pdf En torno a la autoría de "Los nobles cómo han de ser"

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EN TORNO A LA AUTORÍA DE LOS NOBLES
CÓMO HAN DE SER*
YSLA CAMPBELL
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Aunque don Emilio Cotarelo y Mori publicó en su tomo VIII de las obras
de Lope Los nobles cómo han de ser, Morley y Bruerton la incluyen en su lista de
"Comedias de dudosa o incierta autenticidad", y al final la colocan en una lista
de "Textos que no son de Lope" y no la fechan.1 Asimismo W. L. Fichter indica:
That the play is not Lope's is also apparent in the general tone of the work, in
some of the characters (Don Luis; Alano, the gracioso: Solodora, the heroine
—the ñame incidentally, is not one that Lope would have used), and in the
language (note, too, the faulty rhymes: recoja, cosa; insufrible, pique; etc.). It is
undoubtedly a work of the post-Lopean period.2
J. Homero Arjona,3 por su parte, basado en que esta comedía contiene
rimas andaluzas, también considera que no fue escrita por Lope.
Las anotaciones de Cotarelo sobre el texto nos hablan de erratas, omisión
de versos, pasajes viciados por falta de rima, versos incompletos, partes
alteradas, versos largos o cortos. Cotarelo señala alrededor de diez casos de
problemas en la rima, cinco de ellos con falsas rimas andaluzas. Situación que
le hace anotar en la jornada tercera: "muy enmendada parece haber sido esta
comedia".4
En principio, la lectura de los parlamentos en los que se plantea una
tipología del personaje, en este caso del secretario —aunque también a lo largo
de la obra se alude al criado (lacayo) y luego a su ascenso como bufón— nos
* La realización de este estudio debe mucho a la memorización de la adaptación de
El perro del hortelano, por el papel que realicé como la condesa Diana en la Compañía
de Teatro Clásico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
1
Cronología de las comedias de Lope de Vega. Gredos, Madrid, 1968.
2
"The Chronology of Lope de Vega's Comedias, with a Discussion of Doubtful
Attributions, the Whole Basedon aStudy ofHis Strophic Versification. By S. Griswold Morley
and Courtney Bruerton". The Romanic Review, XXXIII, 2 (April, 1942), p. 209.
1
"False Andalusian Rhymes in Lope de Vega and Their Bearing on the Authorship of
Doubtfiíl Comedias". Hispanic Review, XXIV (1956), pp. 304-305.
4
Obras de Lope de Vega (ed. Emilio Cotarelo y Mori). RAE, Sucesores de Rivadeneyra,
Madrid, 1930, t. VIII, p. 129.
[51]
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recuerda a Teodoro, secretario de la condesa Diana en El perro del hortelano.'5
Dice Alano, el gracioso, a don Luis en su nuevo oficio de secretario de la
duquesa Solodora (aunque el texto es largo, es necesario reproducirlo in
extenso):
diga, ¿con el nuevo estado
tiene algún nuevo cuidado
de aquellos que amor reparte?
Mas si tendrá, porque apenas
vi secretario en comedia
que sin temer su tragedia
no estuviese a manos llenas
amante y favorecido
de la tal Reina o Duquesa,
aspirando a grave empresa
con pensamiento atrevido;
y así, por cumplir ahora
con la ordinaria corriente
ya estará de amor doliente
por causa de su señora. [...]
Afuera, vil cobardía,
que en comedias jamás vi
un secretario que así
tuviese la lengua fría;
antes, todos atrevidos,
suelen echarse al través
y apenas se pasa un mes
cuando pasan a maridos;
comedia tu amor parece,
haz, pues, que en esto lo sea (I, p. 107).
El secretario tipo, pues, cumple la función de galán en un contexto de
relaciones amorosas, en principio, interestamentales, que se verán solucionadas
en un periodo breve. En ambas piezas las damas pertenecen a la nobleza (la
duquesa Solodora y la condesa Diana) y las dos tienen a su servicio secretarios
de los que se enamoran. De ahí que se plantee la problemática del amor, como
parte de la naturaleza, frente a las convenciones sociales: naturaleza y apariencia
5
Lope de Vega, El perro del hortelano (ed. David Kossoff). Castalia, Madrid, 1970.
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son los dos polos que entran en conflicto en las dos piezas. Expresa don Luis:
"porque es cosa natural / apetecer la belleza" (ídem), y dice la condesa: "es el
amor común naturaleza" (I, v. 329). Sin embargo, nos encontramos ante una
problemática social que se plantea de inicio, pues se presenta una relación
afectiva entre amos y vasallos:6 don Luis reflexiona: "...ponerme yo en amores
/ y a mi dueño pretender, / arguye deslealtad..." (I, p. 108); y Teodoro se
pregunta: "¿vos a quien amas servís?" (II, v. 1292). De tal forma, ambos
protagonistas son conscientes de su desigualdad y ello los detiene para dar
cauce a sus amores. Expresa don Luis: "pero acobarda mi empresa / el verme
tan desigual" (I, p. 107); y Teodoro: "el intento es loco", "sobre pajas humildes
/ torres de diamante hacéis" (II, vv. 1280 y ss.). Ante tal circunstancia encontramos algunas analogías míticas entre los galanes de ambos textos y Faetón
e ícaro. El marqués se refiere a don Luis como "Faetontes suelen ser estos
privados, / él morirá como otros despeñados" (II, p. 114); y dice Teodoro
refiriéndose a sí mismo: "pintaron a Faetonte / y a ícaro despeñados" (I, vv.
819-820).
Ahora bien, ese atrevimiento del galán-secretario a que alude el
parlamento, se refiere, en el caso de las comedias estudiadas, a la transgresión
social que implica borrar mediante el amor la diferencia de jerarquías, el decoro.
Pero esto lo veremos adelante, lo que me interesa ahora es notar el papel activo
de la mujer en estas comedias.7
A pesar de que hay cierta misoginia en ambas obras, pues de acuerdo con
las convenciones, la mujer, en repetidos parlamentos de distintos personajes,
es considerada como débil, flaca, mudable, y las propias protagonistas manejan
un concepto de sí mismas en ese sentido,8 esta concepción es subvertida
mediante sus acciones. Aunque la pusilanimidad no es la característica de don
Luis, y la duquesa palidece frente a la figura de la condesa Diana, toma
iniciativas que permiten el desarrollo de algunas acciones y el desenlace: cuando
6
Es preciso señalar que en el caso de Los nobles hay un tratamiento del tema diferente,
pues desde la segunda jornada ya encontramos a don Luis convertido en duque de Viena. No
obstante, su convicción profunda sobre los valores de la nobleza, también lo colocan ante la
disyuntiva de ser fiel a sus principios y a las convenciones sociales o entregarse al amor de
la dama.
7
Vid. sobre el papel de la mujer y la ficción, R. O. Jones, "El perro del hortelano y la
visión de Lope", Lope de Vega: el teatro II (ed. Antonio Sánchez Romeralo). Taurus, Madrid,
1989, pp. 323-331.
8
En Los nobles manejan esta idea Alano y don Luis: vid. II, pp. 114, 117; y la propia
duquesa, III, p. 130; en El perro del hortelano, en el caso de la condesa, vid. I, vv. 807-809;
también hay varios ejemplos de esta idea en Teodoro y Tristán: vid. II, vv. 1489-1490, 1689,
1750, 1756.
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don Luis se aleja, ella le envía un papel, y al final su treta para conseguir
casarse con don Luis, quien, como Teodoro, se resigna a perder a la dama, desencadena la acción que culmina en el matrimonio. Por su parte la condesa,
como ha señalado Antonio Carrefio, "es la génesis de la acción: incita a Teodoro, despierta su interés, anula sus pretensiones..."9 No sólo inicia una relación
sentimental con el secretario a través de artificios como decir sus sentimientos
por carta fingiendo ayudar a una amiga, sino que se ofrece en matrimonio.
Nos hallamos pues, frente a una audacia social de parte de los galanes y un
papel muy activo de la mujer en las dos comedias. Asimismo, en ambas los enamorados deben sufrir el tormento de escuchar los amores y avances de los
rivales: en Los nobles, el rey relata a don Luis sus amores con la duquesa
Solodora; en El perro, Marcela cuenta a Diana los requiebros y cualidades de
Teodoro. También en las dos obras las damas participan a sus enamorados que
entregarán al rival sus amores: Solodora dice a don Luis que será del rey;
Diana dice a Teodoro que se casará con el marqués.
Por otra parte, en Los nobles tenemos varias relaciones amorosas que se
presentan en forma de tríadas: el rey, don Luis y la duquesa; el rey, el conde
Aurelio y Diana; el conde Aurelio, Diana y Elena. En El perro, como ha
analizado Antonio Carreño, también hay un sistema de tríadas: Teodoro, Diana,
Marcela; Diana, Teodoro, el marqués Ricardo y el conde Ludovico en una
misma función; Marcela, Teodoro, Fabio; Marcela, Fabio, Anarda. En los dos
textos encontramos que "en cada [tríada] se presenta un tercer personaje que desestabiliza la armonía de las parejas".10 Ello provoca algunas acciones que
Carreño denomina de "encuentro-huída-reencuentro"." Don Luis se aleja de
la duquesa al saber que favorece al rey; Teodoro vuelve a Marcela impulsado
por los vaivenes en el comportamiento de la condesa. Sin embargo, en los dos
casos se finaliza con tres matrimonios: la duquesa y don Luis, el rey y Diana,
y el conde y Elena; la condesa y Teodoro, Marcela y Fabio, y Dorotea y Tristán.
En lo que se refiere al tiempo reducido en que se logra la empresa, hay
que notar que la alusión a un mes llama la atención, ya que en El perro, es
justamente el término que da Teodoro de su enfermedad de amor. Dice a la
condesa: "pues del peso de mis dichas / caí, como sabe, enfermo / casi un mes
en una cama..." (vv. 2184-2186).
También hay en Los nobles una semántica del decoro, pero el autor se
cuidó de repetir esquemas, si bien la duquesa debe guardar el decoro por la de' Introducción a su edición de El perro del hortelano. Espasa-Calpe, Madrid, 1991,
p. 17.
u
'Ibid.,p. 19.
"ídem.
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sigualdad social de don Luis, tal situación se soluciona rápidamente en la
jornada segunda, con el ascenso del galán a duque de Viena, otorgado por el
rey, con lo que se plantea la problemática de la fidelidad de éste al monarca.
En lo sucesivo, es el galán quien debe guardar el decoro —en el sentido que le
da Covarrubias de "respeto y mesura que se deve tener delante de los mayores
y personas graves"—I2 a sus principios de noble y leal vasallo de un rey rival
que no sólo le ha confesado su amor por la duquesa Solodora, sino le ha pedido que interceda en sus amores. La condesa, por su parte, debe guardar el
decoro a su propia honra al amar a un secretario que también ascenderá en la
escala social, pues mediante una ficción llega a suplantar al hijo perdido del
conde Ludovico. La desigualdad social, en ambas obras, pues, se resuelve
mediante el ascenso de los galanes: don Luis ama a la duquesa y llega a ser
duque; Teodoro ama a la condesa y llega a ser conde.
Veamos ahora la semántica del engaño. Dispuesta a todo por el amor del
rey, Diana se finge Solodora y entrega su castidad al rey Federico a cambio de
una escritura y una sortija. Al ver cuestionado su honor por el rey engañado, la
duquesa Solodora decide actuar y dice a su hermana Diana: "Vendrás conmigo
mañana / a palacio, do has de ver / lo que sabe una mujer, / cómo finge y cómo
engaña" (III, p. 128). Embozada frente al rey le relata que don Luis la gozó
bajo la promesa de casarse. Al descubrirse la mentira de Diana, el rey concierta
debidamente los matrimonios. Pero tanto Solodora como don Luis saben que
aquello es una simple argucia para llevar a buen puerto susfinalidadesamorosas.
Sobre el procedimiento de gozar lo desigual o prohibido, tenemos que en El
perro, Teodoro aconseja a la condesa que si la supuesta dama a quien ella se
refiere ama a un hombre bajo "haga que con un engaño, / sin que la conozca,
/ pueda gozarle" (I, vv. 1125-1127). Por otro lado, la invención de Tristán de
hacer creer al conde Ludovico que Teodoro es su hijo perdido, es lo que permite
el ascenso del secretario y luego su matrimonio con la condesa. Sin embargo,
es un engaño consciente, ya que la revelación de Teodoro a la condesa de la
verdad sobre su origen, y la aceptación de ésta de continuar con sus planes
matrimoniales, la hacen cómplice. Si en Los nobles tenemos que la duquesa,
su hermana, y don Luis saben la verdad de los hechos, en El perro nos hallamos con que Tristán, Dorotea, Teodoro y la condesa también conocen el artificio.
La semántica del engaño, el "con arte se vence todo" de Tristán, es el motor
que permite el desenlace de ambas comedias, de tal forma, el arte dentro de la
acción modifica las reglas sociales del juego.
Por otra parte, en Los nobles, hay dos personajes que cumplen funciones
12
Tesoro de la lengua castellana (ed. Martín de Riquer). Horta, Barcelona, 1943.
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muy específicas: el conde y el marqués son rivales políticos de don Luis. Ante
el ascenso de éste como privado del rey, las bajas pasiones hacen presa los
ánimos de tales nobles. Ambos consideran a don Luis como un advenedizo
que los ha desplazado y lo llaman "hombre apenas conocido", "escuderillo",
"Faetontes". Y dice el conde: "A fe que si mi industria vale, / don Luis perderá
del Rey la gracia", y el marqués responde: "En todo estaré, conde, propicio"
(II, p. 114). Por su parte, Alano los califica de "dos Judas [...] / que alguna
quimera trazan" y los denomina "moscas y moscones / de nocivos lisonjeos",
"traidores" (II, p. 121). El conde traza el engaño de decir al rey que don Luis,
por envidia, hechizó a la duquesa y a su hermana, hecho que provoca la duda
y luego la certeza del rey sobre la maldad de don Luis. Al final la perversidad
del conde es descubierta en público.
En El perro del hortelano también aparecen un conde y un marqués como
pretendientes legítimos de la mano de la condesa. Consideran a Teodoro un
criado atrevido, y, aunque son rivales, al sentirse desplazados por el secretario,
se unen y planean su muerte. Dice el conde Federico que Teodoro "ha de
morir" (III, v. 2402) y pagan a un rufián para que lo mate. Tristán los denomina
"los dos batanes" (II, v. 1745). Por otro lado, ambos aparecen como personajes
ridículos, ya que contratan a Tristán, el criado de Teodoro, quien fácilmente
los engaña. Asimismo, en particular el estilo gongorino del marqués nos lo
presenta como un personaje burlesco. Ambos, al final, se quedan con un palmo
de narices y su maldad es descubierta en público.
Por otra parte, hay una serie de relaciones en el manejo de algunas
imágenes y determinado léxico. En Los nobles desde la primera jornada, se
presenta a la duquesa de caza y el rey Federico se refiere a ella como "ninfa
hermosa de los bosques" (p. 102). Esto nos recuerda la analogía mítica que se
establece entre la condesa Diana y Diana cazadora. Diana, cuya etimología
significa "luz diurna" es equiparada al sol. De igual forma, Alano y el rey
llaman "soles" a los ojos de Solodora (I, pp. 105, 119, 120). Asimismo, los
astros admiran la belleza de la dama; dice el rey a la duquesa: "deten el ligero
curso; / mira parados los orbes / a contemplar tu belleza, / tus gracias y
perfecciones; / no me mates dueño mío, / porque ausente de tus soles / todo es
noche..." (I, p. 102); y en El perro expresa Ricardo: "...y hácesla sol con razón,
/ porque el sol con sus caminos / va pasando varios signos, / que sus pretendientes son" (II, vv. 1235-1238). Los signos del Zodíaco, los astros, son
pretendientes de las damas que metafóricamente se comparan con soles. Resulta
curioso que en Los nobles también aparezca un personaje con dicho nombre,
Diana, sólo que en esta comedia se trata de la hermana de Solodora quien, de
igual forma, realiza una cacería amorosa.
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Solodora, al igual que la condesa Diana es concebida como un hielo (II,
v. 1617, 1620); la duquesa se queja de que Luis la olvide y de encontrarlo
"...helado cuando me quemo" (III, p. 125). Las mismas imágenes son usadas
en El perro por la condesa: "y aunque me hielo, me quemo" (II, v. 1982); y
Teodoro dice a la condesa: "...si cuando ve que me enfrío / se abrasa de vivo
fuego, / y cuando ve que me abraso, / se hiela de puro hielo?" (II, v. 2188).
Hay además otra serie de relaciones textuales que nos parece prudente señalar:
• "estáis sirviendo de espejos" (N, I, p. 102); "le va sirviendo de espejo"
(PH, I, v. 608);
• "Suele la hiedra lasciva / los olmos apetecer" (N, I, p. 108); "una mujer
/ es en un olmo una hiedra" (PH, III, vv. 2741-2742);
• que mis partes fueran más / o menos fueran las vuestras" (TV, I, p. 113);
"porque quisiera yo que por lo menos / Teodoro fuera más, para igualarme, / o
yo, para igualarle, fuera menos" (PH, I, vv. 336-338);
• "Regalos cuya dulzura / los venenos encubría, / que ahora bebo en el
vaso / de mi esperanza perdida" (N, II, p. 117); "Yo te digo / que no hay vasos
de veneno / a los mortales sentidos, / Teodoro, como los ojos de una mujer"
(PH,ll,vv. 1781-1785);
• "con locos pensamientos, / vanos" (TV, III, p. 123); "tras tantos locos
pensamientos vanos" (PH, II, v. 2077);
• "quede para loco y necio" (TV, III, p. 126); "porque uno es loco, otro
necio" (PH, II, v. 1610).
El rey Federico habla de la enfermedad del amor y se halla melancólico
(I, p. 106), y Teodoro cae un mes enfermo en la cama perdido de amor por la
condesa (II, v. 2185). Asimismo, en las dos comedias se cita a Ovidio (Nobles,
I, p. 106; Perro, I, v. 1030); hay música escuchada por quienes penan de amor:
el rey (I, p. 109) y la condesa (II, vv. 1644-1647); los objetos se animizan al
atribuirles el sentido de escuchar: en Los nobles las calles oyen (I, p. 114); en
El perro, los tapices y las paredes (II, vv. 1450-1451); en ambas aparecen
alusiones negativas al turco: en Los nobles hay una batalla entre turcos y
húngaros donde éstos salen vencedores; en El perro, son los turcos quienes
robaron al hijo perdido del conde Ludovico; ante actitudes inexplicables o
inusuales en las damas en las dos comedias se habla de situaciones sobrenaturales: el rey piensa que Solodora está hechizada cuando embozada le
inventa que Luis la gozó; Tristán habla de "encantamientos" cuando la condesa
da dinero a Teodoro por los bofetones recibidos. Para finalizar, hay dos
alusiones a hortelanos en Los nobles (III, pp. 114, 131).
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Mientras Teodoro, de acuerdo con las apreciaciones de Bruce Wardropper
"se convierte al final de la obra en un hombre íntegro, honesto, veraz, noble",13 el
duque don Luis, en contra de los principios nobiliarios cumplidos fielmente a lo
largo de la comedia, al final acepta laficciónde la duquesa Solodora, comportándose de manera contraria a lo que él mismo ha señalado, pues los nobles deben ser
"puntuales y verdaderos / en cualquier duda o palabra" (II, p. 122). Actitudes que
pudieran permitir cierto nivel de comparación entre ambos personajes.14
Ahora bien, vayamos a las fuentes. David Kossoff, en opinión contraria a
la que sostiene Kohler en su edición de El perro del hortelano, considera
que la novela de Bandello I, 45,15 pudo ser la fuente que inspirara a Lope, como
ocurre en otros casos.16 Curiosamente también hay una serie de coincidencias
entre Los nobles cómo han de ser y la novela de Bandello. En las tres obras los
galanes son secretarios de señores nobles y se trata el tema del amor entre
personas de distintas esferas sociales. En principio Los nobles cómo han de
ser se desarrolla en Hungría y uno de sus protagonistas masculinos es justamente
el rey de Hungría; en el texto de Bandello el personaje femenino es Anna,
reina de Hungría. Por otra parte, igual que en las dos comedias estudiadas, el
amor proviene de la naturaleza y no tiene en cuenta los estatutos sociales,
expresa Filippo: "Ma chi potra por freno o dar legge ad Amore? Chi é che
secondo la debita elezione s'innamori?" (p. 531). La misma reina Anna reclama
a la naturaleza por la situación desigual; dice el narrador: "...incolpó la natura
che in uomo bassamente nato avesse sparso seme che cosí generoso ed alto
core avesse fruttato..." (p. 543). Por otro lado, debido a su menor jerarquía
social, Filippo ama y reverencia de lejos a la reina Anna, incluso ha pensado
jamás revelar su amoroso secreto. Sin embargo, la reina Anna realiza una serie
de acciones que provocan ciertos acercamientos: investiga de cuál de las dos
13
"La ilusión cómica: El perro del hortelano de Lope de Vega", Lope de Vega: el teatro
II Ed. cit, 1989, p. 343.
14
José María Ruano de la Haza considera que Teodoro nunca se ennoblece, que la
revelación de su origen a la condesa se debe a una argucia más para incentivar el amor de ésta.
Tendríamos de nuevo la idea de alejamiento como motor del deseo. Participación oral en el V
Congreso de la Asociación Internacional de Teatro Español y Novohispano de los Siglos de
Oro (Ciudad Juárez, 6-9 de marzo de 1996).
15
Matteo Bandello, Tutte le opere (a cura di Francesco Flora). Arnaldo Mondadori Editori,
4a ri, 1966, vol. I, pp. 525-547. Agradezco al profesor José Fradejas la amabilidad en
proporcionarme el texto de Bandello.
16
En apoyo a esta idea habría que considerar que El perro se desarrolla en Italia, igual
que la novela, y que también hay versos solicitados por la dama, que proporciona el secretario.
Por otra parte, hay varios estudios que demuestran que Lope conocía la obra de Bandello y que
le sirvió de inspiración para distintas comedias. La novela fuente de El castigo sin venganza es
la I, 44; El castigo del discreto, El sembrar en buena tierra, son otros ejemplos.
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damas (ella o su cufiada María) está enamorado Filippo: primero pregunta su
nombre, patria y si es gentilhombre; luego ofrece unas flores para que los
caballeros, en un grupo de mujeres, las entreguen a quien aman —Filippo se
las da a ella—; dirige la conversación al galán, lo recompensa con atenciones,
lo manda llamar para que le sirva como correo en España, y finalmente lo
galardona con la ponderación de sus méritos ante Carlos V. Es decir, que
también en la novela encontramos una participación muy activa de la mujer.
Por otra parte, de igual forma, podemos observar una estructura de tríadas,
aunque más desdibujada, en las relaciones amorosas: la reina Anna, su esposo
Ferdinando el archiduque de Austria y Filippo de Nicuoli; Anna, María y
Filippo; María, Ludovico y Filippo. Asimismo, Filippo "era fatto malinconico
e magro avendone il sonno ed il cibo perduto" (p. 529); y ante el trato diferenciado de la reina hacia Filippo "...molti cortegiani gli portavano invidia
grandissima..." (p. 543). En ambas obras hay un alejamiento de los galanes: en
el texto de Bandello porque se va a España, en el de Lope porque deja de servir
a la duquesa y se va con el rey. Tanto en la novela como en la comedia, los
reyes son quienes elevan la posición social de los protagonistas masculinos:
en la primera Carlos V, en la segunda el rey Federico. Hay, inclusive, algunos
tópicos que también trata Bandello como el asunto del veneno amoroso:
"amoroso veleno che egli con gli occhi beveva" (p. 528).
En conclusión, hay una serie de relaciones y coincidencias entre Los nobles
cómo han de ser y El perro del hortelano: en ambas las damas pertenecen a la
nobleza y tienen a su servicio a secretarios de los que se enamoran; los galanes
ascienden en la escala social; hay finales felices que culminan en matrimonios;
en las dos comedias aparecen marqueses y condes perversos que son objeto de
burla; hay tríadas de relaciones amorosas; en ambas hallamos problemáticas
similares —semántica del decoro y del engaño; un papel activo en la mujer a
pesar de la misoginia—; encontramos algunas similitudes en algunas imágenes
y léxico utilizados.
Los parlamentos de Los nobles en que se refiere una preceptiva en el
tratamiento del secretario y el criado concuerdan con las imágenes y acciones
de El perro del hortelano. Hay una serie de concordancias textuales y temáticas.
Por otra parte, la fuente para las dos comedias parece coincidir con la novela
de Bandello. Las posibilidades que podemos plantear en torno a la autoría de
esta comedia son: o Lope escribió ambas obras, o el autor de ésta conocía El
perro, y finalmente, aunque me parece menos probable, existe la posibilidad
de que Lope conociera Los nobles. Sin embargo, me inclino a creer que el
copista o memorión puede ser el responsable de ciertos errores formales, y
que Los nobles cómo han de ser, muy posiblemente sea de Lope de Vega.
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