Paquito D’Rivera: Jazz meets the classics (Sunnyside Records, 2014) Recordando otros trabajos anteriores de Paquito D´Rivera, en los que la música clásica ha sido la gran protagonista, Jazz meets the classics supone un escalón más dentro de la dilatada carrera de este saxofonista cubano. Este trabajo es la culminación del espectáculo del mismo nombre que Paquito D´Rivera ha venido ofreciendo en directo en varios festivales y clubes. El repertorio, como cabe suponer, está inspirado en obras de autores como Chopin, Beethoven y Mozart, con el añadido de composiciones de los cubanos Ernesto Lecuona, Agustín Pío Barrios y Pepe Rivero. Los arreglos tratan de unir a través del jazz latino la música de dos continentes, siempre con el estilo inconfundible de este músico de La Habana, trotamundos y maestro del engarce entre el bop y la música latina. El disco se disfruta con agrado, como no podía ser menos, vista la formación que le acompaña, con Diego Urcola y Pepe Rivero como fieles escuderos. La rítmica complementa una banda que redondea cada uno de los temas, en los que la música clásica aporta calidad compositiva y los músicos se dedican a enriquecerla con sus atractivas aportaciones completando un conjunto que, por momentos, rozan la belleza sonora. © Carlos Lara, 2015 Paquito D’Rivera: Jazz meets the classics Músicos: Paquito D´Rivera (saxo soprano y clarinete), Diego Urcola (Trompeta y trombón), Pepe Rivero (piano), Oscar Stagnaro (bajo eléctrico), Mark Walter (batería) y Arturo Stable (percusión). Composiciones: “Fantasia Impromptu”, “Beethoven Peru”, “Paquito Introduce Adagio”, “Adagio”, “Die Zauberclarinete”, “Al fin te vi”, “Las Abejas”, “Vals de la media hora”, “Nocturno en la Celda”, “Pa bebo” y “E minor Prelude”. Temas basados en obras de Chopin, Beethoven y Mozart, excepto “Al fin te vi”, por Ernesto Lecuona, “Las Abejas”, por Agustín Pío Barrios y “Pa Bebo”, por Pepe Rivero. Grabado en directo el día 4 de junio de 2012 en el Dizzy´s Club Coca Cola Editado en 2014 por Paquito – Sunnyside Records. SSC4555. Distribuido por Karonte Wayne Escoffery Quintet: Live at Firehouse 12 (Sunnyside Records, 2014) Wayne Escoffery presenta al frente de su quinteto su nuevo álbum Live at Firehouse 12 grabado durante una gira en un club del mismo nombre de la ciudad de New Haven. El disco evidencia la gran maestría compositiva de Escoffery, donde ha sabido combinar de manera brillante lo tradicional y lo contemporáneo. Con una sección rítmica standard enriquecida con la aportación de teclados, en esta ocasión se ha acompañado de los talentos de Jason Brown a la batería, Rashaan Carter, al contrabajo, Orrin Evans, en el piano y Rachel Z en los teclados. La pieza introductoria es una colaboración de Escoffery y Rachel Z llamada “Zwe1”, donde la teclista aporta sus texturas sintetizadas, permitiendo la entrada de Escoffery con un sonido de saxo limpio, directo y con ese sabor añejo de los clásicos. “Gulf of Aqaba” es probablemente la mejor pieza de fusión del disco, donde Escoffery muestra momentos en los que derrocha mucha energía, acompañado por el pianista Orrin Evans, que está sensacional en su solo. “The Only Son of One” comienza con una pequeña introducción lírica de Rachel Z retratando una bonita melodía, que se desarrolla por terrenos de mucha improvisación. El tema final, “Blue Monsoon”, fue originalmente grabado por Sonny Stitt, uno de los héroes de Escoffery. Comienza con una cautivadora interpretación de saxo en solitario. A continuación, Escoffery, Carter y Evans interpretan juntos la primera parte del tema, dejando que Carter toque el bajo en estilo funky. Evans también se luce con sus fraseos siguiendo a Escoffery quien, con maestría, lleva el saxo por terrenos llenos de delicadeza. Escoffery ratifica que es uno de los saxofonistas jóvenes con mayor futuro. Live At Firehouse 12 se percibe como un álbumhíbrido de estudio y directo. Wayne Escoffery se mueve al la perfección entre el jazz acústico y el jazz eléctrico. El disco tiene una duración un poco corta apenas 36 minutos, pero las cuatro piezas son de una intensidad tal, que dejan la agradable sensación de haber acudido a un viaje poblado de matices y detalles que merecen la pena descubrir. © Carlos Lara, 2014 Wayne Escoffery Quintet: Live at Firehouse 12 Wayne Escoffery (saxo tenor), Rachel Z (teclados), Orrin Evans (piano), Rashaan Carter (contrabajo) y Jason Brown (batería). “Zwe1”, “Gulf of Aqaba”, “The Only Son of One” y “Blue Monsoon”. Todos los temas compuestos por Wayne Escoffery, excepto “Zwe1”, por Wayne Escoffery y Rachel Z y “Blue Monsoon”, por Esmond Edwards. Grabado el 16 de abril de 2013 en Firehouse 12 en New Haven (Connecticut). Editado en 2014 por Sunnyside Records. SSC 1379 Alan Ferber Big Band: March Sublime (Sunnyside Records, 2013) El veterano trombonista, compositor y arreglista Alan Ferber, asiduo acompañante de la Vanguard Jazz Orchestra y colaborador de otras grandes bandas como la de John Hollenbeck, Gerald Wilson o Les Brown, lidera en esta ocasión su propio proyecto con March Sublime, en el que se ha rodeado de un gran plantel de músicos, todos ellos destacados solistas. Acompañado por su hermano Mark a la batería y el contrabajista Matt Pavolka, la música deambula y se mueve por variadas direcciones, apoyadas en unas grandes melodías y armonías compuestas por Ferber, que dirige una super banda en la que se hace muy difícil destacar a alguno de los músicos. El disco es su primer trabajo como líder y consta de ocho temas, cinco composiciones de Alan Ferber, más un standard, una pieza de Chris Cheek y otra de la islandesa Bjork. Aparte de las interpretaciones de los solistas, todas ellas sobresalientes, hay en March Sublime un magnífico trabajo en cuanto a los arreglos. El estilo general del disco es ecléctico y sus influencias son varias. Por momentos asistimos a remembranzas de clásicos como la orquesta de Red Norvo o contemporáneas como la de John Hollenbeck, Darcy James Argue, o de su mentor musical Bob Brookmeyer, sin olvidar a Maria Schneider, cuya música se sitúa entre la de Brookmeyer y la de Gil Evans. March Sublime es muchas cosas a la vez. Alan Ferber ha conseguido reflejar el sonido de las grandes bandas, pero se mueve en varias influencias musicales y cada tema supone una nueva pincelada de color en su trabajo. Ferber ha ido más allá en el habitual repertorio de las big bands con una música atrevida, formada por múltiples elementos que posibilitan el lucimiento del conjunto de los músicos que componen la banda. © Carlos Lara, 2014 Alan Ferber Big Band: March Sublime Alan Ferber (trombón), John O’Gallagher (saxos alto y soprano), Rob Wilkerson (saxo alto), John Ellis (saxo tenor y clarinete bajo), Jason Rigby (saxo tenor y flauta), Chris Cheek (saxo barítono), Tim Albright (trombón), Ryan Keberle (trombón), Josh Roseman (trombón), Jennifer Wharton (trombón bajo), Taylor Haskins (trompeta), Scott Wendholt (trompeta), David Smith (trompeta), Alex Norris (trompeta), Clay Jenkins (trompeta), Anthony Wilson (guitarra), David Cook (piano y teclados), Matt Pavolka (contrabajo y bajo eléctrico) y Mark Ferber (batería). “Kopi Luwak”, “Hyper-Ballad”, “Wildwood Intro”, “Wildwood”, “So It Seems”, “March Sublime”, “I Get Along Without You Very Well” y “Compass”. Temas compuestos y arreglados por Alan Ferber, excepto “I Get Along Without You Very Well” de Hoagy Carmichael, “HyperBallad” de Bjork y “So It Seems” de Chris Cheek. Grabado los días 31 de mayo y 1 de junio de 2012 en Systems Two de Brooklyn (Nueva York). Editado en 2013 por Sunnyside Records SSC1367 Albert “Tootie” Heath: Tootie’s Tempo (Sunnyside Records, 2013) Albert “Tootie” Heath pertenece a una de esas ilustres familias jazzeras que han escrito a pulso (nunca mejor dicho) la historia del jazz, historia que por otro lado, está salpicada por muchas de estas proles de manera masiva. Proverbiales son los Marsalis (Brandford, Wynton, Delfeayo, Jason, y Papá Ellis), pero también podríamos nombrar a los Jones (Thad, Hank y Elvin), a los más recientes Cohen (Avishai, Anat y Yuval), artísticamente conocidos por el imaginativo nombre de 3 Cohen, al matrimonio Geller, o incluso a los O’Farrill (Arturo, Zack y Adam) o a los cubanos Valdés (Bebo y Chucho), entre muchos otros. El nivel de parentesco es elevadísimo en el mundo del jazz, sin entrar en fórmulas de compadreo y familia lejana, ya que entonces el asunto crecería exponencialmente. Albert “Tootie” es el pequeño de los hermanos Heath (Jimmy, Percy, Albert) a los que hay que sumar la habilidad percusiva del hijo de Jimmy Heath y sobrino de los demás, claro está, llamado James Mtume Heath. Es curioso mencionar que los tres hermanos recibieron apodos por parte de su abuelo, pero tan sólo el de Albert ha perdurado en el tiempo. Tootie es la adaptación de tutti frutti, helado favorito del menor de los Heath. Ante esto, el bueno de Albert sólo puede estar agradecido de no haber nacido en los 80, ya que entonces lo llamaría Haagen Dazs o Frusen Glädje, confiesa entre risas el bueno de Tootie en una entrevista. Y esto mismo, un tutti frutti musical es lo que nos vamos a encontrar en el presente álbum, en un doble sentido. Primero en relación a los temas, varios standards, otros no tan standards y menos composiciones propias. Y segundo, ateniéndonos a la formación de los músicos que componen el trío, donde encontramos: una leyenda del mainstream como lo es Albert Heath, un pianista pop-jazz como Ethan Iverson, extraído directamente del grupo The Bad Plus y un contrabajista, Ben Street, auténtico conocedor de los caminos más free y vanguardistas del jazz. Todos estos ingredientes, tan heterogéneos, dan como resultado un disco que se convertirá en un clásico moderno (permitidme la expresión) con el tiempo, pero que, en el aquí y ahora, o sea el 2013, se ha convertido en una de las mejores placas. Con la primera cucharada de este rico helado, nos percatamos de la originalidad del álbum. “The Charleston”, un viejo tema de James P. Johnson muy inusual en los repertorios de los músicos modernos. Le sigue “Charade”, compuesto a partir de una melodía deliciosa de Henry Mancini para la película homónima. Aunque no hayáis visto la peli, seguro que os suena. “Danube Incident” está creada a partir de un gran tema de Portishead titulado “Sour Times”, que a su vez está basada en otra melodía, creada por Lalo Schfrin para un capítulo de la serie Misión Imposible. Continuamos, dándonos una vuelta por el Savoy, con uno de los títulos más conocidos del disco, “Stompin´ At The Savoy”. En él encontramos sendos solos, de contrabajo y piano, muy imaginativos, pero me quedo con el de Ethan Iverson a las 88 teclas, que te saca completamente de la melodía original para volver poco a poco a introducirte en ella. “Violets For Your Furs” es otro clásico, compuesto por Matt Dennis. Un tema lento que tuvieron muchos músicos en repertorio de manera brillante, entre ellos John Coltrane, Billie Holiday o Frank Sinatra, aunque hay que decir que la versión de nuestro trío no tiene mucho que envidiar. El helado, que tan gratamente estamos degustando, llega a su ecuador, con un blues titulado “The Intimacy Of The Blues”, compuesto por Billy Strayhorn y popularizado por Duke Ellington. Damos una cucharada más en esa ambrosía helada de varios sabores, con un tema muy chopiniano, donde el piano es el protagonista indiscutible, nos referimos a “How Insensitive”. “Fire Waltz” es una composición maestra de Mal Waldron, un homenaje que el trío hace al pianista neoyorquino con un tema hard bop de muchos quilates. Y llegamos al término de este rico helado, donde el final es siempre lo mejor: “It Should Have Happened A Long Time Ago” es una composición de Paul Motian arreglada de forma muy inteligente. Mientras que el piano toca la melodía original del tema, contrabajo y, sobre todo, la batería desarrollan ritmos africanos, que da un toque muy original al track. Y por último, “Tootie’s Tempo” (no confundir con el tema y el disco del mismo nombre, que Tete Montoliú grabó en Copenhage en 1982, y en el que Albert “Tootie” Heath también participaba), un solo de 5:12 minutos del gran maestro a la batería. Resumiendo, un gran disco que sabe a clásico, de uno de los pocos elementos supervivientes de la época dorada del jazz, Albert “Tootie” Heath, todo un maestro que desborda sapiencia y buen hacer por los cuatro costados. Todo lo hace bien y con sentido, regalándonos ritmos infinitos y una técnica extática, llegando incluso a dudar en ocasiones si se trata de un sólo baterista, o de dos. Allá por los 70, Herbie Hancock fundó una banda llamada Mwandishi, palabra swahili que significa compositor. En ella, todos sus componentes utilizaban nombres de este dialecto africano, que era más un truco de mercadotecnia que una conversión real a los sistemas de creencias africanos. Entre estos nombres destacaría uno, el asumido por Albert “Tootie” Heath: KUUMBA, que significa creatividad o creación. Un apodo que le va como anillo al dedo a nuestro músico. © Juan Manuel Castro Medina, 2014 Albert “Tootie” Heath: Tootie’s Tempo. Albert “Tootie” Heath (Batería), Ethan Iverson (Piano), Ben Street (Contrabajo). “The Charleston”, “Charade”, “Danube Incident”, “Stompin’ At The Savoy”, “Violets For Your Furs”, “The Intimacy Of The Blues”, “How Insensitive”, “Fire Waltz”, “Cute”, “It Should Have Happened A Long Time Ago”, Tootie’s Tempo”. Sunnyside Records. 2013