5.16.5. EQUIPO DE LABOREO Y MANTENIMIENTO DEL SUELO. Para el laboreo de las calles se emplean subsoladores, arados, cultivadores tradicionales, cultivadores rotativos y combinaciones de los mismos. Los subsoladores rompen la capa compactada a 70-80 cm de profundidad, suelen ser de tres brazos cuando se trata de preparar el suelo para implantar la viña, pero cuando es una labor de mantenimiento se usa de un brazo, trabajando cada dos calles y alternativamente en los años en que se utilice. Se usan escasamente, en todo caso para incorporar abonos o materia orgánica. También se pueden usar vertederas pequeñas, para conformar un suelo irregular que evite la escorrentía y permita retener el agua. Las labores de aporcado y descalzado de las cepas, se realizan con un apero constituido por varias vertederas pequeñas, que en el mismo bastidor se pueden montar en diferente configuración para dichas labores. Los cultivadores tradicionales empleados suelen ser de brazos en espiral, montados en dos o tres barras transversales, con dientes escarificadores o extirpadores. Algunos cultivadores se pueden adaptar a la anchura de las calles abatiendo los extremos de las barras; o bien, disponen de un bastidor en forma de arco, cuya parte central es desmontable, se utilizan en cepas bajas. Los cultivadores rotativos empleados son de 1,60 a 1,80 m, diseñados para tractores de 30 a 50 kW. Las cuchillas empleadas carecen de filo y no tienen forma acodada, para evitar la formación de suela. Para las labores intercepas, se pueden emplear vertederas pequeñas, cultivadores tradicionales, cultivadores rotativos, segadoras y desbrozadores de hasta 50 cm de anchura. Todas estas herramientas se montan en un bastidor retráctil, la retirada y posicionado se puede hacer mecánica, hidráulica o electrohidráulicamente, y atiende a las señales de un palpador (varilla metálica) que detecta las cepas. En zonas de pocas lluvias, se realizan pequeños bancales en las laderas ("aserpias" en Jerez), la máquina se denomina aserpiadora. Va montada en el sistema tripuntal del tractor y accionada por su tdf, posee una pequeña pala que arrastra la tierra y alternativamente se levanta del suelo dejando la loma correspondiente. 5.16.6. VENDIMIADORAS. Las primeras vendimiadoras se realizaron en Estados Unidos, a finales de los años 60, una de estas máquinas se introdujo en Europa en 1970, en Francia; a finales de los años 70 se realizaron las primeras demostraciones en España. El parque de vendimiadoras en España era de 6 en 1986, con un buen crecimiento hasta 14 en 1990, repartidas por Cataluña, Valencia, La Rioja y Navarra. Las máquinas están adaptadas a la recolección de viñas en espaldera. Los componentes básicos de una vendimiadora son: cabezal de desprendimiento, sistema de recepción y estanqueidad, cadena de transporte y tolva, y sistema de limpieza. CABEZAL DE DESPRENDIMIENTO. El método de recolección casi exclusivo es el de sacudida, la realizan unas varillas de unos 10 cm de diámetro y 1 m de longitud, que golpean la viña a la altura de los racimos gracias a un movimiento alternativo que viene dado por un mecanismo biela-manivela. Las varillas se instalan a lo largo de dos perfiles, en disposición inclinada (casi horizontal) configurando un túnel de sacudida. Normalmente las vendimiadoras disponen de un tren de varillas, aunque hay algunos modelos presentan dos. Estos perfiles o placas laterales tienen múltiples alojamientos que permiten variar la altura de las varillas y el número de ellas, normalmente 4 ó 6. Fuente: Gil, 1990. La oscilación de estas placas laterales es regulable en frecuencia, de 250 a 450 rpm, en amplitud, de 18 a 14 cm. También se puede regular la separación de estas placas, con lo que se aproximan o separan las varillas de las viñas, y la convergencia de las varillas, alargando o cortando la barra de accionamiento que une las dos placas laterales. El tren de sacudidores se puede adelantar o retrasar respecto a la vendimiadora. Se retrasa para evitar pérdidas de en un estado de maduración avanzado, combinándolo con una menor amplitud en las vibraciones. Fuente: Gil, 1990. En 1987 se introdujo un nuevo modelo de cabezal sacudidor, en el las varillas son sustituidas por un juego de 4 a 6 barras arqueadas horizontales, que disponen de movimiento vibratorio de 900 a 1400 rpm de frecuencia y 2,7 a 7 cm de amplitud. Con estas características disminuye el desprendimiento de hojas y sarmientos, pero no el de uvas y racimos, permitiendo un producto recolectado con menos impurezas. SISTEMA DE RECEPCION Y ESTANQUEIDAD. Para la recogida de racimos y uvas se disponen, en la parte inferior del túnel, dos planos inclinados conformado cada uno con unas 10 ó 20 escamas de plástico (nylon o poliester estratificado), que permiten un impacto poco brusco al caer las uvas; además, van articuladas y ceden al paso de los troncos y postes. Fuente: Gil, 1990. La inclinación de estos planos permite que el producto se desplace hacia las cintas transportadoras. Hay modelos con una sola cinta transportadora, entonces las escamas se disponen en un mismo plano de inclinación. La inclinación puede ser regulable, de 20 a 30 grados. En 1984 se introduce un nuevo sistema de recepción estanco, sustituye las escamas y las cintas transportadoras por dos bandas de unas 50 cajas flexibles (poliuretano), que cierran todo el fondo del túnel y se desplazan hacia atrás con una velocidad igual a la de avance de la vendimiadora, de tal forma que las cajas no poseen movimiento relativo respecto a las viñas. Al paso de los troncos y postes, las cajas ceden y se deforman. Tanto con escamas como con cajas, la altura mínima de recolección es de 15 a 20 cm, aunque cuando se empieza a recolectar con buen rendimiento es a partir de 35 cm. La autoalineación, en los modelos de vendimiadoras autopropulsadas o suspendidas bajo tractores zancudos, se consigue mediante un sistema de enganche pendular que le permite pequeños desplazamientos laterales. En los modelos arrastrados por tractores estrechos, se emplean palpadores que mandan una señal electrohidráulica para cambiar la posición de la vendimiadora. CADENA DE TRANSPORTE Y TOLVA. En disposición lateral e inferior a los planos de las escamas se encuentran unas bandas transportadoras, dos horizontales que desplazan hacia atrás las uvas, y dos verticales o inclinadas que las elevan hasta las tolvas. Las bandas horizontales van estriadas y las verticales o inclinadas disponen de cangilones. Todas ellas se fabrican en materiales plásticos. En el caso de sistema de recogida con cajas flexibles, éstas hacen de cadena de transporte, ascendiendo hasta las tolvas. En las vendimiadoras autopropulsadas suelen haber dos tolvas, en las remolcadas una. El material empleado es acero inoxidable, aunque hay algún modelo en plástico. Las capacidades totales de las tolvas por máquina suele ser de 1000 a 2500 litros, aunque algunos modelos descargan a un remolque que se desplaza paralelo a la vendimiadora. La descarga de las tolvas se consigue mediante basculación de las mismas con cilindros hidráulicos. SISTEMA DE LIMPIEZA. Con las uvas y racimos, se recogen hojas y trozos de sarmientos y corteza que hay que eliminar, para evitar que cedan sustancias al mosto o que éste se pierda mojando las impurezas. Se dispone un ventilador extractor al final de cada cinta horizontal y otro al final de cada cinta vertical, en el punto de descarga sobre la tolva. Algunos extractores disponen de un mecanismo triturador de impurezas, los más novedosos recuperan el mosto secando las impurezas. Fuente: Gil, 1990. CARACTERISTICAS DE FUNCIONAMIENTO. La velocidad de trabajo, según modelos y variedades, oscila de 1 a 2,4 km/h. Las cepas sufren daños de poca importancia: pérdida de hojas, rotura de sarmientos y corteza. El 30 ó 50 % de las uvas recolectadas quedan dañadas y el 2 ó 18 % en peso corresponde a mosto libre. Las pérdidas en la vendimia se dividen en: uvas que quedan sin desprenderse de las viñas (del 1 al 2,3 %), uvas que caen al suelo (del 0 al 2,3 %) y mosto que queda en las cepas o se va con las impurezas (difícilmente medibles); por supuesto, dependen del modelo de vendimiadora y de la variedad de la viña. Fuente: Gil, 1990.