Introducción: Desarrollo: ¿En dónde apacientas tu rebaño? (Cant. 1

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¿En dónde apacientas Tú?
Cantares 1:7
Introducción:
Sin lugar a dudas toda la Biblia, la Palabra de Dios, nos habla de diversas maneras a
nosotros su Iglesia, sin embargo el libro del Cantar de los Cantares de Salomón, nos
deja ver claramente como es la relación de Señor Jesucristo, figurado en el rey
Salomón y la Iglesia novia, figurada en la Sulamita; De acá podemos notar que la amada
conforme se va enamorando de su Amado, empieza a hacerle una serie de preguntas
para conocerle mejor, para intimar más con El, para poder gozar de los beneficios de
ser pastoreada, apacentada por su Amado; Inquiramos pues, como dice Cantares 1:7,
¿dónde pastoreas?, ¿Dónde apacientas? Oh Amado de mi alma.
Desarrollo:
Hemos de notar que nosotros al aceptar a Jesucristo y nacer de nuevo, fuimos
alcanzados con Su salvación, pero esto es solo el inicio de un camino a recorrer,
entonces comenzamos a notar que la Amada necesita ser pastoreada, apacentada,
discipulada, y una de las primeras cosas que ella hace es preguntar, por eso cuando
una persona no hace preguntas puede ser que no le interesa saber, se acomoda o cree
saberlo todo, pero la enseñanza es circulo virtuoso, donde aprendemos para enseñar y
conforme enseñamos también aprendemos; el ser pastoreado o apacentado (heb.
Ra’ah), implica ser atendido, alimentado con pastos verdes, ser dirigido, congregarse;
Además de esto, como dice nuestro verso inicial de Cantares 1:7, ¿dónde harás
recostar (heb. Rabats) el rebaño al medio día? Es decir, ¿dónde das reposo, cobija,
descanso, refugio, al rebaño en los momentos más críticos de nuestra vida? A
continuación veamos como a esta mujer le interesa preguntar y saber en donde puede
estar su Amado, en donde puede encontrarlo:
¿En dónde apacientas tu rebaño? (Cant. 1:7)
Partiremos de ésta pregunta que hace la amada para luego ir viendo donde es que
nuestro Amado, el Señor Jesucristo apacienta, como dijimos anteriormente apacentar
significa el dar pasto, alimento, ser atendido, ser dirigido, también puede aplicarse a
satisfacer los deseos, dentro del marco de la voluntad del Señor, y en el Salmo 20:4
dice: “que el Señor conceda el deseo de tu corazón y cumpla todos tus anhelos” (v.
Américas). Veamos en lo literal que el pastor asume la responsabilidad de hallar
pastos verdes para las ovejas y va adelante para señalar el camino y asegurarse de que
sea transitable y seguro para ellas, es por ello que la amada quiere ser metida dentro
del rebaño, porque se ha dado cuenta que sin pastor estaría a la disposición del
enemigo, ya que el anda como león rugiente (1Ped. 5:8) y si este ruge, es porque hay
presa fácil (Am. 3:4), también se ha dado cuenta que fuera del redil, las ovejas son
indefensas y temerosas (Jer. 23:4), por esta razón es que no debemos dejar de
congregarnos como algunos tienen por costumbre y tanto más cuando sabemos que
aquel día se acerca (Heb. 10:25). Pero como esta mujer ama profundamente ha estado
buscando a su amado, y dice la palabra que si lo buscamos de todo corazón lo vamos a
encontrar (Jer. 29:13), entonces ella lo encontró y descubrió que Jehová es su Pastor,
y que nada le faltará, que en lugares de delicados pastos la hará descansar (Sal. 23: 1,
5) y se da cuenta de todos los beneficios que ofrece su amado y termina diciendo: en la
casa de Jehová moraré por largos días (v.6). Después de que lo hemos hallado y como
novia pronta a casarse, debemos de continuar en una búsqueda constante del Señor
Jesucristo y desear estar siempre cerca de Él.
Luego podemos darnos cuenta que ella vuelve a preguntar en el mismo versículo,
versión las Américas: ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre? Cuando nos
referimos a esto, estamos hablando de una cobertura espiritual que se representa en
los cinco ministerios que el mismo Señor Jesucristo constituyo (Ef. 4:10,11, 1Ped. 5:6).
Entonces esta mujer se ha dado cuenta que esto es algo que ha estado desde el
principio y que se tiene que retomar en los últimos tiempos, para el encuentro con su
amado (Gen. 24:65). Y en lo literal nos habla de la mujer que ora o profetiza con la
cabeza descubierta afrenta su cabeza y la que se cubre tiene señal de autoridad sobre
su cabeza (1 Cor. 11:5 y 10), Es decir, que para la amada, la cobertura es señal que
implica reconocer autoridad y que el Amado proporcione cobertura, implica protección
de su parte, entre otras cosas.
El apacienta entre los lirios: (Cant. 2:16)
La palabra lirio (heb. Shuwshan y gr. krinon) en el hebreo da a entender blancura,
brillantez, claridad; Estos crecen en aguas reposadas y por consiguiente son plantas
acuáticas, entonces como lirios debemos desear estar en medio del agua, figura de la
Palabra, debemos de buscar en donde podemos saciar nuestra sed espiritual, ya que
Jesucristo dijo que el que bebiere del agua que El da no tendrá sed jamás (Jn. 4:14) y
debemos de desearla como dice el Salmo 42:1,2: “mi alma tiene sed de Dios del Dios
vivo”. Pero si el agua esta encharcada es porque se aparto de las corrientes del agua
que fluye del cielo y la consecuencia de esto es que se empieza a llenar de larvas y
mosquitos, esto nos habla de que no podemos ser independientes del cuerpo de Cristo,
debemos de estar unidos en amor y en sujeción unos a otros (Ef. 4:15­16); El mismo
Señor Jesucristo dijo que separados de El nada podemos hacer (Jn. 15:5) Entonces
como lirios, debemos estar sumergidos en las corrientes de aguas, porque su voz
desciende sobre las aguas Sal. 29:3­4) pero las que conllevan unidad, vida y sanidad
para nuestras almas (Eze. 47:9). Otra característica del lirio es que tienen un color
blanco profundo y un olor penetrante muy agradable, esto nos habla que el amado
apacienta en medio de la Santidad (Isa. 57:15) y nuestras actitudes deben de ser como
olor grato (Fil.4:18; Gén. 8:21) El lirio no se afana, confía en Dios (Luc. 12:26­31; Salm.
9:10) Y finalmente como pueblo de Dios, Él será como rocío y floreceremos como lirio
(Os. 14:5) y nos recogerá (Cant. 6:2).
Él apacienta junto a las cabañas de los pastores: (Cant. 1:8)
Ella es una mujer que sigue preguntando y como consecuencia encuentra respuestas y
en esta ocasión le dan instrucciones de que siga las huellas del rebaño y que apaciente
sus cabritas junto a las cabañas de los pastores. Cuando hablamos de cabritas, nos
referimos a nuestras áreas débiles, rehusarnos en muchas ocasiones a querer hacer el
bien (Mat. 25:33 al 46) y que la mayoría de las veces pensamos que nosotros mismos
las podemos cambiar y no las rendimos a Dios, quien es el que perdona todas nuestras
iniquidades (Sal. 103:3­4) es por ello que cuando ofrecían una cabra como ofrenda de
paz, la grasa o grosura (nuestras áreas) se quemaba en olor grato a Jehová (Lev.
3:12,16) ya que Él desea que le entreguemos todo lo que nos estorba, por esta causa le
dicen a la amada que meta sus cabritas (áreas de su alma) junto a las cabañas de los
pastores, pues por medio de la palabra se van reflejando las mismas como en un espejo
(Sant. 1:23). Cuando acá habla de cabaña (heb. Mishkan) se refiere a una residencia,
estar bajo un techo o cobertura pastoral, específicamente un tabernáculo con paredes
de madera; ó tabernáculo (gr. Skene) que es una tienda o carpa, es decir un refugio
techado; esto nos habla de buscar cobertura, de mirar la forma de vida de un
verdadero pastor y que imitemos lo que tiene de Cristo, como lo declara Pablo en 1Cor.
11:1, y el apóstol Juan también nos enseña que imitemos lo bueno y no lo malo (3Jn.
1:11). Estas cabañas estaban hechas de ramas de palmera, (cobertura), de sauces de
los arroyos (Lev 23:40). Comprendemos ahora porque es importante introducirnos en
las cabañas, para tener pastor y a su vez ellos proporcionar cobertura y un lugar de
refugio.
Él apacienta en los huertos: (Cant. 6:1­2)
Observemos que en el versículo uno le preguntan a ella ¿a dónde se ha ido tu amado? y
si le preguntaron es porque ya había aprendido, ya había sido alimentada, discipulada
y empezó a enseñar a los demás, puesto que había aprendido lo que le enseñaron,
porque la Palabra viene a ser como clavos bien hincados (Ecl. 12:11, Américas y RVA)
Esto nos viene a decir que una vez que aprendemos y entendemos la palabra y
doctrina, tenemos, que compartir el pan (palabra) con el hambriento (Isa. 58:6­7).
Luego ella les contesta que su amado descendió para apacentar entre los huertos. Si
queremos encontrar al Señor busquémosle en los huertos: Getzemaní en griego
significa “prensa de aceite”, este es el lugar en donde uno piensa que todo esta
perdido, es el huerto del sufrimiento en donde entregamos nuestra voluntad (Mat.
26:42), pero ahí nos apacienta El Señor y nos rescata de en medio de nuestro problema
con mano poderosa, para que podamos rectificar como la Sulamita, ya que al inicio
ella dice: “mi amado es mío” (Cant.2:16), pero luego le entrega su voluntad, acepta el
Señorío de Cristo y dice: “Yo soy de mi amado” (Cant. 6:3) Él apacienta en donde te
piden que entregues lo que más amas, porque El ya dio por ti lo que más amaba (Jn.
3:16) y cuando te pide lo que amas, El te esta probando (Gen.22:1­2), donde quizá te
van a pedir que entregues tu viejo caminar (Exo. 3:5), pero para enseñarte un nuevo
caminar por donde debes continuar (Sal. 32:8, Jesús es el camino, Jn.14:6), por esta
razón Juan el Bautista dijo que no era digno ni de desatar el calzado del Señor Jesús
porque su caminar era en Santidad, Él es la Santidad (1Ped. 1:15­16) Él es el camino
de la verdad y la vida (Mar. 1:7) Tu amado apacienta en el huerto del sepulcro del Señor
Jesucristo (Jn. 19:41­42) en donde para el mundo tu ya estabas muerto y tu mismo
creías que ya no había esperanza, pero El ahí nos regalo vida y vida en abundancia, esa
que se había perdido en el huerto del Edén, porque la palabra dice que en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados (1Cor. 15: 21­22) En los huertos se
sufre, pero te van apacentar y te van a pedir, pero también te van a dar, pues tenemos
un Dios sustitutivo que quita pero para dar algo mejor (Sal. 30:11), arranca y derriba
pero edifica y planta (Jer. 1:10), Él nos da reposo en los momentos más críticos de
nuestra vida.
¿Que hacer ahora que sabemos donde apacienta nuestro amado? (Cant. 3:1­4)
En el recorrido de este estudio nos hemos dado cuenta que esta mujer, la Amada,
pregunta y reconoce las prioridades, pero podemos observar que solamente se quedo
en preguntas y llega el momento en que se da cuenta de que su amado ya no estaba,
pues no puso por obra la Palabra, la cual nos habla de ser hacedores de la Palabra y
no tan solo oidores olvidadizos, engañándonos a nosotros mismos (Sant. 1:22 y 25),
esto nos habla de arrepentirnos, pero también de convertirnos (Hech. 3:19), es decir, un
cambio de mente y de actitudes. Podemos observar que ella busca de noche, ha
descendido el amor, ya que la Palabra dice que de día y de noche anhelemos de Él (Sal.
1:2) Luego ella dice “me levantaré”, esto nos da la pauta de que estaba acomodada o
dormida espiritualmente y en Ef. 5:14 dice “despiértate tu que duermes” y en Rom.
13:11 nos dice que “ya es hora de levantarnos del sueño, porque nuestra salvación
ahora está más cerca de nosotros que cuando creímos”. Pero Dios es un Dios de
oportunidades, puesto que ella lo encuentra de nuevo, dándose cuenta que lo peor que
nos puede suceder en nuestra vida cristiana es perder la presencia de Dios (Sal. 84:10).
Ya me había desvestido; ¿cómo me iba a volver a vestir? (Cant. 5:3)
Estamos hablando de alguien que se ha quitado su vestidura, esto nos da a entender
muchas cosas como por ejemplo, en Ap. 3:18 nos dice el Señor que compremos de El
vestiduras blancas (santidad) para que no se descubra la vergüenza de nuestra
desnudez y si nos quitamos la vestidura de la armadura de Dios no podremos estar
firmes contra las asechanzas del diablo (Ef.6:11,17) Luego ella vuelve a decir Me he
lavado mis pies, como los he de ensuciar, Figura de la ministración, esto nos quiere
decir que aunque nos hallamos ministrado en alguna oportunidad u ocasiones siempre
tendremos necesidad de recurrir constantemente a ministrarnos.
Conclusiones:
Al concluir este estudio podemos darnos cuenta de las actitudes de una mujer (iglesia)
enamorada, ella pregunta, esta anhelante de saber mas acerca de su amado, no le
importa que la critiquen por el hecho de estar todo el tiempo preguntando (2Sam. 6:22),
por consiguiente logra ir aprendiendo en su recorrido y encuentra al que ama su alma;
¿Tu Amado es real, procuras no perder la presencia del Señor?, ¿Es tu amor tan
entrañable para con Él? Hoy tu Amado, el Señor Jesucristo te pregunta: ¿Tienes el
deseo de saber mas acerca de mí, quieres encontrarme? BÚSCAME y me encontraras:
“Y me buscareis y me hallareis, porque me buscareis de todo vuestro corazón” (Jer.
29:13);
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