Por Elba Romero López as películas de policías y ladrones le llamaron la atención desde siempre y, alguna vez, soñó con ser policía, pero no un policía común y corriente, sino ese que en el cine es fuerte, osado, hasta ¿buenmozo?, y siempre le gana a los malos de la película. “Es lo que se quiere ahora, que sea una persona bien enmarcada en la sociedad y que ocupe el lugar que le corresponde”. Antes de decidirse por la carrera policial, el director de la Policía de Miranda, comisario Wilmer Flores Trosel, anduvo por pasillos y salones de la Universidad de Carabobo, donde inició estudios de ingeniería. Una relación costos-gastos lo llevó a interrumpir los estudios universitarios. Las matemáticas son exactas y cuando las cuentas no dan, pues no dan. Miró entonces a otros derroteros y recaló en el Iupolc para hacer la licenciatura; previa temporada de trabajo en una empresa ensambladora de vehículos, en Mariara. No era ese precisamente el trabajo que le llenaba de satisfacción, y más L bien, le frustraba pensar en pasarse la vida en esas fachas: un casco, unas bragas de mecánico manchadas y tratar de armar carros, carros y más carros, como si de un rompecabezas se tratase. “A lo mojado échenle agua”, dice un refrán. Y eso fue lo que le pasó al comisario Flores Trosel: una carrera universitaria interrumpida, un trabajo que no llenaba sus expectativas y cuando intentaba ingresar a la policía científica, otro tropiezo más: — Allí en Mariara viví mi vida un poco frustrado, pues no era lo que yo quería hacer en ese momento, estar vestido de braga, un casco, ensamblando vehículos; tomé la decisión de irme a Caracas a buscar futuro, buscar porvenir. Presentó los exámenes para ingresar a la antigua PTJ, pero faltarían otros sustos y saltar otros obstáculos. Los papeles se extraviaron y apareció en la lista de los reprobados. Otra frustración más. Desanimado regresó a Valencia, pensando que nuevamente se le tor- cía el rumbo. No terminaba de resignarse cuando a los pocos días lo llamaron del Instituto Universitario de Policía Científica. A instancias de su abuela acudió al llamado, sin mayores esperanzas. — Mi mayor sorpresa cuando llegué allá era que mis papeles se habían traspapelado, había ingresado el otro lote y ahí me nombraron. Lo demás salió fácil. Mi primer contacto con la institución en la parte laboral fue en San Carlos de Cojedes, evoca el alto jefe policial. Luego de cuatro meses en esta ciudad llanera pasó a la comisaría Las Acacias, en Valencia; volvió a Mariara y luego a la delegación del estado Carabobo, donde “fui jefe de todas las brigadas. Siendo subinspector ya optaba a la jefatura de División Contra Drogas por el trabajo eficaz y eficiente que venía realizando como investigador criminal”. Sucesivamente fue jefe de Investigaciones, Jefe de Investigación de Drogas, coordinador del Iupolc en Carabobo. “Llegó un momento en el que estaba ejerciendo cuatro labores al mismo tiempo, que era la División contra Drogas, coordinador de Iupolc en la sede, estudiaba 5ª año de Derecho y a la vez estaba haciendo una especialización en Criminalística en la Universidad de Carabobo”. En una visita a Caracas, el comisario (general) Edmundo Mayorca (quien después El estado Miranda ocupa hoy octavo lugar de categoría en seguridad. Poli Miranda decomisó en seis meses 339 armas de fuego y detuvo a 2.633 personas por distintos delitos 156 Un equipo de lujo sería asesor jurídico nacional del Cicpc) le dijo que estaba apto para la jefatura de Investigaciones y respondió que “cualquier destino era bueno”. Y dejó atrás a Carabobo para irse como jefe de Investigaciones a Valera (Trujillo), donde estuvo un año. Con el rango de subcomisario pasó a ser jefe de la subdelegación del estado Apure durante un año y tres meses. Estuvo en Villa de Cura y en el sector 8 de Caña de Azúcar, en Maracay. Por concurso logró la jefatura de la Delegación Miranda. EN POLIMIRANDA El gobernador Diosdado Cabello Rondón lo llamó a formar parte de su equipo, para que dirigiera la policía mirandina y “sin pensarlo, fui llamado por la revolución y estoy aquí, sirviéndole a ella hasta que quiera el señor gobernador que esté al frente de esta policía”. De él dependen varias regiones del estado: 1) los Altos Mirandinos; 2) Valles, Charallave y Ocumare; 3) Caucagua, Barlovento; 4) cubre Higuerote hasta el peaje y Playa Pintada; 5) municipio Santa Teresa; 6) Guarenas, Guatire; 7 Petare y demás área metropolitana. Añadió que cuando asumió la dirección de PoliMiranda “conseguí una policía muy pasiva. Hice hincapié en lo primordial, que es el policía, que tiene que estar 24 horas en la calle trabajando en la fase operativa. Posteriormente fuimos diseñando los planes preventivos”. Del resultado de estos planes habla con entusiasmo, pues asegura que son muy buenos. — Las estadísticas hablan solas. En el mes de enero decomisamos tres armas, Orgulloso de las cifras y hoy llevamos 300 y tantas. En seis meses que llevamos al frente de la policía, tenemos 2.633 detenciones por diferentes delitos: flagrancia, 1.499 detenciones; por solicitudes, 676 personas. Aclara que en Miranda no trabajaban el delito de droga. “Ellos tenían ese paradigma de “poli piedra”, que el policía no podía decomisar porque posteriormente la Fiscalía los soltaba. Yo cuando llegué aquí formé la División Contra Drogas y ahorita tenemos 458 personas detenidas”. — Nosotros dimos un adelanto y tenemos un equipo de investigaciones, un equipo de inteligencia, hacemos filmaciones, hacemos llamadas telefónicas, hacemos labores de seguimiento, trabajamos con telefonía; y tenemos 81 allanamientos a centros de distribución de drogas, centros desmantelados con la detención de 458 ciudadanos. Estos operativos han arrojado además otros resultados positivos, representados en la incautación hasta la fecha de 477 kilos de cocaína; 3885 envoltorios de cocaína; 9.916 envoltorios de crack; 18 kilos de marihuana; 2.577 envoltorios de marihuana; y 46 pastillas de éxtasis. Durante una reunión en el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia el comisario Flores Trosel hizo un llamado de atención a la necesidad de controlar a los vendedores de drogas que trabajan en las esquinas, frente a los colegios, los buhoneros que también venden en el centro de la ciudad, así como el taxista que igualmente distribuye. — Nadie está trabajando ese tipo de delito. Nosotros comenzamos a trabajar en esto, y éste es el resultado que estamos dando a la comunidad. Nos estamos preocu- 157 Con el gobernador Diosdado Cabello pando, estamos invirtiendo la pirámide; antes la comunidad venía a la policía, ahora nosotros vamos a las comunidades, nos reunimos con los consejos comunales, directamente en los cerros, en los barrios, las urbanizaciones. CREACIONES POSITIVAS En PoliMiranda tampoco funcionaba la División Contra Robo y Hurto de Vehículos. El policía se limitaba a pedir certificado médico y licencia de conducir, “como si fuera fiscal de tránsito”. Actualmente, tras el cambio de política y de director de Poli Miranda se han recuperado 619 vehículos. — Estamos en un plan de desarme, dice el comisario Flores Trosel, al tiempo que muestra un lote de 339 armas de fuego recuperadas en seis meses: armas largas, cortas, automáticas, semiautomáticas, de fabricación casera, etc. En el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia se elaboran las estadísticas tomando en cuenta la inseguridad en cada región y establece “estados seguros”, “menos seguros” e “inseguros”: en la primera categoría (estados seguros, donde casi nunca pasa nada) están Cojedes, Amazonas, Delta Amacuro, Portuguesa, Vargas, Falcón. El estado Miranda figura entre los estados “menos seguros”, junto con Apure, Guárico, Yaracuy, Mérida, Monagas, Táchira y Trujillo. — Cuando yo recibí esta administración estábamos en el número 2, después del Distrito Metropolitano. Hoy está Distrito Metropolitano, Carabobo, Aragua, Bolívar, Zulia, Anzoátegui, Lara y Miranda. Estamos en el octavo lugar, que si seguimos trabajando un poco más no pasamos a “estados menos seguros”. Y se da otro fenómeno, que es la incidencia El gobernador Cabello condecora a un atleta minusválido AL DECOMISAR UN ARMA SE SALVAN SIETE VIDAS Las estadísticas son simplemente eso, estadísticas, números fríos. Pero para el comisario Flores Trosel tienen una gran significación, porque “por el decomiso de cada arma de fuego estamos garantizando la vida a siete ciudadanos; y el derecho a la propiedad a por lo menos, 20 personas”. Las armas decomisadas se envían al Cicpc de Miranda, de donde las mandan a Balística, dependencia que se encarga de hacer las investigaciones que lleven a ubicar a los culpables de los hechos en los cuales están involucradas esas armas. BUSCANDO LA CATEGORÍA DE “ESTADO SEGURO” 158 delictual por cada 100 mil habitantes, que es otra estadística que se saca. El comisario Flores Trosel menciona que el estado Vargas aparece en la estadística general como un “estado seguro; pero cuando baja la población por cada 100 mil habitantes por extensión territorial, se ubica en uno de los estados inseguros. Por cada 100 mil habitantes se da ese fenómeno: Zulia, Portuguesa, Táchira, Falcón y nosotros (Miranda) que estamos en el puesto 5 como estado seguro”. — Esto es gracias al diseño que estamos trabajando a nivel de Petare en el Plan Preventivo del ministerio, puntos itinerantes, los operativos con todas las policías. EL PROBLEMA DE SIEMPRE La Policía de Miranda no escapa al problema generalizado, común a todos los cuerpos policiales: déficit de funcionario. “Tenemos déficit de funcionario, tenemos en la actualidad un horario que es muy exigente (24 por 24 horas), pero por la incidencia delictiva vale Parada en el acto de ascensos la pena sacrificarnos todos pensando en el proceso, en la revolución y en el estado bolivariano de Miranda”, destaca el comisario Flores Trosel, quien está rodeado de cuatro teléfonos celulares y un interno, a través de los cuales mantiene comunicación continua con ministros, gobernador y todos los directores. “Trabajo ocho veces más de lo que trabajaba dentro del Cicpc, porque divide también en la parte política, que si el gobernador tiene un recorrido en un sector, en Los Valles, en Guarenas, tenemos que acompañarlo, porque somos también parte de la seguridad del ciudadano gobernador”, dice. Mil novecientos funcionarios (administrativos y policías) trabajan en PoliMiranda. Diariamente van a la calle 900 policías, quienes trabajan 24 por 24; pero aumentará el número, porque se aprobó el ingreso de 700 hombres, con un costo de 7 millardos. “Aquí tampoco teníamos patrullas, las patrullas ingresaban por un lado, se reparaban y al día siguiente estaban nuevamente malas. Lo que estaba era desangrando al Estado venezolano con estos talleres”, explicó y eso que requirió que el gobernador Diosdado Cabello adquiriera 250 patrullas, las cuales se repartieron en todo el estado. “Estamos preparando a los funcionarios, los estamos tecnificando. Veo una policía preventiva, aunque sea la verdadera función, razón de ser y espíritu de la policía, veo más allá al policía investigativo, como venimos nosotros inculcados del Cicpc. Tenemos ya Comisiones de Servicios de la Fiscalía, que las están mandando a investigar homicidios; tengo al comisario (j) Juan Ricardo Prieto como jefe de la División de Inteligencia en Los Valles del Tuy”, agregó.Quince perros forman parte del equipo, es decir, la Brigada Canina, preparada por el comisario Israel Mendoza, “el mejor preparador de caninos”. TRABAJO SOCIAL Las patrullas no sólo se utilizan para trasladar presos; a veces, también se usan como ambulancia para el traslado de emergencia de algún lugareño que se enferme hasta el Centro de Diagnóstico Integral o cualquier otro centro y de allí a su casa, si es el caso. PoliMiranda también realiza un trabajo de reinserción social de jóvenes adictos y delincuentes primarios. A través del programa “Fénix”, con una duración de seis semanas, se da atención a la juventud descarriada: actualmente hay 30 muchachos en este programa de charlas, actividades deportivas, estudios psicológicos y psiquiátricos. Una vez recuperado se le ubica en un empleo en una de las direcciones de la gobernación. Hay una observación, cada tres días, para ver de cómo avanzan o no estos jóvenes, y en algunos casos de estancamiento, se les traslada, a petición del interesado, a otros centros de recuperación mejor preparados en la región. “Tenemos también el programa “Pase un Día con nosotros”, en el cual traemos a los niños de los colegios y les damos charlas; traemos también a los niños desde el primer grado, niños de escuelas especiales”. — Tenemos un gran proyecto, que está avanzando, que es el Preven-Bus. Es una unidad equipada con medios audiovisuales, en la cual funcionarios expertos dan charlas preventivas a los jóvenes y los parroquianos, que Un funcionario es condecorado por el gobernador de Miranda 159 Puros grandes ligas montan en el bus, sobre aborto precoz, embarazo precoz, delincuencia juvenil, pornografía infantil. El programa incluye el uso de profesionales en determinadas materias, a quienes se les pide una hora para compartir sus conocimientos con la colectividad. Por ahora es sólo una unidad que va por barrios y urbanizaciones, prestando igualmente asistencia social. El comisario Flores Trosel aspira conseguir 10 unidades en un futuro cercano. En este contexto tienen mucha actividad las Divisiones de Bienestar Social y Relaciones Comunitarias. UN DERECHO QUE ESTABA CERCENADO Dijo que con los ascensos que se realizaron recientemente se intentó corregir injusticias, pues hay en esta policía funcionarios que luego de 28 años de servicio jamás fueron ascendidos. En esta oportunidad ascendieron 120 agentes al grado de detectives. “Estamos tratando de cambiar la mentalidad del funcionario policial, que sea servidor público”. Asegura que la de Miranda es una de las policías “más sanas” en cuanto a desempeño y honestidad de sus funcionarios. Aunque sí se reciben quejas por la actuación de uno que otro funcionario, pero es lo menos frecuente. Porque “ahorita están muy contentos con la gestión”, dice el comisario Flores Trosel. Un agente de PoliMiranda gana 1 millón 025 mil bolívares, más cestatikets, que eleva el salario a 1 millón 400 mil bolívares. También se les pagan primas por hijos y otros conceptos. Es la mejor pagada a nivel estadal. Aunque las policías municipales de San Francisco y la de Chacao ganan más que la de Miranda, acota el comisario Flores Trosel. La labor policial se combina con actividades deportivas. Recientemente terminaron los II Juegos Interregionales de Polimiranda: softball, futbolito, voleibol, dominó, natación, bolas criollas. Es lo que el director de la policía llama “compenetración en la parte social”. 160 LA RECONOCIDA PREPARACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS DEL CICPC Cuando el comisario Wilmer Flores Trosel recaló en la Policía de Miranda venía con toda una trayectoria policial desde el Cicpc. A sus subalternos les habló claro, les dijo que es policía y padre, y además les cantó su currículo, mostrándose como un policía de calle, a quien incluso le tocó ir a la frontera, trabajar extorsión y secuestro, drogas. Un policía bien formado y bien fogueado. “Que no me vean como un paracaidista”, reclama. — Les di rienda, pero bajo supervisión y control. Un funcionario sin supervisión es una aberración. No permitiré que el funcionario policial arremeta contra el pueblo. Ya tengo varios reconocimientos de los consejos comunales. Ya ha cambiado la visión, ahora me invitan a sus reuniones. Creo que las verdaderas políticas preventivas tienen que salir de esos concejos comunales, porque la problemática de un sector no es igual a otra. —¿A qué cree que se debe ese interés de las Alcaldías y gobernaciones en que funcionarios del Cicpc dirijan los cuerpos policiales municipales? — Primero, porque gozamos de transparencia, somos funcionarios preparados, que vamos a ver más allá que cualquier otro funcionario de cualquier otra institución; eso sin desmejorar a otros profesionales, porque aquí tenemos una gama de profesionales como los hay en el Cicpc, que muchas veces son magíster. Yo creo que es la parte de la preparación y la confianza, que durante años el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Pena- les y Criminalísticas ha demostrado a la colectividad la transparencia que tiene para la gerencia en cualquier institución y que estamos actos para resolver problemas con eficacia y eficiencia cuando se nos presenta. Respecto a la aceptación que su gestión tiene entre la comunidad y las autoridades policiales, señala que “yo me voy a graduar ahorita con 7 puntos en base a 10. Porque siempre lo digo en las reuniones que para acá mandaron a una persona común, que para acá no mandaron a un mago con una varita mágica que va a cambiar esto de la noche a la mañana”. Las estadísticas indican que “estamos bajando la incidencia delictiva en el estado. Pero éste no es un trabajo de PoliMiranda, sino también del Cicpc, con el cual venimos trabajando de la mano y de todas las policías municipales”. Es que hay juntar los esfuerzos y el uso compartido de las unidades policiales es un ejemplo de la estrecha cooperación que hay entre unos y otros. “Arrieros somos y en el camino andamos”, dicen los andariegos. También se está tratando de crear conciencia en la comunidad y su corresponsabilidad del pueblo con los problemas de su entorno y en el combate a la delincuencia. Por lo pronto se han espaciado las protestas de los diversos sectores por la inseguridad. El diálogo con los líderes de las protestas es la clave, dice el comisario Flores Trosel. En contrapeso, los funcionarios policiales tienen muchos incentivos, como facilidades para estudiar.