CAPÍTULO IV LEYES NACIONALES DE MAYOR RELEVANCIA CONSIDERANDO SU APLICACIÓN EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES La legislación aplicable a nivel nacional es principalmente sectorial. Solamente a partír de los años 80 se han sancionado normas que protejan los recursos naturales o el ambiente en general. La misma, presenta superposición y vacíos, que deberán ser subsanados a partir de la sanción de las normas que se vayan dictando que mejoraran las situaciones existentes. Es esencial y relevante la recopilación y análisis de las normas nacionales que se aplican ipso iure en la Provincia de Buenos Aires. Trataremos aquí la Constitución Nacional, las leyes de Presupuestos Mínimos, los Códigos de fondo, como así también otras normas sectoriales que regulan los distintos elementos del ambiente o recursos naturales en particular. CONSTITUCIÓN NACIONAL. ARTS. 41, 43 Y 124. La reforma de 1994 incluyó en la Constitución el derecho de todos los habitantes a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano siguiendo la práctica de otras constituciones extranjeras y provinciales, lo que convierte en enumerado a un derecho que antes era implícito (Arts.41 C.N.). Pero además se le impone a esos habitantes el deber de preservarlo. Ese deber se convierte en una carga pública que habilita a todos los habitantes para hacer efectiva la preservación con todos los medios jurídicos y materiales que sean necesarios. En consecuencia, todo habitante estará legitimado para accionar en defensa del ambiente propio y ajeno. Incorpora también el principio del desarrollo sustentable. Impone la obligación de recomponer el daño ambiental que va a requerir una cuidadosa reglamentación legal porque no está claro quien esta obligado a recomponer y si esta obligación coexiste o sustituye a la obligación tradicional de reparar del código civil (Art. 1.077). No solamente atribuye derechos y deberes a los habitantes. Encomienda al Estado proveer a la protección del derecho al ambiente, lo que implica organizar la justicia ambiental con todo el aparato informativo que demanda e instituir procedimientos ágiles y seguros. Pero, además, le encomienda proveer prestaciones más complejas y costosas como son: La utilización racional de los recursos naturales. La preservación del patrimonio natural y cultural, La preservación de la diversidad biológica La información ambiental, que lo obliga a proveer la que tenga en la materia de un modo organizado y ser responsable por su fidelidad. La educación ambiental. También faculta al Gobierno de la Nación para fijar "los presupuestos mínimos de protección¨ ambiental lo que implica sancionar normas básicas para todo el país y a los provinciales para complementarlas y aplicarlas. Lo que implica que estas pueden decidir imponer o no presupuestos más estrictos en su territorio respectivo. El art. 43 legitima a los afectados, a las organizaciones no gubernamentales inscriptas y a los defensores del pueblo para accionar por vía de amparo en defensa del derecho constitucional al ambiente El art 124 establece que corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio, lo que implica que estas tendrá facultades de tutela y legislativas sobre los mismos, pero no la propiedad de estos, excepto que estén en terreno fiscal. NORMAS SOBRE PRESUPUESTOS MÍNIMOS LEY 25.675 Nº LEY GENERAL DEL AMBIENTE Click aquí para ver la norma La ley 25.675 impone definiciones en materia de derecho ambiental que acentúan la dispersión de la legislación ambiental federal. El 27 de noviembre de 2002, el Poder Ejecutivo Nacional promulgó parcialmente la ley 25.675, general del ambiente . Lo ambiental siempre estuvo legislado en la Argentina. Pero la práctica de normar temas ambientales muy específicos o bien de ir incorporando ingredientes ambientales a distintas leyes generó una dispersión normativa. Otra práctica que aumentó esa dispersión fue la de aprobar innumerables tratados internacionales de sustancia ambiental y tratados sobre otras materias que contienen ingredientes ambientales. El resultado es que se han ido diseminando por todo el sistema jurídico federal argentino muchas normas jurídicas ambientales que solo atienden temas ambientales aislados, frecuentemente contradictorias o redundantes. Ese crecimiento disperso y complejo del sistema agregó muchas normas pero complicó su aplicación y dejó muchos temas sin respuesta jurídica. El sistema jurídico federal argentino del ambiente carece de cuerpos normativos sistemáticos. La ley 25.675 fija los objetivos de la política ambiental nacional e impone definiciones en materia de derecho ambiental mediante la sanción de algunos de los presupuestos mínimos que autoriza el artículo 41 de la Constitución Nacional reformando implícitamente el Código Civil. Es una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental. La ley interpreta que los presupuestos mínimos del artículo 41 de la Constitución Nacional son ―toda norma que concede una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional y tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental‖ (Artículo 6º, primer párrafo), pero no se advierte cual es el objeto de esta interpretación legislativa del artículo 41. Este artículo se refiere lisa y llanamente al presupuesto mínimo de protección ambiental sin agregarle los calificativos de que ―tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental‖ con los que la ley 25675 disminuye su extensión. La ley 25675 no puede reducir genéricamente el objeto de la categoría especial (presupuestos mínimos de protección ambiental) ya que implicaría sustituir el sentido que la Constitución Nacional otorga a esa categoría jurídica que su Artículo 41 crea. Lo que la ley puede hacer es limitar ese objeto para normarlo separadamente como una subcategoría especial, pero no lo hace, sino que establece específicamente presupuestos mínimos de protección ambiental que no siempre encuadran en la interpretación del primer párrafo del artículo 6º. El segundo párrafo del artículo 6º. ordena que los presupuestos mínimos de protección ambiental, en su contenido, prevean las condiciones necesarias para garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general, asegurar la preservación ambiental y el desarrollo sustentable. Como corresponde precisamente a ese Congreso dictar esos presupuestos mínimos, mediante este artículo 6º, el Congreso de la Nación se estaría dando una orden a sí mismo, por lo que tampoco se advierte cual es el objeto de este último párrafo del artículo 6º , por lo que si se suprimiese todo el artículo, la ley ganaría en claridad. Es una ley de orden público, por lo tanto las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto sus normas (Código Civil, Art. 21).1/ Cuando el artículo 3ºdeclara que la ley 25.675 es una ley de orden público excusa a quien alegue que una norma ambiental es de orden público de tener que justificarlo en cada caso. Fue necesario declararlo específicamente porque no hay una norma que someta genéricamente lo ambiental al orden público sino que hay que hacerlo en cada caso, como anteriormente lo hizo el artículo 66 de la. ley 24051. Es una ley subsidiaria de la legislación específica sobre la materia Gran parte de la ley está destinada a la interpretación de esa legislación. A tal fin, el artículo 4º somete a toda otra norma a través de la cual se ejecute la política ambiental al cumplimiento de determinados principios. De ese modo obliga al interprete de tales normas, sean nacionales, provinciales o municipales a tener en cuenta ambas normas, la interpretada y la ley 25675. El artículo 41 de la Constitución Nacional atribuye a los presupuesto mínimos que sancione el Congreso supremacía sobre la legislación provincial. La nueva ley 25.675 va mas allá cuando también le atribuye supremacía sobre la legislación nacional. De este modo se agregan mas pisos a la pirámide normativa. Todo esto lo reitera el Principio de congruencia que establece el artículo 4º de la ley 25.675. El artículo 2º fija objetivos a la política ambiental nacional. lo que obliga al Poder Ejecutivo Nacional a seguirlos, ya que constituyen pautas para la ejecución de normas legislativas que este poder deberá acatar. Claro está que sin perjuicio de las facultades privativas de administrar el país que la Constitución Nacional otorga a ese poder (Artículo 99).Pero no obliga a los poderes provinciales, por cuanto la norma se refiere específicamente a la política ambiental nacional, además, mediante esta declaración unilateral de voluntad, el Congreso de la Nación ejerce la una sana práctica republicana de informar públicamente cual es su criterio en la materia. y así ofrece una mayor previsibilidad a la política legislativa. Aunque esa declaración unilateral no sea una oferta jurídica, tiene el valor de todo acto propio de exposición. Pero es obvio que el Congreso no esta obligado a mantener esa declaración unilateral de voluntad, sino que, como poder legislador supremo, puede cambiarlo. La ley fija principios de política ambiental. La ley 25675 (Artículo 4º) sienta principios básicos que rigen su interpretación y aplicación y la de toda otra norma a través de la cual se ejecute la política Ambiental. Esos principios básicos son: Principio de prevención, que impone la atención de las causas y las fuentes de los problemas ambientales en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se pueden producir. Principio precautorio, que dispone que cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente. El texto legal amplía el Principio 15 de la Declaración la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo(Río de Janeiro 1992) que lo restringía a la falta de certeza científica absoluta. Principio de equidad intergeneracional, que, al disponer que los responsables de la protección ambiental deberán velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras, repite con otro lenguaje el .precepto constitucional (Artículo 41) que determina que el ambiente debe ser apto para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras. Principio de sustentabilidad, que repite con otro lenguaje el principio de equidad intergeneracional cuando dispone que el desarrollo económico y social y el aprovechamiento de los recursos naturales deberán realizarse a través de una gestión apropiada del ambiente, de manera tal, que no comprometa las posibilidades de las generaciones presentes y futuras.Principio de progresividad que impone la gradualidad en prosecusión de los objetivos ambientales. Principio de responsabilidad que no tiene el carácter de presupuesto mínimo de protección ambiental, sino de norma civil puesto que atribuye al generador de efectos degradantes del ambiente, actuales o futuros la responsabilidad por los costos de las acciones preventivas y correctivas de recomposición, lo que reitera el régimen de responsabilidad subjetiva del artículo 1109 del código civil, pero guarda silencio respecto al de responsabilidad subjetiva del artículo 1113 que es mas beneficioso para la defensa del ambiente. Principio de subsidiariedad, que tampoco es un presupuesto mínimo de protección ambiental sino una orden que el Congreso imparte al Estado nacional de que colabore y, de ser necesario, participe en forma complementaria en el accionar de los particulares en la preservación y protección ambientales.Principio de solidaridad, cuya denominación anticipa la imposición de una responsabilidad solidaria entre la Nación y los Estados provinciales que luego no hace, ya que se limita a establecer que la una y los otros serán responsables de la prevención y mitigación de los efectos ambientales transfronterizos adversos de su propio accionar, así como de la minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos compartidos, pero no impone la solidaridad. Podría interpretárselo como una reiteración de lo que disponen los artículos 1109 y 1113 del código civil y el artículo 41 de la Constitución Nacional en materia de responsabilidad con el mandato específico de proveer solidariamente a la minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos compartidos. Principio de cooperación que impone la utilización equitativa y racional de los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos y el desarrollo conjunto del tratamiento y la mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos. Este principio de cooperación lo reitera la ley 25.688 de régimen de gestión ambiental de aguas cuando declara que: ―Las cuencas hídricas como unidad ambiental de gestión del recurso se consideran indivisibles‖ (Artículo 3º) y crea genéricamente la figura jurídica de los comités de cuencas como organismos federales de asesoramiento y les atribuye funciones de autoridad para autorizar o no actividades que causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones, lo que es materia federal y, de ese modo se convierte en una ley de policía federal de actividades que causen impacto ambiental significativo sobre partes de cuencas situadas en otras. Regula la competencia federal en los casos de recursos ambientales interjurisdiccionales. Constitucionalidad. El artículo 7º de la ley 25.675 establece específicamente la competencia federal en los casos en que el acto, omisión o situación generada provoque efectivamente degradación o contaminación en recursos ambientales interjurisdiccionales. La Constitución Nacional no atribuye a la calidad de interjurisdiccional de un recurso ambiental afectado por la degradación o contaminación eficacia para habilitar la competencia federal, que es de excepción (Artículo 75, inc.12 de la Constitución Nacional). Todo lo contrario, la Constitución Nacional dispone claramente que intervendrán los tribunales de la Nación cuando la causa se suscite entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra o entre los vecinos de diferentes provincias ( Art. 116 de la Constitución Nacional). El propio artículo 41 de la Constitución Nacional aclara que las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección que dicte la Nación no alterarán las jurisdicciones locales. Sin embargo, diversas leyes, como ser la ley de defensa agrícola 3708 del 22/9/98 (Art 20), la de policía sanitaria animal 3959 del 5/10/1900 (Artículos 1 inc. 3 y33), de defensa agrícola 4863 del 28/9/1905 (Artículos 9 y 16), de policía sanitaria animal 15945 del 2/11/61 y 17160 del 2/2/67 atribuyen explícita o implícitamente la competencia a los jueces federales en materia de daños ambientales. Los legisladores y la doctrina fundaron esa atribución específica de la competencia en la facultad federal de reglar el comercio interprovincial e internacional que tiene el Congreso (Constitución Nacional, actual artículo 75 inc. 13) 3/. La ley 24.051 de residuos peligrosos no impuso la competencia federal a recursos ambientales interjurisdiccionales, sino simplemente a los residuos peligrosos destinados a transportarse fuera de una provincia o que pudieran afectar a las personas o al ambiente más allá de los límites de la provincia en que se generasen o que conviniese someter a medidas uniformes en toda la República 4/. En el caso del artículo 7º de la ley 25675 citado, lo interjurisdiccional es el recurso ambiental. Evaluación del Impacto Ambiental El artículo 11 extiende a toda obra o actividad susceptible de degradar el ambiente, alguno de sus componentes, o afectar la calidad de vida de la población en forma significativa la carga de ejecutar una evaluación del impacto ambiental previa. El proceso se debe iniciar con la presentación de una declaración jurada en la que se manifieste si las obras o actividades proyectadas afectarán el ambiente, sigue con la decisión de la autoridad de si exige o no un estudio de impacto ambiental y concluye con la evaluación de ese impacto y la declaración mediante la cual la autoridad aprueba o no los estudios presentados (Artículos 12 y 13).Otras leyes nacionales y provinciales establecen los detalles de la evaluación (Artículo 12). La evaluación del impacto ambiental es una institución muy difundida y normada con mucha dispersión en el sistema jurídico argentino. Su regulación sigue dispersa, pero ahora ninguna obra o actividad esta exenta. Información ambiental El artículo 41 de la Constitución Nacional y el Principio 10 de la Declaración de Río de Janeiro de 1972 de la CNUMAD imponen a las autoridades la obligación de proveer información ambiental, pero nada disponen respecto a los particulares. La ley 25.675 extiende esta obligación a toda persona (Artículo 16). La aplicación del artículo 16 aludido deberá armonizar esa obligación con el derecho al secreto que reconoce la Constitución Nacional (arts. 17 y 18). Parece hacerlo, hay experiencia. ―La obligación de proporcionar la información relacionada con la calidad ambiental que se refiera a las actividades que desarrolla‖ que impone el artículo 16 de la ley no es nueva en el sistema jurídico argentino. El primer código rural argentino, que fue el redactado por el Dr. Valentín Alsina para la Provincia de Buenos Aires, que se promulgó el 6 de noviembre de 1865, obligaba al tenedor de un predio a denunciar las plagas agropecuarias (Art. 280) principio que reprodujeron leyes posteriores 5/. Toda la legislación sanitaria impone la obligación de denunciar determinadas enfermedades. Asimismo, la ley encomienda a la autoridad nacional desarrollar un sistema nacional integrado de información ambiental (Artículo 17). Participación ciudadana La ley 25.675 reglamenta el ejercicio de la participación ciudadana otorgando a toda persona el derecho a opinar en procedimientos administrativos que se relacionen con la preservación y protección del ambiente, sean de incidencia general o partícular y de alcance general (Artículo 19) y encomienda a las autoridades instituciónalizar procedimientos de consultas o audiencias públicas como instancias obligatorias para la autorización de aquellas actividades que puedan generar efectos negativos y significativos sobre el ambiente. Dispone que la opinión u objeción de los participantes no será vinculante; pero que las autoridades convocantes fundamenten y hagan público su eventual disenso (Artículo 20). El Principio 10 de la Declaración de Río de Janeiro de 1992 de la CNUMAD estableció que: "El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados en el nivel que corresponda. En el plano nacional toda persona deberá tener la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación del público poniendo la información a disposición de todos". La audiencia pública previa a la toma de decisiones de repercusión ambiental constituye una aplicación muy difundida de este principio. La exigen algunas Constituciones y leyes provinciales y hoy son frecuentes en la Ciudad de Buenos Aires Es bueno y necesario que el individuo participe en la gestión de su propio ambiente y acuerde con sus semejantes su ordenamiento. No sólo se cumple de este modo el objetivo cardinal del derecho de dar a cada uno lo suyo, sino que se logra una aceptación anticipada de actividades necesarias para el desarrollo que pueden generar dificultades ambientales, lo que contribuye a que ese desarrollo sea aceptable y durable. La inmediación del individuo con el ambiente lo induce a accionar oportunamente cuando advierte que se lo daña o amenaza. El mejoramiento creciente de los medios de comunicación facilita esa participación. En nuestro país, que ha adoptado la fórmula de gobierno representativa, el individuo puede coadyuvar aun en la decisión política y administrativa fuera de la instancia electoral sin perjuicio de esa fórmula (Mario Valls eldial.com) Seguro ambiental La ley obliga a toda persona que realice actividades riesgosas para el ambiente, los ecosistemas y sus elementos constitutivos a ―contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposición del daño que en su tipo pudiere producir‖.Es otra carga que impone genéricamente a toda persona que realice actividades riesgosas para el ambiente. Pero no regula ese seguro ambiental. El principal obstáculo que se opone el cálculo de la tasa de siniestralidad, es la el cálculo de la tasa de siniestralidad. Esa incertidumbre determina que las primas sean muy altas, lo que desalienta su contratación. Por eso es que el seguro ambiental voluntario no se practica en nuestro país y que la ley 25675 lo hizo obligatorio. El régimen de seguros se rige actualmente por la ley 17.418 que integra el Código de Comercio de la Nación, por la ley 20.091 sobre entidades de seguros y sus normas complementarias. Sistema Federal Ambiental La ley establece un sistema de coordinación de la política ambiental a través del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA). Organismo preexistente creado por el. Acta de la ciudad de La Rioja del 31 de agosto de 1990 y normado por el. Pacto Federal Ambiental, suscrito el 5 de junio de 1993, en la Ciudad de Buenos Aires. Autogestión e incentivos. No regla lo relativo a autorregulación e incentivos, sino que le encomienda hacerlo a las autoridades competentes, o sea a las legislaturas provinciales y al poder ejecutivo, tanto nacional como provincial (Artículo 26). Ello abre un vasto campo para que autoridades competentes instrumenten sistemas de protección de la calidad ambiental voluntarios, que pueden ser elaborados o simplemente aceptados por los propios responsables de actividades productivas riesgosas; acuerden con ellos compromisos voluntarios y el otorgamiento de incentivos y adopten mecanismos de certificación realizados por organismos independientes. Mediante esos mecanismos voluntarios económicos, fiscales y hasta publicitarios se trata de persuadir a través de señales económicas a responsables de actividades productivas riesgosas a internalizar los costos ambientales, induciendo a los agentes a cooperar en la preservación del ambiente, a través de incentivos y castigos económicos para no llegar a las sanciones. Éstos señalarán como mejor camino aquél conducente a la protección del medio Nada impedía a las autoridades competentes establecer estas medidas, hasta la sanción de la ley 25675, pero ahora esta ley les ordena establecerlas. Daño ambiental Casi la cuarta parte de la ley está dedicada a reglar las consecuencias del daño ambiental de incidencia colectiva. (Artículos 27 a 34). Se refiere a las consecuencias civiles del daño ambiental, pero las afronta no solo con normas civiles, sino también administrativas (Artículos 28 y 34, Fondo de Compensación Ambiental). y procesales (Artículos 30 a 34).(Mario Valls eldial.com) Responsabilidad por daño ambiental de incidencia colectiva. Modificación del régimen del código civil El daño ambiental que la ley 25.675 norma es exclusivamente el de incidencia colectiva, daño que define como toda alteración relevante que modifique negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas o los bienes o valores colectivos (Artículo 27). Modifica el régimen de responsabilidad del código civil exclusivamente para el daño ambiental de incidencia colectiva. Declara que ―El que cause el daño ambiental será objetivamente responsable de su restablecimiento al estado anterior a su producción‖ (Artículo 28). El uso de la palabra ―objetivamente‖ permite suponer que se refiere no solo a la ejecución de un hecho que por culpa o negligencia ocasione un daño a otro, (Cod. Civil, Art. 1109) sino también a los daños que causaren los que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene a su cuidado (Cod. Civil, Art. 1113). Responsabilidad por daño ambiental de incidencia colectiva, como exceptuarla. La eximisión de responsabilidad es distinta de la del artículo 1113 de código civil lo que obliga a analizar si no implica un fuerte retroceso con relación al sistema de la responsabilidad objetiva establecido en aquel artículo. El artículo 1113 del código civil exime de responsabilidad por daños causados con las cosas, al dueño o guardián que demuestre que: a) De su parte no hubo culpa b) La culpa fue de la víctima o de un tercero por quien no debe responder si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, c) La cosa hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián. Para el caso del daño ambiental de incidencia colectiva, el artículo 29 de la ley 25.675 exime de responsabilidad a quien demuestre que: Se adoptaron todas las medidas destinadas a evitarlo; De su parte no hubo culpa concurrente; La culpa fue exclusivamente de la víctima o de un tercero por quien no debe responder. El artículo 29 no identifica al sujeto que exime de responsabilidad. No alude al dueño o guardián de la cosa causante del daño, como en el caso similar hace el artículo 1113 del código civil sino genéricamente a: ―La exención de responsabilidad .......‖, pero la responsabilidad que trata la ley en el artículo precedente, que es el 28 es la del que ―cause el daño ambiental‖, al que hace objetivamente responsable. La lectura ingenua del precepto conduciría a la interpretación absurda de eximir de responsabilidad al que causare un daño ambiental de incidencia colectiva si demuestra su debida diligencia. La interpretación de la exención en tal sentido implicaría un fuerte retroceso con relación al sistema de la responsabilidad objetiva establecido en el artículo 1113. El artículo 29 evidencia que el legislador no estuvo pensando en el artículo 28, sino en el artículo 1113 del código civil. Por lo tanto su interprete no debe atenerse ciegamente a su letra y al artículo 29 aislado, sino evaluarlo en ese contexto, considere que el artículo contiene un simple error de redacción, aplique subsidiariamente el artículo 1113 del código civil y llegue a la conclusión de que el sujeto es el dueño o guardián de la cosa causante del daño. La pluralidad de sistemas de responsabilidad diseminado en leyes dispersas que se está estableciendo dificulta finalmente el ejercicio de una eficaz responsabilidad por daño ambiental. Para no insistir en críticas baste imaginar la magnitud y complejidad del análisis lógico que habría que para identificar el orden de prelación de las norma sobre responsabilidad civil que corresponda seguir cuando un residuo que sea peligroso e industrial al mismo tiempo cause un daño ambiental de incidencia colectiva. El daño ambiental de incidencia colectiva, su reparación En cuanto a la reparación del daño de incidencia colectiva, el Artículo 28 de la ley, reglamenta la obligación prioritaria de recomponer que establece el artículo 41 de la Constitución Nacional, imponiendo que el que causare el daño restablezca las cosas al estado anterior, que es una de las soluciones del código civil (Art. 1083). En el caso de que la reparación del daño no fuera técnicamente factible y el juez fijase una indemnización sustitutiva , se la depositará en el Fondo de Compensación Ambiental que crea al efecto (Artículo 28). El artículo 28 se limita a ordenar que la indemnización sustitutiva que, el juez fije se deposite en el Fondo de Compensación Ambiental que crea al efecto. No se refiere la ley a otras indemnizaciones, como ser la que corresponda pagar al dañado o perjudicado. Quien reclame y acredite haber sufrido el daño de incidencia colectiva, no solo las personas privadas, sino también los Estados y las comunas tendrán derecho a su propia indemnización. Toda persona física o jurídica está inserta en un ambiente que coincide espacialmente con el de otros y está legitimada para accionar judicialmente en defensa de su derecho al uso y goce. Esa está inserción es, precisamente, la que genera lo que llamamos derecho ambiental. La que iría al Fondo es la indemnización adicional que el juez fijaría para que el Estado compense el daño colectivo indeterminado con actividades y obras ambientales. Seguramente el legislador habrá imaginado que muchos damnificados no reclamarían su parte de indemnización por el daño de incidencia colectiva o, por la dificultad por todos conocida de identificar la persona perjudicada. Abundan los casos en que por falta de diligencia o por una interpretación judicial no se identifica a la persona dañada; entonces se produce el daño colectivo, hay responsables, pero nadie reclama en término o el reclamo no prospera, por lo que el responsable del daño se ahorra la indemnización. En este caso el Estado recibe la indemnización y la reserva en el Fondo de Compensación Ambiental. El Fondo de Compensación Ambiental. Con esta ley aparece en el sistema jurídico argentino el Fondo de Compensación Ambiental destinado en este caso a ―garantizar la calidad ambiental, la prevención y mitigación de efectos nocivos o peligrosos sobre el ambiente, la atención de emergencias ambientales; asimismo, a la protección, preservación, conservación o compensación de los sistemas ecológicos y el ambiente‖ (Artículo 34). Este Fondo no está destinado específicamente a indemnizar a quien sufra un determinado infortunio ambiental, como hacen la mayoría de los fondos como ser el Superfondo (CERCLA) de los Estados Unidos para lugares contaminados con sustancias peligrosas 8/, el Fondo de Minamata del Japón instituido por la ley 111 del 5 de octubre de 1973 o el fondo creado por las empresas petroleras TOVALOP en 1969, complementado por el CRISTAL en 1971 para afrontar la responsabilidad por derrames en el mar que impone la Convención de Bruselas del 18 de diciembre de 1971. Sigue un sistema inverso. Asigna la indemnización por el daño colectivo indeterminado causado para compensar a la colectividad con actividades y obras ambientales que nada tienen que ver con ese daño. Y, de paso, disuaden de externalizar el costo ambiental aprovechando la insuficiencia del reclamo. Legitimación para pedir la recomposición del ambiente dañado. Al acordar legitimación para obtener la recomposición del ambiente dañado, al artículo 30 remite al artículo 43 de la Constitución Nacional. No es afortunada la remisión porque ese artículo 43 solo norma la acción de amparo. Lo correcto sería considerar que la remisión es meramente ejemplificativa porque todo habitante está legitimado para accionar en defensa del ambiente propio y ajeno. El derecho de todos los habitantes a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano y el deber de preservarlo que la Constitución Nacional que consagra (Artículo 41) habilita a todos los habitantes para hacer efectiva la preservación con todos los medios jurídicos y materiales que sean necesarios (Mario Valls eldial.com) Normas procesales que contiene la ley: El Congreso de la Nación solo puede sancionar normas procesales para los tribunales nacionales. El artículo 75 inc. 12 y el artículo 41 de la Constitución Nacional lo habilitaron para sancionar los Códigos de fondo y los presupuestos mínimos de protección ambiental con la reserva de que tales códigos no alterasen las jurisdicciones locales y el 121 de esa Constitución reserva a las provincias todo el poder no delegado por ella al Gobierno Federal. Por lo tanto las normas procesales de la ley 25.675 solo rigen para los tribunales nacionales. El artículo 30 también contiene una norma procesal relativa a la litispendencia. Determina que ―deducida demanda de daño ambiental colectivo por alguno de los titulares señalados, no podrán interponerla los restantes, lo que no obsta a su derecho a intervenir como terceros‖. El artículo 32 dispone que el juez del proceso podrá disponer: a) Medidas probatorias de los hechos dañosos, a fin de proteger efectivamente el interés general.b) Medidas de urgencia de oficio o a petición de parte, aun sin audiencia de la parte contraria, mediando caución por los daños y perjuicios que pudieran producirse.El artículo 33 dispone que: c) Los dictámenes emitidos por organismos del Estado sobre daño ambiental agregados al proceso tendrán la fuerza probatoria de los informes periciales. d) La sentencia hará cosa juzgada con efecto erga omnes salvo que hubieran sido desfavorables al accionante por falta de prueba, principio. El efecto erga omnes de cosa juzgada que se acuerda a la sentencia viola la garantía de la defensa en juicio de la persona y de los derechos que consagra el artículo 18 de la Constitución Nacional. El artículo 29 del Proyecto de Ley establecía la presunción juris tantum de la responsabilidad del autor del daño ambiental cuando existiesen infracciones a las normas ambientales administrativas. El PE lo vetó por considerarlo violatorio del principio de defensa en juicio. Un párrafo del artículo 32 autorizaba a los jueces a sentencia ultra petita y a los de las Provincias a apartarse del principio de congruencia procesal. El PE lo vetó por considerarlo violatorio del artículo 121 de la Constitución Nacional que reserva a las provincias todo el poder no delegado por ella al Gobierno Federal. Efectivamente, el Congreso de la Nación solo puede sancionar normas procesales para los tribunales nacionales. El artículo 75 inc. 12 y el artículo 41 de la Constitución Nacional lo habilitaron para sancionar los Códigos de fondo y los presupuestos mínimos de protección ambiental con la reserva de que tales códigos no alterasen las jurisdicciones locales. El recurso ambiental como categoría jurídica La ley norma los recursos del ambiente en sus Artículos 2 inc.a, 7, 10 inc.a, 27. El concepto de recurso ambiental fue puesto en boga por el Pacto Federal Ambiental suscrito en la ciudad de Buenos Aires el 5 de junio de 1993. Hasta ahora no ha merecido mayores comentarios doctrinarios, pero es un concepto claro, que reivindica la calidad de recurso del ambiente, o sea de su capacidad de satisfacer requerimientos humanos. Frecuentemente se trata al ambiente como una restricción o limitación que muestra una dificultad para el uso y goce de otros recursos. El reconocimiento de esa calidad de recurso da a la gestión un sentido positivo estimulante que legitima para accionar a quien tenga derecho a su uso y goce y a quien disminuya o impida ese uso y goce para ser demandado.1 1-Titulo Ley general del ambiente 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 25.675 4- Fecha de sanción 6/11/2002 1Valls, Mario " ―El Congreso de la Nación debe sancionar una ley general del ambiente‖. LexisNexis Jurisprudencia Argentina, JA 2002 – III, fasc.4, 24/7/2002, pag.86. 5- Temas Principales La ley 25675 impone definiciones en materia de derecho ambiental que acentúan la dispersión de la legislación ambiental federal. Es una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental. Es una ley de orden público. Es una ley subsidiaria de la legislación específica sobre la materia. La ley fija objetivos a la política ambiental nacional. La ley fija principios de política ambiental. Atribuye la competencia federal en los casos de recursos ambientales interjurisdiccionales Regula la Evaluación del Impacto Ambiental la información ambiental y la participación ciudadana. Establece la obligatoriedad de contratar un seguro ambiental Regula la Autogestión e incentivos en materia ambiental Establece una modificación del régimen del código civil para la responsabilidad por daño ambiental de incidencia colectiva. Establece la reparación del daño ambiental de incidencia colectiva. Contiene normas procesales. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos La Provincia podrá sancionar normas Aires complementarias sobre presupuestos mínimos a las establecidas por la ley, pero no podrá establecer estándares de calidad en materia ambiental inferiores. LEY N° 25.612 DE GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS INDUSTRIALES Y DE ACTIVIDADES DE SERVICIOS click aquí para ver la norma La Ley N° 25.612 establece presupuestos mínimos de protección ambiental conforme al artículo 41 de la Constitución Nacional. El Poder Ejecutivo vetó el primer párrafo del artículo 60 del proyecto aprobado por el Congreso que derogaba la Ley Nacional N° 24.051. Su veto parcial convierte a la Ley Nacional N° 24.051 de residuos peligrosos en su ley complementaria, lo que deja a ambas leyes vigentes, pero la Ley N° 25.612 subordina a la Ley N° 24.051 como su ley complementaria. Sus normas tienen algunas semejanzas y guardan algunas diferencias. Como la Ley N° 25.612 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental está normando los residuos industriales y asimilables de todo el país y no solo los federales, como hace la Ley N° 24.051. Cada una de ellas describe de distinto modo los residuos que norma, pero , en la práctica, ambas se refieren a mas o menos a los mismos residuos. El método que sigue la Ley N° 25.612 para definir los residuos a que se aplica es distinto del que sigue la Ley N° 24.051. Esta Ley N° 24.051 los deduce de una definición general, mientras que la Ley N° 25.612 los induce de una de una definición mas circunscripta. Aunque parezcan distintos, en la práctica, como ya hemos observado, resultarán mas o menos los mismos residuos, ya que la inducción que hace la Ley N° 25.612 también alcanza los no industriales, cuando sean asimilables a los industriales por los niveles de riesgo que generen. La subordinación jerárquica que establece entre ellas la constitución nacional (art.41) es clara. la nueva Ley N° 25.612, por ser de presupuestos mínimos de protección ambiental subordina a la Ley N° 24.051 como su ley complementaria, pero solo en cuanto a los residuos respectos a los que las descripciones de una y otra ley coinciden. el problema es que las descripciones de ambas leyes son muy amplias y difusas. obviamente, los obligados tratarán de encuadrarse en el régimen que más les convenga, lo que requerirá de autoridades y jueces un prolijo ejercicio lógico para identificar la norma aplicable en cada caso a un residuo determinado. resumiendo: a) a los residuos incluidos exclusivamente en la Ley N° 25.612 pero no en el de la 24.051 no se les aplica esta última. b) a los incluidos exclusivamente en la Ley N° 24.051 se les aplica la 25.612. pero son los menos. la mayoría están en una y otra ley. Calidad de los residuos regulados La descripción del residuo de la Ley N° 24.051 es muy amplio y difuso, ya que alcanza a los residuos que pudieran dañar directa o indirectamente seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general (Art. 2 Ley N° 24.051). El adjetivo peligroso que califica a los residuos, no se refiere a que el daño temido sea superior al ordinario sino simplemente a todo residuo susceptible de generar un riesgo de daño al ambiente. Oportunamente criticamos esa amplitud señalando que "La tipificación resulta tan amplia que incluiría un vidrio roto o un clavo" y que "La experiencia de la legislación en la materia aconseja no generalizar tanto cuando se imponga alguna restricción a la actividad humana y solo hacerlo en forma taxativa". La Ley N° 25.612 describe expresa y taxativamente los residuos a los que se aplica. Pero son muchos. Los identifica a partir del residuo que denomina industrial y que tipifica como cualquier elemento, sustancia u objeto en estado sólido, semisólido, líquido o gaseoso y obtenido como resultado de un proceso industrial por la realización de una actividad de servicio o por estar relacionado directa o indirectamente con la actividad, incluyendo eventuales emergencias o accidentes, al cual su poseedor, productor o generador no pueda utilizar o bien se desprenda de él o tenga la obligación legal de hacerlo (Art. 2). A ese tipo básico le añade dos categorías más, que son los generados por una actividad de servicio, que es la que complementa a la industrial y a los que, por sus características sean asimilables a los de la anterior. Para disminuir la incertidumbre sobre cuales hayan de ser específicamente esos residuos tipificados por la ley de una manera tan abierta los circunscribe a los niveles de riesgo cuya determinación confía la misma Ley N° 25.612 a un Plan Nacional de Gestión Integral de Residuos Industriales y de Actividades de Servicio que manda formular e implementar (Artículos 1°, 7 y 57 inc.c). El resto de los residuos, es decir, los no industriales que pueden provenir de actividades agropecuarias, militares, comerciales, recreativas, viales, ferroviarias, eléctricas, mineras, de las comunicaciones, o cualquier otra actividad cuando el residuo sea asimilable al industrial por los niveles de riesgo que genere.a esos residuos no se les aplica la Ley N° 25.612. Eventualmente se le aplicará la ley local y la federal N° 24.051 cuando encuadren en sus respectivas descripciones. La Ley N° 25.612 excluye expresamente (Art. 5): a) Los residuos biopatogénicos, pero dispone que "hasta tanto se sancione una ley específica de presupuestos mínimos sobre gestión de residuos patológicos, se mantendrá vigente lo dispuesto en la Ley N° 24.051 y sus anexos respecto de la materia" (Art. 60), lo que parece redundante pero no obscurece la inteligencia de la norma. b) Los residuos domiciliarios; c) Los residuos radiactivos. La Ley N° 25.018 (23/9/1998) norma su gestión. d) Los residuos derivados de las operaciones normales de los buques y aeronaves artículo 5°). Agrega los de aeronaves a la exclusión que hace la Ley N° 24.051. No incluye a los que pudieran constituir insumos para procesos industriales que la Ley N° 24.051 incluye entre los peligrosos, sino que lo hace implícitamente para casos determinados, ya que distintos artículos se refieren a ellos (artículo 6°, 11, inc.e, 26 y 43 inc.b). La Ley N° 24.051 legisla exclusivamente los residuos de competencia federal. Para dictar esta ley de policía federal, el Congreso tomó en cuenta el lugar en que se genera, encuentra o impacta el residuo. En cambio, la Ley N° 25.612 legisla sobre los residuos de todo el país, locales y federales y a los residuos industriales y asimilables a los industriales que no encuadren en la descripción de la Ley N° 24.051. En cuanto a los residuos que ambas leyes regulan, la Ley Nº 25.612, por ser de presupuestos mínimos de protección ambiental y menos abierta en la descripción de los residuos, subordina a la Ley N° 24.051 como su ley complementaria. Para mejor proteger la libertad de trabajar y ejercer toda industria lícita que garantiza el artículo 14 de la Constitución Nacional y para evitar que una amenaza solamente genérica y eventual induzca a los que son poco respetuosos del ambiente a no cumplir el mandato de la ley y beneficiarse mientras tanto con la externalización del costo de tal cumplimiento conviene que cualquier restricción a la actividad humana se imponga en forma taxativa. Las dudas que generó Ley N° 24.051 respecto al ámbito espacial de su aplicación no se repiten en la Ley N° 25.612. Reforma del código civil. Un régimen adicional de responsabilidad civil. Tanto la Ley N° 24051 como la nueva Ley N° 25612 reforman los códigos de fondo. La Ley N° 24051 solo lo hace para los supuestos de jurisdicción federal (art. 45 y sigs.). Recordemos que pudo hacerlo para todos los casos usando la potestad que le otorga el ahora artículo 75 inc 12 de la Constitución Nacional y legislar en materia de fondo, pero no lo hizo. Es posible que el Congreso Nacional cuando sancionó el artículo 1º de la Ley N° 24.051 no hubiera advertido que estaba poniendo un límite innecesario a su atribución de legislar en materias de fondo puesto que era absurdo que a los residuos no federales se les aplicase un régimen civil y penal distinto que a los federales. Jorge Bustamante Alsina lo consideró una grosera anomalía legislativa violatoria del principio de unidad de legislación que impone el artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional 4/. Pero, insisto, no lo hizo. Ahora, el Congreso Nacional mediante la nueva Ley N° 25.612 no solo establece los presupuestos mínimos de protección ambiental que rigen en todo el país para los residuos industriales, sin alterar las jurisdicciones locales a que se refiere el artículo 41, párrafo 3º de la Constitución Nacional, sino que usa la potestad que le otorga el artículo 75 inc 12 de la Constitución Nacional y legisla en materia de fondo, es decir para todos los casos y para todo el país. La Ley N° 25.612 no establece un régimen penal específico para los residuos que norma a causa de su veto parcial. En cambio, extiende el régimen de la responsabilidad civil que los artículos 45º a 47 de la Ley Nº 24.051 establece para los residuos peligrosos a los que ella, la nueva Ley N° 25.612, norma. La única diferencia es que la liberación de la responsabilidad del generador por los daños ocasionados por esos residuos en los casos de transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento tiene un tratamiento distinto (artículo 43 de la Ley N° 25.612). Los artículos 40 a 42 reproducen el texto de los artículos 45º a 47 de la Ley Nº 24.051, lo que implica que las normas que hasta la promulgación de la Ley N° 25.612 se aplicaban solamente a los residuos peligrosos normados por la Ley N° 24051 que son exclusivamente los de competencia federal se aplicarán en lo sucesivo a los residuos industriales, los generados por actividades de servicio complementarias o por actividades asimilables a la anterior descriptas por el Artículo 1° de la Ley N° 25.612 para todos los casos y para todo el país. En cambio la liberación de la responsabilidad del generador por los daños ocasionados por los residuos en los casos de transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento tiene un régimen distinto según se trate de residuos normados por la Ley N° 24.051 o por la Ley N° 25.612 . El artículo 43 de esta última determina que la responsabilidad del generador, por los daños ocasionados por los residuos desaparece por la transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento en los casos de: a) Daños causados por el mayor riesgo que un determinado residuo adquiere como consecuencia de un manejo o tratamiento, inadecuado o defectuoso, realizado en cualquiera de las etapas de la gestión integral de los residuos industriales y de actividades de servicio. b) Utilización del residuo como insumo de otro proceso productivo, conforme lo determine la reglamentación. La excusa de la responsabilidad del generador de los residuos peligrosos se limita a los daños causados por la mayor peligrosidad que un determinado residuo adquiere como consecuencia de un tratamiento defectuoso realizado en la planta de tratamiento o disposición final (Ley N° 24.051 articulo 48). Aquel residuo que no se encuentre en ninguna de estas situaciones queda excluido de la ley y sometido a la legislación común, que es la local mientras las cosas o las personas no caigan bajo alguna otra norma federal 4/ En materia penal nada legisla la Ley N° 25.612 por cuanto el Poder Ejecutivo Nacional por Decreto 1343/2002 (25/7/2002) observó los artículos 51, 52, 53 y 54 del proyecto que establecía como figura penal la adulteración o contaminación del agua, el suelo, la atmósfera mediante la utilización de los residuos industriales y de actividades de servicio que la ley norma y la puesta en riesgo de la calidad de vida de la población, de los seres vivos en general, de la diversidad biológica o de los sistemas ecológicos (Artículo 52). Cuando el hecho fuere seguido de la muerte de alguna persona o de la extinción de una especie de ser vivo la pena podía llegar a veinticinco años de reclusión o prisión. El texto sancionado por el Congreso incorporaba al Código Penal un capítulo sobre delitos ambientales como ley complementaria que se integraba virtualmente con la figura delictiva descripta. El Poder Ejecutivo fundamentó su veto con el argumento de que la figura penal contenía elementos típicos que la definen como una figura "abierta" desde una perspectiva de análisis dogmática y resultaba prudente entonces, mantener la vigencia del régimen penal establecido en la Ley Nº 24.051. Cuando el residuo encuadre en la descripción que ésta hace, el régimen penal aplicable será el que esa ley establece para los supuestos de jurisdicción federal (art. 45 y ss.). Si el residuo no encuadra en esa descripción, por ejemplo porque no se dan los supuestos de jurisdicción federal, se aplicará meramente el Código Penal. En consecuencia, la Ley N° 25.612 carece de un régimen penal específico. Tampoco podrán establecerlo las provincias por tratarse de una potestad que siempre estuvo y está delegada en el Congreso por la Constitución Nacional. Hay muchas normas penales ambientales en el Código Penal y fuera de él, que en una futura reforma penal podrían agruparse en un capítulo especial sobre delitos ambientales, técnicamente mejor concebido que el vetado, lo que estimularía a la jurisprudencia y a la doctrina ir elaborar los principios generales del derecho penal ambiental. No deroga la Ley N° 24051: El Poder Ejecutivo justificó su observación de los artículos 51, 52, 53 y 54 en el temor de crear una figura penal abierta, pero el argumento esgrimido para vetar el primer párrafo del artículo 60 derogatorio de la Ley Nacional N° 24.051 es erróneo, ya que el veto no solo "mantiene la vigencia del régimen penal establecido sino la vigencia de toda la ley. Es decir, ambas leyes siguen vigentes y la N° 24.051 ahora resulta ley complementaria de la N° 25.612. A pesar de ello, aunque sus normas tienen algunas semejanzas también guardan algunas diferencias. Cada una de ellas describe de distinto modo los residuos que norma, pero, en la práctica, ambas se refieren a mas o menos a los mismos residuos, lo que impone a los obligados por la Ley N° 24051 a cumplir también en la mayoría de los casos las obligaciones de la Ley N° 25612. Con una sola ley, como lo proyectara el Congreso, hubiera alcanzado. Flexibilización de la prohibición de importar residuos peligrosos. La nueva Ley N° 25.612 flexibiliza la prohibición de importar residuos peligrosos que en la Ley N° 24.051 alcanza a todo residuo, incluso los nucleares, ajenos a ambas leyes. El Artículo 6° de Ley N° 25.612 prohíbe también la importación, introducción y transporte de todo tipo de residuos, provenientes de otros países al territorio nacional, y a sus espacios aéreo y marítimo; pero establece una excepción para los residuos que por reglamentación sean incluidos, previamente, en una lista positiva, aprobados por la autoridad de aplicación y que los interesados demuestren, en forma fehaciente, que serán utilizados como insumos de procesos industriales y para el tránsito de residuos previsto en convenios internacionales. El Congreso está facultado para imponer la prohibición de importar en virtud de lo que disponen los artículos 75 incs.12 y 13 de la Constitución Nacional. La nueva Ley N° 25.612 lo hace como ley de presupuestos mínimos de protección ambiental y la Ley Nacional N° 24.051 como su ley complementaria. En consecuencia, la nómina de los residuos cuya importación se prohibe se amplía con esta nueva categoría legal de residuos industriales que crea la Ley N° 25.612. Pero, como esta nueva ley beneficia con excepciones al residuo que encuadre en esta nueva categoría, el beneficio alcanzará a los residuos descriptos por la Ley N° 24.051 (Art. 2 ) cuando entren en la descripción de los residuos industriales que hace la Ley N° 25.612. Provincia de Buenos Aires La ley N° 25.612 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental, está normando los residuos industriales para todo el país y las normas de la Provincia de Buenos Aires que se sanciones en la materia podrán ser más severas pero nunca menos que esta ley de presupuestos mínimos. En particular la ley 11.720 que regula los residuos especiales en la provincia coexiste con esta norma. El veto de la Ley N° 25.612, la dejó sin régimen penal específico. Tampoco podrá establecerlo la provincia de Buenos Aires por tratarse de una potestad que siempre estuvo y está delegada en el Congreso por la Constitución Nacional. 2 1-Titulo Ley de residuos Industriales 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 25.612 4- Fecha de sanción 3/7/2002 5- Temas Principales Generación transporte y disposición final de residuos industriales 2 Valls, Mario ―La ley 25612 de residuos industriales: otra ley de residuos‖. LexisNexis Jurisprudencia Argentina, JA 2002 – III, fasc.9, 28/8/2002, pag.3. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Al ser una ley de Presupuestos Mínimos, Aires cuando la provincia sancione una norma sobre residuos industriales, deberá subsumirse a lo establecido por esta, podrá imponer mayores exigencias, pero no menores. LEY Nº 25.831 REGIMEN DE LIBRE ACCESO A LA INFORMACION PUBLICA AMBIENTAL Click aquí para ver la norma La ley 25.831/2004, establece los presupuestos mínimos para garantizar el derecho de acceso a la información ambiental que se encontrare en poder del Estado, en el ámbito nacional, provincial, municipal y de la Ciudad de Buenos Aires, como así también de entes autárquicos y empresas prestadoras de servicios públicos. Para cumplir con este deber de informar, tanto el Estado Nacional como el Provincial no solo deben abrir las puertas de sus bibliotecas, sino organizar la información que van a brindar, garantizar la fidelidad de la misma, lo que implica que también serán responsables por la información ofrecida. Define información ambiental como toda aquella información en cualquier forma de expresión o soporte relacionada con el ambiente, los recursos naturales o culturales y el desarrollo sustentable. Establece que el acceso a la información ambiental será libre y gratuito para todas las personas, a excepción de aquellos gastos vinculados con los recursos utilizados para la entrega de la información solicitada. No es necesario acreditar razones ni interés determinado para acceder a la información. En ningún caso el monto que se establezca para solventar los gastos vinculados con los recursos utilizados para la entrega de la información requerida podrá implicar menoscabo del derecho establecido por la ley. Los sujetos obligados a prestar la información son las autoridades competentes de los organismos públicos y los titulares de las empresas prestadoras de servicios públicos. La información ambiental solicitada podrá ser denegada solamente en los siguientes casos: a)cuando pudiera afectarse la defensa nacional, la seguridad interior o las relaciones internacionales; b) Cuando la información solicitada se encuentre sujeta a consideración de autoridades judiciales, en cualquier estado del proceso, y su divulgación o uso por terceros pueda causar perjuicio al normal desarrollo del procedimiento judicial; c) Cuando pudiera afectarse el secreto comercial o industrial, o la propiedad intelectual; d) Cuando pudiera afectarse la confidencialidad de datos personales; e) Cuando la información solicitada corresponda a trabajos de investigación científica, mientras éstos no se encuentren publicados; f) Cuando no pudiera determinarse el objeto de la solicitud por falta de datos suficientes o imprecisión; g) Cuando la información solicitada esté clasificada como secreta o confidencial por las leyes vigentes y sus respectivas reglamentaciones. Provincia de Buenos Aires La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires al sancionar las normas complementarias en materia de información ambiental según lo establece el art 41 CN, deberá garantizar el acceso a la información ambiental que se encontrare en poder del Estado de la Provincia de Buenos Aires, como así también en el poder de entes autárquicos y empresas prestadoras de servicios públicos situadas en la provincia, respetando las características mínimas establecidas por la ley 25.831. 1-Titulo Régimen de libre acceso a la información publica ambiental 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 25.831 4- Fecha de sanción 26/11/2003 5- Temas Principales Información ambiental 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Proveer la información ambiental requerida Aires cumpliendo mínimamente con la ley 25.831 — LEY 25.916 PROTECCIÓN AMBIENTAL PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RESIDUOS DOMICILIARIOS Click aquí para ver la norma Presupuestos Mínimos de protección ambiental y residuos domiciliarios Es una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de cosas desechados o abandonadas que carezcan de una regulación específica. La ley 25.916 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de los residuos que denomina domiciliarios. Por supuesto que la denominación es discrecional ya que esos residuos no guardan relación con el concepto de domicilio del Código Civil.(Mario Valls eldial.com). El concepto de domicilio es una categoría jurídica abstracta que nada tiene que ver con el desecho o abandono de cosas que la ley 25.916 norma. Para el Art. 89 del Código Civil el domicilio real de las personas es el lugar donde tienen establecido el asiento principal de su residencia y de sus negocios y para el Art. 90. el domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones, aunque de hecho no esté allí presente. Indudablemente la intención del legislador fue normar el destino de lo que sus leyes anteriores denominaban residuos domiciliarios y los excluía expresamente de su régimen (Ley 24051, Art. 2 y ley 25612 Art. 5) pero no los definían ni tampoco les daban una denominación que facilitara su identificación. La ley 25916 los define como elementos, objetos o sustancias que los humanos desechan o abandonan y no están regulados por normas específicas, pero circunscribe su mandato a los de origen residencial, urbano, comercial, asistencial, sanitario, industrial o institucional que son la mayor parte de los orígenes posibles. Esta enunciación de los distintos orígenes revela que el legislador pretendió normar el destino de residuos domésticos y urbanos ya que excluyó, por ejemplo, otros residuos que son muy voluminosos e impactantes en el ambiente como ser los de origen agropecuario, pesquero, naviero, aeronáutico, deportivo, cinegético, bélico, vial o minero incluída la extracción de hidocarburos.(Mario Valls eldial.com ) Sorprende la inclusión de los de origen industrial que hace dos años fueron normados minuciosamente por la ley 25612 de gestión integral de residuos industriales. La sanción de la ley 25916 abrogaría implícitamente a la ley 25612 por cuanto norma el mismo tema. Sin embargo, nada indica que esa haya sido la intención del legislador. Es un dilema para pensar y para que lo piensen la autoridad de aplicación y luego los jueces si no lo aclara el legislador. La parte dispositiva de la ley obliga: a) Al generador a realizar el acopio inicial y la disposición inicial de los residuos de acuerdo a las normas complementarias que cada jurisdicción establezca mediante métodos apropiados que prevengan y minimicen los posibles impactos negativos sobre el ambiente y la calidad de vida de la población (ARTICULO 9º y 10). b) A las autoridades competentes a garantizar que los residuos domiciliarios sean recolectados y transportados a los sitios habilitados mediante métodos que prevengan y minimicen los impactos negativos sobre el ambiente y la calidad de vida de la población. Asimismo, deberán determinar la metodología y frecuencia con que se hará la recolección, la que deberá adecuarse a la cantidad de residuos generados y a las características ambientales y geográficas de su jurisdicción (ARTICULO 13). c) Al transportista a usar vehículos habilitados y debidamente acondicionados de manera de garantizar una adecuada contención de los residuos y evitar su dispersión en el ambiente (ARTICULO 14). d) Reglamenta las plantas de tratamiento, las estaciones de transferencia y los centros de disposición final. El Capítulo V ―Tratamiento, Transferencia y Disposición final‖ de la ley obliga a destinar todo residuo domiciliario que provenga del rechazo de los procesos de valorización y el rechazado por los procesos de valorización y que no haya sido valorizado a un centro de disposición final habilitado por la autoridad competente (ARRTÌCULO 15). Encomienda a la autoridad establecer los requisitos necesarios para la habilitación de centros de disposición final, en función de las características de los residuos domiciliarios a disponer, de las tecnologías a utilizar, y de las características ambientales locales. La habilitación de estos centros requerirá de la aprobación de una Evaluación de Impacto Ambiental y de un Plan de Monitoreo de las principales variables ambientales durante las fases de operación, clausura y postclausura (ARTICULO 18). Deberán ubicarse en sitios suficientemente alejados de áreas urbanas, de manera tal de no afectar la calidad de vida de la población; y su emplazamiento deberá determinarse considerando la planificación territorial, el uso del suelo y la expansión urbana durante un lapso que incluya el período de postclausura. Tampoco podrán establecerse dentro de áreas protegidas o sitios que contengan elementos significativos del patrimonio natural y cultural (ARTICULO 20) ni en sitios inundables y, de no ser ello posible, diseñarse de modo tal de evitar su inundación (ARTICULO 21). Encomienda la coordinación interjurisdiccional al Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) y determinadas misiones a la autoridad de aplicación. En materia de sanciones hace solidariamente responsable a los que tengan a su cargo la dirección, administración o gerencia de la persona jurídica infractora y destina lo ingresado en concepto de multas a fondos destinados exclusivamente a la protección y restauración ambiental (ARTICULOS 31 y 32). El Decreto del Poder Ejecutivo 1158/2004 le promulgó con observaciones. 1-Titulo Ley de protección ambiental para la gestión integral de los residuos domiciliarios, 25.916 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 25.916 4- Fecha de sanción 5- Temas Principales Incluye los residenciales, urbanos comerciales, asistenciales, sanitarios, industriales e institucionales. Obliga al generador a realizar el acopio inicial y la disposición inicial de los residuos. A las autoridades competentes a garantizar que los residuos domiciliarios sean recolectados y transportados a los sitios habilitados. Al transportista a usar vehículos habilitados y debidamente acondicionados 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Obliga a la Provincia de Buenos Aires a Aires adaptar las normas sobre residuos domiciliarios dictadas a esta norma por ser de mayor jerarquía. LEY 25.688. RÉGIMEN DE GESTIÓN AMBIENTAL DE AGUAS. Click aquí para ver la norma Presupuestos mínimos ambientales para la preservación de las aguas, su aprovechamiento y uso racional. utilización de las aguas. Cuenca hídrica superficial. comités de cuencas hídricas. Si bien la ley prácticamente no establece los presupuestos mínimos ambientales que autoriza el artículo 41 de la Constitución introduce una compleja reforma del código civil con fines de defensa ambiental. Además legisla en materia de cuencas interjuridisdiccionales. Crea genéricamente la figura jurídica de los comités de cuencas como organismos federales de asesoramiento y les atribuye funciones de autoridad para autorizar o no actividades que causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones, lo que es materia federal. Con ello se convierte en una ley de policía federal de actividades que causen impacto ambiental significativo sobre partes de cuencas situadas en otras jurisdicciones. Su constitucionalidad en está materia está fuera de cualquier duda. De este modo entró en la vieja polémica de si el Congreso tiene facultades para normar las cuencas interjuridisdiccionales, pero se limitó en este caso a las actividades que causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones de la cuenca. Ello le permitió ampararse en el modelo bien aceptado de las leyes de policía sanitaria animal, de defensa agrícola y de residuos peligrosos que exhiben una larga y fructífera experiencia en su validez y aplicación‖. Esta ley establece los presupuestos mínimos ambientales, para la preservación de las aguas, su aprovechamiento y uso racional. El art 1 de la ley establece que ley considera agua, aquélla que forma parte del conjunto de los cursos y cuerpos de aguas naturales o artificiales, superficiales y subterráneas, así como a las contenidas en los acuíferos, ríos subterráneos y las atmosféricas. El art 2 considera cuenca hídrica superficial, a la región geográfica delimitada por las divisorias de aguas que discurren hacia el mar a través de una red de cauces secundarios que convergen en un cauce principal único y las endorreicas. La enumeración es tan amplia que parece difícil identificar cual es el agua a la que no se aplica. También se limita a normar las cuencas hídricas superficiales que encuadran en su descripción. Una cuenca de agua es genéricamente el espacio geográfico determinado por la línea divisoria de las aguas que fluyen hacia una salida o depósito común. Sin embargo, la norma solo alcanza a ―las regiones geográficas delimitadas por las divisorias de aguas que discurren hacia el mar a través de una red de cauces secundarios que convergen en un cauce principal único y las endorreicas‖. Con esa descripción la ley excluye a las cuencas hídricas superficiales que no encuadren en ella. Las limitaciones señaladas implican que el agua o la cuenca que no entre en la descripción tampoco entran en la ley. Es posible que todas las cuencas hídricas superficiales de la Argentina encuadran en su descripción, pero hay que evaluarlo en cada caso. Por eso es que la autoridad deberá evaluar en cada caso si el agua o la cuenca hídrica superficial sobre la que esta decidiendo encuadra en la descripción. Esgrimido hábilmente, es un obstáculo que puede frustrar mas de una vez el cumplimiento de la norma. Si el Artículo 2° no existiese, la ley se aplicaría a todas las aguas y a todas las cuencas. El artículo 3° establece que las cuencas hídricas como unidad ambiental de gestión del recurso se consideran indivisibles. El mandato del artículo no es claro. Parece estar sentando un criterio interpretativo. Podría entendérselo como el mandato que se impone a quien aplique el derecho de que debe considerar a la cuenca como una sola cosa y no una pluralidad de cosas con la finalidad de procurar mantener su integridad y evitar un enfoque fraccionado, que es lo que aconseja una buena técnica. Parece inspirarse en la tradicional idea de la gestión integrada de las cuencas que fuera impulsada por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas cuando en 1956 encomendó a su Secretario General ―constituir un panel de expertos de renombre mundial para pasar revista........a las implicancias administrativas, económicas y sociales del desarrollo integrado de las cuencas fluviales y asesorar respecto a la acción adecuada‖ 1/. El informe del panel se publicó en 1958 bajo el título: ―Desarrollo Integrado de Cuencas‖ , alcanzó en todo el mundo una amplia difusión promovida por los organismos nacionales e internacionales de fomento y desarrollo y la adhesión a sus principios se convirtió en un prerrequisito para acceder a la asistencia internacional. El informe recomendaba que los aprovechamientos fueran de propósitos múltiples y que la unidad de gestión fuera la cuenca. La Argentina tiene una larga y fructífera experiencia en el manejo del agua por cuencas, la ha propuesto en los foros internacionales y diversas normas jurídicas la imponen. El artículo 4° crea, para las cuencas interjurisdiccionales, los comités de cuencas hídricas con la misión de asesorar a la autoridad competente en materia de recursos hídricos y colaborar en la gestión ambientalmente sustentable de las cuencas hídricas. La competencia geográfica de cada comité de cuenca hídrica establece que podrá emplear categorías menores o mayores de la cuenca, agrupando o subdividiendo las mismas en unidades ambientalmente coherentes a efectos de una mejor distribución geográfica de los organismos y de sus responsabilidades respectivas. El artículo 4º de la ley aplica esos principios de unidad de cuenca recomendados por el panel de las Naciones Unidas aludido en el Comentario al artículo 3º cuando crea los comités de cuencas hídricas con la misión de asesorar a la autoridad competente en materia de recursos hídricos y colaborar en la gestión ambientalmente sustentable de las cuencas interjurisdiccionales. En el último medio siglo se han creado muchos comités similares para muchas cuencas en la Argentina. Ahora la ley los crea genéricamente como organismos federales para las cuencas hídricas superficiales que encuadran en la descripción del artículo 2º. El art 5° considera utilización de las aguas a los efectos de esta ley: a) La toma y desviación de aguas superficiales; b) El estancamiento, modificación en el flujo o la profundización de las aguas superficiales; c) La toma de sustancias sólidas o en disolución de aguas superficiales, siempre que tal acción afecte el estado o calidad de las aguas o su escurrimiento; d) La colocación, introducción o vertido de sustancias en aguas superficiales, siempre que tal acción afecte el estado o calidad de las aguas o su escurrimiento; e) La colocación e introducción de sustancias en aguas costeras, siempre que tales sustancias sean colocadas o introducidas desde tierra firme, o hayan sido transportadas a aguas costeras para ser depositadas en ellas, o instalaciones que en las aguas costeras hayan sido erigidas o amarradas en forma permanente; f) La colocación e introducción de sustancias en aguas subterráneas; g) La toma de aguas subterráneas, su elevación y conducción sobre tierra, así como su desviación; h) El estancamiento, la profundización y la desviación de aguas subterráneas, mediante instalaciones destinadas a tales acciones o que se presten para ellas; i) Las acciones aptas para provocar permanentemente o en una medida significativa, alteraciones de las propiedades físicas, químicas o biológicas del agua; j) Modificar artificialmente la fase atmosférica del ciclo hidrológico. . El artículo 6° introduce una importante reforma al código civil, puesto que somete a permiso de la autoridad competente actividades que antes podían efectuarse libremente sobre: a) Agua que el código civil atribuye al propietario de un fundo. Esa agua es, siempre y cuando no tenga ni adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general (Código Civil, artículo 2340 inc.3): 1) La que brote naturalmente y no forme cauce mientras no salga del fundo en que nace. Sobre el derecho del propietario del predio prevalecen los derechos adquiridos por los propietarios de fundos inferiores, que deben ser respetados (Código Civil, artículos 2340 y 2637). 2) La subterránea, no obstante su carácter público, pero con las limitaciones referidas a su aptitud de satisfacer usos de interés general señaladas precedentemente (id. artículo 2340 inc.3). El propietario del fundo puede extraerla en la medida de su interés con sujeción a los reglamentos que la autoridad dicte y las demás normas del Código Civil. Este código reglamenta la perforación de pozos (artículos 2621 y 2624), permite dejar correr las aguas alumbradas naturalmente sobre los fundos vecinos (artículo 2647), pero no las alumbradas artificialmente (artículo 2682). 3) El agua de vertiente, que pertenece al propietario del fundo en que aflora, quien puede dejarla correr sobre los fundos vecinos, pero no puede darle un uso perjudicial para ellos (artículos 2637/8). 4) La de vertiente que nazca y muera en un mismo fundo (artículo 2350). 5) La de lluvia, mientras permanezca en el terreno en que cayese o entrase (artículo 2635). El dueño del terreno en que cae o entra puede disponer de ella sin detrimento de los inferiores (artículo 2685). En estos casos el propietario del predio tiene un derecho perfecto amparado por las prerrogativas y garantías que el Artículo 17 de la Constitución Nacional acuerda al derecho de propiedad aún en los casos en que el código civil no le atribuyese expresamente su propiedad. Tal derecho es accesorio e inseparable del predio lo que lo hace absoluto, exclusivo y perpetuo como el que se ejerce sobre el fundo al cual acceden. b) Agua del dominio público. Las personas particulares tienen el uso y goce de esos bienes públicos con sujeción a las disposiciones del código y a las ordenanzas generales o locales (Código civil, artículos. 2340, 2341, 2343 inc. 1º y 2636).El derecho recae sobre toda el agua del dominio público con las excepciones que se han señalado precedentemente a favor de determinada categoría de propietarios de inmuebles. Ahora, en virtud del artículo 6° de la ley 25688, el ejercicio de la actividad descripta por su artículo 5° sobre el agua referida precedentemente no es libre, sino que requiere permiso de la autoridad competente. Como nada dispone la nueva ley sobre los efectos de la supresión de distintos derechos de los propietarios de predios y de las personas particulares sobre el agua que impone, lo deberán hacer los jueces en cada caso. Facultad del Congreso Nacional y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para legislar y para juzgar en materia de aguas o cuencas interjuridisdiccionales. Para juzgar la constitucionalidad y, por ende la viabilidad del artículo 6° hay que definir si con la sanción de la ley 25688, el Congreso Nacional vuelve al sistema de la ley 13.030 (que había convalidado al decreto 6767/45). Es decir si asume o delega la facultad de atribuir o distribuir agua de cuencas interjurisdiccionales. Si se interpreta que atribuye o distribuye, la norma va a ser tan discutida como fueron las recomendaciones de que el Congreso Nacional legislara la materia que hiciera la IV Conferencia Nacional de Abogados (Tucumán, 1936), recogiera en 1941 un proyecto de ley del Senador Alfredo L. Palacios y acogiera, finalmente el decreto 6767/45 convertido en ley por la ley omnibus 13.030. Esta norma se originó en una propuesta del ex Consejo Nacional de Posguerra orientado por el entonces Coronel Juan D. Perón, que atribuyó facultades regulatorias de los ríos interprovinciales a un organismo federal para asegurar su racional y armónica utilización en todo su curso de acuerdo con la población y necesidades de cada Provincia. La reforma constitucional de 1949 afianzó ese criterio cuando facultó al Congreso Nacional para legislar (Artículo 68, inc. 14) y al Poder Ejecutivo para ejercer la policía de ríos interprovinciales (Artículo 83, inc. 2) y nacionalizó las caídas de agua (Artículo 40). En la misma inteligencia, Congreso Nacional adoptó algunas disposiciones en materia de agua provincial para el uso eléctrico cuando sancionó la ley 15336 (Artículos 6, 8 y 43). Algunas de ellas fueron cuestionadas judicialmente, pero ningún pronunciamiento las invalidó . Como se ha visto, la propuesta de que el Congreso Nacional legislara la materia tuvo importantes y variados padrinos y fue aceptada por legisladores y constituyentes, pero no se abrió camino en la práctica. El órgano administrativo federal al que la ley había otorgado la potestad no logró imponer a Mendoza el cumplimiento de la Resolución A y EE 50/49 que le ordenaba soltar una pequeña cantidad de agua de El Nihuil para paliar el daño ambiental que la presa estaba causando en La Pampa. Además fue repudiada como centralizadora y autoritaria por el Gobierno impuesto en 1955, que declaró inaplicables las reformas constitucionales de 1949, lo que la Convención Nacional Constituyente de 1957 ratificó. Provincia de Buenos Aires Crea genéricamente la figura jurídica de los comités de cuencas como organismos federales de asesoramiento y les atribuye funciones de autoridad para autorizar o no actividades que causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones, lo que es materia federal. Con ello se convierte en una ley de policía federal de actividades que causen impacto ambiental significativo sobre partes de cuencas situadas en la Provincia de Buenos Aires. Esta ley establece los presupuestos mínimos ambientales, para la preservación su aprovechamiento y uso racional. de las aguas de la Provincia de Buenos Aires.3 1-Titulo Régimen de gestión ambiental de aguas. ley 25.688 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 25.688 4- Fecha de sanción 26/11/2003 5- Temas Principales 3 Fija los presupuestos mínimos ambientales para la preservación de las aguas, su Valls, Mario ―La ley 25688 de régimen de gestión ambiental de aguas‖. LexisNexis Jurisprudencia Argentina, JA 2002 – IV, 16/4/2003. aprovechamiento y uso racional. utilización de las aguas, regula la cuenca hídrica superficial y los comités de cuencas hídricas. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Establece los presupuestos mínimos Aires ambientales, para la preservación aprovechamiento y uso racional. de las aguas de la Provincia de Buenos Aires. LEY Nº 26.331/2007 PRESUPUESTOS MINIMOS DE PROTECCION AMBIENTAL DE LOS BOSQUES NATIVOS Reglamentada por el Decreto 91/2009 Establece los Presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos. Asimismo, establece un régimen de fomento y criterios para la distribución de fondos por los servicios ambientales que brindan estos bosques. Define como bosque nativo a los ecosistemas forestales naturales compuestos predominantemente por especies arbóreas nativas maduras, con diversas especies de flora y fauna asociadas, en conjunto con el medio que las rodea —suelo, subsuelo, atmósfera, clima, recursos hídricos—, conformando una trama interdependiente con características propias y múltiples funciones, que en su estado natural le otorgan al sistema una condición de equilibrio dinámico y que brinda diversos servicios ambientales a la sociedad. La ley tiene como objetivo : a) Promover la conservación mediante el Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos y la regulación de la expansión de la frontera agropecuaria y de cualquier otro cambio de uso del suelo; b) Implementar las medidas necesarias para regular y controlar la disminución de la superficie de bosques nativos existentes, tendiendo a lograr una superficie perdurable en el tiempo; c) Mejorar y mantener los procesos ecológicos y culturales en los bosques nativos que beneficien a la sociedad; d) Hacer prevalecer los principios precautorio y preventivo, manteniendo bosques nativos cuyos beneficios ambientales o los daños ambientales que su ausencia generase, aún no puedan demostrarse con las técnicas disponibles en la actualidad; e) Fomentar las actividades de enriquecimiento, conservación, restauración mejoramiento y manejo sostenible de los bosques nativos. Será Autoridad de Aplicación el organismo que la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires determinen para actuar en el ámbito de cada jurisdicción. La norma establece la obligación de realizar una valuación del impacto ambiental y monitoreos. También crea un Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos Provincia de Buenos Aires La provincia tiene la posibilidad de inscribir en el REGISTRO NACIONAL DE BOSQUES NATIVOS, los bosques nativos de titulares que solicitan aportes no reintegrables según los establecido por la ley y tienen la obligación de realizar y mantener actualizado un Plan de Manejo y Conservación de los Bosques Nativos. Podrán acceder a la compensación para titulares de bosques nativos prevista por el artículo 35 de la ley: a) Las personas físicas domiciliadas en el país conforme con el artículo 89 del Código Civil, que sean titulares de bosques nativos. b) Las personas de existencia ideal, públicas o privadas, constituidas en el país, con su domicilio fiscal en el mismo, que sean titulares de bosques nativos. No podrán acceder a la compensación para titulares de bosques nativos que establece el artículo 35 de la ley: a) las personas físicas o jurídicas titulares de bosques nativos existentes en jurisdicciones cuyos órganos legislativos no dicten las respectivas normas de aprobación del ordenamiento territorial de bosques nativos, acorde con los recaudos de la ley; b) las personas físicas o jurídicas deudoras bajo otros regímenes de promoción, cuando el incumplimiento de sus obligaciones se hubiere determinado en sede administrativa; 1-Titulo Proteccion Ambiental de los Bosques Nativos 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 26.631 4- Fecha de sanción Sancionada: Noviembre 28 de 2007 Promulgada de Hecho Diciembre 19 de 2007 5- Temas Principales Promover la conservación de los Bosques Nativos Implementar las medidas necesarias para regular y controlar la disminución de la superficie de bosques nativos existentes Mejorar y mantener los ecológicos en los bosques procesos Hacer prevalecer los principios precautorio y preventivo. Fomentar las actividades de enriquecimiento, conservación, restauración mejoramiento y manejo sostenible de los bosques nativos. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Impulsar planes de conservación de bosques Aires para lo cual podrá obtener financiamiento. El Código Civil click aquí para ver la norma El Código Civil impone el ejercicio regular del derecho de propiedad, prohibe el abuso del derecho (Arts. 2513/4) y establece la responsabilidad objetiva (Art. 1113). Acuerda a quien temiere que de alguna cosa pudieran derivar daños a sus bienes una acción posesoria para pedir medidas cautelares (Art. 2499) y obliga a los propietarios de edificios a evitar que su caída o la de sus desprendimientos dañe a terceros Art. 2616). pero niega al propietario vecino el derecho a la reparación o demolición del edificio que amenace ruina y aún el de obtener garantías (Art. 1132). Limita el dominio, obligando a tolerar determinadas molestias originadas en fundos vecinos e impone conductas para evitar daño ambiental (Art. 2618 y ss.). No se limita a imponer restricciones y límites al dominio, sino que también impone medidas protectoras del ambiente hídrico y del ambiente en general contra la acción del agua, como ser el camino de sirga (Arts. 2639/40), la incolumnidad del transporte fluvial (Art. 2641), la negación de privilegios a los ribereños (Art. 2642) con la excepción de construir obras para volver el agua al estado anterior (Arts. 2643/44), la prohibición de extender las presas del ribereño más allá de la mitad del curso de agua (Art. 2646), la de enviar determinada agua al predio inferior y la de recibirla en determinadas circunstancias (Arts. 2647 y ss.). Además, somete al derecho administrativo la construcción de represas (Art. 2645) y establece el derecho a cazar especies silvestres (Arts. 2540/3) y pescar (Arts. 2547/8).Este derecho estará limitado por las leyes que reglamenten su ejercicio, como las normas provinciales de Buenos Aires de protección de la flora y fauna. Los artículos 2164 y siguientes y el 4041 norman la acción redhibitoria y la quanti minoris que limitan sensiblemente la responsabilidad de quien transfiere una cosa contaminada o afectada de otro modo por la degradación ambiental. Provincia de Buenos Aires Especialmente quienes desarrollen alguna actividad que pudiera dañar el ambiente de la provincia, tendrán que considerar que deberán responder civilmente, aunque no hayan incurrido en culpa, conforme al art. 1113 del código civil. Se deberán aplicar los límites y las restricciones al dominio, las medidas protectoras del ambiente hídrico y del ambiente en general contra la acción del agua, como ser el camino de sirga (Arts. 2639/40), la incolumnidad del transporte fluvial (Art. 2641), la negación de privilegios a los ribereños (Art. 2642) con la excepción de construir obras para volver el agua al estado anterior (Arts. 2643/44), conjuntamente con el Código de Aguas de la Provincia de Buenos Aires. 1-Titulo Codigo Civil 2- Tipo de norma Código 3- Número de norma 340 4- Fecha de sanción Fecha de sanción 25/9/69 5- Temas Principales Responsabilidad objetiva Protección hídrica Represas límites al dominio 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Restricciones en materia hídrica Aires compatibilizar con el código de aguas Responsabilidad objetiva. a EL CÓDIGO PENAL CLICK AQUÍ PARA VER LA NORMA El Código Penal tipifica distintos delitos y prevé sanciones para quienes incurran en ellos. En algunos de los tipos penales descriptos pueden encuadrarse distintos casos de daño al ambiente. A continuación se resumen los artículos del Código que resultan de aplicación. Los artículos 79 y ss. tipifican el delito de lesiones previsto en distintos grados. Estas lesiones pueden configurarse respecto de elementos del ambiente o, a través de ellos sobre una persona o cosa. Los artículos 89 y ss. tipifican el delito de homicidio. Éste puede ser causado a través de algún elemento del ambiente, por ejemplo, por contaminación. El artículo 183 sanciona con prisión de 15 días a un año al que destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare ―una cosa mueble o inmueble o un animal....― El l artículo 184 establece supuestos agravantes del delito, entre los cuales se encuentran: Inc. 2: Producir infección o contagio en aves u otros animales domésticos, inc. 3 emplear substancias venenosas o corrosivas; Inc. 4: ejecutar el delito en bienes o lugares público. El artículo 200 del Código Penal (Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/2009) tipifica el delito doloso de envenenamiento adulteración o falsificación de un modo peligroso para la salud de aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas, prevé la pena de reclusión o prisión -entre 3 y 10 años- y multa. Además impone un agravante, si a causa del hecho muriera alguna persona aumenta la pena en un rango de 10 a 25 años y si resultaren lesiones graves o gravísimas en un rango de 3 a 15 años (artículo 201 bis ) . Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/200) El artículo 201 Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/200 extiende la aplicación de las penas precedente al que vendiere, pusiere en venta, suministrare, distribuyere o almacenare con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias o medicinales o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo. En el caso que el delito fuera cometido con culpa o sea por imprudencia, negligencia, impericia en el arte o profesión o inobservancia de los deberes a su cargo se impondrá multa o prisión de 6 meses a cinco años, en caso de enfermedad o muerte de alguna persona (artículo 203). Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/200) A pesar de que esta norma protege el ambiente hídrico existen obstáculos para aplicar la figura al problema de la contaminación de los cursos de agua, ya que el tipo penal establece que se deberá estar contaminando un agua potable, con lo cual la posibilidad de aplicar la figura excluye: los cursos de agua contaminados por hechos anteriores, como las aguas del Riachuelo o del Reconquista, los cursos de agua susceptibles de potabilización, ya que no es originalmente potable según los requisitos de calidad exigidos sino que necesita de un tratamiento posterior para su potabilización. En materia penal el delito deberá encuadrar perfectamente en algún tipo legislado y no será suficiente que cumpla requisitos por separado de distintos tipos penales. El Código prevé otros tipos penales menores para los casos en que no se pueda encuadrar el tipo delictivo en uno más severamente penado. El artículo 183 sanciona con prisión de 15 días a un año al que destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare una cosa mueble o inmueble o un animal. El artículo 184 establece supuestos agravantes del delito, entre los cuales están: Inc. 2: Producir infección o contagio en aves u otros animales domésticos, inc. 3 emplear substancias venenosas o corrosivas; Inc. 4: ejecutar el delito en bienes o lugares públicos, como es el caso del agua. Siguiendo la misma línea de razonamiento, si la contaminación del agua fuere el vehículo causante de muerte o lesiones en personas, o de la propagación de alguna enfermedad peligrosa y contagiosa, se estarían configurando otros tipos delictivos: Homicidio en alguno de sus grados artículo 79 y ss; Lesiones, artículo 89 y ss; El artículo 205 penaliza la violación de las medidas adoptadas por la autoridad para evitar la propagación de una epidemia; el artículo 206. penaliza la violación de las leyes de policía sanitaria animal y el artículo 207 actúa como agravante a los funcionarios públicos que cometieren estos delitos. El artículo 182. Tipifica y reprime la usurpación del agua y la rotura de obras hidráulicas con ese fin; los artículos 186/187/188/189 tipifican y reprimen el incendio, la explosión y la inundación causados; el artículo 189 bis. Tipifica y reprime la tenencia, suministro, fabricación, adquisición o sustracción de materiales explosivos, asfixiantes, inflamables o tóxicos; El artículo 202 penaliza la propagación de una enfermedad peligrosa o contagiosa para las personas. Esto puede suceder a través de la contaminación ambiental causada. El artículo 203. establece un atenuante aplicable a los supuestos de los tres artículos anteriores cuando hubiere impericia, imprudencia o negligencia. El artículo 205. penaliza la violación de las medidas adoptadas por la autoridad para evitar la propagación de una epidemia; el artículo 206. penaliza la violación de las leyes de policía sanitaria animal y el 207. actúa como agravante a los funcionarios públicos que cometieren estos delitos. Los artículos 186, 187, 188 y 189 tipifican y reprimen el incendio, la explosión y la inundación causados. El artículo 189 bis. Tipifica y reprime la tenencia, suministro, fabricación, adquisición o sustracción de materiales explosivos, asfixiantes, inflamables o tóxicos. Provincia de Buenos Aires El artículo 200 pena la contaminación del agua potable, lo que implica que quien desarrolle una actividad potencialmente dañosa en la provincia que contamine el agua potable podrá incurrir es este delito, es importante destacar, que el concepto de lo que es agua potable dependerá de la interpretación que le dé el juez o la instancia administrativa que tenga que resolver un conflicto y no es un concepto preciso ni exacto. El artículo 202 penaliza la mera ―propagación‖ de una enfermedad peligrosa o contagiosa para las personas. Deberá tener en cuenta el industrial de la Provincia que el vuelco de efluentes, con virus o bacterias que puedan propagar una enfermedad, hace que el delito se tipifique, no es necesario que exista contagio o alguien contraiga la enfermedad producida por ese virus. 1-Titulo Código Penal 2- Tipo de norma Código 3- Número de norma 4- Fecha de sanción 5- Temas Principales Contaminación hídrica Daño Protección hídrica Propagación de enfermedades 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos La contaminación o adulteración del agua Aires potable de la provincia es delito. castiga también la mera propagación de enfermedades, lo que implica que los vuelcos industriales, pueden ser delictivos. LEY NACIONAL N° 24.354 SISTEMA DE INVERSIÓN PÚBLICA NACIONAL: click aquí para APLICABLE EN EL CASO DE QUE SE REALICE ALGUNA ACTIVIDAD U OBRA EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES QUE PUEDA DAÑAR EL AMBIENTE CON DINERO, PRÉSTAMO O AVAL DEL ESTADO NACIONAL ver la norma La Ley de Inversiones Públicas Nº 24.354 que en su artículo 2º inc. a bis apartado 3 impone la obligación de realizar la evaluación del impacto ambiental en la etapa de preinversión, en los proyectos de los organismos integrantes del sector público nacional, en los de organizaciones privadas o públicas que requieran subsidios, avales, aportes o créditos del estado o cualquier otro beneficio que afecte directa o indirectamente al patrimonio público nacional, lo que amplia aún más el ámbito de aplicación de la norma y estrictamente en los proyectos previstos en el anexo I y de acuerdo al procedimiento que detallaba el anexo II que fue vetado por el decreto 1427/94 BO 29 de agosto de 1994 conjuntamente con la segunda parte del párrafo del apartado 3 del inc. a bis del art. 2º de la ley que imponía que las normas y procedimientos para llevar a cabo la evaluación del impacto ambiental impuesta en la primera parte del citado párrafo debían ajustarse a lo establecido por su Anexo 2. Entre los proyectos que deberán realizar estudios de factibilidad o impacto ambiental del Anexo I están las Instalaciones destinadas a la eliminación de residuos peligrosos o de eliminación de tóxicos peligrosos por: a) Incineración. b) Tratamiento químico de transformación. El veto parcial del Poder Ejecutivo deja que la obligación de realizar el estudio subsista pero no hay un procedimiento, impuesto por ley. Provincia de Buenos Aires Cuando alguien desarrolle alguna actividad en la provincia y se encuentre en la etapa de preinversión, tendrá que presentar a la autoridad competente el estudio de factibilidad ambiental, o al menos cuando elabore el estudio establecido por la ley provincial 11.723 o 11.459 que exigen evaluaciones con exigencias diferentes a las establecidas por esta norma nacional, deberán contemplarla, solo en el caso de que la actividad fuera a realizarse con prestamos o avales del estado nacional. 1-Titulo Ley de Inversiones Públicas 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 24.354 4- Fecha de sanción 28/7/94 5- Temas Principales Obliga a realizar en la etapa de preinversión de los proyectos de los organismos integrantes del sector público nacional, en los de organizaciones privadas o públicas que requieran subsidios, avales, aportes o créditos del estado la evaluación del Impacto ambiental 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos En el caso de que en la provincia de Buenos Aires Aires se realicen proyectos que tengan aval o préstamo del Estado Nacional, deberán presentar una evaluación del impacto ambiental, además de la evaluación requerida por las normas de la Provincia de Buenos Aires. LEY Nº 15.336/60 - LEY Nº 24.065/92 RÉGIMEN ELÉCTRICO click aquí para ver la norma La Ley Nº 15.336 establece el régimen federal de la energía eléctrica. La norma somete a sus disposiciones y reglamentos las actividades de la industria eléctrica destinadas a la generación, transformación, transmisión, y distribución de electricidad, en cuanto las mismas correspondan a la jurisdicción nacional. Distinción jurídica entre la fuente generadora y la energía hidráulica: La ley dispone que la energía de las caídas de agua y de otras fuentes hidráulicas, comprendidos los mares y los lagos, constituye una cosa, jurídicamente considerada como distinta del agua y de las tierras que integran dichas fuentes. El derecho de utilizar la energía hidráulica no implica el de modificar el uso y fines a que estén destinadas estas aguas y tierras, salvo en la medida estrictamente indispensable que lo requieran la instalación y operación de los correspondientes sistemas de obras de captación, conducción y generación, de acuerdo con las disposiciones particulares aplicables a cada caso (art. 5º). En el régimen de la Ley Nº 15.336, las concesiones para el aprovechamiento de fuentes hidroeléctricas de jurisdicción nacional podían otorgarse a plazo fijo o por tiempo indeterminado. En la concesión debe contemplarse su objeto, la reglamentación de uso múltiple del agua, la potencia, los plazos de ejecución y de explotación. En el artículo 16º se fijan los derechos del concesionario, entre otros: ocupar propiedades privadas, inundar playas, requerir expropiaciones. La ley de energía eléctrica establece las siguientes prioridades en el uso del agua, que el concesionario debe respetar, a saber: bebida y uso doméstico de la población ribereña; riego y producción de energía. Las actividades industriales de la provincia que requieran fuentes hidroeléctricas de jurisdicción nacional , deberá complementarse con el Código de Aguas de la provincia de Buenos Aires que es concordante con la Ley N° 15.336. La Ley Nº 24.065 y su reglamentación aprobada mediante decreto Nº 1398/92 conforman el nuevo marco regulatorio de la energía eléctrica, la mencionada ley modifica y deroga diversos artículos de la Ley Nº 15.336. La ley caracteriza como servicio público el transporte y distribución de electricidad. La actividad de generación, en cualquier modalidad, destinada total o parcialmente a abastecer de energía eléctrica a un servicio público, es considerada de interés general, afectada a dicho servicio público y encuadrada en las normas legales y reglamentarias que aseguren el normal funcionamiento del mismo (conf. art. 1º). El artículo 17º de la Ley Nº 24.065 impone una obligación a los sujetos del mercado eléctrico reconocidos por la ley -a saber: generadores o productores, transportistas, distribuidores y grandes usuarios-, que consiste en la adecuación de la infraestructura física, las instalaciones y la operación de los equipos a las medidas destinadas a la protección de las cuencas hídricas y de los ecosistemas involucrados; asimismo deberán responder a los estándares de emisión de contaminantes vigentes y los que se establezcan en el futuro en el orden nacional por la Autoridad de Aplicación. La reglamentación del artículo 17º por el decreto Nº 1398/92 en su Anexo 1, encomienda a la Autoridad de Aplicación la determinación de las normas de protección de las cuencas hídricas y ecosistemas asociados a las cuales deberán sujetarse los generadores, transportistas y distribuidores de energía eléctrica, en lo referente a la infraestructura física, las instalaciones y la operación de sus equipos. En materia de infracciones, la Resolución (ENRE) Nº 51/95 establece en su artículo 1º que "Se considerará infracción de las obligaciones previstas para los generadores eléctricos por el artículo 17º de la Ley Nº 24.065, en lo que respecta a la protección de los ecosistemas involucrados por su infraestructura física, sus instalaciones y la operación de sus equipos, a toda violación de las normas técnicas previstas en las leyes nacionales y provinciales, sus reglamentaciones, ordenanzas municipales y resoluciones dictadas por los organismos competentes de la Administración Pública Nacional, centralizada o descentralizada, que correspondan según el lugar de los hechos". Asimismo, el artículo 2º de la Resolución (ENRE) Nº 51/95 dispone que las infracciones establecidas en el artículo 1º, "serán sancionadas de conformidad con lo establecido en el artículo 77º de la Ley Nº 24.065", consistentes en multas, suspensiones, inhibiciones y/o decomiso de equipos. La autoridad de aplicación de la normativa de análisis es la Subsecretaría de Energía dependiente de la Secretaría de Energía y Puertos, y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad creado por artículo 54º de la Ley Nº 24.065. Provincia de Buenos Aires En caso de que la electricidad utilizada para las actividades desarrolladas en La Provincia sean proveídas por una empresa nacional se aplicarán las normas arriba mencionadas. 1-Titulo Régimen Eléctrico 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 15.336 4- Fecha de sanción Fecha de sanción 5- Temas Principales La Ley Nº 15.336 establece el régimen federal de la energía eléctrica. Somete a sus disposiciones y reglamentos las actividades de la industria eléctrica destinadas a la generación, transformación, transmisión, y distribución de electricidad, en cuanto las mismas correspondan a la jurisdicción nacional. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos En caso de que la electricidad utilizada para las Aires actividades desarrolladas en la provincia sean proveídas por una empresa nacional se aplicará la ley. LEY Nº 22.421 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE click aquí para ver la norma La Ley define a la fauna silvestre entendiendo por tal: 1) Los animales que viven libres e independientes de los seres humanos, en ambientes naturales o artificiales; 2) Los bravíos o salvajes que viven bajo el control humano, en cautividad o semicautividad; 3) los originalmente domésticos que, por cualquier circunstancia, vuelven a la vida salvaje convirtiéndose en cimarrones. La ley excluye de su alcance a la fauna comprendida en las leyes sobre pesca, sometiendo a la autoridad jurisdiccional de aplicación juntamente con la dependencia específica pertinente la calificación correspondiente en los casos dudosos. El Capítulo IV del citado texto legal, legisla sobre el ambiente de la fauna silvestre y su protección. El artículo 13º dispone que los estudios de factibilidad y proyectos de obras (desmonte, secado y drenaje de tierras inundables, modificaciones de cauce de ríos, construcción de diques y embalses), que puedan causar transformaciones en el ambiente de la fauna silvestre, deberán ser consultados previamente a las autoridades nacionales o provinciales competentes en la materia. Por otra parte, el artículo 14º establece que antes de autorizar el uso de productos venenosos o tóxicos que contengan sustancias residuales nocivas, deben ser previamente consultadas las autoridades competentes en materia de fauna silvestre. El uso de agroquímicos en la explotación forestal debe cumplir con las normas existentes, ya que sino contaminarían el suelo la flora la fauna y el agua que escurre transgrediendo normas de distinta naturaleza. Asimismo, la ley regula aspectos relacionados con el aprovechamiento de la fauna silvestre (art. 8º); el comercio interprovincial e internacional (art. 10º); caza (capítulo V); control sanitario, manejo y promoción (capítulo VI). El art. 20 establece que en el caso de que una especie de la fauna silvestre autóctona se halle en peligro de extinción o en grave retroceso numérico, el Poder Ejecutivo nacional deberá adoptar medidas de emergencia a fin de asegurar su repoblación y perpetuación. Contiene en su Capítulo XI, disposiciones penales especiales destinadas a reprimir la caza furtiva, la depredación de la fauna y el uso de armas prohibidas como también el comercio, transporte, acopio e industrialización realizados sobre piezas o productos provenientes de esas actividades ilícitas. Provincia de Buenos Aires No solamente las normas de la Provincia de Buenos Aires protectoras del ambiente deberán ser consideradas, ya que la ley de fauna, a la cual ha adherido la provincia deberá ser tenida también en cuenta. La Provincia de Buenos Aires deberá prestar su colaboración a la autoridad de aplicación nacional y aportará los recursos pertinentes, pudiendo disponer también la prohibición de la caza, del comercio interprovincial y de la exportación de los ejemplares y productos de la especie amenazada. 1-Titulo Protección y Conservación de la Fauna Silvestre 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 22.421 4- Fecha de sanción 5/3/81 5- Temas Principales Regula la caza, excluye pesca 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Colaborar con la Autoridad de Aplicación Aires Prohibir o regular la caza en la provincia LEY Nº 24.051 RESIDUOS PELIGROSOS. DECRETO REGLAMENTARIO Nº 831/93 click aquí para ver la norma El mismo Congreso que en marzo de 1991 había sometido a permiso previo la importación de determinados residuos altamente peligrosos, al aprobar el Convenio de Basilea (Ley N° 23.922), en diciembre del mismo año, prohibió por la Ley N° 24.051, la importación de todo residuo, incluso los nucleares, ajenos a la ley. La reforma de la Constitución de 1994 reiteró la prohibición. La interpretación estrecha de esta norma podría cortar una corriente de importaciones de insumos industriales que también son residuos y la Ley N° 24.051 considera peligrosos así como de los radioactivos que pudiera necesitar nuestra generación nuclear. La ley regula la generación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición final de residuos peligroso; podría ubicarse dentro de la categoría de ley mixta, "pues contiene disposiciones federales, disposiciones de derecho común e incluso algunas que se emplean en uno y otro carácter" (Cámara Federal de San Martín, 16.10.92, JA Nº 5836/93). En materia de Evaluación de Impacto Ambiental, la ley establece en el inc. g) de su artículo 60º que la Autoridad de Aplicación deberá realizar la evaluación de los estudios sobre plantas de tratamiento y disposición final de residuos peligrosos. Establece la obligación de los generadores, operadores y transportistas de residuos peligrosos de inscribirse en el Registro Nacional de Generadores y Operadores de Residuos Peligrosos creado en el ámbito de la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable. Asimismo, deben tramitar el Certificado Ambiental, instrumento que deberá ser renovado anualmente y que acredita la forma de manipulación, transporte, tratamiento o disposición final que los inscriptos aplicarán a los residuos peligrosos. El transportista y el operador son considerados por la ley como guardianes de los residuos peligrosos, estableciéndose un sistema de responsabilidad objetiva (art. 1113º, Cód. Civ.), es decir que dichos sujetos son responsables solidariamente por el daño ocasionado. Esta responsabilidad no desaparece aún probando la culpa de terceros (conf. art. 47º). El ámbito de aplicación de la norma de análisis se encuentra regulado en su artículo 1º : los residuos peligrosos ubicados en lugares sometidos a la jurisdicción nacional; aquellos destinados al transporte interprovincial, o cuando pudieran afectar a las personas o al ambiente más allá de la "frontera" de la Provincia donde se hubiesen generado; o, cuando fuera necesario unificar las medidas higiénicas o de seguridad en todo el país, en razón de su repercusión económica sensible para garantizar la efectiva competencia de las empresas afectadas. Por su parte el D.R. 831/93 en su artículo 1º, inc. 2) entiende alcanzados por la ley los residuos que ubicados en una Provincia deban ser transportados fuera de ella ya sea por vía terrestre, por un curso de agua de carácter interprovincial, por vías navegables nacionales o por cualquier otro medio, aún accidental, como podría ser la acción del viento u otro fenómeno de la naturaleza. En cuanto al régimen sancionatorio, la ley dispone sanciones de tipo contravencional administrativo, previa sustanciación del sumario correspondiente (art. 50º). Por otra parte, contiene sanciones de tipo penal (conf. arts. 55º a 58º, Ley Nº 24.051). Documentación que exige la ley: La ley crea un Registro Nacional de Generadores y Operadores de Residuos peligrosos en el que deben inscribirse los generadores, transportistas y operadores de esos residuos. El Registro otorga el certificado ambiental de duración anual sin el cual la autoridad no podrá habilitarlos para actuar (Arts. 4/11). Todo residuo peligroso generado deberá ir siempre acompañado por un manifiesto en el que conste (Art. 13): a) La individualización del generador, del transportista y de la planta destinataria de los residuos. b) La descripción y composición de los residuos. c) La cantidad transportada. d) Las instrucciones especiales para el transportista y operador. Obligaciones del Generador. Generador, para la ley es quien produce los residuos. Algunas de sus obligaciones son (Arts. 17/18): a) Adoptar medidas para disminuir la cantidad de residuos. b) Separar los residuos peligrosos incompatibles entre sí. c) Envasarlos e identificar los envases y su contenido. d) Registrar las operaciones de tratamiento que realice en su planta. Transporte. Obligaciones del transportista Algunas de las obligaciones del transportista son: a) Acreditar su conocimiento para proveer respuesta adecuada en caso de emergencia resultante del transporte (Art. 23 inc. d). b) Suscribir una póliza de seguro o dar garantía suficiente para respaldar su responsabilidad (Id. inc. e). c) Confiar el transporte a conductores que tengan licencia especial para el transporte de sustancias peligrosas (Id. inc. e). d) Acompañar los residuos con el manifiesto referido más arriba (Art. 26), un manual de procedimiento y los materiales y equipos adecuados para afrontar una eventual liberación de residuos (Art. 28 inc. a). e) Instalar un sistema de comunicación por radiofrecuencia en la unidad transportadora (Art. 28 inc. b). f) En caso de no poderlos entregar al destinatario, devolverlos al generador o entregarlos en las áreas designadas por la autoridad (Art. 27). g) Correlativamente está sometido a una serie de prohibiciones para evitar riesgos ambientales (Art. 29): se prohíbe el transporte por agua si no se hace mediante contenedores independientes de la unidad transportadora y que tengan flotabilidad positiva aún con carga completa (Art. 28 inc. e) y el transporte aéreo (Art. 32). Plantas de tratamiento y disposición final. Obligaciones Debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble toda afectación de un inmueble a la instalación de plantas de tratamiento y disposición final de residuos peligrosos (Art. 34 inc. c). La instalación de tales plantas requiere la presentación de una declaración jurada sobre sus características y planes de operación y seguridad, del estudio del impacto ambiental y del plan de cierre y restauración del área (Arts. 34/44). Modificaciones del régimen de la responsabilidad civil. El régimen de la responsabilidad civil, se modifica sólo para los residuos sometidos a su régimen por el Artículo 1, lo que no impide que también se lo pueda aplicar analógicamente en cada caso. La ley tipifica al residuo como una de las cosas riesgosas a que se refiere el 2º párrafo del Art. 1113 del código civil (Art. 45). Extiende la responsabilidad civil: a) A quien transmite o abandona voluntariamente el residuo (Art. 46). b) Al dueño o guardián del residuo cuando el daño se produzca por culpa de tercero cuya acción pudiera ser evitada poniendo el debido cuidado (Art. 47); c) Al generador del residuo no obstante su transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento salvo que el daño sea atribuible a tratamiento defectuoso (Art. 48). Provincia de Buenos Aires Jurisprudencia: aplicabilidad de la ley en la Provincia de Buenos Aires. La Justicia Federal ha interpretado que la Ley N° 24.051 se refiere a los residuos de todo el país y no solamente aquellos que su artículo 1º somete a la jurisdicción federal. Aunque es claro que la Ley N° 24.051 norma solo los residuos sometidos a la jurisdicción nacional, algunos jueces federales parecieron interpretar que la Ley N° 24.051 norma los residuos de todo el país, incluso los locales. La Cámara Federal de San Martín sentenció el 16 de octubre de 1992 6/: "El contenido de los artículos 55 y 57 no pudo haber emanado, en cambio, sino de las facultades contenidas en el inc. 11 del citado artículo 67. Artículos como el 67 de la ley no pueden referirse sino a su contenido de carácter federal, y no de derecho común, pues es característica de éste su virtualidad en todo el territorio de la Nación, que mal se acomodaría con el dictado de normas provinciales en la materia, en la que media un poder delegado por la Constitución al gobierno federal (arg. art. 105 de la Constitución Nacional)". Y agregaba "El art. 58, en tanto dispone que 'Será competente para conocer de las acciones penales que deriven de la presente ley la Justicia Federal", detrae esta materia de derecho común como se determinó, del conocimiento de la justicia local, provincial o nacional, en cuanto pudiera regularmente corresponder, lo que como se anticipó, ha sido admitido por la Corte Suprema en situaciones de excepción.' " El Juzgado Federal N 3 de Córdoba adoptó el mismo criterio cuando, un fallo del 28 de mayo de 1993, dispuso el procesamiento de un imputado como autor negligente del delito previsto por el artículo 56 de la Ley N° 24.051, aún cuando la contaminación se limitaba al Barrio Observatorio de la Ciudad de Córdoba . La misma Cámara Federal de San Martín, sala I, insistió en su criterio: 1.-Confirmó, en el fallo del 24 de febrero de 1993, el auto de procesamiento dictado por el delito previsto en el artículo 56 de la Ley N° 24.051 por considerar que la prueba reunida en autos permite tener por acreditada la contaminación del medio ambiente en forma peligrosa. 2. -Sentenció en fallo del 21 de marzo de 1995 (Esta vez fue su Sala II) que: "la precisa distribución de funciones especialmente previstas por la Ley N° 24051........... reserva a la Justicia Federal la represión de la concreta contaminación ambiental una vez que ella ya se ha producido (arts. 55 a 58) . 3. - Confirmó, en fallo del 28 de septiembre de 1995, el auto de procesamiento dictado por el delito previsto en el artículo 55 de la Ley N° 24051 por considerar que : "Determinado el carácter peligroso del residuo, debe seguidamente evaluarse si con su incorrecta manipulación, transporte o disposición final, se ha envenenado, adulterado o contaminado, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general, y si dicha contaminación reviste una importancia tal que pone en peligro la salud de las personas. En caso de darse estos últimos supuestos, el hecho encuadraría dentro de las previsiones de los arts. 55 a 57 de la Ley N° 24.051". ".....en su carácter de titular de la empresa de tipo familiar por él denominada "Criscar" tenía una total relación de dominio material sobre los elementos que eran retirados del Hospital Posadas en sus camiones por el chofer de dicho vehículo, de tal forma que el destino final de los mismos y la forma de incineración había sido dispuesta por el propio imputado, quien en su indagatoria justifica malamente el motivo por el cual los residuos no eran destinados al CEAMSE, aduciendo que el trámite para ello era muy engorroso, infiriéndose que al menos se representaba la posibilidad del resultado de su accionar, pues de haber intentado disponer ante dicho ente los residuos que retiraba del hospital se hubiera advertido la irregularidad existente en las bolsas, en lo que hace a la mezcla de residuos comunes con peligrosos, circunstancia que fue eludida con la indebida disposición de los desechos en un lugar alejado, carente de todo tipo de control". "desechos como los encontrados, dispuestos en forma permanente sobre la tierra y al aire libre por lapsos mayores a veinticuatro horas, resultan perjudiciales o afectan potencialmente la salud y el medio ambiente y la incineración de esas sustancias, mediante el uso de combustible, al aire libre y sobre la tierra puede resultar perjudicial y/o afectar la salud y el medio ambiente". "La indiferencia del nombrado por el destino dado a los desechos, da una idea del incumplimiento del mismo de su deber de control sobre las cosas peligrosas que transportaba, dado el lugar de donde provenían............. ". 4.-Para aceptar su competencia federal, en el fallo del 21 de marzo de 1995, no hizo mérito de sí los residuos encontrados eran de carácter federal o local, sino que se limitó a señalar que "La prueba reunida en autos permite tener por acreditados los hechos que se vienen imputando, es decir, la contaminación del medio ambiente en forma peligrosa, ...se encontraron residuos de ese tipo en las casas linderas y dependencias internas de la planta...Los hechos que se han dado por acreditados encuadran, ante la carencia de mayores precisiones, en el artículo 56 de la Ley N° 24.051" . 5.-Para aceptar su competencia federal, en un fallo del 19 de noviembre de 1996 tampoco hizo mérito de si los residuos encontrados eran de carácter federal o local, sino que se limitó a señalar que "En cuanto a las características de los residuos encontrados, cabe decir que resultaron peligrosos en los términos de la Ley N° 24.051". 6. Tampoco lo hizo para aceptar su competencia federal para la investigación de los delitos previstos por el artículo 55 y siguientes de la Ley N° 24.051, en el fallo del 26 de noviembre de 1996, sino que se limitó a señalar que "los elementos hallados dentro de las bolsas de residuos depositadas en la vía pública incluían desechos patológicos". Todavía el año anterior al fallo, Isidoro H. Goldenberg aceptaba este criterio diciendo: "El capítulo IX de la ley (arts.55 a 58) instaura un verdadero régimen de derecho penal ecológico cuya competencia atribuye a la justicia federal mediante figuras de delitos de peligro abstracto cuya télesis está centrada en la tutela del interés colectivo". La corte suprema de justicia de la nación aceptó la competencia federal pero no se pronunciaba sobre si la Ley N° 24.051 norma o no los residuos de todo el país y no solamente aquellos que su artículo 1º somete a jurisdicción federal. La propia Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó la competencia federal cuando sentenció que: a) El juzgado federal es competente para seguir entendiendo en la causa si la gran cantidad de desechos derivados de un proceso industrial que habrían contaminado el curso del agua permiten sostener al solo efecto de resolver la cuestión de competencia y sin perjuicio de lo que resulte de la posterior investigación, que la conducta examinada encuadraría en las figuras legales contenidas en la Ley N° 24051 de residuos peligrosos, en fallo del 19 de octubre de 1993 . "La Ley N° 24.051 -generación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición final de residuos peligrosos es de carácter federal" y agrega "Resulta competente el juez federal para entender en la causa en la que se investiga la presunta comisión de delitos a raíz de residuos industriales generados en la planta de una empresa ubicada en la provincia de Buenos Aires, pues el peritaje ordenado tiene por fin comprobar si ha existido un hecho punible previsto en la Ley N° 24.051, arts. 2, 55 y 56" (CS, febrero 28 de 1994) . "Es competente la justicia federal para seguir entendiendo en la causa en la que se investiga la contaminación de la cuenca de un río debido a los afluentes que volcarían algunos frigoríficos, empresas petroquímicas y químicas, toda vez que no se ha practicado una investigación suficiente que permita individualizar los hechos sobre los que versa y encuadrarlos, prima facie, en una figura penal determinada (CS, mayo 4 de 1995) . b) "Teniendo en cuenta que las medidas adoptadas no permiten descartar que las sustancias volcadas a la vía pública no se encuentren alcanzadas por las previsiones de la Ley N° 24.051, corresponde remitir las actuaciones al juez que previno" (CS, mayo 10 de 1994) 18/. c) "Es competente la justicia federal para conocer en la causa en la que se investiga, si la contaminación ambiental resultante de la presencia en la atmósfera de un alto porcentaje de monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno constituye un hecho punible de los previstos en la Ley N° 24.051" (CS, octubre 31 de 1995) . Si bien estos fallos aceptaban la competencia federal, en modo alguno admitían que la Ley N° 24.051 normase los residuos de todo el país, incluidos los locales y hubiera establecido sobre ellos la jurisdicción federal. Se limitaron a aceptar que los jueces federales investigaran la contaminación para definir su encuadre en las figuras penales de la Ley N° 24051 sin aclarar si eran federales o locales. Solo dejó traslucir su criterio de que la ley era de extensión federal por la interjurisdiccionalidad e internacionalidad del movimiento de los residuos cuando aceptó "que el juzgado federal siga entendiendo en la causa" para investigar la comisión de delitos de contaminación del medio ambiente por fábricas sitas en el Partído de Avellaneda que arrojaban sus desechos industriales al Riachuelo al señalar que "El curso del agua, al arrastrar los residuos, afecta distintas jurisdicciones -Capital Federal, Provincia de Buenos Aires y República Oriental del Uruguay-(Ley N° 24051, artículo 58) y aclaró que lo hacía "al solo efecto de resolver la cuestión de competencia y sin perjuicio de lo que resulte de la posterior investigación" (Fallo del 18/7/95. La adopción de la norma por la Ley N° 11.720 de la Provincia de Buenos Aires: El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sentenció que, al no presentarse alguno de los supuestos de excepción contemplados en el artículo 1º de la Ley N° 24.051 resulta de aplicación la ley de residuos especiales de la Provincia de Buenos Aires 11.720. Pero el artículo 51 de esta Ley N° 11.720 dispone que : "Será de aplicación lo dispuesto por los artículos 45º, 46º, 47º, 48º, 55º, 56º y 57º de la Ley Nacional N° 24.051. Es competente para conocer en las acciones penales que deriven de la presente Ley la justicia ordinaria". A pesar de la adhesión a la Ley N° 24.051 que hace el artículo 51, sus figuras delictivas no imperan en la Provincia de Buenos Aires. Es cierto que el artículo 67 de la Ley N° 24.051 invita a las Provincias a dictar normas similares a las suyas, pero con esta norma la Provincia de Buenos Aires se extralimitó en la aceptación, ya que la Ley N° 24.051 nunca pudo invitar a las provincias a acordar la aplicación en su territorio de normas penales sancionadas para los residuos originados en jurisdicción nacional o destinados al transporte fuera de una provincia o cuando "pudieren afectar a las personas o el ambiente mas allá de la frontera de la provincia en que se hubiesen generado" (Ley N° 24051, artículo 1). Una ley provincial no puede disponer cuando rigen o no rigen en la Provincia normas propias de un código penal, que solo puede dictar el Congreso Nacional en virtud del artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional. Trascendencia del fallo. El fallo Wentzel Jochen Ernst y otros s/ Ley N° 24051" de la Cámara Federal San Martín de octubre de 1992 adoptó un criterio opuesto al fallo Lubricentro Belgrano s/ infracción a la Ley N° 24.051 de la Corte La Corte Suprema de Justicia de la Nación de febrero de 2000. En este fallo la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió que: Al no presentarse alguno de los supuestos de excepción contemplados en el artículo 1º de la Ley N° 24.051 resulta de aplicación la Ley N° 11.720. La Justicia Federal solo es competente cuando los residuos en los términos del artículo 2 y del Anexo I de la Ley N° 24.051) pudieran afectar a las personas o al ambiente fuera de los límites de la Provincia. El fallo de la Corte quebró la ilusión de que la Ley N° 24.051 creaba una nueva figura delictiva para la contaminación de todos los residuos peligrosos de todo el país y la sometía la justicia federal. Fue una ley pedida por las organizaciones ecologistas y por la población en general. En su elaboración se usaron modelos extranjeros y se requirió el asesoramiento de consultores extranjeros. Obviamente fue diseñada para afrontar la globalidad de los problemas de los llamados residuos peligrosos de todo el país, mediante normas de fondo y administrativas, lo que dio como resultado un esquema de ley unitaria a la que hubo que agregarle un artículo 1º que delimitase su alcance para evitar que una ley de policía federal incursionase en el espacio reservado a los poderes locales. No obstante lo hizo con bastante audacia ya que extendió su alcance hasta aquellas medidas higiénicas o de seguridad que a su respecto fuere conveniente disponer que "tuvieren una repercusión económica sensible tal, que tornare aconsejable uniformarlas en todo el territorio de la Nación, a fin de garantizar la efectiva competencia de las empresas que debieran soportar la carga de dichas medidas" (Artículo 1º in fine). Es posible que el autor del artículo 1º no hubiera advertido que estaba poniendo un límite innecesario a la atribución del Congreso Nacional de legislar en materias de fondo puesto que es absurdo que a los residuos no federales se les aplique un régimen civil distinto que a los federales El distinguido civilista Jorge Bustamante Alsina fue más lejos, porque lo consideró una grosera anomalía legislativa violatoria del principio de unidad de legislación que impone el artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional El legislador nacional pudo haber dispuesto perfectamente medidas de policía federal y reglamentarias del movimiento de residuos peligrosos por considerarlo comercio interprovincial como Legislatura local, a la vez que modificar la legislación de fondo como Congreso Nacional, pero no lo hizo así. Modificó la legislación de fondo como Congreso Nacional, pero para los residuos de origen federal y los movimientos transjurisdiccionales y transfronterizos de los demás residuos. El artículo 1º acotó taxativamente el alcance de la ley y su texto publicado es el que vale. Aparentemente la información que se dio al público sobre la ley indujo la creencia de que los poderes nacionales imponen la ley a los residuos peligrosos de todo el país. Los obligados por sus normas todavía consultan si deben someterse o no al sistema que establece, lo que implica inscripciones en registros nacionales y el cumplimiento de determinadas obligaciones. Se ha producido una interesante discrepancia entre lo que lo que la norma efectivamente establece y lo que las personas creen que la norma establece. La respuesta la dio su propio artículo 1º y la reiteró la Corte Suprema de Justicia de la Nación que no solo sentenció que en materia de residuos peligrosos normados por la Ley N° 24.051 la competencia federal es de excepción, sino también que el juzgamiento de los ilícitos que tipifica solo compete a la justicia federal. 1-Titulo Ley de Residuos Peligrosos. 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma Nº 24.051 - 4- Fecha de sanción 17/12/1991. 5- Temas Principales Residuos peligrosos: Sujetos Generación Transporte y Disposición Final 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Cumplir con la ley cuando: Aires El residuo traspasare el límite de la provincia o pudiera causar daño fuera de ella o estuviere destinado a traspasar los límites de la misma. LEY 25.743. PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Y PALEONTOLÓGICO Click aquí para ver la norma Concepto de patrimonio. El término patrimonio no se usa, en materia ambiental, con la acepción clásica del derecho civil que lo considera el conjunto de bienes de una persona, sino con la tradicional de origen latino de conjunto de bienes heredados de los padres, en sentido lato. Pero también con el criterio de que ese patrimonio debe ser preservado para otras personas presentes y futuras, lo que impone cargas y deberes y restringe su disponibilidad (Morand Deviller, Jacqueline, Le Droit de l’ Environnement, Presses Universitaires de France, París, 1996, pag. 67).1/ La Convención Internacional sobre el Patrimonio Cultural y Natural Mundial de París del 16 de noviembre de 1972 incluye en el patrimonio cultura1 las obras arquitectónicas y de escultura monumental y pictóricos y las estructuras arqueológicas, inscripciones, inscripciones rupestres de sobresaliente valor para el arte, la historia o la ciencia. (Art. 1). En el patrimonio natural incluye las formaciones geológicas o fisiográficas y las áreas que constituyan el habitat de especies animales o vegetales amenazadas (Art. 1). Generalmente ese patrimonio conjunto pertenece o se atribuye al dominio de los Estados o de la comunidad internacional. Es el caso de los fondos marinos y su subsuelo situados fuera de los límites de la jurisdicción nacional; que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de Montego Bay de 1982 declara patrimonio común de la humanidad (Aprobada por la Ley 24543 del 13/9/1995, B.O. 25/10/1995) y de la Antártida (Valls, Mario F, Derecho ambiental antártico, Mas normas reguladoras, ‖Jurisprudencia Argentina‖nº 6239, 24-1- 2001). Pero en otros casos las cosas que integran ese patrimonio son bienes del dominio privado. Su inclusión en la categoría de patrimonio las somete a restricciones fundadas en el interés público que, como lo dispone el artículo 2611 del código civil, se rigen por el derecho administrativo. La Convención Internacional sobre el Patrimonio Cultural y Natural Mundial resuelve el conflicto que se genera entre el derecho colectivo sobre el llamado patrimonio común de la humanidad y el individual de propiedad sobre los bienes que lo integran imponiendo, sin perjuicio del derecho de propiedad instituido por la legislación nacional (arts.4 y 6): a) A la comunidad internacional el deber de protegerlo sin perjuicio del derecho de propiedad privada y estatal instituido por la legislación nacional b) A los Estados el de asegurar la identificación, protección, conservación, presentación y transmisión a las generaciones futuras. El artículo 41 de la Constitución Nacional dispone que ―Las autoridades proveerán ........a la preservación del patrimonio natural y cultural ......‖. La reforma del código civil de 1968 (art. 2340 inc.9) ya había declarado de dominio público a las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Por su parte, la ley 12665 de lugares y monumentos históricos prohibe disminuir el valor histórico y el histórico-artístico de los lugares, monumentos e inmuebles de particulares que la autoridad nacional califique como tales. En consecuencia la autoridad debe intervenir en su reparación, restauración y enajenación (Art. 4). Se declaran sujetos a expropiación. Además, cuando su conservación implica una limitación al dominio, sus propietarios tienen derecho a una indemnización (Art. 3). Anteriormente, la ley 9080, que la nueva ley 25743 protectora del patrimonio arqueológico y paleontológico derogo, atribuía a la Nación la propiedad de las ruinas y de los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico (art. 1) y los sometía a las siguientes restricciones: a) Sólo podían utilizarse o explotarse con permiso ministerial; b) Se reservaba su exploración a las instituciones científicas (Art. 4); c) Se prohibía la exportación de sus elementos (Art. 5). d) Se declaraban sujetos a expropiación con destino a los museos nacionales los objetos antropológicos, arqueológicos y paleontológicos (Art. 7). e) Cuando la conservación de las ruinas implicaba una servidumbre, el Estado debía indemnizar al dueño del terreno (Art. 3). El artículo 2340 inciso 9º del Código Civil incluye en el dominio público ―Las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico‖. Concepto de patrimonio arqueologico y paleontologico en la Ley 25743. El artículo 2º de la Ley 25743 de Protección del Patrimonio Arqueologico y Paleontologico considera parte integrante del Patrimonio Cultural de la Nación las cosas que incluye en el Patrimonio Arqueológico que son las que puedan proporcionar información sobre los grupos socioculturales que habitaron el país desde épocas precolombinas hasta épocas históricas recientes y las que incluye en el Patrimonio Paleontológico que son los organismos o parte de organismos o indicios de la actividad vital de organismos que vivieron en el pasado geológico y toda concentración natural de fósiles en un cuerpo de roca o sedimentos expuestos en la superficie o situados en el subsuelo o bajo las aguas jurisdiccionales. Establece una categoría de cosas que incluye algunas de las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos que el artículo 2340 inciso 9º del Código Civil incluye en el dominio público, entre otras cosas mas que no son ruinas ni yacimientos; unas y otras descriptas detalladamente su artículo 2º citado, pero no le impone un régimen dominial distinto de las otras cosas. La Ley 25743 no atribuye una naturaleza jurídica especial a lo que denomina Patrimonio Cultural de la Nación, ni al Patrimonio Arqueológico ni al Paleontológico que norma. Ello autoriza a interpretar que no es distinta de la de los elementos que lo integran, por lo que toda referencia a Patrimonio Arqueológico en el Patrimonio Paleontológico es simplemente a un conjunto de cosas sobre las cuales encomienda al Estado ejercer distintas actividades, pero ello no altera su régimen dominial. Ese conjunto de cosas no tiene un régimen jurídico especial por integrar el Patrimonio Cultural de la Nación o el Patrimonio Arqueológico. El artículo 12 de la ley es ilustrativo al respecto en cuanto aclara que la inscripción de un yacimiento arqueológico o paleontológico en los Registros Nacionales de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y de Yacimientos, Colecciones y Restos Paleontológicos no implica ninguna modificación al derecho de propiedad sobre los fundos. La inteligencia o la simple lectura del resto de la ley autoriza a interpretar que tampoco implica ninguna modificación al derecho de propiedad sobre las cosas muebles. Seguirán en régimen dominial clásico del código civil con las modificaciones, restricciones y limitaciones que les impone. Mas bienes en el dominio público y limitaciones al dominio privado en defensa del patrimonio arqueologico y paleontologico. Pero también la ley 25.743 impone la inclusión de bienes arqueológicos y paleontológicos en el dominio público en algunos casos y, en otros, modificaciones, restricciones y limitaciones al dominio privado de los predios en que se encuentren yacimientos arqueológicos o paleontológicos que manda inscribir en los Registros Nacionales de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y de Yacimientos, Colecciones y Restos Paleontológicos que el artículo 5 de la ley manda crear y organizar.. Pero, además de someter el dominio privado los predios en que se encuentren yacimientos arqueológicos o paleontológicos a esas modificaciones, restricciones y limitaciones, nueva ley 25743 incluye otras cosas en el dominio público. Su artículo 9º proclama que ―Los bienes arqueológicos y paleontológicos son del dominio público del Estado nacional, provincial o municipal, según el ámbito territorial en que se encuentren, conforme a lo establecido en los artículos 2339 y 2340 inciso 9º del Código Civil‖, lo que no es cierto porque lo que el inciso 9º incluye en el dominio público son solamente ―las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos‖. A riesgo la interpretación positiva de que el legislador los incluyó mediante el artículo 9º de la nueva ley 25.743 y la afirmación que el legislador hace en ese de que ello extendía analógicamente a los bienes arqueológicos y paleontológicos lo establecido en los artículos 2339 y 2340 inciso 9º del Código Civil. La interpretación contraria, mas restrictiva que entendería que el artículo 9º confunde erróneamente los bienes arqueológicos y paleontológicos con las ―ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos del artículo 2340 inciso 9º del Código Civil‖ caería ante la que privilegia la auténtica hecha por el legislador de la identidad de las cosas normadas. En cuanto a los monumentos, objetos arqueológicos y restos paleontológicos que se descubran en el proceso de prospecciones e investigaciones realizadas en yacimientos arqueológicos o paleontológicos en virtud de una concesión, el artículo 30 de la nueva ley los atribuye al dominio público. Todo ello agrega nuevas cosas al dominio público del artículo 2340 inciso 9º del Código Civil‖ Obligaciones que la Ley 25.743 impone. La Ley 25743 obliga: a) A los propietarios de los predios en que se encuentren yacimientos arqueológicos o paleontológicos y a toda persona que los hallare, a denunciarlos ante el organismo (Artículo 11).b) A toda persona física o jurídica que practicase excavaciones con el objeto de efectuar trabajos de construcción, agrícolas, industriales u otros de índole semejante a denunciar al organismo competente el descubrimiento del yacimiento y de cualquier objeto arqueológico o resto paleontológico que se encontrare en las excavaciones y conservarlos hasta que el organismo competente tome intervención y se haga cargo de los mismos (Artículo 13).c) A los propietarios de los predios en que se encontrasen vestigios arqueológicos y restos paleontológicos inmuebles a admitir la vigilancia permanente e inspección del organismo competente(Artículo 15).d) A las personas que tuviesen en su poder colecciones u objetos arqueológicos o restos paleontológicos, denunciarlos a la autoridad competente (Artículo 16).-.e) A las personas que descubran materiales arqueológicos o paleontológicos en forma casual en la superficie o seno de la tierra o en superficies acuosas a denunciarlos y entregarlos de inmediato al organismo competente o en su defecto a la autoridad policial más cercana, la que deberá comunicarlo al referido organismo. (Artículo 40).Una nueva categoría jurídica de cosas. La ley constituye una nueva categoría jurídica de cosas que son las colecciones u objetos arqueológicos y restos paleontológicos inscriptos en el Registro Oficial. Sólo podrán transferirse: a) A título gratuito por herencia o bien por donación a instituciones científicas o museos públicos, nacionales, provinciales, municipales o universitarios (Artículo 18). b) A título oneroso ofreciéndoselos con carácter prioritario al Estado. Si no lo acepta podrá disponer libremente del bien (Artículo 19). Sus propietarios particulares de estos objetos arqueológicos y restos deberán permitir el acceso al material, en la forma que se convenga con el organismo competente (Artículo 22). Los artículo 36 y 37 determinan que la ocupación temporánea de terrenos de propiedad privada donde se localicen bienes arqueológicos o restos paleontológicos, salvo casos de peligro inminente y la constitución de una servidumbre perpetua sobre los terrenos en los cuales se encuentren dichos bienes deberá ser declarada por ley. Somete las prospecciones e investigaciones en yacimientos arqueológicos o paleontológicos a concesión de la autoridad (Artículo 23), pero el concesionario del derecho de prospección e investigación arqueológica o paleontológica no tiene las prerrogativas que el artículo 25 y siguientes del CM acuerda el concesionario minero para desarrollar su actividad sin la anuencia del propietario del predio. El artículo 35 dispone simplemente que ―cuando los vestigios arqueológicos o paleontológicos se encuentren en terrenos de propiedad privada, la autoridad competente acordará con sus propietarios lo necesario para facilitar el estudio y/o preservación del yacimiento‖. Los artículo 36 y 37 citados en el párrafo precedente requieren el dictado de una ley.El trasladado de objetos arqueológicos y restos paleontológicos dentro o fuera del territorio nacional, debidamente resguardados y con la garantía de su reintegro al lugar de origen en las condiciones que les fueron entregados requiere autorización del organismo competente local (Artículos 50 y 51).-(Mario Valls eldial.com ) La Ley 25743 incorpora al código penal nuevas figuras delictivas. La Ley 25743 incorpora al código penal las figuras delictivas de: a) Realizar por sí u ordenare realizar a terceros tareas de prospección, remoción o excavación en yacimientos arqueológicos y paleontológicos(Artículo 46) b) Transportar, almacenar, comprar, vender, industrializar o de cualquier modo poner en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales (Artículo 48).c) Exportar o importar piezas, productos o subproductos arqueológicos o paleontológicos y colecciones arqueológicas o paleontológicas (Artículo 49).Crea asimismo nuevas figuras contravencionales. La defensa del Patrimonio Cultural en nuestro sistema jurídico es muy amplia. Una advertencia mas: la defensa del Patrimonio Cultural en nuestro sistema jurídico es amplia. Va mas allá de lo que manda la ley 25743. La Cámara Quinta de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba así lo ha reconocido cuando sentenció que ―La inexistencia de una ley que declare monumento histórico el inmueble‖ no enerva su protección.....‖ en la causa por amparo que Rafael A. Vaggione, Profesor y ex Decano de la Facultad de derecho en la Universidad de Córdoba siguió (y ganó) contra el Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba en defensa del edificio de Rivera Indarte 70, una manifestación propia de la cultura del siglo XIX que fue la morada del ex Presidente de la República Juárez Celman y sede del Club El Panal (Causa 45945.ED 8598 del 7-10-94., 12/8/1994). 1-Titulo Ley Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma Nº 25.743. 4- Fecha de sanción 4/6/2003 5- Temas Principales Objetivos y bienes arqueológicos y paleontológicos. Distribución de competencias y de las Autoridades de Aplicación. Dominio sobre los bienes arqueológicos y paleontológicos. Registro Oficial de Yacimientos Arqueológicos y Paleontológicos y de Colección u Objetos Arqueológicos o Restos Paleontológicos. Concesiones. Limitaciones a la propiedad particular. Infracciones y sanciones. Delitos y Penas. Traslado de objetos. Protección especial de los materiales tipo paleontológico. Disposiciones complementarias. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos En cuanto modifica el Código Penal la provincia Aires de Buenos Aires deberá a) Realizar por sí u ordenare realizar a terceros tareas de prospección, remoción o excavación en yacimientos arqueológicos y paleontológicos(Artículo 46) b) Transportar, almacenar, comprar, vender, industrializar o de cualquier modo poner en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales (Artículo 48).c) Exportar o importar piezas, productos o subproductos arqueológicos o paleontológicos y colecciones arqueológicas o paleontológicas (Artículo 49).- LEY 26.168. CREACIÓN DE LA AUTORIDAD DE CUENCA MATANZA RIACHUELO (ACUMAR ) El 28 de agosto de 2006 el Presidente de la Nación, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y los catorce intendentes de la cuenca suscribieron un Acuerdo Compromiso. Ley 26.1684, aprueba el acuerdo compromiso para la creación de la Autoridad de Cuenca a la que adhirieron la Ciudad de Buenos Aires por Ley 2217 del 26/01/2007 y la provincia de Buenos Aires por Ley 13642 del 27/03/2007. El artículo 1º de la Ley crea la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) como ente de derecho público interjurisdiccional en el ámbito de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Jefatura de Gabinete de Ministro. El ámbito de competencia de la ACUMAR es el área de la Cuenca Matanza Riachuelo, la cual incluye la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos de Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, La Matanza, Ezeiza, Cañuelas, Almirante Brown, Morón, Merlo, Marcos Paz, Presidente Perón, San Vicente y General Las Heras, de la Provincia de Buenos Aires. La autoridad de Cuenca está compuesta por ocho integrantes, el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en calidad de presidente de ACUMAR (artículo 2º); tres representantes del Poder Ejecutivo Nacional, dos representantes de la Provincia de Buenos Aires y dos representantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (artículo 2º in fine). Con el objeto de cooperar, asistir y asesorar al Ente, la ley crea un Consejo Municipal integrado por un representante de cada Municipio de las jurisdicciones comprendidas (artículo 3º). Asimismo, con funciones consultivas, la ley crea una Comisión de Participación Social integrada por representantes de las organizaciones con intereses en el área (artículo 4º). La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo tiene facultades de regulación, control y fomento de las actividades industriales, la prestación de servicios públicos y cualquier otra actividad con incidencia ambiental en la Cuenca, pudiendo intervenir administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales lo que significa que tiene facultad para inspeccionar en su ámbito de aplicación (artículo 5º). En particular, la Autoridad está facultada para: Unificar el régimen aplicable en materia de vertidos de efluentes a cuerpos receptores de agua y emisiones gaseosas; Planificar el ordenamiento ambiental del territorio afectado a la Cuenca; Establecer y percibir tasas por servicios prestados; Llevar a cabo cualquier tipo de acto jurídico o procedimiento administrativo necesario o conveniente para ejecutar el Plan Integral de Control de la Contaminación y recomposición Ambiental. Gestionar y administrar con carácter de Unidad Ejecutora Central los fondos necesarios para llevar a cabo el Plan Integral de Control de la Contaminación y recomposición Ambiental. Las facultades, poderes y competencias de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo en materia ambiental prevalecen sobre cualquier otra concurrente en el ámbito de la Cuenca, debiendo establecerse su articulación y armonización con las competencias locales naturales (artículo 6º). 4 La ley 26.168 fue sancionada el 15/12/2006, promulgada el 4/12/2006 y publicada en el Boletín Oficial el 5/12/2006 El artículo 7º de la Ley faculta a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo para disponer medidas preventivas cuando tome conocimiento en forma directa, indirecta o por denuncia, de una situación de peligro para el ambiente o la integridad física de sus habitantes. A tal efecto, la Presidencia de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo tendrá facultades para: a) Tomar intervención en procedimientos de habilitación, auditoría ambiental, evaluación de impacto ambiental y sancionatorios; b) Intimar a comparecer con carácter urgente a todos los sujetos relacionados con los posibles daños identificados; c) Auditar instalaciones; d) Exigir la realización, actualización o profundización de evaluaciones de impacto ambiental y auditoría ambiental conforme la normativa aplicable; e) Imponer regímenes de monitoreo específicos; f) Formular apercibimientos; g) Instar al ejercicio de competencias sancionatorias en el ámbito de la Administración; h) Ordenar el decomiso de bienes; i) Ordenar la cesación de actividades o acciones dañosas para el ambiente o la integridad física de las personas; j) Disponer la clausura preventiva, parcial o total, de establecimientos o instalaciones de cualquier tipo. El artículo 9º de la ley crea un Fondo de Compensación Ambiental que será administrado por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo y destinado prioritariamente a la protección de los derechos humanos y a la prevención, mitigación y recomposición de los daños ambientales integrado por: Las asignaciones presupuestarias incluidas en la Ley Anual de Presupuesto que efectúe el Gobierno nacional; Los fondos recaudados en concepto de multas, tasas y tributos que establezcan las normas; Las indemnizaciones de recomposición fijadas en sede judicial; Los subsidios, donaciones o legados; Otros recursos que le asigne el Estado nacional, la provincia de Buenos Aires y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 1-Titulo Creación de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR ) 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 26.168 4- Fecha de sanción Fue sancionada el 15/12/2006, promulgada el 4/12/2006 y publicada en el Boletín Oficial el 5/12/2006 5- Temas Principales Ley 26.1685, aprueba el acuerdo compromiso para la creación de la Autoridad de Cuenca a la que adhirieron la Ciudad de Buenos Aires por Ley 2217 del 26/01/2007 y la provincia de Buenos Aires por Ley 13642 del 27/03/2007. Crea la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) como ente de derecho público interjurisdiccional en el ámbito de la SA y DS 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Tiene las mismas obligaciones que la Nación y Aires la CABA por haber sancionado una norma de adhesión. En particular la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo tiene facultades de regulación, control y fomento de las actividades industriales, la prestación de servicios públicos y cualquier otra actividad con incidencia ambiental en la Cuenca, pudiendo intervenir administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales lo que significa que tiene facultad para inspeccionar en su ámbito de aplicación PACTO FEDERAL AMBIENTAL click aquí para ver la norma 5 La ley 26.168 fue sancionada el 15/12/2006, promulgada el 4/12/2006 y publicada en el Boletín Oficial el 5/12/2006 El Pacto Federal Ambiental tiene como objetivos primordiales: La promoción de políticas de desarrollo ambientalmente adecuadas a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, las que habrán de lograrse mediante el establecimiento de Acuerdos Marco entre los Estados Federados y entre estos últimos y la Nación. Ello, a su vez, con el propósito de agilizar y hacer más eficientes las acciones de preservación ambiental en base a los postulados emanados del "Programa 21" aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNU M AD '92). A nivel provincial, promoverá la unificación y/o coordinación de todos los organismos con incumbencia en la temática ambiental, tendiendo a que la fijación de políticas de Recursos Naturales y Medio Ambiente se concentren en el máximo nivel jerárquico posible. Los estados signatarios asumirían, de acuerdo al Pacto, el compromiso de: compatibilizar e instrumentar la legislación ambiental en sus respectivas jurisdicciones; e impulsar y adoptar políticas de educación, investigación, capacitación, formación y participación comunitaria conducentes a la protección y preservación del ambiente. Por último, los suscriptores del Pacto Federal Ambiental reconocen como un instrumento válido para la coordinación de la política ambiental en la Argentina al Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) en el que la Nación, representada por la Secretaría de Desarrolllo Sustentable y Política Ambiental, asume la implementación de las acciones a desarrollar a fin de cumplir con los contenidos del Acuerdo. Provincia de Buenos Aires El Pacto Federal ambiental ha sido firmado por la provincia de Buenos Aires entre otras. El ámbito del COFEMA es el adecuado para trasladar las inquietudes y propuestas que pudiera realizar la provincia, a los efectos de coordinar una acción conjunta con otras provincias o con la nación, fundamentalmente: Compatibilizar e instrumentar la legislación ambiental e impulsar y adoptar políticas de educación, investigación, capacitación, formación y participación comunitaria conducentes a la protección y preservación del ambiente. 1-Titulo Pacto Federal Ambiental 2- Tipo de norma Acuerdo 3- Número de norma 4- Fecha de sanción 5/6/93 5- Temas Principales Promoción de políticas ambientalmente adecuadas de desarrollo 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Compatibilizar e instrumentar la legislación Aires ambiental e impulsar y adoptar políticas de educación,investigación,capacitación,formación y participación comunitaria conducentes a la protección y preservación del ambiente. ACUERDO MARCO SOBRE MEDIO AMBIENTE DEL MERCOSUR, LEY 25841 (SUSCRIPTO EN ASUNCIÓN) Click aquí para ver la norma En marzo de 2004 se publicó el ACUERDO MARCO SOBRE MEDIO AMBIENTE DEL MERCOSUR. El Acuerdo fue suscripto en Asunción, aprobándolo el Consejo del Mercado Común por Decisión 2/01. Como explicamos en el Capítulo V, a pesar de la obligatoriedad de la normativa aprobada por los órganos del MERCOSUR (artículo 42 del Protocolo de Ouro Preto), aun no tiene vigencia porque no se ha completado el procedimiento de incorporación de la Decisión en los cuatro Estados Parte, como dispone el mismo Protocolo (artículos 38 al 40)." La República Argentina, la República Federativa del Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay, como Estados Partes, con el objetivo de cooperar para la protección del medio ambiente y la utilización sustentable de los recursos naturales acordaron: Consolidar su compromiso con los principios enunciados en la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992 e instrumentar la aplicación de aquellos que no hayan sido objeto de tratados internacionales. Para implementar estas disposiciones, los Estados Partes deberán promover la protección del medio ambiente y del aprovechamiento más eficaz de los recursos disponibles mediante la coordinación de políticas sectoriales, sobre la base de los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio; Promover el desarrollo sustentable por medio del apoyo recíproco entre los sectores ambientales y económicos, evitando la adopción de medidas que restrinjan o distorsionen, de manera arbitraria o injustificada, la libre circulación de bienes y servicios en el ámbito del MERCOSUR. d) tratamiento prioritario e integral de las causas y las fuentes de los problemas ambientales; e) promoción de una efectiva participación de la sociedad civil en el tratamiento de las cuestiones ambientales; y f) fomento a la internalización de los costos ambientales mediante el uso de instrumentos económicos y regulatorios de gestión. Objeto El Acuerdo tiene por objeto el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiente, mediante la articulación de las dimensiones económicas, sociales y ambientales, contribuyendo a una mejor calidad del ambiente y de la vida de la población cooperando en el cumplimiento de los acuerdos internacionales que contemplen en materia ambiental de los cuales sean parte. Esta cooperación podrá incluir, la adopción de políticas comunes para la protección del medio ambiente. Los Estados Partes profundizarán el análisis de los problemas ambientales de la subregión con la participación de los organismos nacionales competentes y de las organizaciones de la sociedad civil. Las controversias que surgieran entre los Estados Partes respecto de la aplicación, interpretación o incumplimiento de las disposiciones contempladas en el presente Acuerdo serán resueltas por medio del sistema de solución de controversias vigente en el Mercosur. 1-Titulo Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente del MERCOSUR 2- Tipo de norma Ley 3- Número de norma 25.841 4- Fecha de sanción 5- Temas Principales 26/11/2003 Tiene por objeto el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiente, mediante la articulación de las dimensiones económicas, sociales y ambientales, contribuyendo a una mejor calidad del ambiente y de la vida de la población. Cooperación en Materia Ambiental: Los Estados Partes cooperarán en el cumplimiento de los acuerdos internacionales que contemplen materia ambiental de los cuales sean parte. 6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Aires OPORTUNIDADES PARA LA PROVINCIA A PARTIR DEL ANALISIS DE PROYECTOS IMPULSADOS POR EL ESTADO NACIONAL LA EXPLOTACIÓN FORESTAL, UNA OPORTUNIDAD ECONÓMICA A TRAVÉS DE LAS EXENCIONES IMPOSITIVAS Se podría analizar la normativa completa y estudiar detalladamente las ventajas que cada una de estas normas nacionales otorgan a la Provincia de Buenos Aires, pero en vista del gran desarrollo e inversión que existe en materia de bosques implantados, básicamente con objetivos maderables y las beneficiosas leyes de exenciones, ès importante desarrollar este aspecto, ya que la provincia tiene la potencialidad de un desarrollo forestal importante, considerando también, los bajos costos de la actividad forestal y teniendo en cuenta las diferencias cambiarias, que al menos benefician al país en estos aspectos. De la combinación adecuada de las distintas normas aplicables a la explotación forestal podrán obtenerse grandes beneficios y exenciones impositivas. a) Ley Nº 22.428 - Decreto Reglamentario Nº 681/81 - preservación del recurso suelo La Ley Nº 22.428, y su reglamentación decreto Nº 681/81, establece el régimen legal aplicable a la conservación y recuperación de los suelos. Esta ley se aplica a las provincias que adhieran y en territorios nacionales, como lo ha hecho expresamente la provincia de Buenos Aires, sancionando la Ley N° 3542 de adhesión. Es la única ley nacional que incorpora normas específicas de conservación del suelo, buscando equilibrarlas con las de promoción y estimulación de la actividad privada, de conformidad a lo establecido en su artículo 3º: "...la respectivas autoridades de aplicación podrán declarar distrito de conservación de suelos, toda zona donde sea necesario o conveniente emprender programas de conservación o recuperación de suelos y siempre que cuente con técnicas de comprobada adaptación y eficiencia para la región o regiones similares". La adhesión a la ley impone la obligación de cumplir determinadas obligaciones técnicas, económicas y administrativas relativas a la conservación de suelos (artículos 5 y 6). La ley establece para su régimen un sistema de declaración de distritos de conservación de suelos por las autoridades de aplicación respectivas (artículo 3) y propicia la constitución voluntaria de consorcios de conservación (artículo 4, 7 y 8). Regla su constitución dentro y, por excepción, fuera de los distritos de conservación (artículo 7) y fija las prácticas a cumplir por sus integrantes (artículo 8). Los integrantes de los consorcios de conservación de suelos podrán ser acreedores de estímulos provinciales de diversa índole y créditos y subsidios de la Nación (artículo 9). El Estado Nacional y las Provincias, comparten con el productor los costos de la conservación o recuperación de los suelos, prestando asistencia financiera (subsidios o créditos), tecnológica, infraestructura y equipamiento. Los productores agropecuarios integrantes de un consorcio de conservación de suelos constituido de conformidad con las prescripciones reglamentarias que realicen inversiones y gastos directamente vinculados con la conservación o la recuperación del suelo, en cumplimiento de los planes y programas que, a propuesta del Consorcio, aprueben las autoridades de aplicación, tendrán derecho a: Solicitar créditos de fomento del Banco de la Nación Argentina para financiar aquellas inversiones que no estén cubiertas por los reintegros o subsidios nacionales o provinciales; Recibir subsidios para el cumplimiento de los mencionados planes de conservación o recuperación de suelos, cuyo monto global establece anualmente la Autoridad de Aplicación, con aprobación del ministerio de Economía y del Congreso de la Nación; Eximirse de la aplicación de impuestos nacionales presentes o futuros, inclusive del impuesto a las ganancias o el que lo sustituya, sobre los montos recibidos en concepto de subsidios, sean estos de origen nacional o provincial. Eximirse de la aplicación del impuesto sobre el capital de las empresas (Ley N° 21.287) y sobre el patrimonio neto (Ley N° 21.282) respecto de todas las inversiones que se realicen en cumplimiento de planes de conservación o recuperación de suelos aprobadas por la autoridad de aplicación. La ley confía al individuo propietario del suelo que en este caso sería el dueño de la empresa forestal la protección del suelo la autoridad promueve estimula y coadyuva. La autoridad puede declarar distritos de conservación de suelos en zonas de la provincia de Buenos Aires donde sea necesario emprender programas para su conservación pero sin aplicar medidas cohercitivas , lo que implica que la protección dependerá de la mayor o menor diligencia de los consorcistas. b)-Ley nº 13.273 - Régimen Forestal, reglamentada por el decreto nº 12.380/49 La Ley Nº 13.273 de Defensa de la Riqueza se aplica a los bosques y a las tierras forestales, a la cual ha adherido expresamente la provincia de Buenos Aires, tiene por objeto la defensa, conservación y protección de la masa forestal nacional, la elaboración y ejecución de programas de investigación y extensión, y la promoción del crecimiento de la masa boscosa mediante el otorgamiento de créditos, exenciones impositivas y/o subsidios. La ley que estableció un sistema de adhesión mediante el cual las provincias argentinas se han podido acoger al régimen de la misma con adaptaciones a las realidades regionales, reglamentó que el ejercicio de los derechos sobre bosques y tierras forestales de propiedad privada o pública y sus productos, quedarán sometidos a las restricciones y limitaciones fijados en ella. La ley regula: a) los bosques y tierras forestales ubicados en jurisdicción federal; b) los bosques y tierras forestales de propiedad privada o pública ubicados en las provincias que se adhieran a la ley como es en el caso de la provincia de Buenos Aires c) los bosques protectores y tierras forestales que respondan a las condiciones del art. 6º (define los bosques protectores), ubicados en territorio provincial siempre que sus efectos incidan sobre intereses que se hallen dentro de la competencia del gobierno federal, sea porque afecten al bienestar general, al progreso y prosperidad de dos o más Provincias o de una Provincia y el territorio federal (conf. art. 2º). En su artículo 5º, clasifica a los bosques en: a) protectores, b) permanentes, c) experimentales, d) montes especiales, e) de producción. Prohíbe la devastación de los bosques y tierras forestales y la utilización irracional de productos forestales (art.11). En materia de bosques fiscales declara, en principio, inalienables los bosques y tierras forestales definidos en el artículo 1º, que formen parte del dominio privado del Estado, salvo aquellas tierras que por motivos de interés social y previos los estudios técnicos que correspondan, se considere necesario destinar a la colonización o formación de pueblos. c)-La desgravación fiscal para las tierras de baja productividad que prevé la ley N° 22.211 La Ley N° 22.211 de 1980 y su decreto reglamentario 1848/80 establecen un régimen de desgravación fiscal para inversiones en tierras de baja productividad, a fin de incrementar la producción de las mismas. Establece una mecánica de recuperación de terrenos para utilizar en la producción agropecuaria que normalmente serían marginales o de muy escaso rendimiento. Define el concepto de baja productividad fundándolo en cuatro razones: tierras áridas, anegadizas, con problemas de salinidad y superficies boscosas. La desgravación impositiva que permite esta ley será otorgada a quienes acrediten, bajo cualquier título, la tenencia del predio rural sobre el que se asienten las inversiones y, a quienes efectúen aportes directos de capital o integren acciones con titulares de planes de inversión en tierras rurales de baja productividad. d) Promoción de las inversiones forestales que introduce la ley N° 25.080, reglamentada por decreto 133/99 a la que adhirió la Provincia de Buenos Aires La misma fue modificada por la ley 26.432 en 2008 donde modifica la definición de bosque cultivado, entendiendo como tal el obtenido mediante siembra o plantación de especies maderables nativas o exóticas adaptadas ecológicamente al sitio, con fines principalmente comerciales o industriales, en tierras que, por sus condiciones naturales, ubicación y aptitud sean susceptibles de forestación o reforestación según lo indicado en el ordenamiento territorial de Bosques Nativos adoptados por Ley Provincial según lo establecido en la Ley Nº 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para Bosques Nativos. También prorroga los plazos de vigencia de la ley por el término de diez años. El régimen previsto. Ámbito de aplicación: La Ley prevé un régimen de promoción a las inversiones que se realicen en nuevos emprendimientos forestales, en la instalación de nuevos proyectos foresto industriales y en las ampliaciones de los existentes, siempre y cuando estos impliquen la implantación de nuevos bosques (art. 1). El régimen de promoción se basa en exenciones impositivas y otorgamiento de créditos no reintegrables. Este régimen tiene por objeto ser aplicado en el ámbito provincial porque adhirió por el Decreto 133/99 y cumplió con los requisitos operativos que señala la ley (artículo 6). Desde el punto de vista operativo enmarca dos instrumentos económicos de fomento de la actividad: (a) Un tratamiento fiscal diferencial favorable; (b) Un apoyo económico no reintegrable. e) Los Bosques Modelo El Bosque Modelo representa una alternativa de desarrollo sutentable a escala representativa de una bioregión, designada por los actores directamente involucrados con un ecosistema boscoso y cuyas actividades de manejo se diseñen con fines de lograr objetivos específicos para tales actores en su propio ecosistema. Se basa en un modelo conceptual de organización y gestión general, la idea se fundamenta en crear e implementar estrategias de acción para una región boscosa específica y una realidad socioeconómica y cultural particular, favoreciendo el aprendizaje común en el proceso. En la Argentina el Bosque Modelo se definió como una ―asociación de voluntades que planifiquen y gestionen un modelo de desarrollo sustentable en ecosistemas forestales representativos de la bioregión. Este modelo debe elevar el nivel y calidad de vida de las comunidades o asentamientos humanos marginados o de bajos recursos, como pauta fundamental‖. Cada Bosque Modelo se compromete a alcanzar una serie de objetivos que reflejan el contexto socio-económico, cultural, político y ambiental de su zona, con fines de encontrar soluciones, a corto y mediano plazo, en las cuestiones locales de manejo integral de recursos naturales, alternativas productivas, etc. y de desarrollar planes estratégicos para lograr una ordenación sustentable a largo plazo. Las asociaciones del Bosque Modelo ayudan a crear un espacio de equidad y participación en la toma de decisiones entre los distintos actores, ofreciendo la oportunidad de compartir información, armonizar objetivos conflictivos mediante compensaciones recíprocas y desarrollar soluciones mejores y más eficaces para la conservación de los bosques y demás recursos naturales, sin arriesgar su biodiversidad, la integridad de sus ecosistemas o su capacidad productiva. A nivel internacional, los Programas de Bosques Modelo se vinculan en una Red Internacional, promovida por el Gobierno del Canadá y actualmente administrada por el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC/CIID). A su vez, a través de Resolución de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental en Julio de 2000, se creo la Red Nacional de Bosques Modelo en el marco del Programa de Bosques Modelo en la República Argentina. Con la puesta en marcha de la Red Nacional esta Secretaría se propone fortalecer el desarrollo del Programa de Bosques Modelo en el país, atendiendo a la conservación y sustentabilidad de los ecosistemas forestales; cumplir con la meta establecida de lograr la implementación de un Bosque Modelo por región fitogeográfica y facilitar la cooperación técnica entre los programas regionales desarrollados y en proceso de desarrollo, así como su articulación y participación en las actividades de la Red Internacional. f) El Decreto presidencial 1332/02 crea en el ámbito de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Ministerio de Desarrollo Social, el Programa Social de Bosques (PROSOBO). El Programa está dirigido a favorecer a comunidades rurales concentradas y dispersas, contribuyendo a evitar su desarraigo, y asegurando la sustentabilidad de las actividades que promueve, mediante la autogestión, la organización y la participación comunitaria. Las potenciales actividades de restauración y aprovechamiento sustentable de las masas forestales nativas o de forestación impulsadas por el ProSoBo se identificarán a partir de situaciones de necesidad que surjan de manifestaciones espontáneas de la población, solicitudes de intervención por parte de Municipios u otras autoridades, ONGs, entidades religiosas, instituciones educativas, universidades, cooperativas, asociaciones, etc., o bien a partir de iniciativas surgidas de estudios de base realizados por el Programa. Estos proyectos se basan en la realización de acciones para la preservación de estas especies y sus hábitats, tales como la concientización del público general y grupos interesados sobre la situación de estas especies, la disminución de la presión de caza, la generación de estrategias de conservación de sus hábitats, actividades de rescate y reintroducción al medio silvestre, propuestas de estudio, entre otras. Estas acciones se plantean conjuntamente con las provincias en las cuales estas especies tienen distribución, fundamentalmente tendiendo a la toma de decisiones consensuadas. B)PROGRAMAS NACIONALES DE NATURALEZA AMBIENTAL DESTINADOS AL SECTOR PRODUCTIVIO a)Programa de gestión ambiental para una producción sustentable en el sector productivo El Programa de Gestión Ambiental para una Producción Sustentable en el Sector Productivo tiene como objetivo contribuir al desarrollo ambientalmente sustentable de la actividad productiva. Está estructurado en dos Subprogramas: ―Subprograma I: Promoción de la Producción Limpia‖ y ―Subprograma II: Gestión ambiental minera‖. Sus objetivos específicos son: promover la adopción de prácticas de Producción Limpia por PyMEs como estrategia de gestión ambiental empresarial y promover la incorporación de la variable ambiental en la actividad minera. Provincia de Buenos Aires La provincia de Buenos Aires siendo la más industrializada del país podrá impulsar proyectos productivos menos dañinos para el ambiente y reconvertir la industria en ese mismo sentido, teniendo no solo el aval técnico sino también el económico ya que dichos proyectos subsidian la actividad beneficiosa para el ambiente. También Buenos Aires desarrolla la actividad minera explotando minas de tercera categoría llamadas canteras que son los materiales de construcción utilizados en la provincia y zonas aledañas, esta actividad es perjudicial para el ambiente, pero beneficiosa para su prosperidad y economía, es oportuno considerar la posible implementación de un programa que evite los daños que produce la actividad. b) Estrategia Nacional de gestión integral de residuos sólidos urbanos Corresponde a los municipios el manejo de los residuos, aunque un tema de esta relevancia requiere de la participación de los distintos niveles de gobierno ya que su inadecuada gestión compromete las condiciones necesarias para asegurar la salud pública y la protección ambiental. La Nación a través de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable diseñó la Estrategia Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU) con el objetivo de brindar respuestas adecuadas y concretas al manejo de los residuos y configurar así, una verdadera Política de Estado. Provincia de Buenos Aires El Gobierno Argentino obtuvo apoyo técnico y financiero del Banco Mundial. La provincia puede procurar financiamiento para minimizar o resolver el problema de la acumulación de residuos en rellenos sanitarios que provoca contaminación del aire agua y suelo. No podrá resolver el problema de un modo integral pero podrá obtener la financiación de los costos de infraestructura para la disposición final y sus sistemas asociados, a través de la construcción de rellenos sanitarios, plantas de tratamiento, estaciones de transferencia y el cierre de basurales a cielo abierto, según se requiera. Otros de los componentes son, el fortalecimiento institucional de las autoridades involucradas en la gestión de residuos, en todos los niveles de gobierno y la elaboración de planes sociales en las diferentes jurisdicciones para la inclusión social de los recuperadores informales de residuos. Los objetivos específicos son : • Construir centros de disposición final (CDF) regionales en los casos que sea factible, plantas de tratamiento y estaciones de transferencia según se requiera, además del cierre de los basurales a cielo abierto, • Brindar asesoramiento en la gestión financiera municipal para la recuperación de costos y asegurar así la sostenibilidad de la gestión, • Promover la inclusión social de los recuperadores informales de residuos, • Establecer políticas que promuevan la minimización de residuos a generar y a disponer, a través de su máxima valorización en todas las etapas de la gestión integral. En este proyecto podrán participar • Sector Público; Gobierno Nacional, Provincial y Municipal • Sector Privado formal e informal • Organizaciones de la Sociedad Civil • Comunidad Educativa • Comunidad en general Pudiendo erradicarse los problemas de salud vinculados a una mala gestión de los residuos, Preservar el ambiente, mejorar la calidad vida de los recuperadores informales de residuos. c)Plan federal estratégico de desarrollo turístico sustentable El objetivo general del proyecto es apoyar la sustentabilidad ambiental del turismo en los municipios turísticos de Argentina comprendidos en el Plan Federal Estratégico de Desarrollo Turístico Sustentable. El propósito del Programa es la gestión de residuos sólidos en municipios turísticos, mediante proyectos que: implementen soluciones técnica, ambiental y financieramente viables; fortalezcan las capacidades de las localidades elegidas para que puedan ejercer efectivamente sus competencias en materia de gestión de residuos; y amplíen la conciencia y participación de las comunidades locales en esta materia El Programa tiene dos ejecutores La Secretaría de y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) Provincia de Buenos Aires La Provincia de Buenos Aires tiene una costa plagada de Municipios Turísticos que podrán beneficiarse con estos programas pudiendo solcitar el financiamiento de estudios de factibilidad técnica, económica, financiera, ambiental, social e institucional para brindar una solución integral y ambientalmente adecuada para la recolección, transporte y disposición final de RSU entre otros estudios ambientales, incluyendo el PROPUESTAS GENERALES DE MODIFICACIONES A LA LEGISLACIÓN PARA EL MEJOR DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD EN LA PROVINCIA RECOMENDACIONES aprovechamiento de biogás para la generación de electricidad. 1-Tomar en cuenta y armonizar las normas provinciales en materia ambiental sancionadas y que se sancionen, en el futuro con las normas sobre Presupuestos Mínimos que el Congreso de la Nación vaya sancionando. EL COFEMA trabaja activamente en la materia, a quienes aconsejamos consultar al respecto. 2-Las normas provinciales nunca deberán transgredir normas nacionales de aplicación en la provincia tanto generales como la Constitución Nacional, el Código Civil, El Código Penal, o normas especiales como la Convención Sobre Biodiversidad, o Sobre el Cambio Climático. 3- Habrá que considerar la posibilidad de que organizaciones no gubernamentales situadas en la provincia de Buenos Aires, que tengan como objeto el cuidado ambiental, interpongan acciones de amparo para proteger el ambiente que consideran dañado. Para que el accionar de estas organizaciones responda solamente a intereses legítimos, habrá que sancionar una norma reglamentaria a nivel provincial, que regule y limite adecuadamente la actividad de estas ONGS.