La casa de Zumalacárregui se renueva (Diario de Navarra

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PAMPLONA Y LA CUENCA NAVARRA 29
Diario de Navarra Domingo, 27 de enero de 2013
PAMPLONA
TAFALLA YYZONA
LA CUENCA
MEDIA
PASEO DE DOMINGO
I es verdad que nunca pasa dos veces el mismo río, este domingo todavía estamos a tiempo de acercarnos a ver el mejor Sadar en muchos
meses. Es otro Sadar, con el cauce a su medida, veloz y de buen ver, transformado por
las lluvias. No es el río al revés, sino al ederecho y por derecho meteorológico. Qué distinto de que aquel Nulte de novela que citábamosaquíelotrodía,‘deaguasresignadas
que parecen viejas, que surcan los sotos comopidiendoayuda,unrizodeaguadoblado
por el viento, menos un río que el recuerdo
de un río`. Cuando va crecido, el Sadar se recuerda a sí mismo, se asoma al borde de su
propiedad, salta a su manera y arremete
con fuerza al Elorz en el encuentro de Echavacoiz, cincuenta metros aguas arriba del
puente de la avenida de Aróstegui.
S
Caminante por la ciudad, el plumilla
aconseja para las horas perdidas del domingo, un paseo de homenaje a la vera del
Sadar, con especial atención por el campus
de la Universidad de Navarra, donde el río
se marea haciendo eses y parece un arroyo
buscándose la vida en un valle alto. Así alcanza el río el puente del Camino de Santiago, el último de su corta geografía, que
los peregrinos se llevan retratado. Este Sadar de las crecidas baja reclamando lo que
se merece: un pintor de los de caballete,
paleta y óleo.
Como se merece algo más que las trece
líneas, trece, que le dedica la Gran Enciclopedia de Navarra, ya ve usted, tanto tomo
de 500 y más páginas para despachar el
Sadar con sólo trece líneas. El mínimo minimorum para apuntar que viene de la Sie-
PLAZA CONSISTORIAL
José Miguel Iriberri
Un río de exposición.
EDUARDO BUIXENS
rra de Tajonar, que apenas vive durante 15
kilómetros por Aranguren, Egüés, la Cendea de Galar y Pamplona. Desde el campus, se entrega silencioso y escondido al
cauce del Elorz, río pamplonés desde que
Echavacoiz, lugar de la cendea de Cizur,
entró en la capital, allá por los años 50.
Apenas trece líneas para el Sadar. Y eso
que la enciclopedia se anuncia en la portada como Gran Enciclopedia, que si no, cuatro palabras y a otra cosas. Pero este río de
15 kilómetros, que parece de exposición en
el campus, es hoy universitario por partida
triple y deportista de estadio y arena, como
fue en otros tiempos industrial de aceros,
cocinas y chorizos. Ha sido un poco de todo. Otro río de la vida. Ahora que lo pienso,
me parece que nunca ha sido un rizo de
agua doblado por el viento`.
En noviembre de 2013 se cumplirán 180 años de la salida de Tomás de Zumalacárregui de Pamplona para liderar las
tropas carlistas. El militar dejó en su domicilio de la calle del Carmen, que ahora se está derribando, a su mujer e hijas
La casa de Zumalacárregui se renueva
A.O.
Pamplona
STE 2013 se cumplirán
180 años de la salida de
Tomás Zumalacárregui de Pamplona, por el
portal de Francia, para sumarse
a las fuerzas carlistas. La mayoría de los historiadores fijan la fecha en el 2 de noviembre de 1833.
Es de suponer que aquel día Zumalacárregui se despidió de su
mujer, María Pancracia de Ollo, y
de sus hijas, en el que había sido
su domicilio en la capital navarra
durante los últimos años, en el
número 25 de la calle del Carmen. Allí no volvería más, y su familia dejaría el piso a los pocos
meses para huir hacia Francia.
Cuando a finales de este año se
cumpla el 180 aniversario de la
salida de Zumalacárregui, el edificio que albergó su vivienda habrá dejado de ser una semiruina
y se habrá convertido en un inmueble totalmente nuevo, con 14
viviendas, dos menos que hasta
ahora, y un local comercial. Del
inmueble original se va a mantener la parte de la fachada correspondiente a los miradores de las
plantas 1ª y 2ª, que se van a restaurar, y toda la fachada de sillería correspondiente a la planta
baja.
Igualmente se mantendrá el
escudo de la fachada. El destino
que correrán los 106 cañones de
escopeta que conformaban la barandilla de una de las escaleras
del edificio, es todavía una incógnita.
E
La demolición
Los trabajos de derribo se iniciaron a finales del año pasado y está
calculado que terminarán este
enero. El deficiente estado en el
que se encontraba el edificio ha
obligado a derribar la casi totalidad del inmueble a partir de la segunda planta, donde se encontraban las viviendas en peores condiciones.
José Ignacio Goñi, jefe de grupo de ACR Grupo, la empresa que
tiene adjudicadas las obras de
rehabilitación, explica que algunas de las viviendas apenas contaban con un mínimo baño y una
habitación, mientras que otras
Sobre estas líneas el edificio de la calle del
Carmen, 25 antes de comenzar los trabajos de rehabilitación. A la izquierda, el edificio visto desde la calle Barquilleros, a medio demoler.
CALLEJA
no disponían de ventilación en
los dormitorios. “Uno de los mayores problemas eran las palomas, que aprovechaban cualquier hueco para entrar y quedarse”, señala.
En estos momentos trabajan
en las labores de derribo 9 personas, y para evitar que los edificios
colindantes se vean afectados
por estos trabajos se ha colocado
en la calle del Carmen una torre
de apuntalamiento anclada sobre una base de hormigón, a la
que se van añadiendo vigas de
acero galvanizado que sujetan la
estructura conforme se avanza
en el derribo.
El nuevo edificio
Durante once meses se prolongarán las obras de construcción del
nuevo inmueble que va a disponer de un total de 14 viviendas y
un local en planta baja de 240 metros cuadrados de superficie.
La sociedad municipal Pamplona Centro Histórico (PCH) es
la promotora del proyecto y además propietaria de varias de las
viviendas que luego destinará para realojos ya comprometidos.
En otros casos los propietarios
han decidido volver de nuevo a la
vivienda cuando esté rehabilitada.
De las 14 viviendas 6 tendrán
fachada a la calle del Carmen y
otras 8 a la calle Barquilleros, situada en la parte trasera, y sus dimensiones oscilarán entre los 40
metros la más pequeña, y los 86 y
91 que tendrán los dos duplex situados en la cuarta planta y bajocubierta. Disponen entre 1 y 3
dormitorios y todas ellas cuentan
con una única estancia dedicada
a salón, comedor y cocina.
106 caños de escopeta como barandilla
Príncipe de Viana tendrá
que decidir si protege
los curiosos barrotes de
la barandilla de una de
las escaleras
A.O.
Pamplona
La barandilla con los caños de
escopeta del edificio.
ARCHIVO/SESMA
Antes de que se iniciasen las labores de derribo la adjudicataria de
la obra retiró uno a uno los barrotes de la barandilla de una de las
dos escaleras del edificio, formados por caños de escopeta. Los retiró Gabinete Trama, que se va a
encargar de analizarlos, aunque
todo indica que corresponden a
escopetas de la mitad del siglo
XVIII. “Parece que tienen unas
marcas en uno de los extremos
que podrían corresponder a la armería, y en ese caso se podrían
averiguar más datos”, comenta Alberto Calvo, director de PCH y de
la Oficina de Rehabilitación Municipal. Sobre el uso que se dará luego a estos caños nada se sabe aún.
“De momento Príncipe de Viana
ya está informada, así que ahora
estamos a la espera de si se catalogan y si tienen algún tipo de protección, pero no se volverán a utilizar como barrotes de la barandilla. Cabría la posibilidad de
exponerlos”, añade Calvo.
Sí se mantendrá en su lugar, la
fachada de la primera planta del
edificio,elescudodearmasqueestá casi oculto tras los cristales del
mirador. En este caso se llevará a
cabo una labor de limpieza y puede que de reconstrucción. El Catálogo Monumental de Navarra dice
que está “decorado con abundante vegetación barroca y timbrado
por yelmo”, y se relaciona “con reservas” con las armas abaciales
del monasterio de Urdax.
El catálogo del Plan Municipal
de Pamplona, que no hace alusión
algunaalinsigneinquilino,nitampoco a la barandilla, protege el inmuebleconungrado3,quepermite la demolición interior, pero obliga a mantener la fachada. De ella
resalta como la solución adoptada
porel arquitectoenlosmiradores.
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