porque les digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios. Paradójicamente, la misma noche que Cristo iba a dar Su vida en sacrificio por toda la humanidad, hubo una contienda entre Sus seguidores con respecto a su posición y categoría. Lucas 22:24 -- Surgió también entre ellos una discusión, sobre cuál de ellos debía ser considerado como el mayor. Por lo tanto, antes de Su muerte, Jesús enseñó a Sus discípulos de entonces y a los actuales, la importancia de la humildad. Lucas 22:25-27 -- Y Jesús les dijo: Los reyes de los Gentiles se enseñorean de ellos; y los que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. Pero no es así con ustedes; antes, el mayor entre ustedes hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No lo es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, entre ustedes Yo soy como el que sirve. La Ceremonia del Lavamiento de Pies El gran Dios dió entonces un ejemplo de lo que Él quería decir en Sus enseñanzas acerca de servir. Él lavó los pies de Sus discípulos Juan 13:1-17 -- Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que Su hora había llegado para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los Suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y durante la cena, como ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el que Lo entregara, Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en Sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se levantó de la cena y se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. Cuando llegó a Simón Pedro, éste Le dijo: Señor, ¿Tú me vas a lavar a mí los pies? Jesús le respondió: Ahora tú no comprendes lo que Yo hago, pero lo entenderás después. ¡Jamás me lavarás los pies! Le dijo Pedro. Si no te lavo, no tienes parte conmigo, le respondió Jesús. Simón Pedro Le dijo: Señor, entonces no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y ustedes están limpios, pero no todos. Porque sabía quién Lo iba a entregar; por eso dijo: No todos están limpios. Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó Su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Saben lo que les he hecho? Ustedes Me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque Lo soy. Pues si Yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan. En verdad les digo, que un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. Si saben esto, serán felices si lo practican. Jesús dijo que nosotros no somos mayores que Él, y ya que Él estuvo dispuesto a lavar los pies de Sus discípulos, nosotros debemos lavar los pies los unos a los otros. Debemos de hacer esto, entendiendo que ésto que hacemos, en este único día del año, es un símbolo que nos recuerda como debemos de actuar el uno con el otro el resto del año. 1 Juan 3:14-16 -- Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. En esto conocemos el amor: en que Él puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pablo también describe la actitud de Cristo, humilde como la de un siervo: Filipenses 2:5-8 -- Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. En este momento, el líder debe dirigir a los miembros presentes a lavar los pies de los unos a los otros en sus respectivos lugares asignados y hacerlo de una manera ordenada. El Pan Pablo fue enseñado personalmente por Jesucristo en el desierto árabe. Allí, Cristo le dió instrucciones para el servicio de la Pascua cristiana. Pablo explica lo que Cristo le dijo que hiciera: 1 Corintios 11:23-24 -- Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí. Tenemos que ser partícipes del pan como el símbolo del cuerpo de Cristo. Cristo explicó este simbolismo y Juan dejó esto para nosotros: Juan 6:48-51 -- Yo soy el pan de la vida. Los padres (antepasados) de ustedes comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que Yo también daré por la vida del mundo es Mi carne. Jesucristo era el Dios todo poderoso que habitaba en el cielo en majestad y en gloria. Como segundo al mando en todo el universo, Cristo era el Dios que dijo: “nada es imposible” (Lucas 1: 37). Este mismo Dios bajó a la tierra. Se hizo carne para que pudiéramos llegar a ser espíritu. Él se hizo hombre para que pudiéramos llegar a ser Dios. Cristo llegó a ser carne y por lo tanto, participó de nuestra naturaleza, experimentando todas las tentaciones que los humanos tenemos (Hebreos 4: 15). Él sintió el dolor exactamente como nosotros lo sentimos, pero dispuesto a dar Su vida por nosotros. Es importante recordar que el comer de Su carne y beber de Su sangre, están directamente asociados con Su dádiva de vida eterna. El hecho de que todos participemos de Su cuerpo nos hace un sólo cuerpo. Todos somos una sola familia. Pablo escribió: 1 Corintios 10:16-17 -- La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo? Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; porque todos participamos de aquel mismo pan. Cuando participamos de Su cuerpo, Su cuerpo llega a ser parte de nosotros, y llegamos a ser parte de Su cuerpo, Su Iglesia (Colosenses 1:18). Nosotros no llegamos a ser parte del cuerpo de Cristo sólo por pertenecer a una organización. Llegamos a ser parte del organismo espiritual el cual es el cuerpo de Cristo, al participar del pan de vida, Jesucristo. Cuando participamos del cuerpo de Cristo, Él vive en nosotros a través del Espíritu Santo que mora en nosotros. Esto nos hace parte del cuerpo de Cristo. Nada en la tierra puede separarnos de Él. Él es una parte viviente de nosotros. La pequeña pieza de pan sin levadura que comemos, simboliza Su cuerpo. El pan que partimos es sin levadura, y esto representa la naturaleza sin pecado del cuerpo de Cristo, el cual fue quebrantado por nuestros pecados. Jesucristo fue golpeado hasta que la carne fue arrancada de Él. Estos horribles golpes no fueron por algo que Él haya hecho. Este violento castigo le fue dado por lo que nosotros merecíamos. El apóstol Pedro nos recuerda el terrible sufrimiento que Cristo tuvo que pasar por nosotros, y de como tenemos que seguir Su ejemplo: 1 Pedro 2:20-24 -- Pues ¿qué mérito hay, si cuando ustedes pecan y son tratados con severidad lo soportan con paciencia? Pero si cuando hacen lo bueno sufren por ello y lo soportan con paciencia, esto halla gracia con Dios. Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus pasos, EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA; y quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga con justicia. El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados. El apóstol Pedro aclara que los golpes que le dieron a Cristo, era solamente una parte de Su total y perfecto sacrificio. Él sufrió un gran dolor y una gran agonía en la carne, para que nosotros pudiéramos estar libres del sufrimiento físico que cae sobre nosotros como consecuencia de nuestros pecados. Su sufrimiento también fue un ejemplo para cada uno de nosotros. Porque Él sufrió por todas las personas, nosotros tenemos que estar dispuestos a sufrir los unos por los otros. También, su disposición para soportar tal sufrimiento, mostró Su infinito compromiso para con cada uno de nosotros. Cuando nosotros comemos estos panes ázimos, nos debe recordar personalmente Su increíble compromiso. El comer de estos matzos, también nos debe recordar la gran deuda que tenemos con Él, y al tomar los matzos, abiertamente reafirmamos nuestra devoción y lealtad a Él. El sufrimiento de Cristo en Su cuerpo por nuestros pecados, fue planeado desde antes de la creación del mundo. Isaías profetizó: Isaías 53:1-6 -- ¿Quién ha creído a nuestro mensaje? ¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR? Creció delante de Él como renuevo tierno, Como raíz de tierra seca. No tiene aspecto hermoso ni majestad Para que Lo miremos, Ni apariencia para que Lo deseemos. Fue despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en aflicción; Y como uno de quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no Lo estimamos. Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Nos apartamos cada cual por su camino; Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre Él La iniquidad de todos nosotros. Todo esto fue hecho por nosotros y aún la humanidad no valúa lo que Dios sacrificó. Pocos son los que toman el tiempo para pensar y tomar conciencia de esto. En todo esto, Cristo no se quejó. Él simplemente permitió el sufrimiento infringido por las manos de hombres crueles. Isaías 53:7 -- Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, Él no abrió Su boca. Isaías detalla la inimaginable magnitud del sufrimiento de Cristo. Este gran profeta dejó escrito las palabras de Dios cuando dijo: Isaías 52:13-14 -- Oigan esto: Mi siervo prosperará, Será enaltecido, levantado y en gran manera exaltado. De la manera que muchos se asombraron de ti, pueblo Mío, Así fue desfigurada Su apariencia más que la de cualquier hombre, Y Su aspecto más que el de los hijos de los hombres. Cristo sufrió un increíble dolor por nuestra causa, para que pudiéramos ser sanados. Él fue tentado de todas las maneras en que nosotros somos tentados. Él sintió tanta angustia como cualquier mujer tiene al nacimiento de su hijo. Él sufrió más que cualquier otro que haya sido torturado. Él experimentó más sufrimiento que una persona con cáncer. Él aceptó este castigo siendo completamente inocente de cualquier pecado. Cristo tomó el castigo por nosotros. Él experimentó el castigo por nuestras malas acciones. Su cuerpo fue quebrantado por nosotros, por lo tanto, nosotros partimos este pan, y somos partícipes de el. Lo hacemos así con el entendimiento, el compromiso que Él hizo por nosotros. Tomamos de este pan comprometiéndonos con Él con gran agradecimiento. En este punto, el líder debe orar por el pan, pidiendo la bendición de Dios sobre este símbolo del cuerpo de Cristo, el cual fue quebrantado por nosotros. La oración tiene que incluir el hecho que Cristo sufrió por nosotros, por lo tanto, nosotros tenemos que estar dispuestos a sufrir por la justicia. También tenemos que agradecerle a Dios por todo Su amor y misericordia hacia nosotros. Debemos pedirle a Dios que nos de Su actitud de servicio y sacrificio por otros. En este momento, el anfitrión o líder debe quitar la servilleta blanca de la charola de pan. Él debe partir el pan en presencia de todos los invitados. Finalmente, pase la charola con el pan partido, hasta que todos los miembros hayan tomado una pieza de matzo. El Vino Marcos nos dice que el vino que bebemos es un símbolo de la sangre de Cristo. Vayamos a: Marcos 14:23-25 -- Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella. Y les dijo: Esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos. En verdad les digo, que ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios. La sangre de Cristo nos limpia del pecado, haciendo para nosotros posible que tengamos vida eterna. El autor de Hebreos nos dice: Hebreos 9:11-15 -- Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo? Por eso Cristo es el mediador de un nuevo pacto (testamento), a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto (testamento), los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Pablo nos dice que es la sangre de Cristo la que literalmente nos redime. Efesios 1:7 -- En Él tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de Su gracia El derramamiento de la sangre del cordero de Dios resultó en la muerte de Su carne. Es la sangre de Cristo la que nos justifica. Es una ofrenda de paz hacia Dios el Padre. Colosenses 1:20-22 -- y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él. Cada uno de nosotros tiene que beber el vino con un agradecimiento reverencial. Es una renovación de la aceptación de la sangre de Jesucristo, que fue derramada para remisión de nuestros pecados. No hay otra salvación que esta la cuál se encuentra en este sacrificio. En este momento, el anfitrión debe descubrir el vino. Debe orar sobre el vino, agradeciendo a Dios por habernos dado a Su hijo para morir por nosotros, para que pudiéramos ser reconciliados. Agradezca a Dios por la disposición de Cristo de someterse a la voluntad de Su padre en este increíble sacrificio por nosotros. En este momento, pase el vino a los miembros. Cada uno debe tomar el vino en profunda reverencia. Después que los vasos sean devueltos, cúbralos, así como la charola de los ázimos con sus servilletas blancas. La Conclusión de la Pascua Después de haber cenado, Cristo habló a Sus discípulos. Estas son las últimas palabras de nuestro salvador en esa Pascua final. Estas son algunas de las palabras más hermosas y significativas que se hayan escrito. El apóstol Juan nos dice: Juan 13:33-35 -- Hijitos, estaré con ustedes un poco más de tiempo. Me buscarán, y como dije a los Judíos, ahora también les digo a ustedes: 'adonde Yo voy, ustedes no pueden ir. Un mandamiento nuevo les doy: 'que se amen los unos a los otros;' que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros. En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros. Juan 14:1-4 -- No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí. En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. Y conocen el camino adonde voy. Juan 14:5-8 -- Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Le dijo Tomás. Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí. Si ustedes Me hubieran conocido, también hubieran conocido a Mi Padre; desde ahora Lo conocen y Lo han visto. Señor, muéstranos al Padre y nos basta, Le dijo Felipe. Juan 14:9-21 -- Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me conoces, Felipe? El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí? Las palabras que Yo les digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace las obras. Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras mismas. En verdad les digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre. Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si Me piden algo en Mi nombre, Yo lo haré. Si ustedes Me aman, guardarán Mis mandamientos. Entonces Yo rogaré al Padre, y El les dará otro Consolador (Intercesor) para que esté con ustedes para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes. No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes. Un poco más de tiempo y el mundo no Me verá más, pero ustedes Me verán; porque Yo vivo, ustedes también vivirán. En ese día conocerán que Yo estoy en Mi Padre, y ustedes en Mí y Yo en ustedes. El que tiene Mis mandamientos y los guarda, ése es el que Me ama; y el que Me ama será amado por Mi Padre; y Yo lo amaré y Me manifestaré a él. Juan 14:22-24 -- Judas (no el Iscariote) Le dijo: Señor, ¿y qué ha pasado que Te vas a manifestar a nosotros y no al mundo? Jesús le respondió: Si alguien Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. El que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre que Me envió. Juan 14:25-27 -- Estas cosas les he dicho estando con ustedes. Pero el Consolador (Intercesor), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, El les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho. La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo. Juan 14:28-31 -- Oyeron que les dije: 'Me voy, y vendré a ustedes.' Si Me amaran, se regocijarían, porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que Yo. Y se lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean. No hablaré mucho más con ustedes, porque viene el príncipe (gobernante) de este mundo, y él no tiene nada en Mí; pero para que el mundo sepa que Yo amo al Padre, y como el Padre Me mandó, así hago. Levántense, vámonos de aquí. Juan 15:1-8 -- Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado. Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. Si permanecen en Mí, y Mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho. En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos. Juan 15:9-14 -- Como el Padre Me ha amado, así también Yo los he amado; permanezcan en Mi amor. Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor. Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto. Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado. Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos. Ustedes son Mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Juan 15:15-16 -- Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído de Mi Padre. Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes, y los designé para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se lo conceda. Juan 15:17-25 -- Esto les mando: que se amen los unos a los otros. Si el mundo los odia, sepan que Me ha odiado a Mí antes que a ustedes. Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia. Acuérdense de la palabra que Yo les dije: 'Un siervo no es mayor que su señor.' Si Me persiguieron a Mí, también los perseguirán a ustedes; si guardaron Mi palabra, también guardarán la de ustedes. Pero todo eso les harán por causa de Mi nombre, porque no conocen a Aquél que Me envió. Si Yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado (culpa), pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que Me odia a Mí, odia también a Mi Padre. Si Yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado (culpa); pero ahora las han visto, y Me han odiado a Mí y también a Mi Padre. Pero ellos han hecho esto para que se cumpla la palabra que está escrita en su Ley: 'ME ODIARON SIN CAUSA. Juan 15:26-27 -- Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de Mí, y ustedes también darán testimonio, porque han estado junto a Mí desde el principio. Juan 16:1-4 -- Estas cosas les he dicho para que no tengan tropiezo (no sean escandalizados). Los expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que los mate pensará que así rinde un servicio a Dios. Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a Mí. Pero les he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, se acuerden de que ya les había hablado de ellas. Y no les dije estas cosas al principio, porque Yo estaba con ustedes. Juan 16:5-11 -- Pero ahora voy al que Me envió, y ninguno de ustedes Me pregunta: '¿Adónde vas?' Pero porque les he dicho estas cosas, la tristeza ha llenado su corazón. Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador (Intercesor) no vendrá a ustedes; pero si me voy, se Lo enviaré. Y cuando Él venga, convencerá (culpará) al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en Mí; de justicia, porque Yo voy al Padre y ustedes no Me verán más; y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. Juan 16:12-15 -- Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. Él Me glorificará, porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes. Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que Él toma de lo Mío y se lo hará saber a ustedes. Juan 16: 16-28 -- Un poco más , y ya no Me verán; y de nuevo un poco, y Me verán. Entonces algunos de Sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: 'Un poco más, y no Me verán, y de nuevo un poco, y Me verán' y 'Porque Yo voy al Padre'? Por eso decían:¿Qué es esto que dice: 'Un poco'? No sabemos de qué habla. Jesús sabía que querían preguntarle, y les dijo: ¿Están discutiendo entre ustedes sobre esto, porque dije: 'Un poco más, y no Me verán, y de nuevo un poco, y Me verán'? En verdad les digo, que llorarán y se lamentarán, pero el mundo se alegrará; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo. Por tanto, ahora ustedes tienen también aflicción; pero Yo los veré otra vez, y su corazón se alegrará, y nadie les quitará su gozo. En aquel día no Me preguntarán nada. En verdad les digo, que si piden algo al Padre en Mi nombre, Él se lo dará. Hasta ahora nada han pedido en Mi nombre; pidan y recibirán, para que su gozo sea completo. Estas cosas les he hablado en lenguaje figurado (en proverbios); viene el tiempo cuando no les hablaré más en lenguaje figurado, sino que les hablaré del Padre claramente. En ese día pedirán en Mi nombre, y no les digo que Yo rogaré al Padre por ustedes, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes Me han amado y han creído que Yo salí del Padre. Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre. Juan 16:29-33 -- Sus discípulos Le dijeron: Ahora hablas claramente y no usas lenguaje figurado (un proverbio). Ahora entendemos que Tú sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie Te pregunte; por esto creemos que Tú viniste de Dios. Jesús les respondió: ¿Ahora creen? Miren, la hora viene, y ya ha llegado, en que serán esparcidos, cada uno por su lado, y Me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo. Juan 17:1-5 -- Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a Tu Hijo, para que el Hijo Te glorifique a Ti, por cuanto Le diste autoridad sobre todo ser humano, para que Él dé vida eterna a todos los que Le has dado. Y ésta es la vida eterna: que Te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo Te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que Me diste que hiciera. Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. Juan 17:6-14 He manifestado Tu nombre a los hombres que del mundo Me diste; eran Tuyos y Me los diste, y han guardado Tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que Me has dado viene de Ti; porque Yo les he dado las palabras que Me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de Ti, y creyeron que Tú Me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que Me has dado; porque son Tuyos; y todo lo Mío es Tuyo, y lo Tuyo, Mío; y he sido glorificado en ellos. Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el nombre que Me has dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno . Cuando Yo estaba con ellos, los guardaba en Tu nombre, el nombre que Me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. Pero ahora voy a Ti; y hablo esto en el mundo para que tengan Mi gozo completo en sí mismos. Yo les he dado Tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. Juan 17:15-19 No Te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del (poder del) maligno (del mal). Ellos no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad. Como Tú Me enviaste al mundo, Yo también los he enviado al mundo. Y por ellos Yo Me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad. Juan 17:20-24 Pero no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú Me enviaste. La gloria que Me diste les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno: Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que Tú Me enviaste, y que los amaste tal como Me has amado a Mí. Padre, quiero que los que Me has dado, estén también conmigo donde Yo estoy, para que vean Mi gloria, la gloria que Me has dado; porque Me has amado desde antes de la fundación del mundo. Juan 17:25-26 -- Oh Padre justo, aunque el mundo no Te ha conocido, Yo Te he conocido, y éstos han conocido que Tú Me enviaste. Yo les he dado a conocer Tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que Me amaste esté en ellos y Yo en ellos. El Himno Después de la cena, Cristo guió a los discípulos para cantar un himno antes de salir para el monte de los Olivos. Marcos dejó escrito lo siguiente: Después de cantar un himno, salieron para el Monte de los Olivos (Marcos 14: 26). Siguiendo el ejemplo de Cristo, nosotros por lo tanto, concluiremos este servicio poniéndonos de pie y cantando un himno. El anfitrión debe pedir que todos se pongan de pie para cantar un himno. El líder debe sentirse libre de usar la música grabada para acompañar este servicio de la Pascua, o en otro caso, la música que él provea. Diosamó tanto al mundo Despedida Ya que los miembros están de pie, el anfitrión debe hacer la oración de clausura, y después sosegadamente despedirlos y terminar los servicios. Diosamó tanto al mundo Ann Tannert Dios amó tanto al mundo, que envió a su único Hijo. Para que todo aquel que cree en él, tenga vida para siempre. Dios amó tanto al mundo, que ha dado el pan de vida. Que participa todo aquel de su vida se sostiene siempre. Dios amó tanto al mundo, que nos acerco a la Vid. Para que todo aquel que permanece en él, ése da fruto para siempre. Dios amó tanto al mundo, el He glorificado a su Hijo. Para que todo aquel que en él crea será uno para siempre.