¿Quiénes son los luteranos? Los luteranos forman la primera iglesia protestante que emergió, primero en Alemania, como resultado del movimiento de reforma iniciado por el monje agustino Martín Lutero. A todos sus seguidores, y quienes también decidieron separarse de la iglesia oficial de entonces -la Iglesia Católica Romana- se les llamó, lógicamente, luteranos. A todas luces, Martín Lutero fue el genio y el héroe de esa trascendental y profunda revolución teológica que sacudió los cimientos de la autoritaria Iglesia Romana, que le asestó un golpe certero a la autoridad papal, que arremetió contra el error y tráfico de las indulgencias y que, sobre todo, fue una estentórea clarinada que despertó la conciencia de millones de europeos, iluminándola con la auténtica verdad bíblica. Para ser justos, no se puede desligar a la persona de Lutero de tan necesaria como providencial reforma; el impacto de su recia personalidad le imprimió un sello inequívoco a la Iglesia Luterana. Para entender a ésta hay que conocer a aquél. La revolución religiosa empezó en Lutero mismo. La otra -la eclesiástica- fue la repercusión de la suya. Lutero, quien nació en Eisleben el 10 de noviembre de 1483, hijo de un minero, fue profesor en la Universidad de Wittenberg, Alemania, y un fraile apasionadamente religioso, muy estudioso, de mente clara y carácter impetuoso. Dos incidentes fueron los medios de que Dios se valió para producir en Lutero una Transformación espiritual profunda y para utilizarlo como el instrumento humano en la enérgica proclamación de la verdad eterna. Fueron éstos: la bula del Papa León X, que autorizaba la venta de las indulgencias, y el descubrimiento que Lutero había hecho por sí mismo de la verdad cardinal del evangelio y que el apóstol Pablo la expresa así: "mas el justo por la fe vivirá" (Ro. 1:17). Si por un lado la bula papal le provocó indignación y arrojo, por el otro, la doctrina neotestamentaria de la justificación por la fe, la sola fide, le iluminó la mente y le trajo paz, gozo y seguridad a su corazón religioso penitente. Esa experiencia, radical y tajante, convirtió a Lutero en el coloso de la verdad, de la justicia y de la libertad. De ahí en adelante, Lutero fue el luchador, el proclamador, el investigador, el maestro y guía, el escritor y organizador. Compareció ante el emperador Carlos V y el representante del Papa en la Dieta de Worms, y con determinación afirmó: "... no puedo creer al Papa o al concilio solos; me adhiero a mi conciencia y a la Palabra de Dios... no puedo retractarme . . . Aquí estoy, no puedo más . . . Dios me ayude". El Papa lo excomulgó, el Elector Federico de Sajonia lo apoyó, e infinidad de gente lo siguió. La obra de Lutero se consolidó y se estableció. Lutero, amante de la vida familiar, fundó su propio hogar; realizó una labor importante como escritor y compositor de himnos y lanzó al mundo su obra monumental: la traducción de la Biblia al idioma del pueblo alemán. Las iglesias luteranas en la actualidad cuentan con 69 millones de adherentes en 85 países del mundo. El número de miembros luteranos en los Estados Unidos hacia el final de 1973 era de 8 millones. Los grupos regionales luteranos son conocidos como distritos o sínodos. Ellos eligen delegados a las convenciones nacionales, y en tal capacidad actúan como "la iglesia". Los luteranos reconocen que la autoridad final está en las congregaciones locales, las cuales, a su vez, transfieren parte de esta autoridad a las corporaciones mayores. II. Cuerpo de doctrinas características Los luteranos aceptan la Biblia como la Palabra de Dios, y también los documentos conocidos como el Credo de los Apóstoles, el Credo Niceno, igual que la Confesión de Ausburgo y los Catecismos de Lutero; todo lo cual, y seis otras "Confesiones", están incluidos en el Libro de Concordia. Ellos afirman no tener doctrinas diferentes de la fe cristiana, según se describen éstas en el Nuevo Testamento y que se resumen en el Credo de los Apóstoles. Respecto de las ordenanzas del evangelio, o "sacramentos", los luteranos creen así: "Los sacramentos del bautismo y de la cena del Señor no son considerados como meros símbolos y monumentos conmemorativos, sino como canales a través de los cuales Dios imparte su gracia. Los luteranos creemos que el cuerpo y la sangre reales de Cristo están presentes en, con, y bajo los elementos terrenales en la cena del Señor, y que éstos son recibidos sacramental y sobrenaturalmente. La Iglesia Luterana cree en el bautismo infantil; las personas bautizadas son consideradas como si hubieran recibido del Espíritu Santo el don potencial de la regeneración y son miembros de la iglesia, aunque la calidad de miembro activo se adquiere después de la confirmación." De acuerdo con la Confesión de Augsburgo, "el bautismo es necesario para la salvación". En el Pequeño Catecismo de Lutero dice así: "El bautismo produce el perdón de pecados." Creen que por medio de la fe en Cristo se empieza una nueva vida, la cual se alimenta y se fortalece por los dones de Dios que vienen a través de su Palabra y los sacramentos. Ellos piensan que la vida cristiana es una respuesta de agradecimiento al Padre celestial amoroso, más bien que una obediencia a un monarca duro. Entre los luteranos, la forma de culto y la liturgia son muy semejantes a las de la Iglesia Católica, de la cual Lutero conservó varias cosas. Lutero puso énfasis en la doctrina del "sacerdocio de los creyentes", entendiendo por esto <que el cristiano, individualmente, tiene acceso ante Dios y recibe su gracia salvadora. Lutero rechazó los otros "sacramentos" de la iglesia Católica, por considerar que Cristo no los estableció. Los luteranos creen en que cada cristiano es "santo" no en el sentido de que es perfecto, sino en que por la gracia de Dios progresa hacia la santidad. El pecado es, en esencia, desobediencia a Dios; es la condición básica de nuestra personalidad. La única razón de nuestra existencia es hacer la voluntad de Dios nuestro Creador. El hombre necesita ser rescatado y la salvación es un don, un regalo de Dios. Cuando el hombre quiere ser salvo y cree en Cristo, Dios viene al hombre y lo salva. Sólo Dios puede salvarnos. A este respecto, el sacrificio de Cristo en la cruz es suficiente y completo. Los luteranos creen en la doctrina de la Santísima Trinidad; creen también en el cielo y el infierno, como los lugares y estados finales de quienes mueren en Cristo y de quienes mueren sin el perdón de sus pecados. Los luteranos no reconocen al Papa de Roma como la cabeza visible de la iglesia cristiana, ni como el sucesor de Pedro en la institución del papado. Pero sí muestran un gran respeto a todas las demás iglesias de la cristiandad. En cuanto al divorcio, a los medios artificiales de anticoncepción y otras cuestiones de índole social, dicen que la iglesia no es una sociedad legisladora, sino una agencia mediante la cual el Espíritu Santo moldea y dirige las vidas cristianas en su crecimiento hacia la santidad. Práctica y doctrinalmente, creen en la separación de la iglesia y el Estado, (aunque en Alemania y los países del Norte de Europa funcionaron como iglesia oficial del Estado) y unánimemente se han opuesto al nombramiento de embajadores ante el Vaticano. No obstante, participan activamente en el movimiento ecuménico para que las diferentes denominaciones del cristianismo histórico se entiendan, se relacionen y cooperen entre sí. EN LA ARGENTINA: ¿Quiénes son los luteranos? La Iglesia Luterana es una comunidad cristiana mundial que cree, confiesa y vive de acuerdo con las promesas del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La mayoría de las iglesias luteranas forman la Federación Luterana Mundial y son miembros del Consejo Mundial de Iglesias. ¿Por qué se los llama "luteranos"? Esta designación surgió en el siglo XVI. Al principio fue utilizado por los oponentes a la Reforma encausada por un monje católico alemán llamado Martín Lutero. Lutero, al igual que otros reformadores, no deseaba abandonar la Iglesia Católica Romana, sino promover cambios dentro de ella por cuanto se había tornado intolerablemente opresora y corrupta. Su anhelo era que la iglesia volviese a ser fiel a su fundamento bíblico. Pero las acciones reformadoras llevaron a que Lutero fuese condenado y expulsado de la Iglesia de Roma. Así surge la iglesia evangélica luterana, que en un principio contaba con el apoyo de gran parte del pueblo alemán, y luego de los países escandinavos. Después de unos años los seguidores de la Reforma de Lutero empezaron a llamarse "luteranos", "evangélicos" o "protestantes". ¿Cuándo llegaron los luteranos a la Argentina? Los luteranos tenemos una larga data en la Argentina. Las primeras comunidades llegaron al país a mediados del siglo XIX desde distintas regiones de Alemania y Dinamarca. Más tarde, con las sucesivas olas inmigratorias, se les sumaron comunidades provenientes de otras nacionalidades: noruegos, suecos, finlandeses, rusos, checos, eslovacos, eslovenos, húngaros, estonianos, letones, etc. A principios del siglo pasado misioneros luteranos de los Estados Unidos se dedican a la obra en castellano fundándose comunidades, escuelas y hogares entre la población del país de origen no-luterano. Con trasfondos diversos y sumando una variedad de tradiciones la Iglesia Evangélica Luterana Unida (que es uno de los cuatro sínodos luteranos del país) se organiza en 1948 obteniendo su propia personería jurídica. En la actualidad la obra de la Iglesia Evangélica Luterana Unida se realiza en 30 congregaciones, 7 obras de misión, 5 colegios, 1 hogar de ancianos, 1 hogar de señoritas, 1 hogar de varones y 4 hogares de estudiantes universitarios. Estamos localizados en las principales regiones del país y del Uruguay. Participamos activamente de la educación teológica en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos junto a otras iglesias protestantes, y somos miembros del Consejo Latinoamericano de Iglesias y de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas. Con las iglesias luteranas hermanas y con el apoyo de la Federación Luterana Mundial también participamos en numerosas obras de promoción y ayuda social, con la esperanza no sólo de asistir en las necesidades concretas, sino de fomentar pequeños núcleos que imaginen y contribuyan a una sociedad más justa, equitativa y solidaria. ¿Qué enseñanzas son importantes para los luteranos? 1. La justificación. Es recibida sólo por gracia a través de la fe. Lutero se convenció de que la Biblia enseñaba que el perdón y la salvación no se obtienen por medio de las "obras", sino que es un regalo de Dios. Esta verdad bíblica la encontró estudiando la carta del Apóstol Pablo a los Romanos, que dice: "Así pues, libres ya de culpa gracias a la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Pues por Cristo gozamos del favor de Dios por medio de la fe, y estamos firmes, y nos alegramos con la esperanza de tener parte en la gloria de Dios" (Romanos 5:1-12). Lutero no negaba que las obras de caridad, la oración o muchos de los ritos y las prácticas religiosas fueran buenas, ¡al contrario! Sólo que ellas por sí mismas no pueden realizar ni garantizar la salvación. Cristo es quien nos salva, y por ello es que celebramos, rezamos y servimos al prójimo en amor y justicia. 2. La Palabra de Dios. Jesucristo es la perfecta revelación de Dios. Por lo tanto él es la Palabra de Dios encarnada, el Logos o plan de Dios para la salvación del mundo entero. La Biblia es donde encontramos el testimonio de Jesucristo, que es proclamado hoy en cada iglesia cristiana diseminada por el mundo. El testimonio de la Biblia es la norma de la fe de los luteranos. 3. Los sacramentos. El Santo Bautismo y la Eucaristía (o Santa Cena) son considerados los dos únicos sacramentos. Estas reflejan los mandatos de Jesús en donde la promesa divina y los elementos visibles (el agua bautismal, y el pan y vino eucarísticos) se unen para impartir gracia y perdón a aquellos que se reúnen en comunidad para recibirlos. 4. Los Diez mandamientos. Fueron enseñados en los tiempos del antiguo Israel para que el pueblo amara a su Dios y respetara a su prójimo. Pero los mandamientos no sólo son una guía en lo que debemos hacer sino que también nos señala nuestras limitaciones y la necesidad que tenemos siempre de la gracia. Nos ponen de relieve que no cumplimos cabalmente con el llamado de Dios, que no podemos lograr nuestra salvación por nuestro propio esfuerzo. En la comunión con Cristo vivimos los mandamientos no como una condenación sino en la alegría y la esperanza que brota de la fe. Por ello los luteranos enfatizan un compromiso y responsabilidad hacia el prójimo y la creación, que deben expresarse en las acciones de todo creyente como traducirse en instituciones y formas sociales y económicas que fomenten la paz, justicia e integridad de la creación. 5. Los Credos. Estos son fundamentales para la fe cristiana ya que expresan de una forma clara y sucinta lo que creemos y enseñamos. No sólo son una señal de nuestra comunión con la primitiva iglesia sino que también significan una norma para nuestra interpretación de las escrituras y del Dios trino revelado en ellas. Los credos Apostólico, Niceno y Atanasiano son los reconocidos por los luteranos. 6. El Padre Nuestro. Es una oración que nos enseñó Jesús dirigida a nuestro creador y Padre. Nos enseña cómo hablar con Dios, qué cosas esperar, y por qué cosas pedir. Toda vida cristiana está guiada por esta oración, que es el principio y fin de toda plegaria individual y comunitaria. ¿Por qué la iglesia luterana es evangélica y católica? Es evangélica porque su mensaje gira alrededor de la persona y mensaje de Cristo. Además es evangélica por su énfasis en la salvación dada por la gracia a través de la fe. Estas son las buenas noticias que proclama nuestra iglesia, exactamente lo que quiere decir la palabra evangelio. Nuestra iglesia comparte estas buenas noticias para que toda persona venga a conocer lo que Dios ha hecho y hace en Cristo. Es católica en el sentido de que es para todos, universal. Nuestra iglesia no es excluyente ni está limitada a ningún grupo. Es una iglesia que busca la unidad entre los cristianos y la humanidad entera. También es católica porque sus tradiciones y confesiones se hallan en continuidad con lo proclamado por la iglesia cristiana desde sus inicios. La Congregación San Pedro La congregación San Pedro, es una comunidad inclusiva comprometida por su fe con su realidad y contexto, surge de las migraciones de población desde el interior de la provincia a la capital en busca de trabajo o estudios. La actividad religiosa se formaliza el 26 de septiembre de 1948 como congregación San Pedro. El pastor Pablo Lienck, en aquellos comienzos, se dedicó a reunir a los protestantes congregándose para sus Cultos en el ex Hotel Savoy de la calle Sarmiento. En la necesidad de asistir a las familias del interior en la educación secundaria de sus hijos la congregación creo dos residencias para hospedar a jóvenes del interior, de la provincia de Corrientes y del Paraguay. El 19 de agosto de 1951 se coloca la piedra fundamental del Templo, el cual es inaugurado en 1955 junto con la casa pastoral en la calle Entre Ríos. Con el transcurrir del tiempo, donde la educación media había llegado a las ciudades y pueblos del interior, y de acuerdo al nuevo contexto el edificio del Internado se transforma en hogar para jóvenes universitarios, surge así el Centro Luterano. A partir de la década del ´60 se comienza con el uso del castellano en las celebraciones litúrgicas; iniciándose así el proceso de la transformación de comunidad de inmigrantes a una de características propias, abierta a la comunidad. Desde 1985 la congregación comenzó a estudiar el tema escolar, un grupo de docentes luteranos comenzó a trazar la idea de un colegio que pudiera ser la propuesta educativa desde el concepto luterano de la educación, el compro-miso social y el desarrollo científico. Surge así a partir de 1993 el Instituto Gutenberg, que cuenta en la actualidad con Nivel Inicial, Nivel Primario, Poli- modal, Espacio de la Formación Docente, e Idioma alemán. A partir del 2007 y como consecuencia de la presencia luterana desde 1984 en el barrio Don Santiago, en Garupá, se inicia la Misión Santiago Apóstol. La congregación había acompañado a las familias del barrio en la década del ´80 con la creación de una cooperativa para el tendido de la red de agua potable, con la organización de los vecinos y el apoyo económico de la Federación Luterana Mundial. A partir de marzo de 2010 se reactivó la Sala de Lectura Martín Lutero, con apoyo escolar, consulta bibliográfica y estímulo a la lectura para niños y niñas en edad escolar. En la actualidad la Misión desarrolla programas de servicio comunitario, a lo cual la iglesia denomina como Diaconía. La congregación integra, junto con otras comunidades luteranas, el Distrito Norte. El gobierno de la congregación es participativo y democrático. Los miembros confirmados o recibidos por profesión de fe participan de las asambleas anuales que elegirán a las autoridades del Consejo Directivo. Las asambleas a propuesta del Consejo Directivo eligen a sus pastores y pastoras siguiendo un procedimiento establecido por las Normas de la Iglesia Evangélica Luterana Unida. En la vida congregacional inclusiva se destaca el ministerio a los niños y niñas a través del Departamento de Educación Cristiana. Los jóvenes comparten un espacio de participación destacada en la construcción de la comunidad de fe. El Evangelio desde la mirada global permite la creación de distintos grupos de interés. La comunidad luterana, como parte de la práctica de su fe, siente un compromiso en la realidad y el medio donde se encuentra en la promoción de la dignidad de las personas, hacia una sociedad justa y solidaria, base de los valores del Evangelio. Aquí hay un lugar vos. Iglesia Evangélica Luterana Unida Congregación San Pedro Entre Ríos 2245, 3300 POSADAS Oficina pastoral 0376 4436667 [email protected] Secretaría administrativa 0376 4433518 [email protected] Misión Santiago apóstol Dr. Sabín y Av. De las Américas Barrio Don Santiago, GARUPÁ