El desarrollo de la profesión en la clínica de caballos requiere un

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El desarrollo de la profesión en la clínica de caballos requiere un
profundo conocimiento de los animales con los que se trata. Cualquier
exceso de confianza o acto de negligencia, puede ser motivo de serios
percances tanto para el clínico como para el animal.
Cuando se inicia cualquier tipo de exploración es fundamental
informarse a través del mozo de cuadra o en su defecto del propietario
del animal acerca del carácter del mismo. La experiencia permite en
muchas ocasiones determinar si un caballo en particular puede ser
explorado sin dificultad o si por el contrario será necesario emplear lo
que se denominan métodos de contención con el fin de establecer un
diagnostico o un tratamiento con el menor riesgo posible.
Es importante siempre que nos aproximemos a un animal, hablarle y
acariciarle para que de esta forma se familiarice con nuestra presencia.
Observar la actitud del caballo nos permite prevenir reacciones
inesperadas del animal. Cualquier maniobra brusca o muestra de
inseguridad por nuestra parte puede dificultar la exploración del
caballo. Una vez familiarizados con el animal, dependerá del tipo de
exploración y de la zona a explorar el que tengamos que tomar
precauciones especiales.
EXPLORACION GENERAL
Se debe procurar explorar al animal en una zona tranquila y bien
iluminada; para algunas maniobras exploratorias el lugar de elección es
el propio box ya que es donde el animal se siente mas seguro. En estas
condiciones es posible poder administrar incluso inyecciones sin sujetar
siquiera la cabeza del caballo.
Exploración en el box
En su ambiente el caballo es generalmente más noble, lo que facilita en
gran medida la mayoría de las exploraciones. Siempre que sea posible,
el caballo debe tener puesta la cabezada de cuadra, con su ronzal
correspondiente sujetado por el mozo de cuadra. Cualquier persona
que no esté familiarizada con el manejo de estos animales resulta
siempre un riesgo adicional a la hora de sujetarlos. Maniobras como la
exploración rectal, la sutura de heridas y las artrocentesis deben
realizarse en un lugar mas apropiado para evitar accidentes o
contaminación del área explorada.
Manejo fuera del box
Es donde con mayor frecuencia se explora al caballo. En muchas
ocasiones es posible disponer de una zona de exploración amplia y bien
iluminada, limpia y tranquila. Fuera del box los animales se muestran más
nerviosos por lo que conviene tomar mayores precauciones. De igual
manera el caballo se explorara con cabezada de cuadra y ronzal. En
ocasiones será el propio dueño del animal el que lo sujete, por lo que
conviene recordar que los propietarios y salvo raras excepciones
suponen un peligro adicional cuando llevan de la mano sus propios
caballos.
Cuando los animales sean especialmente temperamentales, la
cabezada de cuadra se puede sustituir por otros tipos de embocaduras
que sujeten con mayor firmeza.
METODOS DE CONTENCIÓN
Valorar la necesidad de emplear un método u otro, o la combinación
de alguno de ellos, es algo que se adquiere con la experiencia. Se
deben evitar en lo posible métodos que supongan un sufrimiento para el
animal, pero siempre teniendo en cuenta que la seguridad del clínico es
lo primordial, informando a los propietarios en los casos necesarios
acerca de este extremo.
El primer paso es conocer el mecanismo de colocación de la
cabezada, ya sea de cuadra o distintos tipos de cabezada de trabajo.
Como norma no se debe trabajar nunca con animales atados, ni
emplear cuerdas finas o cadenas.
Un método de contención ideal debe reunir las siguientes
características:
• Seguro tanto para el clínico como para el animal
• Bien aceptado por el propietario
• Económico
El torcedor consiste en un mango de madera, metal o plástico
terminado en un lazo de cadena o cuerda que se enrolla para hacer
presión en el belfo superior del animal. El dolor producido como
consecuencia de dicha presión hace que al animal le resulte difícil
moverse durante la exploración. Su utilización en la base de la oreja
esta totalmente contraindicado. El acial permite su colocación atado a
l cabezada de cuadra lo que nos confiere mayor independencia en el
momento de la exploración. Es un método económico, pero en mayor o
menor medida supone sufrimiento para el animal. Por otra parte su
empleo puede resultar peligroso.
Figura 1. Torcedor
En ocasiones el aplicar un simple pellizco en la espalda del animal
consigue el objetivo de inmovilizarlo de forma menos dolorosa. Resulta
por tanto un método de contención más adecuado que el anterior,
pero suele ser útil solo en pequeñas exploraciones.
Otra forma de evitar que el animal se mueva o lance sus extremidades
como mecanismo de defensa consiste en levantar la mano que se
explora o la contralateral. Lo mismo ocurre si se levanta el pie que se
explora para tener un mayor control del mismo. Otras formas de
inmovilización que se emplean en determinadas circunstancias son la
presión manual y tracción de la base de la oreja y la colocación de
trabones, ya sean de contención o de derribo
En hospitales y yeguadas se puede contar con lo que se denomina
potro de contención. Se trata de habitáculos construidos con las
medidas adaptadas al tamaño del caballo, que permiten realizar la
mayor parte de las exploraciones sin que el animal se pueda mover.
Pueden ser móviles o fijos, siendo el método de contención ideal
aunque resulte costoso.
Para el control de potros la forma adecuada de inmovilizarlos es
pasando un brazo por debajo del cuello en su tercio superior a la vez
que con la otra mano tiramos hacia arriba de la cola con firmeza.
También en algunos casos podemos emplear algunos de los métodos
de contención descritos para adultos teniendo siempre en cuenta que
la piel de los potros es mucho más sensible.
El empleo de tranquilizantes (α2 agonistas) y anestésicos esta muy
extendido por su efectividad. Se pueden emplear solos o en conjunción
con alguno de los sistemas descritos anteriormente. Los anestésicos se
reservan para aquellas exploraciones o pruebas diagnosticas que
requieren un determinado posicionamiento del animal que no se puede
obtener en posición de apoyo. Los tranquilizantes se pueden emplear
tanto en exploraciones menores como en aquellas que comporten
dolor para el animal. Su empleo esta contraindicado en los estudios de
cojera porque enmascaran la sintomatología.
EXPLORACION CLINICA GENERAL
Se define semiología como la ciencia que permite recoger los síntomas
clínicos, mientras que la semiotecnia permite su interpretación de forma
que nos facilita establecer un diagnóstico apropiado para poder
aplicar el tratamiento preciso en cada circunstancia, dando a la vez un
pronóstico.
Todo examen clínico debe comprender los siguientes pasos:
1.- RESEÑA: con ella recogemos aspectos propios del animal o animales
a examinar, es decir, raza, sexo, edad, uso del caballo, capa y otras
particularidades descriptivas. De esta forma nos orientaremos a
patologías propias de la edad (onfalitis en potros), raza (parálisis del
Cuarto de Milla), sexo (piómetra en hembras), del uso (lesiones del
carpo en caballos de carreras) de la capa (fotosensibilización de las
capas albinas).
Figura 2. Reseña del caballo
2.- ANAMNESIS: es el conjunto de datos e información que podemos
reunir del caballo por parte de su dueño o cuidador. Debe ser actual,
referida al momento de la consulta, signos observados, evolución,
duración, medicación administrada, y pasada, recogiendo datos
anteriores a la propia enfermedad por la que se nos hace la consulta
(enfermedades anteriores, intervenciones quirúrgicas, datos de padres o
hermanos,…). La anamnesis es una parte crucial del examen clínico que
nos orientará de forma muy precisa sobre la enfermedad que puede
estar padeciendo el animal. En algunos casos el diagnóstico sólo se
podrá hacer a través de ella, como en los cuadros convulsivos o en la
fijación superior de la rotula que se presentan de forma rápida y
desaparecen de la misma manera, encontrándose el veterinario con un
animal aparentemente sano en el momento del reconocimiento.
La anamnesis debe ser realizada en términos coloquiales, dirigida a la
persona más cercana al animal y valorando a su vez el tipo de persona
con el que nos comunicamos (grado de cultura, responsabilidad,
sinceridad,…). En ocasiones hay datos que se nos ocultan o se cambian
lo que hace que la información deba ser tomada y analizada
posteriormente y valorarla como útil, superficial, o incluso falsa. Deberán
realizarse cuestiones generales sobre los síntomas, momento de la
presentación, intensidad de los mismos y su persistencia o continuidad y
posteriormente se registrarán datos relativos a cada aparato o sistema:
DIGESTIVO: apetito, estercolado, bebida,
alimentación,
frecuencia de ingesta,…
RESPIRATORIO: secreciones y tipo (mucosas, serosas,
serosanguinolentas), tos, dificultad respiratoria (disfagia), ruidos
respiratorios,…
CIRCULATORIO: fatiga, sudoración, pérdidas de conocimiento, edemas
distales, tos,…
URINARIO: frecuencia de micción y tipo si es posible, disuria,…
GENITAL: flujos, abortos previos, celos regulares, fecha de último celo,…
NERVIOSO: cambios de comportamiento, dificultad al caminar, ataques
o convulsiones, temblor,…
LOCOMOTOR: cojera en frío o caliente, en terreno duro o blando, de
una o más extremidades, posiciones características,…
3.- EXAMEN GENERAL
3.1.- Inspección general: se realiza a cierta distancia de animal y en ella
observaremos:
• POSICION y MOVIMIENTOS: posición o postura del animal, la forma
de caminar, si está en decúbito lateral o esternal, si la marcha es
lenta o envarada,…
Figura 3. Postura de micción en cólico
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ACTITUD o EXPRESION: normal, excitado o deprimido. Disneico,
con dolor,…
ESTADO DE NUTRICIÓN: obeso, bueno, regular malo o caquéctico.
TEMPERAMENTO: linfático, nervioso o excitado.
ALTERACIONES ANATOMICAS o FUNCIONALES: hipertrofia de
musculatura abdominal, alteraciones de aplomo,…
3.2.- Toma de constantes vitales: se recogerán los siguientes datos:
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TEMPERATURA RECTAL: al hacerlo nos situaremos en el flanco
izquierdo del animal y tiraremos de la cola hacia un lado. La
temperatura normal está entre 37,5º y 38,5º.
FRECUENCIA RESPIRATORIA (rpm): se realiza por observación de los
movimientos de la pared costal o de los ollares. En un caballo
sano es de 18-20 rpm (en potros 20-40 rpm en la primera semana).
FRECUENCIA y RITMO CARDIACO: se toma por auscultación. La
frecuencia en un caballo sano es de 30-40 ppm (en potros 70-100
ppm durante los primeros días). Las anomalías del ritmo recogidas
por auscultación se deben interpretar mediante la realización de
un electrocardiograma.
PULSO: se puede recoger en la a. facial transversa o en la a.
maxilar externa.
PULSO DIGITAL: para evaluar cuadros de inflamación y congestión
en el casco. Se debe recoger en las cuatro extremidades
palpando la arteria digital palmar medial a su paso por la
articulación metacarpo/metatarsofalangiana.
MUCOSAS: se pueden inspeccionar las mucosas conjuntival, oral,
nasal y vulvo-vaginal.
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TIEMPO DE RELLENADO CAPILAR: por presión mantenida en la
mucosa oral. Debe ser menor de 3’’.
GRADO DE HIDRATACION: sirve de ayuda tomar un pliegue de piel
en cuello o encuentro. También calculando el TRC. En cualquier
caso se trata de una constante cuya determinación por simple
inspección es muy subjetiva.
GANGLIOS LINFATICOS: en el caballo se exploran lo submaxilares,
retrofaríngeos (explorables, pero no palpables), preescapulares,
precrurales e inguinales superficiales o mamarios. Se debe prestar
atención al tamaño, la consistencia, el grado de calor y la
sensibilidad.
4.- EXAMEN CLINICO PARTICULAR
Para su realización contamos con las siguientes técnicas:
INSPECCION: se realiza con la vista, apreciando tamaño, forma, color y
movilidad. Se puede emplear la luz natural o la artificial, con linternas,
espéculos y endoscopios.
PALPACION: se realiza por medio del tacto. Puede ser directa si la
hacemos directamente con la mano o indirecta si se realiza mediante
instrumentos como una sonda o catéter. Se recogen datos como
temperatura, sensibilidad, consistencia, movilidad, forma, volumen,… La
consistencia puede ser dura (sobrehuesos), blanda (absceso),
fluctuante (serosa), crepitante (hematoma).
PERCUSION: se trata de percibir el sonido producido al golpear una
determinada parte del cuerpo. Podemos percutir diversos órganos,
como los senos paranasales, bolsas guturales, pulmones, abdomen,
casco,…Puede ser manual o con algún instrumento adecuado, como el
caso de las pinzas de exploración de cascos para percutir la muralla.
Puede realizarse con un elemento que medie entre la superficie a
percutir y el percutor propiamente dicho. Para ello se emplea un dedo
o el plesímetro como elementos intermedios para mejorar la percusión y
amplificar el sonido.
Figura 4: Percusión del casco
De menor a mayor sonoridad los sonidos son mate, submate, claro o
pulmonar, hipersonoro y timpánico. De forma general podemos decir
que las áreas que contienen líquidos o en el caso de órganos
compactos los sonidos obtenidos al percutir serán mates y las zonas que
contienen gas darán sonidos claros a la percusión.
AUSCULTACION: utilización del oído para registrar sonidos normales o
patológicos. Puede ser directa aplicando el oído sobre la superficie o
indirecta a través de instrumentos como el fonendoscopio o
estetoscopio.
Figura 5. Areas de auscultación y percusión pulmonar
METODOS COMPLEMENTARIOS: se incluirían en este apartado:
• Análisis clínicos (sangre, orina, heces, líquido sinovial,…)
• Punciones (para evaluar la muestra recogida)
• Biopsia
• Radiología
• Ecografía
• Endoscopia
• Electrocardiografía
• Escintigrafía
• Resonancia magnética nuclear
• Termografía
VIAS DE ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS
1.- VIA ORAL: es la vía de administración ideal puesto que no requiere la
intervención del veterinario y es indolora, conllevando tan solo los
efectos secundarios propios del principio activo administrado. Se puede
dar directamente en la boca (antiparasitarios), en la comida o por
sondaje nasogástrico.
2.- VIA RECTAL: poco empleada. Anestésicos locales para exploración y
algunos estimulantes de la motilidad.
3.- VIA PARENTERAL:
3.1.- Vía endovenosa: la vena de elección es la yugular. Como
alternativas se pueden emplear la vena torácica y la vena safena. Las
complicaciones más frecuentes son la flebitis y la inyección arterial
accidental.
3.2.- Vía intramuscular: los puntos de elección son la tabla del cuello, la
grupa, el área pectoral y la nalga. Las complicaciones más frecuentes
son la punción venosa o arterial accidental, las irritaciones y la
formación de abscesos. El área de inyección se debe limpiar
previamente con alcohol y la eyección debe ser intramuscular
profunda.
3.3.- Vía subcutánea: en la tabla del cuello. La complicación más
frecuente es la formación de hematomas y la irritación en el punto de
inyección.
3.4.- Intradérmica: poco empleada. Tan sólo en ciertos casos de
anestesias locales.
3.5.- Intratecal, intraarticular y perilesional
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