CAPÍTULO IV

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CAPÍTULO IV
LEYES NACIONALES DE MAYOR RELEVANCIA CONSIDERANDO SU APLICACIÓN EN LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
La legislación aplicable a nivel nacional es principalmente sectorial. Solamente a partír de
los años 80 se han sancionado normas que protejan los recursos naturales o el ambiente en
general.
La misma, presenta superposición y vacíos, que deberán ser subsanados a partir de la
sanción de las normas que se vayan dictando que mejoraran las situaciones existentes.
Es esencial y relevante la recopilación y análisis de las normas nacionales que se aplican
ipso iure en la Provincia de Buenos Aires.
Trataremos aquí la Constitución Nacional, las leyes de Presupuestos Mínimos, los
Códigos de fondo, como así también otras normas sectoriales que regulan los distintos
elementos del ambiente o recursos naturales en particular.
CONSTITUCIÓN NACIONAL. ARTS. 41, 43 Y 124.
La reforma de 1994 incluyó en la Constitución el derecho de todos los habitantes a un
ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano siguiendo la práctica de
otras constituciones extranjeras y provinciales, lo que convierte en enumerado a un
derecho que antes era implícito (Arts.41 C.N.).
Pero además se le impone a esos habitantes el deber de preservarlo. Ese deber se
convierte en una carga pública que habilita a todos los habitantes para hacer efectiva la
preservación con todos los medios jurídicos y materiales que sean necesarios.
En consecuencia, todo habitante estará legitimado para accionar en defensa del
ambiente propio y ajeno.
Incorpora también el principio del desarrollo sustentable.
Impone la obligación de recomponer el daño ambiental que va a requerir una cuidadosa
reglamentación legal porque no está claro quien esta obligado a recomponer y si esta
obligación coexiste o sustituye a la obligación tradicional de reparar del código civil
(Art. 1.077).
No solamente atribuye derechos y deberes a los habitantes. Encomienda al Estado
proveer a la protección del derecho al ambiente, lo que implica organizar la justicia
ambiental con todo el aparato informativo que demanda e instituir procedimientos ágiles
y seguros.
Pero, además, le encomienda proveer prestaciones más complejas y costosas como son:

La utilización racional de los recursos naturales.

La preservación del patrimonio natural y cultural,

La preservación de la diversidad biológica

La información ambiental, que lo obliga a proveer la que tenga en la materia de
un modo organizado y ser responsable por su fidelidad.

La educación ambiental.
También faculta al Gobierno de la Nación para fijar "los presupuestos mínimos de
protección¨ ambiental lo que implica sancionar normas básicas para todo el país y a los
provinciales para complementarlas y aplicarlas. Lo que implica que estas pueden decidir
imponer o no presupuestos más estrictos en su territorio respectivo.
El art. 43 legitima a los afectados, a las organizaciones no gubernamentales inscriptas y
a los defensores del pueblo para accionar por vía de amparo en defensa del derecho
constitucional al ambiente
El art 124 establece que corresponde a las provincias el dominio originario de los
recursos naturales existentes en su territorio, lo que implica que estas tendrá facultades
de tutela y legislativas sobre los mismos, pero no la propiedad de estos, excepto que
estén en terreno fiscal.
NORMAS SOBRE PRESUPUESTOS MÍNIMOS
LEY 25.675 Nº LEY GENERAL DEL AMBIENTE
Click aquí para ver la norma
La ley 25.675 impone definiciones en materia de derecho ambiental que acentúan la
dispersión de la legislación ambiental federal.
El 27 de noviembre de 2002, el Poder Ejecutivo Nacional promulgó parcialmente la ley
25.675, general del ambiente .
Lo ambiental siempre estuvo legislado en la Argentina. Pero la práctica de normar
temas ambientales muy específicos o bien de ir incorporando ingredientes ambientales a
distintas leyes generó una dispersión normativa.
Otra práctica que aumentó esa dispersión fue la de aprobar innumerables tratados
internacionales de sustancia ambiental y tratados sobre otras materias que contienen
ingredientes ambientales.
El resultado es que se han ido diseminando por todo el sistema jurídico federal
argentino muchas normas jurídicas ambientales que solo atienden temas ambientales
aislados, frecuentemente contradictorias o redundantes.
Ese crecimiento disperso y complejo del sistema agregó muchas normas pero complicó
su aplicación y dejó muchos temas sin respuesta jurídica.
El sistema jurídico federal argentino del ambiente carece de cuerpos normativos
sistemáticos.
La ley 25.675 fija los objetivos de la política ambiental nacional e impone definiciones
en materia de derecho ambiental mediante la sanción de algunos de los presupuestos
mínimos que autoriza el artículo 41 de la Constitución Nacional reformando
implícitamente el Código Civil.
Es una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental.
La ley interpreta que los presupuestos mínimos del artículo 41 de la Constitución
Nacional son ―toda norma que concede una tutela ambiental uniforme o común para
todo el territorio nacional y tiene por objeto imponer condiciones necesarias para
asegurar la protección ambiental‖ (Artículo 6º, primer párrafo), pero no se advierte cual
es el objeto de esta interpretación legislativa del artículo 41. Este artículo se refiere lisa
y llanamente al presupuesto mínimo de protección ambiental sin agregarle los
calificativos de que ―tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la
protección ambiental‖ con los que la ley 25675 disminuye su extensión.
La ley 25675 no puede reducir genéricamente el objeto de la categoría especial
(presupuestos mínimos de protección ambiental) ya que implicaría sustituir el sentido
que la Constitución Nacional otorga a esa categoría jurídica que su Artículo 41 crea. Lo
que la ley puede hacer es limitar ese objeto para normarlo separadamente como una
subcategoría especial, pero no lo hace, sino que establece específicamente presupuestos
mínimos de protección ambiental que no siempre encuadran en la interpretación del
primer párrafo del artículo 6º.
El segundo párrafo del artículo 6º. ordena que los presupuestos mínimos de protección
ambiental, en su contenido, prevean las condiciones necesarias para garantizar la
dinámica de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general,
asegurar la preservación ambiental y el desarrollo sustentable.
Como corresponde precisamente a ese Congreso dictar esos presupuestos mínimos,
mediante este artículo 6º, el Congreso de la Nación se estaría dando una orden a sí
mismo, por lo que tampoco se advierte cual es el objeto de este último párrafo del
artículo 6º , por lo que si se suprimiese todo el artículo, la ley ganaría en claridad.
Es una ley de orden público, por lo tanto las convenciones particulares no pueden dejar
sin efecto sus normas (Código Civil, Art. 21).1/
Cuando el artículo 3ºdeclara que la ley 25.675 es una ley de orden público excusa a
quien alegue que una norma ambiental es de orden público de tener que justificarlo en
cada caso.
Fue necesario declararlo específicamente porque no hay una norma que someta
genéricamente lo ambiental al orden público sino que hay que hacerlo en cada caso,
como anteriormente lo hizo el artículo 66 de la. ley 24051.
Es una ley subsidiaria de la legislación específica sobre la materia
Gran parte de la ley está destinada a la interpretación de esa legislación. A tal fin, el
artículo 4º somete a toda otra norma a través de la cual se ejecute la política ambiental
al cumplimiento de determinados principios.
De ese modo obliga al interprete de tales normas, sean nacionales, provinciales o
municipales a tener en cuenta ambas normas, la interpretada y la ley 25675.
El artículo 41 de la Constitución Nacional atribuye a los presupuesto mínimos que
sancione el Congreso supremacía sobre la legislación provincial. La nueva ley 25.675
va mas allá cuando también le atribuye supremacía sobre la legislación nacional.
De este modo se agregan mas pisos a la pirámide normativa.
Todo esto lo reitera el Principio de congruencia que establece el artículo 4º de la ley
25.675.
El artículo 2º fija objetivos a la política ambiental nacional. lo que obliga al Poder
Ejecutivo Nacional a seguirlos, ya que constituyen pautas para la ejecución de normas
legislativas que este poder deberá acatar. Claro está que sin perjuicio de las facultades
privativas de administrar el país que la Constitución Nacional otorga a ese poder
(Artículo 99).Pero no obliga a los poderes provinciales, por cuanto la norma se refiere
específicamente a la política ambiental nacional, además, mediante esta declaración
unilateral de voluntad, el Congreso de la Nación ejerce la una sana práctica republicana
de informar públicamente cual es su criterio en la materia. y así ofrece una mayor
previsibilidad a la política legislativa. Aunque esa declaración unilateral no sea una
oferta jurídica, tiene el valor de todo acto propio de exposición. Pero es obvio que el
Congreso no esta obligado a mantener esa declaración unilateral de voluntad, sino que,
como poder legislador supremo, puede cambiarlo.
La ley fija principios de política ambiental.
La ley 25675 (Artículo 4º) sienta principios básicos que rigen su interpretación y
aplicación y la de toda otra norma a través de la cual se ejecute la política Ambiental.
Esos principios básicos son:
Principio de prevención, que impone la atención de las causas y las fuentes de los
problemas ambientales en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos
negativos que sobre el ambiente se pueden producir.
Principio precautorio, que dispone que cuando haya peligro de daño grave o
irreversible, la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como
razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para
impedir la degradación del medio ambiente.
El texto legal amplía el Principio 15 de la Declaración la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo(Río de Janeiro 1992) que lo restringía
a la falta de certeza científica absoluta.
Principio de equidad intergeneracional, que, al disponer que los responsables de la
protección ambiental deberán velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte
de las generaciones presentes y futuras, repite con otro lenguaje el .precepto
constitucional (Artículo 41) que determina que el ambiente debe ser apto para que las
actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras.
Principio de sustentabilidad, que repite con otro lenguaje el principio de equidad
intergeneracional cuando dispone que el desarrollo económico y social y el
aprovechamiento de los recursos naturales deberán realizarse a través de una gestión
apropiada del ambiente, de manera tal, que no comprometa las posibilidades de las
generaciones presentes y futuras.Principio de progresividad que impone la gradualidad en prosecusión de los objetivos
ambientales.
Principio de responsabilidad que no tiene el carácter de presupuesto mínimo de
protección ambiental, sino de norma civil puesto que atribuye al generador de efectos
degradantes del ambiente, actuales o futuros la responsabilidad por los costos de las
acciones preventivas y correctivas de recomposición, lo que reitera el régimen de
responsabilidad subjetiva del artículo 1109 del código civil, pero guarda silencio
respecto al de responsabilidad subjetiva del artículo 1113 que es mas beneficioso para la
defensa del ambiente.
Principio de subsidiariedad, que tampoco es un presupuesto mínimo de protección
ambiental sino una orden que el Congreso imparte al Estado nacional de que colabore y,
de ser necesario, participe en forma complementaria en el accionar de los particulares en
la preservación y protección ambientales.Principio de solidaridad, cuya denominación anticipa la imposición de una
responsabilidad solidaria entre la Nación y los Estados provinciales que luego no hace,
ya que se limita a establecer que la una y los otros serán responsables de la prevención y
mitigación de los efectos ambientales transfronterizos adversos de su propio accionar,
así como de la minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos
compartidos, pero no impone la solidaridad.
Podría interpretárselo como una reiteración de lo que disponen los artículos 1109 y
1113 del código civil y el artículo 41 de la Constitución Nacional en materia de
responsabilidad con el mandato específico de proveer solidariamente a la minimización
de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos compartidos.
Principio de cooperación que impone la utilización equitativa y racional de los recursos
naturales y los sistemas ecológicos compartidos y el desarrollo conjunto del tratamiento
y la mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos.
Este principio de cooperación lo reitera la ley 25.688 de régimen de gestión ambiental
de aguas cuando declara que: ―Las cuencas hídricas como unidad ambiental de gestión
del recurso se consideran indivisibles‖ (Artículo 3º) y crea genéricamente la figura
jurídica de los comités de cuencas como organismos federales de asesoramiento y les
atribuye funciones de autoridad para autorizar o no actividades que causen impacto
ambiental significativo sobre otras jurisdicciones, lo que es materia federal y, de ese
modo se convierte en una ley de policía federal de actividades que causen impacto
ambiental significativo sobre partes de cuencas situadas en otras.
Regula la competencia federal en los casos de recursos ambientales interjurisdiccionales.
Constitucionalidad.
El artículo 7º de la ley 25.675 establece específicamente la competencia federal en los
casos en que el acto, omisión o situación generada provoque efectivamente degradación
o contaminación en recursos ambientales interjurisdiccionales.
La Constitución Nacional no atribuye a la calidad de interjurisdiccional de un recurso
ambiental afectado por la degradación o contaminación eficacia para habilitar la
competencia federal, que es de excepción (Artículo 75, inc.12 de la Constitución
Nacional).
Todo lo contrario, la Constitución Nacional dispone claramente que intervendrán los
tribunales de la Nación cuando la causa se suscite entre dos o más provincias; entre una
provincia y los vecinos de otra o entre los vecinos de diferentes provincias ( Art. 116 de
la Constitución Nacional).
El propio artículo 41 de la Constitución Nacional aclara que las normas que contengan
los presupuestos mínimos de protección que dicte la Nación no alterarán las
jurisdicciones locales. Sin embargo, diversas leyes, como ser la ley de defensa agrícola
3708 del 22/9/98 (Art 20), la de policía sanitaria animal 3959 del 5/10/1900 (Artículos 1
inc. 3 y33), de defensa agrícola 4863 del 28/9/1905 (Artículos 9 y 16), de policía
sanitaria animal 15945 del 2/11/61 y 17160 del 2/2/67 atribuyen explícita o
implícitamente la competencia a los jueces federales en materia de daños ambientales.
Los legisladores y la doctrina fundaron esa atribución específica de la competencia en la
facultad federal de reglar el comercio interprovincial e internacional que tiene el
Congreso (Constitución Nacional, actual artículo 75 inc. 13) 3/.
La ley 24.051 de residuos peligrosos no impuso la competencia federal a recursos
ambientales interjurisdiccionales, sino simplemente a los residuos peligrosos destinados
a transportarse fuera de una provincia o que pudieran afectar a las personas o al
ambiente más allá de los límites de la provincia en que se generasen o que conviniese
someter a medidas uniformes en toda la República 4/.
En el caso del artículo 7º de la ley 25675 citado, lo interjurisdiccional es el recurso
ambiental.
Evaluación del Impacto Ambiental
El artículo 11 extiende a toda obra o actividad susceptible de degradar el ambiente,
alguno de sus componentes, o afectar la calidad de vida de la población en forma
significativa la carga de ejecutar una evaluación del impacto ambiental previa.
El proceso se debe iniciar con la presentación de una declaración jurada en la que se
manifieste si las obras o actividades proyectadas afectarán el ambiente, sigue con la
decisión de la autoridad de si exige o no un estudio de impacto ambiental y concluye
con la evaluación de ese impacto y la declaración mediante la cual la autoridad aprueba
o no los estudios presentados (Artículos 12 y 13).Otras leyes nacionales y provinciales establecen los detalles de la evaluación (Artículo
12). La evaluación del impacto ambiental es una institución muy difundida y normada
con mucha dispersión en el sistema jurídico argentino. Su regulación sigue dispersa,
pero ahora ninguna obra o actividad esta exenta.
Información ambiental
El artículo 41 de la Constitución Nacional y el Principio 10 de la Declaración de Río de
Janeiro de 1972 de la CNUMAD imponen a las autoridades la obligación de proveer
información ambiental, pero nada disponen respecto a los particulares.
La ley 25.675 extiende esta obligación a toda persona (Artículo 16).
La aplicación del artículo 16 aludido deberá armonizar esa obligación con el derecho al
secreto que reconoce la Constitución Nacional (arts. 17 y 18).
Parece hacerlo, hay experiencia. ―La obligación de proporcionar la información
relacionada con la calidad ambiental que se refiera a las actividades que desarrolla‖ que
impone el artículo 16 de la ley no es nueva en el sistema jurídico argentino. El primer
código rural argentino, que fue el redactado por el Dr. Valentín Alsina para la Provincia
de Buenos Aires, que se promulgó el 6 de noviembre de 1865, obligaba al tenedor de un
predio a denunciar las plagas agropecuarias (Art. 280) principio que reprodujeron leyes
posteriores 5/. Toda la legislación sanitaria impone la obligación de denunciar
determinadas enfermedades.
Asimismo, la ley encomienda a la autoridad nacional desarrollar un sistema nacional
integrado de información ambiental (Artículo 17).
Participación ciudadana
La ley 25.675 reglamenta el ejercicio de la participación ciudadana otorgando a toda
persona el derecho a opinar en procedimientos administrativos que se relacionen con la
preservación y protección del ambiente, sean de incidencia general o partícular y de
alcance general (Artículo 19) y encomienda a las autoridades instituciónalizar
procedimientos de consultas o audiencias públicas como instancias obligatorias para la
autorización de aquellas actividades que puedan generar efectos negativos y
significativos sobre el ambiente.
Dispone que la opinión u objeción de los participantes no será vinculante; pero que las
autoridades convocantes fundamenten y hagan público su eventual disenso (Artículo
20).
El Principio 10 de la Declaración de Río de Janeiro de 1992 de la CNUMAD estableció
que: "El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de
todos los ciudadanos interesados en el nivel que corresponda. En el plano nacional toda
persona deberá tener la oportunidad de participar en los procesos de adopción de
decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación
del público poniendo la información a disposición de todos".
La audiencia pública previa a la toma de decisiones de repercusión ambiental constituye
una aplicación muy difundida de este principio. La exigen algunas Constituciones y
leyes provinciales y hoy son frecuentes en la Ciudad de Buenos Aires Es bueno y
necesario que el individuo participe en la gestión de su propio ambiente y acuerde con
sus semejantes su ordenamiento.
No sólo se cumple de este modo el objetivo cardinal del derecho de dar a cada uno lo
suyo, sino que se logra una aceptación anticipada de actividades necesarias para el
desarrollo que pueden generar dificultades ambientales, lo que contribuye a que ese
desarrollo sea aceptable y durable.
La inmediación del individuo con el ambiente lo induce a accionar oportunamente
cuando advierte que se lo daña o amenaza. El mejoramiento creciente de los medios de
comunicación facilita esa participación.
En nuestro país, que ha adoptado la fórmula de gobierno representativa, el individuo
puede coadyuvar aun en la decisión política y administrativa fuera de la instancia
electoral sin perjuicio de esa fórmula (Mario Valls eldial.com)
Seguro ambiental
La ley obliga a toda persona que realice actividades riesgosas para el ambiente, los
ecosistemas y sus elementos constitutivos a ―contratar un seguro de cobertura con
entidad suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposición del daño que en
su tipo pudiere producir‖.Es otra carga que impone genéricamente a toda persona que realice actividades
riesgosas para el ambiente.
Pero no regula ese seguro ambiental.
El principal obstáculo que se opone el cálculo de la tasa de siniestralidad, es la el
cálculo de la tasa de siniestralidad. Esa incertidumbre determina que las primas sean
muy altas, lo que desalienta su contratación. Por eso es que el seguro ambiental
voluntario no se practica en nuestro país y que la ley 25675 lo hizo obligatorio.
El régimen de seguros se rige actualmente por la ley 17.418 que integra el Código de
Comercio de la Nación, por la ley 20.091 sobre entidades de seguros y sus normas
complementarias.
Sistema Federal Ambiental
La ley establece un sistema de coordinación de la política ambiental a través del
Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA). Organismo preexistente creado por
el. Acta de la ciudad de La Rioja del 31 de agosto de 1990 y normado por el. Pacto
Federal Ambiental, suscrito el 5 de junio de 1993, en la Ciudad de Buenos Aires.
Autogestión e incentivos.
No regla lo relativo a autorregulación e incentivos, sino que le encomienda hacerlo a las
autoridades competentes, o sea a las legislaturas provinciales y al poder ejecutivo, tanto
nacional como provincial (Artículo 26).
Ello abre un vasto campo para que autoridades competentes instrumenten sistemas de
protección de la calidad ambiental voluntarios, que pueden ser elaborados o
simplemente aceptados por los propios responsables de actividades productivas
riesgosas; acuerden con ellos compromisos voluntarios y el otorgamiento de incentivos
y adopten mecanismos de certificación realizados por organismos independientes.
Mediante esos mecanismos voluntarios económicos, fiscales y hasta publicitarios se
trata de persuadir a través de señales económicas a responsables de actividades
productivas riesgosas a internalizar los costos ambientales, induciendo a los agentes a
cooperar en la preservación del ambiente, a través de incentivos y castigos económicos
para no llegar a las sanciones.
Éstos señalarán como mejor camino aquél conducente a la protección del medio
Nada impedía a las autoridades competentes establecer estas medidas, hasta la sanción
de la ley 25675, pero ahora esta ley les ordena establecerlas.
Daño ambiental
Casi la cuarta parte de la ley está dedicada a reglar las consecuencias del daño ambiental
de incidencia colectiva. (Artículos 27 a 34).
Se refiere a las consecuencias civiles del daño ambiental, pero las afronta no solo con
normas civiles, sino también administrativas (Artículos 28 y 34, Fondo de
Compensación Ambiental). y procesales (Artículos 30 a 34).(Mario Valls eldial.com)
Responsabilidad por daño ambiental de incidencia colectiva.
Modificación del régimen del código civil
El daño ambiental que la ley 25.675 norma es exclusivamente el de incidencia colectiva,
daño que define como toda alteración relevante que modifique negativamente el
ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas o los bienes o valores colectivos
(Artículo 27).
Modifica el régimen de responsabilidad del código civil exclusivamente para el daño
ambiental de incidencia colectiva.
Declara que ―El que cause el daño ambiental será objetivamente responsable de su
restablecimiento al estado anterior a su producción‖ (Artículo 28).
El uso de la palabra ―objetivamente‖ permite suponer que se refiere no solo a la
ejecución de un hecho que por culpa o negligencia ocasione un daño a otro, (Cod. Civil,
Art. 1109) sino también a los daños que causaren los que están bajo su dependencia, o
por las cosas de que se sirve, o que tiene a su cuidado (Cod. Civil, Art. 1113).
Responsabilidad por daño ambiental de incidencia colectiva, como exceptuarla.
La eximisión de responsabilidad es distinta de la del artículo 1113 de código civil lo
que obliga a analizar si no implica un fuerte retroceso con relación al sistema de la
responsabilidad objetiva establecido en aquel artículo.
El artículo 1113 del código civil exime de responsabilidad por daños causados con las
cosas, al dueño o guardián que demuestre que:
a) De su parte no hubo culpa
b) La culpa fue de la víctima o de un tercero por quien no debe responder si el daño
hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa,
c) La cosa hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o
guardián.
Para el caso del daño ambiental de incidencia colectiva, el artículo 29 de la ley 25.675
exime de responsabilidad a quien demuestre que:
Se adoptaron todas las medidas destinadas a evitarlo;
De su parte no hubo culpa concurrente;
La culpa fue exclusivamente de la víctima o de un tercero por quien no debe responder.
El artículo 29 no identifica al sujeto que exime de responsabilidad. No alude al dueño o
guardián de la cosa causante del daño, como en el caso similar hace el artículo 1113 del
código civil sino genéricamente a: ―La exención de responsabilidad .......‖, pero la
responsabilidad que trata la ley en el artículo precedente, que es el 28 es la del que
―cause el daño ambiental‖, al que hace objetivamente responsable. La lectura ingenua
del precepto conduciría a la interpretación absurda de eximir de responsabilidad al que
causare un daño ambiental de incidencia colectiva si demuestra su debida diligencia. La
interpretación de la exención en tal sentido implicaría un fuerte retroceso con relación al
sistema de la responsabilidad objetiva establecido en el artículo 1113.
El artículo 29 evidencia que el legislador no estuvo pensando en el artículo 28, sino en
el artículo 1113 del código civil. Por lo tanto su interprete no debe atenerse ciegamente
a su letra y al artículo 29 aislado, sino evaluarlo en ese contexto, considere que el
artículo contiene un simple error de redacción, aplique subsidiariamente el artículo 1113
del código civil y llegue a la conclusión de que el sujeto es el dueño o guardián de la
cosa causante del daño.
La pluralidad de sistemas de responsabilidad diseminado en leyes dispersas que se está
estableciendo dificulta finalmente el ejercicio de una eficaz responsabilidad por daño
ambiental.
Para no insistir en críticas baste imaginar la magnitud y complejidad del análisis lógico
que habría que para identificar el orden de prelación de las norma sobre responsabilidad
civil que corresponda seguir cuando un residuo que sea peligroso e industrial al
mismo tiempo cause un daño ambiental de incidencia colectiva.
El daño ambiental de incidencia colectiva, su reparación
En cuanto a la reparación del daño de incidencia colectiva, el Artículo 28 de la ley,
reglamenta la obligación prioritaria de recomponer que establece el artículo 41 de la
Constitución Nacional, imponiendo que el que causare el daño restablezca las cosas al
estado anterior, que es una de las soluciones del código civil (Art. 1083).
En el caso de que la reparación del daño no fuera técnicamente factible y el juez fijase
una indemnización sustitutiva , se la depositará en el Fondo de Compensación
Ambiental que crea al efecto (Artículo 28).
El artículo 28 se limita a ordenar que la indemnización sustitutiva que, el juez fije se
deposite en el Fondo de Compensación Ambiental que crea al efecto.
No se refiere la ley a otras indemnizaciones, como ser la que corresponda pagar al
dañado o perjudicado. Quien reclame y acredite haber sufrido el daño de incidencia
colectiva, no solo las personas privadas, sino también los Estados y las comunas tendrán
derecho a su propia indemnización. Toda persona física o jurídica está inserta en un
ambiente que coincide espacialmente con el de otros y está legitimada para accionar
judicialmente en defensa de su derecho al uso y goce. Esa está inserción es,
precisamente, la que genera lo que llamamos derecho ambiental.
La que iría al Fondo es la indemnización adicional que el juez fijaría para que el Estado
compense el daño colectivo indeterminado con actividades y obras ambientales.
Seguramente el legislador habrá imaginado que muchos damnificados no reclamarían su
parte de indemnización por el daño de incidencia colectiva o, por la dificultad por todos
conocida de identificar la persona perjudicada. Abundan los casos en que por falta de
diligencia o por una interpretación judicial no se identifica a la persona dañada;
entonces se produce el daño colectivo, hay responsables, pero nadie reclama en término
o el reclamo no prospera, por lo que el responsable del daño se ahorra la indemnización.
En este caso el Estado recibe la indemnización y la reserva en el Fondo de
Compensación Ambiental.
El Fondo de Compensación Ambiental.
Con esta ley aparece en el sistema jurídico argentino el Fondo de Compensación
Ambiental destinado en este caso a ―garantizar la calidad ambiental, la prevención y
mitigación de efectos nocivos o peligrosos sobre el ambiente, la atención de
emergencias ambientales; asimismo, a la protección, preservación, conservación o
compensación de los sistemas ecológicos y el ambiente‖ (Artículo 34).
Este Fondo no está destinado específicamente a indemnizar a quien sufra un
determinado infortunio ambiental, como hacen la mayoría de los fondos como ser el
Superfondo (CERCLA) de los Estados Unidos para lugares contaminados con
sustancias peligrosas 8/, el Fondo de Minamata del Japón instituido por la ley 111 del 5
de octubre de 1973 o el fondo creado por las empresas petroleras TOVALOP en 1969,
complementado por el CRISTAL en 1971 para afrontar la responsabilidad por derrames
en el mar que impone la Convención de Bruselas del 18 de diciembre de 1971.
Sigue un sistema inverso. Asigna la indemnización por el daño colectivo indeterminado
causado para compensar a la colectividad con actividades y obras ambientales que nada
tienen que ver con ese daño. Y, de paso, disuaden de externalizar el costo ambiental
aprovechando la insuficiencia del reclamo.
Legitimación para pedir la recomposición del ambiente dañado.
Al acordar legitimación para obtener la recomposición del ambiente dañado, al artículo
30 remite al artículo 43 de la Constitución Nacional. No es afortunada la remisión
porque ese artículo 43 solo norma la acción de amparo. Lo correcto sería considerar que
la remisión es meramente ejemplificativa porque todo habitante está legitimado para
accionar en defensa del ambiente propio y ajeno. El derecho de todos los habitantes a un
ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano y el deber de preservarlo
que la Constitución Nacional que consagra (Artículo 41) habilita a todos los habitantes
para hacer efectiva la preservación con todos los medios jurídicos y materiales que sean
necesarios (Mario Valls eldial.com)
Normas procesales que contiene la ley:
El Congreso de la Nación solo puede sancionar normas procesales para los tribunales
nacionales. El artículo 75 inc. 12 y el artículo 41 de la Constitución Nacional lo
habilitaron para sancionar los Códigos de fondo y los presupuestos mínimos de
protección ambiental con la reserva de que tales códigos no alterasen las jurisdicciones
locales y el 121 de esa Constitución reserva a las provincias todo el poder no delegado
por ella al Gobierno Federal.
Por lo tanto las normas procesales de la ley 25.675 solo rigen para los tribunales
nacionales.
El artículo 30 también contiene una norma procesal relativa a la litispendencia.
Determina que ―deducida demanda de daño ambiental colectivo por alguno de los
titulares señalados, no podrán interponerla los restantes, lo que no obsta a su derecho a
intervenir como terceros‖.
El artículo 32 dispone que el juez del proceso podrá disponer:
a) Medidas probatorias de los hechos dañosos, a fin de proteger efectivamente el interés
general.b) Medidas de urgencia de oficio o a petición de parte, aun sin audiencia de la parte
contraria, mediando caución por los daños y perjuicios que pudieran producirse.El artículo 33 dispone que:
c) Los dictámenes emitidos por organismos del Estado sobre daño ambiental agregados
al proceso tendrán la fuerza probatoria de los informes periciales.
d) La sentencia hará cosa juzgada con efecto erga omnes salvo que hubieran sido
desfavorables al accionante por falta de prueba, principio.
El efecto erga omnes de cosa juzgada que se acuerda a la sentencia viola la garantía de
la defensa en juicio de la persona y de los derechos que consagra el artículo 18 de la
Constitución Nacional.
El artículo 29 del Proyecto de Ley establecía la presunción juris tantum de la
responsabilidad del autor del daño ambiental cuando existiesen infracciones a las
normas ambientales administrativas. El PE lo vetó por considerarlo violatorio del
principio de defensa en juicio.
Un párrafo del artículo 32 autorizaba a los jueces a sentencia ultra petita y a los de las
Provincias a apartarse del principio de congruencia procesal.
El PE lo vetó por considerarlo violatorio del artículo 121 de la Constitución Nacional
que reserva a las provincias todo el poder no delegado por ella al Gobierno Federal.
Efectivamente, el Congreso de la Nación solo puede sancionar normas procesales para
los tribunales nacionales. El artículo 75 inc. 12 y el artículo 41 de la Constitución
Nacional lo habilitaron para sancionar los Códigos de fondo y los presupuestos
mínimos de protección ambiental con la reserva de que tales códigos no alterasen las
jurisdicciones locales.
El recurso ambiental como categoría jurídica
La ley norma los recursos del ambiente en sus Artículos 2 inc.a, 7, 10 inc.a, 27.
El concepto de recurso ambiental fue puesto en boga por el Pacto Federal Ambiental
suscrito en la ciudad de Buenos Aires el 5 de junio de 1993. Hasta ahora no ha merecido
mayores comentarios doctrinarios, pero es un concepto claro, que reivindica la calidad
de recurso del ambiente, o sea de su capacidad de satisfacer requerimientos humanos.
Frecuentemente se trata al ambiente como una restricción o limitación que muestra una
dificultad para el uso y goce de otros recursos.
El reconocimiento de esa calidad de recurso da a la gestión un sentido positivo
estimulante que legitima para accionar a quien tenga derecho a su uso y goce y a quien
disminuya o impida ese uso y goce para ser demandado.1
1-Titulo
Ley general del ambiente
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
25.675
4- Fecha de sanción
6/11/2002
1Valls, Mario " ―El Congreso de la Nación debe sancionar una ley general del
ambiente‖. LexisNexis Jurisprudencia Argentina, JA 2002 – III, fasc.4, 24/7/2002,
pag.86.
5- Temas Principales
La ley 25675 impone definiciones en materia
de derecho ambiental que acentúan la
dispersión de la legislación ambiental federal.
Es una ley de presupuestos mínimos de
protección ambiental.
Es una ley de orden público.
Es una ley subsidiaria de la legislación
específica sobre la materia.
La ley fija objetivos a la política ambiental
nacional.
La ley fija principios de política ambiental.
Atribuye la competencia federal en los casos
de recursos ambientales interjurisdiccionales
Regula la Evaluación del Impacto Ambiental la
información ambiental y la participación
ciudadana.
Establece la obligatoriedad de contratar un
seguro ambiental
Regula la Autogestión e incentivos en materia
ambiental
Establece una modificación del régimen del
código civil para la responsabilidad por daño
ambiental de incidencia colectiva.
Establece la reparación del daño ambiental de
incidencia colectiva.
Contiene normas procesales.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos La Provincia podrá sancionar normas
Aires
complementarias sobre presupuestos
mínimos a las establecidas por la ley, pero
no podrá establecer estándares de calidad
en materia ambiental inferiores.
LEY N° 25.612 DE GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS INDUSTRIALES Y DE ACTIVIDADES
DE SERVICIOS
click aquí para ver la norma
La Ley N° 25.612 establece presupuestos mínimos de protección ambiental conforme al
artículo 41 de la Constitución Nacional.
El Poder Ejecutivo vetó el primer párrafo del artículo 60 del proyecto aprobado por el
Congreso que derogaba la Ley Nacional N° 24.051. Su veto parcial convierte a la Ley
Nacional N° 24.051 de residuos peligrosos en su ley complementaria, lo que deja a
ambas leyes vigentes, pero la Ley N° 25.612 subordina a la Ley N° 24.051 como su ley
complementaria.
Sus normas tienen algunas semejanzas y guardan algunas diferencias.
Como la Ley N° 25.612 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental
está normando los residuos industriales y asimilables de todo el país y no solo los
federales, como hace la Ley N° 24.051.
Cada una de ellas describe de distinto modo los residuos que norma, pero , en la
práctica, ambas se refieren a mas o menos a los mismos residuos. El método que sigue
la Ley N° 25.612 para definir los residuos a que se aplica es distinto del que sigue la
Ley N° 24.051. Esta Ley N° 24.051 los deduce de una definición general, mientras que
la Ley N° 25.612 los induce de una de una definición mas circunscripta.
Aunque parezcan distintos, en la práctica, como ya hemos observado, resultarán mas o
menos los mismos residuos, ya que la inducción que hace la Ley N° 25.612 también
alcanza los no industriales, cuando sean asimilables a los industriales por los niveles de
riesgo que generen.
La subordinación jerárquica que establece entre ellas la constitución nacional (art.41) es
clara. la nueva Ley N° 25.612, por ser de presupuestos mínimos de protección
ambiental subordina a la Ley N° 24.051 como su ley complementaria, pero solo en
cuanto a los residuos respectos a los que las descripciones de una y otra ley coinciden.
el problema es que las descripciones de ambas leyes son muy amplias y difusas.
obviamente, los obligados tratarán de encuadrarse en el régimen que más les convenga,
lo que requerirá de autoridades y jueces un prolijo ejercicio lógico para identificar la
norma aplicable en cada caso a un residuo determinado.
resumiendo:
a) a los residuos incluidos exclusivamente en la Ley N° 25.612 pero no en el de la
24.051 no se les aplica esta última.
b) a los incluidos exclusivamente en la Ley N° 24.051 se les aplica la 25.612.
pero son los menos. la mayoría están en una y otra ley.
Calidad de los residuos regulados
La descripción del residuo de la Ley N° 24.051 es muy amplio y difuso, ya que alcanza
a los residuos que pudieran dañar directa o indirectamente seres vivos o contaminar el
suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general (Art. 2 Ley N° 24.051). El adjetivo
peligroso que califica a los residuos, no se refiere a que el daño temido sea superior al
ordinario sino simplemente a todo residuo susceptible de generar un riesgo de daño al
ambiente. Oportunamente criticamos esa amplitud señalando que "La tipificación
resulta tan amplia que incluiría un vidrio roto o un clavo" y que "La experiencia de la
legislación en la materia aconseja no generalizar tanto cuando se imponga alguna
restricción a la actividad humana y solo hacerlo en forma taxativa".
La Ley N° 25.612 describe expresa y taxativamente los residuos a los que se aplica.
Pero son muchos. Los identifica a partir del residuo que denomina industrial y que
tipifica como cualquier elemento, sustancia u objeto en estado sólido, semisólido,
líquido o gaseoso y obtenido como resultado de un proceso industrial por la realización
de una actividad de servicio o por estar relacionado directa o indirectamente con la
actividad, incluyendo eventuales emergencias o accidentes, al cual su poseedor,
productor o generador no pueda utilizar o bien se desprenda de él o tenga la obligación
legal de hacerlo (Art. 2).
A ese tipo básico le añade dos categorías más, que son los generados por una actividad
de servicio, que es la que complementa a la industrial y a los que, por sus características
sean asimilables a los de la anterior. Para disminuir la incertidumbre sobre cuales hayan
de ser específicamente esos residuos tipificados por la ley de una manera tan abierta los
circunscribe a los niveles de riesgo cuya determinación confía la misma Ley N° 25.612
a un Plan Nacional de Gestión Integral de Residuos Industriales y de Actividades de
Servicio que manda formular e implementar (Artículos 1°, 7 y 57 inc.c).
El resto de los residuos, es decir, los no industriales que pueden provenir de actividades
agropecuarias, militares, comerciales, recreativas, viales, ferroviarias, eléctricas,
mineras, de las comunicaciones, o cualquier otra actividad cuando el residuo sea
asimilable al industrial por los niveles de riesgo que genere.a esos residuos no se les
aplica la Ley N° 25.612. Eventualmente se le aplicará la ley local y la federal N° 24.051
cuando encuadren en sus respectivas descripciones.
La Ley N° 25.612 excluye expresamente (Art. 5):
a) Los residuos biopatogénicos, pero dispone que "hasta tanto se sancione una ley
específica de presupuestos mínimos sobre gestión de residuos patológicos, se
mantendrá vigente lo dispuesto en la Ley N° 24.051 y sus anexos respecto de la
materia" (Art. 60), lo que parece redundante pero no obscurece la inteligencia de la
norma.
b) Los residuos domiciliarios;
c) Los residuos radiactivos. La Ley N° 25.018 (23/9/1998) norma su gestión.
d) Los residuos derivados de las operaciones normales de los buques y aeronaves
artículo 5°). Agrega los de aeronaves a la exclusión que hace la Ley N° 24.051.
No incluye a los que pudieran constituir insumos para procesos industriales que la Ley
N° 24.051 incluye entre los peligrosos, sino que lo hace implícitamente para casos
determinados, ya que distintos artículos se refieren a ellos (artículo 6°, 11, inc.e, 26 y 43
inc.b).
La Ley N° 24.051 legisla exclusivamente los residuos de competencia federal. Para
dictar esta ley de policía federal, el Congreso tomó en cuenta el lugar en que se genera,
encuentra o impacta el residuo. En cambio, la Ley N° 25.612 legisla sobre los residuos
de todo el país, locales y federales y a los residuos industriales y asimilables a los
industriales que no encuadren en la descripción de la Ley N° 24.051.
En cuanto a los residuos que ambas leyes regulan, la Ley Nº 25.612, por ser de
presupuestos mínimos de protección ambiental y menos abierta en la descripción de los
residuos, subordina a la Ley N° 24.051 como su ley complementaria.
Para mejor proteger la libertad de trabajar y ejercer toda industria lícita que garantiza el
artículo 14 de la Constitución Nacional y para evitar que una amenaza solamente
genérica y eventual induzca a los que son poco respetuosos del ambiente a no cumplir el
mandato de la ley y beneficiarse mientras tanto con la externalización del costo de tal
cumplimiento conviene que cualquier restricción a la actividad humana se imponga en
forma taxativa.
Las dudas que generó Ley N° 24.051 respecto al ámbito espacial de su aplicación no se
repiten en la Ley N° 25.612.
Reforma del código civil. Un régimen adicional de responsabilidad civil.
Tanto la Ley N° 24051 como la nueva Ley N° 25612 reforman los códigos de fondo.
La Ley N° 24051 solo lo hace para los supuestos de jurisdicción federal (art. 45 y sigs.).
Recordemos que pudo hacerlo para todos los casos usando la potestad que le otorga el
ahora artículo 75 inc 12 de la Constitución Nacional y legislar en materia de fondo, pero
no lo hizo.
Es posible que el Congreso Nacional cuando sancionó el artículo 1º de la Ley N° 24.051
no hubiera advertido que estaba poniendo un límite innecesario a su atribución de
legislar en materias de fondo puesto que era absurdo que a los residuos no federales se
les aplicase un régimen civil y penal distinto que a los federales. Jorge Bustamante
Alsina lo consideró una grosera anomalía legislativa violatoria del principio de unidad
de legislación que impone el artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional 4/. Pero,
insisto, no lo hizo.
Ahora, el Congreso Nacional mediante la nueva Ley N° 25.612 no solo establece los
presupuestos mínimos de protección ambiental que rigen en todo el país para los
residuos industriales, sin alterar las jurisdicciones locales a que se refiere el artículo 41,
párrafo 3º de la Constitución Nacional, sino que usa la potestad que le otorga el artículo
75 inc 12 de la Constitución Nacional y legisla en materia de fondo, es decir para todos
los casos y para todo el país.
La Ley N° 25.612 no establece un régimen penal específico para los residuos que norma
a causa de su veto parcial.
En cambio, extiende el régimen de la responsabilidad civil que los artículos 45º a 47 de
la Ley Nº 24.051 establece para los residuos peligrosos a los que ella, la nueva Ley N°
25.612, norma. La única diferencia es que la liberación de la responsabilidad del
generador por los daños ocasionados por esos residuos en los casos de transformación,
especificación, desarrollo, evolución o tratamiento tiene un tratamiento distinto (artículo
43 de la Ley N° 25.612).
Los artículos 40 a 42 reproducen el texto de los artículos 45º a 47 de la Ley Nº 24.051,
lo que implica que las normas que hasta la promulgación de la Ley N° 25.612 se
aplicaban solamente a los residuos peligrosos normados por la Ley N° 24051 que son
exclusivamente los de competencia federal se aplicarán en lo sucesivo a los residuos
industriales, los generados por actividades de servicio complementarias o por
actividades asimilables a la anterior descriptas por el Artículo 1° de la Ley N° 25.612
para todos los casos y para todo el país.
En cambio la liberación de la responsabilidad del generador por los daños ocasionados
por los residuos en los casos de transformación, especificación, desarrollo, evolución o
tratamiento tiene un régimen distinto según se trate de residuos normados por la Ley N°
24.051 o por la Ley N° 25.612 .
El artículo 43 de esta última determina que la responsabilidad del generador, por los
daños ocasionados por los residuos desaparece por la transformación, especificación,
desarrollo, evolución o tratamiento en los casos de:
a) Daños causados por el mayor riesgo que un determinado residuo adquiere como
consecuencia de un manejo o tratamiento, inadecuado o defectuoso, realizado en
cualquiera de las etapas de la gestión integral de los residuos industriales y de
actividades de servicio.
b) Utilización del residuo como insumo de otro proceso productivo, conforme lo
determine la reglamentación.
La excusa de la responsabilidad del generador de los residuos peligrosos se limita a los
daños causados por la mayor peligrosidad que un determinado residuo adquiere como
consecuencia de un tratamiento defectuoso realizado en la planta de tratamiento o
disposición final (Ley N° 24.051 articulo 48).
Aquel residuo que no se encuentre en ninguna de estas situaciones queda excluido de la
ley y sometido a la legislación común, que es la local mientras las cosas o las personas
no caigan bajo alguna otra norma federal 4/
En materia penal nada legisla la Ley N° 25.612 por cuanto el Poder Ejecutivo Nacional
por Decreto 1343/2002 (25/7/2002) observó los artículos 51, 52, 53 y 54 del proyecto
que establecía como figura penal la adulteración o contaminación del agua, el suelo, la
atmósfera mediante la utilización de los residuos industriales y de actividades de
servicio que la ley norma y la puesta en riesgo de la calidad de vida de la población, de
los seres vivos en general, de la diversidad biológica o de los sistemas ecológicos
(Artículo 52).
Cuando el hecho fuere seguido de la muerte de alguna persona o de la extinción de una
especie de ser vivo la pena podía llegar a veinticinco años de reclusión o prisión.
El texto sancionado por el Congreso incorporaba al Código Penal un capítulo sobre
delitos ambientales como ley complementaria que se integraba virtualmente con la
figura delictiva descripta.
El Poder Ejecutivo fundamentó su veto con el argumento de que la figura penal contenía
elementos típicos que la definen como una figura "abierta" desde una perspectiva de
análisis dogmática y resultaba prudente entonces, mantener la vigencia del régimen
penal establecido en la Ley Nº 24.051. Cuando el residuo encuadre en la descripción
que ésta hace, el régimen penal aplicable será el que esa ley establece para los supuestos
de jurisdicción federal (art. 45 y ss.). Si el residuo no encuadra en esa descripción, por
ejemplo porque no se dan los supuestos de jurisdicción federal, se aplicará meramente el
Código Penal.
En consecuencia, la Ley N° 25.612 carece de un régimen penal específico. Tampoco
podrán establecerlo las provincias por tratarse de una potestad que siempre estuvo y está
delegada en el Congreso por la Constitución Nacional.
Hay muchas normas penales ambientales en el Código Penal y fuera de él, que en una
futura reforma penal podrían agruparse en un capítulo especial sobre delitos
ambientales, técnicamente mejor concebido que el vetado, lo que estimularía a la
jurisprudencia y a la doctrina ir elaborar los principios generales del derecho penal
ambiental.
No deroga la Ley N° 24051:
El Poder Ejecutivo justificó su observación de los artículos 51, 52, 53 y 54 en el temor
de crear una figura penal abierta, pero el argumento esgrimido para vetar el primer
párrafo del artículo 60 derogatorio de la Ley Nacional N° 24.051 es erróneo, ya que el
veto no solo "mantiene la vigencia del régimen penal establecido sino la vigencia de
toda la ley. Es decir, ambas leyes siguen vigentes y la N° 24.051 ahora resulta ley
complementaria de la N° 25.612.
A pesar de ello, aunque sus normas tienen algunas semejanzas también guardan algunas
diferencias.
Cada una de ellas describe de distinto modo los residuos que norma, pero, en la
práctica, ambas se refieren a mas o menos a los mismos residuos, lo que impone a los
obligados por la Ley N° 24051 a cumplir también en la mayoría de los casos las
obligaciones de la Ley N° 25612. Con una sola ley, como lo proyectara el Congreso,
hubiera alcanzado.
Flexibilización de la prohibición de importar residuos peligrosos.
La nueva Ley N° 25.612 flexibiliza la prohibición de importar residuos peligrosos que
en la Ley N° 24.051 alcanza a todo residuo, incluso los nucleares, ajenos a ambas leyes.
El Artículo 6° de Ley N° 25.612 prohíbe también la importación, introducción y
transporte de todo tipo de residuos, provenientes de otros países al territorio nacional, y
a sus espacios aéreo y marítimo; pero establece una excepción para los residuos que por
reglamentación sean incluidos, previamente, en una lista positiva, aprobados por la
autoridad de aplicación y que los interesados demuestren, en forma fehaciente, que
serán utilizados como insumos de procesos industriales y para el tránsito de residuos
previsto en convenios internacionales.
El Congreso está facultado para imponer la prohibición de importar en virtud de lo que
disponen los artículos 75 incs.12 y 13 de la Constitución Nacional. La nueva Ley N°
25.612 lo hace como ley de presupuestos mínimos de protección ambiental y la Ley
Nacional N° 24.051 como su ley complementaria.
En consecuencia, la nómina de los residuos cuya importación se prohibe se amplía con
esta nueva categoría legal de residuos industriales que crea la Ley N° 25.612. Pero,
como esta nueva ley beneficia con excepciones al residuo que encuadre en esta nueva
categoría, el beneficio alcanzará a los residuos descriptos por la Ley N° 24.051 (Art. 2 )
cuando entren en la descripción de los residuos industriales que hace la Ley N° 25.612.
Provincia de Buenos Aires
La ley N° 25.612 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental, está
normando los residuos industriales para todo el país y las normas de la Provincia de
Buenos Aires que se sanciones en la materia podrán ser más severas pero nunca menos
que esta ley de presupuestos mínimos.
En particular la ley 11.720 que regula los residuos especiales en la provincia coexiste
con esta norma.
El veto de la Ley N° 25.612, la dejó sin régimen penal específico. Tampoco podrá
establecerlo la provincia de Buenos Aires por tratarse de una potestad que siempre
estuvo y está delegada en el Congreso por la Constitución Nacional. 2
1-Titulo
Ley de residuos Industriales
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
25.612
4- Fecha de sanción
3/7/2002
5- Temas Principales
Generación transporte y disposición final
de residuos industriales
2
Valls, Mario ―La ley 25612 de residuos industriales: otra ley de residuos‖. LexisNexis
Jurisprudencia Argentina, JA 2002 – III, fasc.9, 28/8/2002, pag.3.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Al ser una ley de Presupuestos Mínimos,
Aires
cuando la provincia sancione una norma
sobre residuos industriales, deberá
subsumirse a lo establecido por esta, podrá
imponer mayores exigencias, pero no
menores.
LEY Nº 25.831 REGIMEN DE LIBRE ACCESO A LA INFORMACION PUBLICA AMBIENTAL
Click aquí para ver la norma
La ley 25.831/2004, establece los presupuestos mínimos para garantizar el derecho de
acceso a la información ambiental que se encontrare en poder del Estado, en el ámbito
nacional, provincial, municipal y de la Ciudad de Buenos Aires, como así también de
entes autárquicos y empresas prestadoras de servicios públicos.
Para cumplir con este deber de informar, tanto el Estado Nacional como el Provincial no
solo deben abrir las puertas de sus bibliotecas, sino organizar la información que van a
brindar, garantizar la fidelidad de la misma, lo que implica que también serán
responsables por la información ofrecida.
Define información ambiental como toda aquella información en cualquier forma de
expresión o soporte relacionada con el ambiente, los recursos naturales o culturales y el
desarrollo sustentable.
Establece que el acceso a la información ambiental será libre y gratuito para todas las
personas, a excepción de aquellos gastos vinculados con los recursos utilizados para la
entrega de la información solicitada.
No es necesario acreditar razones ni interés determinado para acceder a la información.
En ningún caso el monto que se establezca para solventar los gastos vinculados con los
recursos utilizados para la entrega de la información requerida podrá implicar
menoscabo del derecho establecido por la ley.
Los sujetos obligados a prestar la información son las autoridades competentes de los
organismos públicos y los titulares de las empresas prestadoras de servicios públicos.
La información ambiental solicitada podrá ser denegada solamente en los siguientes
casos:
a)cuando pudiera afectarse la defensa nacional, la seguridad interior o las relaciones
internacionales;
b) Cuando la información solicitada se encuentre sujeta a consideración de autoridades
judiciales, en cualquier estado del proceso, y su divulgación o uso por terceros pueda
causar perjuicio al normal desarrollo del procedimiento judicial;
c) Cuando pudiera afectarse el secreto comercial o industrial, o la propiedad intelectual;
d) Cuando pudiera afectarse la confidencialidad de datos personales;
e) Cuando la información solicitada corresponda a trabajos de investigación científica,
mientras éstos no se encuentren publicados;
f) Cuando no pudiera determinarse el objeto de la solicitud por falta de datos suficientes
o imprecisión;
g) Cuando la información solicitada esté clasificada como secreta o confidencial por las
leyes vigentes y sus respectivas reglamentaciones.
Provincia de Buenos Aires
La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires al sancionar las normas
complementarias en materia de información ambiental según lo establece el art 41 CN,
deberá garantizar el acceso a la información ambiental que se encontrare en poder del
Estado de la Provincia de Buenos Aires, como así también en el poder de entes
autárquicos y empresas prestadoras de servicios públicos situadas en la provincia,
respetando las características mínimas establecidas por la ley 25.831.
1-Titulo
Régimen de libre acceso a la información
publica ambiental
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
25.831
4- Fecha de sanción
26/11/2003
5- Temas Principales
Información ambiental
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Proveer la información ambiental requerida
Aires
cumpliendo mínimamente con la ley 25.831
—
LEY 25.916 PROTECCIÓN AMBIENTAL PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RESIDUOS
DOMICILIARIOS
Click aquí para ver la norma
Presupuestos Mínimos de protección ambiental y residuos domiciliarios
Es una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de
cosas desechados o abandonadas que carezcan de una regulación específica.
La ley 25.916 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para la
gestión integral de los residuos que denomina domiciliarios.
Por supuesto que la denominación es discrecional ya que esos residuos no guardan
relación con el concepto de domicilio del Código Civil.(Mario Valls eldial.com).
El concepto de domicilio es una categoría jurídica abstracta que nada tiene que ver con
el desecho o abandono de cosas que la ley 25.916 norma. Para el Art. 89 del Código
Civil el domicilio real de las personas es el lugar donde tienen establecido el asiento
principal de su residencia y de sus negocios y para el Art. 90. el domicilio legal es el
lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de
manera permanente para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus
obligaciones, aunque de hecho no esté allí presente.
Indudablemente la intención del legislador fue normar el destino de lo que sus leyes
anteriores denominaban residuos domiciliarios y los excluía expresamente de su
régimen (Ley 24051, Art. 2 y ley 25612 Art. 5) pero no los definían ni tampoco les
daban una denominación que facilitara su identificación.
La ley 25916 los define como elementos, objetos o sustancias que los humanos
desechan o abandonan y no están regulados por normas específicas, pero circunscribe su
mandato a los de origen residencial, urbano, comercial,
asistencial,
sanitario,
industrial o institucional que son la mayor parte de los orígenes posibles.
Esta enunciación de los distintos orígenes revela que el legislador pretendió normar el
destino de residuos domésticos y urbanos ya que excluyó, por ejemplo, otros residuos
que son muy voluminosos e impactantes en el ambiente como ser los de origen
agropecuario, pesquero, naviero, aeronáutico, deportivo, cinegético, bélico, vial o
minero incluída la extracción de hidocarburos.(Mario Valls eldial.com )
Sorprende la inclusión de los de origen industrial que hace dos años fueron normados
minuciosamente por la ley 25612 de gestión integral de residuos industriales. La
sanción de la ley 25916 abrogaría implícitamente a la ley 25612 por cuanto norma el
mismo tema. Sin embargo, nada indica que esa haya sido la intención del legislador. Es
un dilema para pensar y para que lo piensen la autoridad de aplicación y luego los
jueces si no lo aclara el legislador.
La parte dispositiva de la ley obliga:
a)
Al generador a realizar el acopio inicial y la disposición inicial de los residuos
de acuerdo a las normas complementarias que cada jurisdicción establezca mediante
métodos apropiados que prevengan y minimicen los posibles impactos negativos sobre
el ambiente y la calidad de vida de la población (ARTICULO 9º y 10).
b)
A las autoridades competentes a garantizar que los residuos domiciliarios sean
recolectados y transportados a los
sitios habilitados mediante métodos que prevengan
y minimicen los impactos negativos sobre el ambiente y la calidad de vida de la
población. Asimismo, deberán determinar la metodología y frecuencia con que se hará
la recolección, la que deberá adecuarse a la cantidad de residuos generados y a las
características ambientales y geográficas de su jurisdicción (ARTICULO 13).
c) Al transportista a usar vehículos habilitados y debidamente acondicionados de
manera de garantizar una adecuada contención de los residuos y evitar su dispersión en
el ambiente (ARTICULO 14).
d) Reglamenta las plantas de tratamiento, las estaciones de transferencia y los centros
de disposición final.
El Capítulo V ―Tratamiento, Transferencia y Disposición final‖ de la ley obliga a
destinar todo residuo domiciliario que provenga del rechazo de los procesos de
valorización y el rechazado por los procesos de valorización y que no haya sido
valorizado a un centro de disposición final habilitado por la autoridad competente
(ARRTÌCULO 15).
Encomienda a la autoridad establecer los requisitos necesarios para la habilitación de
centros de disposición final, en función de las características de los residuos
domiciliarios a disponer, de las tecnologías a utilizar, y de las características
ambientales locales.
La habilitación de estos centros requerirá de la aprobación de una Evaluación de
Impacto Ambiental y de un Plan de Monitoreo de las principales variables ambientales
durante las fases de operación, clausura y postclausura (ARTICULO 18).
Deberán ubicarse en sitios suficientemente alejados de áreas urbanas, de manera tal de
no afectar la calidad de vida de la población; y su emplazamiento deberá determinarse
considerando la planificación territorial, el uso del suelo y la expansión urbana durante
un lapso que incluya el período de postclausura. Tampoco podrán establecerse dentro
de áreas protegidas o sitios que contengan elementos significativos del patrimonio
natural y cultural (ARTICULO 20) ni en sitios inundables y, de no ser ello posible,
diseñarse de modo tal de evitar su inundación (ARTICULO 21).
Encomienda la coordinación interjurisdiccional al Consejo Federal de Medio Ambiente
(COFEMA) y determinadas misiones a la autoridad de aplicación.
En materia de sanciones hace solidariamente responsable a los que tengan a su cargo la
dirección, administración o gerencia de la persona jurídica infractora y destina lo
ingresado en concepto de multas a fondos destinados exclusivamente a la protección y
restauración ambiental (ARTICULOS 31 y 32).
El Decreto del Poder Ejecutivo 1158/2004 le promulgó con observaciones.
1-Titulo
Ley de protección ambiental para la gestión
integral de los residuos domiciliarios, 25.916
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
25.916
4- Fecha de sanción
5- Temas Principales
Incluye los residenciales, urbanos comerciales,
asistenciales,
sanitarios, industriales e
institucionales.
Obliga al generador a realizar el acopio inicial y
la disposición inicial de los residuos.
A las autoridades competentes a garantizar que
los residuos domiciliarios sean recolectados y
transportados a los sitios habilitados.
Al transportista a usar vehículos habilitados y
debidamente acondicionados
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Obliga a la Provincia de Buenos Aires a
Aires
adaptar las normas sobre residuos domiciliarios
dictadas a esta norma por ser de mayor
jerarquía.
LEY 25.688. RÉGIMEN DE GESTIÓN AMBIENTAL DE AGUAS.
Click aquí para ver la norma
Presupuestos mínimos ambientales para la preservación de las aguas, su
aprovechamiento y uso racional. utilización de las aguas. Cuenca hídrica
superficial. comités de cuencas hídricas.
Si bien la ley prácticamente no establece los presupuestos mínimos ambientales que
autoriza el artículo 41 de la Constitución introduce una compleja reforma del código
civil con fines de defensa ambiental.
Además legisla en materia de cuencas interjuridisdiccionales.
Crea genéricamente la figura jurídica de los comités de cuencas como organismos
federales de asesoramiento y les atribuye funciones de autoridad para autorizar o no
actividades que causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones, lo
que es materia federal.
Con ello se convierte en una ley de policía federal de actividades que causen impacto
ambiental significativo sobre partes de cuencas situadas en otras jurisdicciones. Su
constitucionalidad en está materia está fuera de cualquier duda.
De este modo entró en la vieja polémica de si el Congreso tiene facultades para normar
las cuencas interjuridisdiccionales, pero se limitó en este caso a las actividades que
causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones de la cuenca. Ello le
permitió ampararse en el modelo bien aceptado de las leyes de policía sanitaria animal,
de defensa agrícola y de residuos peligrosos que exhiben una larga y fructífera
experiencia en su validez y aplicación‖.
Esta ley establece los presupuestos mínimos ambientales, para la preservación de las
aguas, su aprovechamiento y uso racional.
El art 1 de la ley establece que ley considera agua, aquélla que forma parte del conjunto
de los cursos y cuerpos de aguas naturales o artificiales, superficiales y subterráneas, así
como a las contenidas en los acuíferos, ríos subterráneos y las atmosféricas.
El art 2 considera cuenca hídrica superficial, a la región geográfica delimitada por las
divisorias de aguas que discurren hacia el mar a través de una red de cauces secundarios
que convergen en un cauce principal único y las endorreicas.
La enumeración es tan amplia que parece difícil identificar cual es el agua a la que no se
aplica. También se limita a normar las cuencas hídricas superficiales que encuadran en
su descripción.
Una cuenca de agua es genéricamente el espacio geográfico determinado por la línea
divisoria de las aguas que fluyen hacia una salida o depósito común.
Sin embargo, la norma solo alcanza a ―las regiones geográficas delimitadas por las
divisorias de aguas que discurren hacia el mar a través de una red de cauces secundarios
que convergen en un cauce principal único y las endorreicas‖. Con esa descripción la
ley excluye a las cuencas hídricas superficiales que no encuadren en ella.
Las limitaciones señaladas implican que el agua o la cuenca que no entre en la
descripción tampoco entran en la ley. Es posible que todas las cuencas hídricas
superficiales de la Argentina encuadran en su descripción, pero hay que evaluarlo en
cada caso. Por eso es que la autoridad deberá evaluar en cada caso si el agua o la cuenca
hídrica superficial sobre la que esta decidiendo encuadra en la descripción.
Esgrimido hábilmente, es un obstáculo que puede frustrar mas de una vez el
cumplimiento de la norma.
Si el Artículo 2° no existiese, la ley se aplicaría a todas las aguas y a todas las cuencas.
El artículo 3° establece que las cuencas hídricas como unidad ambiental de gestión del
recurso se consideran indivisibles.
El mandato del artículo no es claro. Parece estar sentando un criterio interpretativo.
Podría entendérselo como el mandato que se impone a quien aplique el derecho de que
debe considerar a la cuenca como una sola cosa y no una pluralidad de cosas con la
finalidad de procurar mantener su integridad y evitar un enfoque fraccionado, que es lo
que aconseja una buena técnica.
Parece inspirarse en la tradicional idea de la gestión integrada de las cuencas que fuera
impulsada por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas cuando en 1956
encomendó a su Secretario General ―constituir un panel de expertos de renombre
mundial para pasar revista........a las implicancias administrativas, económicas y sociales
del desarrollo integrado de las cuencas fluviales y asesorar respecto a la acción
adecuada‖ 1/.
El informe del panel se publicó en 1958 bajo el título: ―Desarrollo Integrado de
Cuencas‖ , alcanzó en todo el mundo una amplia difusión promovida por los
organismos nacionales e internacionales de fomento y desarrollo y la adhesión a sus
principios se convirtió en un prerrequisito para acceder a la asistencia internacional.
El informe recomendaba que los aprovechamientos fueran de propósitos múltiples y que
la unidad de gestión fuera la cuenca.
La Argentina tiene una larga y fructífera experiencia en el manejo del agua por cuencas,
la ha propuesto en los foros internacionales y diversas normas jurídicas la imponen.
El artículo 4° crea, para las cuencas interjurisdiccionales, los comités de cuencas
hídricas con la misión de asesorar a la autoridad competente en materia de recursos
hídricos y colaborar en la gestión ambientalmente sustentable de las cuencas hídricas.
La competencia geográfica de cada comité de cuenca hídrica establece que podrá
emplear categorías menores o mayores de la cuenca, agrupando o subdividiendo las
mismas en unidades ambientalmente coherentes a efectos de una mejor distribución
geográfica de los organismos y de sus responsabilidades respectivas.
El artículo 4º de la ley aplica esos principios de unidad de cuenca recomendados por el
panel de las Naciones Unidas aludido en el Comentario al artículo 3º cuando crea los
comités de cuencas hídricas con la misión de asesorar a la autoridad competente en
materia de recursos hídricos y colaborar en la gestión ambientalmente sustentable de las
cuencas interjurisdiccionales.
En el último medio siglo se han creado muchos comités similares para muchas cuencas
en la Argentina.
Ahora la ley los crea genéricamente como organismos federales para las cuencas
hídricas superficiales que encuadran en la descripción del artículo 2º.
El art 5° considera utilización de las aguas a los efectos de esta ley:
a) La toma y desviación de aguas superficiales;
b) El estancamiento, modificación en el flujo o la profundización de las aguas
superficiales;
c) La toma de sustancias sólidas o en disolución de aguas superficiales, siempre que tal
acción afecte el estado o calidad de las aguas o su escurrimiento;
d) La colocación, introducción o vertido de sustancias en aguas superficiales, siempre
que tal acción afecte el estado o calidad de las aguas o su escurrimiento;
e) La colocación e introducción de sustancias en aguas costeras, siempre que tales
sustancias sean colocadas o introducidas desde tierra firme, o hayan sido transportadas a
aguas costeras para ser depositadas en ellas, o instalaciones que en las aguas costeras
hayan sido erigidas o amarradas en
forma permanente;
f) La colocación e introducción de sustancias en aguas subterráneas;
g) La toma de aguas subterráneas, su elevación y conducción sobre tierra, así como su
desviación;
h) El estancamiento, la profundización y la desviación de aguas subterráneas, mediante
instalaciones destinadas a tales acciones o que se presten para ellas;
i) Las acciones aptas para provocar permanentemente o en una medida significativa,
alteraciones de las propiedades físicas, químicas o biológicas del agua;
j) Modificar artificialmente la fase atmosférica del ciclo hidrológico.
.
El artículo 6° introduce una importante reforma al código civil, puesto que somete a
permiso de la autoridad competente actividades que antes podían efectuarse libremente
sobre:
a) Agua que el código civil atribuye al propietario de un fundo.
Esa agua es, siempre y cuando no tenga ni adquiera la aptitud de satisfacer usos de
interés general (Código Civil, artículo 2340 inc.3):
1) La que brote naturalmente y no forme cauce mientras no salga del fundo en que nace.
Sobre el derecho del propietario del predio prevalecen los derechos adquiridos por los
propietarios de fundos inferiores, que deben ser respetados (Código Civil, artículos
2340 y 2637).
2) La subterránea, no obstante su carácter público, pero con las limitaciones referidas a
su aptitud de satisfacer usos de interés general señaladas precedentemente (id. artículo
2340 inc.3). El propietario del fundo puede extraerla en la medida de su interés con
sujeción a los reglamentos que la autoridad dicte y las demás normas del Código Civil.
Este código reglamenta la perforación de pozos (artículos 2621 y 2624), permite dejar
correr las aguas alumbradas naturalmente sobre los fundos vecinos (artículo 2647), pero
no las alumbradas artificialmente (artículo 2682).
3) El agua de vertiente, que pertenece al propietario del fundo en que aflora, quien
puede dejarla correr sobre los fundos vecinos, pero no puede darle un uso perjudicial
para ellos (artículos 2637/8).
4) La de vertiente que nazca y muera en un mismo fundo (artículo 2350).
5) La de lluvia, mientras permanezca en el terreno en que cayese o entrase (artículo
2635). El dueño del terreno en que cae o entra puede disponer de ella sin detrimento de
los inferiores (artículo 2685).
En estos casos el propietario del predio tiene un derecho perfecto amparado por las
prerrogativas y garantías que el Artículo 17 de la Constitución Nacional acuerda al
derecho de propiedad aún en los casos en que el código civil no le atribuyese
expresamente su propiedad. Tal derecho es accesorio e inseparable del predio lo que lo
hace absoluto, exclusivo y perpetuo como el que se ejerce sobre el fundo al cual
acceden.
b) Agua del dominio público.
Las personas particulares tienen el uso y goce de esos bienes públicos con sujeción a las
disposiciones del código y a las ordenanzas generales o locales (Código civil, artículos.
2340, 2341, 2343 inc. 1º y 2636).El derecho recae sobre toda el agua del dominio público con las excepciones que se han
señalado precedentemente a favor de determinada categoría de propietarios de
inmuebles.
Ahora, en virtud del artículo 6° de la ley 25688, el ejercicio de la actividad descripta por
su artículo 5° sobre el agua referida precedentemente no es libre, sino que requiere
permiso de la autoridad competente.
Como nada dispone la nueva ley sobre los efectos de la supresión de distintos derechos
de los propietarios de predios y de las personas particulares sobre el agua que impone,
lo deberán hacer los jueces en cada caso.
Facultad del Congreso Nacional y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para
legislar y para juzgar en materia de aguas o cuencas interjuridisdiccionales.
Para juzgar la constitucionalidad y, por ende la viabilidad del artículo 6° hay que definir
si con la sanción de la ley 25688, el Congreso Nacional vuelve al sistema de la ley
13.030 (que había convalidado al decreto 6767/45).
Es decir si asume o delega la facultad de atribuir o distribuir agua de cuencas
interjurisdiccionales.
Si se interpreta que atribuye o distribuye, la norma va a ser tan discutida como fueron
las recomendaciones de que el Congreso Nacional legislara la materia que hiciera la IV
Conferencia Nacional de Abogados (Tucumán, 1936), recogiera en 1941 un proyecto de
ley del Senador Alfredo L. Palacios y acogiera, finalmente el decreto 6767/45
convertido en ley por la ley omnibus 13.030. Esta norma se originó en una propuesta del
ex Consejo Nacional de Posguerra orientado por el entonces Coronel Juan D. Perón, que
atribuyó facultades regulatorias de los ríos interprovinciales a un organismo federal para
asegurar su racional y armónica utilización en todo su curso de acuerdo con la población
y necesidades de cada Provincia. La reforma constitucional de 1949 afianzó ese criterio
cuando facultó al Congreso Nacional para legislar (Artículo 68, inc. 14) y al Poder
Ejecutivo para ejercer la policía de ríos interprovinciales (Artículo 83, inc. 2) y
nacionalizó las caídas de agua (Artículo 40).
En la misma inteligencia, Congreso Nacional adoptó algunas disposiciones en materia
de agua provincial para el uso eléctrico cuando sancionó la ley 15336 (Artículos 6, 8 y
43). Algunas de ellas fueron cuestionadas judicialmente, pero ningún pronunciamiento
las invalidó .
Como se ha visto, la propuesta de que el Congreso Nacional legislara la materia tuvo
importantes y variados padrinos y fue aceptada por legisladores y constituyentes, pero
no se abrió camino en la práctica.
El órgano administrativo federal al que la ley había otorgado la potestad no logró
imponer a Mendoza el cumplimiento de la Resolución A y EE 50/49 que le ordenaba
soltar una pequeña cantidad de agua de El Nihuil para paliar el daño ambiental que la
presa estaba causando en La Pampa.
Además fue repudiada como centralizadora y autoritaria por el Gobierno impuesto en
1955, que declaró inaplicables las reformas constitucionales de 1949, lo que la
Convención Nacional Constituyente de 1957 ratificó.
Provincia de Buenos Aires
Crea genéricamente la figura jurídica de los comités de cuencas como organismos
federales de asesoramiento y les atribuye funciones de autoridad para autorizar o no
actividades que causen impacto ambiental significativo sobre otras jurisdicciones, lo
que es materia federal.
Con ello se convierte en una ley de policía federal de actividades que causen impacto
ambiental significativo sobre partes de cuencas situadas en la Provincia de Buenos
Aires.
Esta ley establece los presupuestos mínimos ambientales, para la preservación su
aprovechamiento y uso racional. de las aguas de la Provincia de Buenos Aires.3
1-Titulo
Régimen de gestión ambiental de aguas.
ley 25.688
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
25.688
4- Fecha de sanción
26/11/2003
5- Temas Principales
3
Fija los presupuestos mínimos ambientales
para la preservación de las aguas, su
Valls, Mario ―La ley 25688 de régimen de gestión ambiental de aguas‖. LexisNexis
Jurisprudencia Argentina, JA 2002 – IV, 16/4/2003.
aprovechamiento y uso racional. utilización
de las aguas, regula la cuenca hídrica
superficial y los comités de cuencas
hídricas.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Establece los presupuestos mínimos
Aires
ambientales,
para
la
preservación
aprovechamiento y uso racional. de las
aguas de la Provincia de Buenos Aires.
LEY Nº 26.331/2007 PRESUPUESTOS MINIMOS DE PROTECCION AMBIENTAL DE LOS
BOSQUES NATIVOS
Reglamentada por el Decreto 91/2009
Establece los Presupuestos mínimos de protección ambiental para el
enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo
sostenible de los bosques nativos.
Asimismo, establece un régimen de fomento y criterios para la distribución de
fondos por los servicios ambientales que brindan estos bosques.
Define como bosque nativo a los ecosistemas forestales naturales compuestos
predominantemente por especies arbóreas nativas maduras, con diversas especies de
flora y fauna asociadas, en conjunto con el medio que las rodea —suelo, subsuelo,
atmósfera, clima, recursos hídricos—, conformando una trama interdependiente con
características propias y múltiples funciones, que en su estado natural le otorgan al
sistema una condición de equilibrio dinámico y que brinda diversos servicios
ambientales a la sociedad.
La ley tiene como objetivo :
a) Promover la conservación mediante el Ordenamiento Territorial de los Bosques
Nativos y la regulación de la expansión de la frontera agropecuaria y de cualquier
otro cambio de uso del suelo;
b) Implementar las medidas necesarias para regular y controlar la disminución de la
superficie de bosques nativos existentes, tendiendo a lograr una superficie
perdurable en el tiempo;
c) Mejorar y mantener los procesos ecológicos y culturales en los bosques nativos
que beneficien a la sociedad;
d) Hacer prevalecer los principios precautorio y preventivo, manteniendo bosques
nativos cuyos beneficios ambientales o los daños ambientales que su ausencia
generase, aún no puedan demostrarse con las técnicas disponibles en la actualidad;
e) Fomentar las actividades de enriquecimiento, conservación, restauración
mejoramiento y manejo sostenible de los bosques nativos.
Será Autoridad de Aplicación el organismo que la Nación, las provincias y la
Ciudad de Buenos Aires determinen para actuar en el ámbito de cada jurisdicción.
La norma establece la obligación de realizar una valuación del impacto ambiental y
monitoreos.
También crea un Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los
Bosques Nativos
Provincia de Buenos Aires
La provincia tiene la posibilidad de inscribir en el REGISTRO NACIONAL DE
BOSQUES NATIVOS, los bosques nativos de titulares que solicitan aportes no
reintegrables según los establecido por la ley y tienen la obligación de realizar y
mantener actualizado un Plan de Manejo y Conservación de los Bosques Nativos.
Podrán acceder a la compensación para titulares de bosques nativos prevista por el
artículo 35 de la ley:
a) Las personas físicas domiciliadas en el país conforme con el artículo 89 del
Código Civil, que sean titulares de bosques nativos.
b) Las personas de existencia ideal, públicas o privadas, constituidas en el país, con
su domicilio fiscal en el mismo, que sean titulares de bosques nativos.
No podrán acceder a la compensación para titulares de bosques nativos que establece el
artículo 35 de la ley:
a) las personas físicas o jurídicas titulares de bosques nativos existentes en
jurisdicciones cuyos órganos legislativos no dicten las respectivas normas de
aprobación del ordenamiento territorial de bosques nativos, acorde con los
recaudos de la ley;
b) las personas físicas o jurídicas deudoras bajo otros regímenes de promoción,
cuando el incumplimiento de sus obligaciones se hubiere determinado en sede
administrativa;
1-Titulo
Proteccion Ambiental de los Bosques Nativos
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
26.631
4- Fecha de sanción
Sancionada: Noviembre 28 de 2007
Promulgada de Hecho Diciembre 19 de 2007
5- Temas Principales
Promover la conservación de los Bosques
Nativos
Implementar las medidas necesarias para
regular y controlar la disminución de la
superficie de bosques nativos existentes
Mejorar y mantener los
ecológicos en los bosques
procesos
Hacer prevalecer los principios precautorio
y preventivo.
Fomentar
las
actividades
de
enriquecimiento,
conservación,
restauración mejoramiento y manejo
sostenible de los bosques nativos.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Impulsar planes de conservación de bosques
Aires
para lo cual podrá obtener financiamiento.
El Código Civil
click aquí para ver la norma
El Código Civil impone el ejercicio regular del derecho de propiedad, prohibe el abuso
del derecho (Arts. 2513/4) y establece la responsabilidad objetiva (Art. 1113).
Acuerda a quien temiere que de alguna cosa pudieran derivar daños a sus bienes una
acción posesoria para pedir medidas cautelares (Art. 2499) y obliga a los propietarios de
edificios a evitar que su caída o la de sus desprendimientos dañe a terceros Art. 2616).
pero niega al propietario vecino el derecho a la reparación o demolición del edificio que
amenace ruina y aún el de obtener garantías (Art. 1132).
Limita el dominio, obligando a tolerar determinadas molestias originadas en fundos
vecinos e impone conductas para evitar daño ambiental (Art. 2618 y ss.).
No se limita a imponer restricciones y límites al dominio, sino que también impone
medidas protectoras del ambiente hídrico y del ambiente en general contra la acción del
agua, como ser el camino de sirga (Arts. 2639/40), la incolumnidad del transporte
fluvial (Art. 2641), la negación de privilegios a los ribereños (Art. 2642) con la
excepción de construir obras para volver el agua al estado anterior (Arts. 2643/44), la
prohibición de extender las presas del ribereño más allá de la mitad del curso de agua
(Art. 2646), la de enviar determinada agua al predio inferior y la de recibirla en
determinadas circunstancias (Arts. 2647 y ss.).
Además, somete al derecho administrativo la construcción de represas (Art. 2645) y
establece el derecho a cazar especies silvestres (Arts. 2540/3) y pescar (Arts.
2547/8).Este derecho estará limitado por las leyes que reglamenten su ejercicio, como
las normas provinciales de Buenos Aires de protección de la flora y fauna.
Los artículos 2164 y siguientes y el 4041 norman la acción redhibitoria y la quanti
minoris que limitan sensiblemente la responsabilidad de quien transfiere una cosa
contaminada o afectada de otro modo por la degradación ambiental.
Provincia de Buenos Aires
Especialmente quienes desarrollen alguna actividad que pudiera dañar el ambiente de la
provincia, tendrán que considerar que deberán responder civilmente, aunque no hayan
incurrido en culpa, conforme al art. 1113 del código civil.
Se deberán aplicar los límites y las restricciones al dominio, las medidas protectoras del
ambiente hídrico y del ambiente en general contra la acción del agua, como ser el
camino de sirga (Arts. 2639/40), la incolumnidad del transporte fluvial (Art. 2641), la
negación de privilegios a los ribereños (Art. 2642) con la excepción de construir obras
para volver el agua al estado anterior (Arts. 2643/44), conjuntamente con el Código de
Aguas de la Provincia de Buenos Aires.
1-Titulo
Codigo Civil
2- Tipo de norma
Código
3- Número de norma
340
4- Fecha de sanción
Fecha de sanción 25/9/69
5- Temas Principales
Responsabilidad objetiva
Protección hídrica
Represas límites al dominio
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Restricciones en
materia
hídrica
Aires
compatibilizar con el código de aguas
Responsabilidad objetiva.
a
EL CÓDIGO PENAL
CLICK AQUÍ PARA VER LA NORMA
El Código Penal tipifica distintos delitos y prevé sanciones para quienes incurran en
ellos. En algunos de los tipos penales descriptos pueden encuadrarse distintos casos
de daño al ambiente. A continuación se resumen los artículos del Código que resultan
de aplicación.
Los artículos 79 y ss. tipifican el delito de lesiones previsto en distintos grados. Estas
lesiones pueden configurarse respecto de elementos del ambiente o, a través de ellos
sobre una persona o cosa.
Los artículos 89 y ss. tipifican el delito de homicidio. Éste puede ser causado a través
de algún elemento del ambiente, por ejemplo, por contaminación.
El artículo 183 sanciona con prisión de 15 días a un año al que destruyere, inutilizare,
hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare ―una cosa mueble o inmueble o un
animal....―
El l artículo 184 establece supuestos agravantes del delito, entre los cuales se
encuentran: Inc. 2: Producir infección o contagio en aves u otros animales domésticos,
inc. 3 emplear substancias venenosas o corrosivas; Inc. 4: ejecutar el delito en bienes o
lugares público.
El artículo 200 del Código Penal (Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/2009)
tipifica el delito doloso de envenenamiento adulteración o falsificación de un modo
peligroso para la salud de aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales
destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas, prevé la pena
de reclusión o prisión -entre 3 y 10 años- y multa. Además impone un agravante, si a
causa del hecho muriera alguna persona aumenta la pena en un rango de 10 a 25 años y
si resultaren lesiones graves o gravísimas en un rango de 3 a 15 años (artículo 201 bis )
. Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/200)
El artículo 201 Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/200 extiende la aplicación
de las penas precedente al que vendiere, pusiere en venta, suministrare, distribuyere o
almacenare con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias o
medicinales o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo.
En el caso que el delito fuera cometido con culpa o sea por imprudencia, negligencia,
impericia en el arte o profesión o inobservancia de los deberes a su cargo se impondrá
multa o prisión de 6 meses a cinco años, en caso de enfermedad o muerte de alguna
persona (artículo 203). Reformado por la Ley N° 26.524 B.O. 5/11/200)
A pesar de que esta norma protege el ambiente hídrico existen obstáculos para aplicar
la figura al problema de la contaminación de los cursos de agua, ya que el tipo penal
establece que se deberá estar contaminando un agua potable, con lo cual la
posibilidad de aplicar la figura excluye:
 los cursos de agua contaminados por hechos anteriores, como las aguas del
Riachuelo o del Reconquista,
 los cursos de agua susceptibles de potabilización, ya que no es originalmente
potable según los requisitos de calidad exigidos sino que necesita de un
tratamiento posterior para su potabilización.
En materia penal el delito deberá encuadrar perfectamente en algún tipo legislado y
no será suficiente que cumpla requisitos por separado de distintos tipos penales.
El Código prevé otros tipos penales menores para los casos en que no se pueda
encuadrar el tipo delictivo en uno más severamente penado.
El artículo 183 sanciona con prisión de 15 días a un año al que destruyere, inutilizare,
hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare una cosa mueble o inmueble o un
animal.
El artículo 184 establece supuestos agravantes del delito, entre los cuales están: Inc.
2: Producir infección o contagio en aves u otros animales domésticos, inc. 3 emplear
substancias venenosas o corrosivas; Inc. 4: ejecutar el delito en bienes o lugares
públicos, como es el caso del agua.
Siguiendo la misma línea de razonamiento, si la contaminación del agua fuere el
vehículo causante de muerte o lesiones en personas, o de la propagación de alguna
enfermedad peligrosa y contagiosa, se estarían configurando otros tipos delictivos:
 Homicidio en alguno de sus grados artículo 79 y ss;
 Lesiones, artículo 89 y ss;
El artículo 205 penaliza la violación de las medidas adoptadas por la autoridad para
evitar la propagación de una epidemia; el artículo 206. penaliza la violación de las
leyes de policía sanitaria animal y el artículo 207 actúa como agravante a los
funcionarios públicos que cometieren estos delitos.
El artículo 182. Tipifica y reprime la usurpación del agua y la rotura de obras
hidráulicas con ese fin; los artículos 186/187/188/189 tipifican y reprimen el incendio,
la explosión y la inundación causados; el artículo 189 bis. Tipifica y reprime la
tenencia, suministro, fabricación, adquisición o sustracción de materiales explosivos,
asfixiantes, inflamables o tóxicos;
El artículo 202 penaliza la propagación de una enfermedad peligrosa o contagiosa para
las personas. Esto puede suceder a través de la contaminación ambiental causada.
El artículo 203. establece un atenuante aplicable a los supuestos de los tres artículos
anteriores cuando hubiere impericia, imprudencia o negligencia.
El artículo 205. penaliza la violación de las medidas adoptadas por la autoridad para
evitar la propagación de una epidemia; el artículo 206. penaliza la violación de las leyes
de policía sanitaria animal y el 207. actúa como agravante a los funcionarios públicos
que cometieren estos delitos.
Los artículos 186, 187, 188 y 189 tipifican y reprimen el incendio, la explosión y la
inundación causados.
El artículo 189 bis. Tipifica y reprime la tenencia, suministro, fabricación, adquisición
o sustracción de materiales explosivos, asfixiantes, inflamables o tóxicos.
Provincia de Buenos Aires
El artículo 200 pena la contaminación del agua potable, lo que implica que quien
desarrolle una actividad potencialmente dañosa en la provincia que contamine el agua
potable podrá incurrir es este delito, es importante destacar, que el concepto de lo que es
agua potable dependerá de la interpretación que le dé el juez o la instancia
administrativa que tenga que resolver un conflicto y no es un concepto preciso ni
exacto.
El artículo 202 penaliza la mera ―propagación‖ de una enfermedad peligrosa o
contagiosa para las personas. Deberá tener en cuenta el industrial de la Provincia que el
vuelco de efluentes, con virus o bacterias que puedan propagar una enfermedad, hace
que el delito se tipifique, no es necesario que exista contagio o alguien contraiga la
enfermedad producida por ese virus.
1-Titulo
Código Penal
2- Tipo de norma
Código
3- Número de norma
4- Fecha de sanción
5- Temas Principales
Contaminación hídrica
Daño
Protección hídrica
Propagación de enfermedades
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos La contaminación o adulteración del agua
Aires
potable de la provincia es delito.
castiga también la mera propagación de
enfermedades, lo que implica que los vuelcos
industriales, pueden ser delictivos.
LEY NACIONAL N° 24.354 SISTEMA DE INVERSIÓN PÚBLICA NACIONAL:
click aquí para
APLICABLE EN EL CASO DE QUE SE REALICE ALGUNA ACTIVIDAD U OBRA EN LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES QUE PUEDA DAÑAR EL AMBIENTE CON DINERO,
PRÉSTAMO O AVAL DEL ESTADO NACIONAL
ver la norma
La Ley de Inversiones Públicas Nº 24.354 que en su artículo 2º inc. a bis apartado 3
impone la obligación de realizar la evaluación del impacto ambiental en la etapa de
preinversión, en los proyectos de los organismos integrantes del sector público nacional,
en los de organizaciones privadas o públicas que requieran subsidios, avales, aportes o
créditos del estado o cualquier otro beneficio que afecte directa o indirectamente al
patrimonio público nacional, lo que amplia aún más el ámbito de aplicación de la norma y
estrictamente en los proyectos previstos en el anexo I y de acuerdo al procedimiento que
detallaba el anexo II que fue vetado por el decreto 1427/94 BO 29 de agosto de 1994
conjuntamente con la segunda parte del párrafo del apartado 3 del inc. a bis del art. 2º de
la ley que imponía que las normas y procedimientos para llevar a cabo la evaluación del
impacto ambiental impuesta en la primera parte del citado párrafo debían ajustarse a lo
establecido por su Anexo 2.
Entre los proyectos que deberán realizar estudios de factibilidad o impacto ambiental
del Anexo I están las Instalaciones destinadas a la eliminación de residuos peligrosos o
de eliminación de tóxicos peligrosos por:
a) Incineración.
b) Tratamiento químico de transformación.
El veto parcial del Poder Ejecutivo deja que la obligación de realizar el estudio subsista
pero no hay un procedimiento, impuesto por ley.
Provincia de Buenos Aires
Cuando alguien desarrolle alguna actividad en la provincia y se encuentre en la etapa de
preinversión, tendrá que presentar a la autoridad competente el estudio de factibilidad
ambiental, o al menos cuando elabore el estudio establecido por la ley provincial 11.723
o 11.459 que exigen evaluaciones con exigencias diferentes a las establecidas por esta
norma nacional, deberán contemplarla, solo en el caso de que la actividad fuera a
realizarse con prestamos o avales del estado nacional.
1-Titulo
Ley de Inversiones Públicas
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
24.354
4- Fecha de sanción
28/7/94
5- Temas Principales
Obliga a realizar en la etapa de preinversión de
los proyectos de los organismos integrantes del
sector público nacional, en los de organizaciones
privadas o públicas que requieran subsidios,
avales, aportes o créditos del estado la
evaluación del Impacto ambiental
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos En el caso de que en la provincia de Buenos
Aires
Aires se realicen proyectos que tengan aval o
préstamo del Estado Nacional, deberán
presentar una evaluación del impacto
ambiental, además de la evaluación requerida
por las normas de la Provincia de Buenos
Aires.
LEY Nº 15.336/60 - LEY Nº 24.065/92 RÉGIMEN ELÉCTRICO click aquí para ver la norma
La Ley Nº 15.336 establece el régimen federal de la energía eléctrica. La norma somete a
sus disposiciones y reglamentos las actividades de la industria eléctrica destinadas a la
generación, transformación, transmisión, y distribución de electricidad, en cuanto las
mismas correspondan a la jurisdicción nacional.
Distinción jurídica entre la fuente generadora y la energía hidráulica:
La ley dispone que la energía de las caídas de agua y de otras fuentes hidráulicas,
comprendidos los mares y los lagos, constituye una cosa, jurídicamente considerada como
distinta del agua y de las tierras que integran dichas fuentes. El derecho de utilizar la
energía hidráulica no implica el de modificar el uso y fines a que estén destinadas estas
aguas y tierras, salvo en la medida estrictamente indispensable que lo requieran la
instalación y operación de los correspondientes sistemas de obras de captación,
conducción y generación, de acuerdo con las disposiciones particulares aplicables a cada
caso (art. 5º).
En el régimen de la Ley Nº 15.336, las concesiones para el aprovechamiento de fuentes
hidroeléctricas de jurisdicción nacional podían otorgarse a plazo fijo o por tiempo
indeterminado. En la concesión debe contemplarse su objeto, la reglamentación de uso
múltiple del agua, la potencia, los plazos de ejecución y de explotación.
En el artículo 16º se fijan los derechos del concesionario, entre otros: ocupar propiedades
privadas, inundar playas, requerir expropiaciones.
La ley de energía eléctrica establece las siguientes prioridades en el uso del agua, que el
concesionario debe respetar, a saber: bebida y uso doméstico de la población ribereña;
riego y producción de energía.
Las actividades industriales de la provincia que requieran fuentes hidroeléctricas de
jurisdicción nacional , deberá complementarse con el Código de Aguas de la provincia de
Buenos Aires que es concordante con la Ley N° 15.336.
La Ley Nº 24.065 y su reglamentación aprobada mediante decreto Nº 1398/92 conforman
el nuevo marco regulatorio de la energía eléctrica, la mencionada ley modifica y deroga
diversos artículos de la Ley Nº 15.336.
La ley caracteriza como servicio público el transporte y distribución de electricidad. La
actividad de generación, en cualquier modalidad, destinada total o parcialmente a
abastecer de energía eléctrica a un servicio público, es considerada de interés general,
afectada a dicho servicio público y encuadrada en las normas legales y reglamentarias que
aseguren el normal funcionamiento del mismo (conf. art. 1º).
El artículo 17º de la Ley Nº 24.065 impone una obligación a los sujetos del mercado
eléctrico reconocidos por la ley -a saber: generadores o productores, transportistas,
distribuidores y grandes usuarios-, que consiste en la adecuación de la infraestructura
física, las instalaciones y la operación de los equipos a las medidas destinadas a la
protección de las cuencas hídricas y de los ecosistemas involucrados; asimismo deberán
responder a los estándares de emisión de contaminantes vigentes y los que se establezcan
en el futuro en el orden nacional por la Autoridad de Aplicación.
La reglamentación del artículo 17º por el decreto Nº 1398/92 en su Anexo 1, encomienda
a la Autoridad de Aplicación la determinación de las normas de protección de las cuencas
hídricas y ecosistemas asociados a las cuales deberán sujetarse los generadores,
transportistas y distribuidores de energía eléctrica, en lo referente a la infraestructura
física, las instalaciones y la operación de sus equipos.
En materia de infracciones, la Resolución (ENRE) Nº 51/95 establece en su artículo 1º
que "Se considerará infracción de las obligaciones previstas para los generadores
eléctricos por el artículo 17º de la Ley Nº 24.065, en lo que respecta a la protección de
los ecosistemas involucrados por su infraestructura física, sus instalaciones y la
operación de sus equipos, a toda violación de las normas técnicas previstas en las leyes
nacionales y provinciales, sus reglamentaciones, ordenanzas municipales y resoluciones
dictadas por los organismos competentes de la Administración Pública Nacional,
centralizada o descentralizada, que correspondan según el lugar de los hechos".
Asimismo, el artículo 2º de la Resolución (ENRE) Nº 51/95 dispone que las infracciones
establecidas en el artículo 1º, "serán sancionadas de conformidad con lo establecido en el
artículo 77º de la Ley Nº 24.065", consistentes en multas, suspensiones, inhibiciones y/o
decomiso de equipos.
La autoridad de aplicación de la normativa de análisis es la Subsecretaría de Energía
dependiente de la Secretaría de Energía y Puertos, y el Ente Nacional Regulador de la
Electricidad creado por artículo 54º de la Ley Nº 24.065.
Provincia de Buenos Aires
En caso de que la electricidad utilizada para las actividades desarrolladas en La Provincia
sean proveídas por una empresa nacional se aplicarán las normas arriba mencionadas.
1-Titulo
Régimen Eléctrico
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
15.336
4- Fecha de sanción
Fecha de sanción
5- Temas Principales
La Ley Nº 15.336 establece el régimen federal
de la energía eléctrica. Somete a sus
disposiciones y reglamentos las actividades de
la industria eléctrica destinadas a la generación,
transformación, transmisión, y distribución de
electricidad, en cuanto las mismas correspondan
a la jurisdicción nacional.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos En caso de que la electricidad utilizada para las
Aires
actividades desarrolladas en la provincia sean
proveídas por una empresa nacional se aplicará
la ley.
LEY Nº 22.421 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA FAUNA
SILVESTRE
click aquí para ver la norma
La Ley define a la fauna silvestre entendiendo por tal: 1) Los animales que viven libres e
independientes de los seres humanos, en ambientes naturales o artificiales; 2) Los bravíos
o salvajes que viven bajo el control humano, en cautividad o semicautividad; 3) los
originalmente domésticos que, por cualquier circunstancia, vuelven a la vida salvaje
convirtiéndose en cimarrones.
La ley excluye de su alcance a la fauna comprendida en las leyes sobre pesca, sometiendo
a la autoridad jurisdiccional de aplicación juntamente con la dependencia específica
pertinente la calificación correspondiente en los casos dudosos.
El Capítulo IV del citado texto legal, legisla sobre el ambiente de la fauna silvestre y su
protección. El artículo 13º dispone que los estudios de factibilidad y proyectos de obras
(desmonte, secado y drenaje de tierras inundables, modificaciones de cauce de ríos,
construcción de diques y embalses), que puedan causar transformaciones en el ambiente
de la fauna silvestre, deberán ser consultados previamente a las autoridades nacionales o
provinciales competentes en la materia.
Por otra parte, el artículo 14º establece que antes de autorizar el uso de productos
venenosos o tóxicos que contengan sustancias residuales nocivas, deben ser previamente
consultadas las autoridades competentes en materia de fauna silvestre.
El uso de agroquímicos en la explotación forestal debe cumplir con las normas
existentes, ya que sino contaminarían el suelo la flora la fauna y el agua que escurre
transgrediendo normas de distinta naturaleza.
Asimismo, la ley regula aspectos relacionados con el aprovechamiento de la fauna
silvestre (art. 8º); el comercio interprovincial e internacional (art. 10º); caza (capítulo
V); control sanitario, manejo y promoción (capítulo VI).
El art. 20 establece que en el caso de que una especie de la fauna silvestre autóctona se
halle en peligro de extinción o en grave retroceso numérico, el Poder Ejecutivo nacional
deberá adoptar medidas de emergencia a fin de asegurar su repoblación y perpetuación.
Contiene en su Capítulo XI, disposiciones penales especiales destinadas a reprimir la caza
furtiva, la depredación de la fauna y el uso de armas prohibidas como también el
comercio, transporte, acopio e industrialización realizados sobre piezas o productos
provenientes de esas actividades ilícitas.
Provincia de Buenos Aires
No solamente las normas de la Provincia de Buenos Aires protectoras del ambiente
deberán ser consideradas, ya que la ley de fauna, a la cual ha adherido la provincia deberá
ser tenida también en cuenta.
La Provincia de Buenos Aires deberá prestar su colaboración a la autoridad de
aplicación nacional y aportará los recursos pertinentes, pudiendo disponer también la
prohibición de la caza, del comercio interprovincial y de la exportación de los
ejemplares y productos de la especie amenazada.
1-Titulo
Protección y Conservación de la Fauna Silvestre
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
22.421
4- Fecha de sanción
5/3/81
5- Temas Principales
Regula la caza, excluye pesca
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Colaborar con la Autoridad de Aplicación
Aires
Prohibir o regular la caza en la provincia
LEY Nº 24.051 RESIDUOS PELIGROSOS. DECRETO REGLAMENTARIO Nº 831/93
click aquí para ver la norma
El mismo Congreso que en marzo de 1991 había sometido a permiso previo la
importación de determinados residuos altamente peligrosos, al aprobar el Convenio de
Basilea (Ley N° 23.922), en diciembre del mismo año, prohibió por la Ley N° 24.051,
la importación de todo residuo, incluso los nucleares, ajenos a la ley. La reforma de la
Constitución de 1994 reiteró la prohibición. La interpretación estrecha de esta norma
podría cortar una corriente de importaciones de insumos industriales que también son
residuos y la Ley N° 24.051 considera peligrosos así como de los radioactivos que
pudiera necesitar nuestra generación nuclear.
La ley regula la generación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición final de
residuos peligroso; podría ubicarse dentro de la categoría de ley mixta, "pues contiene
disposiciones federales, disposiciones de derecho común e incluso algunas que se
emplean en uno y otro carácter" (Cámara Federal de San Martín, 16.10.92, JA Nº
5836/93).
En materia de Evaluación de Impacto Ambiental, la ley establece en el inc. g) de su
artículo 60º que la Autoridad de Aplicación deberá realizar la evaluación de los estudios
sobre plantas de tratamiento y disposición final de residuos peligrosos.
Establece la obligación de los generadores, operadores y transportistas de residuos
peligrosos de inscribirse en el Registro Nacional de Generadores y Operadores de
Residuos Peligrosos creado en el ámbito de la Secretaría de Recursos Naturales y
Desarrollo Sustentable. Asimismo, deben tramitar el Certificado Ambiental, instrumento
que deberá ser renovado anualmente y que acredita la forma de manipulación, transporte,
tratamiento o disposición final que los inscriptos aplicarán a los residuos peligrosos.
El transportista y el operador son considerados por la ley como guardianes de los residuos
peligrosos, estableciéndose un sistema de responsabilidad objetiva (art. 1113º, Cód. Civ.),
es decir que dichos sujetos son responsables solidariamente por el daño ocasionado. Esta
responsabilidad no desaparece aún probando la culpa de terceros (conf. art. 47º).
El ámbito de aplicación de la norma de análisis se encuentra regulado en su artículo 1º :
los residuos peligrosos ubicados en lugares sometidos a la jurisdicción nacional; aquellos
destinados al transporte interprovincial, o cuando pudieran afectar a las personas o al
ambiente más allá de la "frontera" de la Provincia donde se hubiesen generado; o, cuando
fuera necesario unificar las medidas higiénicas o de seguridad en todo el país, en razón de
su repercusión económica sensible para garantizar la efectiva competencia de las
empresas afectadas.
Por su parte el D.R. 831/93 en su artículo 1º, inc. 2) entiende alcanzados por la ley los
residuos que ubicados en una Provincia deban ser transportados fuera de ella ya sea por
vía terrestre, por un curso de agua de carácter interprovincial, por vías navegables
nacionales o por cualquier otro medio, aún accidental, como podría ser la acción del
viento u otro fenómeno de la naturaleza.
En cuanto al régimen sancionatorio, la ley dispone sanciones de tipo contravencional
administrativo, previa sustanciación del sumario correspondiente (art. 50º). Por otra parte,
contiene sanciones de tipo penal (conf. arts. 55º a 58º, Ley Nº 24.051).
Documentación que exige la ley:
La ley crea un Registro Nacional de Generadores y Operadores de Residuos peligrosos
en el que deben inscribirse los generadores, transportistas y operadores de esos residuos.
El Registro otorga el certificado ambiental de duración anual sin el cual la autoridad no
podrá habilitarlos para actuar (Arts. 4/11).
Todo residuo peligroso generado deberá ir siempre acompañado por un manifiesto en el
que conste (Art. 13):
a) La individualización del generador, del transportista y de la planta destinataria de los
residuos.
b) La descripción y composición de los residuos.
c) La cantidad transportada.
d) Las instrucciones especiales para el transportista y operador.
Obligaciones del Generador.
Generador, para la ley es quien produce los residuos. Algunas de sus obligaciones son
(Arts. 17/18):
a) Adoptar medidas para disminuir la cantidad de residuos.
b) Separar los residuos peligrosos incompatibles entre sí.
c) Envasarlos e identificar los envases y su contenido.
d) Registrar las operaciones de tratamiento que realice en su planta.
Transporte. Obligaciones del transportista
Algunas de las obligaciones del transportista son:
a) Acreditar su conocimiento para proveer respuesta adecuada en caso de emergencia
resultante del transporte (Art. 23 inc. d).
b) Suscribir una póliza de seguro o dar garantía suficiente para respaldar su
responsabilidad (Id. inc. e).
c) Confiar el transporte a conductores que tengan licencia especial para el transporte de
sustancias peligrosas (Id. inc. e).
d) Acompañar los residuos con el manifiesto referido más arriba (Art. 26), un manual de
procedimiento y los materiales y equipos adecuados para afrontar una eventual
liberación de residuos (Art. 28 inc. a).
e) Instalar un sistema de comunicación por radiofrecuencia en la unidad transportadora
(Art. 28 inc. b).
f) En caso de no poderlos entregar al destinatario, devolverlos al generador o entregarlos
en las áreas designadas por la autoridad (Art. 27).
g) Correlativamente está sometido a una serie de prohibiciones para evitar riesgos
ambientales (Art. 29): se prohíbe el transporte por agua si no se hace mediante
contenedores independientes de la unidad transportadora y que tengan flotabilidad
positiva aún con carga completa (Art. 28 inc. e) y el transporte aéreo (Art. 32).
Plantas de tratamiento y disposición final. Obligaciones
Debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble toda afectación de un
inmueble a la instalación de plantas de tratamiento y disposición final de residuos
peligrosos (Art. 34 inc. c).
La instalación de tales plantas requiere la presentación de una declaración jurada sobre
sus características y planes de operación y seguridad, del estudio del impacto ambiental
y del plan de cierre y restauración del área (Arts. 34/44).
Modificaciones del régimen de la responsabilidad civil.
El régimen de la responsabilidad civil, se modifica sólo para los residuos sometidos a su
régimen por el Artículo 1, lo que no impide que también se lo pueda aplicar
analógicamente en cada caso.
La ley tipifica al residuo como una de las cosas riesgosas a que se refiere el 2º párrafo
del Art. 1113 del código civil (Art. 45). Extiende la responsabilidad civil:
a) A quien transmite o abandona voluntariamente el residuo (Art. 46).
b) Al dueño o guardián del residuo cuando el daño se produzca por culpa de tercero
cuya acción pudiera ser evitada poniendo el debido cuidado (Art. 47);
c) Al generador del residuo no obstante su transformación, especificación, desarrollo,
evolución o tratamiento salvo que el daño sea atribuible a tratamiento defectuoso (Art.
48).
Provincia de Buenos Aires
Jurisprudencia: aplicabilidad de la ley en la Provincia de Buenos Aires.
La Justicia Federal ha interpretado que la Ley N° 24.051 se refiere a los residuos de
todo el país y no solamente aquellos que su artículo 1º somete a la jurisdicción federal.
Aunque es claro que la Ley N° 24.051 norma solo los residuos sometidos a la
jurisdicción nacional, algunos jueces federales parecieron interpretar que la Ley N°
24.051 norma los residuos de todo el país, incluso los locales.
La Cámara Federal de San Martín sentenció el 16 de octubre de 1992 6/:
"El contenido de los artículos 55 y 57 no pudo haber emanado, en cambio, sino de las
facultades contenidas en el inc. 11 del citado artículo 67. Artículos como el 67 de la ley
no pueden referirse sino a su contenido de carácter federal, y no de derecho común,
pues es característica de éste su virtualidad en todo el territorio de la Nación, que mal se
acomodaría con el dictado de normas provinciales en la materia, en la que media un
poder delegado por la Constitución al gobierno federal (arg. art. 105 de la Constitución
Nacional)".
Y agregaba "El art. 58, en tanto dispone que 'Será competente para conocer de las
acciones penales que deriven de la presente ley la Justicia Federal", detrae esta materia
de derecho común como se determinó, del conocimiento de la justicia local, provincial o
nacional, en cuanto pudiera regularmente corresponder, lo que como se anticipó, ha sido
admitido por la Corte Suprema en situaciones de excepción.' "
El Juzgado Federal N 3 de Córdoba adoptó el mismo criterio cuando, un fallo del 28 de
mayo de 1993, dispuso el procesamiento de un imputado como autor negligente del
delito previsto por el artículo 56 de la Ley N° 24.051, aún cuando la contaminación se
limitaba al Barrio Observatorio de la Ciudad de Córdoba .
La misma Cámara Federal de San Martín, sala I, insistió en su criterio:
1.-Confirmó, en el fallo del 24 de febrero de 1993, el auto de procesamiento dictado por
el delito previsto en el artículo 56 de la Ley N° 24.051 por considerar que la prueba
reunida en autos permite tener por acreditada la contaminación del medio ambiente en
forma peligrosa.
2. -Sentenció en fallo del 21 de marzo de 1995 (Esta vez fue su Sala II) que: "la precisa
distribución de funciones especialmente previstas por la Ley N° 24051........... reserva a
la Justicia Federal la represión de la concreta contaminación ambiental una vez que ella
ya se ha producido (arts. 55 a 58) .
3. - Confirmó, en fallo del 28 de septiembre de 1995, el auto de procesamiento dictado
por el delito previsto en el artículo 55 de la Ley N° 24051 por considerar que :
"Determinado el carácter peligroso del residuo, debe seguidamente evaluarse si con su
incorrecta manipulación, transporte o disposición final, se ha envenenado, adulterado o
contaminado, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general, y si dicha
contaminación reviste una importancia tal que pone en peligro la salud de las personas.
En caso de darse estos últimos supuestos, el hecho encuadraría dentro de las previsiones
de los arts. 55 a 57 de la Ley N° 24.051".
".....en su carácter de titular de la empresa de tipo familiar por él denominada "Criscar"
tenía una total relación de dominio material sobre los elementos que eran retirados del
Hospital Posadas en sus camiones por el chofer de dicho vehículo, de tal forma que el
destino final de los mismos y la forma de incineración había sido dispuesta por el propio
imputado, quien en su indagatoria justifica malamente el motivo por el cual los residuos
no eran destinados al CEAMSE, aduciendo que el trámite para ello era muy engorroso,
infiriéndose que al menos se representaba la posibilidad del resultado de su accionar,
pues de haber intentado disponer ante dicho ente los residuos que retiraba del hospital
se hubiera advertido la irregularidad existente en las bolsas, en lo que hace a la mezcla
de residuos comunes con peligrosos, circunstancia que fue eludida con la indebida
disposición de los desechos en un lugar alejado, carente de todo tipo de control".
"desechos como los encontrados, dispuestos en forma permanente sobre la tierra y al
aire libre por lapsos mayores a veinticuatro horas, resultan perjudiciales o afectan
potencialmente la salud y el medio ambiente y la incineración de esas sustancias,
mediante el uso de combustible, al aire libre y sobre la tierra puede resultar perjudicial
y/o afectar la salud y el medio ambiente".
"La indiferencia del nombrado por el destino dado a los desechos, da una idea del
incumplimiento del mismo de su deber de control sobre las cosas peligrosas que
transportaba, dado el lugar de donde provenían............. ".
4.-Para aceptar su competencia federal, en el fallo del 21 de marzo de 1995, no hizo
mérito de sí los residuos encontrados eran de carácter federal o local, sino que se limitó
a señalar que "La prueba reunida en autos permite tener por acreditados los hechos que
se vienen imputando, es decir, la contaminación del medio ambiente en forma peligrosa,
...se encontraron residuos de ese tipo en las casas linderas y dependencias internas de la
planta...Los hechos que se han dado por acreditados encuadran, ante la carencia de
mayores precisiones, en el artículo 56 de la Ley N° 24.051" .
5.-Para aceptar su competencia federal, en un fallo del 19 de noviembre de 1996
tampoco hizo mérito de si los residuos encontrados eran de carácter federal o local, sino
que se limitó a señalar que "En cuanto a las características de los residuos encontrados,
cabe decir que resultaron peligrosos en los términos de la Ley N° 24.051".
6. Tampoco lo hizo para aceptar su competencia federal para la investigación de los
delitos previstos por el artículo 55 y siguientes de la Ley N° 24.051, en el fallo del 26 de
noviembre de 1996, sino que se limitó a señalar que "los elementos hallados dentro de
las bolsas de residuos depositadas en la vía pública incluían desechos patológicos".
Todavía el año anterior al fallo, Isidoro H. Goldenberg aceptaba este criterio diciendo:
"El capítulo IX de la ley (arts.55 a 58) instaura un verdadero régimen de derecho penal
ecológico cuya competencia atribuye a la justicia federal mediante figuras de delitos de
peligro abstracto cuya télesis está centrada en la tutela del interés colectivo".
La corte suprema de justicia de la nación aceptó la competencia federal pero no se
pronunciaba sobre si la Ley N° 24.051 norma o no los residuos de todo el país y no
solamente aquellos que su artículo 1º somete a jurisdicción federal.
La propia Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó la competencia federal cuando
sentenció que:
a)
El juzgado federal es competente para seguir entendiendo en la causa si la gran
cantidad de desechos derivados de un proceso industrial que habrían
contaminado el curso del agua permiten sostener al solo efecto de resolver la
cuestión de competencia y sin perjuicio de lo que resulte de la posterior
investigación, que la conducta examinada encuadraría en las figuras legales
contenidas en la Ley N° 24051 de residuos peligrosos, en fallo del 19 de octubre
de 1993 .
"La Ley N° 24.051 -generación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición
final de residuos peligrosos es de carácter federal" y agrega "Resulta competente el juez
federal para entender en la causa en la que se investiga la presunta comisión de delitos a
raíz de residuos industriales generados en la planta de una empresa ubicada en la
provincia de Buenos Aires, pues el peritaje ordenado tiene por fin comprobar si ha
existido un hecho punible previsto en la Ley N° 24.051, arts. 2, 55 y 56" (CS, febrero 28
de 1994) .
"Es competente la justicia federal para seguir entendiendo en la causa en la que se
investiga la contaminación de la cuenca de un río debido a los afluentes que volcarían
algunos frigoríficos, empresas petroquímicas y químicas, toda vez que no se ha
practicado una investigación suficiente que permita individualizar los hechos sobre los
que versa y encuadrarlos, prima facie, en una figura penal determinada (CS, mayo 4 de
1995) .
b)
"Teniendo en cuenta que las medidas adoptadas no permiten descartar que las
sustancias volcadas a la vía pública no se encuentren alcanzadas por las
previsiones de la Ley N° 24.051, corresponde remitir las actuaciones al juez que
previno" (CS, mayo 10 de 1994) 18/.
c)
"Es competente la justicia federal para conocer en la causa en la que se investiga,
si la contaminación ambiental resultante de la presencia en la atmósfera de un
alto porcentaje de monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno constituye un
hecho punible de los previstos en la Ley N° 24.051" (CS, octubre 31 de 1995) .
Si bien estos fallos aceptaban la competencia federal, en modo alguno admitían que la
Ley N° 24.051 normase los residuos de todo el país, incluidos los locales y hubiera
establecido sobre ellos la jurisdicción federal.
Se limitaron a aceptar que los jueces federales investigaran la contaminación para
definir su encuadre en las figuras penales de la Ley N° 24051 sin aclarar si eran
federales o locales.
Solo dejó traslucir su criterio de que la ley era de extensión federal por la
interjurisdiccionalidad e internacionalidad del movimiento de los residuos cuando
aceptó "que el juzgado federal siga entendiendo en la causa" para investigar la comisión
de delitos de contaminación del medio ambiente por fábricas sitas en el Partído de
Avellaneda que arrojaban sus desechos industriales al Riachuelo al señalar que "El
curso del agua, al arrastrar los residuos, afecta distintas jurisdicciones -Capital Federal,
Provincia de Buenos Aires y República Oriental del Uruguay-(Ley N° 24051, artículo
58) y aclaró que lo hacía "al solo efecto de resolver la cuestión de competencia y sin
perjuicio de lo que resulte de la posterior investigación" (Fallo del 18/7/95.
La adopción de la norma por la Ley N° 11.720 de la Provincia de Buenos Aires:
El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sentenció que, al no presentarse
alguno de los supuestos de excepción contemplados en el artículo 1º de la Ley N°
24.051 resulta de aplicación la ley de residuos especiales de la Provincia de Buenos
Aires 11.720.
Pero el artículo 51 de esta Ley N° 11.720 dispone que : "Será de aplicación lo dispuesto
por los artículos 45º, 46º, 47º, 48º, 55º, 56º y 57º de la Ley Nacional N° 24.051. Es
competente para conocer en las acciones penales que deriven de la presente Ley la
justicia ordinaria".
A pesar de la adhesión a la Ley N° 24.051 que hace el artículo 51, sus figuras delictivas
no imperan en la Provincia de Buenos Aires. Es cierto que el artículo 67 de la Ley N°
24.051 invita a las Provincias a dictar normas similares a las suyas, pero con esta norma
la Provincia de Buenos Aires se extralimitó en la aceptación, ya que la Ley N° 24.051
nunca pudo invitar a las provincias a acordar la aplicación en su territorio de normas
penales sancionadas para los residuos originados en jurisdicción nacional o destinados
al transporte fuera de una provincia o cuando "pudieren afectar a las personas o el
ambiente mas allá de la frontera de la provincia en que se hubiesen generado" (Ley N°
24051, artículo 1). Una ley provincial no puede disponer cuando rigen o no rigen en la
Provincia normas propias de un código penal, que solo puede dictar el Congreso
Nacional en virtud del artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional.
Trascendencia del fallo.
El fallo Wentzel Jochen Ernst y otros s/ Ley N° 24051" de la Cámara Federal San
Martín de octubre de 1992 adoptó un criterio opuesto al fallo Lubricentro Belgrano s/
infracción a la Ley N° 24.051 de la Corte La Corte Suprema de Justicia de la Nación de
febrero de 2000.
En este fallo la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió que: Al no presentarse
alguno de los supuestos de excepción contemplados en el artículo 1º de la Ley N°
24.051 resulta de aplicación la Ley N° 11.720.
La Justicia Federal solo es competente cuando los residuos en los términos del artículo
2 y del Anexo I de la Ley N° 24.051) pudieran afectar a las personas o al ambiente fuera
de los límites de la Provincia.
El fallo de la Corte quebró la ilusión de que la Ley N° 24.051 creaba una nueva figura
delictiva para la contaminación de todos los residuos peligrosos de todo el país y la
sometía la justicia federal.
Fue una ley pedida por las organizaciones ecologistas y por la población en general. En
su elaboración se usaron modelos extranjeros y se requirió el asesoramiento de
consultores extranjeros. Obviamente fue diseñada para afrontar la globalidad de los
problemas de los llamados residuos peligrosos de todo el país, mediante normas de
fondo y administrativas, lo que dio como resultado un esquema de ley unitaria a la que
hubo que agregarle un artículo 1º que delimitase su alcance para evitar que una ley de
policía federal incursionase en el espacio reservado a los poderes locales. No obstante lo
hizo con bastante audacia ya que extendió su alcance hasta aquellas medidas higiénicas
o de seguridad que a su respecto fuere conveniente disponer que "tuvieren una
repercusión económica sensible tal, que tornare aconsejable uniformarlas en todo el
territorio de la Nación, a fin de garantizar la efectiva competencia de las empresas que
debieran soportar la carga de dichas medidas" (Artículo 1º in fine).
Es posible que el autor del artículo 1º no hubiera advertido que estaba poniendo un
límite innecesario a la atribución del Congreso Nacional de legislar en materias de
fondo puesto que es absurdo que a los residuos no federales se les aplique un régimen
civil distinto que a los federales
El distinguido civilista Jorge Bustamante Alsina fue más lejos, porque lo consideró una
grosera anomalía legislativa violatoria del principio de unidad de legislación que
impone el artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional
El legislador nacional pudo haber dispuesto perfectamente medidas de policía federal y
reglamentarias del movimiento de residuos peligrosos por considerarlo comercio
interprovincial como Legislatura local, a la vez que modificar la legislación de fondo
como Congreso Nacional, pero no lo hizo así. Modificó la legislación de fondo como
Congreso Nacional, pero para los residuos de origen federal y los movimientos
transjurisdiccionales y transfronterizos de los demás residuos.
El artículo 1º acotó taxativamente el alcance de la ley y su texto publicado es el que
vale. Aparentemente la información que se dio al público sobre la ley indujo la creencia
de que los poderes nacionales imponen la ley a los residuos peligrosos de todo el país.
Los obligados por sus normas todavía consultan si deben someterse o no al sistema que
establece, lo que implica inscripciones en registros nacionales y el cumplimiento de
determinadas obligaciones. Se ha producido una interesante discrepancia entre lo que lo
que la norma efectivamente establece y lo que las personas creen que la norma
establece.
La respuesta la dio su propio artículo 1º y la reiteró la Corte Suprema de Justicia de la
Nación que no solo sentenció que en materia de residuos peligrosos normados por la
Ley N° 24.051 la competencia federal es de excepción, sino también que el juzgamiento
de los ilícitos que tipifica solo compete a la justicia federal.
1-Titulo
Ley de Residuos Peligrosos.
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
Nº 24.051 -
4- Fecha de sanción
17/12/1991.
5- Temas Principales
Residuos peligrosos:
Sujetos Generación Transporte y Disposición
Final
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Cumplir con la ley cuando:
Aires
El residuo traspasare el límite de la provincia o
pudiera causar daño fuera de ella o estuviere
destinado a traspasar los límites de la misma.
LEY 25.743. PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Y PALEONTOLÓGICO
Click aquí para ver la norma
Concepto de patrimonio.
El término patrimonio no se usa, en materia ambiental, con la acepción clásica del
derecho civil que lo considera el conjunto de bienes de una persona, sino con la
tradicional de origen latino de conjunto de bienes heredados de los padres, en sentido
lato. Pero también con el criterio de que ese patrimonio debe ser preservado para otras
personas presentes y futuras, lo que impone cargas y deberes y restringe su
disponibilidad (Morand Deviller, Jacqueline, Le Droit de l’ Environnement, Presses
Universitaires de France, París, 1996, pag. 67).1/
La Convención Internacional sobre el Patrimonio Cultural y Natural Mundial de París
del 16 de noviembre de 1972 incluye en el patrimonio cultura1 las obras arquitectónicas
y de escultura monumental y pictóricos y las estructuras arqueológicas, inscripciones,
inscripciones rupestres de sobresaliente valor para el arte, la historia o la ciencia. (Art.
1).
En el patrimonio natural incluye las formaciones geológicas o fisiográficas y las áreas
que constituyan el habitat de especies animales o vegetales amenazadas (Art. 1).
Generalmente ese patrimonio conjunto pertenece o se atribuye al dominio de los
Estados o de la comunidad internacional. Es el caso de los fondos marinos y su subsuelo
situados fuera de los límites de la jurisdicción nacional; que la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de Montego Bay de 1982 declara patrimonio
común de la humanidad (Aprobada por la Ley 24543 del 13/9/1995, B.O. 25/10/1995) y
de la Antártida (Valls, Mario F, Derecho ambiental antártico, Mas normas reguladoras,
‖Jurisprudencia Argentina‖nº 6239, 24-1- 2001).
Pero en otros casos las cosas que integran ese patrimonio son bienes del dominio
privado. Su inclusión en la categoría de patrimonio las somete a restricciones fundadas
en el interés público que, como lo dispone el artículo 2611 del código civil, se rigen por
el derecho administrativo.
La Convención Internacional sobre el Patrimonio Cultural y Natural Mundial resuelve
el conflicto que se genera entre el derecho colectivo sobre el llamado patrimonio común
de la humanidad y el individual de propiedad sobre los bienes que lo integran
imponiendo, sin perjuicio del derecho de propiedad instituido por la legislación nacional
(arts.4 y 6):
a) A la comunidad internacional el deber de protegerlo sin perjuicio del derecho de
propiedad privada y estatal instituido por la legislación nacional
b) A los Estados el de asegurar la identificación, protección, conservación, presentación
y transmisión a las generaciones futuras.
El artículo 41 de la Constitución Nacional dispone que ―Las autoridades proveerán
........a la preservación del patrimonio natural y cultural ......‖.
La reforma del código civil de 1968 (art. 2340 inc.9) ya había declarado de dominio
público a las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos.
Por su parte, la ley 12665 de lugares y monumentos históricos prohibe disminuir el
valor histórico y el histórico-artístico de los lugares, monumentos e inmuebles de
particulares que la autoridad nacional califique como tales. En consecuencia la
autoridad debe intervenir en su reparación, restauración y enajenación (Art. 4). Se
declaran sujetos a expropiación. Además, cuando su conservación implica una
limitación al dominio, sus propietarios tienen derecho a una indemnización (Art. 3).
Anteriormente, la ley 9080, que la nueva ley 25743 protectora del patrimonio
arqueológico y paleontológico derogo, atribuía a la Nación la propiedad de las ruinas y
de los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico (art. 1) y los
sometía a las siguientes restricciones:
a) Sólo podían utilizarse o explotarse con permiso ministerial;
b) Se reservaba su exploración a las instituciones científicas (Art. 4);
c) Se prohibía la exportación de sus elementos (Art. 5).
d) Se declaraban sujetos a expropiación con destino a los museos nacionales los objetos
antropológicos, arqueológicos y paleontológicos (Art. 7).
e) Cuando la conservación de las ruinas implicaba una servidumbre, el Estado debía
indemnizar al dueño del terreno (Art. 3).
El artículo 2340 inciso 9º del Código Civil incluye en el dominio público ―Las ruinas y
yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico‖.
Concepto de patrimonio arqueologico y paleontologico en la Ley 25743.
El artículo 2º de la Ley 25743 de Protección del Patrimonio Arqueologico y
Paleontologico considera parte integrante del Patrimonio Cultural de la Nación las cosas
que incluye en el Patrimonio Arqueológico que son las que puedan proporcionar
información sobre los grupos socioculturales que habitaron el país desde épocas
precolombinas hasta épocas históricas recientes y las que incluye en el Patrimonio
Paleontológico que son los organismos o parte de organismos o indicios de la actividad
vital de organismos que vivieron en el pasado geológico y toda concentración natural de
fósiles en un cuerpo de roca o sedimentos expuestos en la superficie o situados en el
subsuelo o bajo las aguas jurisdiccionales.
Establece una categoría de cosas que incluye algunas de las ruinas y yacimientos
arqueológicos y paleontológicos que el artículo 2340 inciso 9º del Código Civil incluye
en el dominio público, entre otras cosas mas que no son ruinas ni yacimientos; unas y
otras descriptas detalladamente su artículo 2º citado, pero no le impone un régimen
dominial distinto de las otras cosas.
La Ley 25743 no atribuye una naturaleza jurídica especial a lo que denomina
Patrimonio Cultural de la Nación, ni al Patrimonio Arqueológico ni al Paleontológico
que norma. Ello autoriza a interpretar que no es distinta de la de los elementos que lo
integran, por lo que toda referencia a Patrimonio Arqueológico en el Patrimonio
Paleontológico es simplemente a un conjunto de cosas sobre las cuales encomienda al
Estado ejercer distintas actividades, pero ello no altera su régimen dominial.
Ese conjunto de cosas no tiene un régimen jurídico especial por integrar el Patrimonio
Cultural de la Nación o el Patrimonio Arqueológico.
El artículo 12 de la ley es ilustrativo al respecto en cuanto aclara que la inscripción de
un yacimiento arqueológico o paleontológico en los Registros Nacionales de
Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y de Yacimientos, Colecciones y
Restos Paleontológicos no implica ninguna modificación al derecho de propiedad sobre
los fundos.
La inteligencia o la simple lectura del resto de la ley autoriza a interpretar que tampoco
implica ninguna modificación al derecho de propiedad sobre las cosas muebles.
Seguirán en régimen dominial clásico del código civil con las modificaciones,
restricciones y limitaciones que les impone.
Mas bienes en el dominio público y limitaciones al dominio privado en defensa del
patrimonio arqueologico y paleontologico.
Pero también la ley 25.743 impone la inclusión de bienes arqueológicos y
paleontológicos en el dominio público en algunos casos y, en otros, modificaciones,
restricciones y limitaciones al dominio privado de los predios en que se encuentren
yacimientos arqueológicos o paleontológicos que manda inscribir en los Registros
Nacionales de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y de Yacimientos,
Colecciones y Restos Paleontológicos que el artículo 5 de la ley manda crear y
organizar..
Pero, además de someter el dominio privado los predios en que se encuentren
yacimientos arqueológicos o paleontológicos a esas modificaciones, restricciones y
limitaciones, nueva ley 25743 incluye otras cosas en el dominio público.
Su artículo 9º proclama que ―Los bienes arqueológicos y paleontológicos son del
dominio público del Estado nacional, provincial o municipal, según el ámbito territorial
en que se encuentren, conforme a lo establecido en los artículos 2339 y 2340 inciso 9º
del Código Civil‖, lo que no es cierto porque lo que el inciso 9º incluye en el dominio
público son solamente ―las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos‖.
A riesgo la interpretación positiva de que el legislador los incluyó mediante el artículo
9º de la nueva ley 25.743 y la afirmación que el legislador hace en ese de que ello
extendía analógicamente a los bienes arqueológicos y paleontológicos lo establecido en
los artículos 2339 y 2340 inciso 9º del Código Civil.
La interpretación contraria, mas restrictiva que entendería que el artículo 9º confunde
erróneamente los bienes arqueológicos y paleontológicos con las ―ruinas y yacimientos
arqueológicos y paleontológicos del artículo 2340 inciso 9º del Código Civil‖ caería
ante la que privilegia la auténtica hecha por el legislador de la identidad de las cosas
normadas.
En cuanto a los monumentos, objetos arqueológicos y restos paleontológicos que se
descubran en el proceso de prospecciones e investigaciones realizadas en yacimientos
arqueológicos o paleontológicos en virtud de una concesión, el artículo 30 de la nueva
ley los atribuye al dominio público.
Todo ello agrega nuevas cosas al dominio público del artículo 2340 inciso 9º del Código
Civil‖
Obligaciones que la Ley 25.743 impone.
La Ley 25743 obliga:
a) A los propietarios de los predios en que se encuentren yacimientos arqueológicos o
paleontológicos y a toda persona que los hallare, a denunciarlos ante el organismo
(Artículo 11).b) A toda persona física o jurídica que practicase excavaciones con el objeto de efectuar
trabajos de construcción, agrícolas, industriales u otros de índole semejante a denunciar
al organismo competente el descubrimiento del yacimiento y de cualquier objeto
arqueológico o resto paleontológico que se encontrare en las excavaciones y
conservarlos hasta que el organismo competente tome intervención y se haga cargo de
los mismos (Artículo 13).c) A los propietarios de los predios en que se encontrasen vestigios arqueológicos y
restos paleontológicos inmuebles a admitir la vigilancia permanente e inspección del
organismo competente(Artículo 15).d) A las personas que tuviesen en su poder colecciones u objetos arqueológicos o restos
paleontológicos, denunciarlos a la autoridad competente (Artículo 16).-.e) A las personas que descubran materiales arqueológicos o paleontológicos en forma
casual en la superficie o seno de la tierra o en superficies acuosas a denunciarlos y
entregarlos de inmediato al organismo competente o en su defecto a la autoridad policial
más cercana, la que deberá comunicarlo al referido organismo. (Artículo 40).Una nueva categoría jurídica de cosas.
La ley constituye una nueva categoría jurídica de cosas que son las colecciones u
objetos arqueológicos y restos paleontológicos inscriptos en el Registro Oficial.
Sólo podrán transferirse:
a) A título gratuito por herencia o bien por donación a instituciones científicas o museos
públicos, nacionales, provinciales, municipales o universitarios (Artículo 18).
b) A título oneroso ofreciéndoselos con carácter prioritario al Estado. Si no lo acepta
podrá disponer libremente del bien (Artículo 19).
Sus propietarios particulares de estos objetos arqueológicos y restos deberán permitir el
acceso al material, en la forma que se convenga con el organismo competente (Artículo
22).
Los artículo 36 y 37 determinan que la ocupación temporánea de terrenos de propiedad
privada donde se localicen bienes arqueológicos o restos paleontológicos, salvo casos
de peligro inminente y la constitución de una servidumbre perpetua sobre los terrenos
en los cuales se encuentren dichos bienes deberá ser declarada por ley.
Somete las prospecciones e investigaciones en yacimientos arqueológicos o
paleontológicos a concesión de la autoridad (Artículo 23), pero el concesionario del
derecho de prospección e investigación arqueológica o paleontológica no tiene las
prerrogativas que el artículo 25 y siguientes del CM acuerda el concesionario minero
para desarrollar su actividad sin la anuencia del propietario del predio. El artículo 35
dispone simplemente que ―cuando los vestigios arqueológicos o paleontológicos se
encuentren en terrenos de propiedad privada, la autoridad competente acordará con sus
propietarios lo necesario para facilitar el estudio y/o preservación del yacimiento‖. Los
artículo 36 y 37 citados en el párrafo precedente requieren el dictado de una ley.El trasladado de objetos arqueológicos y restos paleontológicos dentro o fuera del
territorio nacional, debidamente resguardados y con la garantía de su reintegro al lugar
de origen en las condiciones que les fueron entregados requiere autorización del
organismo competente local (Artículos 50 y 51).-(Mario Valls eldial.com )
La Ley 25743 incorpora al código penal nuevas figuras delictivas.
La Ley 25743 incorpora al código penal las figuras delictivas de:
a) Realizar por sí u ordenare realizar a terceros tareas de prospección, remoción o
excavación en yacimientos arqueológicos y paleontológicos(Artículo 46)
b) Transportar, almacenar, comprar, vender, industrializar o de cualquier modo poner en
el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos
arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales (Artículo 48).c) Exportar o importar piezas, productos o subproductos arqueológicos o
paleontológicos y colecciones arqueológicas o paleontológicas (Artículo 49).Crea asimismo nuevas figuras contravencionales.
La defensa del Patrimonio Cultural en nuestro sistema jurídico es muy amplia.
Una advertencia mas: la defensa del Patrimonio Cultural en nuestro sistema jurídico es
amplia. Va mas allá de lo que manda la ley 25743. La Cámara Quinta de Apelaciones en
lo Civil y Comercial de Córdoba así lo ha reconocido cuando sentenció que ―La
inexistencia de una ley que declare monumento histórico el inmueble‖ no enerva su
protección.....‖ en la causa por amparo que Rafael A. Vaggione, Profesor y ex Decano
de la Facultad de derecho en la Universidad de Córdoba siguió (y ganó) contra el
Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba en defensa del edificio de Rivera Indarte
70, una manifestación propia de la cultura del siglo XIX que fue la morada del ex
Presidente de la República Juárez Celman y sede del Club El Panal (Causa 45945.ED
8598 del 7-10-94., 12/8/1994).
1-Titulo
Ley Protección del Patrimonio Arqueológico y
Paleontológico
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
Nº 25.743.
4- Fecha de sanción
4/6/2003
5- Temas Principales
Objetivos y bienes arqueológicos y
paleontológicos.
Distribución de competencias y de las
Autoridades de Aplicación.
Dominio sobre los bienes arqueológicos y
paleontológicos.
Registro Oficial de Yacimientos Arqueológicos
y Paleontológicos y de Colección u Objetos
Arqueológicos o Restos Paleontológicos.
Concesiones.
Limitaciones a la propiedad particular.
Infracciones y sanciones. Delitos y Penas.
Traslado de objetos. Protección especial de los
materiales tipo paleontológico. Disposiciones
complementarias.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos En cuanto modifica el Código Penal la provincia
Aires
de Buenos Aires deberá
a) Realizar por sí u ordenare realizar a terceros
tareas de prospección, remoción o excavación
en
yacimientos
arqueológicos
y
paleontológicos(Artículo 46)
b) Transportar, almacenar, comprar, vender,
industrializar o de cualquier modo poner en el
comercio piezas, productos o subproductos
provenientes de yacimientos arqueológicos y
paleontológicos nacionales e internacionales
(Artículo 48).c) Exportar o importar piezas, productos o
subproductos arqueológicos o paleontológicos
y colecciones arqueológicas o paleontológicas
(Artículo 49).-
LEY 26.168. CREACIÓN DE LA AUTORIDAD DE CUENCA MATANZA RIACHUELO
(ACUMAR )
El 28 de agosto de 2006 el Presidente de la Nación, el Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y los catorce
intendentes de la cuenca suscribieron un Acuerdo Compromiso.
Ley 26.1684, aprueba el acuerdo compromiso para la creación de la Autoridad de
Cuenca a la que adhirieron la Ciudad de Buenos Aires por Ley 2217 del 26/01/2007 y la
provincia de Buenos Aires por Ley 13642 del 27/03/2007.
El artículo 1º de la Ley crea la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR)
como ente de derecho público interjurisdiccional en el ámbito de la Secretaría de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Jefatura de Gabinete de Ministro.
El ámbito de competencia de la ACUMAR es el área de la Cuenca Matanza Riachuelo,
la cual incluye la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos de Lanús,
Avellaneda, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, La Matanza, Ezeiza, Cañuelas,
Almirante Brown, Morón, Merlo, Marcos Paz, Presidente Perón, San Vicente y General
Las Heras, de la Provincia de Buenos Aires.
La autoridad de Cuenca está compuesta por ocho integrantes, el Secretario de Ambiente
y Desarrollo Sustentable de la Nación en calidad de presidente de ACUMAR (artículo
2º); tres representantes del Poder Ejecutivo Nacional, dos representantes de la
Provincia de Buenos Aires y dos representantes de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires (artículo 2º in fine).
Con el objeto de cooperar, asistir y asesorar al Ente, la ley crea un Consejo Municipal
integrado por un representante de cada Municipio de las jurisdicciones comprendidas
(artículo 3º).
Asimismo, con funciones consultivas, la ley crea una Comisión de Participación Social
integrada por representantes de las organizaciones con intereses en el área (artículo 4º).
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo tiene facultades de regulación, control y
fomento de las actividades industriales, la prestación de servicios públicos y cualquier
otra actividad con incidencia ambiental en la Cuenca, pudiendo intervenir
administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y
utilización racional de los recursos naturales lo que significa que tiene facultad para
inspeccionar en su ámbito de aplicación (artículo 5º).
En particular, la Autoridad está facultada para:
 Unificar el régimen aplicable en materia de vertidos de efluentes a cuerpos
receptores de agua y emisiones gaseosas;
 Planificar el ordenamiento ambiental del territorio afectado a la Cuenca;
 Establecer y percibir tasas por servicios prestados;
 Llevar a cabo cualquier tipo de acto jurídico o procedimiento administrativo
necesario o conveniente para ejecutar el Plan Integral de Control de la
Contaminación y recomposición Ambiental.
 Gestionar y administrar con carácter de Unidad Ejecutora Central los fondos
necesarios para llevar a cabo el Plan Integral de Control de la Contaminación y
recomposición Ambiental.
Las facultades, poderes y competencias de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo
en materia ambiental prevalecen sobre cualquier otra concurrente en el ámbito de la
Cuenca, debiendo establecerse su articulación y armonización con las competencias
locales naturales (artículo 6º).
4 La ley 26.168 fue sancionada el 15/12/2006, promulgada el 4/12/2006 y publicada en el Boletín Oficial el 5/12/2006
El artículo 7º de la Ley faculta a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo para
disponer medidas preventivas cuando tome conocimiento en forma directa, indirecta o
por denuncia, de una situación de peligro para el ambiente o la integridad física de sus
habitantes. A tal efecto, la Presidencia de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo
tendrá facultades para:
a) Tomar intervención en procedimientos de habilitación, auditoría ambiental,
evaluación de impacto ambiental y sancionatorios;
b) Intimar a comparecer con carácter urgente a todos los sujetos relacionados con
los posibles daños identificados;
c) Auditar instalaciones;
d) Exigir la realización, actualización o profundización de evaluaciones
de impacto ambiental y auditoría ambiental conforme la normativa aplicable;
e) Imponer regímenes de monitoreo específicos;
f) Formular apercibimientos;
g) Instar al ejercicio de competencias sancionatorias en el ámbito de la
Administración;
h) Ordenar el decomiso de bienes;
i) Ordenar la cesación de actividades o acciones dañosas para el ambiente o la
integridad física de las personas;
j) Disponer la clausura preventiva, parcial o total, de establecimientos o
instalaciones de cualquier tipo.
El artículo 9º de la ley crea un Fondo de Compensación Ambiental que será
administrado por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo y destinado
prioritariamente a la protección de los derechos humanos y a la prevención, mitigación
y recomposición de los daños ambientales integrado por:
 Las asignaciones presupuestarias incluidas en la Ley Anual de Presupuesto que
efectúe el Gobierno nacional;
 Los fondos recaudados en concepto de multas, tasas y tributos
 que establezcan las normas;
 Las indemnizaciones de recomposición fijadas en sede judicial;
 Los subsidios, donaciones o legados;
 Otros recursos que le asigne el Estado nacional, la provincia de Buenos Aires y
el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
1-Titulo
Creación de la Autoridad de Cuenca Matanza
Riachuelo (ACUMAR )
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
26.168
4- Fecha de sanción
Fue sancionada el 15/12/2006, promulgada el 4/12/2006 y publicada
en el Boletín Oficial el 5/12/2006
5- Temas Principales
Ley 26.1685, aprueba el acuerdo compromiso
para la creación de la Autoridad de Cuenca a la
que adhirieron la Ciudad de Buenos Aires por
Ley 2217 del 26/01/2007 y la provincia de
Buenos Aires por Ley 13642 del 27/03/2007.
Crea la Autoridad de Cuenca Matanza
Riachuelo (ACUMAR) como ente de derecho
público interjurisdiccional en el ámbito de la SA
y DS
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Tiene las mismas obligaciones que la Nación y
Aires
la CABA por haber sancionado una norma de
adhesión.
En particular la Autoridad de Cuenca Matanza
Riachuelo tiene facultades de regulación,
control y fomento de las actividades
industriales, la prestación de servicios públicos
y cualquier otra actividad con incidencia
ambiental en la Cuenca, pudiendo intervenir
administrativamente en materia de prevención,
saneamiento, recomposición y utilización
racional de los recursos naturales lo que
significa que tiene facultad para inspeccionar
en su ámbito de aplicación
PACTO FEDERAL AMBIENTAL
click aquí para ver la norma
5 La ley 26.168 fue sancionada el 15/12/2006, promulgada el 4/12/2006 y publicada en el Boletín Oficial el 5/12/2006
El Pacto Federal Ambiental tiene como objetivos primordiales:
La promoción de políticas de desarrollo ambientalmente adecuadas a lo largo y a lo ancho
del territorio nacional, las que habrán de lograrse mediante el establecimiento de
Acuerdos Marco entre los Estados Federados y entre estos últimos y la Nación. Ello, a su
vez, con el propósito de agilizar y hacer más eficientes las acciones de preservación
ambiental en base a los postulados emanados del "Programa 21" aprobado en la
Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNU M AD
'92).
A nivel provincial, promoverá la unificación y/o coordinación de todos los organismos
con incumbencia en la temática ambiental, tendiendo a que la fijación de políticas de
Recursos Naturales y Medio Ambiente se concentren en el máximo nivel jerárquico
posible.
Los estados signatarios asumirían, de acuerdo al Pacto, el compromiso de:
compatibilizar e instrumentar la legislación ambiental en sus respectivas jurisdicciones; e
impulsar y adoptar políticas de educación, investigación, capacitación, formación y
participación comunitaria conducentes a la protección y preservación del ambiente.
Por último, los suscriptores del Pacto Federal Ambiental reconocen como un instrumento
válido para la coordinación de la política ambiental en la Argentina al Consejo Federal de
Medio Ambiente (COFEMA) en el que la Nación, representada por la Secretaría de
Desarrolllo Sustentable y Política Ambiental, asume la implementación de las acciones a
desarrollar a fin de cumplir con los contenidos del Acuerdo.
Provincia de Buenos Aires
El Pacto Federal ambiental ha sido firmado por la provincia de Buenos Aires entre otras.
El ámbito del COFEMA es el adecuado para trasladar las inquietudes y propuestas que
pudiera realizar la provincia, a los efectos de coordinar una acción conjunta con otras
provincias o con la nación, fundamentalmente:
Compatibilizar e instrumentar la legislación ambiental e impulsar y adoptar políticas de
educación, investigación, capacitación, formación y participación comunitaria
conducentes a la protección y preservación del ambiente.
1-Titulo
Pacto Federal Ambiental
2- Tipo de norma
Acuerdo
3- Número de norma
4- Fecha de sanción
5/6/93
5- Temas Principales
Promoción de políticas
ambientalmente adecuadas
de
desarrollo
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos Compatibilizar e instrumentar la legislación
Aires
ambiental e impulsar y adoptar políticas de
educación,investigación,capacitación,formación
y participación comunitaria conducentes a la
protección y preservación del ambiente.
ACUERDO MARCO SOBRE MEDIO AMBIENTE DEL MERCOSUR, LEY 25841 (SUSCRIPTO
EN ASUNCIÓN)
Click aquí para ver la norma
En marzo de 2004 se publicó el ACUERDO MARCO SOBRE MEDIO AMBIENTE
DEL MERCOSUR.
El Acuerdo fue suscripto en Asunción, aprobándolo el Consejo del Mercado Común por
Decisión 2/01. Como explicamos en el Capítulo V, a pesar de la obligatoriedad de la
normativa aprobada por los órganos del MERCOSUR (artículo 42 del Protocolo de
Ouro Preto), aun no tiene vigencia porque no se ha completado el procedimiento de
incorporación de la Decisión en los cuatro Estados Parte, como dispone el mismo
Protocolo (artículos 38 al 40)."
La República Argentina, la República Federativa del Brasil, la República del Paraguay y
la República Oriental del Uruguay, como Estados Partes, con el objetivo de cooperar
para la protección del medio ambiente y la utilización sustentable de los recursos
naturales acordaron:
Consolidar su compromiso con los principios enunciados en la Declaración de Río de
Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992 e instrumentar la aplicación de
aquellos que no hayan sido objeto de tratados internacionales.
Para implementar estas disposiciones, los Estados Partes deberán promover la
protección del medio ambiente y del aprovechamiento más eficaz de los recursos
disponibles mediante la coordinación de políticas sectoriales, sobre la base de los
principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio;
Promover el desarrollo sustentable por medio del apoyo recíproco entre los sectores
ambientales y económicos, evitando la adopción de medidas que restrinjan o
distorsionen, de manera arbitraria o injustificada, la libre circulación de bienes y
servicios en el ámbito del MERCOSUR.
d) tratamiento prioritario e integral de las causas y las fuentes de los problemas
ambientales;
e) promoción de una efectiva participación de la sociedad civil en el tratamiento de las
cuestiones ambientales; y
f) fomento a la internalización de los costos ambientales mediante el uso de
instrumentos económicos y regulatorios de gestión.
Objeto
El Acuerdo tiene por objeto el desarrollo sustentable y la protección del medio
ambiente, mediante la articulación de las dimensiones económicas, sociales y
ambientales, contribuyendo a una mejor calidad del ambiente y de la vida de la
población cooperando en el cumplimiento de los acuerdos internacionales que
contemplen en materia ambiental de los cuales sean parte. Esta cooperación podrá
incluir, la adopción de políticas comunes para la protección del medio ambiente.
Los Estados Partes profundizarán el análisis de los problemas ambientales de la
subregión con la participación de los organismos nacionales competentes y de las
organizaciones de la sociedad civil.
Las controversias que surgieran entre los Estados Partes respecto de la aplicación,
interpretación o incumplimiento de las disposiciones contempladas en el presente
Acuerdo serán resueltas por medio del sistema de solución de controversias vigente en
el Mercosur.
1-Titulo
Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente del
MERCOSUR
2- Tipo de norma
Ley
3- Número de norma
25.841
4- Fecha de sanción
5- Temas Principales
26/11/2003
Tiene por objeto el desarrollo sustentable y la
protección del medio ambiente, mediante la
articulación de las dimensiones económicas,
sociales y ambientales, contribuyendo a una
mejor calidad del ambiente y de la vida de la
población.
Cooperación en Materia Ambiental:
Los Estados Partes cooperarán en el
cumplimiento de los acuerdos internacionales
que contemplen materia ambiental de los
cuales sean parte.
6-Obligaciones de la Provincia de Buenos
Aires
OPORTUNIDADES PARA LA PROVINCIA A PARTIR DEL ANALISIS DE PROYECTOS
IMPULSADOS POR EL ESTADO NACIONAL
LA EXPLOTACIÓN FORESTAL, UNA OPORTUNIDAD ECONÓMICA A TRAVÉS DE LAS
EXENCIONES IMPOSITIVAS
Se podría analizar la normativa completa y estudiar detalladamente las ventajas que cada
una de estas normas nacionales otorgan a la Provincia de Buenos Aires, pero en vista del
gran desarrollo e inversión que existe en materia de bosques implantados, básicamente
con objetivos maderables y las beneficiosas leyes de exenciones, ès importante desarrollar
este aspecto, ya que la provincia tiene la potencialidad de un desarrollo forestal
importante, considerando también, los bajos costos de la actividad forestal y teniendo en
cuenta las diferencias cambiarias, que al menos benefician al país en estos aspectos.
De la combinación adecuada de las distintas normas aplicables a la explotación forestal
podrán obtenerse grandes beneficios y exenciones impositivas.
a) Ley Nº 22.428 - Decreto Reglamentario Nº 681/81 - preservación del recurso suelo
La Ley Nº 22.428, y su reglamentación decreto Nº 681/81, establece el régimen legal
aplicable a la conservación y recuperación de los suelos. Esta ley se aplica a las provincias
que adhieran y en territorios nacionales, como lo ha hecho expresamente la provincia de
Buenos Aires, sancionando la Ley N° 3542 de adhesión.
Es la única ley nacional que incorpora normas específicas de conservación del suelo,
buscando equilibrarlas con las de promoción y estimulación de la actividad privada, de
conformidad a lo establecido en su artículo 3º: "...la respectivas autoridades de aplicación
podrán declarar distrito de conservación de suelos, toda zona donde sea necesario o
conveniente emprender programas de conservación o recuperación de suelos y siempre
que cuente con técnicas de comprobada adaptación y eficiencia para la región o regiones
similares".
La adhesión a la ley impone la obligación de cumplir determinadas obligaciones
técnicas, económicas y administrativas relativas a la conservación de suelos (artículos 5
y 6).
La ley establece para su régimen un sistema de declaración de distritos de conservación
de suelos por las autoridades de aplicación respectivas (artículo 3) y propicia la
constitución voluntaria de consorcios de conservación (artículo 4, 7 y 8). Regla su
constitución dentro y, por excepción, fuera de los distritos de conservación (artículo 7) y
fija las prácticas a cumplir por sus integrantes (artículo 8).
Los integrantes de los consorcios de conservación de suelos podrán ser acreedores de
estímulos provinciales de diversa índole y créditos y subsidios de la Nación (artículo 9).
El Estado Nacional y las Provincias, comparten con el productor los costos de la
conservación o recuperación de los suelos, prestando asistencia financiera (subsidios o
créditos), tecnológica, infraestructura y equipamiento.
Los productores agropecuarios integrantes de un consorcio de conservación de suelos
constituido de conformidad con las prescripciones reglamentarias que realicen
inversiones y gastos directamente vinculados con la conservación o la recuperación del
suelo, en cumplimiento de los planes y programas que, a propuesta del Consorcio,
aprueben las autoridades de aplicación, tendrán derecho a:
Solicitar créditos de fomento del Banco de la Nación Argentina para financiar aquellas
inversiones que no estén cubiertas por los reintegros o subsidios nacionales o
provinciales;
Recibir subsidios para el cumplimiento de los mencionados planes de conservación o
recuperación de suelos, cuyo monto global establece anualmente la Autoridad de
Aplicación, con aprobación del ministerio de Economía y del Congreso de la Nación;
Eximirse de la aplicación de impuestos nacionales presentes o futuros, inclusive del
impuesto a las ganancias o el que lo sustituya, sobre los montos recibidos en concepto
de subsidios, sean estos de origen nacional o provincial.
Eximirse de la aplicación del impuesto sobre el capital de las empresas (Ley N° 21.287)
y sobre el patrimonio neto (Ley N° 21.282) respecto de todas las inversiones que se
realicen en cumplimiento de planes de conservación o recuperación de suelos aprobadas
por la autoridad de aplicación.
La ley confía al individuo propietario del suelo que en este caso sería el dueño de la
empresa forestal la protección del suelo la autoridad promueve estimula y coadyuva.
La autoridad puede declarar distritos de conservación de suelos en zonas de la provincia
de Buenos Aires donde sea necesario emprender programas para su conservación pero sin
aplicar medidas cohercitivas , lo que implica que la protección dependerá de la mayor o
menor diligencia de los consorcistas.
b)-Ley nº 13.273 - Régimen Forestal, reglamentada por el decreto nº 12.380/49
La Ley Nº 13.273 de Defensa de la Riqueza se aplica a los bosques y a las tierras
forestales, a la cual ha adherido expresamente la provincia de Buenos Aires, tiene por
objeto la defensa, conservación y protección de la masa forestal nacional, la elaboración y
ejecución de programas de investigación y extensión, y la promoción del crecimiento de
la masa boscosa mediante el otorgamiento de créditos, exenciones impositivas y/o
subsidios.
La ley que estableció un sistema de adhesión mediante el cual las provincias argentinas se
han podido acoger al régimen de la misma con adaptaciones a las realidades regionales,
reglamentó que el ejercicio de los derechos sobre bosques y tierras forestales de propiedad
privada o pública y sus productos, quedarán sometidos a las restricciones y limitaciones
fijados en ella.
La ley regula: a) los bosques y tierras forestales ubicados en jurisdicción federal; b) los
bosques y tierras forestales de propiedad privada o pública ubicados en las provincias que
se adhieran a la ley como es en el caso de la provincia de Buenos Aires c) los bosques
protectores y tierras forestales que respondan a las condiciones del art. 6º (define los
bosques protectores), ubicados en territorio provincial siempre que sus efectos incidan
sobre intereses que se hallen dentro de la competencia del gobierno federal, sea porque
afecten al bienestar general, al progreso y prosperidad de dos o más Provincias o de una
Provincia y el territorio federal (conf. art. 2º).
En su artículo 5º, clasifica a los bosques en: a) protectores, b) permanentes, c)
experimentales, d) montes especiales, e) de producción.
Prohíbe la devastación de los bosques y tierras forestales y la utilización irracional de
productos forestales (art.11).
En materia de bosques fiscales declara, en principio, inalienables los bosques y tierras
forestales definidos en el artículo 1º, que formen parte del dominio privado del Estado,
salvo aquellas tierras que por motivos de interés social y previos los estudios técnicos que
correspondan, se considere necesario destinar a la colonización o formación de pueblos.
c)-La desgravación fiscal para las tierras de baja productividad que prevé la ley N°
22.211
La Ley N° 22.211 de 1980 y su decreto reglamentario 1848/80 establecen un régimen
de desgravación fiscal para inversiones en tierras de baja productividad, a fin de
incrementar la producción de las mismas. Establece una mecánica de recuperación de
terrenos para utilizar en la producción agropecuaria que normalmente serían marginales
o de muy escaso rendimiento.
Define el concepto de baja productividad fundándolo en cuatro razones: tierras áridas,
anegadizas, con problemas de salinidad y superficies boscosas.
La desgravación impositiva que permite esta ley será otorgada a quienes acrediten, bajo
cualquier título, la tenencia del predio rural sobre el que se asienten las inversiones y, a
quienes efectúen aportes directos de capital o integren acciones con titulares de planes
de inversión en tierras rurales de baja productividad.
d) Promoción de las inversiones forestales que introduce la ley N° 25.080,
reglamentada por decreto 133/99 a la que adhirió la Provincia de Buenos Aires
La misma fue modificada por la ley 26.432 en 2008 donde modifica la definición de
bosque cultivado, entendiendo como tal el obtenido mediante siembra o plantación de
especies maderables nativas o exóticas adaptadas ecológicamente al sitio, con fines
principalmente comerciales o industriales, en tierras que, por sus condiciones naturales,
ubicación y aptitud sean susceptibles de forestación o reforestación según lo indicado en
el ordenamiento territorial de Bosques Nativos adoptados por Ley Provincial según lo
establecido en la Ley Nº 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental
para Bosques Nativos.
También prorroga los plazos de vigencia de la ley por el término de diez años.
El régimen previsto. Ámbito de aplicación:
La Ley prevé un régimen de promoción a las inversiones que se realicen en nuevos
emprendimientos forestales, en la instalación de nuevos proyectos foresto industriales y
en las ampliaciones de los existentes, siempre y cuando estos impliquen la implantación
de nuevos bosques (art. 1). El régimen de promoción se basa en exenciones impositivas
y otorgamiento de créditos no reintegrables.
Este régimen tiene por objeto ser aplicado en el ámbito provincial porque adhirió por el
Decreto 133/99 y cumplió con los requisitos operativos que señala la ley (artículo 6).
Desde el punto de vista operativo enmarca dos instrumentos económicos de fomento de
la actividad:
(a) Un tratamiento fiscal diferencial favorable;
(b) Un apoyo económico no reintegrable.
e) Los Bosques Modelo
El Bosque Modelo representa una alternativa de desarrollo sutentable a escala
representativa de una bioregión, designada por los actores directamente involucrados
con un ecosistema boscoso y cuyas actividades de manejo se diseñen con fines de lograr
objetivos específicos para tales actores en su propio ecosistema.
Se basa en un modelo conceptual de organización y gestión general, la idea se
fundamenta en crear e implementar estrategias de acción para una región boscosa
específica y una realidad socioeconómica y cultural particular, favoreciendo el
aprendizaje común en el proceso.
En la Argentina el Bosque Modelo se definió como una ―asociación de voluntades que
planifiquen y gestionen un modelo de desarrollo sustentable en ecosistemas forestales
representativos de la bioregión. Este modelo debe elevar el nivel y calidad de vida de las
comunidades o asentamientos humanos marginados o de bajos recursos, como pauta
fundamental‖.
Cada Bosque Modelo se compromete a alcanzar una serie de objetivos que reflejan el
contexto socio-económico, cultural, político y ambiental de su zona, con fines de
encontrar soluciones, a corto y mediano plazo, en las cuestiones locales de manejo
integral de recursos naturales, alternativas productivas, etc. y de desarrollar planes
estratégicos para lograr una ordenación sustentable a largo plazo.
Las asociaciones del Bosque Modelo ayudan a crear un espacio de equidad y
participación en la toma de decisiones entre los distintos actores, ofreciendo la
oportunidad de compartir información, armonizar objetivos conflictivos mediante
compensaciones recíprocas y desarrollar soluciones mejores y más eficaces para la
conservación de los bosques y demás recursos naturales, sin arriesgar su biodiversidad,
la integridad de sus ecosistemas o su capacidad productiva.
A nivel internacional, los Programas de Bosques Modelo se vinculan en una Red
Internacional, promovida por el Gobierno del Canadá y actualmente administrada por el
Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC/CIID).
A su vez, a través de Resolución de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política
Ambiental en Julio de 2000, se creo la Red Nacional de Bosques Modelo en el marco
del Programa de Bosques Modelo en la República Argentina.
Con la puesta en marcha de la Red Nacional esta Secretaría se propone fortalecer el
desarrollo del Programa de Bosques Modelo en el país, atendiendo a la conservación y
sustentabilidad de los ecosistemas forestales; cumplir con la meta establecida de lograr
la implementación de un Bosque Modelo por región fitogeográfica y facilitar la
cooperación técnica entre los programas regionales desarrollados y en proceso de
desarrollo, así como su articulación y participación en las actividades de la Red
Internacional.
f) El Decreto presidencial 1332/02 crea en el ámbito de la Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable del Ministerio de Desarrollo Social, el Programa Social de
Bosques (PROSOBO).
El Programa está dirigido a favorecer a comunidades rurales concentradas y dispersas,
contribuyendo a evitar su desarraigo, y asegurando la sustentabilidad de las actividades
que promueve, mediante la autogestión, la organización y la participación comunitaria.
Las potenciales actividades de restauración y aprovechamiento sustentable de las masas
forestales nativas o de forestación impulsadas por el ProSoBo se identificarán a partir de
situaciones de necesidad que surjan de manifestaciones espontáneas de la población,
solicitudes de intervención por parte de Municipios u otras autoridades, ONGs,
entidades religiosas, instituciones educativas, universidades, cooperativas, asociaciones,
etc., o bien a partir de iniciativas surgidas de estudios de base realizados por el
Programa.
Estos proyectos se basan en la realización de acciones para la preservación de estas
especies y sus hábitats, tales como la concientización del público general y grupos
interesados sobre la situación de estas especies, la disminución de la presión de caza, la
generación de estrategias de conservación de sus hábitats, actividades de rescate y
reintroducción al medio silvestre, propuestas de estudio, entre otras.
Estas acciones se plantean conjuntamente con las provincias en las cuales estas especies
tienen distribución, fundamentalmente tendiendo a la toma de decisiones consensuadas.
B)PROGRAMAS NACIONALES DE NATURALEZA AMBIENTAL DESTINADOS AL SECTOR
PRODUCTIVIO
a)Programa de gestión ambiental para una producción sustentable en el sector
productivo
El Programa de Gestión Ambiental para una Producción Sustentable en el Sector
Productivo tiene como objetivo contribuir al desarrollo ambientalmente sustentable de
la actividad productiva. Está estructurado en dos Subprogramas: ―Subprograma I:
Promoción de la Producción Limpia‖ y ―Subprograma II: Gestión ambiental minera‖.
Sus objetivos específicos son: promover la adopción de prácticas de Producción Limpia
por PyMEs como estrategia de gestión ambiental empresarial y promover la
incorporación
de
la
variable
ambiental
en
la
actividad
minera.
Provincia de Buenos Aires
La provincia de Buenos Aires siendo la más industrializada del país podrá impulsar
proyectos productivos menos dañinos para el ambiente y reconvertir la industria en ese
mismo sentido, teniendo no solo el aval técnico sino también el económico ya que
dichos proyectos subsidian la actividad beneficiosa para el ambiente.
También Buenos Aires desarrolla la actividad minera explotando minas de tercera
categoría llamadas canteras que son los materiales de construcción utilizados en la
provincia y zonas aledañas, esta actividad es perjudicial para el ambiente, pero
beneficiosa para su prosperidad y economía, es oportuno considerar la posible
implementación de un programa que evite los daños que produce la actividad.
b) Estrategia Nacional de gestión integral de residuos sólidos urbanos
Corresponde a los municipios el manejo de los residuos, aunque un tema de esta
relevancia requiere de la participación de los distintos niveles de gobierno ya que su
inadecuada gestión compromete las condiciones necesarias para asegurar la salud
pública y la protección ambiental.
La Nación a través de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable diseñó la
Estrategia Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU) con
el objetivo de brindar respuestas adecuadas y concretas al manejo de los residuos y
configurar así, una verdadera Política de Estado.
Provincia de Buenos Aires
El Gobierno Argentino obtuvo apoyo técnico y financiero del Banco Mundial.
La provincia puede procurar financiamiento para minimizar o resolver el problema de la
acumulación de residuos en rellenos sanitarios que provoca contaminación del aire agua
y suelo.
No podrá resolver el problema de un modo integral pero podrá obtener la financiación
de los costos de infraestructura para la disposición final y sus sistemas asociados, a
través de la construcción de rellenos sanitarios, plantas de tratamiento, estaciones de
transferencia y el cierre de basurales a cielo abierto, según se requiera. Otros de los
componentes son, el fortalecimiento institucional de las autoridades involucradas en la
gestión de residuos, en todos los niveles de gobierno y la elaboración de planes sociales
en las diferentes jurisdicciones para la inclusión social de los recuperadores informales
de residuos.
Los objetivos específicos son :
• Construir centros de disposición final (CDF) regionales en los casos que sea factible,
plantas de tratamiento y estaciones de transferencia según se requiera, además del cierre
de los basurales a cielo abierto,
• Brindar asesoramiento en la gestión financiera municipal para la recuperación de
costos y asegurar así la sostenibilidad de la gestión,
• Promover la inclusión social de los recuperadores informales de residuos,
• Establecer políticas que promuevan la minimización de residuos a generar y a
disponer, a través de su máxima valorización en todas las etapas de la gestión integral.
En este proyecto podrán participar
• Sector Público; Gobierno Nacional, Provincial y Municipal
• Sector Privado formal e informal
• Organizaciones de la Sociedad Civil
• Comunidad Educativa
• Comunidad en general
Pudiendo erradicarse los problemas de salud vinculados a una mala gestión de los
residuos, Preservar el ambiente, mejorar la calidad vida de los recuperadores informales
de residuos.
c)Plan federal estratégico de desarrollo turístico sustentable
El objetivo general del proyecto es apoyar la sustentabilidad ambiental del turismo en
los municipios turísticos de Argentina comprendidos en el Plan Federal Estratégico de
Desarrollo Turístico Sustentable. El propósito del Programa es la gestión de residuos
sólidos en municipios turísticos, mediante proyectos que: implementen soluciones
técnica, ambiental y financieramente viables; fortalezcan las capacidades de las
localidades elegidas para que puedan ejercer efectivamente sus competencias en
materia de gestión de residuos; y amplíen la conciencia y participación de las
comunidades
locales
en
esta
materia
El Programa tiene dos ejecutores La Secretaría de y la Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable (SAyDS)
Provincia de Buenos Aires
La Provincia de Buenos Aires tiene una costa plagada de Municipios Turísticos que
podrán beneficiarse con estos programas pudiendo solcitar el financiamiento de
estudios de factibilidad técnica, económica, financiera, ambiental, social e institucional
para brindar una solución integral y ambientalmente adecuada para la recolección,
transporte y disposición final de RSU entre otros estudios ambientales, incluyendo el
PROPUESTAS GENERALES DE MODIFICACIONES A LA LEGISLACIÓN PARA EL MEJOR
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD EN LA PROVINCIA RECOMENDACIONES
aprovechamiento de biogás para la generación de electricidad.
1-Tomar en cuenta y armonizar las normas provinciales en materia ambiental
sancionadas y que se sancionen, en el futuro con las normas sobre Presupuestos
Mínimos que el Congreso de la Nación vaya sancionando.
EL COFEMA trabaja activamente en la materia, a quienes aconsejamos consultar al
respecto.
2-Las normas provinciales nunca deberán transgredir normas nacionales de aplicación
en la provincia tanto generales como la Constitución Nacional, el Código Civil, El
Código Penal, o normas especiales como la Convención Sobre Biodiversidad, o Sobre
el Cambio Climático.
3- Habrá que considerar la posibilidad de que organizaciones no gubernamentales
situadas en la provincia de Buenos Aires, que tengan como objeto el cuidado ambiental,
interpongan acciones de amparo para proteger el ambiente que consideran dañado.
Para que el accionar de estas organizaciones responda solamente a intereses legítimos,
habrá que sancionar una norma reglamentaria a nivel provincial, que regule y limite
adecuadamente la actividad de estas ONGS.
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