En Alsacia lucha encarnizadamente la Infantería

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wmaum'MiáMií MÁ¡m^
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA
Ediciones Mañana, Tarde y Noche.
Madrid-Sábado 23 de Enero de 1915.
AÍÍO XXVI.-NÚM. 20.800.
EN EL ESTE ALEMÁN NO HA VARIADO U SITUACIÓN
En Alsacia lucha encarnizadamente la Infantería
En el resto de l a linea sólo hay duelos de eafión
DOS SISTEMAS
Las naciones han celebrado, en ciudades
pequeñas y felices, asambleas memorables
,donde hablaron hombres eminentes, y tras
W g d s y luminosas detiberadoae», q-uedó acordaá© ea ellas oondjcioniar la guerra, poner á.
salve, en lo posible, la» vidas y h a c i ^ d a s de
los n o <50»i>bati^t€s, dar g a r a n t í a s á los pacíficos y reservar todas las crueldades p a r a ^1
momento de la lucha en que ie disputa la victoria utilizando los m á s tremendos y perfectos sistemas de matar.
No se creía en una conflagración como la
que presenciamos los neutrales. Mas para el
caso de ella ó d e contiendas menos horribles,
fueron pactadais solemnemente humanitarias
convenciones.
En una de ellas se estableció que jamás se
atacaría á ciudades abiertas, y que antes de
procederse aJ bombardeo de una pJaza fortificada, se daría un plazo al veoinda^io para
que, bien huyendo, ya escondiéndose, se pusiera al abrigo de la acción destructora de la
artillería.
Todas esas convenciones fueron aceptadas
y firmadas {x>r Alemania. Y algtunas veces ha
cumplido lo mandado en ellas. Cuando el sitio de Amberes, concedió unas horas de treg u a , a n t e s del ataque á fondo, horas que fue-ron aprovechadas por la pobdadón civH p a r a
i m i r en masa á Holanda.
Los aliados han respetado y respetan con
Bscnqyulosidad los htimanitarios preceptos dé
lais oonvenciones. H a s t a ahora no se pudo
acusarles de nada en contrario. Tienen el dominio de los mares. Cuentan con formidables
escuadras aéreas. Y no abusaron de sus ventajas para destruir urbes indefensas, por medio de ataques de cruceros, aviones ó dirigibles.
,
« ¡ E s que no pudieron!»—dirán los que se
tapan los ojos y los oídos para que la evideibtía no bata en brecha la ciudadela espii^^iaá de sos prejuicios. Sí pudieron, \ vam o s á demostrarlo.
E o d AA-iátioo, la escuadra austrohúngar a no se ha atrevido 5á operación alguna d e
importancia. Embotellada en Pola y Cattaro, a g u a r d a pacientemente una ocasión de renovar los ya secos laureles de Lissa. Y todo
el litoral de la doble Monarquía ha quedado
A merced de la flota anglofrancesa del Mediterráneo,
c
Y esa flota se h a limitado á bombardear
k>s fuertes de C a t t a r o y á impedir que los
i«dreadnoughts» y cruceros de A4jstria-Hung r í a salgain de sus bases navales. Trieste y
F'mme y R a g u s a y otros muchos puertos sig u e » indemnes. Desde ellos se vio com zozobra, muchas veces, cómo los acorazados de
F r a i x i a é Inglaterra navegaban cerca de las
playas, altivos, seguros de su incontrastable
superioridad. Y nunca los poderosos cañones de sus torres blindadas giratorias fueron
enfilados contra los muelles abarrotados d e
"mercancías, las dársenas donde se alinean los
vapores de o o m e r d o y, los edificios que se
adéUfntkn hacia las agiuas adriáticas, mirán• dose en ellas.
y refiriéndonos á Alemania, ¿ es que sus
costas son inatacables? N o hablemos de las
playas del Schleswig-Holstein, defendidas
contra un desembarco, m a s no de un raid cuyos efectos se circunscriban al lanzamiento
de cien bombas sobre poblaciones n o artilladas. ' E n el litoral limitado por los ríos E m s
y Elba, las piezas de 340 milímetros de los
árcadnougkts í n g l ^ e s podrían destruir no po^ ciudades ribereñas, sin que al hacerlo, di^U>s'bu«[u«s corrieran riesgos supremos. ¿ N o
na hftfoUfoNtyurr-cottibate naval, al comienzo de
las hústjfi<teáes,-«1 plena bahía de Heligoland? ^ N o ha_ desafiado Jellicoe, en distintas
ocasibBeé, aprojdnsáíodbse téiaefariamente, á
la escuadra germánica? U n a cosa es el bloqueo continuo, á la antigua—^posible cuando
n o había submarinos ni minas flotantes—, y
otra el moderno, sostenido desde bases estratégicas.
Uña agresión súbita á las costas alemanas
por los b g l e s e s , es siernpre tan posible como
otra á las playas británicas, por los marinos
de Germania. Lo que sucede es que cada beligerante entiende la guerra de una ínanera.
No hace mucho que una flota inglesa, llevando á bordo una escuadrilla de aviones,
acercóse á ese Gibraltar del Norte llamado
isla de Heligoland. Los aparatos se elevaron
de día y se dirigieron á Cuxhaven, v a n g u a r *lia de H a m b u r g o , bella ciudad, célebre por
' ^ sumas enormes que Alemania se ha g a s t a d o en su puerto. Los avjadores ingleses no
«Jcjarpn caer una bomba sobre sus edificios.
Ciñéronse á causar averias á los buques de
Btiierra y á destrozar, m á s ó menos completáb a t e , un gasómetro y algunos c u a r t e l ^ ,
^stvfvieron una lucha con las fuerzas aéreas
•cotonas y luego se volvieron á sus buques,
2"*.l>abían rechazado, mientras, varias e m «•«stidas de los submarincw salidos del ElbaPudieron los hidroaviones de Albión haber
*íTojado cuarenta ó cincuenta proyectiles in« n d i a r i o s sobre Ciixhaven ó sobre el cercano
•"•"^^^urgiQ^ cooáestando asi al bombardeo de i
las ciudades iiiarítinias indefensas de Scarborough, Hartlepool y Whitby, realizado varios días antes por una división alemana de
cruceros rápidos. P e r o sus pilotos tenían otras
órdenes. Y llevaron á cabo, simplemente, una
operación militar.
Aviadores ingleses y franceses han volado
sobre Friedríshafenj á orillas del lago de
Constanza, y sobre Freiburg, en el corazón
áf.i g r a n ducado de Badén. Bombardearon cobertizos de zeppelines y estaciones de aeroplanos. No causaron víctimas inocentes. ¡ Y les
hubiera sido tan fácil asesinar á unos cuantos
hombres, mujeres y niños!...
*
Los aviadores alemanes han matado á infinidad de infelices en París, Dunkerque, N a n cy, Calais, Armentieres, Hazebrouck, Amiens,
Amberes, Ipres, Varsovia, Lodz, Lowicz y
otras {joblaciones de Francia, Bélgica y Rusia. Últimamente, h a n pasado sobre el condado de Norfolk, en la Gran Bretaña, y han
hecho víctimas en Yarmouth, K i n g ' s Lynn
Cromer, Bacton, Sherringham y otras ciudades costeras.
¿Objetivo militar? Ninguno. E n ei caso del
raid de zeppelines las bases navales británicas, los • fuertes, los establecimientos dei
r a m o de guerra, no han suifrido ningún daño.
Cuando el ataque á las playas del D u r h a m
y del Northriding—bombardeo de W h i t b y ,
Scarborough y Hartiepood—.pudieron los \mques alemanes subir algo más, y penetrando
en el Firth of Forth, atacar á Rosyth. N o
k> hicieron. E s t a b a dentro Jellicoe con sus
dreadnoughts.
Y se oontenitaron ocm la destrucción de un gasómetro, un h o t d , a^Uinos
balnearios y unas cuanitas casas, y con la
muerte de ochenta ó cien infortunadas, niños y mujeres en su mayoría.
La otra noche ha sucedido algo igual. L a
escuadrilla aérea teutona pudo, remontando
el Támesis, aniquilar la estación de Sheemes,
en la isla de Sheppey, ó el importantfeimo
Woolwicli. U n o de sus aeroplanos fué visto
allí cerca, sobre Gravesend. Ni Sheemes vÁ
WooKvich recibieron un solo proyectil. Pero
una pobre m a d í e , que á primera noche, tranquila en su alcoba, dormía, meciéndolo en sa&
brazos, al hijito de su alma, h a sido destrozada—y también la criatura—por un casco d e
bomba.
No creemos que la doble desgracia en cuestión haya aurnemitado las probabilidades de
victoria de las a r m a s invencibles dfel Kaiser.
Y conste que las mismas ciudades defendidas no pueden ser bombardeadas sin previo aviso. Así lo acordaron representantes
de las naciones que se dicen cultas. Asi fué
cumplido siempre.
¿ E s q u e los bombardeos aéreos no son tales
bombardeos? Los aliados creen que si. Y t e niendo aparatos magníficos y aviadores a u daces,^ n o consuman ni intentan siquiera esas
heroicidades ultramodernas.
f
*
Todo vuelo de aviones ó zeppelines sobre
Inglaterra, toda agresión á las poblaciones
abiertas del litoral británico tendrá consecuencias poco favorables para Alemania. Ya, desde Repington, el critico militar de The Times,
á Ramsay M a c Donald, el laborista, piden la
implantación del servicio obligatorio. Kitchener se regxx:ija viendo cómo los alfilerazos—
así llama á esos raids aéreos y marítimos—
aumentan e l número de volunitarios que acuden á inscribirse.
Si los britanos, tan enemigos del cuartel,
tan orgullosos dé sus libertades ciudadanas,
aceptan la conscripKÍión—que puede darles millones de hombres—será debido principalmente á esos ataques imaginados, según dicen de
Berlín, para aterraries...
*
Bueno e s que lodos nos denios cuenta o b ra. Aliados y au&trogermanos tienen de la
g u e r r a conceptos distintos. Aquéllos se atienen á las convenciones p a c t a d a s . Estos no
las observan. Dejémoslo sentado, por si algún
día e s oportuno volver sobre ello.
U campaña austroserbia
Los serbios y sus adversarios.
bio es en g*n€raJ muy duro y de pocas necesidades.
El estado sanitario d d ejérdto serbio es
perfecto; está animado de una moral excelente, y no se encuentra debilitado por enfermedades contagiosas.
.
Al contraró de todo esto, los pooob viajeros qíié llég^: de Hungría haWan de la
desoladón y la miseria que.empiezan á invadir Hungría.
Según los periódicos, Budapest está sin
carbón, y esta privación provoca escenas
casi tumultuosas. El periódico oficial la «Bosniische Post» confiesa que la desoladón e s
tan grande en la capital d e Bosnia, que ame»
naza cambiarse pronto en terror pánico.
En Serbia, la situación permite pensar de
manera optimista. Y así se discurre, tanto en
los drculos políticos como en los militares.
Por d momento no se cree en una nueva
ofensiva austríaca; pero se asegura, sin embargo, que si se produjese un nuevo ataqtje,
éste seria condenado á un fracaso tan completo como todas las tentativas ensayadas
hasta el presente.
.Los acontecimientos de Albania inspiran el
m á s vivo interés. Se hace muy de notar que la
acción llevada contra Essad pacha, que había logrado restablecer algo d orden en el
país, ha sido iniciada m á s bien en interés de
Alemania.»
La nueva derrota turca
Retirada difícil.
i
P A R Í S , 21. El corresptmsal de Le Matin
en Peti-ogrado dice lo siguiente:
«Perseguidos los turcos en su huida hacia
Erzerum, el ejérdto d d Cáucaso logró darles
alcance en la aldea de Jeniken, situada á 23
kilómetros al Norte de Hassan-Kala y á m e dio camino entre Erzerum y K a r a u r g a n .
El 11." Cuerpo de ejército («omano h a sufrido en este combate, de dos días de duración, una nueva derrota.
Este nuevo encuentro es muy significativo
en el sentido de que indicií,que tos rusos hacían presión á la vez sobre los turcos por la
retaguardia y en d flanco derecho, impidiéndole que se retirase hacia las positíones fortificadas de Kaprikeul, en donde hubiera podido oponer cierta resistencia y obligándole á
tomar d camino de Jeniken-Erzerum, en el
cual no encontrará el rrienor punto de apoyo
que les permita atrincherarse para hacer un
movimiento de defensa enérgica.
Los turcos t e n í a n ' e n el teatro armenio de
la guerra d n c o Cuerpos de ejército y caballería kurda.
Estos e r a n : el i." de Constantinopla y los
9.°, io.° y 11.°, acuartelados en Armenia, m á s
un Cuerpo de ejército l l ' ^ a d o de Moroull ó de
Bagdad.
Después de sus derrotas stioesivas, que le
han hecho perder dos Ctierpos de ejército, & t e
queda constituido por.75-000 ú 80.000 hombres, sobre poco m á s 6 menos.
Las operaciones de las flotas aliadas Maman
toda la a t e n d ó n dpi Estado Mayor general
germanoturco, que concentró todas las tropas
cerca de la metrópoli y no p u d o enviar refuerzos á Egipto.
Importantes convoyes áe prisioneros turcos
continúan llegando á TiflisEl 17 de enero, los torpederos rusos del
m a r del Norte han echado á pique una g r a n
g a b a r r a , la Georges, y algunos veleros turcos. »
>>l
De Cuxhaven deben haber salido los zeppe- '
Iines.»
Toda la P r e n s a francesa comenta d raid y
dice que se t r a t a de un nuevo atentado de los
alemanes contra el def«d»o de gentes.
^
Cottientarios de «The Times».
L O N D R E S , ií.'- E l crítico militar áe The
Times, c o r o n d Repington, dice que d raid de*
los 2q>pelines no h a tenido i m p o r t a n d a , y que
debe t r a t a r s e de una prueba.
Afirma también que, sin duda, los alemanes preparan un ataque aéreo m á s serio.
Júbilo en Alemania. Felicitación del Kaiser.
C O P E N H A G U E , a i . Según no'icias de
Berlín, reina inmenso júbilo sn Alemama con
motivo del vuelo de los zeppelines sobré Inglaterra.
"La Prensa hace notar que los zeppelines
han volado sobre el condado de Notfolk, sin
que hayan sufrido la avería más leve.
El Kaiser h a dirigido un telegrama de felicitación al conde Zeppelin.
Le dice en él que es él almirante de sus
flotas aéreasi
La Prensa holandesa.
• A M S T E R D A M , 2 1 . La Prensa holandesa
publica enérgicos artículos condenando H
«raid» aéreo sobre Inglaterra hecho por los
zeppdines.
Dice además que, sin duda, se repetirá éste
en el próximo periodo de noches sin luna.
ficultad de aprovisionarse l e s obligará á ata^
car rápidanMnte.
Las fortificaciones del Canal d e Suez e s t á n
consideradas cwno inexpmgnables.
En tales condiciones, cualquier a t a q u e s e '
considera que fracasará y que no podrá ser
repetido, pues el e j é r d t o britiinico bien prepar a d o perseguirá á las tropas que hayan p o dido escaparse de la línea de fuego, y tendrán
que rendirse "en virtud de la falta de víveres
y agua.
Beduinos que se retiran.
P A R Í S , 2 1 . Dicen de El Cairo que, según
los relatos de los refugiados de Siria, los soldados turcos se hallan en un estado de a g o t a miento completo. Carecen de alimentos, d e
r t ^ a s y de calzado.
Los camellos se mueren de cansancio.
Veinticinco mil beduinos reclutados en He*
bron se han vuelto á sus aduares, declarando
que el conflicto actual no es la g u e r r a s a n t a .
Un vivo descontento reina entre las t r o p a s ,
especialmente en las de Anatolia.
Los oficiales alemanes, en sus informes á
Berlín, no aconsejan el a t a q u e á Egipto con
tales tropas.
Un refugiado oyó decir á un oficial apellid a d o von Koffmann: «Se nos h a ordenado
a v a n z a r ; pero vamos á una muerte segura.»
N o son buenas las relaciones entre tos oficiales alemanes y los oficiales turcos.
La invasión de Eaipto
El asalto de Cracovia.
P E T R O G R A D O , 2 1 . E n Polonia la barta11a continúa en la orilla izquierda d d Vístula,
p e r o hay pocos cambios que señalar.
A consecuencia de un contraataque nooturw
no, los rusos han reconquistado uma trincher a que los alemanes habían tomado cerca d e
la aldea de Humin.
Todo los alemanes q u e ocupaban la trincher a fueron muertos.
Al Sudeste de R a w a los alemanes ham i»tentado dos veces tomar la ofensiva i to l a r .
g o d d frente Goiki-Visowka; pero tos r e flectores de tes rusos tos descubrieron y fueron' diezmados por la artillería y las descarga*
d e las fuerzas de iftfan4«-la.
Al Este de Pietrokov un automóvil blindado alemán ha sido destrozado por tos proyectiles rusos.
Dioese <pe d p'<rf)ern)ador de Cracovia h a
ordenado la e v a c u a d ó n parciíd de la diidad
y de sus barrtos extremos. L a s mujeres, tos
viejos y los niños tienen un plazo de dos áiaa
p a r a salir. L o s Bancos se han trasladado á
Viena.
I
Dicese q u e en Cracovia faltan aprovísioaaimientes.
pomienzo de disensiones.
L O N D R E S , 2 1 . Desde El Cairo telegrafía al Daily Chronicle su corresponsal tspe^
dal:
«La asodación, en Siria, de los turcos y de
los alemanes es pKXX> satisfactoria, y la estación durante la cual es posible realizar una
expedición contra E g i p t o toca casi á su término.
I n d u s o d gerraanófilo exaltado Djemel p a cha, q u e manda d ejército de Invasiónf Comienza á desilusionarse.
Me asegnjLra, eai efecto, persona bien er»terada, que se halla molesto con d modo d e
tratarlo los oficiales alemanes.
Pair«3e q u e ha pregomtado al de mayor jerarquía entre esos oficiales, van Falkenberg,
si los alemanes n o se conslderaiban suficienitemente satisfechos con la influencia alcanzada
en Constantinopla, y ha .jurado q u e si vom,
Falkenberg pretendía darte órdenes ó actuab a en contra de sus instrucciones, él abandonaría su ejército y se volvería en ed a c t o á
Constamlnopla.»
El Canal de Snez.
Las operacicnes rusas
M I L Á N , 2 1 . Publica d Corriere deUa Será
Los rasos en Plc^k.
un t d ^ r a m a de Suez, que dice:
P E T R O G R A D O , 2 1 . La admimsrtradáíf
«El 29 de diciembre se presentó un oficial
rusa funciona de nuevo en Ptodc, á oriUas d d
turco al gobernador de T o r (en d golfo d e
Suez, en la costa de la península d d Sinai) Vís.ttila.
Se ha restablecido d servido die automóivi*
ijitimándole la rendicióri de la d u d a d .
les
entre dicha d u d a d y Varsovia.
El g<:*ernador quiso telegrafiar á S u e z ;
pero vio que había sido ocM^da la Umea tdev
gráficá. EJ parlamentario había sobornado á
Soldados bdades.
los vigilantes de la línea, que cortaron los
jROMA, 22. Dtoen de Viena qu^ d frltt
hilos.
en los Cárpatos es horrible.
Entonces d gobernador envió utia ooniuniDías pasados se les h d a r o n los pies á s<S
cación por medio de u n a barca, á Gemsali,
scddados
de un regimiento austriaco de Inen la coata de África, p a r a informar aJ iefe
fantería.
de las tropas.
DiarianrKnte son encontrados, muertos d r
P e r o la barca fué detenida por un crucero
inglés, d cual, enterado de la cuestión, mar- frto en sus puestos, numerosas centinela»- ^
Las operaciones están • ^ a l i z a d a ^ "^ *•
chó á T o r para tranquilizar á la d u d a d .
^^ tomaAr.
Los beduinos y los turcos, en númett» d e región carpatense.
20.000, con oficiales alemanes, se han retiraLos rusos y lc« austrohúngaw*'
jT " « » o
Crecida áti Rhin.
d o á Ñachi, en el centro de la península.
c u a r t d e s de invierno, y soto •* ™
las e *
B A S l l L E A , 2 1 . El Rhin, á causa de las
Un fuerte oontingienté se encuentra todavía caramuoean.
últimas nevadas, h a experimentado una
en El Arisch.
g r a n crecida.
. '
El canal se halla bien g u a r d a d o , y se cree
La Coml^tomisióp-S'Pi«si>iJ««««»
transpcw-tes
fluviales
están
s
u
s
^
n
Los
que no hay que temer nada.»
P A R Í S , 2 1 . y b a MjüwmsuJo 1^^ « " * «
didos.
í » h a reuniíictósníiai.
Avance próximOé
Las aguas cubren muchos m u d l e s d e mermÜMs*ro.f'«Qe se prononia ^ « s e M a r un p « x
L O N D R E S , 2 1 . El «Daily News» ( » ^ cancías.
^®*t,*^v^auír>an.tan(to &» bonos d e la D e «Ha llovido m á s abundantemente *? estos
Coacentración.
r^^
Scional, y o t r o reiatrvo á u n a emásíéo
t
r
e
s
últimos
meses
que
en
l
o
s
.
¿
"
c
/
'
*
^^'
A M S T E R D A M , 2 1 . L o s alemanes hacen
teriores,
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grandes concentrad<me« de tropas á lo larTf^^r»iSión dio su oonsentamiento.
g o de la frontera holandesa, por la psu-be en d d e s i s t o efe A r a ^ ' ^ o X a r ^ S á s " ^ " :
g j ^ d i a a d o el estado de la industria.
Clon favorable, ^ ^ ^ r a r q » e d avance d d
de Westíalia.
p
^
R I S , 2 1 . L a Comisión d d Comercio yi
Dicen que e s porque d e ««se modo facili- poco tiempo, es « ^ ^ * ^ ^ ^ ^ j e S u e « se reali- t a .iMiustria s e h a reunido p a r a estudiar la«
ejercite
t
u
í
w
s
g
o
s
quince
d
í
a
s
k>
m
á
s
tarde,
tan el aprovisionamiento.
zara de aquí qy^ hace supcmer próximo e? - e d i d a s q u e dd>an ser t<wnadas, con objeto
Beriín sia ómnibuS'aatomóvOes.
U t r a r ^ dificultad q u e e n c u a i t r a n los t0- d e ' d e s a r t o a a r el comejx^io y la i n d u s t ó a de
A M S T E R D A M , 2 1 . L a autoridad mili- avance í^^^^p^Qgj, gy ejército, en el cual laS praaicia, resitaurar las industrias aj-ruaoiadae .
tar ha e m b a r c a d o todos los ómnibus-auto- ^
I ^ e s son tan numerosas qae c o r r e r á pcwr la invasión y fabricar en territorio fraamóviles de Berlín. ,
j ^ i g r o d e la desaparición tokil de s u s íu*"" ofe tos productos que eran importadosi ,d»
Los va á dedicar al transporte de tropas. %, q u e se d e v a n á 12.000 iKMnhres.»
Alemania y Ausíria.
El frió en los Cárpatos
La situación en Alemania
P A R Í S , 21. El corresponsal de «Le M a tin» en Nich escribe á este periódico:
«Después de los últiinos esfueo-stos realizados por d e j é r d t o serbio, y q u e ha terminad o con la derrota m á s ocMnpleta que Austria
haya sufrido mwica, Serbia ha puesto manos
á la obra de rehacerse y prepararse á nuevos acontecimientos.
Fueron diez y ocbo las bombas.
Según las inform: :-'^''"*^ oficiales, austríaP A R Í S , 2 1 . Según .noticias de Lond-^'
c a s y las estadísticas ; ¡bias, los austríacos las bombas arrojadas por los zcppdin^ ®"
tenían á iines de octubre 150.000 hombres Inglaterra fueron 18.
fuera de combate.
Sobre K i n g ' s Lytw cayea-'n s » t e
Sobre Yarmouth, cuatrrDespués d e esta t e d i a hay que a u m e o t a r
Sobre Sherringlam, a»atroesta cifra con 60.000, y añadir o t r o s 60.000
Sobre Dersinglam, «naprisioneros hechos por los sertwos.
Sobre Günstófl, una.
De e s t a suerte, d número d© los austriaLa Temps dioe que dé» t r a t a r s e de un enoos fuera de combatie se deva. á 270.000 homsayo y q u e faltan o o t í d a s q u e p«-mita» darse
bres, ó sea cinco Cuerpos de e j é r d t o .
P o r Viu p a r t e , los serbios han sufrido i g u a l - cuenta de lo sucedido con exactitud.
«Los alemanes—agrega—han querido « n
mente pétxüdas considerables; pero gracias al ,
vigor de la raza, las heridas de sus soldados J duda probar que d raid mglés sobre Cu^d»a s cieri;ao j p u ^ r á p á d a n a o o ^ £ t aoidodo IIBP> 1 v)w «> *» te^ía oawa**? graa daéo.
El <raid> aéreo atemán
Diflcoltades iosoperables.
E L C A I R O , 2 1 . Los oficiales a t ó n a o r a
que organizan la invasión de Egipto han p r o testado cerca, de Constantinopla contra d
avance de las pocas fuerzas de q u e disponen
ix> yx, .0= ,^,^v«i« . 7 t , „-*..aU»<i
y en las condiciones de organización a ^ ^ *
La Puerta
Puerta h
h aa dado
dado por
por i m c a r e s p u e s U J a
ordesi d e que dicho avafloe debe ó « : t u a r ^
inmediatamente y á toda costa.
, .. •
A medida que la concentración d d ejército
turco en d Sur de Palestma hace p r o g r ^ o s ,
kis dificultades de transporte y <í« .g"J*^'*'***
namiento s o n c a d a día maywe». Soto hay un
^ m i ^ o l o r donde puedan fuerzas i m p o r t a n t e .
£1 minJstaH) de Obras públicas.
P A R Í S , 3 1 . Ante la ComiMÓn de O b r a »
púbtócas h a tnfOTmado d mitiistro d d ramo*
E s t e dijo que, á causa de la guerra, fund o j i a b a nauy k f ^ u l a r m e n t e d s e r v i d o d o
tremes, y que había < ^ estudiar la c»iesHo«
' tremes, y que IK*"»» H ^ -•'
~
• . j ^ transportes iirtejriores por aguaJ
^^^^^^^ ^ ^ O e U t r a l e S
Lo que dice im yanqui.
N U E V A Y O R K , 2 1 . The New York Tjf*
mes oubfica u n a nueva c a r t a d d rector de l a
Universidad de H a r w a r d . El autor msiste eft .
la responsabilidad contraída fwr Aáemaxua, ^ .
^ ««^^k^dD»
S t a U M « Í deierto, i « e t ó r a . tanto. U duI t«mu>« d«aeadw
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