Frases marciales

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INDICE
Introducción.
-BUSHIDO.
-Citas celebres del Bushido.
-El origen de las artes marciales.
-Maneras marciales y senda marcial.
-Como lograr la postura mental.
-Destino marcial.
-Entrenaos como guerreros.
-Kiai y Aiki.
-Las bases del honor.
-Como desarrollar el sentido del honor.
-Honor en acción.
-Venganza y suicidio, perversiones del honor.
-Desarrollo del guerrero.
-Resumen sobre la senda marcial.
-Relatos de maestros.
-GO RIN NO SHO.
-Aplicación de la Estrategia y la Táctica en el Yawara.
-El arte de vencer sin luchar.
-La legitima defensa.
-El individuo ante las agresiones.
-Jintai Kyusho.
-Consejos de los deportes de contacto.
Términos.
INTRODUCCIÓN
Esta serie de textos son fragmentos de los libros que se citan a continuación:
La senda marcial.
Enciclopedia del Aikido, tomo primero. Editorial Alas.
Artes marciales, escuela de vida. Editorial Alas.
Aiki ne waza. Editorial Alas.
Bu Jutsu: técnicas de combate. Editorial Alas.
Deportes de contacto. Editorial Alas.
Secretos del Budo. Editorial Edaf.
Hagakure. Editorial Edaf.
El libro de los cinco anillos.
El gran juego. Capitulo uno estrategia y táctica.
La intención de este trabajo es tener un libro de cabecera para repasar si no todos los
días, todas las semanas y reflexionar sobre las experiencias, el entrenamiento y
lecciones recibidas en el Dojo. Me he centrado en el bushido y el análisis del combate
porque son temas que se pueden aplicar a la vida cotidiana, aportando un tema más
técnico a partir del libro de los cinco anillos, que va mas enfocado en la defensa
personal.
Estando abierto este libro a nuevas aportaciones, pues a mi entender el mejor libro es el
inconcluso.
Quisiera dar las gracias a todos los integrantes de la gran familia de la escuela
tradicional Yawara-Jutsu, que comparten interés por temas que desarrollan el espíritu
humano.
El viajero percibe la deliciosa sensación.
De una dulzura muy lejana: no sabe de donde viene, y parándose,
desnuda la frente, recibe la bendición de la brisa.
BUSHIDO
Para comprender el BUSHIDO y BUDO hay que prestar atención a los términos;
BU: Combate, guerra, acción valerosa, vivir con valentía, parar o detener las
armas.
JUTSU: Sistema, método, técnicas.
BUSHI: Guerrero.
Do: Camino, vía para la realización y perfeccionamiento de uno mismo,
equivalente al TAO chino en el cual va implícito la disciplina y el autodominio.
Con estos términos se observa la evolución desde las técnicas marciales BU-JUTSU
para después la especialización y casta del samurai o guerrero, que necesitaba unas
máximas de comportamiento BUSHIDO, hasta una síntesis moderna adaptadas al día de
hoy BUDO con miras altruistas para convertir al adepto en un ser útil y solidario para
la sociedad en la que vive. Los valores y pilares del Bushido son:
GI; la decisión justa en la ecuanimidad, la rectitud.
YU; la bravura teñida de heroísmo, el valor.
JIN; el amor universal, la benevolencia.
REI; el comportamiento justo, la cortesía.
MAKOTO; la sinceridad total, la honestidad.
MELYO; el honor y la gloria.
CHUGI; la devoción, la lealtad.
CITAS CELEBRES DEL BUSHIDO
Un samurai debe conocer sus debilidades y pasarse la vida corrigiéndolas, sin que
sintiera jamás la tentación de haber hecho suficiente. Naturalmente, nunca deberá
sentirse confiado, pero tampoco ha de verse inferior. Hagakure
No se como superar a los demás solo se superarme a mi mismo. Hagakure
Hoy soy mejor que ayer, mañana seré todavía mejor. Hagakure
No se puede conceder la confianza a aquel que jamás ha cometido un error. Hagakure
Hay momentos en que realmente se necesita a otra persona. Si tal conducta se repite con
frecuencia, se acaba siendo débil de espíritu. Para ciertas cosas, es mejor no depender de
nadie. Hagakure
Se dice que no hay que dudar en corregirse cuando se ha cometido un error. La falta
desaparecerá rápidamente si se corrige sin demora. Hagakure
La palabra de un samurai es mas firme que el metal, por esa razón si falta a ella, un
samurai debe caer sin remedio. Hagakure
Un hombre que no cesa de calcular es un cobarde o acabara demostrándolo, los cálculos
están vinculados a ganancias y pérdidas, nadie desea perder la vida y este pensamiento a
veces debe superarse para un fin superior. Hagakure
Cuando las olas se encrespan, el barco se eleva por encima de ellas y nunca en la calma
se elevara más alto. Hagakure
Cae siete veces, levántate ocho. Hagakure
Para hacer algo bien hay que pasar por el sufrimiento. Hagakure
Ahora es la hora y la hora es ahora. Hagakure
Solo se existe en el presente, mantén tu mente en él ya que el pasado se ha ido y el
futuro se desconoce. Tempu Nakamura.
Si no practicas las enseñanzas no conseguirás comprenderlas plenamente. Takuan
Romper el cuerpo para liberar el espíritu.
El aprendizaje es la puerta, no la casa. Munemori.
Para el ser humano la perfección es imposible, pero no perseguirla es poco menos que
ser un animal.
Las tres reglas de la escuela de sable Tanseki.
Tres prohibiciones: Rendirse. Comportarse mal. Ser torpe.
Tres dichas: El cambio, que nos aporta oportunidades. Honestidad. Habilidad.
Tres males: El miedo. La Duda. La confusión.
Los diez males de un practicante de bushido, de la escuela Kashima Shin y el tratado
llamado kokoro no maki. Kokoro (corazón, centro, núcleo)
1. Insolencia.
2. Exceso de confianza.
3. Avaricia.
4. Ira.
5. Miedo.
6. Duda.
7. Desconfianza.
8. Vacilación.
9. Desdén.
10. Orgullo.
Cuando el corazón esta lleno se ira, se crean enemigos, cuando esta libre de ira, se crean
amistades.
Cuando el corazón esta lleno de miedo todo parece una amenaza, cuando el corazón esta
libre de miedo se ven las verdaderas amenazas.
Cuando el corazón esta lleno de desconfianza, se culpa a los demás, cuando esta libre de
desconfianza, no se menosprecia a nadie.
Cuando el corazón esta lleno de orgullo, surge la envidia por los demás, cuando esta
libre de orgullo surge la sincera admiración hacia los demás.
Cuando el corazón esta lleno de avaricia, las necesidades son interminables; cuando esta
libre de avaricia, no se necesita nada extra.
Cuando el corazón esta lleno de vacilación el respeto se pierde, cuando esta libre de
vacilación se gana sin esfuerzo.
EL ORIGEN DE LAS ARTES MARCIALES.
La expresión arte marcial se utiliza en los idiomas de occidente para describir una
amplia variedad de sistemas combativos deportivos asiáticos. Sin embargo, si la
sometemos a un riguroso examen, nos encontramos con que no todas esas actividades
son de auténtica naturaleza marcial ni tampoco constituyen artes.
Las aplicaciones deportivas de sistemas de combate no son artes marciales. Tomando
una cita del libro Asian Fighting Arts, “cuanto más alejado permanezca un budo del
medio deportivo, con mayor fuerza se identificará con la eficacia en el combate y con la
tradición clásica”. Los sistemas asiáticos de combate que terminan en do, no son artes
marciales en el sentido tradicional del término. Aunque algunos de esos sistemas
constituyan eficaces métodos de lucha, aprender a combatir es siempre un objetivo
secundario respecto al desarrollo de un carácter moral.
MANERAS MARCIALES Y SENDA MARCIAL.
Como dijo Miyamoto Musashi: “La Senda del Guerrero no incluye otras vías como el
confucianismo, el budismo, algunas tradiciones, logros artísticos o la danza. Pero,
aunque ninguna de las anteriores forme parte de la Senda, si conocéis la Senda con
amplitud suficiente, la veréis en todas las cosas”.
El practicante de bujutsu, se consagra a un sistema de disciplina física, mental y
espiritual mediante el que intenta elevarse y buscar la perfección.
La Senda Marcial es una forma de vida. Sus discípulos luchan por aplicar la Senda en
cada una de sus vocaciones, y sus seguidores suelen tener éxito en cualquiera de sus
áreas de ocupación, porque una cosa es practicar un deporte o entregarse a una afición y
otra, muy distinta, es vivir la Senda Marcial.
Para los hombres de cultura y profesión guerreras, las Artes Marciales son una forma de
vida, un incesante compromiso y una constante lucha por mejorar. “La búsqueda de la
perfección del espíritu del guerrero es la única tarea de nuestra virilidad que vale la
pena”.
CÓMO LOGRAR LA POSTURA MENTAL.
1. Reconocer nuestra condición de guerreros.
Los guerreros son gente muy especial. Dado que entienden lo que es el concepto del
honor, colocamos nuestras normas éticas por encima de lo que hace el resto de la
sociedad.
2. Búsqueda de objetivos internos o externos.
“Quien permanece de puntillas no se mantiene firme. Quien estira sus piernas no camina
con facilidad. Por ello, quien se exhibe a sí mismo no brilla” (Lao Tzu).
Los guerreros del pasado no mostraban interés alguno por el establecimiento de
sistemas de graduación en las artes que practicaban. Su motivación para estudiar artes
combativas era ayudarse a sí mismos a prevalecer en la batalla, siendo la prueba de su
competencia la supervivencia y la victoria; no un sistema artificial de grados.
El guerrero no se entrena para que lo vean otros. Lo hace sólo porque es un guerrero y
el perfeccionamiento de su espíritu es el objetivo de su vida.
DESTINO MARCIAL.
Llegado el momento, no existen Artes Marciales superiores ni inferiores, sólo hay
guerreros y no guerreros. Cuando el objetivo último de una persona es la supervivencia,
no hay lugar para ideas estúpidas, ideas sobre algún arma superior o un estilo de lucha
que le haga a uno invencible. Hay que optar por ser guerreros, no artistas marciales. Hay
que dominar nuestro propio destino marcial.
“Primeramente ocúpate de encontrarte bien tú mismo, después piensa en vencer a tu
contrincante” (Rogers)
ENTRENAOS COMO GUERREROS.
“Si alguien me preguntase a qué debería un ser humano dedicar la mayor parte de su
tiempo, le respondería “a entrenarse‟. “Entrenaos más tiempo del que dedicáis a dormir”
(Matsutatsu Oyama Sensei).
Los guerreros somos absolutamente diferentes al resto de la sociedad. Al enfrentarse a
su enemigo, el samurai sólo podía esperar uno de tres posibles resultados. Si era
claramente superior a su contrincante, hallaría katsu (la victoria) y su oponente moriría.
Si, por el contrario, éste era mejor esgrimista, nuestro samurai se enfrentaría a make (la
muerte) y perecería en el combate. Sin embargo, con bastante frecuencia ambos eran de
calidad parecida, con lo que se producía ai uchi (la muerte mutua). Con tales
posibilidades podemos imaginarnos con qué seriedad se tomaban su entrenamiento.
En nuestros días la condición de guerrero se concentra en la vida. Hubo un tiempo en
que los guerreros se entrenaban para morir, ahora nos entrenamos para vivir. Si
queremos aprender a vencer en combates a muerte, si deseamos ser guerreros, debemos
echar a un lado las maneras del aficionado y del practicante de juegos y, a diferencia de
ellos, estudiar y seguir los caminos de los guerreros de antaño, de los hombres y
mujeres que vivieron en sendas de servicio y murieron en nombre del honor.
1. Convertir el entrenamiento en una actividad diaria
La condición física, la eficacia técnica, la fluidez táctica, la fuerza espiritual y el control
emocional constituyen los pilares de los objetivos y las armas de nuestro arsenal.
Suelen creer que los guerreros estamos obsesionados o que somos compulsivos, pero no
es verdad. Las conductas obsesivas y compulsivas son rasgos de individuos incapaces
de auto-controlarse. El guerrero es justo lo contrario, es el modelo de control. El
guerrero descansa y juega de la misma manera que lo hace el que no lo es. Con
frecuencia, nos veréis juntos, aunque entre ambos exista una diferencia: la disciplina.
2. Utilizar shugyo en el entrenamiento.
Los samurai denominaban shugyo a un durísimo régimen de entrenamiento, y su
supervivencia dependía de la disciplina con que se aplicaban a él. Esta verdad se
reflejaba en la máxima: “la batalla de mañana se gana en el entrenamiento de hoy”.
3. Abordar con jutsu el entrenamiento.
El Aikido enfatiza mucho en la utilización de aiki (unión con el espíritu) en sus
diferentes waza (técnicas). Cualquier exhibición de un maestro de Aikido constituye un
estudio de gracia y belleza. Se desliza sin esfuerzo alguno entre varios adversarios
aprovechando la fuerza de los ataques de éstos para enviarlos volando por los aires o
estamparlos contra la estera. Por desgracia, aprender a hacer uso del aiki físico
constituye una habilidad tan sutil que el entrenamiento en este arte necesita que uke
coopere con dori en casi todos los rituales, que se asemejan a la danza, durante años
enteros. Insisto. Los alumnos pueden volverse autocomplacientes o ser engañados y
creer que pueden defenderse por sí solos mucho antes de que sea verdad.
- Entrenar con ataques serios.
- Convertir el combate libre en una parte importante del entrenamiento.
- Convertirse en estudiantes de anatomía.
- Practicar kata con la máxima seriedad.
La palabra kime (concentración) cobra un significado especial en las Artes Marciales.
Concentración es la clave, porque si la concentración no es absoluta, la reunión de
fuerzas se hace imposible. Un alumno tradicional aprende a someter a la disciplina cada
detalle de su cuerpo. Se trata del tipo de disciplina que establece la diferencia entre dos
contrincantes. Además, es la clase de disciplina que con el tiempo conduce a la
maestría.
Se trata de hacer kata en bunkai (aplicación). Para ser eficaces, las formas deben hacer
uso de técnicas y combinaciones sólidas y prácticas, y los alumnos debemos saber
exactamente lo que hacen en cada movimiento. “Concentraos en vuestro único objetivo”
(lema japonés).
KIAI y AIKI.
Kiai quiere decir concentrar o enfocar la fuerza vital. Aiki quiere decir fuerza vital o
espíritu unido. No se refiere solamente al acto de coordinar el cuerpo y el espíritu
propios, sino al de mezclarlos con los del enemigo y dominar los de éste también.
Takeda Sogaku, director de la Dayto Ryu Aikijujutsu dijo: “Aiki es el arte de derrotar a
tu enemigo con una simple mirada”. El Jujutsu Kyoju-ho Ryu no Maki explica: “El aiki
consiste en un estado mental impasible sin zonas negras, flojedad, malas intenciones ni
temor. No existe diferencia entre aiki y kiai, no obstante, si se comparan, el aiki, cuando
se expresa con dinamismo, recibe el nombre de kiai y, cuando se expresa estáticamente,
de aiki”.
1. Encontrar kokoro.
Kokoro consiste en una actitud mental que sencillamente quiere decir “negarse a aceptar
la derrota‟. Ante muchas situaciones adversas, la vida nos enseña que somos los únicos
dueños de nuestro propio destino. Para desarrollar kiai debemos hallar nuestro kokoro.
Jamás debemos hacer un hábito de darnos por vencidos. Debemos aceptar siempre un
reto.
2. Practicar haragei
Haragei (arte del vientre). El alma de una persona reside en el seika tanden o parte
inferior del abdomen, en un punto que se llama itten o punto uno.
- Mantener el itten nos hace tomar conciencia del mismo.
- Relajarse. Vivimos en una sociedad tensa y esa tensión se acumula en nuestros
cuerpos, erosionando nuestro haragei. Por ello, debemos aprender a relajarnos de
verdad.
- Mantener el peso en la parte inferior. Cuando mantenemos el itten y nos relajamos,
tenemos la sensación de que nuestro peso recae sobre la parte inferior del cuerpo.
Nos sentimos como enraizados, aunque ágiles. Nos sentimos fuertes, aunque tranquilos.
Esta es la esencia del haragei.
3. Desarrollar kokyu chikara
Mantener el itten y aprender a respirar con fuerza simultáneamente y nos encontraremos
con que tenemos kokyu chikara (fuerza de la respiración).
Ko-Espirar; Kyu-Inspirar
El kokyu chikara se une al haragei para proporcionar al guerrero una fuerza
extraordinaria. Para desarrollar kokyu chikara, debemos relajarnos y respirar
profundamente con el abdomen, no con el pecho. Por supuesto, el aire penetra en los
pulmones de cualquiera de las maneras, pero podemos concentraros en meterlo en
nuestro hara, llenaremos la parte inferior de los pulmones y haremos que los músculos
abdominales se pongan en funcionamiento. Inspirar por la nariz siempre.
4. Aplicar kime
El kime es, con toda probabilidad, el elemento más importante en el desarrollo del kiai y
aiki. Es el foco que define la fuerza vital concentrada del kiai.
Kime entraña connotaciones físicas, mentales y espirituales. Es el kime el que,
trabajando al unísono con la enraizada ventaja del haragei y con la fuerza coordinadora
del kokyu chikara, concentra la aplastante fuerza del golpe de quien practica un estilo
duro. Es el kime el que enciende la mecha de la voluntad del guerrero al concederle el
kokoro necesario para lograr lo imposible, bien sea en el combate, bien en los retos que
nos presenta la vida.
- Concentrar todo nuestro ser en lograr nuestro objetivo. Kime constituye un ingrediente
fundamental del kiai; es el foco en que se concentra el ki, la energía producida por la
energía vital. En los estilos suaves el kime facilita las fuerzas sensitivas mezcladoras y
dominantes del aiki. En el primer caso la fuerza es lineal, y el kime, explosivo, como lo
son las características del kiai. En el segundo, la fuerza es circular, y el kime va
creciendo a lo largo de todo el arco, absorbiendo la energía del rival hasta que se vuelve
contra él y lo consume. Éste es el fundamento del aiki cinético.
- Dominar nuestro “grito del espíritu”. Este “grito del espíritu” constituye una de las
herramientas más valiosas para el desarrollo del kime y, por tanto, del kiai y del aiki. Un
practicante bien entrenado de un arte duro estallará con un rugido ensordecedor en el
momento crucial del kime, el punto de impacto con su blanco. El grito saldrá de su
abdomen –lo que asegurará tanto haragei como kokyu chikara- y le ayudará a
concentrar esa explosión simultánea de todos sus músculos, tan básica para generar la
fuerza demoledora que busca.
- Concentrar nuestro espíritu a través de los ojos. “Los ojos son el espejo del alma”.
Podemos leer en los ojos de un guerrero la fortaleza de su espíritu. Mantener la mirada
amplia. Nuestra cara y ojos deben estar relajados, aunque firmemente comprometidos.
Si nos lanzamos al ataque resueltos a destruir a nuestro rival a cualquier precio –si
entramos en combate comprometidos de verdad a morir por tener la oportunidad de
matar a nuestro enemigo-, su espíritu lo leerá en nuestros ojos y será vencido, aunque lo
que esté mirando sea nuestro pecho. Ésta es la esencia del kime espiritual y el corazón
del kiai.
5. Practicar kata con la máxima seriedad.
Kata es la disciplina de las disciplinas. Acera los nervios y equilibra las emociones para
no perturbar la serenidad mental.
Kata es la forma más pura del entrenamiento kiai. Y no me refiero a las formas más
deslumbrantes que se ven en los torneos y en la mayoría de las salas de entrenamiento.
Me refiero a las formas enseñadas con estilo clásico. El kata constituye la quintaesencia
de los ejercicios del kime. Subraya en todas las técnicas la coordinación y el enfoque de
la energía física y enseña al alumno a concentrar su energía mental y enfocarla en el
movimiento físico.
Si deseamos desarrollar kiai, si queremos aprender a destruir por completo a nuestros
atacantes y si nos decidimos por derrotar a un enemigo con sólo una mirada, debemos
practicar kata con la máxima seriedad.
6. Mushin: mente sin pensar.
Si existiera un sólo rasgo característico de los maestros clásicos, sería la capacidad de
introducirse en el mushin. Este estado mental constituye el origen principal de las
rápidas reacciones del guerrero tradicional, de su percepción extrasensorial y de acerada
calma. De hecho, el mushin es el factor discriminatorio más importante entre el artista
marcial moderno y los auténticos guerreros del pasado y del presente.
Los alumnos aprenden fácilmente a alcanzar mushin mientras se encuentran practicando
la meditación estacionaria, pero fracasan en conseguirlo mientras practican su arte. Lo
que necesitan para desarrollar mushin es una forma de zazen móvil y dinámico, un
entrenamiento que incluya haragei, kokyu chikara, kime y, por consiguiente, kiai. Lo
que los alumnos de zazen (meditación en movimiento) dinámico necesitan es… ¡kata!
7. Zanshin: tan alerta que domináis.
El zanshin es un instinto que todos llevamos en lo más profundo, Los guerreros no lo
aprenden, lo recuerdan. Es un instinto básico que poseen todos los animales de rapiña y
los depredadores. El desarrollo del zanshin consiste mucho más en un proceso de
descubrimiento que de aprendizaje.
LAS BASES DEL HONOR.
Los guerreros somos honorables porque se trata de un requisito práctico de nuestra
profesión. Somos honorables porque es la forma de vivir que más fuerza encierra. Y,
por encima de todo, los guerreros somos honorables porque lo contrario sería cobardía.
Los principios básicos del honor son:
1. Obligación.
La obligación constituye la raíz de todo el honor guerrero. La palabra giri se encuentra
íntimamente asociada al honor. Giri podría traducirse por “razón correcta”. Hablando en
términos generales, quiere decir “deber”, pero en realidad, significa mucho más. La
mejor forma de definir giri es la de una obligación moral a cumplir con el propio deber.
El giri funciona siempre de la misma manera: cuando alguien hace algo por nosotros,
asumimos nuestra obligación de compensarle y transformamos esa obligación en una
pesada carga hasta que nos libramos de ella mediante la compensación a la persona que
nos hizo el favor de una manera proporcional a lo que hizo por nosotros. Los japoneses
dirían que llevamos su on. Cumplir con esa obligación es giri.
2. Justicia.
La justicia reside en el corazón del honor, porque ninguna obligación cumplida es
honorable si el acto de su cumplimiento implica una injusticia. Justicia es saber la
diferencia entre actuar bien y actuar mal y, además, actuar bien.
Empezamos la vida aprendiendo la diferencia entre el bien y el mal mediante el disfrute
de los resultados positivos de actuar debidamente y a través de experimentar las
consecuencias negativas de hacer algo mal. Al final, el honor se convierte en hábito, y
nos encontramos con que ni siquiera tomamos en consideración alternativas
deshonrosas.
3. Valor.
“Ver lo que está bien y no hacerlo es falta de valor” (Confucio).
El valor es la virtud que con más frecuencia se suele asociar a la condición de guerrero.
El valor moral es la fortaleza que se necesita para hacer lo correcto sea cual sea su coste
personal. Constituye un requisito básico del honor del guerrero. Hay que entender un
punto más sobre el valor: el tenerlo no significa que no tengamos que sentir miedo. El
miedo es una emoción humana natural y tanto la gente honorable como la que no lo es
lo sienten. Lo que determina nuestro nivel de valor es cómo nos las arreglamos. Los
guerreros nos enfrentamos a él, nos controlamos y hacemos lo que se debe hacer; los
cobardes huyen.
Tenemos que diferenciar el honor de la “cara”. Defender el honor no es salvar la cara.
La cara se refiere a la reputación de alguien en la comunidad o círculo en que esa
persona tiene que vivir o trabajar. Básicamente se trata de prestigio.
CÓMO DESARROLLAR EL SENTIDO DEL HONOR.
- Fijar la obligación.
A lo mejor es amigo nuestro y no espera nada de nosotros como compensación. Pues
bien, eso no nos libera del giri para retornar su amabilidad. Llevamos encima su on. El
hecho de que no espere nada a cambio nos obliga mucho más.
- Sopesar la justicia de la situación.
Si vigilamos siempre a la gente teniendo en cuenta la justicia, por lo general
descubriremos de inmediato quiénes son deshonestos. Cargar con el on de una persona
sin honor es un peso difícil de llevar.
- Armarse de valor y actuar.
La gente, demasiado a menudo, sabe dónde yace su obligación y conoce la forma de
actuar de la manera correcta, pero tiene miedo de hacerlo. Esa no es la Senda del
guerrero. Acerar los nervios y seguir adelante. Es mucho mejor fracasar en una acción
honrosa que vencer en un acto de cobardía. Ésa es la Senda del Honor. Ésa es la Senda
del Guerrero.
HONOR EN ACCIÓN.
“El hombre sabio, tras haber aprendido algo nuevo, teme aprender algo más antes de
haber puesto en práctica su primera lección” (Tzu Lu).
Tenemos la obligación moral de servir a la causa del honor. Tenemos la responsabilidad
de que se haga justicia en cualquiera de los campos a que nos lleve nuestro deber. Pero
la llamada del honor no nos da carta blanca para mezclarnos en asuntos que no nos
importan, que no son de nuestra incumbencia ni de los que nada sabemos directamente.
1. Veracidad.
“La mentira no estaba castigada como pecado, sino simplemente denunciada como
debilidad y, como tal, tenida como muy deshonrosa” (Nitobe).
La veracidad está enraizada en las bases del honor y en la obligación. Estamos
obligados a ser veraces. Otras personas confían en nuestras palabras y esa confianza nos
obliga a decirles la verdad. Los samurai fueron rápidos en darse cuenta de que la
honradez requiere, sobre todo, valor. El coraje era uno de los valores principales que
guiaban a aquellos guerreros, que entendían de forma intuitiva, que el hecho de mentir
no era tanto un acto inmoral como cobarde.
2. Cortesía.
“El objeto de toda etiqueta es el de cultivar vuestra mente de modo y forma que, incluso
cuando estéis sentados, ni el más grosero de los rufianes se atreva a atacar a vuestra
persona” (Escuela Ogasawara).
Los guerreros, debido a la mismísima naturaleza de su vocación, tienden a hacerse a sí
mismos física, mental y espiritualmente superiores al resto de la sociedad. La
superioridad personal y movilidad ascendente de la condición de guerrero aporta a éstos
una obligación: la de ser corteses con sus subordinados y con sus inferiores no
guerreros, y hacer de ello una cuestión de honor.
La práctica de la cortesía fortalece la mente y el espíritu.
3. Moderación.
El privilegio samurai de kirisute gomeno (matar y marcharse) no era, sino el derecho
lícito que todo guerrero tenía a matar en el acto a un plebeyo que le hubiera faltado al
respeto. No era, sino el sentido de la moderación y del honor del samurai lo que
protegía a los plebeyos del Japón feudal.
En el momento en que una confrontación se vuelve física, el cuerpo, la mente y el
espíritu del guerrero se funden para formar un arma carente de ideas y de sentimientos.
Al llegar a ese punto, no existen consideraciones sobre el honor ni pensamientos sobre
las consecuencias. El guerrero sólo se concentrará en destruir a su enemigo. Por ello es
de vital importancia que no llegue a cruzar ese umbral, a menos que sea amenazado
físicamente. La moderación sigue siendo uno de los componentes más importantes del
honor.
4. Lealtad.
“Obedece a tus padres. Sé honrado con tus amigos. Jamás huyas en la batalla. Mata con
justicia”.
Lealtad es la virtud más respetada entre los guerreros. El hecho de ser desleal puede
constituir una de las manchas más indelebles en el honor de un guerrero.
Un guerrero clásico es, con toda probabilidad, el profesional con el grado más elevado
de entrenamiento de toda nuestra sociedad. ¿Creéis que nuestro óbolo mensual puede
pagar todo lo que sabe nuestro Sensei? Pues no. ¿Sabéis una cosa? El dinero que le
damos no paga nuestro entrenamiento, sólo mantiene a la Escuela, haciendo así posible
que Sensei nos ofrezca su Arte.
La relación Maestro-Alumno de Artes Marciales es de un siempre creciente giri. El
Maestro imparte al alumno mucho más de lo que éste pueda jamás retribuir, lo que hace
que el Alumno vaya incrementando de forma enorme su on, siendo la única manera de
pagar su deuda la de prestar al primero una inalterable obediencia, respeto y lealtad.
Si el Maestro está cualificado y somos honorables, estaremos llevando un compromiso
de por vida.
5. Servicio.
Nada en la vida es gratis. Cualquier regalo, por gratuito que parezca, trae siempre
consigo un on, una remuneración. Y la remuneración que los guerreros acarreamos con
nosotros, por nuestro don de superioridad, es el giri de servir a la sociedad.
Si estudiamos, practicamos y vivimos la Senda Marcial, nuestro giri es demasiado
grande para eludirlo. Se lo debemos a nuestros padres, amigos, compañeros de trabajo y
superiores. Se lo debemos a nuestra comunidad y a nuestro país. Y, por supuesto, se lo
debemos a los demás alumnos de la Escuela y a nuestro Sensei.
La búsqueda de lo sobresaliente es la esencia de la Senda Marcial.
VENGANZA Y SUICIDIO. PERVERSIONES DEL HONOR.
“Nosotros, los ronin que servimos a Asano Takumi no Kami, entraremos esta noche en
la mansión de Kira Kotzuke no Suke para vengar a nuestro señor. Rogamos no temáis
porque no somos bandidos ni ladrones y porque no causaremos daño alguno a las
propiedades colindantes” (Cartel colocado por los 47 ronin que vengaron la muerte de
su señor).
Los guerreros somos aspirantes al honor, por lo que, con mucha frecuencia, somos más
honrados, valientes y leales –básicamente, más nobles- que nuestros semejantes no
guerreros.
Está claro que la venganza puede ser honorable, pero la mayoría de las veces es en
beneficio propio. El suicidio puede ser algo noble, aunque con mayor frecuencia es un
acto llevado a cabo por un cobarde.
Un guerrero noble sopesa sus planes basándose en el honor. El que sólo pretende serlo,
actúa primero y se justifica después.
En cuanto al valor, el suicidio es casi siempre el acto de un cobarde. A diferencia de los
47 ronin, los hombres y mujeres que hoy deciden acabar con sus vidas buscan el camino
más fácil para solucionar sus problemas. Jamás un frasco de barbitúricos ni una bala en
la cabeza han constituido actos de valentía. Incluso el hecho de ahorcarse, tan
desesperado como pueda ser, se usa la mayoría de las veces como una rápida vía de
escape.
Los hombres y mujeres que se quitan la vida con honor, por lo general no tienen
ninguna gana de morir, aborrecen la muerte y no buscan ninguna salida. Esas personas
se quitan la vida cuando hacerlo es la única vía que queda para lograr un objetivo
honorable, el camino único hacia la victoria. Mueren cumpliendo un servicio.
DESARROLLO DEL GUERRERO.
1. Desarrollar una postura de autoridad.
“Siéntate derecho y lleva tu cuenco de arroz a la boca. Sólo los perros inclinan la cabeza
ante su plato” (Advertencia paternal japonesa).
La postura narra la historia de nuestra fortaleza, nuestra resolución y nuestra confianza.
La postura es un elemento esencial del porte de un guerrero. La postura habla a la gente
de nuestro estado físico y de nuestra fortaleza espiritual. Habla de nuestra decisión,
nuestro compromiso hacia quiénes somos y hacia lo que creemos, y, quiera la gente
admitirlo o no, nuestra postura refleja nuestra posición social en relación a aquéllos con
quienes tratamos.
La postura es un elemento clave de haragei; un cuerpo recto en vertical hace que, de
forma natural, su peso recaiga sobre el tanden.
2. Descubrir la fuerza de la gracia física.
“La mente da la orden, la fuerza obedece y la energía interior subsigue” (Proverbio
chino).
La gracia constituye un producto de la confianza, fuerza, coordinación y perfecto
equilibrio, cualidades todas que deben poseer ambos sexos.
Si practicamos las artes marciales con fe, nuestra confianza irá en aumento al mismo
tiempo que crece nuestra habilidad. Si vivimos la Senda Marcial es inevitable que
desarrollemos confianza en todos los aspectos de nuestra vida. Es sólo cuestión de
tiempo. Cuando falte confianza, rellena su hueco con valor.
Permanecer derechos y equilibrar la parte superior de nuestro cuerpo sobre el tanden es
esencial para el haragei. No caminamos, corremos ni llevamos a cabo ninguna técnica
de lucha con nuestros brazos y piernas. Esas acciones, como todas, las llevamos a cabo
con nuestro hara. Nuestros brazos y nuestras piernas sólo son compañeros de viaje.
Moveos siempre partiendo del hara. Al caminar, haced que el hara se desplace
suavemente hacia adelante y dejad que brazos y piernas sigan como les plazca.
3. Cultivar la austera cualidad del shibumi.
Shibumi es una palabra japonesa que describe una cualidad sumamente preciada.
Consiste en una sensación de sencilla elegancia, en un aura de tranquila perfección. Se
refiere a una sensación limpia y contenida de distinción, refinamiento y gusto. El
shibumi es austero. Nunca se muestra embellecido ni atareado. La suave curva de la
hoja de una katana es shibumi, pero un revólver bañado en oro y con las cachas de nácar
es, sencillamente, de mal gusto.
Podemos reconocer shibumi en todas las facetas, aunque en ningún lugar se manifiesta
con mayor vehemencia que en las artes marciales tradicionales. Es ahí donde lo
impregna todo, desde la desnuda atmósfera de la sala de entrenamiento hasta la limpia y
eficaz naturaleza de las técnicas clásicas.
Los “maestros” de nuestros días compiten entre sí por lucir cinturones cada vez más
anchos y con mayor número de cintas y colores, mientras que el estilista tradicional
brilla más que todos ellos embutido en su uniforme liso y sujeto por un sencillo cinturón
hecho jirones. Eso es shibumi.
El desarrollo del shibumi constituye un lento y deliberado proceso de limar asperezas.
Se trata de ir eliminando de nuestra técnica, conductas o formas todo aquello que sea
imperfecto o esté de sobra. Lo que queda es sencillo, elegante y digno. Lo que queda es
shibumi.
4. El secreto de la fuerza personal.
Nos pasamos la vida entera tomando decisiones después de sopesar los resultados
potenciales de nuestros actos. Sin embargo, con demasiada frecuencia, la gente decide
tomar un camino basándose no en lo que pueda lograr así, sino en el temible resultado
que pueda evitar. Como consecuencia, los individuos o las circunstancias que amenazan
a esas personas con algo que temen poseen poder sobre éstas. Alcanzar el poder
personal entraña hallar el valor para seguir adelante sin tener en cuenta las amenazas del
adversario. Bien se trate de un conflicto laboral, bien de un proceso legal o de un
combate mano a mano, cuando logremos divorciarnos de todo temor a las
consecuencias, nuestro oponente no tendrá ya poder ninguno sobre nosotros.
El primer paso para alcanzar el poder personal es suponer que vamos a morir mañana,
enfrentarnos a ello, abrazarlo, saborearlo. Ahora, sal y haz hoy lo que más necesites
lograr antes de abandonar este mundo. Los guerreros con poder personal mantienen su
orgullo y buscan shibumi en todo lo que hacen.
RESUMEN SOBRE LA SENDA MARCIAL.
Me siento satisfecho siendo conocido como un simple guerrero, un hombre de armas
preocupado solamente por vivir la Senda Marcial. Sé que soy un anacronismo, un
hombre dedicado al estudio de arcanos métodos de combate, un hombre sujeto a un
rígido código ético desde hace tiempo obsoleto en un mundo de cambiantes costumbres.
Sin embargo, nada hay de vergonzoso en ello, porque la condición de guerrero
constituye una noble empresa y una poderosa forma de vivir la vida.
La de guerrero es una vocación de élite; no es para todos, pero viviendo la vida del
guerrero os elevaréis por encima de las masas de los hombres y mujeres corrientes.
Con el planteamiento mental del guerrero, conformamos nuestras vidas alrededor de la
consecución de la excelencia. La Senda Marcial constituye una disciplina dedicada al
perfeccionamiento del carácter. Consiste en una búsqueda sumamente personal en la
que el alumno vuelve su atención hacia adentro, valora la fortaleza de su espíritu y se
dedica a pulir las facetas que necesitan ser trabajadas. De esta forma, en vez de ser
carpinteros o abogados que se dedican por afición a las artes marciales, seremos
guerreros que practicaremos tanto nuestra carrera como nuestro arte para afilar nuestro
espíritu.
Pertenecemos a una casta diferente. Ni nuestros iguales ni nuestros enemigos están
preparados en absoluto para vérselas con el bien centrado corazón de un guerrero,
porque jamás se han encontrado con nadie que pueda concentrarse en un objetivo como
nosotros. Nuestros asociados pronto se darán cuenta de que existe algo diferente en
nosotros. Descubrirán que siempre cumplimos la palabra dada, advertirán que somos
personas peligrosas que nos contenemos para su propia seguridad. Por encima de eso,
tanto nuestros superiores como nuestros subordinados sabrán que nuestra lealtad es
inquebrantable. En ella estriba nuestra gran fortaleza, porque no existe hombre ni mujer
que pueda estar siempre solo y porque nuestra lealtad inspirará a la de quienes estén a
nuestro alrededor.
El hecho de vivir la Senda Marcial nos enseñará a movernos con una gracia sombría y
con aires de poder. La dignidad consiste en una conducta profundamente enraizada que
no puede fingirse. Llegará el momento en que desarrollemos una fuerte corriente de
poder personal, fuerza resultante de liberarnos del temor al fracaso sin tener en cuenta
las consecuencias. El poder personal nos conducirá hacia el poder absoluto.
La Senda Marcial no empieza ni termina en la puerta de la sala de entrenamiento.
Consiste en un sistema de vida en el que cada acto se realiza dentro del contexto del
combate. Excelencia no sólo en la sala de entrenamiento, sino en la vida misma. Es una
senda de poder, un estilo de vida de éxito. Sus discípulos nos esforzamos en aplicar la
Senda a todas nuestras vocaciones y sus seguidores suelen considerarse triunfadores.
La senda marcial no es para todos, lo que nos hace cargar con una onerosa
responsabilidad. Debemos pensar, sentir y actuar como un guerrero en cualquier
situación. Somos representantes de una casta selecta, de una profesión noble. En este
mundo de pompa y mezquina fachada, debemos ser los más dispuestos, los más
refinados, la élite.
En las culturas marciales del pasado, la casta de los guerreros estaba ocupada por unos
pocos selectos, elegidos por su cuna. Para ganar el lugar que nos corresponde en el
mundo actual, tenemos que distinguirnos del resto de la sociedad por nuestros propios
méritos. Así como la calidad del guerrero llegaba en un tiempo por cuna, hoy se ha
convertido en una vocación.
¡Escucha la llamada, guerrero! ¡Escucha la llamada!
RELATOS DE MAESTROS
Cuando el señor no era mas que un niño, se le pidió que leyera un texto en voz
alta, el se dirigió a los demás niños y dijo: Os ruego os acerquéis y escuchéis. Es muy
difícil leer cuando apenas se tiene a alguien para que escuche. El maestro quedo
impresionado y dijo: ese es el espíritu con el que hay que hacer las cosas. Hagakure
Un cierto vasallo del Shogun vino a ver al maestro y le pidió ser su alumno. El
maestro pregunto: ¿Cual es tu escuela de arte marcial? El vasallo respondió que nunca
se había formado en artes marciales y el maestro respondió: noto en ti una maestría
¿tienes alguna convicción profunda? A lo que respondió el vasallo: cuando vine a
palacio con corta edad intuí que algún día podría servir a mi señor y fui consciente que
podría morir en cualquier momento a su servicio, por lo que ya no pensé mas en mi
muerte ni me preocupe de algo inevitable.
El maestro respondió: he tenido centenares de discípulos y escasos llegaron a tener tan
alto principio, te saludo de maestro a maestro. Hagakure
Un joven muy entusiasta le pidió a un maestro que lo aceptara como discípulo.
“Seré tu sirviente y practicare sin cesar. ¿Cuanto tiempo me llevara aprenderlo todo?”
“Al menos diez años, contesto el maestro.”
“Eso es demasiado tiempo”, replico el joven. “Supongamos que trabajo el doble,
entonces ¿cuanto tiempo me llevara?”
“Treinta años”, le dijo el maestro.
“¿Qué quieres decir?”, exclamo el joven.”Hare cualquier cosa por aprender mas rápido”
“En ese caso, dijo el maestro en tono serio, “necesitaras cincuenta años. Una persona
con tanta prisa es mal estudiante.”
Para corregir la actitud de este estudiante no se le permitió recibir clase formal durante
un año, solo se le permitió limpiar la escuela, y durante sus tareas era atacado por
sorpresa por el maestro, el cual le recriminaba lo mal que realizaba sus tareas.
Pero llego un día en que el joven detuvo el ataque furtivo del maestro. El joven se
sorprendió de su reacción automática. “Ahora ya estas listo para aprender” exclamo el
maestro.
Había un maestro que manifestaba que a la entrada de un Dojo se aprende
mucho, y su lema era “La persona que es descuidada con las cosas pequeñas es
descuidada con todo y nunca llevara a cabo grandes logros.” Solía quedarse en la
entrada y observaba como llegaban sus alumnos. Aquel que llegaba arrastrando los pies
o con una actitud de dejadez, recibía un golpe y exclamaba “las artes marciales no
empiezan ni terminan en la sala de entrenamiento “.
También tenía costumbre de observar el calzado de sus alumnos y si estaban
desgastados uniformemente, era señal de que estaban progresando correctamente.
Al final de su vida dijo; “Las técnicas secretas empiezan con las técnicas básicas; las
técnicas básicas terminan como técnicas secretas. No hay secretos al principio, sino que
hay secretos al final. La clave del éxito es el entrenamiento duro”.
Un maestro debía decidir cual de sus alumnos seria representante de su escuela
en una exhibición ante el Shogun, para decidirse ideo dos pruebas.
La primera fue colocar un ladrillo de madera encima de la puerta de tal modo que caería
encima de aquel que abriese la puerta. Fue llamando de uno en uno a sus tres alumnos
mas aventajados.
El primer alumno entro en la habitación sin demora y logro esquivar el ladrillo con
rápidos reflejos.
El segundo alumno logro partir el ladrillo en dos con un rápido desenfunde de su espada
antes de que el ladrillo tocara el suelo.
El tercer alumno no entro en la habitación.
Pasada dicha prueba el maestro les pidió a sus alumnos que cruzaran un paso en donde
había tres toros salvajes muy peligrosos.
El primer alumno para demostrar su valía lucho contra los toros y mato a uno de ellos
para poder pasar el trecho.
El segundo dio un rodeo por un saliente que daba a un acantilado y evito a los toros.
El tercer alumno llego al paso con aire despreocupado acaricio a los toros y siguió su
camino.
El tercer alumno se apodaba Bushin (espíritu marcial) y fue escogido para representar a
la escuela. Se dirigió a la capital en barca por el río; en dicha barca había muchos
practicantes de artes marciales, pero había uno que no paraba de fanfarronear de su
fuerza, y de romper maderos con sus golpes lo que molestaba a los pasajeros.
Bushin aburrido de la fanfarronería del luchador, bostezo enérgicamente lo que molesto
al luchador.”¿Qué escuela es la tuya que no se impresiona de mi fuerza?” dijo el
luchador, a lo que contesto Bushin; “de la escuela, vencer sin derramar una gota de
sudor”. Esta manifestación intrigo y molesto al luchador por lo que le reto a un duelo,
Bushin acepto el duelo pero expreso una demanda, luchar en una balsa anexa para no
herir a nadie. El luchador accedió y pensó “el nombre de esta escuela seguro que
implica una gran velocidad, ya que no da tiempo a sudar, así que saltare primero a la
barca y atacare en cuanto ponga un pie en ella”. Y así lo hizo, salto con prisa a la barca
y nada mas girarse vio como la barca se alejaba de la principal y grito “ayudarme voy a
la deriva”, y Bushin con el cabo que unía las dos barcas en la mano grito, “lo siento
esta es la manera de luchar sin luchar que ha hecho famosa a mi escuela”
Una vez llegado a palacio, después de unas rondas de lucha que presenciaba el Shogun,
este pregunto cual de los asistentes podría hacerle el favor de espantar a un mono del
jardín, que tenia por costumbre apoyarse en su hombro. Ante tal petición se acercaron
varios luchadores y amenazaron al mono que se encontraba en el hombro del Shogun,
con espadas de madera o lanzas que portaban, pasándolas casi rozando al macaco, pero
el mono no se inmutaba ante tales amenazas. Bushin se acerco, miro al mono a los ojos
levanto una caña de bambú y el mono salio disparado hacia un árbol cercano y gritando
asustado, ¿Qué milagro es este? Pregunto el Shogun. Bushin respondió; “Este mono es
inteligente por posarse sobre su excelencia, ya que es el lugar mas seguro de palacio,
nadie se atrevería a espantarlo y en un descuido golpear al Shogun. Pregunto el Shogun.
“¿Y que te diferencia de los demás luchadores cuando has amenazado al mono?, ni
siquiera te has acercado a el.”
Y Bushin respondió. “La determinación, a mi no me preocupaba golpear a su excelencia
en un descuido y el mono lo percibió, cuando un samurai decide hacer algo ni el cielo ni
la tierra se interpondrán en su camino.”
El tercer alumno dejo en alto nivel a la escuela y fue nombrado sucesor del maestro.
La Historia de la Destreza Admirable de un viejo Gato
Hubo una vez un maestro de esgrima que se llamaba Shoken. En su casa, una gran rata
hacía de las suyas. Aun durante el día se paseaba por la casa con toda frescura. Entonces
él cerró la habitación y esperó que
el gato de la casa la atrapara. Pero la rata, de un salto, hizo presa del hocico del gato que
escapó maullando de dolor. Aquello, pues, no se arregló.
Entonces el dueño de casa trajo varios gatos que gozaban de mucha reputación en la
vecindad. La rata se acurrucaba en una esquina y cuando se acercaba un gato, saltaba, lo
mordía y lo ponía en fuga. La rata resultaba tan combativa que los gatos rehuían
acercarse otra vez. Shoken perdió la paciencia y se puso él mismo en persecución de la
rata. Pero ella esquivaba a maravilla los tajos del maestro de esgrima que no lograba
acertarle. Rompió así puertas y enseres, pero la rata saltaba como una exhalación, hacía
el quite a todos los tajos, hasta que al final le saltó al rostro y le mordió.
Bañado en sudor, llamó finalmente a su criado: «Se dice que a seis o siete leguas de
aquí hay un gato que es el más valeroso del mundo. Vete y tráelo.» El criado trajo el
gato, que no le causó especial impresión, pero cerró la puerta dejándolo adentro. El gato
entró con gran paz como si no esperara nada especial. La rata se quedó sorprendida y no
se rebulló. Y el gato se acercó con toda calma, le dio una dentellada y se la llevó.
A la tarde se reunieron los gatos derrotados en la casa de Shoken. Con todo respeto
hicieron que el viejo gato se sentara en el puesto de honor, le hicieron reverencias y le
dijeron con modestia: «Todos nosotros pasamos por valerosos. Nos hemos entrenado
para atacar, hemos afilado muy bien las uñas y hemos conseguido vencer todo tipo de
ratas y otras alimañas. Nunca habíamos creído que pudiera haber una rata tan robusta,
¿Con qué táctica has conseguido derrotar tan fácilmente a esa rata? No nos ocultes tu
arma secreta.”
El viejo gato se rió y dijo: «Vosotros, jovencitos, ciertamente sois valientes. Pero no
conocéis bien las tácticas a emplear. Por eso, cuando se presenta lo inesperado,
fracasáis. Pero contadme primero cómo os habéis entrenado.»
Entonces se adelantó un gato y dijo: «Provengo de una familia famosa en la caza de
ratas. Por eso opté por esa táctica. Puedo saltarme biombos de dos metros de altura.
Puedo deslizarme por agujeros estrechos por los que sólo una rata sabe pasar. Desde la
infancia me ejercité en toda suerte de acrobacias. Cuando estoy todavía despertando del
sueño y veo una rata que corre por las vigas, en seguida la atrapo. Pero esta rata era más
fuerte y he sufrido la derrota más grande de mi vida, Estoy avergonzado.»
El viejo gato le dijo: «Tú no te has entrenado más que en la técnica. Y no tienes en la
cabeza otro pensamiento que ganar la batalla, De esta manera sólo pensabas en triunfar,
Cuando los viejos enseñaban la técnica. lo hacían para mostrar uno de los caminos que
llevan al triunfo. Y eran técnicas sencillas, pero que encerraban dentro de sí la verdad
más excelsa. Pero los que los siguieron no se ocupan ya más que de la técnica. Se
obtienen ciertamente resultados, por ejemplo, cuando prescriben que haciendo esto y
esto, se obtiene esto o lo otro. Pero, ¿qué se logra con ello? Únicamente un poco de
destreza. Y al abandonar el viejo camino tradicional, poniendo en juego los mejores
recursos, surge la emulación en la técnica hasta el agotamiento, y desde ese momento ya
no hay progreso posible. Y así tiene que ser si no interesa más que la técnica y el saber.
Cierto que el saber es una función del espíritu; pero, si no marcha por el verdadero
camino y sólo atiende a la destreza, no es más que un error y sus logros son
contraproducentes. Por tanto reflexiona y emprende el verdadero camino.»
Entonces se acercó un hermoso gato de piel atigrada y dijo: «En el arte militar todo
depende, creo, del espíritu, del KI. Por eso siempre he cultivado esa cualidad. Y he
llegado a tener un temple de acero. Un espíritu libre y lleno del espíritu del cielo y de la
tierra. En cuanto veo al enemigo, mi espíritu invencible lo deja hechizado, y gano la
batalla aun antes de empezar. Sólo entonces sigo adelante de manera instintiva, como lo
exige la situación. Me oriento por el ruido de mi adversario, acoso a la rata como me
place, a derecha, a izquierda, cortándole siempre la retirada. De la técnica propiamente
dicha no me preocupo; la dictan las circunstancias. Una rata que corre por la viga, la
clavo con mi mirada, y cae y es mía. Pero esta misteriosa rata aparecía y desaparecía sin
dejar rastro. ¿Qué es esto? No lo sé.»
El viejo gato le contestó: «Eso que tanto te interesa es ciertamente un efecto que
proviene de la gran energía que llena el cielo y la tierra, Pero lo que has conseguido no
es más que una fuerza psíquica, no es algo que merezca verdaderamente el nombre de
bueno; el hecho mismo de que eres consciente de la energía con que quieres vencer,
obstaculiza la victoria. Tu Yo está en acción. Pero si el Yo del otro es más fuerte que el
tuyo, ¿qué ocurrirá? Si quieres derrotar a tu enemigo con la ventaja de tu fuerza, él te
opondrá la suya. ¿0 te imaginas que sólo tú eres fuerte y todos los demás débiles? Pero,
¿cómo hay que comportarse cuando hay algo que quiere triunfar con una mejor
voluntad y no precisamente con la ventaja de la propia fortaleza? ¡ahí está el problema!
Esa agilidad y temple de acero y de energía que llena el cielo
y la tierra, no es aún la Gran Energía sino un reflejo suyo. Es tu propio espíritu, pura
sombra del Gran Espíritu. Tiene la apariencia de la Gran Energía, pero en realidad es
totalmente distinta. El espíritu de que habla Menzius es poderoso porque está siempre
penetrado por la gran sabiduría. Se diferencia como la corriente perenne de un gran río,
como el Yang-tse Kiang, comparado con un torrente repentino y pasajero. Pero ¿cuál es
el espíritu que hay que poseer cuando nos enfrentamos a algo que no puede ser
derrotado por ninguna fuerza espiritual condicionada? ¡Ese es el problema! Dice un
refrán: «Una rata acosada muerde al gato.» Si el enemigo está en peligro de muerte, no
guarda miramientos, se olvida de su vida, de sus apuros y de sí mismo y no tiene
preocupación por victorias ni derrotas. No se preocupa siquiera de su existencia. Y, por
eso, su voluntad es dura como el acero. ¿Cómo podremos vencerle con unas fuerzas que
tenemos la pretensión de poseer?»
Entonces avanzó lentamente un gato pardo más viejo y dijo:«Efectivamente es como tú
dices, La fuerza psíquica, por poderosa que sea, tiene una forma. Pero, lo que tiene
forma, por pequeño que sea, puede atraparse. Por eso, desde hace mucho tiempo he
procurado entrenar la energía del corazón. Yo no pongo en juego, como el segundo
gato, esa energía que domina al adversario espiritualmente. Ni hago las acrobacias del
primer gato. Me reconcilio con el adversario, me pongo de acuerdo con él y no le
contrarío. Si el otro es más fuerte que yo, cedo sin más y hago lo que él quiere. Mi
habilidad, en cierto modo, es ir recogiendo las piedras en saco roto. Una rata que me
quiere atacar, por fuerte que sea, no tiene dónde hacer pie ni a qué agarrarse, Pero la rata
de hoy era distinta. Era ligera como la luz. Nunca he visto cosa igual.»
El gato viejo dijo: «Lo que llamas reconciliación no proviene de la esencia profunda ni
de la gran naturaleza. Es una reconciliación ficticia y artificial; es un truco. Con ella, lo
que quieres es contrarrestar la combatividad del contrario. Y, como sólo piensas en eso,
por más que disimules, el contrario lo nota. Y, aunque con ese espíritu te muestres
conciliador, tu espíritu de combate se mezcla y lo perturba, quedando perjudicada la
precisión de tu visión y actuación. Todo cuanto hagas con intenciones conscientes,
obstaculiza la primaria vibración de la gran naturaleza que actúa desde lo profundo e
impide el flujo de su libre movimiento. ¿Cómo podrá brotar en esas condiciones una
energía maravillosa? Sólo si no se piensa nada, ni no quieres ni pretendes nada, sino que
te. abandonas al impulso del ser, lograrás no tener forma aprehensible, y no surgirá en la
tierra forma alguna antagonista; y entonces tampoco habrá enemigo que pueda hacerte
resistencia”.
“Evidentemente, no pienso que todo cuanto habéis dicho sea inútil. Todas y cada una de
estas técnicas pueden ser una variante del camino acertado. La técnica y este camino
pueden perfectamente ponerse de acuerdo. En tal caso, el Gran Espíritu, el Dominador,
está latente en ella y se manifiesta en toda acción del cuerpo. La fuerza del Gran
Espíritu es la que apoya a la persona del hombre. Aquel en quien esa fuerza está
liberada, puede enfrentarse correctamente a todo con infinita libertad. Si su espíritu está
pacificado, aunque no ponga en la lucha energías especiales, ni el oro ni la piedra
lograrán corromperle ni. destruirle. Lo único importante es que no entre en juego ni una
brizna de la consciencia del yo, de lo contrario, todo está perdido. Y si se mezclan
pensamientos, aunque sea de manera fugaz, todo queda falseado. Ya no brota de lo
profundo de la esencia, ni del impulso primario del cuerpo bien dirigido. Y entonces
tampoco el contrario se pondrá de acuerdo con nosotros, sino que tratará de oponerse.
¿Qué camino o táctica emplear? Únicamente si tienes esa mentalidad que está liberada
de toda consciencia, si actúas como si no actuaras, sin trucos
ni segundas intenciones, en perfecta armonía con la Gran Naturaleza, estarás en el buen
camino. Abandonemos toda pretensión, ejercitémonos en la abnegación de toda
intención y hagamos que todo brote simplemente desde lo profundo del ser. Este es el
camino sin fin, e inagotable.»
Y el viejo gato añadió algo notabilísimo: «No creáis que lo que he dicho es lo más
excelso. Hace no mucho tiempo que en un lugar vecino al mío había un gato. Se pasaba
el día durmiendo. No se advertía en él nada de energía espiritual. Allí se estaba tendido
como un tronco. Nadie lo había visto cazar una rata. Pero, donde él estaba, no había ni
una rata. Un día que le visité, le pregunté qué explicación tenía esto. No dio ninguna
respuesta. Volví a repetir la pregunta hasta tres veces. El callaba. No es que no quisiera
responder, pero evidentemente no sabía qué responder. Entonces caí en la cuenta: el que
sabe algo, no lo dice; y el que dice algo, lo ignora. Este gato se había olvidado de sí
mismo y de cuanto lo rodeaba. Había alcanzado «la nada» y con ello, la más elevada
cima de la carencia de pretensiones. Y ahora podemos decirlo, había arribado al camino
divino de la milicia: vencer sin matar. Con él estoy de acuerdo”.
Shoken oía todo esto como quien sueña. Se acercó, saludó al gato viejo y dijo: «Hace
mucho que me ejercito en la esgrima, pero aun no he llegado a la cima. He escuchado
vuestras consideraciones y creo
que he entendido el significado de mi camino; pero os ruego con todo empeño que me
digáis algo más sobre vuestro secreto.»
El gato viejo le respondió: «¿Cómo puedo hacerlo? Yo no soy más que un animal que
se alimenta de ratas, ¿cómo puedo yo saber algo de las cosas humanas? Lo único que sé
es que la finalidad de la esgrima no consiste únicamente en vencer al adversario. Más
bien es el arte de llegar, en un momento dado, a la gran claridad de la base misma de la
vida y la muerte. Un verdadero caballero debería, en todo entrenamiento técnico, cuidar
el entrenamiento espiritual de esta lucidez. Además deberá, ante todo, analizar la
doctrina, la razón de ser de la vida y la muerte, de la necesidad de morir. Esta gran
lucidez sólo la alcanza el que está liberado de todo lo que le desvía de este camino,
especialmente de todo pensar concretizado. Si a la esencia profunda y al encuentro con
ella se les da libre curso, liberadas del yo y de todas las cosas, pronto hará aparición
aquello que es lo único importante. Pero si tu corazón se apega, aunque sea
pasajeramente, a alguna cosa, tu esencia queda también aprisionada con las apariencias
de algo consistente. Y si se ha convertido en algo consistente, automáticamente allí hay
un yo consistente también, y al que se le puede hacer resistencia. Y ya tenemos dos
seres enfrentados por la supervivencia. Y en este caso quedan frenadas las admirables
funciones de la esencia que posibilitan el progreso y el cambio. Entonces ya tenemos el
torcedor de la muerte y hemos perdido la lucidez propia de nuestra esencia. Con esa
mentalidad, ¿cómo enfrentarse correctamente al adversario y contemplar con
tranquilidad el dilema Victoria-Derrota? Y, aunque se logre la victoria, no es sino una
victoria ciega que nada tiene que ver con el sentido de la verdadera esgrima. Liberarse
de todas las cosas no es pura teoría. El ser, en cuanto tal, no tiene figura ni fisonomía
propia de por sí, está más allá de todas las formas. Ni debe atesorar nada en sí mismo.
Pero si nos fijamos y nos asimos a algo por insignificante que sea, aun por un momento,
la gran energía queda refrenada y el equilibrio original de fuerzas queda desbaratado. Si
el ser queda aprisionado, por poco que sea, pierde su habilidad de movimiento y no
brota con toda su magnificencia. Si el equilibrio del ser profundo se perturba, su fuerza,
si es que fluye, se desborda; en caso contrario, es insuficiente. Cuando se desborda,
irrumpe incontenible. Cuando es insuficiente, el espíritu se debilita y decae y no
consigue adaptarse a las situaciones. Lo que llamo liberación de las cosas significa,
pues, lo siguiente: si no retenemos las cosas, ni nos apoyamos ni fijamos en nada, ya no
hay antinomias. Ni Yo ni anti -Yo. Si algo sobreviene, lo enfrentamos con
espontaneidad y no dejará huella tras de sí. En el «I - Ching» (Libro de los Cambios),
esto se expresa así. «Sin pensar, sin emociones, en perfecta calma; sólo así podemos
testimoniar la esencia y
la ley de las cosas de manera espontánea y podemos identificarnos con el cielo y la
tierra. El que ejercita
la esgrima de este modo y lo entiende así, está muy cerca del verdadero camino.»
Shoken, al oír esto. preguntó: «¿Qué significa eso de que ya no hay yo ni anti-yo, sujeto
ni objeto?»
El gato respondió: «Sólo cuando - y porque - hay un yo, hay también un enemigo. Si no
nos erigimos en yo, tampoco encontraremos opositor. Lo que llamamos así no es sino
una forma de expresar la contrariedad. En tanto que los seres adoptan una forma,
provocan la existencia de una contra-forma. Siempre que algo se consolida como un
Algo, adopta automáticamente una forma propia. Si mi ser no adopta forma propia,
tampoco habrá contra-forma. Y donde no hay oposición, tampoco hay opositor. Es
decir, no hay yo ni anti-yo. Si nos abandonamos y nos relajamos, nos liberamos
radicalmente de todas las cosas, y nos encontraremos en armonía con el mundo,
identificados con todos los seres y dentro de la unidad del universo. Aunque la forma
del enemigo desaparezca, me pasará desapercibido. Y no porque no lo hayamos
percibido sino porque no nos detenemos en este hecho y el espíritu sigue libre de toda
fijación, respondiendo en su actuar con libertad esencial y profunda”.
“Si el espíritu no está poseído por nada y él mismo está libre de toda posesión, el mundo
mismo, tal como es, es nuestro mundo y una cosa con nosotros. Eso significa que. lo
acogemos ya más allá de toda noción de bien y mal, de toda antipatía y simpatía. Ya no
seremos prisioneros de nada ni apegados a nada del mundo. Todas las antinomias a que
nos enfrentamos, ganancia y pérdida, bueno y malo, alegría y tristeza, tienen su origen
en nosotros. En la inmensa amplitud de cielo y tierra nada hay tan digno de conocerse
como nuestro propio ser. Decía un antiguo poeta: «Un granito de polvo en un ojo hace
que el mundo desaparezca. Si no nos apegamos a nada, el lecho más angosto nos viene
grande.» Es decir: si una mota de polvo nos molesta en un ojo, ya no lo podemos abrir,
Porque se introduce allá, donde no existe visión clara sino cuando no hay ningún
obstáculo. Esto puede servirnos de comparación para el Ser que es la luz que nos
ilumina, distinta de todo lo que es algo. Pero si algo se interpone, la visión pierde toda
su visión. Otro poeta decía: «Si nos vemos acosados de enemigos, por centenas de
millares, podrán destruir todo lo que tiene forma o figura. Pero mi ser sigue siendo mío.
por poderoso que sea el enemigo. Contra él no hay enemigos.» Dice Confucio: «No
puede robarse el ser de la persona por insignificante que sea. Pero si el espíritu cae en la
confusión, nuestro ser se vuelve contra nosotros mismos,»
“Es todo lo que puedo decirte, Concéntrate ahora y estúdiate a ti mismo. Un maestro
puede dar enseñanzas y tratar de razonarlas. Pero captar la verdad sólo puedo hacerlo yo
mismo. Eso es lo que se llama asimilación. La comunicación va de corazón a corazón.
Es un adoctrinamiento que va más allá del saber y de la enseñanza. Esto no va en contra
de la enseñanza del maestro. Comenzando con los ejercicios mentales de la antigüedad
y el arte de formación de las mentes hasta las habilidades más admirables, la
asimilación es la pieza clave y esta no se enseña sino de corazón a corazón, más allá de
todo academicismo. El método de toda enseñanza consiste únicamente en aludir y
referirse a aquello que el discípulo tiene dentro de sí mismo aun sin saberlo. No hay,
pues, secreto alguno que el maestro pueda trasmitir a su discípulo. Enseñar es fácil. Oír
también. Lo difícil es hacerse consciente de lo que poseemos dentro de nosotros
mismos, encontrarlo y adueñarnos de ello. Es lo que se llama contemplación del propio
Ser. Si esta contemplación se produce, tenemos la iluminación. Este es el gran despertar
del sueño del error. Despertar, escrutar el propio ser, percepción de sí mismo, todo es
una misma cosa.»
GO RIN NO SHO; El libro de los cinco anillos.
Dicho tratado esta escrito por Miyamoto Musashi = Shimmen Musashi= en 1664 cuya
obra se divide en seis partes, el prologo y los cinco elementos pertenecientes a la
tradición budista como son: Tierra, Agua, Fuego, Viento y Vacío. Versa sobre la
estrategia y tácticas de Ken Jutsu así como de consejos sobre el entrenamiento marcial.
Se resume este tratado de la vía de la estrategia haciendo referencia a las partes que mas
se pueden aprovechar en las demás artes marciales, recomendando encarecidamente su
lectura completa así como también el arte de la guerra de Sun Tzu.
TIERRA. LA VIA DE LA TACTICA.
La verdadera Vía de la Táctica consiste en entrenarse de tal modo que sea útil en
cualquier momento y en todas las circunstancias de la vida, porque la Táctica es el
mejor medio de obtener ventajas.
Durante la práctica conviene buscar:
La precisión en las acciones.
La armonía entre todas las secuencias del movimiento.
Entrenar con seriedad sin perder de vista el objetivo final.
Prever las consecuencias de un fallo o descuido.
Conocer bien cada técnica, desde los detalles, al conjunto global.
Respecto al uso de los medios a emplear aconseja que, si te encuentras en peligro ante
una agresión, es mejor que utilices todos los recursos y armas que poseas.
El ritmo. El ritmo existe en todas las cosas, cuando el ritmo domina la ejecución es
correcta, perder el ritmo equivale a perder eficacia. Durante el combate conviene
percibir lo antes posible el ritmo concordante para servirse de el y establecer uno
inesperado por el adversario.
AGUA.
Nuestro espíritu ha de ser flexible y adaptable como el agua, al tiempo que difícil de
percibir para los demás.
En cada acción el cuerpo adoptara la mejor postura, dentro de lo natural; los ojos han de
ver cuanto ocurre en el campo periférico, sin fijarse en ningún detalle en concreto.
En el caso de ser atacado por varios adversarios, desde distintos ángulos, intenta
rechazar primero a los más decididos, trata de captar sus intenciones y atácales uno tras
otro, sin esperar su iniciativa, las pausas en guardia son muy peligrosas ante varios
atacantes.
FUEGO.
Procura que en el lugar de combate los obstáculos externos no estén contra ti, que te
puedas mover sin quedar arrinconado, y utiliza a tu favor el terreno más ventajoso.
Permite que el adversario realice todos los actos inútiles que quiera, pero impide toda
acción o gesto útil previo a un ataque.
Si te es posible, que aflore tu intuición para captar el grado de vitalidad del oponente,
así como su carácter, su estrategia, sus puntos débiles y fuertes.
No des respiro al adversario, acelera el ritmo si es preciso, sobre todo si manifiesta
cansancio o distracción.
Si durante el combate hay igualdad de acciones, recurre a lo imprevisto.
Si no consigues percibir las intenciones del adversario, lanza un ataque enérgico y
observa su reacción.
El peligro, la dificultad o la sorpresa perturban la lucidez y el equilibrio mental, así
pues, ataca inesperadamente, grita, etc. A fin de crear tensión nerviosa.
No repitas más de dos veces el mismo ataque, o el adversario te estará esperando.
Cambia cada vez la forma de atacar, haciendo lo que el otro no espera.
Una vez conozcas bien la estrategia, actúa como una roca, es decir, no te inmutes por
nada, o al menos no lo demuestres.
VIENTO.
No pongas tu confianza en ventajas aparentes.
Hay muchas formas de actuar y de técnicas a emplear, pero lo mas importante es la
decisión.
La guardia en combate significa espera e inmovilidad, procura que en tu caso no se
convierta en una espera de la iniciativa de ataque del adversario. Adopta una guardia sin
estar en guardia.
No fijes la mirada en nada en concreto.
VACIO.
Aprende bien la Vía de la táctica, conoce otras artes, no abandones la práctica y cultiva
la voluntad y la sabiduría para que no te quedes en lo ilusorio. Apóyate siempre en los
que es justo, verdadero y grande.
La inteligencia es ser, los principios son ser, las Vías son ser, pero el espíritu es vacío.
Algunos piensan que la práctica asidua de las artes marciales no les servirá en caso de
necesidad. Pero la verdadera Vía consiste en practicar de manera que sean
indispensables en todo momento, y en enseñarlas de tal modo que sean útiles en toda
circunstancia.
APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA Y LA TÁCTICA EN EL
YAWARA.
1- Querer, voluntad de vencer / fe en la técnica.
Cuando el hombre no tiene el corazón en el Hara carece de determinación. Hagakure
Primero vencer, después combatir. Hagakure
2- Poder, libertad de acción / situación propia y del adversario/s, tanto
física y espacial como del tipo de ataque-intención enemigo.
3- Saber, capacidad de ejecución / nivel técnico.
Conocer bien cada técnica, desde los detalles, al conjunto global.
La armonía entre todas la secuencias del movimiento.
Prever las posibles consecuencias de un fallo o un descuido.
4- Seguridad / mantenerse alerta, distancia de seguridad, aprovechar el
medio.
Kamae. Estar alerta adoptando la postura del cuerpo y la actitud más
conveniente para la defensa y el ataque.
Zanshin. La alerta total, desde el comienzo hasta el final de la
confrontación se debe vigilar al contrario. Alerta a las oportunidades.
Ma ai. Es la noción o el sentido del espacio y el tiempo en el hay que
actuar. El ideograma representa la luz de la luna que puede percibirse
(que se filtra) a través del intersticio de una puerta cerrada. Todo
oponente tiene una fisura en la guardia.
Los ojos han de ver cuanto ocurre en el campo periférico, sin fijarse en ningún
detalle en concreto. GO RIN NO SHO
5- Sorpresa / atacar en el momento y lugar menos esperado o con
medios desconocidos (superioridad técnica)
6- Economía de medios / decidir si escapar, controlar o destruir al
adversario según la situación. Sin tiempos muertos, reservar energía
para imprevistos.
Mushin: mente sin pensar.
Entre el ataque y la defensa no ha de caber ni el espesor de un pelo, para lo cual es
necesario eliminar el proceso consciente razonador.
7- Concentración de esfuerzos / Mental (no distraer la mente con
pensamientos ni emociones). Enfocar el Hara. Usar todo el cuerpo.
KIAI. KIME.
Oportunidad de ataques:
Cuando el contrario lanza un ataque; existe un intervalo de tiempo y
espacio en el que este ataque carece de suficiente energía.
Cuando finaliza el mismo y se recompone para realizar otro.
Cuando le sorprendemos con; nuestra anticipación, un lugar de
ataque no esperado, en el momento que cambia de posición, en un
descuido.
8- Aprovechamiento del éxito / aprovechar el impulso de las acciones
correctas: romper centro de gravedad del adversario, sin tiempos
muertos.
Go no sen. Tomar la iniciativa con un ataque.
Sen no sen. Tomar la iniciativa con la intuición, para descubrir y
utilizar la acción del oponente en su estado de intención de ataque.
9- Flexibilidad / adaptarse en un ciclo sin fin.
Hyoshi. Comprender el ritmo para alcanzar la victoria.
En una confrontación hay que procurar conocer el ritmo del
adversario y utilizar uno propio al que él no pueda anticiparse ni
adaptarse.
Jamás he sabido lo que es ganar desde el principio hasta el final; solamente he
comprendido que es necesario no estar nunca por debajo de la situación. Hagakure
El arte de vencer sin luchar.
Como refleja el relato del guerrero que engaña a su adversario y lo abandona en la balsa
para no pelear, hay que evitar siempre toda lucha que se pueda evitar.
La naturaleza nos enseña grandes lecciones; en la sabana africana las leonas cazan
primero a las presas enfermas, heridas, viejas o jóvenes, en definitiva a victimas
potenciales de aumentar el éxito. Otra lección se da en el amazonas; dice un dicho
popular que las pirañas solo matan a los imbeciles, y esto es debido a que las pirañas
son mayormente carroñeras, y solo atacan a presas vivas cuando quedan estancadas en
pozas y sin comida por lo que, la persona que no sepa o ignore este dato sufrirá las
consecuencias.
Por lo tanto la lección a aprender es no ser una víctima o no parecerlo.
Algunos consejos son:
Cuando un desconocido nos reclame, atenderle a distancia, no dejar que nos toque.
Procurar caminar cerca de la pared.
Caminar en sentido contrario al tráfico.
Los bolsos en el lado de la pared.
Al doblar una esquina separarse de la pared.
Si alguien nos intenta llevar por la fuerza gritar fuego.
Al bajar de un vehiculo sacar las dos piernas a la vez y seguidamente el cuerpo.
Controlar si porta algún objeto en las manos o si las esconde.
Procurar no andar por lugares desconocidos y ostentar objetos valiosos.
Al sacar dinero de un cajero procurar hacerlo en compañía y dándoos la espalda.
Al huir de un agresor y notemos que nos da alcance se puede cambiar de sentido
repentinamente y empujarlo, lo que le sorprenderá y desquilibrara.
Ante una persona que nos amenace o intimide, e invada nuestro espacio tener las manos
a la altura del pecho listas para reaccionar. Posturas validas son las manos tocándonos el
pecho, brazos cruzados, brazos cruzados y uno de ellos en dirección al agresor. Estas
posturas no deben ser desafiantes pero si firmes y se intentara dialogar.
La legitima defensa
El artículo 20.4 del Código Penal exime de responsabilidad a la persona que obra en
defensa propia o de bienes propios, o de una tercera persona, siempre que concurran los
siguientes requisitos:
A) Cuando nos agraden ilegítimamente.
B) Debe haber una necesidad razonable en el medio empleado para impedir o
retener la agresión.
C) Debe haber una falta de provocación suficiente por parte del defensor.
A) Una agresión es ilegitima cuando no es en defensa propia.
Esta excluye la venganza. Haber sido agredidos y el agresor emprende la huida o
detiene la agresión de manera clara no nos justifica a perseguirlo y darle una paliza.
B) Los medios empleados para impedir la agresión deben ser proporcionales a la
intensidad del ataque y peligrosidad del mismo.
Las lesiones que provocarían su ataque son las que podremos provocar nosotros en
nuestra defensa.
C) Incitar a pelear, aunque sea con gestos o poner una postura de combate puede
considerarse provocación.
El individuo ante las agresiones.
El cerebro es posiblemente el órgano mas complejo del cuerpo humano y simplificando
su evolución y estructura se divide en tres capas:
1º El primitivo o reptiliano, rige básicamente el control autónomo del cuerpo
(respiración, hormonas, instintos, etc.)
2º El mamífero, rige la afectividad, el aprendizaje, las emociones.
3º El neocortex o nuevo, rige el proceso razonador.
Cuando un agresor ataca con intención de herir o matar, sus tres cerebros se han
unificado ante el objetivo (su estado de consciencia queda obnubilado y ciego de rabia)
y su cuerpo actuara con la mayor agresividad hasta conseguir ese fin.
La reacción cerebral de la víctima puede obedecer alguno de estos tres estados de
consciencia:
1.-Huir a la desesperada (pánico o precaución).
2.-Quedarse paralizado e indefenso por la inhibición neuromuscular de su capacidad
defensiva.
3.-luchar salvajemente, sin cortapisas internas o defenderse con autocontrol.
Ante tal circunstancia, el primer cerebro que reacciona es el reptiliano, preparando el
cuerpo para huir o luchar.
Si la agresión es percibida como no letal, intervendrá el cerebro mamífero,
respondiendo de manera ritualizada.
Entretanto el neocortex tiene tiempo para calcular los pros y los contras de entrar en
combate.
El sistema nervioso autónomo no distingue entre la percepción de una amenaza física,
real e inminente, y una amenaza psicológica posible pero imaginaria, y en ambas
situaciones reacciona de la misma manera fisiológicamente (pulso acelerado, sudoración
etc.)
Proceso de la respuesta de la lucha o huida.
1.-El estímulo percibido por los sentidos llega al tálamo.
2.-El tálamo envía la sensación de miedo a la corteza cerebral que lo evalúa o interpreta
como peligro.
3.-La corteza cerebral alerta al hipotálamo, que libera de inmediato la hormona CRH
(corticotropin).
4.-La CRH estimula la hipófisis, que segrega la ACTH y pasa el mensaje a las
suprarrenales.
5.-Estas segregan adrenalina (cortisol) en el torrente sanguíneo, que provoca cambios en
el cuerpo y la mente.
Cambios en el cuerpo.
-Pulso acelerado.
-Aumento de tensión arterial.
-La piel se palidece, se sustrae hacia al cerebro.
-Hiperventilación.
-Aumenta la velocidad de coagulación de la sangre.
-Mandíbulas y brazos se tensan.
-El hígado refuerza el nivel de azúcar.
-Sudoración.
-El proceso de digestión se ralentiza.
-El intestino estimula la deposición y a veces se produce relajación involuntaria de los
esfínteres. Dolores gástricos.
-Las pupilas se dilatan y es muy difícil enfocar a menos de 1.50 metros de distancia.
-Sensación de manos grandes sobre todo a partir de 145 pulsaciones.
-Dificultad verbal.
-Temblores.
Cambios en la mente.
-Percepción a cámara lenta.
-Visión efecto túnel.
-Alucinaciones.
-Dificultad para recordar lo ocurrido.
-Lentitud en reaccionar.
Señales de ataque corporales.
Palidez en el rostro acompañada de gestos o posturas de ataque, son señales de ataque
inminente.
Pero si la palidez va acompañada de gestos de miedo, es señal de pánico, de no desear
pelea o de huir.
Enrojecimiento del rostro implica cólera, es señal de que no se desea el combate y busca
una salida ritualizada, con gritos y expresiones.
Autocontrol.
Ante un conflicto grave, el peligro o la agresión inminente se deben librar dos luchas
internas:
Primera: consigo mismo para controlar:
Los pensamientos de miedo, consecuencias, etc.
Las emociones, la rabia, el orgullo, etc.
Los actos propios.
Segunda: para no ser afectado por el comportamiento del agresor.
Ante un estimulo (insultos, empujones, etc.) contar hasta diez si estas disgustado y hasta
cien si estas colérico, para dar tiempo a que el tálamo trasmita el estado anímico al
neócortex y se adapte a los cambios en el cuerpo y reflexione sobre el comportamiento
adecuado.
Ante el miedo, conviene comportarse como si no existiera.
JINTAI KYUSHO
La siguiente relación explica con detalle los puntos vitales del cuerpo humano de mayor interés.
Una división ideal de estos puntos consistiría en clasificarlos en que si se golpea con suficiente
fuerza podrían causar la muerte, y los que un golpe similar causaría tan sólo la pérdida de
consciencia. De hecho, incluso los puntos considerados mortales, tales como el plexo solar,
pueden causar tan sólo inconsciencia, o ni siquiera eso, si son golpeados con fuerza insuficiente
o el cuerpo del rival está suficientemente musculado. Por otra parte, aquellas áreas que
generalmente no son consideradas mortales, tales como el pecho o el abdomen, tampoco
pueden ser consideradas enteramente así, puesto que si son atacadas por un puño
suficientemente entrenado, el golpe también puede causar la muerte por hemorragia interna.
En resumen, un punto vital es solamente un punto en el que un golpe es más efectivo,
comparativamente a otros puntos. El estudio de su localización y posibles efectos, es
fundamental para todo luchador que pretenda un control exacto y responsable de sus acciones
técnicas, evitando así cualquier consecuencia no deseada.
1F)-SEITEN o TENDO.- Línea de juntura del frontal y los parietales.
2F)-TENTO.- Región entre la frente y la sutura coronal.
3F)-CHOTO o UTO.- Punto superior de la nariz y entre los ojos.
4F)-KASUMI.- Sienes, especialmente en la juntura del pómulo y el frontal.
5F)-SEIDON.- Partes superior e inferior de las cuencas de los ojos.
6F)-GANSEI.- Globos oculares.
7F)-JINCHU.- Juntura del maxilar superior, debajo de la nariz.
8F)-GEKON.- Centro del maxilar inferior, debajo del labio.
Un golpe a cualquiera de estos puntos vitales de la cabeza y cara, causa un
trauma a los nervios craneales, lo cual ocasiona la pérdida de la coordinación nerviosa
(funciones sensorial y motora) y de la consciencia, así como un "shock" vascular.
9F)-MATSUKAZE.- Toda la parte de los músculos externocleidomastoideos
cubierta por la platisma.
Pérdida de la consciencia por traumatismo en la arteria carótida y en el nervio
neumogástrico que conduce al "shock" y la pérdida de las funciones sensorial y
motora.
10F)-MURASAME.- Porción frontal a ambos lados de la garganta justamente
encima de las clavículas en el principio de la cabeza lateral de los músculos
externocleidomastoideos.
Traumatismo en la arteria situada debajo de la clavícula y en el nervio sublingual.
11F)-SHICHU.- Concavidad en la superficie ventral del cuello situada entre el
esternón por abajo, y el hioides por arriba.
Bloqueo de la tráquea.
12F)-DANCHU.- Punto situado debajo de la juntura del manubrio y del esternón.
Traumatismo en corazón, bronquios, arterias de suministro a la parte superior del
cuerpo, y arteria pulmonar, lo cual conduce a un mal funcionamiento del sistema
respiratorio y al "shock".
13F)-WAKI-IN o KYOEI.- Cuarto espacio intercostal en la región subaxilar.
Traumatismo en pulmones y nervios consiguientes, que conduce a la pérdida de la
función respiratoria y falla circulatoria.
14F)-GANKA.- Región debajo del pecho entre la quinta y sexta costilla a ambos
lados del cuerpo.
Efectos similares a WAKI-IN.
15F)-SUIGETSU.- Concavidad situada justamente debajo del esternón.
Traumatismo en estómago e hígado. Lo que daña a las regiones adyacentes
arriba y abajo, y por turno produce efectos sobre los nervios que causan la pérdida del
funcionamiento de los órganos internos.
16F)-DANKO.- Séptimo espacio intercostal derecho.
Traumatismo en hígado que conduce a pérdida de la función de los nervios en
conexión con él y los pulmones.
17F)-TSUKIKAGE.- Séptimo espacio intercostal izquierdo.
Traumatismo en estómago y bazo con efectos sobre el corazón y los pulmones.
18F)-MYOSHO.- Punto situado a unos tres centímetros por debajo del ombligo.
Traumatismo en el intestino delgado y en la vejiga y por turno en los vasos
sanguíneos mayores y en los nervios del abdomen.
19F)-YAKO.- Región interna de la parte superior de los muslos; parte de la
musculatura de los huesos púbicos.
Traumatismo en la arteria y nervio subyacente, así como en el nervio que cierra.
20F)-KINTEKI.- Testículos.
Traumatismo en nervios y arterias de ingles y testículos, lo que obliga a estos a
subir produciendo la pérdida de la función motora e inhibiendo la capacidad
respiratoria.
21F)-FUKUTO.- Parte media del vasto externo.
Encalambramiento del músculo del muslo con dolor en el bajo abdomen y pérdida
de la función motora en la pierna.
22F)-KOKOTSU o MUKOZUNE.- Punto medio del peroné.
Traumatismo en el nervio fibular con fuerte dolor y pérdida de la postura erecta.
23F)-UCHI KUROBUSHI.- Punto situado justamente debajo de la tuberosidad
interna de la tibia.
Traumatismo en la arteria tibial con fuerte dolor en las caderas y pérdida de la
función motora.
24F)-KORI.- Punto en la porción interna de la parte superior del pie situado entre
los tendones del primero y segundo dedo.
Traumatismo en la arteria radial y en el profundo nervio fibular con dolor en
pierna, cadera y abdomen perdiendo la función motora.
25F)-SOIN o KUSAGAKURE.- Punto situado justamente debajo de las caderas del
cuarto y quinto metatarsianos.
Efectos similares a KORI.
1D)-DOKKO.- Puntos entre la protuberancia mastoidea (apófisis mastoides) y el
maxilar inferior.
Efectos cabeza y cara.
2D)-KEICHU.- Tercer espacio intervertebral.
Efectos cabeza y cara.
3D)-SHUKO.- Especialmente los puntos entre el pulgar y el índice, y el anular y el
corazón.
Traumatismo en el nervio mediano con dolor en pecho y garganta y pérdida de la
función motora.
4D)-SOTO SHAKUTAKU.- Espacio entre las cabezas del radio y el cúbito.
Efectos similares a SHUKO.
5D)-SODA o HAYAUCHI.- Punto medio del borde escapular a nivel del tercer
espacio intercostal.
Traumatismo en los pulmones y cordón espinal con dificultades respiratorias y
circulatorias.
6D)-KASSATSU.- Espacio entre la quinta y sexta vértebra.
Traumatismo en el cordón espinal, aorta, corazón y pulmones.
7D)-WANJUN.- Punto medio entre el bíceps y el tríceps.
Traumatismo en los nervios ulnar y mediano, y en los vasos sanguíneos de la
parte superior del brazo con dolor en pecho y cuello.
8D)-HIJIZUME o CHUKITSU.- Superficie lateral del codo.
Efectos similares a WANJUN.
9D)-USHIRO DENKO.- Lados izquierdo y derecho de la undécima vértebra.
Traumatismo en riñones, y nervios y vasos sanguíneos asociados.
10D)-UCHI SHAKUTAKU.- Punto entre los músculos radial y flexor de los dedos.
Efectos similares a SHUKO.
11D)-BITEI.- Base de la columna vertebral.
Traumatismo en todo el cordón espinal, que conduce a un trauma cerebral y a la
pérdida de las funciones motora y sensorial.
12D)-USHIRO IRAZUMA.- Punto central del dorso de la parte superior del muslo
justamente debajo de la nalga.
Traumatismo en el nervio ciático con dolor en abdomen y caderas, y pérdida de
la función motora.
13D)-KUSANAGI.- Parte baja del músculo soleo.
Traumatismo en la arteria y nervio tibiales con dolor en abdomen y caderas.
Consejos de los deportes de contacto.
Luchador diestro: tenemos la misma guardia, giraremos a nuestra derecha. Utilización
del brazo y pierna adelantada en golpes para estudiar su reacción. Terminar las
combinaciones en Low-Kick.
Luchador zurdo: tenemos la guardia cambiada, giraremos a nuestra izquierda.
Contragolpearemos con nuestra derecha y en Low-kick interior para desequilibrar.
Luchador agresivo: lucharemos en retroceso y en desplazamientos laterales. Utilización
del brazo y pierna adelantados para frenar al adversario.
Luchador móvil: cortarles las salidas. Castigar las piernas.
Boxeador: mantener la distancia. Golpes de freno con las piernas. Castigar las piernas.
Pateador: recortar distancias, cuerpo a cuerpo.
Pegador lineal: desplazarse lateralmente. Golpes circulares.
Pegador circular: cerrar la guardia. Golpes rectos por el interior de los suyos. Paso
atrás y contra.
Alto: acortar distancias. Golpear en las piernas.
Bajo: mantener la distancia.
Guardia cerrada: atacar las piernas.
TERMINOS
letra A
Age: ascendente.
Ago: mandíbula.
Ai Hanmi: los dos oponentes con la misma postura de guardia.
Aite: oponente.
Aka: rojo.
Ashi: pie, pierna.
Ashikubi: tobillo.
Atama/e: cabeza.
Ate: golpe seco.
Atemi: golpe.
Awase: simultaneo.
letra B
Barai: barrido.
Bo: baston, palo de 1,80 cm
BU: Combate, guerra, acción valerosa, vivir con valentía, parar o detener las armas.
Budo: vía marcial.
Bushi: guerrero.
Bushido: camino del guerrero, actualmente para la vida.
letra C-D
Chu: medio.
Chudan: nivel medio.
Chusoku: parte del pie.
Dachi: posición.
Dai: grande.
Dan: nivel.
Do: Camino, vía para la realización y perfeccionamiento de uno mismo, equivalente al
TAO chino en el cual va implícito la disciplina y el autodominio.
Dojo: lugar de entrenamiento.
Dori: agarre.
letra E-F-G
Embusen: línea de ejecución del kata.
Empi: codo.
Fumikomi: patada aplastante.
Gammen: cabeza.
Gaeshi: contraataque.
Ge: bajo.
Gedan: nivel bajo.
Geri (keri): patada.
Go: cinco.
Goshi: cadera.
Gyaku: inverso, contrario.
Gyaku hanmi: los dos oponentes con diferente postura de guardia
letra H
Hachi: ocho.
Hachimaki: cinta para la cabeza.
Haishu: dorso de la mano.
Haishoku: empeine.
Haito: canto interno de la mano.
Hajime: adelante.
Hakama: pantalón faldón.
Hambo: porra de 65 cm.
Hansi: gran maestro.
Hanmi: posición ladeada del busto ¾ de la posición frontal.
Hara: vientre
Heisoku-dachi: posición de saludo con los pies juntos.
Hidari: izquierda.
Hikite: retroceso del brazo armado en el costado.
Hira: plano (superficie).
Hiraken: puño de cuatro falanges.
Hiza: rodilla.
letra I-J
Ichi: uno.
Ibuki: respiración abdominal.
Ikkyo: primer principio de control al brazo (Ude osae)
Irimi: entrar dentro.
Ippon: un paso, un tiempo.
Ippon-ken: puño de un solo nudillo sobresaliendo (dedo índice).
Jitsu (Jutsu): técnica.
Jitte: baston corto de metal con una horquilla de metal lateral en la empuñadura.
Jiu (ju): flexible, ligero.
Jo: lugar, sala, alto, baston de 1,20.
Jodan: nivel alto.
Ju: diez.
Juji: cruzado, cruz.
letra K
Kakato: talón.
Kake: gancho.
Koken (kakuto): dorso de la muñeca.
Kama: hoz.
Kamae: guardia, posición de guardia, orden de guardia.
Kamiza: sitio de honor del dojo.
Kansetsu: articulación.
Kansetsu Waza: técnicas de luxación.
Kara: vacío.
Kata: forma, combate imaginario, hombro.
Kakate: muñeca.
Keage: patada en percusión, en latigo.
Keiko: golpe con los dedos unidos como un pico.
Keito: canto interno de la muñeca por el pulgar.
Kekomi: patada proyectando el peso corporal.
Ken: esapada.
Kendo: via de la espada japonesa.
Kentos: nudillos de los dedos índice y corazón.
Ki: fuerza vital.
Kiai: estado de maxima tensión que se resuelve con una exclamación.
Kiba: jinete.
Kiba-dachi: posición de jinete.
Kime: concentración máxima de potencia en un punto.
Kin: bajo vientre.
Kiri: cortante.
Ko: pequeño.
Kote: torsión.
Kokutsu: atrasado.
Kokutsu- dachi: posición atrasada.
Kosa-dachi: posición de las piernas cruzadas y atrasadas.
Koshi: base de los dedos del pie.
Ku: nueve.
Kuatsu: técnicas de reanimación.
Kubi: cuello.
Kumade: mano en forma de garra de oso.
Kuzushi. Desequilibrio.
Kyuso: puntos vitales.
letra M-N
Ma: distancia.
Mae: de frente, frontal.
Mawashi: circular.
Migi: derecha.
Morote: doble, con dos brazos.
Mune: pecho.
Nage: proyección
Nage waza: técnicas proyección.
Nakadaka-Ken: puño del nudillo en medio sobresaliendo.
Ne: suelo
Ne waza: técnicas de suelo.
Neko: gato
Neko ashi dachi: posición de gato.
Ni: dos.
Nukite: mano en punta.
letra O-R
Obi: cinto.
Omote: por delante del oponente (yang, positivo, frente, anverso, cuando se percibe el
ataque antes)
Osae: empujar hacia abajo, inmovilizar.
Rei: saludo, orden.
Ritsurei: saludo de pie.
Renoji dachi: posición en “L”.
Renzoku waza: técnicas combinadas.
Roku: seis.
Ryote: los dos, ambos.
Ryu: estilo, escuela.
letra S
Sabaki: esquivar.
Sai: arma punzante con dos guardas hacia fuera.
Samurai: guerrero japonés.
San: tres.
Sanchin dachi: posición del reloj de arena.
Sankaku: triangulo.
Seiken: puño.
Sempai: alumno aventajado.
Sen: iniciativa.
Sen no sen: iniciar la acción anticipándose a la iniciativa del adversario.
Sensei: “al que hay que observar” profesor.
Seiza: posición de rodillas.
Sichi: siete.
Shihan: gran maestro.
Shiho: cuatro direcciones (shiho nage)
Shiko dachi: como en kiba con los pies hacia fuera.
Shime waza: técnicas de estrangulación.
Shinaí: espada de bambú.
Shite: atacante.
Shiro: blanco.
Shomen: cara.
Shuto: canto de la mano.
Sokuto: lado externo del pie.
Soto: exterior.
Sukui: acción de cuchara.
Sune: espinilla.
Sutemi: abandono, movimiento de sacrificio
letra T
Tai: cuerpo.
Tai Sabaki: esquivar con el cuerpo.
Tanbo: porra de 50 cm.
Tandem: centro de gravedad del cuerpo dentro del mismo a la altura del ombligo.
Tanto: puñal japones sin guarda.
Tate: vertical, de pie.
Tsumasaki: punta de los dedos de los pies.
Te: mano.
Teisho: base se la palma.
Tettsui: puño de martillo.
Tobi: saltar.
Tori: atacante.
Tsuba: guarda de la espada.
Tsuki: puñetazo directo.
letra U
Uchi: golpe indirecto, interior.
Ude: brazo.
Uke: bloqueo, parada, el que defiende.
Ukemi: forma de caer correcta.
Ura: revés, opuesto, hacia la espalda del oponente (yin, negativo, pivotar, cuando el
ataque se percibe tarde o cuando omote fracasa)
Uraken: revés de puño.
Ushiro: hacia atrás
letra W-Y-Z
Wa: circular.
Wakizashi: katana corta parte del daisho (juego de katanas que porta un samurai).
Waza: técnicas.
Yama: montaña.
Yame: orden de alto.
Yari: lanza.
Yo: cuatro.
Yoko: lateral.
Zanshin: espíritu en alerta.
Zarei: saludo en seiza.
Zenkutsu dachi: posición adelantada.
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